lunes, 17 de junio de 2013

SEMANA DEL 17 DE JUNIO 2013

CÁNTICO 48
"CAMINEMOS DIARIAMENTE CON JEHOVA"
Estudio Bíblico de Congregación
(jr cap. 10 párrs. 20-27.) (30 minutos)
Párrafo 20
(Jeremías 2:6-8) Y no han dicho: ‘¿Dónde está Jehová, Aquel que nos hizo subir de la tierra de Egipto, Aquel que nos llevó andando por el desierto, por una tierra de llanura desértica y de hoyo, por una tierra falta de agua, y de sombra profunda, por una tierra a través de la cual ningún hombre pasó y en la cual no moró hombre terrestre alguno?’. 7 ”Y gradualmente los traje a una tierra del huerto, para que comieran su fruto y sus cosas buenas. Pero ustedes entraron y contaminaron mi tierra; y de mi propia herencia hicieron algo detestable. 8 Los sacerdotes mismos no dijeron: ‘¿Dónde está Jehová?’. Y los mismísimos que manejaban la ley no me conocieron; y los pastores mismos transgredieron contra mí, y hasta los profetas profetizaron por Baal, y anduvieron en pos de los que no podían traer provecho.
Párrafo 21
(Jeremías 15:16) Fueron halladas tus palabras, y procedí a comerlas; y tu palabra llega a ser para mí el alborozo y el regocijo de mi corazón; porque tu nombre ha sido llamado sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.
(Jeremías 15:20) “Y yo he hecho que seas para este pueblo un muro fortificado de cobre; y ciertamente pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti. Porque yo estoy contigo, para salvarte y para librarte —es la expresión de Jehová—.
(Lucas 12:11, 12) Pero cuando los lleven ante asambleas públicas y ante funcionarios de gobierno y autoridades, no se inquieten acerca de cómo o qué hablarán en defensa, o de qué dirán; 12 porque el espíritu santo les enseñará en aquella misma hora las cosas que deben decir”.
Párrafo 22
(Lamentaciones 3:44) Has obstruido el acceso a ti mismo con una masa de nubes, para que no pase la oración.
(Proverbios 28:9) El que aparta su oído de oír la ley... hasta su oración es cosa detestable.
Párrafo 23
(Jeremías 17:5-8) Esto es lo que ha dicho Jehová: “Maldito es el hombre físicamente capacitado que cifra su fiada expectativa en el hombre terrestre y realmente hace de la carne su brazo, y cuyo corazón se aparta de Jehová mismo. 6 Y ciertamente llegará a ser como un árbol solitario en la llanura desértica y no verá cuando venga el bien; sino que tendrá que residir en lugares abrasados del desierto, en una región salada que no está habitada. 7 Bendito es el hombre físicamente capacitado que confía en Jehová, y cuya confianza Jehová ha llegado a ser. 8 Y ciertamente llegará a ser como un árbol plantado junto a las aguas, que envía sus raíces al mismísimo lado de la corriente de agua; y no verá cuando venga el calor, sino que su follaje realmente resultará frondoso. Y en el año de sequía no se inquietará, ni dejará de producir fruto.
Párrafo 24
(Jeremías 33:3)Llámame, y yo te responderé y prontamente te informaré de cosas grandes e incomprensibles que no has conocido’”.
Párrafo 25
(2 Timoteo 4:10) Pues Demas me ha abandonado porque ha amado el presente sistema de cosas, y se ha ido a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia.
Párrafo 27
(Isaías 30:21) Y tus propios oídos oirán una palabra detrás de ti que diga: “Este es el camino. Anden en él”, en caso de que ustedes se fueran a la derecha o en caso de que se fueran a la izquierda.
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Escuela del Ministerio Teocrático
  • Lectura de la Biblia: Hechos 5, 6, 7 | Puntos sobresalientes (10 min.)
*** w08 15/5 pág. 31 Puntos sobresalientes del libro de Hechos ***
5:34-39. ¿Cómo es posible que Lucas supiera lo que Gamaliel dijo ante el Sanedrín en una sesión a puerta cerrada? Hay al menos tres posibilidades: 1) Pablo, un antiguo alumno de Gamaliel, se lo contó a Lucas; 2) Lucas habló con algún miembro del Sanedrín que simpatizaba con los cristianos, como Nicodemo, o 3) Lucas recibió la información por inspiración divina.
7:59. ¿Oró Esteban a Jesús? No. Nuestra adoración y, por lo tanto, nuestras oraciones, solo deben dirigirse a Jehová Dios (Luc. 4:8; 6:12). En circunstancias normales, Esteban se hubiera dirigido a Jehová en el nombre de Jesús (Juan 15:16). Pero en esta ocasión contempló una visión del “Hijo del hombre de pie a la diestra de Dios” (Hech. 7:56). Como sabía que Jesús había recibido el poder para resucitar a los muertos, Esteban le habló directamente a Jesús pidiéndole que protegiera su espíritu, pero eso no fue una oración (Juan 5:27-29).
w08 15/10 pág. 6 párrs. 14-15 Los “ojos radiantes” de Jehová examinan a todos ***
14, 15. ¿Por qué merecieron Ananías y Safira el castigo de Dios, y qué nos enseña este hecho?
14 Ananías y Safira eran un matrimonio de la congregación de Jerusalén. Poco después del Pentecostés del año 33, esta congregación creó un fondo común (sostenido por donaciones voluntarias) para atender las necesidades de los nuevos discípulos de lugares lejanos que se habían quedado en Jerusalén. Pues bien, Ananías vendió un campo y, con el conocimiento de su esposa, fingió que donaba todos los beneficios obtenidos con la transacción, cuando en realidad solo entregó una parte. Seguramente, los dos pretendían gozar de algún honor especial entre los hermanos. Pero esa manera de actuar era un engaño. De forma milagrosa, Jehová reveló el fraude al apóstol Pedro, quien lo expuso delante de Ananías. Acto seguido, este se desplomó y murió, y otro tanto le ocurrió poco más tarde a su mujer (Hech. 5:1-11). No era que Ananías y Safira hubiesen tenido un momento de debilidad. Habían actuado con total premeditación intentando engañar a los apóstoles. Y lo que es peor, se habían atrevido a “tratar con engaño al espíritu santo y [...] a Dios”. La reacción de Jehová mostró sin ambigüedad que él está dispuesto a proteger a su congregación contra los hipócritas, quienes comprobarán que “es cosa horrenda caer en las manos del Dios vivo” (Heb. 10:31).
bt cap. 5 “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante”
4, 5. ¿Por qué estaban “llenos de celos” Caifás y los saduceos?
4 Volvamos al momento en que Pedro y Juan, al recibir la primera orden de detener la evangelización, respondieron: “No podemos dejar de hablar de las cosas que hemos visto y oído” (Hech. 4:20). Pues bien, ¿qué pasó después? Tras aquel encontronazo con el Sanedrín, todos los apóstoles reanudaron la predicación en el templo, y, más concretamente, en “la columnata de Salomón”. En esta galería cubierta del lado oriental —que los judíos habían tomado como lugar predilecto de reuniones—, los apóstoles realizaron señales tan prodigiosas como expulsar demonios y curar enfermos. Al parecer, bastaba que la sombra de Pedro tocara a alguien para que recobrara la salud. Y muchos de los sanados estaban aceptando también el mensaje de curación espiritual. Como consecuencia, “siguieron añadiéndose [a la congregación] creyentes en el Señor, multitudes de varones así como de mujeres” (Hech. 5:12-15).
5 “Llenos de celos”, Caifás y sus correligionarios, los saduceos, mandaron encarcelar a los apóstoles (Hech. 5:17, 18). ¿Por qué les irritaba tanto el mensaje? Primero, porque anunciaba que Jesús se había levantado de entre los muertos, y ellos no creían en la resurrección. Y segundo, porque proclamaba que la salvación solo se conseguía mostrando fe en Jesús, y temían que si muchos tomaban partido por aquel nuevo Mesías, Roma terminaría adoptando represalias (Juan 11:48). ¡Con razón querían silenciar a los apóstoles!
6 Hoy ocurre igual: la persecución contra los siervos de Jehová está instigada en la mayoría de los casos por dirigentes religiosos, quienes suelen intentar acallarnos valiéndose de sus influencias en el gobierno y en los medios de comunicación. ¿Debería extrañarnos que nos tengan envidia y odio? No, ya que nuestro mensaje expone la cruda realidad de sus falsas religiones. Y cuando la gente sincera abraza la verdad, se libera de las doctrinas y prácticas antibíblicas que ellos enseñan (Juan 8:32).
7 Ya en la cárcel, a la espera del juicio, los apóstoles tal vez se preguntaran si acabarían padeciendo martirio a manos de sus enemigos (Mat. 24:9). Pero de noche ocurrió algo totalmente inesperado: “el ángel de Jehová abrió las puertas de la prisión” (Hech. 5:19). Entonces les dio órdenes claras: “[Pónganse] de pie en el templo” y “sigan hablando” (Hech. 5:20). Sin duda, aquello les confirmó que iban por buen camino y les dio nuevas fuerzas para permanecer firmes contra viento y marea. Llenos de fe y valor, “entraron en el templo al amanecer y se pusieron a enseñar” (Hech. 5:21).
8 Hacemos bien en preguntarnos: “Si yo me enfrentara a dificultades parecidas, ¿tendría la fe y el coraje necesarios para seguir predicando?”. Algo que siempre nos fortalecerá es recordar que los ángeles nos apoyan y dirigen en la gran obra de dar “testimonio cabal respecto al reino de Dios” (Hech. 28:23; Rev. 14:6, 7).
bt cap. 5 “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante”
12, 13. a) ¿Qué consejo dio Gamaliel a sus colegas de magistratura, y qué decidieron estos hacer? b) ¿De qué forma interviene hoy Jehová a favor de quienes le servimos, y de qué podemos estar seguros cuando permite que “sufr[amos] por causa de la justicia”?
“No podrán derribarlos” (Hechos 5:34-42)
12 Tomó la palabra Gamaliel, “maestro de la Ley estimado por todo el pueblo”. Como este jurista era muy respetado por sus colegas, pudo asumir un papel de primer orden en el caso y hasta dar “mandato de que sacaran fuera a los [apóstoles] por un momento” (Hech. 5:34). A continuación, citó ejemplos de movimientos rebeldes que se habían disuelto poco después de la muerte de sus cabecillas y luego destacó que, puesto que el caudillo de los apóstoles había muerto hacía solo semanas, era recomendable mantener una actitud paciente y tolerante. De manera muy persuasiva razonó: “No se metan con estos hombres, sino déjenlos (porque si este proyecto o esta obra proviene de hombres, será derribada; pero si proviene de Dios, no podrán derribarlos); de otro modo, quizás se les halle a ustedes luchadores [...] contra Dios” (Hech. 5:38, 39). Los jueces decidieron hacerle caso. Así y todo, mandaron azotar a los apóstoles y “les ordenaron que dejaran de hablar sobre la base del nombre de Jesús” (Hech. 5:40).
13 De vez en cuando, Jehová utiliza a hombres influyentes, como Gamaliel, para que intervengan a favor de su pueblo (Pro. 21:1). En efecto, se vale del espíritu santo para impulsar a importantes políticos, jueces o legisladores a actuar en conformidad con su divina voluntad (Neh. 2:4-8). Por otro lado, en muchas ocasiones permite que sus siervos “sufr[an] por causa de la justicia” (1 Ped. 3:14). En todo caso, podemos estar seguros de dos cosas: primero, de que les brindará aguante; y segundo, de que los adversarios “no podrán derribarlos” ni impedir que prosigan con su comisión (Isa. 54:17; 1 Cor. 10:13).
w91 15/1 Enseñe públicamente y de casa en casa
4. ¿Por qué podemos decir que Hechos 5:42 y Hechos 20:20 significan que la predicación de los seguidores de Jesús se distribuía de casa en casa?
4 En Hechos 5:42 las palabras “de casa en casa” son una traducción de kat’ ói·kon. Aquí ka· se usa en sentido “distributivo”. Por lo tanto, la predicación de los discípulos se distribuía de una casa a otra. En un comentario sobre Hechos 20:20, Randolph O. Yeager escribió que Pablo enseñaba “tanto en asambleas públicas [de·mo··a] como de casa en casa (distributivo [ka·] con el acusativo). Pablo había pasado tres años en Éfeso. Visitó toda casa, o por lo menos predicó a toda la gente (versículo 26) . Aquí hay autorización bíblica para el evangelismo de casa en casa así como para el que se efectúa en reuniones públicas”.
w06 15/7 ‘Hagamos todas las cosas sin murmurar’
10, 11. ¿Por qué murmuraron los judíos de habla griega, y qué lección pueden aprender los ancianos del modo como se atendió aquella queja?
10 Un caso de murmuración que surgió unos días después del Pentecostés del año 33 tuvo un mejor desenlace. Muchos de los nuevos discípulos que habían venido del extranjero fueron acogidos amablemente por los hermanos de Judea, pero el reparto de suministros planteó un problema. Según el relato, “se suscitó una murmuración de parte de los judíos de habla griega contra los judíos de habla hebrea, porque a sus viudas se las pasaba por alto en la distribución diaria” (Hechos 6:1).
11 Aquella murmuración no fue como la de los israelitas en el desierto. Los judíos de habla griega no se quejaron egoístamente de su situación, sino que señalaron una falla en la ayuda que se daba a algunas viudas. Tampoco causaron un alboroto ni se rebelaron contra Jehová. Más bien, presentaron su queja a los apóstoles, quienes actuaron con rapidez al ver que la reclamación tenía fundamento. ¡Qué buen ejemplo pusieron los apóstoles para los ancianos cristianos de hoy! Estos pastores espirituales no “tapa[n] su oído al clamor quejumbroso del de condición humilde” (Proverbios 21:13; Hechos 6:2-6).
w94 15/8 pág. 26 Cómo mantener la armonía entre los ancianos y los siervos ministeriales
POCO después del Pentecostés de 33 E.C. se presentó una emergencia en la congregación cristiana recién formada. Se había organizado un programa para cuidar de las viudas necesitadas. Sin embargo, al cabo de un tiempo, surgió “una murmuración de parte de los judíos de habla griega contra los judíos de habla hebrea, porque a sus viudas se las pasaba por alto en la distribución diaria”. (Hechos 6:1.)
Estas quejas llegaron a oídos de los apóstoles. “De modo que los doce convocaron a la multitud de los discípulos y dijeron: ‘No es cosa grata el que nosotros dejemos la palabra de Dios para distribuir alimento a las mesas. Por eso, hermanos, búsquense siete varones acreditados de entre ustedes, llenos de espíritu y de sabiduría, para que los nombremos sobre este asunto necesario’”. (Hechos 6:2, 3.)
Este incidente ilustra un importante principio de organización en la congregación cristiana. Se utiliza a algunos hombres responsables para encargarse de cuestiones rutinarias, mientras que otros atienden asuntos espirituales de más peso. Este principio no carece de precedente. En el antiguo Israel se nombró sacerdotes a Aarón y sus descendientes para que hicieran sacrificios a Dios. Sin embargo, Jehová mandó que los levitas los ayudaran ‘encargándose de todos los utensilios de la tienda de reunión’. (Números 3:5-10.) Del mismo modo, en la actualidad los siervos ministeriales ayudan a los ancianos.
w98 15/9 Los tiempos y sazones pertenecen a Jehová
12. ¿Cómo mostró Esteban que Moisés se adelantó al tiempo de Jehová?
13. ¿De qué manera es similar nuestra situación a la de los israelitas antes de ser liberados de Egipto?
12 De la sinopsis que hizo Esteban también se deduce que los israelitas no conocían el tiempo exacto de su liberación. Hablando de Moisés, dijo: “Cuando estaba cumpliéndose el tiempo de su año cuadragésimo, le vino al corazón el inspeccionar a sus hermanos, los hijos de Israel. Y cuando alcanzó a ver a alguien a quien se trataba injustamente, lo defendió, y ejecutó venganza a favor del maltratado, derribando al egipcio. Suponía que sus hermanos comprenderían que por su mano Dios les daba salvación, pero ellos no lo comprendieron” (Hechos 7:23-25). Moisés actuó cuarenta años antes del tiempo que Dios había fijado. Esteban indicó que Moisés tuvo que esperar otros cuarenta años antes de que Dios ‘les diera la salvación por su mano’ (Hechos 7:30-36).
13 Aunque “se iba acercando el tiempo para el cumplimiento de la promesa” y Dios había fijado el año exacto, Moisés y todo Israel tuvieron que demostrar su fe. Debieron esperar el tiempo señalado de Jehová, al parecer sin posibilidad de calcularlo de antemano. Nosotros también estamos convencidos de que nuestra liberación del presente sistema de cosas inicuo está cerca. Sabemos que estamos viviendo en “los últimos días” (2 Timoteo 3:1-5). Por tanto, ¿no deberíamos estar dispuestos a esperar con fe el debido tiempo de Jehová para su gran día? (2 Pedro 3:11-13.) Cuando este llegue, podremos entonar un glorioso cántico de liberación para la alabanza de Jehová, como hicieron Moisés y los israelitas (Éxodo 15:1-19).
w12 15/6 ¿Por qué poner el servicio de Jehová en primer lugar?
5, 6. a) ¿Qué fin tenía, probablemente, la educación que Moisés recibió? b) ¿Por qué rechazó Moisés las posibilidades que Egipto le ofrecía?
LAS DECISIONES DE UN PRÍNCIPE EGIPCIO
5 Veamos ahora el ejemplo de Moisés, quien fue adoptado por la hija del faraón y creció en un palacio. Como correspondía a un joven príncipe, “fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios” (Hech. 7:22; Éxo. 2:9, 10). Es muy posible que esa educación tuviera el fin de prepararlo para destacadas funciones en la corte. Podría haber sido alguien importante en el gobierno más poderoso de su época y haber tenido los lujos, privilegios y placeres propios de su puesto. Pero ¿fue ese su objetivo?
6 Debido a la enseñanza que recibió de sus verdaderos padres en sus primeros años, probablemente conocía las promesas que Jehová les había hecho a sus antepasados Abrahán, Isaac y Jacob, y cifró su fe en ellas. Sin duda reflexionó en su futuro y su lealtad a Jehová, y cuando tuvo que elegir entre ser un príncipe egipcio o un esclavo israelita, prefirió “ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que disfrutar temporalmente del pecado” (léase Hebreos 11:24-26). Más adelante siguió las instrucciones de Jehová sobre lo que debía hacer con su vida (Éxo. 3:2, 6-10). ¿Por qué actuó de esa forma? Porque creía en las promesas divinas y llegó a la conclusión de que en Egipto no había ningún futuro para él. Y tenía razón, pues Dios destrozó poco después a aquella nación con las diez plagas. ¿Ve usted cuál es la lección que encierra ese ejemplo para los siervos dedicados de Jehová de la actualidad? Debemos concentrarnos en Jehová y su servicio, no en prosperar o en disfrutar de los placeres de este sistema de cosas.
w00 15/11 Los cristianos somos felices al prestar servicio
17. a) ¿Cómo se corrompió el servicio sagrado en la época de Moisés? b) ¿De qué modos pudiera encauzarse mal el servicio sagrado hoy día?
17 Acordémonos de los israelitas de la época de Moisés. Con referencia a ellos leemos: “Dios se volvió y los entregó a que rindieran servicio sagrado al ejército del cielo” (Hechos 7:42). Aunque aquellos israelitas habían presenciado los portentos que obró Jehová a favor suyo, recurrieron a otros dioses cuando les pareció conveniente. No manifestaron lealtad, cualidad esencial para que Dios acepte nuestro servicio sagrado (Salmo 18:25). Es cierto que hoy son muy pocos los que se apartarían de Jehová para adorar estrellas o becerros de oro, pero existen otras modalidades de idolatría. Jesús nos previno contra el servicio a “las Riquezas”, y Pablo dijo que la codicia es idolatría (Mateo 6:24; Colosenses 3:5). Además, Satanás se presenta como si fuera un dios (2 Corintios 4:4). Estos tipos de idolatría son muy frecuentes y constituyen una trampa. Pensemos, por ejemplo, en el individuo que afirma seguir a Jesús, pero cuya auténtica meta en la vida es enriquecerse, o que en verdad solo confía en sí mismo o en sus propias ideas. ¿A quién sirve en realidad? ¿Acaso es muy diferente de los judíos de tiempos de Isaías que juraban por el nombre de Jehová, pero atribuían sus grandes actos a ídolos inmundos? (Isaías 48:1, 5.)
w94 15/12 pág. 24 ¿Se debe orar a Jesús?
Quizás haya quien pregunte: “¿No dice la Biblia que tanto el discípulo Esteban como el apóstol Juan hablaron a Jesús cuando ya estaba en el cielo?”. Es cierto. Pero estos sucesos no tienen nada que ver con oraciones, pues tanto Esteban como Juan contemplaron a Jesús en visión y le hablaron directamente. (Hechos 7:56, 59; Revelación 1:17-19; 22:20.) Tenga en cuenta que tan solo hablar, aunque sea a Dios, no constituye una oración de por sí. Adán y Eva hablaron a Dios con el fin de excusarse por su gran falta, cuando él los juzgó tras su pecado en Edén. Hablarle de esa forma no fue una oración. (Génesis 3:8-19.) Por lo tanto, sería incorrecto presentar el que Esteban y Juan le hablaron a Jesús como prueba de que debemos orarle.
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  • Núm. 1: Hechos 5:17-32
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  • Núm. 2: ¿Qué debemos hacer para que Jehová nos conozca? (2 Tim. 2:19)
*** w11 15/9 págs. 25-26 ¿Me conoce Jehová? *** “Jehová conoce a los que le pertenecen.” (2 TIM. 2:19)
EN CIERTA ocasión, un fariseo se acercó a Jesús y le preguntó: “¿Cuál es el mandamiento más grande de la Ley?”. Y él le respondió: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente” (Mat. 22:35-37). Es obvio que el propio Cristo vivía de acuerdo con estas palabras. Pero además de sentir un gran amor por su Padre celestial, estaba muy deseoso de recibir su aprobación, y lo demostró siéndole siempre fiel. Por eso, poco antes de morir, pudo afirmar que su Padre sabía muy bien que era una persona fiel que obedecía todos sus mandamientos. Y, de este modo, se mantuvo en el amor de Jehová (Juan 15:10).
2 Hoy día son muchos los hombres y mujeres —entre ellos nosotros— que afirman conocer y amar a Dios. Pero no basta con eso. Hay que saber si él nos “conoce” —es decir, nos aprueba— a nosotros. Por eso, conviene que nos planteemos esta importante pregunta: “¿Puedo decir yo que Jehová me conoce y me ve como alguien que le pertenece?” (2 Tim. 2:19). Sin duda, es un maravilloso privilegio disfrutar de una relación tan especial con el Soberano del universo.
3 Hay quienes, aunque aman profundamente a Jehová, no terminan de convencerse de que pueden disfrutar de su amistad. A veces se debe a que se consideran poca cosa, indignos de pertenecerle. ¡Menos mal que él no nos ve así! (1 Sam. 16:7.) Fijémonos en estas palabras de Pablo: “Si alguien ama a Dios, este es conocido por él” (1 Cor. 8:3). Como notamos, para que Dios conozca a una persona, es necesario que esta lo ame. Pensemos por un momento: “¿Por qué estoy leyendo yo esta revista? ¿Por qué me esfuerzo por servir a Jehová con todo mi corazón, alma, mente y fuerzas? ¿Le he dedicado mi vida y me he bautizado? Si así es, ¿por qué lo he hecho?”. Recordemos que nuestro Padre celestial examina los corazones de los seres humanos, y solo atrae hacia él a quienes considera “cosas deseables”, es decir, personas valiosas (léanse Ageo 2:7 y Juan 6:44). Por lo tanto, si le estamos sirviendo es porque nos ha invitado a ser sus amigos. Mientras le seamos fieles, jamás nos abandonará. Nos cuidará siempre con mucho cariño, pues somos para él un tesoro (Sal. 94:14).
4 Una vez que Jehová nos atrae a su lado, ¿cuál debería ser nuestro mayor interés? Mantenernos en su amor (léase Judas 20, 21). La Biblia advierte que los cristianos pueden ser llevados “a la deriva” y “alejarse del Dios vivo” (Heb. 2:1; 3:12, 13). Eso fue lo que les sucedió a Himeneo y Fileto, a quienes menciona el apóstol Pablo justo antes de hacer el comentario de 2 Timoteo 2:19, nuestro texto temático. Por lo que vemos, estos dos hombres pertenecieron a Jehová, pero luego se apartaron de la verdad (2 Tim. 2:16-18). Y lo mismo les ocurrió a algunos miembros de las congregaciones de Galacia. Aunque llegaron a ser conocidos por Dios, no permanecieron en su luz espiritual (Gál. 4:9). ¡Nunca cometamos esa equivocación! No hay nada en el mundo que iguale el honor de ser amigos del Altísimo.
5 Para que una persona sea conocida por Dios, debe manifestar algunas cualidades que él aprecia (Sal. 15:1-5; 1 Ped. 3:4). Entre ellas figuran la fe y la humildad. Centrémonos en dos siervos fieles de la antigüedad que fueron ejemplos de estas virtudes y por ello gozaron del amor divino. Luego examinemos la historia de un hombre que, por su arrogancia, terminó siendo rechazado por Jehová a pesar de creerse amigo suyo. Todos estos casos encierran valiosas lecciones para nosotros.
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  • Núm. 3: ¿Qué se requiere que hagamos para beneficiarnos del sacrificio perfecto de Jesús? (rs pág. 325 párrs. 2, 3)
Juan 3:36:El que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna; el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.”
Heb. 5:9:Después de haber sido hecho perfecto [Jesucristo] vino a ser responsable por la salvación eterna para todos los que le obedecen.”
*** pe cap. 6 págs. 63-65 párrs. 18-19 Jesucristo... ¿enviado por Dios? ***
18 Hasta en la actualidad el sacrificio de rescate de Jesús nos puede beneficiar. ¿Cómo? Por ejercer fe en ese sacrificio podemos disfrutar de una condición o posición de limpios delante de Dios y llegar a estar bajo su cuidado amoroso y tierno. (Revelación 7:9, 10, 13-15) Muchos de nosotros quizás cometimos terribles pecados antes de que llegáramos a conocer a Dios. Y aun ahora cometemos errores, los cuales a veces son muy graves. Pero con el rescate como base podemos buscar libremente el perdón de Dios, con confianza en que él nos escuchará. (1 Juan 2:1, 2; 1 Corintios 6:9-11) Además, en los días venideros el rescate abrirá para nosotros el camino que nos llevará a recibir la dádiva divina de vida eterna en el nuevo mundo justo de Dios. (2 Pedro 3:13) En ese tiempo todos los que ejerzan fe en el rescate serán completamente librados del cautiverio al pecado y la muerte. ¡Podrán esperar vida eterna en perfección!
19 ¿Qué efecto tiene en usted el llegar a saber del rescate? ¿No le llena el corazón de afecto para con Jehová el saber que él se interesa tanto en usted que ha dado a su Hijo amado a favor de usted? (Juan 3:16; 1 Juan 4:9, 10) Pero piense, además, en el amor de Cristo. El vino voluntariamente a la Tierra a morir por nosotros. ¿No deberíamos sentirnos agradecidos? El apóstol Pablo explicó cómo debemos mostrar nuestra gratitud cuando dijo: “Murió por todos para que los que viven no vivan ya para sí mismos, sino para el que murió por ellos y fue levantado.” (2 Corintios 5:14, 15) ¿Demostrará usted su gratitud mediante usar su vida para servir a Dios y a su Hijo celestial Jesucristo?
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Reunión de Servicio
Cántico 61
"¿QUE CLASE DE PERSONA DEBO SER?"
  • 10 min: Cómo mostrar respeto en el ministerio. Discurso basado en el libro Benefíciese, de la página 190, párrafo 1, a la página 192, párrafo 1. Presente una escenificación breve y realista en la que un publicador muestra falta de respeto hacia la persona a quien le predica. Luego, repita la escenificación; pero esta vez el publicador trata a la persona con el debido respeto.
Lección 31: Respeto a los demás
¿Qué implica? Tener consideración a los oyentes, honrarlos.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?
El respeto es un requisito cristiano que contribuye a crear las circunstancias propicias para que los oyentes acepten las verdades bíblicas que les enseñamos.
LAS Escrituras nos exhortan a ‘honrar a hombres de toda clase’ y a ‘no hablar perjudicialmente de nadie’ (1 Ped. 2:17; Tito 3:2). En realidad, todos los seres humanos con los que nos relacionamos “han llegado a la existencia ‘a la semejanza de Dios’” (Sant. 3:9). Cristo murió por cada uno de ellos (Juan 3:16). Y todos son dignos de oír las buenas nuevas para que puedan obrar en consecuencia y salvarse (2 Ped. 3:9). Ahora bien, hay quienes merecen especial deferencia por las cualidades que poseen o la autoridad que ostentan.
¿Por qué se retraen algunas personas de mostrar la clase de respeto que la Biblia aconseja? Puede ser que la cultura local dicte quién merece honra en función de su casta, color, sexo, salud, edad, posición social o bienes materiales. La corrupción generalizada que existe entre los funcionarios públicos ha erosionado el respeto a la autoridad. En algunos países, la gente está muy insatisfecha con su suerte en la vida, y quizá trabaje largas horas tan solo para cubrir las necesidades esenciales. Numerosas personas viven rodeadas de individuos que no respetan a nadie. Los jóvenes se enfrentan a la presión de grupo que los incita a rebelarse contra maestros y otras autoridades que no son populares. Muchos de ellos se dejan llevar por la imagen presentada en la televisión de hijos que engañan a sus padres y los dominan. Se requiere esfuerzo para que tales conceptos carnales no menoscaben nuestra consideración por los demás. En cualquier caso, cuando respetamos la dignidad ajena, se fomenta un ambiente que facilita el intercambio de ideas.
Actitud respetuosa. Se espera que la persona que participa en una obra de carácter religioso vista y actúe de forma adecuada. La opinión sobre el decoro varía de un sitio a otro. En algunos lugares se considera de mala educación dirigirse a alguien sin quitarse el sombrero o saludarlo con una mano en el bolsillo, mientras que en otros quizá sea aceptable. Tenga en cuenta las costumbres locales a fin de no ofender a nadie, pues de ese modo evitará obstáculos y podrá comunicar las buenas nuevas con más eficacia.
Lo mismo es aplicable a nuestra manera de dirigirnos a los demás, especialmente a los mayores. Por lo general se estima impertinente que los jóvenes llamen a los adultos por su nombre de pila, a menos que se les haya permitido hacerlo. En ciertas zonas ni siquiera está bien visto que los adultos se dirijan a los extraños por su nombre de pila. Por otra parte, en muchos idiomas se emplea una forma equivalente al pronombre español “usted”, o algún otro recurso, como muestra de respeto a las personas mayores o a las que ocupan puestos de autoridad.
Saludo respetuoso. En las comunidades más pequeñas se espera que no se pase por alto a aquellos a quienes se encuentra, sea por la calle o al entrar en una sala. Quizá únicamente se requiera un saludo breve, una sonrisa, un movimiento de cabeza o tan solo levantar las cejas. No hacerlo se considera una falta de respeto.
No obstante, algunas personas quizá sientan que las pasamos por alto aunque las saludemos. ¿Por qué? Porque tal vez les parezca que no se las trata con dignidad. Por ejemplo, no es raro que se catalogue a la gente en función de algún rasgo físico. Con frecuencia se evita a los discapacitados y a los enfermos. Sin embargo, la Palabra de Dios nos enseña a tratarlos con amor y respeto (Mat. 8:2, 3). A todos nos ha afectado de una u otra manera la herencia del pecado de Adán. ¿Sentiría usted que se le respeta si los demás siempre lo identificaran por sus defectos? ¿No le gustaría más que se le reconociera por sus muchas cualidades positivas?
El respeto también implica aceptar la jefatura. En algunos lugares es necesario hablar al cabeza de familia antes de dar testimonio a otros miembros del hogar. Aunque nuestra comisión de predicar y enseñar procede de Jehová, reconocemos que Dios ha encomendado a los padres la educación, disciplina y dirección de los hijos (Efe. 6:1-4). Por lo tanto, cuando llamamos a una casa, es conveniente hablar primero con los padres antes de entablar una conversación extensa con los hijos.
Con la edad se adquiere una experiencia en la vida que debe respetarse (Job 32:6, 7). Admitir este hecho ayudó a una joven precursora de Sri Lanka que visitó a un señor mayor. Al principio, este objetó: “¿Cómo puede una joven como tú enseñarme la Biblia?”. Ella contestó: “Yo no he venido en realidad a enseñarle, sino a transmitirle algo que aprendí, que me ha hecho tan feliz, que sencillamente tengo que compartirlo con otras personas”. La respuesta respetuosa de la precursora despertó el interés de aquel hombre, quien preguntó: “Entonces dígame, ¿qué aprendió?”. “He aprendido cómo puedo vivir para siempre”, dijo. Ese señor empezó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. No todas las personas de edad expresarán su deseo de que se las trate con el mismo respeto, pero la mayoría lo agradecerá.
Ahora bien, es posible llevar demasiado lejos los formalismos. En las islas del Pacífico y en otras partes del mundo, los Testigos usan por respeto las fórmulas de tratamiento acostumbradas cuando hablan con el jefe de un poblado o de una tribu. De ese modo les es posible hablar tanto con los jefes como con la gente que está bajo su jurisdicción. Sin embargo, la adulación ni es necesaria ni es propia (Pro. 29:5). De igual modo, aunque en el vocabulario de un idioma figuren términos honoríficos, el respeto cristiano no requiere el uso excesivo de estos.
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CAPÍTULO 8 "NUEVOS PUBLICADORES"
Desde el momento en que empiece a dar clases de la Biblia a alguien, anímelo a hablar de lo que está aprendiendo con familiares, amigos, compañeros de trabajo y otras personas en un marco informal. Tal estímulo constituye una parte importante de la instrucción que se imparte a los nuevos para que sean seguidores de Jesucristo y ministros de las buenas nuevas (Mat. 9:9; Luc. 6:40). Cuando el estudiante progrese en sentido espiritual y adquiera habilidad en la predicación informal, seguramente expresará su deseo de participar en el ministerio público junto con la congregación.
REQUISITOS
Antes de que invitemos a una persona a acompañarnos por primera vez en el ministerio del campo y le sugiramos que entregue un informe de su servicio, deberá cumplir ciertos requisitos. Cuando alguien sale a predicar con nosotros, se identifica públicamente con la congregación del pueblo de Jehová, así que se entiende que ya ha amoldado su vida a las justas normas divinas y puede ser publicador no bautizado de la congregación.
Al analizar con alguien los principios bíblicos durante el estudio, muy probablemente usted se dará cuenta de cuáles son sus circunstancias. Quizás observe que vive de acuerdo con lo que ha aprendido de su estudio de la Biblia. Pero, antes de invitarlo a que lo acompañe en el servicio del campo y dé testimonio público, los ancianos querrán conversar con él y con usted sobre algunos aspectos de la vida del estudiante.
El superintendente presidente se encargará de que dos ancianos (uno de ellos miembro del Comité de Servicio de la Congregación) se reúnan con usted y el [80] estudiante de la Biblia para tratar los siguientes puntos:
• Al expresarse, ¿muestra la persona que cree que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios? (2 Tim. 3:16.)
• ¿Conoce y cree las enseñanzas básicas de las Escrituras, de modo que cuando le hagan preguntas podrá basar sus respuestas en la Biblia y no en las doctrinas religiosas falsas o en sus propias ideas? (Mat. 7:21-23; 2 Tim. 2:15.)
• ¿Está obedeciendo el mandato bíblico de relacionarse con el pueblo de Jehová en las reuniones de congregación si su salud y otras circunstancias se lo permiten? (Sal. 122:1; Heb. 10:24, 25.)
• ¿Sabe lo que enseña la Biblia sobre la fornicación, el adulterio, la poligamia y la homosexualidad, y vive según dichas enseñanzas? Si la persona vive con alguien del otro sexo, ¿están legítimamente casados? (Mat. 19:9; 1 Cor. 6:9, 10; 1 Tim. 3:2, 12; Heb. 13:4.)
• ¿Respeta la prohibición bíblica de emborracharse? (Efe. 5:18; 1 Ped. 4:3, 4.) ¿Se abstiene de consumir sin fines médicos cualquier sustancia, natural o sintética, que cree adicción o produzca alteraciones mentales? (2 Cor. 7:1.)
• ¿Capta la importancia de evitar las malas compañías? (1 Cor. 15:33.)
• ¿Se ha desvinculado por completo de toda organización religiosa falsa a la que tal vez perteneciera y ha dejado de asistir a sus reuniones y de apoyar sus actividades o participar en ellas? (2 Cor. 6:14-18; Rev. 18:4.)
• ¿Se mantiene completamente neutral en los asuntos políticos del mundo? (Juan 6:15; 15:19; Sant. 1:27.)
• ¿Cree lo que dice la Biblia en Isaías 2:4 sobre los asuntos de las naciones y vive de acuerdo con ello?
• ¿Desea realmente ser testigo de Jehová? (Sal. 110:3.)
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  • 10 min:Más oportunidades para alabar a Jehová.Preguntas y respuestas. Entreviste brevemente a uno o dos publicadores que hayan hecho el precursorado auxiliar en el mes de la visita del superintendente de circuito.
1. ¿Qué nueva disposición nos permite alabar a Jehová “en gran manera”?
1. Los publicadores ahora pueden hacer el precursorado auxiliar de treinta horas todos los años en marzo y abril, así como en el mes de la visita habitual del superintendente de circuito. Esta nueva disposición entró en vigor en marzo de este año. Si la visita abarca días de dos meses diferentes, los publicadores pueden optar por cumplir con el requisito de treinta horas en uno de los dos meses. Todos los precursores auxiliares pueden estar presentes durante toda la reunión del superintendente de circuito con los precursores regulares y especiales. Así pues, si no podemos ser precursores con el requisito de cincuenta horas, tendremos cuatro oportunidades al año para alabar a Jehová “en gran manera” haciendo el precursorado auxiliar de treinta horas (Sal. 109:30; 119:171).
(Salmo 109:30) Yo elogiaré a Jehová en gran manera con mi boca, y en medio de mucha gente lo alabaré.
(Salmo 119:171) Que mis labios hagan salir burbujeando alabanza, pues tú me enseñas tus disposiciones reglamentarias.
2. ¿De qué ventajas disfrutarán quienes sean precursores auxiliares durante la visita del superintendente de circuito?
2. En el mes de la visita. Ahora muchos más publicadores podrán ser precursores auxiliares durante la visita del superintendente de circuito y disfrutar de “un intercambio de estímulo” al predicar con él (Rom. 1:11, 12). Es probable que muchos precursores auxiliares pidan un día libre de su trabajo para predicar con el superintendente de circuito. Quienes trabajan entre semana podrían pedirle que salga con ellos el sábado o el domingo. Además, asistir a la reunión con los precursores regulares y especiales animará muchísimo a los auxiliares.
(Romanos 1:11, 12) Porque anhelo verlos, para impartirles algún don espiritual a fin de que se les haga firmes; 12 o, más bien, para que haya un intercambio de estímulo entre ustedes, por cada uno mediante la fe del otro, tanto la de ustedes como la mía.
3. ¿Por qué es la temporada de la Conmemoración ideal para hacer el precursorado auxiliar?
3. En marzo y abril. Quienes se han beneficiado de hacer el precursorado auxiliar de treinta horas durante la temporada de la Conmemoración tienen ahora la oportunidad de duplicar su “sacrificio de alabanza” (Heb. 13:15). Los meses de marzo y abril son ideales para ampliar nuestro ministerio sirviendo de precursores auxiliares. Durante ese período se realiza la campaña para distribuir invitaciones a la Conmemoración. Además, como los publicadores dedican más tiempo al ministerio, hay más hermanos con quienes predicar. Y después de la Conmemoración, hay que cultivar el interés de las personas que estuvieron presentes y animarlas a que asistan al discurso especial. No cabe duda de que ahora tenemos más oportunidades para alabar a Jehová mediante el precursorado auxiliar. ¿Nos moverá nuestro corazón a aprovecharlas? (Luc. 6:45.)
(Hebreos 13:15) Mediante él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre.
(Lucas 6:45) El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón produce lo bueno; pero el hombre inicuo produce lo que es inicuo de su [tesoro] inicuo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.
 
Cántico 9
"GLORIA A NUESTRO DIOS JEHOVA"==================================
Estudio de la Atalaya:
Cántico 70
"ASEGURATE DE LO MAS IMPORTANTE"
Párrafo 1
Marcos 13:1-4 Al ir saliendo él del templo, uno de sus discípulos le dijo: “Maestro, ¡mira!, ¡qué clase de piedras y qué clase de edificios!”. 2 Sin embargo, Jesús le dijo: “¿Contemplas estos grandes edificios? De ningún modo se dejará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada”. 3Y estando él sentado en el monte de los Olivos con el templo a la vista, Pedro y Santiago y Juan y Andrés empezaron a preguntarle privadamente: 4 “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal cuando todas estas cosas estén destinadas a alcanzar una conclusión?”.
Mateo 24:1-3 Partiendo en seguida, Jesús se iba del templo, pero sus discípulos se acercaron para mostrarle los edificios del templo. 2 En respuesta él les dijo: “¿No contemplan todas estas cosas? En verdad les digo: De ningún modo se dejará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada”. 3 Estando él sentado en el monte de los Olivos, se acercaron a él los discípulos privadamente, y dijeron: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”.
Mateo 24:7-14 ”Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá escaseces de alimento y terremotos en un lugar tras otro. 8 Todas estas cosas son principio de dolores de angustia. 9 ”Entonces los entregarán a tribulación y los matarán, y serán objeto de odio de parte de todas las naciones por causa de mi nombre. 10 Entonces, también, a muchos se les hará tropezar, y se traicionarán unos a otros y se odiarán unos a otros. 11 Y muchos falsos profetas se levantarán y extraviarán a muchos; 12 y por el aumento del desafuero se enfriará el amor de la mayor parte. 13 Pero el que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo. 14 Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Párrafo 2
Lucas 8:1 Poco después iba viajando de ciudad en ciudad y de aldea en aldea, predicando y declarando las buenas nuevas del reino de Dios. Y con él iban los doce,
Lucas 9:1, 2 Entonces convocó a los doce y les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para curar enfermedades. 2 Y los envió a predicar el reino de Dios y a hacer curaciones,
Mateo 24:14 Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Párrafo 3
Isaías 60:22 El pequeño mismo llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa. Yo mismo, Jehová, lo aceleraré a su propio tiempo.”
Lucas 21:34 ”Mas presten atención a sí mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar cargados debido a comer con exceso y beber con exceso, y por las inquietudes de la vida, y de repente esté aquel día sobre ustedes instantáneamente
Párrafo 4
Filipenses 1:12-14 Ahora bien, deseo que sepan, hermanos, que mis asuntos han resultado para el adelantamiento de las buenas nuevas más bien que de lo contrario, 13 de modo que mis cadenas se han hecho públicas en asociación con Cristo entre toda la guardia pretoriana y entre todos los demás; 14 y la mayoría de los hermanos en [el] Señor, sintiendo confianza a causa de mis cadenas [de prisión], están mostrando tanto más ánimo para hablar sin temor la palabra de Dios.
Filipenses 1:9-11 Y esto es lo que continúo orando: que el amor de ustedes abunde todavía más y más con conocimiento exacto y pleno discernimiento; 10 para que se aseguren de las cosas más importantes, para que estén exentos de defectos y no hagan tropezar a otros hasta el día de Cristo, 11 y estén llenos de fruto justo, que es mediante Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios.
Párrafo 5
2 Timoteo 3:16, 17 Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, 17 para que el hombre de Dios sea enteramente competente [y esté] completamente equipado para toda buena obra.
Isaías 6:1-4 En el año que murió el rey Uzías, yo, sin embargo, conseguí ver a Jehová, sentado en un trono excelso y elevado, y sus faldas llenaban el templo. 2 Había serafines de pie por encima de él. Cada uno tenía seis alas. Con dos se cubría el rostro, y con dos se cubría los pies, y con dos volaba de acá para allá. 3 Y este clamó a aquel y dijo: “Santo, santo, santo es Jehová de los ejércitos. La plenitud de toda la tierra es su gloria”. 4 Y los quicios de los umbrales empezaron a retemblar a la voz del que clamó, y la casa misma gradualmente se llenó de humo.
Ezequiel 1:4-14 Y empecé a ver, y, ¡mire!, había un viento tempestuoso que venía del norte, una gran masa de nubes y fuego trémulo, y tenía un resplandor todo alrededor, y de en medio de él había algo como la apariencia del electro, de en medio del fuego. 5 Y de en medio de él había la semejanza de cuatro criaturas vivientes, y esto era lo que parecían: tenían la semejanza del hombre terrestre. 6 Y [cada] una tenía cuatro caras, y [cada] una de ellas cuatro alas. 7 Y sus pies eran pies rectos, y la planta de sus pies era como la planta del pie de un becerro; y resplandecían como con el fulgor de cobre bruñido. 8 Y había las manos de un hombre debajo de sus alas en sus cuatro lados, y las cuatro tenían sus caras y sus alas. 9 Sus alas se unían una a la otra. Ellas no se volvían cuando iban; iban cada una directamente adelante. 10 Y en cuanto a la semejanza de sus caras, las cuatro tenían una cara de hombre con una cara de león a la derecha, y las cuatro tenían una cara de toro a la izquierda; las cuatro también tenían una cara de águila. 11 Así eran sus caras. Y sus alas se extendían hacia arriba. Cada una tenía dos que se unían, y dos cubrían sus cuerpos. 12 Y cada una iba directamente adelante. Adondequiera que el espíritu se inclinaba a ir, iban ellas. No se volvían mientras iban. 13 Y en cuanto a la semejanza de las criaturas vivientes, su apariencia era como brasas ardientes de fuego. Algo como la apariencia de antorchas se movía hacia atrás y hacia adelante entre las criaturas vivientes, y el fuego era brillante, y del fuego salían relámpagos. 14 Y de parte de las criaturas vivientes había un salir y un volver como con la apariencia del relámpago.
Ezequiel 1:22-24 Y sobre las cabezas de las criaturas vivientes había la semejanza de una expansión como el chispear de hielo sobrecogedor, extendida sobre sus cabezas por encima. 23 Y bajo la expansión sus alas estaban rectas, una a la otra. Cada una tenía dos alas que cubrían de este lado y cada una tenía dos que les cubrían del otro lado los cuerpos. 24 Y llegué a oír el sonido de sus alas —un sonido como el de vastas aguas, como el sonido del Todopoderoso— cuando iban, el sonido de un tumulto, como el sonido de un campamento. Cuando se detenían, bajaban las alas.
Daniel 7:9-14 ”Seguí contemplando hasta que se colocaron tronos y el Anciano de Días se sentó. La ropa de él era blanca justamente como la nieve, y el cabello de su cabeza era como lana limpia. Su trono era llamas de fuego; sus ruedas eran un fuego ardiente. 10 Había una corriente de fuego que fluía y salía de delante de él. Había mil millares que seguían ministrándole, y diez mil veces diez mil que seguían de pie directamente delante de él. El Tribunal tomó asiento, y hubo libros que se abrieron. 11 ”Seguí contemplando en aquel tiempo debido al sonido de las palabras grandiosas que el cuerno estaba hablando; seguí contemplando hasta que la bestia fue muerta y su cuerpo fue destruido y fue dado al fuego ardiente. 12 Pero en cuanto a las demás bestias, sus gobernaciones fueron quitadas, y hubo un alargamiento de vida que se les dio por un tiempo y sazón. 13 ”Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea!, con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien como un hijo del hombre; y al Anciano de Días obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante, de Aquel. 14 Y a él fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación de duración indefinida que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas.
Revelación 4:1-11 Después de estas cosas vi, y, ¡miren!, una puerta abierta en el cielo, y la primera voz que oí era como de una trompeta, que hablaba conmigo, y decía: “Sube acá, y te mostraré las cosas que tienen que suceder”. 2 Después de estas cosas, inmediatamente llegué a estar en [el poder del] espíritu: y, ¡miren!, un trono estaba en su posición en el cielo, y hay uno sentado sobre el trono. 3 Y el que está sentado es, en apariencia, semejante a una piedra de jaspe y a una piedra preciosa de color rojo, y alrededor del trono [hay] un arco iris de apariencia semejante a una esmeralda. 4 Y alrededor del trono [hay] veinticuatro tronos, y sobre estos tronos [vi] sentados a veinticuatro ancianos vestidos de prendas de vestir exteriores blancas, y sobre sus cabezas coronas de oro. 5 Y del trono proceden relámpagos y voces y truenos; y [hay] siete lámparas de fuego ardiendo delante del trono, y estas significan los siete espíritus de Dios. 6 Y delante del trono hay, como si fuera, un mar vítreo semejante a cristal. Y en medio del trono y alrededor del trono [hay] cuatro criaturas vivientes que están llenas de ojos por delante y por detrás. 7 Y la primera criatura viviente es semejante a un león, y la segunda criatura viviente es semejante a un torillo, y la tercera criatura viviente tiene rostro como de hombre, y la cuarta criatura viviente es semejante a un águila en vuelo. 8 Y en cuanto a las cuatro criaturas vivientes, cada una de ellas respectivamente tiene seis alas; alrededor y por debajo están llenas de ojos. Y no tienen descanso día y noche mientras dicen: “Santo, santo, santo es Jehová Dios, el Todopoderoso, que era y que es y que viene”. 9 Y siempre que las criaturas vivientes ofrecen gloria y honra y acción de gracias al que está sentado sobre el trono, al que vive para siempre jamás, 10 los veinticuatro ancianos caen delante del que está sentado sobre el trono y adoran al que vive para siempre jamás, y echan sus coronas delante del trono, y dicen: 11 “Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas”.
Párrafo 6
Ezequiel 1:15-21 Mientras yo seguía viendo a las criaturas vivientes, pues, ¡mire!, había una rueda en la tierra al lado de las criaturas vivientes, junto a las cuatro caras de cada una. 16 En cuanto a la apariencia de las ruedas y su estructura, era como el refulgir del crisólito; y las cuatro tenían una sola semejanza. Y su apariencia y su estructura eran tal como cuando una rueda resultaba estar en medio de una rueda. 17 Al ir, iban en sus cuatro lados respectivos. No se volvían en otra dirección cuando iban. 18 Y en cuanto a sus llantas, tenían tal altura que asustaban; y sus llantas estaban llenas de ojos todo en derredor de las cuatro. 19 Y cuando las criaturas vivientes iban, las ruedas iban al lado de ellas, y cuando a las criaturas vivientes se las alzaba de la tierra, a las ruedas se las alzaba. 20 Adondequiera que el espíritu se inclinaba a ir, ellas iban, [inclinándose] el espíritu a ir allí; y a las ruedas mismas se las alzaba cerca de ellas, al lado, porque el espíritu de la criatura viviente estaba en las ruedas. 21 Cuando iban, estas iban; y cuando se detenían, estas se detenían; y cuando se las alzaba de la tierra, a las ruedas se las alzaba cerca de ellas, al lado, porque el espíritu de la criatura viviente estaba en las ruedas.
Ezequiel 1:25-28 Y llegó a haber una voz sobre la expansión que había sobre la cabeza de ellos. (Cuando se detenían, bajaban las alas.) 26 Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas había algo que en apariencia era como piedra de zafiro, la semejanza de un trono. Y sobre la semejanza del trono había una semejanza de alguien que en apariencia era como un hombre terrestre sobre él, arriba. 27 Y llegué a ver algo como el fulgor del electro, como la apariencia del fuego todo alrededor en el interior, desde la apariencia de sus caderas y hacia arriba; y desde la apariencia de sus caderas y hacia abajo vi algo como la apariencia del fuego, y él tenía un resplandor todo alrededor. 28 Había algo como la apariencia del arco que ocurre en una masa de nubes en el día de una lluvia fuerte. Así era la apariencia del resplandor que había alrededor. Era la apariencia de la semejanza de la gloria de Jehová. Cuando llegué a ver[la], entonces caí sobre mi rostro, y empecé a oír la voz de uno que hablaba.
Párrafo 7
Daniel 7:9 ”Seguí contemplando hasta que se colocaron tronos y el Anciano de Días se sentó. La ropa de él era blanca justamente como la nieve, y el cabello de su cabeza era como lana limpia. Su trono era llamas de fuego; sus ruedas eran un fuego ardiente.
Daniel 7:13, 14 ”Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea!, con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien como un hijo del hombre; y al Anciano de Días obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante, de Aquel. 14 Y a él fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación de duración indefinida que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas.
Párrafo 8
Ezequiel 1:28 Había algo como la apariencia del arco que ocurre en una masa de nubes en el día de una lluvia fuerte. Así era la apariencia del resplandor que había alrededor. Era la apariencia de la semejanza de la gloria de Jehová. Cuando llegué a ver[la], entonces caí sobre mi rostro, y empecé a oír la voz de uno que hablaba.
Isaías 6:5 Y procedí a decir: “¡Ay de mí! ¡Pues puedo darme como reducido a silencio, porque hombre inmundo de labios soy, y en medio de un pueblo inmundo de labios moro; pues mis ojos han visto al mismo Rey, Jehová de los ejércitos!”.
Isaías 6:8 Y empecé a oír la voz de Jehová que decía: “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”. Y yo procedí a decir: “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí”.
Párrafo 10
Hechos 1:8 pero recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra”.
Juan 21:15-17 Pues bien, cuando se hubieron desayunado, Jesús dijo a Simón Pedro: “Simón hijo de Juan, ¿me amas más que a estos?”. Él le dijo: “Sí, Señor, tú sabes que te tengo cariño”. Le dijo: “Apacienta mis corderos”. 16 De nuevo le dijo, por segunda vez: “Simón hijo de Juan, ¿me amas?”. Él le dijo: “Sí, Señor, tú sabes que te tengo cariño”. Le dijo: “Pastorea mis ovejitas”. 17 Le dijo por tercera vez: “Simón hijo de Juan, ¿me tienes cariño?”. Pedro se contristó de que por tercera vez le dijera: “¿Me tienes cariño?”. De modo que le dijo: “Señor, tú sabes todas las cosas; tú bien sabes que te tengo cariño”. Le dijo Jesús: “Apacienta mis ovejitas.
Hebreos 10:24, 25 Y considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, 25 sin abandonar el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día se acerca.
Párrafo 12
Salmo 119:105 Tu palabra es una lámpara para mi pie, y una luz para mi vereda.
Mateo 7:7, 8 ”Sigan pidiendo, y se les dará; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les abrirá. 8 Porque todo el que pide recibe, y todo el que busca halla, y a todo el que toca se le abrirá.
Párrafo 13
Hechos 6:4 pero nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra”.
Hechos 21:19, 20 Y él los saludó y se puso a hacerles un relato detallado de las cosas que Dios había hecho entre las naciones mediante su ministerio. 20 Después de oír esto, ellos empezaron a glorificar a Dios, y le dijeron: “Contemplas, hermano, cuántos millares de creyentes hay entre los judíos; y todos son celosos por la Ley.
Hechos 15:28 Porque al espíritu santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga, salvo estas cosas necesarias:
Efesios 4:11, 12 Y dio algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como evangelizadores, algunos como pastores y maestros, 12 con miras al reajuste de los santos, para obra ministerial, para la edificación del cuerpo del Cristo,
Párrafo 14
Hechos 2:7-11 En verdad, estaban pasmados, y empezaron a admirarse y a decir: “Pues miren, todos estos que están hablando son galileos, ¿verdad? 8 Y sin embargo, ¿cómo es que oímos, cada uno de nosotros, nuestro propio lenguaje en que nacimos? 9 Partos y medos y elamitas, y los habitantes de Mesopotamia, y de Judea y de Capadocia, de Ponto y del [distrito de] Asia, 10 y de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las partes de Libia, que está hacia Cirene, y residentes temporales procedentes de Roma, tanto judíos como prosélitos, 11 cretenses y árabes, los oímos hablar en nuestras lenguas acerca de las cosas magníficas de Dios”.
Párrafo 17
2 Corintios 4:1 Por eso, teniendo este ministerio según la misericordia que se nos mostró, no nos rendimos;
Gálatas 6:9 Así es que no desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos cansamos.
 
Cántico 98
"SEMBREMOS LAS SEMILLAS DEL REINO"
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""GRACIAS""
 
PFC777

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