lunes, 17 de septiembre de 2012

SEMANA DEL 17 DE SEPTIEMBRE 2012


Cántico 49
JEHOVA ES TU REFUGIO

  • Estudio Bíblico de Congregación 
  • (bt cap. 26 párrs. 16-22 y recuadro pág. 209.) (25 minutos)

(Hechos 27:27-44) Ahora bien, como llegó la decimocuarta noche y nos hallábamos arrojados de acá para allá en el [mar de] Adria, a la medianoche los marineros empezaron a sospechar que estaban acercándose a alguna tierra. 28 Y sondearon la profundidad y hallaron veinte brazas; de modo que siguieron adelante una corta distancia y volvieron a echar la sonda y hallaron quince brazas. 29 Y porque temían que fuéramos a ser echados en algún lugar sobre los escollos, echaron de la popa cuatro anclas, y deseaban que se hiciera de día. 30 Pero cuando los marineros empezaron a procurar escapar del barco y bajaron el esquife al mar so pretexto de que iban a largar las anclas desde la proa, 31 Pablo dijo al oficial del ejército y a los soldados: “A menos que estos hombres permanezcan en el barco, ustedes no pueden salvarse”. 32 Entonces los soldados cortaron las cuerdas del esquife y lo dejaron caer. 33 Ahora bien, faltando ya poco para que se hiciera de día, Pablo empezó a animar a todos sin excepción a que tomaran alimento, diciendo: “Hoy es el decimocuarto día que ustedes han estado vigilando y continúan sin alimento, por no haber tomado nada. 34 Por lo tanto, los animo a que tomen algún alimento, porque esto es en el interés de su seguridad; porque no perecerá un cabello de la cabeza de ninguno de ustedes”. 35 Después que dijo esto, también tomó un pan, dio gracias a Dios ante todos ellos, y lo partió y comenzó a comer. 36 De modo que todos se alegraron, y ellos mismos empezaron a tomar algún alimento. 37 Ahora bien, en conjunto, éramos doscientas setenta y seis almas en el barco. 38 Cuando hubieron quedado satisfechos de alimento, procedieron a alijar el barco, echando el trigo al mar. 39 Por fin, cuando se hizo de día, no reconocían la tierra, pero observaban cierta ensenada con una playa, y en esta se resolvieron a varar, si podían, el barco. 40 Así que, cortando las [cuerdas de las] anclas, las dejaron caer en el mar, y al mismo tiempo aflojaron las amarraduras de los remos timoneros y, después de izar el trinquete al viento, hicieron rumbo a la playa. 41 Cuando descansaron sobre un bajío, bañado por el mar por ambos lados, encallaron la nave, y la proa se hincó y quedó inmóvil, pero la popa empezó a hacerse pedazos debido a la violencia [del mar]. 42 Entonces llegó a ser la resolución de los soldados matar a los presos, para que nadie se echara a nadar y escapara. 43 Pero el oficial del ejército deseaba que Pablo saliera a salvo, y los restringió de su propósito. Y mandó que los que pudieran nadar se echaran al mar y llegaran a tierra primero, 44 y que los demás lo hicieran, algunos en tablas y algunos en ciertas cosas del barco. Y así sucedió que todos fueron llevados a salvo a tierra.
Párrafo 16
(Hechos 27:31) Pablo dijo al oficial del ejército y a los soldados: “A menos que estos hombres permanezcan en el barco, ustedes no pueden salvarse”.
(Hechos 27:35) Después que dijo esto, también tomó un pan, dio gracias a Dios ante todos ellos, y lo partió y comenzó a comer.
Párrafo 17
(Hechos 27:36) De modo que todos se alegraron, y ellos mismos empezaron a tomar algún alimento.
(Hechos 27:44) y que los demás lo hicieran, algunos en tablas y algunos en ciertas cosas del barco. Y así sucedió que todos fueron llevados a salvo a tierra.
(Hechos 28:1-10) Y cuando nos hubimos puesto a salvo, entonces nos enteramos de que la isla se llamaba Malta. 2 Y la gente de habla extranjera nos mostró extraordinaria bondad humana, pues encendieron un fuego y nos recibieron a todos servicialmente a causa de la lluvia que estaba cayendo y a causa del frío. 3 Pero cuando Pablo juntó cierto manojo de leña menuda y lo puso en el fuego, salió una víbora debido al calor, y se le prendió en la mano. 4 Cuando los de habla extranjera alcanzaron a ver la criatura venenosa colgando de su mano, empezaron a decirse unos a otros: “De seguro este hombre es asesino, y aunque logró salir a salvo del mar, la justicia vindicativa no le ha permitido seguir viviendo”. 5 Sin embargo, él sacudió a la criatura venenosa en el fuego y no sufrió daño alguno. 6 Pero ellos estaban esperando que se hincharía de inflamación o caería muerto de repente. Después que esperaron largo tiempo y contemplaron que no le acontecía nada perjudicial, mudaron de parecer y empezaron a decir que era un dios. 7 Ahora bien, en las cercanías de aquel lugar tenía terrenos el hombre prominente de la isla, de nombre Publio; y él nos recibió con hospitalidad y nos hospedó tres días benévolamente. 8 Pero aconteció que el padre de Publio estaba acostado, angustiado con fiebre y disentería, y Pablo entró a donde él y oró, puso las manos sobre él, y lo sanó. 9 Después que esto sucedió, los demás de la isla que tenían enfermedades también empezaron a venir a él y ser curados. 10 Y también nos honraron con muchas dádivas y, cuando nos hicimos a la vela, nos cargaron de cosas para satisfacer nuestras necesidades.
Párrafo 18
(Hechos 28:2) Y la gente de habla extranjera nos mostró extraordinaria bondad humana, pues encendieron un fuego y nos recibieron a todos servicialmente a causa de la lluvia que estaba cayendo y a causa del frío.
Párrafo 20
(Hechos 28:6) Pero ellos estaban esperando que se hincharía de inflamación o caería muerto de repente. Después que esperaron largo tiempo y contemplaron que no le acontecía nada perjudicial, mudaron de parecer y empezaron a decir que era un dios.
(Colosenses 4:14) Lucas el médico amado les envía sus saludos, y también Demas.
Párrafo 21
(Hechos 28:7-10) Ahora bien, en las cercanías de aquel lugar tenía terrenos el hombre prominente de la isla, de nombre Publio; y él nos recibió con hospitalidad y nos hospedó tres días benévolamente. 8 Pero aconteció que el padre de Publio estaba acostado, angustiado con fiebre y disentería, y Pablo entró a donde él y oró, puso las manos sobre él, y lo sanó. 9 Después que esto sucedió, los demás de la isla que tenían enfermedades también empezaron a venir a él y ser curados. 10 Y también nos honraron con muchas dádivas y, cuando nos hicimos a la vela, nos cargaron de cosas para satisfacer nuestras necesidades.

Textos del recuadro de la pág. 209
(Hechos 27:27) Ahora bien, como llegó la decimocuarta noche y nos hallábamos arrojados de acá para allá en el [mar de] Adria, a la medianoche los marineros empezaron a sospechar que estaban acercándose a alguna tierra.
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Escuela del Ministerio Teocrático


  • Lectura de la Biblia: Ezequiel 46, 47, 48 | Puntos sobresalientes (10 min.)

w07 1/8 pág. 11 Puntos sobresalientes del libro de Ezequiel (parte 2)
47:1-5. ¿Qué simbolizan las aguas del río que Ezequiel contempla en visión? Simbolizan los medios que Jehová ha dispuesto para que obtengamos vida. Estas aguas incluyen el sacrificio redentor de Jesucristo y el conocimiento de Dios que se halla en la Biblia (Jeremías 2:13; Juan 4:7-26; Efesios 5:25-27). En nuestros días, el caudal del río ha ido aumentando gradualmente a fin de satisfacer las necesidades de la gran cantidad de personas que están abrazando la adoración verdadera (Isaías 60:22). Y en el Milenio, las aguas de vida de este río fluirán con todo su poder e incluirán los “rollos” que serán abiertos para aumentar nuestra comprensión espiritual (Revelación 20:12; 22:1, 2).

47:12. ¿Qué representan los árboles frutales? Estos árboles simbólicos representan las dádivas espirituales de Dios que permitirán a la humanidad recuperarse y alcanzar la perfección.

48:15-19, 30-35, nota. ¿Qué prefigura la ciudad de la visión? El hecho de que “Jehová-Samah” se sitúe en suelo “profano” nos hace pensar en algo terrenal. Según parece, la ciudad prefigura una administración terrestre que beneficiará a los miembros de la justa “nueva tierra” (2 Pedro 3:13). Las puertas ubicadas en cada uno de sus lados ilustran lo accesible que es. Los superintendentes del pueblo de Dios deben ser tan accesibles como esta ciudad.

47:9, 11. El agua simbólica —que incluye el valiosísimo conocimiento de Dios— está teniendo un maravilloso efecto revitalizante en quienes la beben (Juan 17:3). En contraste, quienes rechazan el agua de vida serán dados “a sal”, es decir, serán destruidos para siempre. Es vital, por lo tanto, que hagamos “lo sumo posible para [...] maneja[r] la palabra de la verdad correctamente” (2 Timoteo 2:15).

w95 1/7 págs. 24-25 párr. 16 Moradores que viven juntos en una “tierra” restaurada
16 Actualmente queda en la Tierra una cantidad pequeña de israelitas espirituales que participan en el pastoreo, la labranza y el cultivo de viñas en sentido espiritual. Cuando toda la congregación ungida finalmente se reúna con Cristo, las otras ovejas tendrán que realizar todo este trabajo. Incluso la superintendencia humana de la “tierra” estará en manos de siervos capacitados de las otras ovejas, designados en el libro de Ezequiel como la clase del principal. (Capítulos 45 y 46 de Ezequiel.)

w88 15/9 pág. 27 párr. 19 “Tendrán que saber que yo soy Jehová”
19 Los muchos detalles del templo, los sacrificios, las ofrendas y las fiestas deberían grabar en nosotros la necesidad de seguir cuidadosamente las instrucciones que recibimos de la organización de Dios, y darnos cuenta de que se debe hacer todo esfuerzo por ensalzar a Jehová y su adoración. (Ezequiel 45:13-25; 46:12-20.) Los que ministraban en el templo tenían que cumplir con las altas normas de Dios, y habían de enseñar a la gente ‘la diferencia entre las cosas santas y las cosas profanas’. (Ezequiel 44:15, 16, 23.) Esto debería impulsarnos a mantenernos santos como pueblo de Jehová. (Efesios 1:3, 4.)

w00 15/5 pág. 19 párrs. 18-19 Tengamos fe en la palabra profética de Dios
18 Incluso se vaciará el sepulcro común de la humanidad cuando las muertes den paso a las resurrecciones. El justo Job tenía esa esperanza (Job 14:14, 15). También la abrigaba el profeta Daniel, pues el ángel de Jehová le dio esa reconfortante garantía: “En cuanto a ti mismo, ve hacia el fin; y descansarás, pero te pondrás de pie para tu porción al fin de los días” (Daniel 12:13). Daniel sirvió fielmente a Dios hasta el final de su vida. Ahora descansa en la muerte, pero se ‘pondrá de pie’ en “la resurrección de los justos” durante el Reinado Milenario de Cristo (Lucas 14:14). ¿Cuál será la “porción” de Daniel? Pues bien, en su cumplimiento en el Paraíso, la profecía de Ezequiel indica que todos los siervos de Jehová tendrán su lugar, pues la Tierra se distribuirá de manera justa y ordenada (Ezequiel 47:13–48:35). De modo que Daniel dispondrá de un lugar en el Paraíso, pero su porción no tendrá que ver solo con la tierra, sino también con su lugar en el propósito de Jehová.
19 ¿Qué puede decirse de nosotros y de nuestra porción? Si tenemos fe en la Palabra de Dios, la Biblia, es muy posible que anhelemos vivir en el Paraíso terrestre. Quizás hasta nos imaginemos allí, disfrutando de sus muchas bendiciones, atendiendo la Tierra y recibiendo con alegría a los muertos. Y no es de extrañar, pues la humanidad pertenece al Paraíso. Dios creó a la primera pareja humana para vivir en un lugar así (Génesis 2:7-9). Y él quiere que los seres humanos obedientes vivan para siempre en el Paraíso. ¿Actuaremos de acuerdo con las Escrituras de modo que podamos contarnos entre los miles de millones que con el tiempo vivirán en el Paraíso terrestre? Podremos estar allí si tenemos verdadero amor a nuestro Padre celestial y fe inmovible en la palabra profética de Dios.

w99 1/3 pág. 18 párr. 21 “El templo” y “el principal” hoy
21 No son solo el principal y los sacerdotes quienes tienen lugares asignados en esta tierra restaurada. El que se divida la tierra indica que cada una de las doce tribus cuenta con una herencia segura (Ezequiel 47:13, 22, 23). De modo que quienes componen la gran muchedumbre no solo tienen un lugar en el paraíso espiritual hoy día, sino que también recibirán una porción de tierra cuando hereden un lugar en el ámbito terrestre del Reino de Dios.

w99 1/3 pág. 18 La bendición de Jehová sobre nuestra “tierra”
“Todo estará vivo donde llegue el torrente.” (EZEQUIEL 47:9.)
EL AGUA es un líquido extraordinario. Toda la vida física depende de ella. Ninguno de nosotros podría vivir mucho tiempo sin agua. También la necesitamos para limpiar, pues disuelve y se lleva la suciedad. Por esa razón la utilizamos para lavarnos el cuerpo y para lavar la ropa e incluso los alimentos. Hacerlo puede salvarnos la vida.
2 En la Biblia el agua se usa para representar las provisiones espirituales de Jehová para la vida (Jeremías 2:13; Juan 4:7-15). Estas incluyen la limpieza de su pueblo mediante el sacrificio de rescate de Cristo y el conocimiento de Dios que encontramos en su Palabra (Efesios 5:25-27). En la visión del templo de Ezequiel, el río milagroso que sale del templo simboliza esas bendiciones vivificantes. Pues bien, ¿cuándo fluye ese río, y qué significa para nosotros hoy día?

w99 1/3 pág. 19 párrs. 3-5 La bendición de Jehová sobre nuestra “tierra”
3 El pueblo de Ezequiel, cautivo en Babilonia, estaba muy necesitado de las provisiones de Jehová. ¡Cuánto animó, por tanto, a Ezequiel ver un chorrillo de agua que nacía en el santuario y salía fluyendo del templo de la visión! Un ángel mide la corriente a intervalos de 1.000 codos. Su caudal va aumentando hasta llegar primero a los tobillos, luego a las rodillas y más adelante a las caderas, convirtiéndose finalmente en un torrente que hay que cruzar a nado. Este río produce vida y fertilidad (Ezequiel 47:2-11). A Ezequiel se le dice: “Junto al torrente subirán, a lo largo de su margen en este lado y en aquel lado, toda suerte de árboles para alimento” (Ezequiel 47:12a). Cuando el torrente desemboca en el mar Muerto, un cuerpo de agua inerte, surge la vida. Medran los peces y florece una industria pesquera.
4 Esta hermosa profecía tal vez recordó a los judíos desterrados una predicción escrita más de dos siglos antes: “De la casa de Jehová saldrá un manantial, y tendrá que regar el valle torrencial de los Árboles de Acacia” (Joel 3:18). La profecía de Joel, igual que la de Ezequiel, predice que un río manaría de la casa de Dios, el templo, y llevaría vida a una región árida.
5 La Atalaya ha explicado durante mucho tiempo que la profecía de Joel se está cumpliendo en nuestros días. No cabe duda, entonces, de que lo mismo ocurre en el caso de la visión de Ezequiel, que es parecida. En la tierra restaurada del pueblo de Dios hoy día, tal como en el antiguo Israel, sin duda han fluido las bendiciones de Jehová.

w99 1/3 págs. 19-20 párrs. 6-7 La bendición de Jehová sobre nuestra “tierra”
6 ¿Cuál es la fuente de las bendiciones que recibe el pueblo restaurado de Dios? Pues bien, observemos que el agua fluye desde el templo de Dios. De igual modo, en la actualidad las bendiciones proceden de Jehová a través de su gran templo espiritual, la provisión para la adoración pura. La visión de Ezequiel añade un detalle importante. En el patio interior, la corriente fluye hasta más allá del altar, hacia el sur (Ezequiel 47:1). El altar está en el mismo centro del templo de la visión. Jehová se lo describe meticulosamente a Ezequiel y ordena que se salpique en él la sangre de un sacrificio (Ezequiel 43:13-18, 20). Aquel altar tenía un gran significado para los israelitas. Su pacto con Jehová se había validado mucho tiempo antes cuando Moisés salpicó sangre sobre un altar al pie del monte Sinaí (Éxodo 24:4-8). Así que el que se salpicara la sangre sobre el altar de la visión debió recordarles que cuando regresaran a su tierra restaurada, las bendiciones de Jehová fluirían sobre ellos siempre y cuando hicieran honor a aquel pacto (Deuteronomio 28:1-14).
7 Del mismo modo, al pueblo de Dios de la actualidad se le bendice mediante un pacto mejor, el nuevo pacto (Jeremías 31:31-34). A este también se le dio validez hace mucho tiempo mediante sangre, la de Jesucristo (Hebreos 9:15-20). Hoy día, seamos ungidos —participantes del pacto— o de las “otras ovejas” —beneficiarios de él—, el altar simbólico tiene un gran significado para nosotros. Representa la voluntad de Dios con respecto al sacrificio de Cristo (Juan 10:16; Hebreos 10:10). Igual que el altar simbólico está en el mismo centro del templo espiritual, el sacrificio de rescate de Cristo ocupa la posición central en la adoración pura. Es la base para el perdón de nuestros pecados y, por tanto, el fundamento de todas nuestras esperanzas para el futuro (1 Juan 2:2). Por ello, procuramos vivir en conformidad con la ley relacionada con el nuevo pacto, “la ley del Cristo” (Gálatas 6:2). Mientras lo hagamos, nos beneficiaremos de las provisiones de Jehová para la vida.

w99 1/3 pág. 20 párr. 10 La bendición de Jehová sobre nuestra “tierra”
10 Como ya se indicó, hay otro aspecto fundamental de esta agua simbólica: conocimiento. En el Israel restaurado, Jehová bendijo a su pueblo con la enseñanza de las Escrituras que impartía el sacerdocio (Ezequiel 44:23). De modo similar, Jehová ha bendecido a su pueblo hoy día con la amplia enseñanza de su Palabra de verdad que imparte el “sacerdocio real” (1 Pedro 2:9). El conocimiento sobre Jehová Dios, sobre sus propósitos para la humanidad y, en especial, sobre Jesucristo y el Reino Mesiánico, ha fluido durante estos últimos días como un torrente que va creciendo. ¡Qué magnífico es el caudal cada vez mayor de refrigerio espiritual que estamos recibiendo! (Daniel 12:4.)

w99 1/3 pág. 21 párr. 12 La bendición de Jehová sobre nuestra “tierra”
12 El río de la visión de Ezequiel da vida y salud. Cuando Ezequiel llega a saber de los árboles que crecerían a lo largo del río, se le dice: “Su follaje no se marchitará, ni se consumirá su fruto. [...] Y su fruto tiene que servir de alimento, y su follaje para curación”. ¿Por qué es tan sorprendente la producción de estos árboles? “Porque el agua para ellos [...] sale del santuario mismo.” (Ezequiel 47:12b.) Estos árboles simbólicos prefiguran todas las provisiones de Dios para restituir a la humanidad a la perfección sobre la base del sacrificio de rescate de Jesús. En este momento, el resto ungido lleva la delantera en la Tierra en lo que tiene que ver con suministrar alimento y curación espirituales. Una vez que la totalidad de los 144.000 reciban su recompensa celestial, los beneficios que resultan de su servicio sacerdotal en calidad de corregentes de Cristo se extenderán en el futuro, y al final llevarán a la victoria total sobre la muerte adánica (Revelación 5:9, 10; 21:2-4).

w99 1/3 pág. 21 párr. 13 La bendición de Jehová sobre nuestra “tierra”
13 El río de la visión se introduce en el inerte mar Muerto y sana todo lo que alcanza. Este mar representa un ambiente muerto en sentido espiritual. Pero la vida enjambra “en todo lugar al cual el torrente de doble tamaño llegue” (Ezequiel 47:9). Del mismo modo, en los últimos días algunas personas han recibido vida espiritual en todo lugar donde el agua de la vida ha penetrado. El primero revitalizado de este modo fue el resto ungido en 1919. De un estado inactivo, como de muerte, regresaron a la vida en sentido espiritual (Ezequiel 37:1-14; Revelación 11:3, 7-12). Desde entonces, esas aguas vitales han llegado a otras personas que estaban muertas espiritualmente, las cuales han recibido vida y han formado una gran muchedumbre de otras ovejas que aman y sirven a Jehová, y cuya cantidad aumenta constantemente. Esta provisión pronto se extenderá a multitudes de resucitados.

w99 1/3 pág. 21 párr. 15 La bendición de Jehová sobre nuestra “tierra”
15 Claro está, hoy día no todos responden favorablemente al mensaje de vida; tampoco lo harán todos los que resuciten durante el Reinado Milenario de Cristo (Isaías 65:20; Revelación 21:8). El ángel señala que algunas partes del mar no son sanadas. Estos lugares cenagosos, sin vida, son ‘dados a sal’ (Ezequiel 47:11). No todas las personas de nuestros días a las que se ofrece el agua vivificadora de Jehová la aceptan (Isaías 6:10). En Armagedón, a todos los que hayan decidido permanecer sin vida y enfermos en sentido espiritual se les dará a sal, es decir, se les destruirá para siempre (Revelación 19:11-21). Sin embargo, quienes hayan estado bebiendo fielmente de estas aguas pueden tener la esperanza de sobrevivir y ver el cumplimiento final de esta profecía.

w99 1/3 pág. 23 párrs. 20-21 La bendición de Jehová sobre nuestra “tierra”
20 Observemos las palabras finales de la profecía de Ezequiel: “El nombre de la ciudad desde aquel día en adelante será Jehová Mismo Está Allí” (Ezequiel 48:35). Esta ciudad no existirá para dar poder o influencia a los hombres, ni estará allí para imponer la voluntad de ningún ser humano. Es la ciudad de Jehová, que siempre reflejará su mente y sus caminos amorosos y razonables (Santiago 3:17). Esto nos da la confortadora seguridad de que Jehová bendecirá la estructurada sociedad humana de la “nueva tierra” por toda la eternidad (2 Pedro 3:13).
21 ¿No nos emociona la perspectiva que tenemos ante nosotros? De modo que todos hacemos bien en preguntarnos: “¿Cuál es mi reacción ante las maravillosas bendiciones que se revelan en la visión de Ezequiel? ¿Apoyo fielmente la labor que efectúan los superintendentes amorosos del resto ungido y los que serán miembros de la clase del principal? ¿He hecho de la adoración pura el verdadero centro de mi vida? ¿Aprovecho al máximo las aguas de vida que fluyen hoy tan abundantemente?”. Que todos sigamos haciendo esto y disfrutemos de las provisiones de Jehová por toda la eternidad.

km 8/96 pág. 5 Repaso de la Escuela del Ministerio Teocrático
El agua que fluye del templo de la visión mencionada en Ezequiel 47:1 representa el efecto limpiador del bautismo [lectura semanal de la Biblia; véase w88-S 15/9 pág. 27 §20]. Falso. El agua simboliza la provisión de Dios para la vida eterna, lo que incluye el sacrificio de Jesús.

km 4/89 pág. 5 Repaso de la Escuela del Ministerio Teocrático
13. ¿Qué simboliza el agua que fluía del templo de la visión? (Eze. 47:1-11.) [3, Lectura semanal de la Biblia; véase w88-S 15/9 pág. 27 §20.] Esta agua simboliza la provisión de Dios para la vida eterna, lo que incluye el sacrificio de Jesús.
14. Ezequiel 47:12 indica que la humanidad obediente disfrutará ¿de qué, en el nuevo mundo? [3, Lectura semanal de la Biblia; véase w88-S 15/9 pág. 27 §21.] En el nuevo mundo la humanidad obediente disfrutará de salud física y espiritual perfecta.

w99 1/3 pág. 18 párr. 22 “El templo” y “el principal” hoy
22 Finalmente, ¿qué representa la ciudad de la visión? No se trata de una ciudad celestial, pues está en medio de tierra ‘profana’ (no sagrada) (Ezequiel 48:15-17). Así que debe ser algo terrestre. Pues bien, ¿qué es una ciudad? ¿No transmite ese término la idea de personas que se agrupan y que forman una entidad estructurada y organizada? Sí. Por lo tanto, la ciudad al parecer representa la administración terrestre que traerá beneficios a todos los que compongan la justa sociedad que habitará la Tierra. Funcionará a plenitud en la venidera “nueva tierra” (2 Pedro 3:13). Las puertas de la ciudad, que están en todos lados, una por cada tribu, ilustran bien la condición de apertura. El pueblo de Dios no está en la actualidad bajo ninguna administración secreta ni clandestina. Los hermanos responsables deben ser abordables: los principios que los guían son bien conocidos por todos. El que personas de todas las tribus cultiven la tierra que sustenta la ciudad nos recuerda que las otras ovejas apoyan, incluso en sentido material, las provisiones administrativas que se hacen en favor del pueblo de Dios por todo el mundo (Ezequiel 48:19, 30-34).

w88 15/9 pág. 27 párr. 23 “Tendrán que saber que yo soy Jehová”
23 Dios, entronizado en su santuario celestial, bendecirá a la ciudad simbólica que ve Ezequiel. (Léase Ezequiel 48:35.) Esa sede de administración en la Tierra recibirá el nombre de Jehová-Samah, o “Jehová Mismo Está Allí”. Siga desplegando amor incesante a Dios, y usted podrá ser parte de la humanidad redimida que viva en el Paraíso, cuando nadie en la Tierra se hallará en oscuridad espiritual, sino que toda persona sabrá que Jehová es el único Dios vivo y verdadero. (Habacuc 2:14.) Evite que se le obligue a conocer el nombre de Dios en contra de su voluntad cuando se destruya a los inicuos. Ejerza fe, y muestre que espera estar entre los sobrevivientes cuando él cumpla las palabras: “Las naciones tendrán que saber que yo soy Jehová”. (Ezequiel 36:23.)

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  • Núm. 1: Ezequiel 48:1-14.
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  • Núm. 2: Por qué debemos ser honrados siempre (Efe. 4:25, 28; 5:1).
*** w10 1/3 págs. 12-14 ¿Hay que ser siempre honrados? ***
¿Hay que ser siempre honrados?
TODO el mundo es honrado a veces; muchos, casi siempre. Pero ¿a cuántos conoce usted que se preocupen por ser honrados siempre?
La falta de honradez abunda en diversos campos de la vida moderna. Y eso que la gente sabe lo que Dios piensa del asunto. Por ejemplo, casi todo el mundo se sabe de memoria el mandamiento: “No robarás” (Éxodo 20:15, Biblia de Jerusalén). El problema es que, según muchas personas, hay circunstancias que justifican el robo o alguna otra forma de falta de honradez. Veamos tres excusas comunes.

La pobreza, ¿justifica que se robe?
Un funcionario imperial romano dijo en cierta ocasión que “la pobreza es la madre del delito”. Y sí, puede que una persona pobre se crea con derecho a robar, y habrá quienes quizás hasta le den la razón. Pero ¿qué pensaba Jesús? Por una parte, sabemos que él trataba con mucha compasión a las personas necesitadas; “se compadeció de ellas”, informa la Biblia (Mateo 9:36). No obstante, bajo ninguna circunstancia disculpó el robo. Entonces, ¿qué pueden hacer los pobres?
Pues bien, Dios se compadece de quien sinceramente trata de obedecerlo, y bendice sus esfuerzos por conseguir las cosas básicas (Salmo 37:25). La Biblia promete: “Jehová no hará que el alma del justo padezca hambre, pero rechazará el deseo vehemente de los inicuos” (Proverbios 10:3). ¿Puede una persona pobre confiar en esta promesa? Victorine está convencida de que así es.
Victorine es viuda, tiene cinco hijos en edad escolar y vive en un país en vías de desarrollo donde la ayuda para los pobres es limitada, de modo que su vida no es fácil. Como pasa la mayor parte del día trabajando fuera de casa, se le presentan muchas oportunidades para robar. Pero ella no se siente tentada a hacerlo. Al contrario, trabaja duro como vendedora ambulante para conseguir su sustento básico. ¿Por qué desea ser honrada?
“Primero, porque creo que a Dios le gusta la honradez y que si lo imito me bendecirá. Segundo, mis hijos solo pueden ser honrados si yo les doy el ejemplo.”
¿Y cómo le va? “Tenemos comida, ropa y casa. Claro, ha habido veces en que he tenido que pedir ayuda a mis amigos, como cuando tengo que pagar gastos médicos inesperados. Siempre me han dado lo que necesito porque saben que soy honesta cuando les digo lo que me pasa y que no trato de aprovecharme de su bondad.
”Mis hijos están aprendiendo a ser honrados. Hace poco, una vecina vio unas monedas en la mesa y me preguntó si no tenía miedo de que los niños las tomaran. No me creyó cuando le dije que mis hijos jamás harían una cosa así. Sin que yo lo supiera, decidió ponerlos a prueba, y dejó dos monedas de 100 francos en la casa, donde los niños fácilmente podían hallarlas. Cuando regresó al día siguiente, quedó muy sorprendida al encontrar las monedas donde las había dejado. Para mí es más importante tener hijos honrados que tener muchas cosas materiales.”

“Todo el mundo lo hace”
Robar en el lugar de empleo es muy común, por lo que muchos piensan: “Todo el mundo lo hace, así que, ¿por qué yo no?”. En contraste, la Biblia exhorta: “No debes seguir tras la muchedumbre para fines malos” (Éxodo 23:2). Victoire ha seguido esa exhortación. ¿Le ha ido bien?
Cuando tenía 19 años, consiguió trabajo en una planta procesadora de aceite de palma. Pronto descubrió que las 40 mujeres que trabajaban allí escondían en sus canastos almendras de palma para sacarlas a escondidas de la planta. Luego, cada fin de semana, las vendían y obtenían el equivalente al salario de tres o cuatro días de trabajo. Victoire relata: “Literalmente, todo el mundo lo hacía, y esperaban que yo también lo hiciera. Pero me negué, y les dije que para mí la honradez era importante. Se burlaron de mí, diciendo que era una tonta.
”Cierto día que salíamos de la planta, apareció de repente el administrador y se puso a revisar los canastos. Resulta que en todos encontró almendras, menos en el mío. Las mujeres tuvieron que trabajar dos semanas sin sueldo o fueron despedidas. Quedó claro que yo no era ninguna tonta.”

“El que lo encuentra se lo queda”
¿Qué hace usted cuando se encuentra algo de valor? A muchas personas les invade instantáneamente un sentimiento de propiedad que borra cualquier intención de devolverlo a su dueño. En otras palabras, siguen la filosofía de “el que lo encuentra se lo queda”, y no creen estar haciendo nada malo. “Al fin y al cabo —dicen algunos—, el dueño ya lo dio por perdido, ¿no?” Otros opinan que no tienen por qué estar buscando al dueño, que eso es mucho trabajo.
Pero ¿cómo ve Dios el asunto? Deuteronomio 22:1-3 muestra que, en la antigüedad, quien encontrara algo perdido no podía sencillamente quedárselo; la orden era: “Debes [...] guardarlo hasta que el dueño venga a buscarlo y se lo devuelvas” (La Palabra de Dios para Todos). Además, le convenía informarlo. Si no lo hacía, corría el riesgo de que se le acusara de ladrón (Éxodo 22:9). ¿Será práctico este principio hoy? A Christine no le cabe la menor duda.
Christine es directora de una escuela privada. Un miércoles recibió su sueldo del mes en efectivo y, como es costumbre en África occidental, hizo un rollito con los billetes y los metió en su bolso. Luego paró una mototaxi y salió deprisa para una reunión. Al llegar, buscó en su bolso unas monedas para pagarle al taxista, pero, como estaba oscuro, no se dio cuenta de que los billetes se le cayeron al piso.
Unos minutos después llegó al lugar Blaise, un joven de 19 años que no era de la zona. Por coincidencia, Blaise había quedado en ir con un amigo al mismo sitio adonde fue Christine. Una vez allí, vio el rollo de billetes; lo recogió y se lo echó al bolsillo. Cuando terminó la reunión, le dijo a su amigo que había encontrado algo en la calle, y que si alguien lo había perdido, que lo llamara por teléfono para identificar el objeto.
Al llegar a casa esa noche, Christine casi se desmaya al ver que había perdido su sueldo de todo el mes. La siguiente semana le contó lo ocurrido a su amiga Josephine, y ella le dijo que un joven —Blaise— había encontrado algo el día de la reunión. Christine lo llamó, le dijo exactamente de cuánto eran los billetes, y él le devolvió el dinero. ¡Qué feliz se sintió ella! ¿Y Blaise? Después de guardar aquellos billetes durante una semana, dijo: “Podría haberme quedado con el dinero, pero me sentí mucho mejor por haberlo devuelto”.

Por qué se esfuerzan por ser honrados siempre
Victorine, Victoire y Blaise viven en distintas áreas y no se conocen entre ellos. Sin embargo, tienen algo en común: son testigos de Jehová y defienden lo que la Biblia dice sobre la honradez. De hecho, esperan un nuevo mundo que Dios ha prometido: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar”. Toda la gente que viva entonces será justa y honrada (2 Pedro 3:13).
Victorine tiene pocas esperanzas de que su economía mejore mucho mientras Dios no cambie la situación mundial. Con todo, es espiritualmente rica, algo que no puede conseguirse con dinero. Sus hijos son honrados y de buenos modales. Cada domingo, todos ellos rebosan de felicidad cuando les hablan a sus vecinos de la bondad divina y les explican cómo Dios responderá a “todos los que lo invocan en apego a la verdad” y protegerá “a todos los que lo aman” (Salmo 145:7, 18, 20).
Con el tiempo, Victoire dejó la planta de procesamiento de aceite de palma. Comenzó un negocio propio: en el mercado se puso a vender garri (una clase de harina gruesa hecha de yuca, o mandioca). Su honradez le atrajo muchos clientes. De hecho, pronto pudo reducir la cantidad de horas que pasaba en el mercado y dedicar más tiempo a hablarles a otros sobre la posibilidad de vivir en un mundo donde todos serán honrados. Actualmente está casada, y ella y su esposo sirven de ministros cristianos de tiempo completo.
Christine perdió su dinero frente a un Salón del Reino de los Testigos de Jehová. Blaise, que estaba de visita, no conocía a muchos de los presentes, pero sabía que todos eran sus hermanos cristianos, que siempre procuran ser honrados.
¿A cuántas personas conoce usted que sinceramente se esfuercen por ser honradas siempre? Tan solo imagínese estar con 50, 100 ó 200 personas así. Esa es la feliz experiencia que los testigos de Jehová viven en sus Salones del Reino. ¿Por qué no va al salón y los conoce mejor?

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  • Núm. 3: ** Cómo responder a quienes dicen: "Ustedes tienen su propia Biblia" (rs pág. 397 párrs. 1-4)

Si alguien dice... ‘Ustedes tienen su propia Biblia’
Usted pudiera contestar: ‘¿Qué traducción de la Biblia tiene usted? ¿Es... (enumere unas cuantas en su idioma)? Pues, fíjese, hay muchas traducciones’. Entonces pudiera añadir: ‘Con gusto usaré la traducción que usted prefiera. Pero quizás le interese saber por qué me gusta especialmente la Traducción del Nuevo Mundo. Es debido a su lenguaje moderno y entendible, y porque los traductores se apegaron estrechamente a lo que dice en los idiomas en que originalmente se escribió la Biblia’.

O contestar: ‘Lo que usted dice me hace pensar que usted tiene una Biblia en su casa. ¿Qué traducción de la Biblia usa usted?... ¿Le sería posible traerla?’. Entonces pudiera añadir: ‘Para todos nosotros, prescindiendo de la traducción que usemos, en Juan 17:3 Jesús recalcó algo importante que debemos tener presente, como usted puede ver aquí en su propia Biblia...’.

Otra posibilidad: ‘Hay muchas traducciones de la Biblia. Nuestra Sociedad anima a usar una variedad de ellas para hacer comparaciones y ayudar a los estudiantes a captar el verdadero sentido de las Escrituras. Como quizás usted sepa, la Biblia fue escrita originalmente en hebreo, arameo y griego. Por tanto, agradecemos lo que los traductores han hecho para verterla en nuestro idioma. ¿Qué traducción de la Biblia usa usted?’.

Una sugerencia adicional: ‘Evidentemente usted es una persona que ama la Palabra de Dios. Así que estoy seguro de que le interesaría saber cuál es una de las grandes diferencias entre la Traducción del Nuevo Mundo y otras versiones. Esta tiene que ver con el nombre de la persona más importante de que hablan las Escrituras. ¿Sabe quién es?’. Entonces pudiera añadir: 1) ‘¿Sabe usted que el nombre personal de él aparece unas 7.000 veces en la Biblia en el hebreo original... más veces que cualquier otro nombre?’. 2) ‘¿Importa el que usemos el nombre personal de Dios o no? Pues bien, ¿tiene usted amigos íntimos cuyos nombres no sepa?... Si queremos tener una relación personal con Dios, el saber Su nombre es un importante paso inicial. Note lo que Jesús dijo en Juan 17:3, 6. (Sal. 83:18)’.
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Reunión de Servicio
Cántico 64
VIVE LA VERDAD

  • 30 min.Los jóvenes preguntan... ¿Qué haré con mi vida? (Primera parte)” Preguntas y respuestas. Utilice la información del primer párrafo para una breve introducción, y la del último para una conclusión.

Los jóvenes preguntan... ¿Qué haré con mi vida? (Primera parte)
A medida que los jóvenes se van haciendo mayores, tienen que tomar decisiones importantes. Con el fin de ayudarlos, se ha preparado el DVD Los jóvenes preguntan... ¿Qué haré con mi vida? En el menú principal, seleccione Ver drama para ver la película e intente responder las preguntas 1 a 7. Luego, en la sección Entrevistas, seleccione Al mirar atrás... y trate de contestar las preguntas 8 a 13.
Película.

  1. 1) ¿Qué similitudes hay entre Timoteo y muchos jóvenes cristianos de hoy?
  2. 2) ¿Cómo se presionó a Andy para que se destacara en los deportes?
  3. 3) ¿Qué le dijo el hermano Fleissig a Andy sobre a) querer dedicarse tanto a Jehová como al deporte? (Mat. 6:24.) b) cómo se consigue la verdadera felicidad? c) lo que le recordaba el plato que tenía en el campo de concentración? d) las personas que aparecen con él y su esposa en la foto? e) lo que sentía por haber renunciado a sus sueños de atleta? (Filip. 3:8.)
(Mateo 6:24) ”Nadie puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas.
(Filipenses 3:8) Pues, en cuanto a eso, de veras sí considero también que todas las cosas son pérdida a causa del sobresaliente valor del conocimiento de Cristo Jesús mi Señor. Por motivo de él he sufrido la pérdida de todas las cosas y las considero como un montón de basura, a fin de ganar a Cristo

  1. 4) ¿Qué respuesta recibió Andy cuando le preguntó a su abuela si era malo querer triunfar en el deporte? (Luc. 4:5-7.)
(Lucas 4:5-7) De modo que lo llevó hacia arriba y le mostró todos los reinos de la tierra habitada en un instante de tiempo; 6 y el Diablo le dijo: “Te daré toda esta autoridad y la gloria de ellos, porque a mí me ha sido entregada, y a quien yo quiera se la doy. 7 Por eso, si tú haces un acto de adoración delante de mí, todo será tuyo”.

5) ¿Se sintió satisfecho tras haber ganado la carrera?

6) ¿Qué fue lo que más le conmovió a usted de la carta que el hermano Fleissig le dejó a Andy? (Prov. 10:22.)
(Proverbios 10:22) La bendición de Jehová... eso es lo que enriquece, y él no añade dolor con ella.

7) ¿Qué pudo entender Andy gracias a la ayuda del hermano Fleissig?

Al mirar atrás.
8) ¿Qué carreras habían emprendido los hermanos entrevistados, y por qué?

9) ¿Qué habían logrado?

10) ¿Qué los hizo reexaminar su vida? (2 Cor. 5:15.)
(2 Corintios 5:15) y murió por todos para que los que viven no vivan ya para sí, sino para el que murió por ellos y fue levantado.

11) ¿Qué carreras teocráticas reemplazaron a las que tenían, y por qué concluyeron que no podían seguir ambas?

12) ¿Se arrepintieron de haber cambiado de objetivo en la vida?

13) Joven, ¿qué comentarios de estos hermanos te han hecho reflexionar sobre lo que debes hacer con tu vida?
En la próxima Reunión de Servicio se analizarán las demás entrevistas y la información extra que contiene el video. Lo animamos a prepararse para ofrecer sus comentarios.

LOS JÓVENES PREGUNTAN... ¿QUÉ HARÉ CON MI VIDA?
Hay una pregunta que todo joven cristiano debe analizar seriamente: ¿qué haré con mi vida? Al igual que los jóvenes cristianos de hoy, un muchacho llamado Timoteo tuvo que decidir qué haría con su vida.
Timoteo vivió en el siglo primero, al parecer en Listra, una ciudad de la provincia romana de Galacia. Su madre, Eunice, y su abuela, Loida eran mujeres piadosas, que le habían enseñado a amar y servir a Jehová desde pequeño. Pero el padre de Timoteo no era creyente, de modo que es probable que favoreciera las metas que eran comunes en el mundo romano. Como los jóvenes de hoy, Timoteo sin duda estaría expuesto a la influencia de instructores que promovían la filosofía del mundo. ¿Qué haría con su vida?
Un suceso que determinó el futuro de Timoteo fue la visita del apóstol Pablo. Con el tiempo, Loida, Eunice y Timoteo se hicieron cristianos. Poco se imaginaba Timoteo la profunda influencia que Pablo tendría en su vida. Cuando Pablo regresó a Listra, Timoteo ya era un joven respetado y el apóstol lo eligió para que lo acompañara en sus viajes. Timoteo aprendió mucho de Pablo. Con el tiempo, él mismo estuvo capacitado para ser superintendente viajante.
Después de pasar años juntos, Pablo y Timoteo tuvieron que separarse. Pablo había sido arrestado y sentenciado a muerte. Pero antes de morir, el apóstol le escribió a Timoteo una última carta. Cuando Timoteo la recibió, es probable que Pablo ya hubiera sido ejecutado. ¿Cuáles fueron sus últimos consejos para él? "Mantén tu juicio en todas las cosas, [...] haz la obra de evangelizador, efectúa tu ministerio plenamente."
Al igual que el joven Timoteo, los cristianos jóvenes de hoy tienen que elegir entre usar su vida para alcanzar metas vanas o dedicarla al servicio de Jehová.

Bueno, siempre me gustó correr. Cuando era pequeño, hacía carreras con todos los niños del barrio. Y cuando crecí, corría para despejarme. Correr era algo natural en mí. Para mí, correr en el equipo de la escuela era lo más importante en la vida. Pero a los 17 años, casi al final del curso ocurrieron cosas que no dejaban que me concentrara en el deporte.
– ¡Vamos! ¡Vamos!
– ¡Despierta, Andy!

Mi madre y mi abuela se habían hecho testigos de Jehová. Yo todavía no me había bautizado, pero sabía que esa era la verdad. Cuanto más aprendía, más me preguntaba cuánta importancia debería tener el deporte en mi vida.
– Andy, ¿te sientes bien?
– Sí, me siento muy bien.
– Te quedaste dormido en la salida. Perdiste mucho tiempo.
– Sí, es verdad.
– Yo espero mucho más de mi mejor corredor. Pareces distraído. ¿No será porque no te dejé competir este invierno...?
– No, no es eso.
– Sabes que la escuela es estricta en cuanto a dejarte competir lesionado. Seguros, demandas...
– No, no es eso, de verdad. Sé que me distraje, pero le prometo que no volverá a pasar.
– Eso es lo que quería oír, Andy. El jueves, después de clase, practicaremos ese relevo.
– Sí, claro. ¡Ay, no! No voy a poder. Tengo reunión.
– ¡Qué dices! Andy, tenemos un torneo la semana que viene y el regional en tres semanas. Además, ya has faltado otras veces.
– Sí, pero este jueves es especial. Tengo una asignación. Voy a dar un... Discurso.
– ¡Ja!, un discurso. La última vez fue otra cosa.
– Lo sé, pero esto es importante para mí.
– Mira, tu religión es cosa tuya, pero este equipo es mío. Si quieres correr, debes dar el cien por cien. Tienes que concentrarte y últimamente te cuesta mucho. Mira, Andy, si ganas el campeonato regional, irás al estatal. Y allí habrá un montón de cazatalentos que se pelearán por darte una enorme beca.
– Yo quiero ganar, pero...
– Esta es tu oportunidad para que te demuestres lo que vales. Tus compañeros cuentan contigo, Andy. Mira, haz lo que quieras el jueves, si es tan importante, pero después eres mío. ¿De acuerdo?
– De acuerdo.
– Anda, ve a ducharte.
– Sí, señor.

Mi entrenador sabía que yo soñaba con ganar. Y tenía razón: estaba distraído. Esa semana tenía mi primer discurso en la Escuela del Ministerio Teocrático. Lo sabía desde hacía tiempo, pero había estado tan ocupado con los entrenamientos que ni siquiera había empezado a prepararme.
Apenas faltaban un par de días para el discurso y el tiempo se me venía encima. Aun así, también me costaba concentrarme en eso.


– ¡Andy! ¿Qué tal, Andy? Te estaba buscando.
– Hola, Berto. Oye, ¿te vas a hacer monje o algo así?
– No, estaba leyendo un poco.
– Mejor aprende cómo salir disparado cuando te dé el relevo.
– Como si tú nunca fallaras. Además, recuperé el tiempo.
– ¡Vamos, Andy! Es como si tuvieras la cabeza en otra parte. Desde que empezaste a ir a esa iglesia...
– Salón del Reino.
– Como se llame. Es como si fueras otro, no sé... ¿cuánto hace que no salimos por ahí? Siempre sales con alguna excusa.
– No tiene que ver contigo, de verdad. Es que tengo mucho en la cabeza, es todo. Uf, llego tarde.
– Berto, créeme, vamos a ganar.
– Eso espero; por dos buenas razones. Número uno, ¡las becas! Tú las necesitas y yo también.
– ¿y número dos?
– Nuestra foto en los periódicos.
– Cuando ganemos el oro en las olimpiadas.
– ¡Pues claro que sí! Y después de las olimpiadas...
 
 – Hola, mama. Hola, abuela. ¡Sí! El pollo se ve rico, mamá.
– Andy ¿no tienes nada que decirme?
– Lo siento, entrenamos hasta tarde.
– ¿Otra vez?
– Bueno, como dice papá: “hasta que salga perfecto”.
– ¿Y tienes que entrenar tanto? Casi no tienes tiempo para nada más. Como el discurso que tienes esta semana.
– Hola, papá.
– Hola, Bill.
– Hola, cariño.
– Hola, hijo. ¿Qué tal, abuela? Hola, cielo.
– ¿Cómo te fue en el trabajo?
– He tenido días mejores. Mi nueva página web no paró de fallar.
– Papá, hoy ensayamos el relevo. Hay que mejorarlo, pero ya casi lo tenemos. ¡Oh, y los 100 metros lisos! Ese trofeo no se me va a escapar.
– Ajá, me alegro mucho.
– El entrenador está un poco preocupado, pero creo que si ganamos la semana que viene, dentro de tres semanas el campeonato será nuestro.
– Oh, dentro de tres semanas. Andy, no creo que pueda ir. Estaré fuera de la ciudad con unos inversionistas.
– Bah, no importa.
– Sé que querías que fuera. Pero pienso compensártelo. Sé lo mucho que te has entrenado.
– Quizá hasta demasiado.
– ¿Demasiado?
– Bueno, me parece mucho para él. Apenas tiene tiempo para comer, y sus calificaciones han empeorado.
– En la escuela me va bien.
– ¿Bien? Andy, bien no basta. En el mundo laboral, tendrás que ser el mejor o te comerán vivo.
– Es que son muchas cosas. Entrenamientos, exámenes...
– Ya, veamos. Entrenamientos, exámenes.
– ¿No se te queda algo? ¿Y todo el tiempo que pasas en esas reuniones?
– Pero tú dijiste que podía ir.
– ¿Si...?
– Si no se perjudicaban mis estudios.
– Exacto.
– Cariño, no creo que ir al Salón del Reino sea el problema.
– No, papá. Es que el entrenador nos presiona mucho.
– Andy, si quieres hacerlo todo, no podrás hacerlo bien. Tendrás que empezar a ser más responsable, hijo.
– Bill, este jueves, Andy hará algo que exige mucha responsabilidad. Pronunciará un discurso ante cien personas en la congregación.
– Pues yo no veo cómo lo va a ayudar eso a ser el mejor en la escuela... ni en ningún otro sitio.
– Bueno, está aprendiendo a comunicarse, a enseñar. Esas aptitudes lo ayudarán en cualquier cosa que quiera hacer.
– Cariño, ¿por qué no vienes al discurso y ves cómo lo hace?
– Claro, no has de quedarte hasta el final.
– Eh, eh, eh. Un momento. Teníamos un trato, ¿no? Esa no es mi religión, es la suya. Lo siento, hijo, pero no iré al Salón del Reino, ni ahora, ni nunca. ¿Entendido?
– Cariño, yo solo pensé que...
– Y ahora, si no les importa, quisiera cenar en paz.
 
 – Andy, ¿puedo pasar?
– Hola, mamá. Claro, pasa.
– Te he traído algo.
– Gracias, mamá.
– Parece que estás con el discurso.
– Sí, en eso estoy.
– Andy, tu padre te quiere muchísimo. Ha tenido que luchar mucho en su trabajo, y no quiere que tú pases por lo mismo ni que cometas los mismos errores. Yo tampoco. Pero a tu abuela y a mí... nos preocupa otra cosa. Sé que tu padre te anima a correr y yo procuro no interponerme. No quiero que para ti nada sea más importante que tu relación con Jehová.
– ¿No puedo amar el deporte y a Jehová?
– ¿Recuerdas lo que dijo Jesús? "No puedes servir a dos amos. Terminas amando a uno y odiando al otro." Hijo, sé que con la ayuda de Jehová, tomarás una buena decisión.
– Bueno, más vale que acabe con el discurso.
– Sé que te saldrá muy bien, hijo.
 
 – “...y si se retrae, mi alma no se complace en él. Ahora bien, nosotros no somos de la clase que se retrae para destrucción, sino de la clase que tiene fe que resulta en conservar viva el alma.” Nosotros somos corredores, corredores en la carrera por la vida y necesitamos aguante para llegar a la meta. Los corredores de una carrera de resistencia suelen comer muchos carbohidratos la noche anterior. Como los corredores, nosotros podemos acumular fortaleza espiritual si nos alimentamos espiritualmente. Eso nos ayudará a correr la carrera con aguante y a alcanzar el premio de la vida eterna.
– De nuevo, Andy, felicitaciones por tu discurso.
– Eh, ya tenemos ganas de escuchar el próximo.
– Muchas gracias.
– Hola, Andy.
– Oh, hermano Fleissig.
– Era tu primer discurso, todo un hito. Hiciste un excelente trabajo.
– Gracias, hermano Fleissig.
– Tu ilustración sobre los carbohidratos fue magnífica.
– Bueno, creo que hablar de carreras es fácil para mí.
– Eso he oído. ¿Sabes? Yo también fui deportista en mi juventud.
– ¿De veras?
– No te dejes engañar por este bastón, jovencito. Cuando tenía tu edad, soñaba con nadar en las olimpiadas.
– ¿De verdad? No lo sabía.
– Quizá algún día te lo pueda contar. Oye, me preguntaba, ¿sabes de algún joven vigoroso que pueda ayudarme con un trabajito en mi casa?
– Claro, hermano Fleissig, me encantará ayudarle. Podría pasar el sábado después de entrenar.
– Wunderbar.

Yo sabía qué hacía muchos años que el hermano Fleissig servía de anciano y que incluso había sido superintendente de circuito, así que estaba un poco nervioso. Llegué a pensar en cancelar la cita.
Pero cumplí mi palabra y lo ayudé aquel día; me alegro de haberlo hecho.
– Bueno, muchachos, se está haciendo tarde. Vengan, he preparado limonada.
– Vamos, papá, no te quejes. Sabes que debes tomar las medicinas.
– ¡Arg! Las medicinas son para enfermos, y yo nunca me he sentido mejor.
– Sabes que no es cierto. A veces te esfuerzas demasiado.
– No te pago para que me sermonees.
– No me pagas para nada, papá. Tómate la medicina, por favor. Me tengo que ir. Jack y yo tenemos ese nuevo estudio bíblico. Bueno, que disfruten. No dejes que te entretenga mucho, Andy.
– Adiós, hermana Sanders.
– Andy, cuando oí tu discurso en la reunión, me dije: “he aquí un joven con talento”. ¡Buenas ilustraciones! Eh... Por cierto, ¿usaste el índice al preparar el discurso?
– ¿Qué índice?
– Ah. El índice es un mapa que conduce a un sinfín de tesoros. Solo tienes que saber usarlo. ¿Ves ese libro rojo oscuro de allí?
– ¿Este de aquí?
– Sí, ese. Siéntate. La luz, por favor. Este es el índice de las publicaciones Watch Tower. En él encontrarás distintos temas en orden alfabético. Digamos, por ejemplo, que buscas información sobre el... aguante. ¿Ves todas esas entradas debajo de “aguante”?
– Sí, hay muchas. “adversidad”, “cultivo de”, “David”, “Jehová”, “Jesucristo”, “ejemplos modernos”.
– Verás que bajo cada una hay una lista de referencias. Para averiguar lo que significan estas abreviaturas, solo hay que ir al principio del índice y mirar en esta lista. Y ¿sabes?, tiene otra cosa muy útil. Por ejemplo, digamos que lees un texto y te gustaría saber lo que significa...
 
 Íbamos a competir con otra escuela esa semana, y se aproximaba el campeonato regional. Así que el entrenador nos presionaba cada vez más.

– Muy bien. Listos. ¡ya!
– Más rápido, Andy.
– ¡Ya!
– Más atentos, muchachos. Muy bien. Otra vez. Ya está. De pie todos.
 
 – Aquí tienes más pintura, Andy.
– Gracias.
– Por cierto, no te vi en la reunión el jueves por la noche. Pensé que estabas enfermo.
– No, no. Es que faltan dos semanas para el campeonato, y el entrenador nos presiona mucho.
– Hay que sacrificar mucho para ganar, ¿verdad?
– Sí.
– ¿Hasta dónde piensas llegar en el deporte?
– Ah, siempre he soñado con correr en las olimpiadas, pero no sé si soy lo bastante bueno. Quizá consiga una beca para una buena universidad, y un buen empleo. Me conformo con eso.
– Ah, una educación. Un buen empleo. Conviene pensar en esas cosas. ¿Y qué clase de metas espirituales tienes?
– Ah, ¿cómo bautizarme? Pues claro que pienso hacerlo... cuando esté listo.
– Ah ¡fantástico! El bautismo abre las puertas a una vida de servicio a Jehová. ¿Alguna vez has pensado en todas las oportunidades que tiene un joven como tú? El servicio de Betel, el precursorado, La Escuela de Entrenamiento Ministerial.
– ¿Yo? No sé si estoy hecho para eso, hermano Fleissig. No es un requisito...
– ¿Requisito? No, pero Jehová sí nos pide que le demos el máximo.
– ¿Y qué es el máximo?
– Tu entrenador dice que eres el mejor del equipo. ¿Por qué lo dice?
– Él sabe que soy rápido y trabajo duro. Me lo tomo muy en serio.
– Ah. Ahora imagina que empezaras a faltar a los entrenamientos. Que te distrajeras con otras cosas. Llega el día de la gran carrera y terminas en último puesto.
– ¿Cómo se sentiría el entrenador?
– No muy contento.
– ¿Y por qué? Él sabe lo que puedo hacer, de lo que soy capaz. Supongo que sabría que no di el máximo.
  
– ¡Ya!
– Señor Clark, ¿Qué quería verme?
– Hola, Andy. Pasa, hijo.
– ¿Se encuentra bien?
– Oh, sí, muy bien. Es solo una vieja lesión.
– ¿Qué le pasó?
– ¡Ah! Tenía 20 años. Me entrenaba para el campeonato nacional. Iba corriendo por la curva y... se me salió la rodilla. ¡Vaya caída que me di!
– ¿Entonces no pudo competir?
– Pues claro que competí. Me tomé unos calmantes muy fuertes. Muchos atletas los usan.
– Me habrían venido bien para el torneo de invierno.
– Sí, claro. En cuanto la escuela se hubiera enterado, me habrían despedido. De todos modos, los calmantes funcionaron. Gané la carrera.
– Pero ¿y su pierna?
– Bah, un par de operaciones, un calmante de vez en cuando. Pero te diré una cosa: no me arrepiento de nada. Al fin supe lo que significaba ganar... ser el mejor.
– Señor, sé por qué quería verme.
– ¿Porque hoy no me deslumbraste?
– Algo así.
– No, no es por eso. Siéntate ahí. Andy, te conozco desde hace casi tres años. Quizá he pasado más tiempo contigo que con mis hijos. Eres de mis mejores corredores, sin duda. Si alguien en este equipo puede ser un campeón, ese eres tú. No hablo de una simple carrera de escolares. Hablo de tu futuro. Hijo, tú tienes un don, y Dios te lo ha dado. No lo desperdicies. Escucha a tu corazón. Tú sabes lo que puedes ser: Un campeón.
– Claro, señor.
– Muy bien, vete a casa y descansa un poco. Y, socio... trata de no lesionarte esta vez.
  
– Dime, Andy, ¿aún te exige tanto el entrenador?
– Oh, sí, pero si no, nunca ganaría.
– Para ti es importante ganar, ¿verdad?
– ¡Ah! La emoción de cruzar la meta, ganar el trofeo... Supongo que es difícil de explicar.
– ¡Bien! El toque final. Willkommen. Bienvenido. Andy, ¿recuerdas que te dije que yo nadaba? Hace años que no miro estas fotos. ¡Ah! Aquí está.
– Hermano, ¿ese es usted?
– No está mal, ¿eh? Me encantaba nadar. Mi sueño era nadar en las olimpiadas, y mis entrenadores me decían que lo lograría.
– ¿Y por qué no lo hizo?
– Estuve a punto de alcanzar mi meta. Pero un buen día...
– Los testigos.
– Me encantaba lo que aprendía. Sabía que era la verdad. Al principio me esforcé por estar dedicado a Jehová y también al deporte.
– ¿Y lo logró?
– Me perdía muchas reuniones. Comprendí que Jesús tenía razón: "No puedes servir a dos amos". Así que decidí servir a Jehová y dejé el equipo de natación. ¡Esa fue una buena decisión!
– ¿Por qué?
– Andy, el mundo entró en guerra. Las olimpiadas se cancelaron. Muchos de mis compañeros se unieron al ejército de Hitler. Tiemblo de solo pensar que yo podría haber hecho lo mismo.
– No, no lo creo, hermano Fleissig.
– Millones creyeron en lo que Hitler prometió. Y solo gracias a que estaba activo en la verdad, no me dejé engañar. Como a tantos hermanos, me arrestaron y me encerraron en un campo de concentración. Muchos hermanos perdieron la vida. Fue solo con la ayuda de Jehová que logré aguantar. Pero a pesar de todo, era feliz.
– ¿Feliz? ¿Cómo es eso posible?
– La felicidad no proviene de triunfar en este mundo. Eres feliz cuando sabes que estás agradando a Jehová. En el campo tuvimos la oportunidad de demostrar nuestro amor por Jehová y de aprender a confiar en él absolutamente. ¡Eso nos hizo felices! Voy a enseñarte algo. En el campo tenía esto. A tu edad, quería muchas cosas: Fama, dinero. ¿Cómo llaman a eso? ¿Una buena vida? En el campo, eso no valía nada. Pero este plato era importante. Con él podía alimentarme y vivir. De vez en cuando lo saco para recordarlo.
– ¿Recordar qué?
– Que cuando ponemos a Jehová primero, no necesitamos muchas cosas. Solo necesitamos una cuchara y un plato. Después de salir del campo, decidí servir a Jehová a tiempo completo. Más adelante me casé con mi querida Gisela. Disfrutamos de una vida maravillosa juntos sirviendo a Jehová. Juntos servimos en el precursorado, luego en la obra de circuito y criando a nuestra hija, Joy. Andy, ¿ves a todas esas personas junto a mi esposa y a mí?
– Sí, ¿quiénes son?
– Solo algunas de las personas a las que ayudamos a aceptar la verdad. Ningún trofeo podría haberme dado tanto gozo.
– Pero ¿y si la guerra no hubiera estallado? ¿No hubiera lamentado renunciar a sus sueños?
– Papá, voy a traer la medicina.
– Muy bien, tesoro. Andy, cuando llegues a casa, busca Filipenses capítulo 3 versículo 8. Creo que eso contestará tu pregunta.
– “Pues, en cuanto a eso, de veras sí considero también que todas las cosas son pérdida a causa del sobresaliente valor del conocimiento de cristo Jesús mi señor. Por motivo de él he sufrido la pérdida de todas las cosas y las considero como un montón de basura.” Abuela, ¿qué quiso decir el hermano Fleissig?
– Bueno, el apóstol Pablo dijo que sufrió la pérdida de todas las cosas. ¿Qué crees tú que quiso decir?
– Que renunció a mucho.
– Exacto. Pablo era un hombre culto. Pudo haber sido rico y famoso. Pero cuando aprendió la verdad sobre el Cristo, renunció a todo eso. Lee otra vez el final del versículo.
– “Las considero un montón de basura.” Basura, algo sin valor.
– Así es, Pablo comprendió que, a largo plazo, las cosas a las que había renunciado solo eran basura. Hoy las tienes, y mañana no.
– Abuela, ¿es malo que quiera triunfar en el deporte?
– ¿Que si es malo...? Depende del precio que estés dispuesto a pagar.
– ¿Qué quieres decir?
– ¿Recuerdas que Satanás ofreció a Jesús todos los reinos del mundo? ¿Qué quiso a cambio?
– Quiso que Jesús lo adorara.
– Si quieres ser una estrella en el mundo de Satanás, ¿no crees que él va a querer algo de ti?
 
 – ¿No te dije que nos iba a salir perfecto?
– Mejor imposible. Tenemos el trofeo en el bolsillo. Solo tendré que recuperar el tiempo que tú pierdas.
– ¿Cómo? Te doy una paliza cuando quiera.
– En tus sueños.
– Ooh, el alma del equipo. El campeón. La superestrella. A que te gano. Hasta el final del estacionamiento.
– No, Berto.
– Lo sabía.
– Si acabamos de ducharnos...
– No, ya entiendo. No quieres que esas chicas te vean perder. Dañaría tu imagen.
– Roberto...
– ¿Qué?
– ¡Vamos!
– ¿Andy? ¡oh, Andy! Andy, ¿estás bien?
– El entrenador me va a matar.
– Vamos; a ver si puedo levantarte. Quizá te desgarraste algo. Igual que la otra vez.
– Ay, ¡esto sí que es serio! Oh, ¿cómo voy a correr mañana? No lo puedo creer.
– Tranquilo, tranquilo. Solo tienes que tomar esos calmantes. Mira, los atletas los usan siempre.
– Ni se te ocurra. Si lo descubren, despedirán al entrenador.
– La escuela no se va a enterar. ¡ni nadie! Se lo que necesitas.
– No, no estoy seguro. No, Berto. Basta.
– Mira, Andy, ¿de verdad quieres ver otra carrera desde la grada, eh? ¡Además, sin ti, el equipo está perdido! ¡Y yo también! ¡Este no es momento para hacerte el santo! Eh, vamos. No vas a violar ninguna ley, solo una regla estúpida. Vámonos antes de que el entrenador te vea. Y confía en mí, todo saldrá bien.
 
 
– Última llamada para los corredores de la final de los 100 metros. Preséntense en la línea de salida.
– ¡Bien hecho! ¡Felicidades, hijo!
– Andy, te lo dije, somos los mejores, no hay quien nos gane. ¡Lo logramos, lo logramos!
– Muy buen chicos, atención. Vengan acá.
– ¿Lo ves? Te dije que funcionaría. Pero tranquilo, soy una tumba.
– Hoy me hicieron sentir orgulloso.
– ¡Sí!
– ¡Miren esta maravilla! Se lo han ganado. ¡Cada vez que un alumno pase por la vitrina de trofeos, lo verá! ¡Un momento, un momento! No podemos dormirnos en los laureles, en lo que hemos logrado. Ahora, ahora viene el campeonato estatal. Y para algunos, no tiene que acabar ahí. Así que quiero más concentración, más compromiso y más dedicación. Claro que eso exigirá trabajo y sacrificio, pero vale la pena, ¿no?
– ¡Sí!
– La pregunta es: ¿están ustedes dispuestos?
– ¡Sí!
– He dicho que si están dispuestos.
– ¡SÍ! ¡Somos los mejores! ¡Somos los mejores! ¡Somos los mejores! ...
 
 
“Si quieres ser una estrella en el mundo de Satanás, ¿no crees que él va a querer algo de ti?”. “Pero tengo miedo de que, por correr, se frene tu carrera espiritual”. “Ningún trofeo podría haberme dado tanto gozo”.
– ¿Mamá? Ah, estabas aquí.
– Muy bien, se lo diré.
– Vuelvo enseguida. Tengo que ver al hermano Fleissig.
– Muy bien Joy, adiós.
– ¿Está todo bien? Mamá, ¿qué pasa?
– Andy, era Joy. El hermano Fleissig... ha muerto esta tarde.
– No.
– Lo siento, cariño. Lo siento mucho.
  
– Fue un discurso de funeral muy bonito, ¿verdad?
– Me gustó lo que dijo...
– A todos nos animaban sus experiencias...
– Recuerdo la primera vez que tocó a nuestra puerta. Un señor mayor, con acento alemán, me preguntó si quería estudiar la Biblia.
– Gracias por recibirnos en tu casa. Avísanos si necesitas algo, lo que sea.
– Te lo agradezco.
– Lo decimos en serio. Tu padre hizo tanto...
– ¿Cómo estás, Andy?
– Ojalá lo hubiera visto una sola vez más. Necesitaba tanto hablar con él...
– Quiero que sepas que a papá le importabas mucho. Y dejó esto para ti. Él quería que lo tuvieras.

“Mi querido amigo Andy:
Quiero darte este pequeño recuerdo de los momentos que hemos pasado juntos. Espero que siempre recuerdes la lección que me enseñó. Llevo algún tiempo enfermo, y me temo que pronto este corazón cansado se detendrá y ya no podremos tener nuestras charlas. Eso me entristece mucho. Pero no quiero que estés apenado, Andy. Alégrate porque he corrido la carrera hasta terminarla.
Mi joven amigo, no sé lo que harás con esa vida tan valiosa que Jehová te ha dado. Solo puedo decirte que, a menos que la emplees para servir a Jehová, te sentirás vacío. Úsala para servirle, y siempre serás feliz. Recuerda, "la bendición de Jehová: eso es lo que enriquece, y él no añade dolor con ella". Confío, Andy, en que disfrutarás de una vida maravillosa en el servicio de Jehová. Tu amigo para siempre, Walter Fleissig.”

– Esa es una carta conmovedora, hermano Dempster.
– ¿Qué efecto tuvo en usted?
– Bueno, me puse a pensar, a pensar de verdad, sobre mi futuro, lo que haría con mi vida. Así que poco a poco comencé a reordenar mis prioridades.
– Por favor, cuéntenos qué fue lo que hizo.
– Para empezar, tuve que dejar el equipo.
– ¿Le costó mucho hacerlo?
– Sí, no fue fácil. Me encantaba correr. Pero la presión de ganar era muy fuerte. Y vi que cuanto más lejos llegara en el deporte, más tendría que comprometerme. Pero lo peor era que no podría alcanzar mis metas espirituales.
– ¿Qué metas espirituales se puso?
– Al principio, las básicas: estudiar la Biblia, orar, asistir a las reuniones, a todas ellas, y con el tiempo bautizarme. Después, la siguiente meta fue el ministerio de tiempo completo, y ya llevo cuatro años en el precursorado.
– Al mirar atrás, hermano Dempster, ¿se arrepiente de alguno de los sacrificios que ha tenido que efectuar?
– Desde luego que no. Saber que estoy agradando a Jehová, ayudando a otros a estudiar la Biblia y animándolos a ponerse metas espirituales... no hay nada como eso, hermano Taylor.
– Pero he oído que dentro de poco alcanzará otra de sus metas. ¿es eso cierto?
– Así es. La semana pasada recibí la invitación para asistir a la próxima clase de la Escuela de Entrenamiento Ministerial.
– Muchas gracias, hermano Dempster. Queremos agradecer a nuestros precursores jóvenes estas animadoras entrevistas.

Supongo que podría decir que Jehová me ha bendecido. Tengo una madre y una abuela que siempre me han animado a ir tras metas espirituales, y un padre que ha empezado a interesarse en la verdad. Pero Jehová me ha bendecido de otra manera: con un amigo muy especial.
El hermano Fleissig me ayudó a descubrir algo que cambió mi vida: que yo tenía mucho que ofrecer a Jehová, más de lo que yo creía. A veces me pregunto qué habría pasado si hubiera ido tras otras metas. ¿Tendría más dinero, sería famoso? Quizá. Pero entonces recuerdo las palabras de un viejo amigo: "a menos que emplees tu vida para servir a Jehová, te sentirás vacío."
Pues bien, no me siento vacío. Me siento lleno, feliz, con más bendiciones de las que puedo contar. Ah, y todavía corro, pero en otra carrera. La carrera por la vida, una carrera en la que pretendo seguir. Y, con la ayuda de Jehová, pienso ganarla.

"Corramos [...] la carrera que está puesta delante de nosotros, mirando atentamente al [...] perfeccionador de nuestra fe. Jesús." (Hebreos 12:1. 2)

Cántico 88
LOS HIJOS SON UN REGALO DE DIOS

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Estudio de la Atalaya: 
Jehová reúne a su familia” 

Cántico 53
SIRVAMOS A DIOS EN UNIDAD

Párrafo 1
Efesios 3:14, 15 Por causa de esto doblo mis rodillas ante el Padre, 15 a quien toda familia en el cielo y en la tierra debe su nombre,
Párrafo 2
Génesis 1:28 Además, los bendijo Dios y les dijo Dios: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas voladoras de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra”.
Génesis 45:18 y tomen a su padre y sus casas y vengan acá a mí, para que les dé lo bueno de la tierra de Egipto; y coman la parte más rica de la tierra.
Párrafo 3
Efesios 1:8-10 Esta él la hizo abundar para con nosotros en toda sabiduría y buen sentido, 9 por cuanto nos dio a conocer el secreto sagrado de su voluntad. Es según su beneplácito que él se propuso en sí mismo 10 para una administración al límite cabal de los tiempos señalados, a saber: reunir todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas en los cielos y las cosas en la tierra. [Sí,] en él,
Hechos 2:1-4 Ahora bien, mientras estaba en progreso el día [de la fiesta] del Pentecostés, todos se hallaban juntos en el mismo lugar, 2 y de repente ocurrió desde el cielo un ruido exactamente como el de una brisa impetuosa y fuerte, y llenó toda la casa en la cual estaban sentados. 3 Y lenguas como de fuego se les hicieron visibles y fueron distribuidas en derredor, y una se asentó sobre cada uno de ellos, 4 y todos se llenaron de espíritu santo y comenzaron a hablar en lenguas diferentes, así como el espíritu les concedía expresarse.
Romanos 3:23, 24 Porque todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios, 24 y es como dádiva gratuita que por su bondad inmerecida se les está declarando justos mediante la liberación por el rescate [pagado] por Cristo Jesús.
Romanos 5:1 Por lo tanto, ahora que hemos sido declarados justos como resultado de fe, gocemos de paz con Dios mediante nuestro Señor Jesucristo,
Romanos 8:15-17 Porque ustedes no recibieron un espíritu de esclavitud que ocasione temor de nuevo, sino que recibieron un espíritu de adopción como hijos, espíritu por el cual clamamos: “¡Abba, Padre!”. 16 El espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. 17 Pues, si somos hijos, también somos herederos: herederos por cierto de Dios, pero coherederos con Cristo, con tal que suframos juntamente para que también seamos glorificados juntamente.
Párrafo 4
Revelación 7:9 Después de estas cosas vi, y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos.
Revelación 7:13-17 Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo: “Estos que están vestidos de la larga ropa blanca, ¿quiénes son, y de dónde vinieron?”. 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación, y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. 15 Por eso están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos. 16 Ya no tendrán hambre ni tendrán más sed, ni los batirá el sol ni ningún calor abrasador, 17 porque el Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos”.
Revelación 21:1-5 Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado, y el mar ya no existe. 2 Vi también la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y preparada como una novia adornada para su esposo. 3 Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. 4 Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. 5 Y Aquel que estaba sentado en el trono dijo: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas”. También, dice: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas”.
Revelación 20:12, 13 Y vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono, y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos.
Romanos 8:21 de que la creación misma también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Revelación 20:7, 8 Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión, 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos es como la arena del mar.
Párrafo 6
1 Corintios 14:23 Por eso, si toda la congregación se junta en un lugar y todos hablan en lenguas, pero entran personas comunes, o incrédulos, ¿no dirán que ustedes están locos?
Hebreos 10:24, 25 Y considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, 25 sin abandonar el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día se acerca.
Párrafo 7
Romanos 5:9 Mucho más, pues, dado que hemos sido declarados justos ahora por su sangre, seremos salvados mediante él de la ira.
Romanos 2:23 Tú, que te glorías en ley, ¿por tu transgresión de la Ley deshonras a Dios?
Efesios 4:1-3 Yo, por lo tanto, el prisionero en [el] Señor, les suplico que anden de una manera digna del llamamiento con el cual fueron llamados, 2 con completa humildad mental y apacibilidad, con gran paciencia, soportándose unos a otros en amor, 3 esforzándose solícitamente por observar la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz.
Párrafo 8
Gálatas 5:19-21 Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia, conducta relajada, 20 idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, altercaciones, divisiones, sectas, 21 envidias, borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas. En cuanto a estas cosas, les aviso de antemano, de la misma manera como ya les avisé, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Párrafo 12
Efesios 4:8 Por lo cual él dice: “Cuando ascendió a lo alto se llevó cautivos; dio dádivas [en] hombres”.
Efesios 4:13 hasta que todos logremos alcanzar la unidad en la fe y en el conocimiento exacto del Hijo de Dios, a un hombre hecho, a la medida de estatura que pertenece a la plenitud del Cristo;
Efesios 4:22-24 que ustedes deben desechar la vieja personalidad que se conforma a su manera de proceder anterior y que va corrompiéndose conforme a sus deseos engañosos; 23 pero que deben ser hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente, 24 y deben vestirse de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad.
Gálatas 6:1 Hermanos, aunque un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad, vigilándote a ti mismo, por temor de que tú también seas tentado.
Párrafo 13
Efesios 4:25-29 Por lo cual, ahora que han desechado la falsedad, hable verdad cada uno de ustedes con su prójimo, porque somos miembros que nos pertenecemos unos a otros. 26 Estén airados, y, no obstante, no pequen; que no se ponga el sol estando ustedes en estado provocado, 27 ni dejen lugar para el Diablo. 28 El que hurta, ya no hurte más, sino, más bien, que haga trabajo duro, haciendo con las manos lo que sea buen trabajo, para que tenga algo que distribuir a alguien que tenga necesidad. 29 No proceda de la boca de ustedes ningún dicho corrompido, sino todo dicho que sea bueno para edificación según haya necesidad, para que imparta lo que sea favorable a los oyentes.
Efesios 4:30 También, no estén contristando el espíritu santo de Dios, con el cual han sido sellados para un día de liberación por rescate.
Párrafo 14
Filipenses 2:4 no vigilando con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás.
Párrafo 15
Efesios 5:22-33 Que las esposas estén en sujeción a sus esposos como al Señor, 23 porque el esposo es cabeza de su esposa como el Cristo también es cabeza de la congregación, siendo él salvador de [este] cuerpo. 24 De hecho, como la congregación está en sujeción al Cristo, así también lo estén las esposas a sus esposos en todo. 25 Esposos, continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella, 26 para santificarla, limpiándola con el baño de agua por medio de la palabra, 27 para presentarse él a sí mismo la congregación en su esplendor, sin que tenga mancha, ni arruga, ni ninguna de tales cosas, sino que sea santa y sin tacha. 28 De esta manera los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa, a sí mismo se ama, 29 porque nadie jamás ha odiado a su propia carne; antes bien, la alimenta y la acaricia, como también el Cristo hace con la congregación, 30 porque somos miembros de su cuerpo. 31 “Por esta razón el hombre dejará a [su] padre y a [su] madre y se adherirá a su esposa, y los dos llegarán a ser una sola carne.” 32 Este secreto sagrado es grande. Ahora bien, yo estoy hablando tocante a Cristo y la congregación. 33 Sin embargo, también, que cada uno de ustedes individualmente ame a su esposa tal como se ama a sí mismo; por otra parte, la esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo.
Párrafo 16
2 Timoteo 3:1 Mas sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar.
2 Timoteo 3:3 sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien,
Párrafo 17
Efesios 4:17-21 Esto, por lo tanto, digo, y de ello doy testimonio en [el] Señor: que ya no sigan ustedes andando tal como las naciones también andan en la inutilidad de su mente, 18 mientras mentalmente se hallan en oscuridad, y alejadas de la vida que pertenece a Dios, a causa de la ignorancia que hay en ellas, a causa de la insensibilidad de su corazón. 19 Habiendo llegado a estar más allá de todo sentido moral, se entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avidez. 20 Pero ustedes no aprendieron que el Cristo sea así, 21 si es que, realmente, le oyeron y se les enseñó por medio de él, tal como [la] verdad está en Jesús,
Efesios 6:10-13 Finalmente, sigan adquiriendo poder en [el] Señor y en la potencia de su fuerza. 11 Pónganse la armadura completa que proviene de Dios para que puedan estar firmes contra las maquinaciones del Diablo; 12 porque tenemos una lucha, no contra sangre y carne, sino contra los gobiernos, contra las autoridades, contra los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales. 13 Por esta causa tomen la armadura completa que proviene de Dios, para que puedan resistir en el día inicuo y, después de haber hecho todas las cosas cabalmente, estar firmes.
Párrafo 18
Efesios 4:3-6 esforzándose solícitamente por observar la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz. 4 Un cuerpo hay, y un espíritu, así como ustedes fueron llamados en la sola esperanza a la cual fueron llamados; 5 un Señor, una fe, un bautismo; 6 un Dios y Padre de todos, que es sobre todos y por todos y en todos.
Juan 17:20, 21 ”Hago petición, no respecto a estos solamente, sino también respecto a los que pongan fe en mí mediante la palabra de ellos; 21 para que todos ellos sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo, que ellos también estén en unión con nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
Juan 17:26 Y yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos, y yo en unión con ellos.”

Cántico 124
SIGUE LA SENDA DE LA HOSPITALIDAD
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GRACIAS A LOS HERMANOS LUIS Y ERICKA.
Y AL HERMANO CARL-FRANCO

PFC777

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