domingo, 26 de febrero de 2017

SEMANA DEL 27 DE FEBRERO AL 5 DE MARZO 2017


ISAÍAS 63-66


  • Canción 19 y oración
  • Palabras de introducción (3 mins. o menos)

TESOROS DE LA BIBLIA


    • Los “nuevos cielos” y la “nueva tierra” son motivos de gran gozo

      La promesa divina de restauración que se menciona en Isaías 65 es tan cierta que Jehová habla de ella como si ya se hubiera cumplido.

      Jehová crea “nuevos cielos y una nueva tierra”, donde las cosas anteriores no serán recordadas

      ¿Qué son los “nuevos cielos”?
      • Un nuevo gobierno que traerá justicia a la Tierra.
      • Entró en funciones en 1914, cuando Cristo fue coronado como Rey del Reino de Dios.
      ¿Qué es la “nueva tierra”?
      • Una sociedad formada por personas de todas las nacionalidades, lenguas y razas que desean someterse al nuevo gobierno celestial.
      ¿En qué sentido no serán recordadas las cosas anteriores?
      • Todo lo que provoca malos recuerdos —el sufrimiento físico, mental o emocional— quedará en el pasado.
      • Las personas fieles a Dios disfrutarán plenamente de la vida, y no pasará un solo día sin que atesoren nuevos y entrañables recuerdos.

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  • Isa 65:17. “Las cosas anteriores no serán recordadas” (ip-2 pág. 383 párr. 23).
  • (Isaías 65:17) ”Porque, ¡miren!, voy a crear nuevos cielos y una nueva tierra; y las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón.

  • ip-2 pág. 383 párr. 23
  • 23. ¿Qué predicción encontramos en el libro de Revelación sobre “un nuevo cielo y una nueva tierra”, y cómo se cumplirá?
    23 El libro de Revelación describe una visión que tuvo el apóstol Juan acerca del venidero día de Jehová, en el que se aniquilará este sistema de cosas. Después seguirá el abismamiento de Satanás (Revelación 19:11–20:3). Tras esa descripción, Juan escribió, aludiendo a las palabras proféticas de Isaías: “Vi un nuevo cielo y una nueva tierra”. Los versículos subsiguientes del relato de esta gloriosa visión hablan del día en el que Dios mejorará radicalmente las condiciones de esta Tierra (Revelación 21:1, 3-5). Está claro que la promesa de Isaías de unos “nuevos cielos y una nueva tierra” tendrá un cumplimiento maravilloso en el nuevo mundo de Dios. Bajo los nuevos cielos gubernamentales, la nueva sociedad terrestre disfrutará de un paraíso, tanto físico como espiritual. La garantía de que “las cosas anteriores [enfermedades, sufrimiento y demás penalidades humanas] no serán recordadas, ni subirán al corazón”, es todo un consuelo. Prescindiendo de qué recuerdos conservemos entonces, ninguno de ellos nos causará el dolor profundo que ahora aflige a muchos corazones.
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  • (Isaías 65:18, 19) Pero alborócense y estén gozosos para siempre en lo que voy a crear. Porque, ¡miren!, voy a crear a Jerusalén una causa para gozo y a su pueblo una causa para alborozo. 19 Y ciertamente estaré gozoso en Jerusalén y me alborozaré en mi pueblo; y ya no se oirá más en ella el sonido de llanto ni el sonido de un lastimero clamor”.

  • ip-2 pág. 384 párr. 25
  • 25, 26. a) ¿Cómo hace Jehová “a Jerusalén una causa para gozo” hoy en día? b) ¿Para qué fin se valdrá Jehová de la Nueva Jerusalén, y por qué podemos alborozarnos?
    25 Hoy en día, Jehová también hace “a Jerusalén una causa para gozo”. ¿En qué sentido? Como ya hemos visto, los nuevos cielos que se establecieron en 1914 finalmente contarán con 144.000 cogobernantes que participarán en el Reino celestial. El conjunto de todos ellos recibe el nombre profético de “Nueva Jerusalén” (Revelación 21:2). Es de esta de quien Dios dice: “¡Miren!, voy a crear a Jerusalén una causa para gozo y a su pueblo una causa para alborozo”. Él se valdrá de la Nueva Jerusalén para colmar de indecibles bendiciones a la humanidad obediente. Ya no se oirán llantos ni clamores lastimeros, pues Jehová satisfará “las peticiones de [nuestro] corazón” (Salmo 37:3, 4).
    26 Verdaderamente tenemos motivos más que suficientes para alborozarnos. Dentro de poco, Jehová santificará su glorioso nombre destruyendo a todos sus enemigos (Salmo 83:17, 18). Los nuevos cielos asumirán entonces el control total. Sin duda son magníficas razones para alborozarnos y estar gozosos para siempre en lo que Dios va a crear.
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  • Isa 65:21-23. La vida tendrá sentido y nadie tendrá miedo (w12 15/9 pág. 9 párrs. 4, 5).
  • (Isaías 65:21-23) Y ciertamente edificarán casas, y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán [su] fruto. 22 No edificarán y otro [lo] ocupará; no plantarán y otro [lo] comerá. Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos mis escogidos usarán a grado cabal. 23 No se afanarán para nada, ni darán a luz para disturbio; porque son la prole [que está] compuesta de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos.

  • w12 15/9 pág. 9 párrs. 4, 5
  • “EDIFICARÁN CASAS, Y [...] PLANTARÁN VIÑAS”

    4. ¿A qué crisis de vivienda se enfrenta el mundo actual?
    ¿A quién no le gustaría tener su propia casa, un lugar donde su familia pueda sentirse segura? Sin embargo, el mundo actual se enfrenta a una enorme crisis de vivienda. Las grandes ciudades están abarrotadas, y muchos de sus habitantes se las arreglan como pueden malviviendo en barrios pobres en condiciones míseras. Para estas personas, la idea de poseer un hogar digno no es más que un sueño.
    5, 6. a) ¿Cómo se cumplirán Isaías 65:21 y Miqueas 4:4? b) ¿Qué debemos hacer para ver cumplidas esas promesas?
    Bajo el Reino, todo el mundo verá cumplido su deseo de poseer un hogar, pues Isaías profetizó: “Edificarán casas, y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán su fruto” (Is. 65:21). Claro está, hoy día hay personas que ya disponen de una casa, y algunos incluso de una gran propiedad o una mansión. Pero siempre existe el miedo de perderla por problemas económicos o el de sufrir el asalto de un ladrón o algo peor. El Reino de Dios también eliminará esas preocupaciones, pues el profeta Miqueas escribió: “Se sentarán, cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá nadie que los haga temblar” (Miq. 4:4).
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  • Busquemos perlas escondidas (8 mins.)
    • Isa 63:5. ¿En qué sentido sostiene a Dios su propia furia? (w07 15/1 pág. 11 párr. 5).
    • (Isaías 63:5) Y seguí mirando, pero no había ayudador; y empecé a mostrarme pasmado, pero no había nadie que ofreciera sostén. De modo que mi brazo me suministró salvación, y mi furia me sostuvo.

    • w07 15/1 pág. 11 párr. 5
    • 63:5. ¿En qué sentido sostiene a Dios su propia furia? La furia de Dios es una emoción controlada: su justa indignación. Su furia lo sostiene en el sentido de que lo motiva a ejecutar sus justos juicios.
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    • Isa 64:8. ¿Cómo ejerce su autoridad Jehová, nuestro Alfarero? (w13 15/6 pág. 25 párrs. 3-5).
    • (Isaías 64:8) Y ahora, oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano.

    • w13 15/6 pág. 25 párrs. 3-5
    • CÓMO EJERCE SU AUTORIDAD EL ALFARERO

      3. ¿Qué comparación hallamos en Isaías 64:8 y Jeremías 18:1-6 en cuanto a la autoridad de Jehová sobre los seres humanos? (Vea la ilustración del principio.)
      Refiriéndose a la autoridad de Jehová sobre personas y naciones, la Biblia emplea esta comparación: “Oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano” (Is. 64:8). Un alfarero puede dar al barro la forma que desee, y el barro no tiene control sobre ello. Lo mismo pasa con la relación entre el hombre y Dios. Así como el barro no puede cuestionar lo que el alfarero hace con él, tampoco nosotros tenemos derecho a decirle a Dios cómo debe moldearnos (lea Jeremías 18:1-6).
      4. ¿Moldea Dios caprichosamente a los hombres o las naciones? Explique su respuesta.
      Jehová demostró con el antiguo Israel que puede hacer lo que un alfarero hace con el barro. Sin embargo, hay una notable diferencia. Un alfarero puede crear con un pedazo de arcilla el tipo de vasija que se le antoje. Pero ¿moldea Jehová caprichosamente a los hombres o las naciones, haciendo a unos buenos y a otros malos? La Biblia responde que no. Jehová le ha regalado a la humanidad algo muy valioso: el libre albedrío. Y él no ejerce su soberanía de un modo que anule ese regalo. Por eso, para que los moldee según su propósito, los seres humanos deben desearlo (lea Jeremías 18:7-10).
      5. Cuando los hombres no se dejan moldear por Jehová, ¿cómo ejerce él su autoridad sobre ellos?
      Ahora bien, ¿cómo ejerce el Gran Alfarero su autoridad sobre quienes se niegan tercamente a que los moldee? Cuando un pedazo de arcilla no se puede usar para el fin previsto, quizás tenga que ser transformado en otro tipo de vasija o ser desechado. Esto suele deberse a que el artesano no lo trabajó bien. No obstante, tal cosa nunca sucede con nuestro Alfarero (Deut. 32:4). Cuando una persona no cede a sus esfuerzos por moldearla, la culpa siempre es de ella. Jehová ejerce su autoridad sobre los hombres tratándolos según se dejen moldear o no. Los que son dóciles son moldeados de un modo provechoso. Por ejemplo, los cristianos ungidos son “vasos de misericordia” que han sido convertidos en “vaso[s] para uso honroso”. En cambio, los que insisten en oponerse a Dios acaban siendo “vasos de ira hechos a propósito para la destrucción” (Rom. 9:19-23).
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    • ¿Qué me enseña sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?
    • 63:5. ¿En qué sentido sostiene a Dios su propia furia? La furia de Dios es una emoción controlada: su justa indignación. Su furia lo sostiene en el sentido de que lo motiva a ejecutar sus justos juicios.
    • 64:6. Los seres humanos imperfectos no pueden salvarse a sí mismos. En lo que respecta a expiar sus pecados, sus actos justos solo son como prendas de vestir sucias (Romanos 3:23, 24).
    • 65:13, 14. Jehová bendice a sus siervos fieles satisfaciendo generosamente su necesidad espiritual.
      66:3-5. Jehová detesta la hipocresía.
    • EXTRAS
    • 64:8. Refiriéndose a la autoridad de Jehová sobre personas y naciones, la Biblia emplea esta comparación: “Oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano” (Is. 64:8). Un alfarero puede dar al barro la forma que desee, y el barro no tiene control sobre ello. Lo mismo pasa con la relación entre el hombre y Dios. Así como el barro no puede cuestionar lo que el alfarero hace con él, tampoco nosotros tenemos derecho a decirle a Dios cómo debe moldearnos (lea Jeremías 18:1-6).
      Jehová demostró con el antiguo Israel que puede hacer lo que un alfarero hace con el barro. Sin embargo, hay una notable diferencia. Un alfarero puede crear con un pedazo de arcilla el tipo de vasija que se le antoje. Pero ¿moldea Jehová caprichosamente a los hombres o las naciones, haciendo a unos buenos y a otros malos? La Biblia responde que no. Jehová le ha regalado a la humanidad algo muy valioso: el libre albedrío. Y él no ejerce su soberanía de un modo que anule ese regalo. Por eso, para que los moldee según su propósito, los seres humanos deben desearlo (lea Jeremías 18:7-10).
    • 65:11,12. Por otro lado, analicemos la situación de los israelitas siete siglos después. Para entonces, muchos de ellos habían adoptado costumbres paganas, como, por ejemplo, reunirse el último día del año alrededor de una mesa con alimentos espléndidos y vino dulce. No era una simple reunión familiar, sino una ceremonia religiosa en honor de dos divinidades paganas. El profeta Isaías les recordó qué opinaba Dios de tal infidelidad: “Ustedes son los que dejan a Jehová, los que olvidan mi santa montaña, los que arreglan una mesa para el dios de la Buena Suerte y los que llenan vino mezclado para el dios del Destino”. Creían que la cosecha anual no dependía de contar con la bendición de Jehová, sino de aplacar al “dios de la Buena Suerte” y al “dios del Destino”. En realidad, al rebelarse a sabiendas, estaban firmando su propia sentencia: “Yo ciertamente los destinaré a la espada —les anunció Jehová—, y todos ustedes se encorvarán para ser degollados; por razón de que llamé, pero no respondieron; hablé, pero no escucharon; y siguieron haciendo lo que era malo a mis ojos, y escogieron la cosa en que no tuve deleite” (Isaías 65:11, 12). Por haber hecho una elección tan mala, se acarrearon la destrucción, y los dioses del Destino y de la Buena Suerte no pudieron hacer nada para evitarlo.
    • 65:17. LOS recuerdos pueden ser dulces y cálidos, como cuando evocamos agradables momentos compartidos con personas queridas. En cambio, hay recuerdos amargos que pudieran atormentarnos. ¿Le ocurre eso a usted por culpa de dolorosas vivencias del pasado? De ser así, quizás se pregunte si alguna vez se borrarán de su mente. En el libro bíblico que escribió el profeta Isaías encontramos una animadora respuesta. (Lea Isaías 65:17.)

    • Jehová se propone erradicar los recuerdos tristes y todo lo que los causa. ¿Cómo lo hará? Para acabar con el sufrimiento, reemplazará este mundo malvado por otro infinitamente mejor. Jehová prometió mediante Isaías: “Voy a crear nuevos cielos y una nueva tierra”. Comprender esta promesa nos llena de esperanza.

    • ¿Qué son esos nuevos cielos? En la Biblia hallamos dos pistas. La primera la dan dos escritores bíblicos que también mencionan esta expresión. En ambos casos, los nuevos cielos se relacionan con grandes cambios en la Tierra (2 Pedro 3:13; Revelación [Apocalipsis] 21:1-4). La segunda pista tiene que ver con el término cielos, que en la Biblia puede representar reinos o gobiernos (Isaías 14:4, 12; Daniel 4:25, 26). De modo que los nuevos cielos son un nuevo gobierno capaz de establecer una sociedad justa. Solo hay un gobierno que puede hacer algo así: el Reino de Dios. Jesús enseñó a sus discípulos a pedir en oración ese gobierno celestial, el cual logrará que la justa voluntad de Dios se cumpla en toda la Tierra (Mateo 6:9, 10).

    • ¿Qué es la nueva tierra? Examinemos dos detalles que nos llevan a la conclusión correcta. Para empezar, cuando la Biblia utiliza el término tierra, a veces se refiere a la gente, no al planeta (Salmo 96:1; Génesis 11:1). Además, las Escrituras predicen que bajo el Reino de Dios, todos aprenderán a ser justos y reinará la justicia (Isaías 26:9). La nueva tierra, por tanto, se refiere a una sociedad formada por personas que aceptan el gobierno de Dios y obedecen sus justas normas.

    • ¿Se va dando cuenta de cómo Jehová eliminará la causa de los malos recuerdos? Dentro de poco cumplirá su palabra de implantar unos nuevos cielos y una nueva tierra. Así establecerá un mundo nuevo y justo. Entonces, todo lo que provoca los malos recuerdos —el sufrimiento físico, mental o emocional— quedará en el pasado. Las personas fieles a Dios disfrutarán plenamente de la vida, y no pasará un solo día sin que atesoren nuevos y entrañables recuerdos.

    • ¿Y qué hay en cuanto a los amargos recuerdos que quizá nos inquietan ahora? La promesa que Jehová hizo mediante Isaías también asegura que “las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón”. Prescindiendo de las experiencias desagradables que hayamos vivido en este viejo mundo, las iremos olvidando gradualmente. ¿Le atrae esta perspectiva? Si así es, ¿por qué no investiga cómo acercarse más al Dios que garantiza este brillante porvenir?

    • 65:20. El capítulo 65 de Isaías describe proféticamente las condiciones de las que disfrutaremos si tenemos la aprobación de Jehová para vivir cuando él cree, en su sentido final, los nuevos cielos y la nueva tierra. Aquellos que sean bendecidos con un lugar perdurable en la nueva tierra no envejecerán para luego morir inevitablemente. Isaías 65:20 nos asegura: “Ya no llegará a haber de aquel lugar un niño de pecho de unos cuantos días de edad, ni un viejo que no cumpla sus días; porque uno morirá como simple muchacho, aunque tenga cien años de edad; y en cuanto al pecador, aunque tenga cien años de edad se invocará el mal contra él”.
    • 65:21. dice también que comerá el fruto de lo que plante. Estas palabras resumen la situación general: todo el mundo obtendrá una profunda satisfacción de su trabajo, el fruto de su propio esfuerzo

    • Dios impulsó al profeta Isaías a escribir sobre la clase de vida que disfrutarán sus siervos en la Tierra (léase Isaías 65:21-25). Todavía existen algunos de los árboles que estaban vivos cuando Isaías puso por escrito esas palabras hace dos mil setecientos años. ¿Se imagina que usted pudiera vivir miles de años con vigor y plena salud?
      La vida del hombre no será un fugaz paso por este planeta. Al contrario, tendremos infinitas oportunidades de aprender y, como dijo Isaías, de edificar y plantar. Las amistades que entablemos seguirán estrechándose por toda la eternidad. ¡Qué “gloriosa libertad” disfrutarán en la Tierra “los hijos de Dios”! (Rom. 8:21.)
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    • ¿Qué ideas de la lectura bíblica de esta semana pueden servirme en la predicación?
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  • Lectura de la Biblia (4 mins. o menos): Isa 63:1-10.
  • (Isaías 63:1-10) 1 ¿Quién es este que viene de Edom, el que [viene] con prendas de vestir de colores relumbrantes desde Bozrá, este que es honorable en su ropa, que marcha en la abundancia de su poder? “Yo, Aquel que habla en justicia, Aquel que abunda [en poder] para salvar.” 2 ¿Por qué está roja tu ropa, y tus prendas de vestir están como las de uno que está pisando en el lagar? 3 “La artesa para vino he pisado yo solo, mientras no estuvo conmigo ningún hombre de los pueblos. Y seguí pisándolos en mi cólera, y seguí hollándolos en mi furia. Y su sangre que salía a chorros siguió salpicando mis prendas de vestir, y toda mi ropa la he contaminado. 4 Porque el día de venganza está en mi corazón, y el mismísimo año de mis recomprados ha venido. 5 Y seguí mirando, pero no había ayudador; y empecé a mostrarme pasmado, pero no había nadie que ofreciera sostén. De modo que mi brazo me suministró salvación, y mi furia me sostuvo. 6 Y seguí pisando duro a los pueblos en mi cólera, y procedí a emborracharlos con mi furia y a hacer bajar hasta la tierra su sangre que salía a chorros.” 7 Las bondades amorosas de Jehová mencionaré, las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que nos ha hecho Jehová, hasta el abundante bien a la casa de Israel que les ha hecho conforme a sus misericordias y conforme a la abundancia de sus bondades amorosas. 8 Y él pasó a decir: “De seguro ellos son mi pueblo, hijos que no resultarán falsos”. De modo que para ellos se hizo Salvador. 9 Durante [el tiempo de] toda la angustia de ellos le fue angustioso a él. Y su propio mensajero personal los salvó. En su amor y en su compasión él mismo los recompró, y procedió a alzarlos y llevarlos todos los días de mucho tiempo atrás. 10 Pero ellos mismos se rebelaron e hicieron que su espíritu santo se sintiera herido. Ahora él fue cambiado en enemigo de ellos; él mismo guerreó contra ellos.

    SEAMOS MEJORES MAESTROS

    • Primera conversación (2 mins. o menos): Ef 5:33. Enseñe la verdad.


    (Efesios 5:33) Sin embargo, también, que cada uno de ustedes individualmente ame a su esposa tal como se ama a sí mismo; por otra parte, la esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo.

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    (1 Timoteo 5:8) Ciertamente si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe.
    (Tito 2:4, 5) para que hagan recobrar el juicio a las mujeres jóvenes para que estas amen a sus esposos, amen a sus hijos, 5 sean de juicio sano, castas, trabajadoras en casa, buenas, sujetas a sus propios esposos, para que no se hable injuriosamente de la palabra de Dios.

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    (Isaías 66:23) “Y ciertamente sucederá que de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado vendrá toda carne para inclinarse delante de mí —ha dicho Jehová—.
    w06 1/11 págs. 30, 31 párrs. 14-17

    Un rasgo permanente de nuestra adoración
    14, 15. a) ¿De qué manera evitamos “descuidar la casa de nuestro Dios”? b) ¿Cómo se está cumpliendo hoyIsaías 66:23?
    14 Como ya dijimos, Jehová está congregando a su pueblo y haciendo que se regocije dentro de su “casa de oración”, o templo espiritual (Isaías 56:7). El fiel Nehemías les recordó a sus hermanos judíos la obligación de respetar el templo de Jerusalén y hacer contribuciones para su mantenimiento. “No debemos descuidar la casa de nuestro Dios”, les dijo (Nehemías 10:39). Y nosotros, en conformidad con esa exhortación, no debemos menospreciar la invitación que Jehová nos hace para adorarlo en su “casa de oración”.
    15 Subrayando la necesidad de congregarse periódicamente para adorar, Isaías profetizó: “Sucederá que de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado vendrá toda carne para inclinarse delante de mí —ha dicho Jehová—” (Isaías 66:23). Esta predicción se está cumpliendo hoy. Constantemente, semana a semana y mes tras mes, los cristianos adoramos a Jehová participando en actividades como las reuniones cristianas y el ministerio público. ¿Se cuenta usted entre los que regularmente ‘vienen para inclinarse delante de Jehová’?
    16. ¿Por qué debe ser un rasgo permanente de nuestra vida la asistencia regular a las reuniones?
    16 Las palabras de Isaías 66:23 se cumplirán por completo en el nuevo mundo que Jehová ha prometido. Entonces, en sentido literal, semana a semana y mes tras mes, “vendrá toda carne para inclinarse delante de [...] Jehová”, es decir, adorarlo por toda la eternidad. Dado que en el nuevo sistema de cosas la asistencia regular a las reuniones sagradas será un rasgo permanente de nuestra vida espiritual, ¿no debería serlo ya en la actualidad?
    17. ¿Por qué necesitamos las reuniones aún más “al contemplar [...] que el día se acerca”?
    17 Conforme se acerca el fin, debemos estar más resueltos que nunca a no perdernos las reuniones cristianas. Por respeto a su carácter sagrado, no dejemos que el trabajo, las tareas escolares o las clases nocturnas nos impidan reunirnos asiduamente con nuestros hermanos. Necesitamos las fuerzas que nos da su compañía. Las reuniones de la congregación nos permiten conocernos mejor, animarnos e incitarnos “al amor y a las obras excelentes”. Tales cosas son muy necesarias, y más aún “al contemplar [...] que el día se acerca” (Hebreos 10:24, 25). Por lo tanto, mostremos siempre respeto a nuestras reuniones sagradas asistiendo con regularidad, yendo bien arreglados y comportándonos como es debido. Así demostraremos que nos adherimos al criterio de Jehová sobre las cosas sagradas.

    NUESTRA VIDA CRISTIANA


    (Isaías 65:17, 18) ”Porque, ¡miren!, voy a crear nuevos cielos y una nueva tierra; y las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón. 18 Pero alborócense y estén gozosos para siempre en lo que voy a crear. Porque, ¡miren!, voy a crear a Jerusalén una causa para gozo y a su pueblo una causa para alborozo.
    (Romanos 12:12) Regocíjense en la esperanza. Aguanten bajo tribulación. Perseveren en la oración.



    Una esperanza que nos hace muy felices


    La esperanza es como un ancla (Heb 6:19). Nos ayuda a no naufragar cuando pasamos por tempestades en sentido espiritual (1Ti 1:18, 19). Esas tormentas pueden ser decepciones personales, pérdidas materiales, enfermedades largas, la muerte de un ser querido o cualquier otra cosa que amenace nuestra lealtad a Jehová.
    La fe y la esperanza nos permiten ver con claridad la recompensa prometida (2Co 4:16-18;Heb 11:13, 26, 27). Por eso, debemos meditar regularmente en las promesas bíblicas para fortalecer nuestra esperanza, ya sea de vivir en el cielo o en la Tierra. Así, cuando estemos bajo presión a causa de las pruebas, nos será más fácil conservar el gozo (1Pe 1:6, 7).
    DESPUÉS DE VER EL VIDEO REGOCÍJENSE EN LA ESPERANZA”, RESPONDAN LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:
    • ¿Por qué fue Moisés un buen ejemplo para nosotros?
    • ¿Qué responsabilidad tienen los cabezas de familia?
    • ¿Qué temas pueden incluir en sus ideas para la adoración en familia?
    • ¿Cómo puede la esperanza ayudarnos a afrontar las pruebas con confianza?
    • ¿Qué es lo que más anhela?
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    kr cap. 9 párrs. 1-9

    1, 2. a) ¿Por qué les cuesta entender a los discípulos lo que Jesús les dice? b) ¿De qué tipo de cosecha les está hablando Jesús?
    JESÚS les dice a sus discípulos: “Alcen los ojos y miren los campos, que están blancos para la siega”. Ellos miran hacia donde él les señala y lo único que ven son campos verdes de cebada empezando a brotar, no blancos y maduros para la siega. Dado que todavía faltan meses para que llegue la siega, o cosecha, a los discípulos probablemente les cueste entender las palabras de su Maestro (Juan 4:35).
    Pero Jesús no les está hablando de la cosecha de la cebada. Él quiere enseñarles dos lecciones importantes relacionadas con una cosecha espiritual, una recolección de personas. Analicemos con más detalle el relato para captar esas dos lecciones.

    Un llamado a la acción y una promesa de felicidad

    3. a) ¿A qué se refería posiblemente Jesús cuando dijo: “Los campos [...] están blancos para la siega”? (Vea la nota.) b) ¿Cómo aclaró Jesús el significado de sus palabras?
    Aquella conversación tuvo lugar a finales del año 30, cerca de la ciudad samaritana de Sicar. Mientras los discípulos iban a la ciudad, Jesús se quedó junto a un pozo y le estuvo enseñando verdades espirituales a una mujer, quien captó enseguida el valor de sus enseñanzas. Cuando los discípulos regresaron, ella corrió a Sicar para contarles a sus vecinos las sorprendentes cosas que Jesús le había dicho. Muchos de ellos se interesaron y fueron enseguida al pozo para conocer a Jesús. Posiblemente fue entonces cuando Jesús miró a lo lejos, más allá de los campos, y al ver a la multitud de samaritanos que se acercaba, dijo: “Miren los campos, que están blancos para la siega”.* A continuación, para aclarar que no se refería a una cosecha literal, sino a una espiritual, añadió: “El segador está [...] recogiendo fruto para vida eterna” (Juan 4:5-30, 36).
    4. a) ¿Qué dos lecciones sobre la cosecha enseñó Jesús? b) ¿Qué preguntas analizaremos?
    ¿Qué dos lecciones importantes sobre la cosecha espiritual enseñó Jesús? La primera,que la obra es urgente. Al decir que “los campos [...] están blancos para la siega”, estaba haciendo un llamado a la acción, animando a sus seguidores a poner manos a la obra. Y para que vieran lo urgente que era, agregó: “Ya el segador está recibiendo salario”. En efecto, la cosecha ya había empezado; no había tiempo que perder. La segunda lección era que los obreros se sienten felices. Jesús dijo que los sembradores y los segadores se regocijarían juntos (Juan 4:35b, 36). Tal como Jesús se sintió feliz al ver que “muchos de los samaritanos [...] pusieron fe en él”, sus discípulos también se sentirían felices al realizar con empeño su labor (Juan 4:39-42). Este relato del siglo primero es muy importante para nosotros porque ilustra lo que está sucediendo en nuestros días durante la mayor cosecha espiritual de todos los tiempos. Ahora bien, ¿cuándo empezó esta cosecha? ¿Quiénes participan en ella? ¿Y cuáles han sido los resultados de la cosecha?

    Nuestro Rey dirige la mayor cosecha de todos los tiempos

    5. ¿Quién dirige la cosecha mundial, y cómo indica la visión de Juan que la labor es urgente?
    En una visión, Jehová le revela al apóstol Juan que ha asignado a Jesús para dirigir una cosecha mundial: la recolección de una multitud de personas (lea Revelación 14:14-16).Juan ve a Jesús con una corona y una hoz. La “corona de oro sobre su cabeza” confirma que Jesús ocupa el puesto de Rey. La “hoz aguda en su mano” confirma su función de cosechador. Al decir mediante un ángel que “la mies [o cosecha] de la tierra está cabalmente madura”, Jehová pone de relieve que la labor es urgente. Así es, “ha llegado la hora de segar”: hay que actuar sin demora. Jesús recibe este mandato de parte de Dios: “Pon dentro tu hoz”. Él obedece, mete su hoz en la tierra y la tierra queda segada, es decir, recoge como discípulos de él a personas de todo el mundo. Esta emocionante visión nos recuerda que, de nuevo, “los campos [...] están blancos para la siega”. ¿Nos ayuda esta visión a determinar cuándo empezó esta recolección mundial? Sí, veámoslo.
    (Revelación 14:14-16) Y vi, y, ¡miren!, una nube blanca, y sobre la nube alguien sentado semejante a un hijo del hombre, con una corona de oro sobre su cabeza y una hoz aguda en su mano. 15 Y otro ángel salió del [santuario del] templo, clamando con voz fuerte al que estaba sentado sobre la nube: “Pon dentro tu hoz y siega, porque ha llegado la hora de segar, porque la mies de la tierra está cabalmente madura”. 16 Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz sobre la tierra, y la tierra fue segada.

    6. a) ¿Cuándo empezó “la época de la siega”? b) ¿Cuándo comenzó a recolectarse “la mies de la tierra”? Explique su respuesta.
    La visión de Juan registrada en el capítulo 14 de Revelación muestra a Jesús, el cosechador, llevando una corona (versículo 14), por lo que su nombramiento como rey en 1914 ya había tenido lugar (Dan. 7:13, 14). Algún tiempo después de su coronación se le dice a Jesús que empiece a cosechar (versículo 15). Este orden de sucesos es el mismo que se ve en la parábola de Jesús sobre la cosecha del trigo, donde él dice: “La siega es una conclusión de un sistema de cosas”. De modo que la época de la siega y la conclusión de este sistema de cosas empezaron al mismo tiempo: en 1914. Después, una vez ya “enla época de la siega”, empezó la cosecha en sí (Mat. 13:30, 39). Al mirar atrás desde nuestra posición ventajosa en el tiempo, nos damos cuenta de que la cosecha empezó unos años después de que Jesús comenzara a gobernar como rey. Primero, desde 1914 hasta principios de 1919, Jesús efectuó una labor de limpieza entre sus seguidores ungidos (Mal. 3:1-3; 1 Ped. 4:17). Después, en ese mismo año de 1919, comenzó a recolectarse “la mies de la tierra”. Enseguida, y a fin de ayudar a nuestros hermanos a ver la urgencia de la predicación, Jesús utilizó al esclavo fiel recién nombrado. Veamos lo que sucedió.
    7. a) ¿Qué ayudó a los hermanos a darse cuenta de la urgencia de la predicación? b) ¿Qué se les animó a hacer?
    En julio de 1920, la revista Watch Tower comentó: “Al analizar las Escrituras, vemos que a la iglesia [es decir, a la congregación cristiana] se le ha concedido el privilegio de proclamar un mensaje sobre el reino”. Por ejemplo, las palabras proféticas de Isaías ayudaron a los hermanos a ver que se tenían que anunciar las buenas nuevas por todo el mundo (Is. 49:6;52:7; 61:1-3). Ellos no sabían cómo iban a llevar a cabo aquella obra, pero estaban convencidos de que Jehová les abriría el camino (lea Isaías 59:1). Al entender con más claridad la urgencia de la predicación, se animó a los hermanos a intensificar sus actividades. ¿Cómo respondieron?
    (Isaías 59:1) ¡Miren! La mano de Jehová no se ha acortado demasiado, de modo que no pueda salvar, ni se ha hecho su oído demasiado pesado, de modo que no pueda oír.
    8. En 1921, ¿qué dos puntos sobre la predicación captaron nuestros hermanos?
    En diciembre de 1921, la revista Watch Tower anunció: “Ha sido el mejor año de todos; y muchas más personas han oído el mensaje de la verdad en 1921 que en cualquier otro año”. Y añadió: “Todavía queda mucho por hacer, [...] hagámoslo con un corazón gozoso”. Es obvio que los hermanos habían captado los dos mismos puntos que Jesús enseñó a sus apóstoles sobre la predicación: la obra es urgente y los obreros se sienten felices.
    9. a) ¿Qué dijo La Atalaya en 1955 sobre la cosecha, y por qué? b) ¿Qué aumento ha habido en la cantidad de publicadores en los últimos cincuenta años? (Vea la tabla “Aumento mundial”.)
    Después de que se entendió —durante la década de 1930— que una gran muchedumbre de otras ovejas respondería al mensaje del Reino, la predicación se intensificó aún más (Is. 55:5; Juan 10:16; Rev. 7:9). ¿Con qué resultados? La cantidad de proclamadores del Reino aumentó de 41.000 en 1934 a nada menos que 500.000 en 1953. La Atalaya del 15 de mayo de 1955 reconoció lo siguiente: “Es el espíritu de Jehová y el poder de su Palabra lo que ha logrado esta grande cosecha” (Zac. 4:6).*
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    • Repaso de la reunión y adelanto de la próxima (3 mins.)

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    “Gusten y vean que Jehová es bueno”

    1. Feliz quien a Dios adora,
    quien siempre le da lo mejor.
    No deja pasar la oportunidad
    de hablar de Su Reino de amor.
    (ESTRIBILLO)
    La Biblia invita: “Gusta y ve
    qué bondadoso es Jehová”.
    Haz cuanto puedas con devoción,
    y gran ganancia tendrás.
    2. Si a tiempo completo sirves,
    tendrás bendiciones sin par.
    Confiando en Jehová en toda ocasión,
    su inmensa bondad palparás.
    (ESTRIBILLO)
    La Biblia invita: “Gusta y ve
    qué bondadoso es Jehová”.
    Haz cuanto puedas con devoción,
    y gran ganancia tendrás.
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    PFC777

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