lunes, 1 de julio de 2013

SEMANA DEL 1 DE JULIO 2013

CÁNTICO 69
"HAZME CONOCER TUS CAMINOS"
  • Estudio Bíblico de Congregación (jr cap. 11 párrs. 9-14.) (30 minutos)
Párrafo 9
(Jeremías 3:15) Y de veras les daré pastores de acuerdo con mi corazón, y ellos ciertamente los apacentarán con conocimiento y perspicacia.
(1 Timoteo 3:2) El superintendente, por lo tanto, debe ser irreprensible, esposo de una sola mujer, moderado en los hábitos, de juicio sano, ordenado, hospitalario, capacitado para enseñar,
(1 Timoteo 5:17) Que los ancianos que presiden excelentemente sean tenidos por dignos de doble honra, especialmente los que trabajan duro en hablar y enseñar.
(Jeremías 6:8) Déjate corregir, oh Jerusalén, para que mi alma no se aparte de ti disgustada; para que no te ponga como un yermo desolado, una tierra no habitada”.
Párrafo 10
(Jeremías 1:7-10) Y Jehová pasó a decirme: “No digas: ‘Solo soy un muchacho’. Antes bien, a todos aquellos a quienes te envíe, debes ir; y todo lo que yo te mande, debes hablar. 8 No tengas miedo a causa de sus rostros, porque: ‘Yo estoy contigo para librarte’, es la expresión de Jehová”. 9 En esto, Jehová alargó la mano e hizo que esta me tocara la boca. Entonces me dijo Jehová: “Mira que he puesto mis palabras en tu boca. 10 Ve, te he comisionado este día para estar sobre las naciones y sobre los reinos, para desarraigar y para demoler y para destruir y para derruir, para edificar y para plantar”.
Párrafo 11
(Jeremías 10:21) Porque los pastores se han portado irrazonablemente, y no han buscado siquiera a Jehová. Por eso no han obrado con perspicacia, y todos sus animales apacentados han sido esparcidos”.
(Jeremías 14:14, 15) Y Jehová pasó a decirme: “Falsedad es lo que los profetas están profetizando en mi nombre. Yo no los he enviado, ni les he ordenado ni les he hablado. Una visión falsa y adivinación y una cosa que nada vale y la artimaña de su corazón es lo que ellos les están hablando proféticamente. 15 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová respecto a los profetas que están profetizando en mi nombre y a quienes yo mismo no envié, y que están diciendo que no ocurrirá espada ni hambre en este país: ‘A espada y por hambre serán acabados aquellos profetas.
Párrafo 13
(Jeremías 19:1) Esto es lo que dijo Jehová: “Ve, y tienes que conseguir un frasco de barro de alfarero, y a algunos de los ancianos del pueblo y a algunos de los ancianos de los sacerdotes.
(Jeremías 19:10, 11) ”Y tienes que quebrar el frasco ante los ojos de los hombres que van contigo. 11 Y tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “De la misma manera quebraré yo a este pueblo y a esta ciudad como quiebra alguien la vasija del alfarero de modo que ya no puede componerse; y en Tófet enterrarán hasta que no haya más lugar para enterrar”’.
(Jeremías 27:1-22) Al principio del reino de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, a Jeremías le ocurrió esta palabra de parte de Jehová, diciendo: 2 “Esto es lo que me ha dicho Jehová: ‘Hazte ataduras y varas que sirvan de yugo, y tienes que ponértelas sobre el cuello. 3 Y tienes que enviárselas al rey de Edom y al rey de Moab y al rey de los hijos de Ammón y al rey de Tiro y al rey de Sidón, por la mano de los mensajeros que están viniendo a Jerusalén a Sedequías el rey de Judá. 4 Y tienes que darles un mandato para sus amos, y decir: ”’“Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel; esto es lo que ustedes deben decir a sus amos: 5 ‘Yo mismo he hecho la tierra, a la humanidad y las bestias que están sobre la superficie de la tierra por mi gran poder y por mi brazo extendido; y la he dado a quien ha resultado recto a mis ojos darla. 6 Y ahora yo mismo he dado todos estos países en la mano de Nabucodonosor el rey de Babilonia, mi siervo; y hasta las bestias salvajes del campo se las he dado para que le sirvan. 7 Y todas las naciones tienen que servirle, sí, a él y a su hijo y a su nieto hasta que llegue el tiempo de aun su propio país, y muchas naciones y reyes grandes tendrán que explotarlo como siervo’. 8 ”’”‘Y tiene que suceder que la nación y el reino que no quiera servirle, aun a Nabucodonosor el rey de Babilonia; y el que no quiera poner su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, con la espada y con el hambre y con la peste dirigiré yo mi atención a esa nación —es la expresión de Jehová— hasta que los haya acabado por mano de él.’ 9 ”’”‘Y en cuanto a ustedes, no escuchen a sus profetas ni a sus practicantes de adivinación ni a sus soñadores ni a sus practicantes de magia ni a sus hechiceros, que están diciéndoles: “Ustedes no servirán al rey de Babilonia”. 10 Porque falsedad es lo que les están profetizando, con el propósito de que sean llevados lejos de sobre su suelo; y yo tenga que dispersarlos, y ustedes tengan que perecer. 11 ”’”’Y en cuanto a la nación que ponga su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y realmente le sirva, yo también ciertamente la dejaré descansar sobre su suelo —es la expresión de Jehová— y ciertamente lo cultivará y morará en él’”’”. 12 Aun a Sedequías el rey de Judá hablé conforme a todas estas palabras, y dije: “Pongan sus cuellos bajo el yugo del rey de Babilonia y sírvanles a él y a su pueblo y sigan viviendo. 13 ¿Por qué deben morir tú mismo y tu pueblo a espada, del hambre y de la peste conforme a lo que Jehová ha hablado a la nación que no sirva al rey de Babilonia? 14 Y no escuchen las palabras de los profetas que les están diciendo: ‘Ustedes no servirán al rey de Babilonia’, porque falsedad es lo que les están profetizando. 15 ”‘Porque yo no los he enviado —es la expresión de Jehová—; antes bien, están profetizando en mi nombre falsamente, con el objeto de que yo los disperse a ustedes, y tengan que perecer, ustedes y los profetas que les están profetizando’”. 16 Y hablé a los sacerdotes, y a todo este pueblo hablé, y dije: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘No escuchen las palabras de sus profetas que les están profetizando, y dicen: “¡Miren! ¡Los utensilios de la casa de Jehová están siendo traídos de vuelta de Babilonia muy pronto ya!”. Porque falsedad es lo que les están profetizando. 17 No les escuchen. Sirvan al rey de Babilonia y sigan viviendo. ¿Por qué debe llegar a ser esta ciudad un lugar devastado? 18 Pero si ellos son profetas y si la palabra de Jehová de veras existe con ellos, que ellos, por favor, rueguen a Jehová de los ejércitos, para que los utensilios que quedan en la casa de Jehová y en la casa del rey de Judá y en Jerusalén no vayan a entrar en Babilonia’. 19 ”Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos acerca de las columnas y acerca del mar y acerca de las carretillas y acerca de lo restante de los utensilios que quedan en esta ciudad, 20 los cuales no había tomado Nabucodonosor el rey de Babilonia cuando se llevó al destierro a Jeconías hijo de Jehoiaquim, el rey de Judá, de Jerusalén a Babilonia, junto con todos los nobles de Judá y Jerusalén; 21 porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de los utensilios que quedan en la casa de Jehová y en la casa del rey de Judá y en Jerusalén: 22 ‘“A Babilonia es adonde serán llevados, y allí permanecerán hasta el día en que yo les dirija mi atención a ellos”, es la expresión de Jehová. “Y ciertamente los haré subir y los restauraré en este lugar”’”.
(Jeremías 28:1-17) Entonces aconteció en aquel año, al principio del reinado de Sedequías el rey de Judá, en el año cuarto, en el mes quinto, que Hananías hijo de Azur, el profeta que era de Gabaón, me dijo en la casa de Jehová, ante los ojos de los sacerdotes y de todo el pueblo: 2 “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Ciertamente quebraré el yugo del rey de Babilonia. 3 Dentro de dos años completos voy a traer de vuelta a este lugar todos los utensilios de la casa de Jehová que Nabucodonosor el rey de Babilonia tomó de este lugar para llevarlos a Babilonia’”. 4 “‘Y a Jeconías hijo de Jehoiaquim, el rey de Judá, y a todos los desterrados de Judá que han ido a Babilonia los voy a traer de vuelta a este lugar —es la expresión de Jehová—, porque quebraré el yugo del rey de Babilonia.’” 5 Y Jeremías el profeta procedió a decir a Hananías el profeta ante los ojos de los sacerdotes y ante los ojos de todo el pueblo que estaba de pie en la casa de Jehová; 6 sí, Jeremías el profeta procedió a decir: “¡Amén! ¡Hágalo así Jehová! ¡Establezca Jehová tus palabras que has profetizado y traiga de vuelta de Babilonia a este lugar los utensilios de la casa de Jehová y a todos los desterrados! 7 Sin embargo, oye, por favor, esta palabra que estoy hablando a tus oídos y a los oídos de todo el pueblo. 8 En cuanto a los profetas que fueron antes de mí y antes de ti de mucho tiempo atrás, ellos también profetizaban acerca de muchos países y acerca de reinos grandes, de guerra y de calamidad y de peste. 9 En cuanto al profeta que profetiza de paz, cuando se realice la palabra del profeta se llegará a conocer el profeta a quien Jehová ha enviado en verdad”. 10 En eso Hananías el profeta tomó la vara que servía de yugo de sobre el cuello de Jeremías el profeta y la quebró. 11 Y Hananías pasó a decir ante los ojos de todo el pueblo: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Así mismo dentro de dos años completos quebraré yo el yugo de Nabucodonosor el rey de Babilonia de sobre el cuello de todas las naciones’”. Y Jeremías el profeta procedió a irse por su camino. 12 Entonces la palabra de Jehová le ocurrió a Jeremías, después que Hananías el profeta hubo quebrado la vara que servía de yugo de sobre el cuello de Jeremías el profeta, y dijo: 13 “Ve, y tienes que decir a Hananías: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Has quebrado varas de madera que sirven de yugo, y en lugar de ellas tendrás que hacer varas de hierro que sirvan de yugo”. 14 Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Ciertamente pondré un yugo de hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor el rey de Babilonia; y tendrán que servirle. Y hasta las bestias salvajes del campo ciertamente le daré”’”. 15 Y Jeremías el profeta pasó a decir a Hananías el profeta: “¡Escucha, por favor, oh Hananías! Jehová no te ha enviado, sino que tú mismo has hecho que este pueblo confíe en una falsedad. 16 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: ‘¡Mira!, voy a enviarte de sobre la superficie del suelo. Este año tú mismo tienes que morir, porque has hablado verdadera sublevación contra Jehová’”. 17 De manera que el profeta Hananías murió aquel año, en el mes séptimo.
Párrafo 14
(Jeremías 8:22) ¿No hay bálsamo en Galaad? ¿O no hay sanador allí? ¿Por qué, pues, no ha subido el recobro de la hija de mi pueblo?
(Jeremías 5:31) Los profetas mismos realmente profetizan en falsedad; y en cuanto a los sacerdotes, van sojuzgando conforme a sus poderes. Y mi propio pueblo así [lo] ha amado; ¿y qué harán ustedes al final de ello?”
(Santiago 5:14, 15) ¿Hay alguno enfermo entre ustedes? Que llame a [sí] a los ancianos de la congregación, y que ellos oren sobre él, untándo[lo] con aceite en el nombre de Jehová. 15 Y la oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo levantará. También, si hubiera cometido pecados, se le perdonará.
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Escuela del Ministerio Teocrático
  • Lectura de la Biblia: Hechos 11, 12, 13, 14 | Puntos sobresalientes (10 min.)
*** w08 15/5 pág. 32 Puntos sobresalientes del libro de Hechos ***
14:8-13. ¿Por qué los habitantes de Listra llamaron “Zeus a Bernabé, pero Hermes a Pablo”? Zeus era el dios supremo de la mitología griega, y a su hijo Hermes se le conocía por su elocuencia. Como Pablo era quien llevaba la palabra, la gente de Listra lo llamó Hermes, y a Bernabé, Zeus.
12:5-11. Podemos orar a favor de nuestros hermanos, y debemos hacerlo.
12:21-23; 14:14-18. Herodes aceptó enseguida la gloria que solo debía darse a Dios. ¡Qué diferente del rechazo inmediato y enfático que manifestaron Pablo y Bernabé ante la excesiva muestra de alabanza y honra! No debemos desear gloria por ningún logro que alcancemos en nuestro servicio a Jehová.
14:5-7. Ser prudentes nos ayuda a permanecer activos en el servicio a Dios (Mat. 10:23).
14:22. Los cristianos esperan sufrir tribulaciones. No tratan de evadirlas renunciando a su fe (2 Tim. 3:12).
w96 15/7 Conservemos la unidad en estos últimos días
5. ¿Cómo reaccionaron los apóstoles y otros hermanos ante el hecho de que Dios hubiera concedido el arrepentimiento a los gentiles, y qué nos enseña su actitud?
5 El relato dice: “Ahora bien, cuando [los apóstoles y demás hermanos] oyeron estas cosas, [...] asintieron, y glorificaron a Dios, y dijeron: ‘¡Conque Dios ha concedido también a gente de las naciones arrepentimiento con la vida como objeto!’”. (Hechos 11:18.) Tal actitud preservó y fomentó la unidad de los seguidores de Jesús. La predicación adelantó en poco tiempo entre los gentiles, o gentes de las naciones, actividad esta que contó con la bendición de Jehová. En cuanto a nosotros, debemos asentir y cooperar en lo que se nos pida cuando se vaya a formar una nueva congregación o cuando se efectúe algún cambio teocrático bajo la guía del espíritu santo de Dios. Nuestra colaboración sincera agradará a Jehová y nos ayudará a mantener la unidad en estos últimos días.
bt cap. 9 “Dios no es parcial”
19. ¿A quiénes comenzaron a predicar en Antioquía los cristianos judíos, y cuál fue el resultado?
20, 21. ¿Qué muestra de modestia dio Bernabé, y cómo podemos imitarlo en nuestro ministerio?
22, 23. ¿Cómo demostraron amor fraternal los cristianos de Antioquía, y cómo seguimos su ejemplo los siervos de Dios de la actualidad?
24. ¿Qué indicará que tomamos en serio el significado de la visión de Pedro?
“Gran número de personas [...] se hicieron creyentes” (Hechos 11:19-26a)
19 ¿Comenzaron los cristianos a predicar a los incircuncisos? Efectivamente. Notemos lo que ocurrió después en Antioquía de Siria. Como esta ciudad albergaba una gran comunidad hebrea que vivía en paz con sus vecinos, era un marco muy propicio para predicar a los gentiles. Por eso, fue allí donde algunos discípulos judíos empezaron a anunciar las buenas nuevas “a la gente de habla griega”, lo que incluía tanto a circuncisos como a incircuncisos (Hech. 11:20). Con la bendición de Jehová, “gran número de personas [...] se hicieron creyentes” (Hech. 11:21).
20 A fin de encargarse del campo maduro de Antioquía, la congregación de Jerusalén envió a Bernabé. Pero enseguida este vio que no podía atender el interés él solo. ¿Y quién mejor para ayudarlo que Saulo, el futuro apóstol a las naciones? (Hech. 9:15; Rom. 1:5.) Lejos de verlo como a un posible rival, Bernabé demostró modestia, o, lo que es lo mismo, conciencia de sus limitaciones. Tomando la iniciativa, fue a buscarlo a Tarso para que lo ayudara. Regresaron juntos y estuvieron un año edificando a los discípulos antioquenos (Hech. 11:22-26a).
21 ¿Cómo podemos nosotros demostrar modestia en el ministerio? Reconociendo también nuestras propias limitaciones. Todos tenemos nuestros puntos fuertes y débiles. Algunos logran distribuir muchas publicaciones pero no tienen tanto éxito en otros campos, como las visitas a los interesados o el inicio de estudios bíblicos. Si queremos mejorar en una determinada faceta, haremos bien en pedir ayuda. Al tomar la iniciativa de este modo, seremos evangelizadores más productivos y gozosos (1 Cor. 9:26).
Decidieron “enviar [...] socorro” (Hechos 11:26b-30)
22 “Fue primero en Antioquía donde a los discípulos por providencia divina se les llamó cristianos.” (Hech. 11:26b.) Esa designación no solo cuenta con el beneplácito de Jehová, sino que describe bien a quienes viven según el modelo de Cristo. Ahora, ¿se formarían vínculos de hermandad entre los nuevos conversos gentiles y sus compañeros de origen judío? Sin la menor duda. Veamos lo que sucedió al declararse una hambruna en torno al año 46. En la antigüedad, tales problemas tenían efectos desastrosos entre los pobres, quienes carecían por completo de reservas de dinero o alimentos. Este era el caso de muchos cristianos de Judea que pertenecían a las capas sociales más humildes. Al enterarse de su difícil situación, los hermanos de Antioquía —gentiles y judíos por igual— mostraron auténtico amor fraternal enviándoles socorro (Hech. 11:29).
23 En la actualidad, los siervos de Dios reaccionamos de la misma manera. Cuando nos enteramos de que otros cristianos se encuentran en apuros, tomamos medidas para ayudarlos, incluso si viven en el extranjero. Los comités de las sucursales organizan rápidamente grupos de ayuda para atender a los damnificados en huracanes, terremotos, tsunamis y otras catástrofes naturales. Así probamos que de verdad somos todos hermanos (Juan 13:34, 35; 1 Juan 3:17).
24 Los cristianos verdaderos tomamos en serio el significado de la visión que recibió Pedro en una azotea de Jope hace más de 1.900 años. Dado que Jehová no hace distinciones y desea que se dé testimonio cabal del Reino, nos esforzamos al máximo para que personas de toda raza, nacionalidad y nivel social tengan la oportunidad de escuchar las buenas nuevas y obrar en consecuencia (Rom. 10:11-13).
bt cap. 10 “La palabra de Jehová siguió creciendo”
5, 6. a) ¿Por qué se puso el rey Herodes Agripa I a atacar a la congregación, y de qué forma lo hizo? b) ¿Por qué fue la muerte de Santiago una dura prueba para sus hermanos en la fe?
7, 8. ¿Cómo reaccionó la congregación al saber que Pedro estaba encarcelado?
9. ¿Qué lección aprendemos de las oraciones de los hermanos a favor de Pedro?
“Con intensidad la congregación se ocupaba en orar(Hechos 12:1-5)
5 Como vimos en el capítulo anterior, la conversión de Cornelio y su familia marcó un hito en la historia de la congregación. Ahora bien, para los judíos incrédulos tuvo que ser un golpe ver a tantos judeocristianos adorando a Dios con anteriores paganos.
6 Herodes, con su habitual astucia política, vio en ello una oportunidad de oro. A fin de congraciarse con los judíos, comenzó a hostigar a los cristianos. De hecho, “con la espada eliminó a Santiago hermano de Juan”, ya que seguramente sabía que era uno de los discípulos más allegados de Jesús (Hech. 12:2). ¡Qué prueba tan terrible para la congregación! Aquel hombre fiel era uno de los tres apóstoles que habían presenciado en exclusiva la transfiguración y algunos milagros de Jesús (Mat. 17:1, 2; Mar. 5:37-42). Él y su hermano Juan se caracterizaban por un entusiasmo tan ardoroso, que el propio Cristo les había puesto por sobrenombre “Hijos del Trueno” (Mar. 3:17). Sin duda, se había perdido un testigo intrépido y leal, un amado apóstol.
7 Como había previsto Agripa, los judíos quedaron muy complacidos con el asesinato. Envalentonado por el éxito, el rey dirigió su ataque contra Pedro y, como leímos al principio, lo mandó encarcelar. Recordando quizás que —según vimos en el capítulo 5 de este libro— las prisiones no habían logrado retener a los apóstoles, no quiso correr ningún riesgo de evasión. Por eso dispuso que estuviera encadenado a dos guardias, y que hubiera un total de dieciséis vigilantes, trabajando por turnos día y noche, con la amenaza de que, si lo dejaban escapar, sufrirían el mismo castigo que fuera a imponerse al recluso. En tales circunstancias, ¿qué medidas podían tomar los compañeros del apóstol?
8 “Pedro estaba guardado en la prisión”, pero ellos tenían muy claro lo que debían hacer: “Con intensidad la congregación se ocupaba en orar a Dios por él” (Hech. 12:5). En efecto, elevaban fervientes plegarias. La muerte de Santiago no había logrado acabar con su esperanza ni hacerles creer que las súplicas fueran inútiles. Como ellos, no olvidemos nunca que Jehová valora grandemente nuestros ruegos y que, si se ajustan a su voluntad, los contesta siempre (Heb. 13:18, 19; Sant. 5:16).
9 ¿Conocemos a alguien que esté pasando por situaciones muy duras, como persecuciones, proscripciones o desastres naturales? Si así es, incluyámoslo en nuestras peticiones. Lo mismo podemos hacer por quien afronte dificultades menos llamativas, como problemas familiares, momentos de desánimo o pruebas de fe. Si meditamos un instante, de seguro recordaremos hermanos por los que podemos rogar a Jehová, el “Oidor de la oración” (Sal. 65:2). ¿No es cierto que a nosotros también nos gustaría que los demás oraran a favor nuestro si nos llegaran malos tiempos?
w12 15/1 Imitemos la actitud vigilante de los apóstoles de Jesús
13, 14. a) ¿Qué hizo la congregación cuando Pedro fue arrestado? b) ¿Qué aprendemos al repasar lo que hicieron los compañeros de Pedro?
15, 16. a) ¿Cómo liberó a Pedro el ángel de Jehová? (Véase la ilustración.) b) ¿Por qué nos fortalece ver la forma en que Jehová rescató a Pedro?
13 El versículo 5 muestra que los fieles sabían perfectamente qué hacer: “Pedro estaba guardado en la prisión; pero con intensidad la congregación se ocupaba en orar a Dios por él”. Como vemos, elevaron fervorosos ruegos a favor de su amado hermano. La muerte de Santiago no los había hundido en la desesperación ni los había llevado a pensar que las oraciones no servían para nada. Por el contrario, sabían que Jehová siempre valora muchísimo los ruegos de sus siervos y que los contesta cuando están en armonía con su voluntad (Heb. 13:18, 19; Sant. 5:16).
14 Al repasar lo que hicieron los compañeros de Pedro, ¿qué aprendemos? Que mantenerse alerta implica orar, pero no solo por nosotros mismos, sino también por otros cristianos (Efe. 6:18). ¿Conoce usted a hermanos que estén atravesando dificultades? Tal vez sufran debido a persecuciones, prohibiciones del gobierno o catástrofes naturales. ¿No es cierto que deberíamos rogar a Dios por ellos? Es posible que uno también sepa de otros cristianos que afrontan problemas menos llamativos, como crisis en la familia, períodos de desaliento o enfermedades. Si reflexionamos un momento, seguramente recordaremos a alguien que podamos mencionar en nuestras súplicas al “Oidor de la oración” (Sal. 65:2).
15 ¿Cómo le fue a Pedro? Durante su última noche en prisión, se quedó dormido entre los dos guardias que lo vigilaban y luego vivió sucesos asombrosos (léase Hechos 12:7-11). De repente, una luz brillante iluminó su celda. Luego se le apareció un ángel, al que obviamente no vieron los guardias, y lo despertó con insistencia. Entonces, ¡las cadenas que tenía en las muñecas sencillamente se le cayeron! El ángel sacó de la prisión al apóstol pasando delante de las narices de los guardias de la entrada y atravesando la gran puerta de hierro, que se abrió “por sí misma”. Y, una vez en la calle, el mensajero divino se esfumó. ¡Pedro estaba libre!
16 Ciertamente, nuestra fe se fortalece al recordar que Jehová, con su gran poder, puede liberar a sus siervos. Claro, hoy no esperamos que él nos libere de forma milagrosa. Pero sí tenemos confianza absoluta en que seguirá usando su poder a favor de su pueblo (2 Cró. 16:9). Él nos brinda su poderosa fuerza activa para que soportemos cualquier dificultad (2 Cor. 4:7; 2 Ped. 2:9). Y muy pronto, valiéndose de su amado Hijo, soltará a millones y millones de personas de la prisión más segura del mundo: la muerte (Juan 5:28, 29). Sin duda, la fe en las promesas de Jehová nos infunde mucho ánimo para afrontar los problemas.
bt cap. 10 “La palabra de Jehová siguió creciendo”
13-15. a) Cuando llegó Pedro, ¿cómo reaccionaron los hermanos que estaban reunidos en casa de María? b) ¿En qué se centra ahora el libro de Hechos? c) ¿Qué efecto siguió teniendo Pedro en sus hermanos y hermanas espirituales?
16. ¿Por qué estamos seguros de que el futuro nos traerá un sinfín de alegrías?
“Lo vieron, y quedaron pasmados” (Hechos 12:12-17)
13 A oscuras, en plena calle, Pedro pensó a quién acudir. Decidió ir a ver a una cristiana que vivía cerca de allí. Se trataba de María, al parecer una viuda con ciertos medios, ya que poseía una casa grande donde se reunía toda una congregación. Además, era la madre de Juan Marcos, quien hasta ahora no se había mencionado en el libro de Hechos y el cual llegaría a ser para el apóstol como un hijo querido (1 Ped. 5:13). A pesar de ser una hora muy avanzada, muchos fieles seguían en el hogar de María, orando con fervor. Seguramente rogaban por la liberación de Pedro, pero no esperaban que Jehová fuera a responderles como lo hizo.
14 Pedro llamó a la puerta, que daba a un patio situado delante de la casa. Salió a atenderle una sirvienta llamada Rode (nombre griego muy común que equivale al español “Rosa”). No daba crédito a sus oídos: ¡era la voz de Pedro! Emocionada, se olvidó de abrirle, dejándolo en la calle, y regresó a contárselo a los hermanos, quienes, en vez de creerle, la llamaron loca. Como la tenaz criada siguió porfiando que era verdad, algunos llegaron a decir que a lo mejor era un ángel que había venido en representación del apóstol (Hech. 12:12-15). Entretanto, este volvió a tocar, hasta que por fin salieron.
15 “Cuando abrieron, lo vieron, y quedaron pasmados.” (Hech. 12:16.) Él tuvo que acallar la algarabía para contarles lo que le había sucedido y pedirles que se lo informaran al discípulo Santiago y a los hermanos. Dejando a los cristianos que se hallaban en la casa muy contentos de haber hablado con él, se marchó. Por lo visto, se dirigió a un lugar donde no fuera fácil que lo encontraran los soldados de Herodes, y allí continuó con su fiel servicio. A partir de este momento, el libro de Hechos se centra en el ministerio y los viajes de Pablo, y tan solo menciona a Pedro una vez más, al referir su intervención en la asamblea que resolvió el asunto de la circuncisión (Hechos, capítulo 15). Podemos estar seguros, sin embargo, de que dondequiera que fue fortaleció a los creyentes.
16 A veces, Dios da a sus siervos más de lo que sueñan recibir y los deja atónitos de gozo. Así fue como se sintieron los hermanos espirituales de Pedro aquella noche, y así es como nos sentimos nosotros cuando experimentamos las abundantes bendiciones divinas (Pro. 10:22). Además, en el futuro veremos cómo Jehová cumple sus maravillosas promesas por todo el planeta. Entonces, la realidad superará a cualquier previsión nuestra. No hay duda: si nos mantenemos fieles, nos aguardan un sinfín de alegrías.
w90 1/6 Ande en el temor de Jehová
23. ¿Cómo terminó la gobernación de Herodes Agripa I, y qué podemos aprender de aquello?
23 En 44 E.C. la gobernación de Herodes Agripa I terminó repentinamente en Cesarea cuando él tenía 54 años de edad (12:20-25). Él quería pelear contra los fenicios de Tiro y Sidón, quienes habían sobornado a Blasto, siervo de Herodes, para que este les consiguiera una audiencia para pedir la paz. En el “día determinado” (también durante una fiesta en honor a Claudio César), Herodes se vistió de ropaje real, se sentó en el tribunal y empezó a pronunciar un discurso público. En respuesta, el auditorio gritó: “¡Voz de un dios, y no de un hombre!”. Al instante el ángel de Jehová lo hirió “porque no dio la gloria a Dios”. Herodes “llegó a estar comido de gusanos, y expiró”. Que este ejemplo amonestador nos mueva a continuar andando en el temor de Jehová, a la vez que evitamos el orgullo y le damos gloria a él por lo que realizamos como su pueblo.
bt cap. 11 “Llenos de gozo y de espíritu santo”
4. a) ¿Qué intervino en la elección de Bernabé y Saulo, y cómo reaccionaron sus hermanos espirituales ante este nombramiento? b) ¿Cómo apoyamos a quienes son designados para cumplir diversas funciones dentro de la congregación?
4 ¿Por qué indicó el espíritu santo que Bernabé y Saulo eran los elegidos? (Hech. 13:2.) La Biblia no lo explica. De lo que sí estamos seguros es de que el espíritu intervino en su elección. Y nada da a entender que los profetas y maestros de Antioquía de Siria cuestionaran el nombramiento. Por el contrario, lo respaldaron incondicionalmente. ¡Qué conmovidos debieron de sentirse los dos predicadores al ver que sus hermanos, sin envidia de ningún tipo, “ayunaron y oraron y les impusieron las manos y los dejaron ir”! (Hech. 13:3.) Nosotros también debemos apoyar a quienes han sido designados para cumplir determinadas funciones en la congregación, entre ellos los superintendentes cristianos. Lejos de sentir celos, les demostramos nuestro amor teniendo con ellos una “consideración más que extraordinaria [...] por causa de su trabajo” (1 Tes. 5:13).
w92 1/9 Un modelo inspirado de la obra misional cristiana
6. ¿Qué ejemplo pusieron los misioneros en Chipre?
7. a) ¿Qué suceso importante tuvo lugar en Pafos? b) ¿Qué actitud nos anima a tener este relato?
La isla de Chipre
6 Los misioneros zarparon sin demora del puerto sirio de Seleucia con rumbo a la isla de Chipre. Cuando desembarcaron en Salamina no malgastaron el tiempo, sino que “se pusieron a publicar la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos”. Siguiendo el modelo que había puesto Cristo, no se establecieron en aquella ciudad esperando que los isleños fueran a ellos. Antes bien, viajaron y ‘atravesaron toda la isla’. Sin duda, eso supuso andar mucho y cambiar de alojamiento muy a menudo, ya que Chipre era una isla grande, y ellos recorrieron su zona más extensa. (Hechos 13:5, 6.)
7 Al final de su estancia se recompensó a aquellos dos hombres con una experiencia magnífica en la ciudad de Pafos. El gobernador de la isla, Sergio Paulo, escuchó su mensaje y “se hizo creyente”. (Hechos 13:7, 12.) Pablo más tarde escribió: “Ustedes contemplan su llamamiento por él, hermanos, que no muchos sabios según la carne fueron llamados, no muchos poderosos, no muchos de nacimiento noble”. (1 Corintios 1:26.) Sin embargo, Sergio Paulo fue uno de los poderosos que respondieron. Esta experiencia debe animarnos a todos, especialmente a los misioneros, a tener una actitud positiva en lo que respecta a dar testimonio a los gobernantes, tal como se nos insta en 1 Timoteo 2:1-4. Las autoridades en ocasiones han ayudado mucho a los siervos de Dios. (Nehemías 2:4-8.)
bt cap. 11 “Llenos de gozo y de espíritu santo”
15. ¿Qué ocurrió el sábado siguiente al discurso de Pablo?
16. ¿Cuál fue la respuesta de los judíos ante las enérgicas palabras de los dos misioneros, y cómo reaccionaron estos a la oposición?
17-19. ¿De qué maneras podemos imitar a Pablo y Bernabé, y cómo contribuirá esto a que mantengamos vivo nuestro gozo?
“Nos volvemos a las naciones” (Hechos 13:44-52)
15 “El sábado siguiente casi toda la ciudad se reunió para oír” al apóstol. Esto les cayó como un jarro de agua fría a ciertos judíos, quienes “se pusieron a contradecir con blasfemias las cosas que Pablo hablaba”. Sin acobardarse, los dos evangelizadores les recriminaron su actitud: “Era necesario que la palabra de Dios se les hablara primero a ustedes. Puesto que la están echando de ustedes y no se juzgan dignos de vida eterna, ¡miren!, nos volvemos a las naciones. De hecho, Jehová nos ha impuesto el mandamiento con estas palabras: ‘Te he nombrado como luz de naciones, para que seas una salvación hasta la extremidad de la tierra’” (Hech. 13:44-47; Isa. 49:6).
16 Los oyentes paganos aceptaron con gusto el mensaje, “y todos los que estaban correctamente dispuestos para vida eterna se hicieron creyentes” (Hech. 13:48). La palabra de Jehová no tardó en diseminarse por toda la región. Pero los judíos respondieron de forma diametralmente opuesta. En la práctica, Pablo y Bernabé les habían dicho que iban a ser castigados, pues habían desaprovechado el privilegio de ser los primeros en oír la palabra de Dios y habían rechazado al Mesías. Los judíos se molestaron y, sembrando la agitación entre las mujeres respetables de la ciudad y los hombres más importantes, “levantaron una persecución contra Pablo y Bernabé, y los echaron fuera de sus límites”. ¿Cómo reaccionaron los dos misioneros? Se “sacudieron el polvo de los pies contra ellos y se fueron a Iconio”. ¿Había llegado el fin del cristianismo en Antioquía de Pisidia? ¡Ni mucho menos! Atrás quedaron discípulos que “continuaron llenos de gozo y de espíritu santo” (Hech. 13:50-52).
17 La reacción de estos fieles predicadores constituye una valiosa lección para todos nosotros: no podemos dejar de predicar ni aunque la gente más influyente de este mundo trate de disuadirnos. El relato muestra, además, que cuando los antioquenos rechazaron el mensaje, los dos misioneros se “sacudieron el polvo de los pies”, lo cual no era una demostración de enojo, sino un descargo de responsabilidad. No estaba en sus manos el que la gente respondiera al mensaje, pero sí podían seguir adelante con la obra. Y eso fue lo que hicieron en su siguiente destino: Iconio.
18 ¿Cómo fue posible que los discípulos que quedaron en Antioquía de Pisidia se mantuvieran gozosos? Aunque se hallaban en terreno hostil, su gozo no dependía de que la gente abrazara la verdad. Jesús había dicho: “¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!” (Luc. 11:28). Y esa fue la actitud que los discípulos antioquenos optaron por mantener.
19 Como Pablo y Bernabé, no olvidemos nunca nuestro deber de predicar las buenas nuevas. La decisión de aceptar o rechazar el mensaje corresponde a nuestros oyentes. Cuando parezca que no quieren escucharnos, imitemos a los discípulos del siglo I. No importa que la gente se oponga al mensaje. Si amamos la verdad y seguimos la dirección del espíritu, conservaremos siempre el gozo (Gál. 5:18, 22).
bt cap. 12 “Hablando con denuedo por la autoridad de Jehová”
4, 5. ¿Por qué fueron Pablo y Bernabé a Iconio, y qué sucedió allí?
6. ¿Por qué eran Pablo y Bernabé tan convincentes, y cómo podemos imitarlos?
“Gran multitud tanto de judíos como de griegos se hicieron creyentes” (Hechos 14:1-7)
4 No mucho antes, los dos maestros habían sido expulsados de la ciudad romana de Antioquía de Pisidia a consecuencia de la actuación de agitadores judíos. En vez de desanimarse, se marcharon pacíficamente, pero primero se “sacudieron el polvo de los pies”, mostrando así que no eran responsables del castigo divino que recibirían aquellas personas insensibles a la verdad (Hech. 13:50-52; 18:5, 6; 20:26; Mat. 10:14). Prosiguiendo gozosos su expedición, se desplazaron unos 150 kilómetros (100 millas) en dirección sureste, hasta llegar a una fértil meseta encajada entre la cordillera del Tauro y los montes del Sultán.
5 La primera parada fue Iconio, enclave helenista y uno de los principales municipios de la provincia de Galacia. Esta ciudad albergaba una influyente población hebrea y gran número de gentiles que se habían hecho prosélitos. De acuerdo con su costumbre, los dos evangelizadores fueron a predicar a la sinagoga (Hech. 13:5, 14). “Hablaron de tal manera que una gran multitud tanto de judíos como de griegos se hicieron creyentes.” (Hech. 14:1.)
6 ¿Por qué eran tan convincentes los dos predicadores? Pablo era un pozo de sabiduría bíblica y sabía probar que Jesús era el Mesías prometido enlazando con maestría relatos históricos, citas de la Ley y profecías (Hech. 13:15-31; 26:22, 23). Bernabé, por su parte, se destacaba por su interés en los demás (Hech. 4:36, 37; 9:27; 11:23, 24). Y los dos hablaban “por la autoridad de Jehová”, en vez de basarse en su propio entendimiento de los asuntos. ¿Cómo podemos imitarlos en el ministerio? Estudiando a fondo la Palabra de Dios, seleccionando citas bíblicas que resulten atrayentes, buscando formas de consolar a quienes nos escuchan y tomando siempre como autoridad las Escrituras y no nuestras opiniones.
bt cap. 12 “Hablando con denuedo por la autoridad de Jehová”
18. ¿Cómo se realiza el nombramiento de ancianos?
19. ¿Qué responsabilidad tienen los ancianos, y cómo imitan a Pablo y Bernabé?
18 Además de fortalecer a los discípulos con su palabra y ejemplo, los dos evangelizadores “nombraron ancianos en cada congregación”. Notemos que, aunque realizaban esta expedición porque habían sido “enviados por el espíritu santo”, en todos los casos se tomaron muy en serio esta selección, pues primero oraron y ayunaron, y luego “encomendaron [los nuevos ancianos] a Jehová” (Hech. 13:1-4; 14:23). En la actualidad se sigue un método muy parecido. Cuando el cuerpo de ancianos de una congregación se plantea recomendar el nombramiento de un hermano, primero examina a la luz de la oración si este reúne los requisitos bíblicos (1 Tim. 3:1-10, 12, 13; Tito 1:5-9). Lo más importante no es cuánto tiempo lleva como cristiano. La pregunta crucial que deben hacerse es esta: “¿Indica su forma de hablar y actuar, así como su reputación, que vive de acuerdo con la guía del espíritu?”. No deben olvidar que estará capacitado para servir como pastor del rebaño únicamente si cumple las condiciones que exige la Biblia (Gál. 5:22, 23).
19 Los varones que son nombrados ancianos saben que tienen que rendir cuentas ante Dios por el trato que den a la congregación (Heb. 13:17; 1 Ped. 5:1-3). Al igual que Pablo y Bernabé, sirven al frente en la obra, fortalecen a los hermanos con sus palabras y están dispuestos a sacrificarse en beneficio de la congregación (Fili. 2:3, 4).
w08 15/10 ¿Qué está usted dispuesto a hacer para obtener la vida eterna?
15. ¿Cómo emplean los ancianos su tiempo sabiamente?
15 Cuando el apóstol Pablo y Bernabé visitaron la congregación de Antioquía, “pasaron no poco tiempo con los discípulos” a fin de animarlos (Hech. 14:28). De igual manera, los ancianos pasan mucho tiempo fortaleciendo a los demás. Aparte de participar en el servicio del campo, se esfuerzan por pastorear el rebaño con cariño, ir a buscar a las ovejas perdidas, ayudar a los enfermos y atender muchos otros deberes de la congregación. Si usted es un hermano bautizado, pregúntese: “Si me lo permiten las circunstancias, ¿podría asumir mayores responsabilidades? ¿Qué estoy haciendo para lograrlo?”.
*** bt cap. 9 págs. 73-74 párrs. 17-18 “Dios no es parcial” ***
(Hech. 11:18). La actitud positiva de algunos judeocristianos mantuvo la unidad de la congregación. Hoy, como ayer, no es fácil mantener la unidad. Los siervos de Dios venimos “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas”, de modo que en muchas congregaciones existe una amplia diversidad étnica, cultural y social. Así pues, tengamos siempre mucho cuidado con la trampa del prejuicio.
*** bt cap. 9 pág. 74 párrs. 20-21 “Dios no es parcial” ***
(Hech. 11:22-26a). A fin de encargarse del campo maduro de Antioquía, la congregación de Jerusalén envió a Bernabé. Pero enseguida este vio que no podía atender el interés él solo. ¿Y quién mejor para ayudarlo que Saulo, el futuro apóstol a las naciones?
Lejos de verlo como a un posible rival, Bernabé demostró modestia, o, lo que es lo mismo, conciencia de sus limitaciones. ¿Cómo podemos nosotros demostrar modestia en el ministerio? Reconociendo también nuestras propias limitaciones. Todos tenemos nuestros puntos fuertes y débiles. Algunos logran distribuir muchas publicaciones pero no tienen tanto éxito en otros campos, como las visitas a los interesados o el inicio de estudios bíblicos. Si queremos mejorar en una determinada faceta, haremos bien en pedir ayuda.
*** w98 1/2 pág. 30 ¿Es alabanza, o adulación? ***
(Hechos 12:21-23). El cristiano maduro debe estar alerta para reconocer la adulación como tal. Los ancianos de congregación deben tener especial cautela cuando alguien que está implicado en un asunto judicial les dedica muchos elogios, tal vez hasta el punto de hacer comparaciones entre los ancianos, diciéndole a uno de ellos que él fue mucho más bondadoso y comprensivo que otro.
*** bt cap. 11 pág. 88 párr. 8 “Llenos de gozo y de espíritu santo” ***
(Hech. 13:10). Como nos muestra el enfrentamiento de Pablo con Bar-Jesús, no podemos dejarnos intimidar. Es cierto que nuestra forma de hablar siempre debe ser “con gracia” y “sazonada con sal” (Col. 4:6). Pero esto no significa que, a fin de evitar choques, nos quedemos callados cuando alguien intenta socavar la fe de las personas interesadas en el mensaje; eso solo las llevaría a la ruina espiritual. Tampoco podemos permitir que el miedo nos impida denunciar a la religión falsa que, como Bar-Jesús, no deja de “torcer los caminos correctos de Jehová”
*** bt cap. 11 pág. 90 párr. 13 “Llenos de gozo y de espíritu santo” ***
(Hech. 13:13-19). Nosotros también queremos ganarnos el interés de las personas a quienes predicamos. ¿Cómo podemos seleccionar temas que les atraigan? Entre otras cosas, teniendo presente su formación religiosa. Por ejemplo, si conocen las Escrituras, podemos citarles pasajes que les resulten familiares, e incluso pedirles que los lean de su propia Biblia. En todo caso, busquemos siempre la forma de tocar el corazón de la gente.
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  • Núm. 1: Hechos 11:1-18
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  • Núm. 2: ¿Qué efecto debe tener el rescate en el uso que damos a nuestra vida? (rs pág. 325 párr. 6–pág. 326 párr. 2)
1 Ped. 2:24: “Él mismo cargó con nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, para que acabásemos con los pecados y viviésemos a la justicia.” (En vista de todo lo que Jehová y su Hijo han hecho para limpiarnos del pecado, debemos esforzarnos diligentemente por vencer las tendencias pecaminosas. ¡Debe ser absolutamente inconcebible el que deliberadamente hagamos algo que sepamos que es pecaminoso!)
Tito 2:13, 14: “Cristo Jesús [...] se dio a sí mismo por nosotros para librarnos de toda clase de desafuero y limpiar para sí mismo un pueblo peculiarmente suyo, celoso de obras excelentes.” (El agradecimiento que sentimos por esta maravillosa provisión debe movernos a participar celosamente en esas obras que Cristo ha asignado a sus seguidores verdaderos.)
2 Cor. 5:14, 15: “El amor que el Cristo tiene nos obliga, porque esto es lo que hemos juzgado, que un hombre murió por todos; así pues, todos habían muerto; y murió por todos para que los que viven no vivan ya para sí mismos, sino para el que murió por ellos y fue levantado.”
*** w09 15/9 ¿Valoramos lo que Jehová ha hecho para liberarnos? ***
¿Cómo demostramos que valoramos nuestra liberación?
15 Jesús completó el gran acto de expiación después que resucitó y volvió al cielo. Al reunirse con su amado Padre, le presentó el valor de su sacrificio. ¿Y qué bendiciones hizo esto posible? El perdón completo de los pecados, primero los de sus hermanos ungidos y luego “los de todo el mundo”. Gracias a ese sacrificio, todos aquellos que se arrepienten sinceramente de sus pecados y se hacen discípulos de Jesús pueden gozar de una buena relación con Dios (1 Juan 2:2). ¿Qué implica esto para cada uno de nosotros?
16 Volvamos al ejemplo del inicio. Suponga que el médico que ha descubierto la cura para su enfermedad va a la sala en la que usted se encuentra y les explica a los pacientes que el tratamiento es infalible, pero que deben seguirlo estrictamente para poder curarse. Sin embargo, la mayoría decide rechazarlo porque les parece que es muy difícil seguirlo. ¿Qué haría usted? ¿Lo rechazaría también aunque las pruebas demostraran que realmente funciona? ¡Claro que no! Seguramente le estaría muy agradecido al médico y seguiría sus instrucciones al pie de la letra. Además, trataría de convencer a los demás pacientes de que aceptaran el tratamiento. Del mismo modo, todos deseamos de corazón demostrarle a Jehová lo mucho que agradecemos el que nos haya liberado mediante el sacrificio de su Hijo (léase Romanos 6:17, 18).
17 Si agradecemos lo que Jehová y su Hijo han hecho para liberarnos del pecado y la muerte, lo demostraremos por nuestra forma de vivir (1 Juan 5:3). Lucharemos contra nuestras malas tendencias y nunca pecaremos deliberadamente ni actuaremos con hipocresía llevando una doble vida. De lo contrario, estaríamos dando a entender que no agradecemos ni valoramos el rescate. Más bien, queremos demostrar nuestro agradecimiento esforzándonos por mantenernos puros a los ojos de Dios (2 Ped. 3:14). Además, hablaremos a la gente de nuestra maravillosa esperanza de liberación para que ellos también puedan entablar una amistad con Jehová y tener un futuro eterno (1 Tim. 4:16). ¿No diría usted que Jehová y Jesús merecen que dediquemos todo el tiempo y energías posibles a alabarlos? (Mar. 12:28-30.) Todos soñamos con el día en que se nos libere por completo del pecado y podamos vivir tal como Dios se lo proponía: en perfección y para siempre. ¡Y todo esto será posible gracias a lo que Jehová ha hecho para liberarnos! (Rom. 8:21.)
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  • Núm. 3: ¿A quiénes elegimos como nuestros amigos? (Sal. 119:63)
*** w11 15/10 págs. 11-12 ¿Son sanas nuestras diversiones? ***
¿Quién me acompañará?
13 La tercera pregunta que todos debemos hacernos es la siguiente: “¿Quién me acompañará en la actividad?”. Es muy importante saber con quién nos relacionaremos, pues nuestras diversiones solo serán edificantes si también lo son nuestras amistades. Claro está, tal como una comida resulta mucho más agradable cuando se está en buena compañía, el entretenimiento se disfruta mucho más cuando se comparte con buenos amigos. Por eso es perfectamente comprensible que a la mayoría de nosotros, y en especial a los jóvenes, nos guste divertirnos en grupo. La clave del éxito reside en seleccionar amistades beneficiosas y evitar las compañías perjudiciales (2 Cró. 19:2; léase Proverbios 13:20; Sant. 4:4).
14 A la hora de elegir nuestras compañías, hacemos bien en imitar el ejemplo de Jesús. Desde el comienzo de la creación, él ha amado siempre a los seres humanos (Pro. 8:31). Y cuando estuvo en la Tierra, trató con bondad y consideración a todos sus semejantes (Mat. 15:29-37). No obstante, tenía clara en su mente la línea divisoria entre la simple cordialidad y la amistad verdadera. Se llevaba bien con las personas en general, pero únicamente entablaba relaciones estrechas con quienes cumplían con una condición. ¿Cuál? La misma que les señaló a sus once apóstoles fieles: “Ustedes son mis amigos si hacen lo que les mando” (Juan 15:14; véase también Juan 13:27, 30). Es patente que Jesús solo aceptaba en su círculo íntimo a quienes eran discípulos suyos y siervos de Jehová.
15 Esa es la actitud que debemos adoptar nosotros. Para determinar si alguien merece nuestra amistad, preguntémonos: “¿Demuestra con sus palabras y acciones que obedece los mandatos de Jehová y de Jesús? ¿Comparte mis creencias y valores bíblicos? ¿Será una influencia positiva y me ayudará a mantenerme fiel a Jehová y buscar primero el Reino?”. Si respondemos afirmativamente a estas cuestiones, podemos tener la confianza de que tal persona será un buen compañero para nuestros momentos de ocio (léase Salmo 119:63; 2 Cor. 6:14; 2 Tim. 2:22).
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Reunión de Servicio
Cántico 70
"ASEGÚRATE DE LO MAS IMPORTANTE"
  • 10 min: Ideas para ofrecer las revistas en julio. Análisis con el auditorio. En treinta o sesenta segundos explique por qué las revistas le interesarán a la gente del territorio. A continuación, pida a los presentes que digan qué preguntas y qué textos podrían usarse al presentar los artículos de portada de La Atalaya. Haga lo mismo con la serie de portada de ¡Despertad! y, si hay tiempo, hágalo también con otro artículo de cualquiera de las dos revistas. Incluya una demostración para cada revista.
Algunas presentaciones
Cómo iniciar estudios bíblicos el primer sábado de julio
“A todo el mundo le gustaría tener una vida larga y feliz. Quisiera saber qué piensa usted: ¿cree que la ciencia y la medicina podrán ofrecernos algún día la vida eterna?” Luego de que la persona responda, muéstrele la última página de La Atalaya del 1 de julio y examine con ella la información de la primera pregunta y al menos uno de los textos. Ofrézcale las revistas y quede en volver para analizar la siguiente pregunta.
Nota: Esta demostración debe presentarse en la reunión para el servicio del campo del 6 de julio.
 LA ATALAYA 1 de julio “Muchas personas con las que hablamos tienen su propia religión. Pero otras nos dicen que ya no confían en las religiones. ¿Qué opina usted sobre este asunto? [Permita que la persona responda.] Jesús nos dijo lo que debemos tener en cuenta al examinar las religiones [lea Lucas 6:44a]. Esta revista analiza algunos de los frutos, o características, indeseables de las religiones y contesta la pregunta: ‘¿Hay alguna religión digna de confianza?’.”
(Lucas 6:44) Porque cada árbol es conocido por su propio fruto. Por ejemplo, no se recogen higos de espinos, ni de la zarza se cortan uvas.
¡Despertad! Julio “Estamos visitando a nuestros vecinos para hablar sobre un problema muy preocupante: la injusticia. Como sabe, hay quienes realizan protestas en contra de las injusticias. ¿Piensa usted que esas protestas solucionan algo? [Permita que la persona responda.] La Biblia nos dice cuál es la única solución [lea Mateo 6:9, 10]. En esta revista hallará la respuesta a la pregunta ‘¿Solucionan algo las protestas?’.”
 (Mateo 6:9, 10) ”Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera: ”‘Padre nuestro [que estás] en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.
Buenas noticias de parte de Dios
“Hoy traemos un mensaje muy positivo tomado de la Biblia. Muchos se preguntan por qué permite un Dios de amor que haya tanto sufrimiento. ¿Cree usted que él nos puso en la Tierra para sufrir?” Permita que la persona responda y luego vaya a la lección 5. Lea y analice con ella los primeros dos párrafos y los textos bíblicos en cursivas. Ofrézcale el folleto y quede en volver para analizar la segunda pregunta en negritas.
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  • 10 min: Necesidades locales.
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  • 10 min: ¿Cuál es la lección? Análisis con el auditorio. Tras la lectura de Lucas 12:16-31, pregunte a los presentes cómo pueden ayudarnos estos versículos en el ministerio.
(Lucas 12:16-31) Con eso les habló una ilustración, y dijo: “El terreno de cierto hombre rico produjo bien. 17 Por consiguiente, él razonaba dentro de sí, diciendo: ‘¿Qué haré, ya que no tengo dónde recoger mis cosechas?’. 18 De modo que dijo: ‘Haré esto: demoleré mis graneros y edificaré otros mayores, y allí recogeré todo mi grano y todas mis cosas buenas; 19 y diré a mi alma: “Alma, tienes muchas cosas buenas almacenadas para muchos años; pásalo tranquila, come, bebe, goza”’. 20 Pero Dios le dijo: ‘Irrazonable, esta noche exigen de ti tu alma. Entonces, ¿quién ha de tener las cosas que almacenaste?’. 21 Así pasa con el hombre que atesora para sí, pero no es rico para con Dios”. 22 Entonces dijo a sus discípulos: “Por esta razón les digo: Dejen de inquietarse respecto a su alma, en cuanto a qué comerán, o respecto a su cuerpo, en cuanto a qué se pondrán. 23 Porque el alma vale más que el alimento, y el cuerpo que la ropa. 24 Reparen en los cuervos, que ni siembran ni siegan, y no tienen ni troje ni granero, y sin embargo Dios los alimenta. ¿Cuánto más valen ustedes que las aves? 25 ¿Quién de ustedes, por medio de inquietarse, puede añadir un codo a la duración de su vida? 26 Pues, si no pueden hacer la cosa mínima, ¿por qué inquietarse por las demás cosas? 27 Reparen en los lirios, cómo crecen; no se afanan, ni hilan; pero les digo: Ni siquiera Salomón en toda su gloria se vistió como uno de estos. 28 Pues, si Dios viste así a la vegetación del campo que hoy existe y mañana se echa en el horno, ¡con cuánta más razón los vestirá a ustedes, hombres de poca fe! 29 Por eso, dejen de andar buscando qué podrán comer y qué podrán beber, y dejen de estar en ansiedad y suspenso; 30 porque todas estas son las cosas en pos de las cuales van con empeño las naciones del mundo, pero el Padre de ustedes sabe que ustedes necesitan estas cosas. 31 Sin embargo, busquen continuamente el reino de él, y estas cosas les serán añadidas.
*** w07 1/8 págs. 26-30 ¿Somos ricos para con Dios? ***
¿Somos ricos para con Dios?
“Así pasa con el hombre que atesora para sí, pero no es rico para con Dios.” (LUCAS 12:21.)
BUSCAR tesoros escondidos no es tan solo un divertido juego de niños; en todas las épocas y culturas ha habido personas que se han lanzado a la búsqueda de tesoros reales. Por ejemplo, la famosa fiebre del oro del siglo XIX provocó una oleada de cazatesoros hacia Australia, Canadá, Estados Unidos y Sudáfrica. En su afán por hacer fortuna, estuvieron dispuestos a dejar su hogar y sus seres queridos para irse a lugares distantes, desconocidos y a veces inhóspitos. Ciertamente, hay muchas personas que, a fin de conseguir las riquezas que ambicionan, están dispuestas a correr grandes riesgos y hacer enormes sacrificios.
2 Aunque hoy día la mayoría de la gente no se lanza a buscar tesoros, sí tiene que hacer grandes sacrificios para obtener el sustento. Ganarse la vida en este mundo no es nada sencillo: exige mucho esfuerzo y suele resultar agotador. Es fácil llegar a preocuparse tanto por la comida, la ropa y la vivienda que uno acabe desatendiendo, o hasta olvidando, las cosas más importantes (Romanos 14:17). Jesús utilizó una parábola que describía a la perfección esta tendencia humana. La encontramos en Lucas 12:16-21.
3 Antes de narrar esa parábola, Jesús estaba hablando de la necesidad de evitar la codicia, tema que analizamos bastante a fondo en el artículo anterior. La parábola trata de un hombre rico que, al no sentirse satisfecho con sus graneros llenos de cosas buenas, decide demolerlos para edificar otros mayores que le permitan seguir acumulando bienes. Cuando por fin cree que ha llegado el momento de descansar y disfrutar de la vida, Dios le dice que va a morir y que todo lo que tiene almacenado pasará a otras manos. Jesús concluye diciendo: “Así pasa con el hombre que atesora para sí, pero no es rico para con Dios” (Lucas 12:21). ¿Qué lección aprendemos de esta parábola, y cómo podemos aplicarnos esa lección?
Un hombre que se ve ante un problema
4 Observamos que Jesús comenzó la parábola con esta simple declaración: “El terreno de cierto hombre rico produjo bien”. Jesús no afirmó que el hombre hubiera adquirido sus riquezas con artimañas o ilegalmente. En otras palabras, no dijo que fuera una mala persona. Al contrario, parece ser que era un hombre muy trabajador, o, por lo menos, previsor, pues ahorraba para el futuro, tal vez pensando en el bienestar de su familia. Por tanto, a primera vista podría decirse que se trataba de alguien emprendedor, que se tomaba en serio sus obligaciones.
5 Sea como fuere, lo que sí sabemos es que el hombre era rico, es decir, ya tenía muchas posesiones. Pero, según explica Jesús, se vio ante un problema. Sus tierras produjeron mucho más de lo que él esperaba: mucho más de lo que necesitaba o de lo que podía almacenar. ¿Qué debía hacer?
6 En la actualidad, muchos siervos de Jehová se encaran a situaciones similares a la del hombre rico. Los cristianos verdaderos —sean empleados o dueños de su propio negocio— se esfuerzan por ser honrados, cumplidores y concienzudos en su trabajo (Colosenses 3:22, 23). Debido a ello, por lo general les va bien y sobresalen en lo que hacen. Ahora bien, cuando se les ofrece un ascenso o se les presentan nuevas oportunidades de negocios, tienen que tomar una decisión. ¿Aprovecharán la situación para ganar más dinero? En el campo escolar sucede algo parecido. Dado que muchos jóvenes testigos de Jehová son excelentes estudiantes, a veces les ofrecen becas u otro tipo de ayudas para que cursen estudios superiores en instituciones de renombre. ¿Las aceptarán por el solo hecho de que así lo harían la mayoría de sus compañeros?
7 Volviendo a la ilustración de Jesús, ¿qué hizo el hombre rico cuando su cosecha fue tan abundante que no tenía dónde almacenarla? Decidió demoler sus graneros y construir otros mayores que le permitieran almacenar todos sus excedentes de grano y todas sus cosas buenas. Parece ser que aquella decisión hizo que se sintiera tan satisfecho y seguro que pensó: “Diré a mi alma: ‘Alma, tienes muchas cosas buenas almacenadas para muchos años; pásalo tranquila, come, bebe, goza’” (Lucas 12:19).
¿Por qué se le llama “irrazonable”?
8 Ahora bien, según el relato de Jesús, la sensación de seguridad que obtuvo el hombre rico fue solo eso, una sensación. Por acertados que pudieran parecer sus planes, no tuvo presente un factor esencial: cuál era la voluntad de Dios. Él tan solo pensaba en sí mismo, en estar tranquilo, comer, beber y gozar de la vida. Creía que, por el hecho de tener “muchas cosas buenas”, también tendría “muchos años” para disfrutarlas. Pero, lamentablemente, no sucedió así. Como Jesús había dicho, “hasta cuando uno tiene en abundancia, su vida no resulta de las cosas que posee” (Lucas 12:15). Aquella misma noche, todo aquello para lo que tanto había trabajado se vino abajo, pues Dios le dijo: “Irrazonable, esta noche exigen de ti tu alma. Entonces, ¿quién ha de tener las cosas que almacenaste?” (Lucas 12:20).
9 Ahora llegamos al punto crucial de la ilustración de Jesús. Dios calificó al hombre de irrazonable. El Diccionario exegético del Nuevo Testamento explica que el adjetivo griego que se traduce “irrazonable” en este pasaje siempre significa “desvarío que se aparta de lo que es razonable”. También señala que, en la parábola, Dios usa ese término para exponer “lo absurdo de los planes del rico para el futuro”. Dicho adjetivo no se aplica a alguien poco inteligente, sino a quien “rechaza la dependencia en que se halla de Dios”. Lo que se dice del hombre rico en la parábola nos recuerda las palabras que Jesús dirigió posteriormente a los cristianos del siglo primero que pertenecían a la congregación de Laodicea (Asia Menor): “Dices: ‘Soy rico y he adquirido riquezas y no necesito absolutamente nada’, pero no sabes que eres desdichado y lastimoso y pobre y ciego y desnudo” (Revelación 3:17).
10 Conviene que tomemos esa lección muy en serio. ¿Nos podría pasar lo mismo que al hombre de la parábola? ¿Pudiéramos caer en el error de trabajar arduamente para conseguir “muchas cosas buenas”, pero no hacer lo necesario para llegar a vivir “muchos años”? (Juan 3:16; 17:3.) Según la Biblia, “las cosas valiosas no serán de ningún provecho en el día del furor”, y “el que confía en sus riquezas... él mismo caerá” (Proverbios 11:4, 28). De ahí que Jesús añadiera al final de la parábola esta advertencia: “Así pasa con el hombre que atesora para sí, pero no es rico para con Dios” (Lucas 12:21).
11 Al decir “así pasa”, Jesús indicó que lo que le sucedió al hombre rico también les sucederá a quienes centran su vida —o sea, basan su esperanza y su seguridad— exclusivamente en los bienes materiales. El error radica en ‘no ser rico para con Dios’, y no tanto en ‘atesorar para sí’. El discípulo Santiago hizo una advertencia similar: “Vamos, ahora, ustedes los que dicen: ‘Hoy o mañana iremos a tal ciudad y allí pasaremos un año, y negociaremos y haremos ganancias’, cuando el caso es que ustedes no saben lo que será su vida mañana”. ¿Qué les aconsejó? “En vez de eso, deberían decir: ‘Si Jehová quiere, viviremos y también haremos esto o aquello’.” (Santiago 4:13-15.) Por muy rica que sea una persona, no logrará nada a menos que sea rica para con Dios. ¿Y qué significa ser rico para con Dios?
Ser rico para con Dios
12 En su advertencia al final de la parábola, Jesús contrastó dos ideas: la de ser rico para con Dios y la de acumular tesoros para uno mismo, o sea, enriquecerse materialmente. Lo que estaba diciendo es que no deberíamos centrar nuestra vida en la acumulación de riquezas o el disfrute de las posesiones. Deberíamos, más bien, usar nuestros recursos para fortalecer y mejorar nuestra relación con Jehová. No hay duda de que esto nos ayudará a ser ricos para con Dios. ¿Por qué? Porque de esa forma estaremos abriendo la puerta para que él nos colme de bendiciones. Recordemos que la Biblia dice: “La bendición de Jehová... eso es lo que enriquece, y él no añade dolor con ella” (Proverbios 10:22).
13 Cuando Jehová bendice a sus siervos, siempre les da lo mejor (Santiago 1:17). Por ejemplo, la tierra que Jehová les dio a los israelitas era una “tierra que mana[ba] leche y miel”. Aunque también se había dicho algo semejante de Egipto, la tierra de los israelitas era diferente por lo menos en un aspecto fundamental. “[Es] una tierra de la que Jehová tu Dios está cuidando”, dijo Moisés al pueblo. En otras palabras, la razón por la que los israelitas prosperarían era porque Jehová los cuidaría. Y así fue: cuando se mantenían fieles a Jehová, recibían de él un sinfín de bendiciones y su vida era visiblemente mejor que la de las naciones vecinas. Está claro, pues, que la bendición de Jehová “es lo que enriquece” (Números 16:13; Deuteronomio 4:5-8; 11:8-15).
14 La expresión “rico para con Dios” también se vierte “rico ante Dios” (Nácar-Colunga) o “rico a los ojos de Dios” (Biblia de América). Por lo general, los que son ricos materialmente se preocupan por la imagen que proyectan ante los demás, quieren ser importantes a los ojos de los hombres, y suelen reflejarlo en su modo de vivir. Para impresionar a los demás, recurren a lo que la Biblia denomina “la exhibición ostentosa del medio de vida de uno” (1 Juan 2:16). Por su parte, los que son ricos para con Dios cuentan con su aprobación, su favor y su inmensa bondad inmerecida, y tienen una estrecha relación personal con él. Desde luego, estar en una situación tan privilegiada les proporciona una sensación de bienestar y seguridad muy superior a la que se puede obtener de las riquezas materiales (Isaías 40:11). Lo que ahora nos queda por averiguar es qué tenemos que hacer para ser ricos a los ojos de Dios.
Ricos a los ojos de Dios
15 El hombre de la ilustración de Jesús hizo planes y trabajó mucho con el único fin de enriquecerse, y por eso se le llamó “irrazonable”. De modo que, a fin de ser ricos para con Dios, hemos de esforzarnos por participar de lleno en las actividades que, a los ojos de Dios, realmente merecen la pena y tienen valor. Una de ellas la vemos en este mandato de Jesús: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones” (Mateo 28:19). Si empleamos nuestro tiempo, energías y talentos en la predicación del Reino y la obra de hacer discípulos —en lugar de utilizarlos para prosperar económicamente—, estaremos haciendo una buena inversión, una que nos proporcionará cuantiosos beneficios espirituales. Las siguientes experiencias son prueba de ello (Proverbios 19:17).
16 Veamos el caso de un cristiano que reside en un país asiático. Tenía un empleo muy bien pagado como técnico informático. Pero el trabajo le ocupaba casi todo el tiempo y se sentía espiritualmente empobrecido. Así que, en lugar de tratar de obtener un ascenso, optó por dejar el trabajo y ponerse a hacer helados y a venderlos en la calle. ¿Por qué tomó esa decisión? Porque quería tener más tiempo para atender sus necesidades y responsabilidades espirituales. Aunque sus anteriores compañeros se burlaron de la decisión que había tomado, veamos cómo le fue. “Lo cierto es que he salido ganando económicamente —dijo—. Ahora vivo más feliz porque no tengo las tensiones ni las preocupaciones de antes. Y más importante aún, me siento más cerca de Jehová.” Aquel cambio de trabajo le permitió emprender el ministerio de tiempo completo, y ahora sirve en la sucursal de los testigos de Jehová de su país. No puede negarse que la bendición de Jehová “es lo que enriquece”.
17 Tenemos también el caso de una mujer que se crió en el seno de una familia que daba mucha importancia a la educación. Estudió en universidades de Francia, México y Suiza, y tenía ante sí una prometedora carrera profesional. “La vida me sonreía; gozaba de prestigio y me llovían oportunidades, pero en mi interior me sentía vacía, insatisfecha”, comenta. Entonces empezó a estudiar la Biblia. “Al ir progresando espiritualmente —continúa ella—, fue creciendo en mí el deseo de complacer a Jehová y de devolverle un poco de lo mucho que él me había dado. Por fin veía con claridad a qué debía dedicar mi vida: a servir a Dios de tiempo completo.” Renunció a su puesto de trabajo y poco después se bautizó. Para estas fechas ya lleva veinte felices años en el ministerio de tiempo completo. “Hay quienes dicen que he desperdiciado mis talentos —explica—, pero reconocen que soy feliz y admiran los principios por los que rijo mi vida. Todos los días le pido a Jehová que me ayude a ser humilde para contar con su aprobación.”
18 Saulo de Tarso —quien llegó a ser el apóstol Pablo— había emprendido una prometedora carrera. Sin embargo, siendo ya cristiano, escribió lo siguiente: “De veras sí considero también que todas las cosas son pérdida a causa del sobresaliente valor del conocimiento de Cristo Jesús mi Señor” (Filipenses 3:7, 8). A los ojos de Pablo, las riquezas espirituales que había obtenido mediante Cristo tenían mucho más valor que todo lo que el mundo le podía ofrecer. Si nosotros, al igual que Pablo, tratamos de vivir de acuerdo con las normas divinas y no nos dejamos llevar por las ambiciones egoístas, también podremos ser ricos a los ojos de Dios. La Biblia nos garantiza: “El resultado de la humildad y del temor de Jehová es riquezas y gloria y vida” (Proverbios 22:4).
Cántico 35
"GRATITUD POR LA PACIENCIA DIVINA"
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Estudio de la Atalaya: 
"DE CASA EN CASA"
Párrafo 1
Génesis 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón”.
Párrafo 2
Lucas 1:19 En respuesta, el ángel le dijo: “Yo soy Gabriel, que estoy de pie cerca y delante de Dios, y fui enviado para hablar contigo y declararte las buenas nuevas de estas cosas.
Lucas 2:10 Pero el ángel les dijo: “No teman, porque, ¡miren!, les declaro buenas nuevas de un gran gozo que todo el pueblo tendrá,
Hechos 8:26, 27 Sin embargo, el ángel de Jehová habló a Felipe y dijo: “Levántate y ve hacia el sur, al camino que baja de Jerusalén a Gaza”. (Este es un camino por el desierto árido.) 27 Ante aquello, él se levantó y se fue, y, ¡mira!, un eunuco etíope, hombre en poder bajo Candace reina de los etíopes, y que estaba sobre todo el tesoro de ella. Él había ido a Jerusalén para adorar,
Hechos 8:35 Felipe abrió la boca y, comenzando por esta Escritura, le declaró las buenas nuevas acerca de Jesús.
Revelación 14:6 Y vi a otro ángel que volaba en medio del cielo, y tenía buenas nuevas eternas que declarar como noticias gozosas a los que moran en la tierra, y a toda nación y tribu y lengua y pueblo,
Lucas 4:16-21 Y vino a Nazaret, donde había sido criado; y, según su costumbre en día de sábado, entró en la sinagoga, y se puso de pie para leer. 17 De modo que se le dio el rollo del profeta Isaías, y abrió el rollo y halló el lugar donde estaba escrito: 18 “El espíritu de Jehová está sobre mí, porque él me ungió para declarar buenas nuevas a los pobres, me envió para predicar una liberación a los cautivos y un recobro de vista a los ciegos, para despachar a los quebrantados con una liberación, 19 para predicar el año acepto de Jehová”. 20 Con eso enrolló el rollo, se lo devolvió al servidor, y se sentó; y los ojos de todos [los que estaban] en la sinagoga se fijaron atentamente en él. 21 Entonces comenzó a decirles: “Hoy se cumple esta escritura que acaban de oír”.
Párrafo 3
Mateo 28:19, 20 Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.
Hechos 1:8 pero recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra”.
2 Timoteo 4:5 Tú, sin embargo, mantén tu juicio en todas las cosas, sufre el mal, haz [la] obra de evangelizador, efectúa tu ministerio plenamente.
Juan 3:16 ”Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.
1 Pedro 5:7 a la vez que echan sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes.
Salmo 15:1, 2 Oh Jehová, ¿quién será huésped en tu tienda? ¿Quién residirá en tu santa montaña?  2 El que está andando exento de falta y practicando la justicia y hablando la verdad en su corazón.
Isaías 65:17 ”Porque, ¡miren!, voy a crear nuevos cielos y una nueva tierra; y las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón.
Párrafo 6
Romanos 1:28-31 Y así como no aprobaron el tener a Dios en conocimiento exacto, Dios los entregó a un estado mental desaprobado, para que hicieran las cosas que no son apropiadas, 29 llenos como estaban de toda injusticia, iniquidad, codicia, maldad, estando llenos de envidia, asesinato, contienda, engaño, genio malicioso, siendo susurradores, 30 difamadores solapados, odiadores de Dios, insolentes, altivos, presumidos, inventores de cosas perjudiciales, desobedientes a los padres, 31 sin entendimiento, falsos en los acuerdos, sin tener cariño natural, despiadados.
2 Timoteo 3:1-5 Mas sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. 2 Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, 3 sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, 4 traicioneros, testarudos, hinchados [de orgullo], amadores de placeres más bien que amadores de Dios, 5 teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder; y de estos apártate.
Efesios 4:17-19 Esto, por lo tanto, digo, y de ello doy testimonio en [el] Señor: que ya no sigan ustedes andando tal como las naciones también andan en la inutilidad de su mente, 18 mientras mentalmente se hallan en oscuridad, y alejadas de la vida que pertenece a Dios, a causa de la ignorancia que hay en ellas, a causa de la insensibilidad de su corazón. 19 Habiendo llegado a estar más allá de todo sentido moral, se entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avidez.
Efesios 2:11-13 Por lo tanto, sigan recordando que en otro tiempo ustedes eran gente de las naciones en cuanto a la carne; “incircuncisión” eran llamados por lo que se llama “circuncisión”, hecha en la carne con las manos... 12 que estaban en aquel mismo tiempo sin Cristo, alejados del estado de Israel y extraños a los pactos de la promesa, y no tenían esperanza, y estaban sin Dios en el mundo. 13 Pero ahora, en unión con Cristo Jesús, ustedes los que en un tiempo estaban lejos han llegado a estar cerca por la sangre del Cristo.
Párrafo 7
Romanos 1:19, 20 porque lo que puede conocerse acerca de Dios está entre ellos manifiesto, porque Dios se lo ha puesto de manifiesto. 20 Porque las [cualidades] invisibles de él se ven claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se perciben por las cosas hechas, hasta su poder sempiterno y Divinidad, de modo que ellos son inexcusables;
Párrafo 8
2 Timoteo 3:14 Tú, sin embargo, continúa en las cosas que aprendiste y fuiste persuadido a creer, sabiendo de qué personas las aprendiste,
Párrafo 10
Marcos 9:33 Y entraron en Capernaum. Ahora bien, cuando estuvo en la casa, les hizo la pregunta: “¿Qué discutían en el camino?”.
Mateo 17:24-26 Después que llegaron a Capernaum, se acercaron a Pedro los hombres que cobran [el impuesto de] los dos dracmas y dijeron: “¿No paga el maestro de ustedes [el impuesto de] los dos dracmas?”. 25 Él dijo: “Sí”. Sin embargo, cuando entró en la casa, Jesús se le anticipó, diciendo: “¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes reciben los reyes de la tierra contribuciones o la capitación? ¿De sus hijos, o de los extraños?”. 26 Cuando él dijo: “De los extraños”, Jesús le dijo: “Entonces, realmente, los hijos están libres de impuestos.
Mateo 16:13-17 Ahora bien, cuando hubo llegado a las partes de Cesarea de Filipo, Jesús se puso a preguntar a sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?”. 14 Ellos dijeron: “Algunos dicen Juan el Bautista; otros, Elías; otros más, Jeremías o uno de los profetas”. 15 Él les dijo: “Pero ustedes, ¿quién dicen que soy?”. 16 En contestación, Simón Pedro dijo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. 17 En respuesta, Jesús le dijo: “Feliz eres, Simón hijo de Jonás, porque carne y sangre no te [lo] reveló, sino mi Padre que está en los cielos.
Párrafo 13
Romanos 12:2 Y cesen de amoldarse a este sistema de cosas; más bien, transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.
Párrafo 16
Mateo 13:20, 21 En cuanto al que se sembró sobre los pedregales, este es el que oye la palabra y en seguida la acepta con gozo. 21 Sin embargo, no tiene raíz en sí mismo, sino que continúa por un tiempo, y después que ha surgido tribulación o persecución a causa de la palabra, en seguida se le hace tropezar.
Hebreos 5:14 Pero el alimento sólido pertenece a personas maduras, a los que mediante el uso tienen sus facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto.
Colosenses 2:6-8 Por lo tanto, como han aceptado a Cristo Jesús el Señor, sigan andando en unión con él, 7 arraigados y siendo edificados en él y siendo estabilizados en la fe, así como se les enseñó, rebosando de [fe] en acción de gracias. 8 Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño según la tradición de los hombres, según las cosas elementales del mundo y no según Cristo;
Párrafo 17
Marcos 6:7 Entonces mandó llamar a los doce, e inició el enviarlos de dos en dos, y empezó a darles autoridad sobre los espíritus inmundos.
Lucas 10:1 Después de estas cosas el Señor designó a otros setenta y los envió de dos en dos delante de sí a toda ciudad y lugar adonde él mismo iba a ir.
Filipenses 4:3 Sí, a ti también te solicito, genuino compañero de yugo, que sigas prestando ayuda a estas [mujeres] que se han esforzado lado a lado conmigo en las buenas nuevas, junto con Clemente así como también con los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
Párrafo 18
1 Corintios 3:6-9 Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndo[lo] crecer; 7 de modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que [lo] hace crecer. 8 Ahora bien, el que planta y el que riega uno son, pero cada [persona] recibirá su propio galardón según su propia labor. 9 Porque somos colaboradores de Dios. Ustedes son campo de Dios bajo cultivo, edificio de Dios.
Eclesiastés 4:12 Y si alguien pudiera subyugar a uno solo, dos juntos podrían mantenerse firmes contra él. Y una cuerda triple no puede ser rota en dos pronto.
Párrafo 19
Proverbios 18:24 Existen compañeros dispuestos a hacerse pedazos, pero existe un amigo más apegado que un hermano.
2 Corintios 4:1 Por eso, teniendo este ministerio según la misericordia que se nos mostró, no nos rendimos;
2 Corintios 4:7 Sin embargo, tenemos este tesoro en vasos de barro, para que el poder que es más allá de lo normal sea de Dios y no el que procede de nosotros.
Cántico 102
"CANTA LA CANCIÓN DEL REINO"
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PFC777




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