domingo, 13 de octubre de 2013

SEMANA DEL 14 DE OCTUBRE 2013

Cántico 32
FIRMES Y CONSTANTES

  • Estudio Bíblico de Congregación (jr cap. 15 párrs. 7-12) (30 minutos)
Párrafo 7
(Jeremías 14:13-16) Ante esto, yo dije: “¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que los profetas están diciéndoles: ‘No verán espada, y no habrá hambre que les suceda a ustedes, sino que paz verdadera es lo que les daré en este lugar’”. 14 Y Jehová pasó a decirme: “Falsedad es lo que los profetas están profetizando en mi nombre. Yo no los he enviado, ni les he ordenado ni les he hablado. Una visión falsa y adivinación y una cosa que nada vale y la artimaña de su corazón es lo que ellos les están hablando proféticamente. 15 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová respecto a los profetas que están profetizando en mi nombre y a quienes yo mismo no envié, y que están diciendo que no ocurrirá espada ni hambre en este país: ‘A espada y por hambre serán acabados aquellos profetas. 16 Y la mismísima gente a la que están profetizando llegará a ser gente echada fuera a las calles de Jerusalén a causa del hambre y de la espada, sin que haya quien los entierre... a ellos, sus esposas y sus hijos y sus hijas. Y ciertamente derramaré sobre ellos su calamidad’.
(Jeremías 15:10) ¡Ay de mí, oh madre mía, porque me has dado a luz, hombre sujeto a riña y hombre sujeto a contienda con toda la tierra! No he dado un préstamo, y no me han dado un préstamo. Todos ellos están invocando el mal contra mí.
(Jeremías 18:18) Y ellos procedieron a decir: “Vengan, e ideemos contra Jeremías algunos pensamientos, porque la ley no perecerá del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni la palabra del profeta. Vengan e hirámoslo con la lengua, y no prestemos atención a ninguna de sus palabras”.
(Lamentaciones 3:61, 62) Has oído su vituperio, oh Jehová, todos sus pensamientos contra mí, 62 los labios de los que se levantan contra mí, y su susurrar contra mí todo el día.
Párrafo 8
(Jeremías 1:18, 19) Pero en cuanto a mí, aquí he hecho de ti hoy una ciudad fortificada y una columna de hierro y muros de cobre contra todo el país, para con los reyes de Judá, para con sus príncipes, para con sus sacerdotes y para con la gente de la tierra. 19 Y de seguro pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti, porque: ‘Yo estoy contigo —es la expresión de Jehová— para librarte’”.
Párrafo 9
(Jeremías 26:11-16) Y los sacerdotes y los profetas empezaron a decir a los príncipes y a todo el pueblo: “A este hombre le corresponde el juicio de muerte, porque ha profetizado acerca de esta ciudad tal como han oído ustedes con sus propios oídos”. 12 Ante aquello, Jeremías dijo a todos los príncipes y a todo el pueblo: “Fue Jehová quien me envió a profetizar acerca de esta casa y acerca de esta ciudad todas las palabras que ustedes han oído. 13 Y ahora hagan buenos sus caminos y sus tratos, y obedezcan la voz de Jehová su Dios, y Jehová sentirá pesar por la calamidad que ha hablado contra ustedes. 14 Y en cuanto a mí, aquí estoy en la mano de ustedes. Hagan conmigo según lo que sea bueno y según lo que sea recto a los ojos de ustedes. 15 Solo que deben saber sin falta que, si me dan muerte, es sangre inocente la que están poniendo sobre ustedes mismos y sobre esta ciudad y sobre sus habitantes, porque en verdad Jehová sí me envió a ustedes para hablar a oídos de ustedes todas estas palabras”. 16 Entonces los príncipes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: “No hay juicio de muerte que le corresponda a este hombre, porque fue en el nombre de Jehová nuestro Dios como nos habló”.
(Lucas 21:12-15) ”Pero antes de todas estas cosas les echarán mano a ustedes y los perseguirán, entregándolos a las sinagogas y prisiones, y serán llevados ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre. 13 Resultará para ustedes en testimonio. 14 Por lo tanto, resuélvanlo en sus corazones que no ensayarán de antemano cómo hacer su defensa, 15 porque yo les daré boca y sabiduría, que todos sus opositores juntos no podrán resistir ni disputar.
Párrafo 10
(Jeremías 20:1-6) Ahora bien, Pasjur hijo de Imer, el sacerdote, que también era el principal comisionado en la casa de Jehová, siguió escuchando a Jeremías mientras este profetizaba estas palabras. 2 Entonces Pasjur golpeó a Jeremías el profeta y lo puso en el cepo que había en la Puerta Superior de Benjamín, que estaba en la casa de Jehová. 3 Pero al día siguiente aconteció que Pasjur procedió a dejar salir a Jeremías del cepo, y Jeremías ahora le dijo: “Jehová te ha llamado por nombre, no Pasjur, sino Terror todo en derredor. 4 Porque esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Mira, voy a hacer que seas un terror a ti mismo y a todos tus amadores, y ellos ciertamente caerán por la espada de sus enemigos mientras tus ojos estén mirando; y a todo Judá daré en mano del rey de Babilonia, y él realmente los llevará al destierro en Babilonia y los derribará a espada. 5 Y ciertamente daré todas las cosas almacenadas de esta ciudad y todo su producto y todas sus cosas preciosas; y todos los tesoros de los reyes de Judá voy a dar en la mano de sus enemigos. Y ellos ciertamente los saquearán y los tomarán y los llevarán a Babilonia. 6 Y en cuanto a ti, oh Pasjur, y todos los habitantes de tu casa, se irán al cautiverio; y a Babilonia llegarás, y allí morirás, y allí serás enterrado tú mismo con todos tus amadores, porque les has profetizado en falsedad’”.
(Jeremías 20:11) Pero Jehová estuvo conmigo como un terrible poderoso. Por eso los mismísimos que me persiguen tropezarán y no prevalecerán. Ciertamente quedarán muy avergonzados, porque no habrán prosperado. [Su] humillación, de duración indefinida, será una que no se olvidará.
Párrafo 11
(Jeremías 28:1-17) Entonces aconteció en aquel año, al principio del reinado de Sedequías el rey de Judá, en el año cuarto, en el mes quinto, que Hananías hijo de Azur, el profeta que era de Gabaón, me dijo en la casa de Jehová, ante los ojos de los sacerdotes y de todo el pueblo: 2 “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Ciertamente quebraré el yugo del rey de Babilonia. 3 Dentro de dos años completos voy a traer de vuelta a este lugar todos los utensilios de la casa de Jehová que Nabucodonosor el rey de Babilonia tomó de este lugar para llevarlos a Babilonia’”. 4 “‘Y a Jeconías hijo de Jehoiaquim, el rey de Judá, y a todos los desterrados de Judá que han ido a Babilonia los voy a traer de vuelta a este lugar —es la expresión de Jehová—, porque quebraré el yugo del rey de Babilonia.’” 5 Y Jeremías el profeta procedió a decir a Hananías el profeta ante los ojos de los sacerdotes y ante los ojos de todo el pueblo que estaba de pie en la casa de Jehová; 6 sí, Jeremías el profeta procedió a decir: “¡Amén! ¡Hágalo así Jehová! ¡Establezca Jehová tus palabras que has profetizado y traiga de vuelta de Babilonia a este lugar los utensilios de la casa de Jehová y a todos los desterrados! 7 Sin embargo, oye, por favor, esta palabra que estoy hablando a tus oídos y a los oídos de todo el pueblo. 8 En cuanto a los profetas que fueron antes de mí y antes de ti de mucho tiempo atrás, ellos también profetizaban acerca de muchos países y acerca de reinos grandes, de guerra y de calamidad y de peste. 9 En cuanto al profeta que profetiza de paz, cuando se realice la palabra del profeta se llegará a conocer el profeta a quien Jehová ha enviado en verdad”. 10 En eso Hananías el profeta tomó la vara que servía de yugo de sobre el cuello de Jeremías el profeta y la quebró. 11 Y Hananías pasó a decir ante los ojos de todo el pueblo: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Así mismo dentro de dos años completos quebraré yo el yugo de Nabucodonosor el rey de Babilonia de sobre el cuello de todas las naciones’”. Y Jeremías el profeta procedió a irse por su camino. 12 Entonces la palabra de Jehová le ocurrió a Jeremías, después que Hananías el profeta hubo quebrado la vara que servía de yugo de sobre el cuello de Jeremías el profeta, y dijo: 13 “Ve, y tienes que decir a Hananías: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Has quebrado varas de madera que sirven de yugo, y en lugar de ellas tendrás que hacer varas de hierro que sirvan de yugo”. 14 Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Ciertamente pondré un yugo de hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor el rey de Babilonia; y tendrán que servirle. Y hasta las bestias salvajes del campo ciertamente le daré”’”. 15 Y Jeremías el profeta pasó a decir a Hananías el profeta: “¡Escucha, por favor, oh Hananías! Jehová no te ha enviado, sino que tú mismo has hecho que este pueblo confíe en una falsedad. 16 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: ‘¡Mira!, voy a enviarte de sobre la superficie del suelo. Este año tú mismo tienes que morir, porque has hablado verdadera sublevación contra Jehová’”. 17 De manera que el profeta Hananías murió aquel año, en el mes séptimo.
Párrafo 12
(2 Timoteo 2:23-25) Además, niégate a admitir las cuestiones necias e ignorantes, pues sabes que producen peleas. 24 Pero el esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser amable para con todos, capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, 25 instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos; ya que Dios quizás les dé arrepentimiento que conduzca a un conocimiento exacto de la verdad,
(Proverbios 17:14) El principio de la contienda es como alguien que da curso libre a las aguas; por eso, antes que haya estallado la riña, retírate.
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Escuela del Ministerio 
Teocrático
  • Lectura de la Biblia: Filipenses 1a Colosenses 4 | Puntos sobresalientes (10 min.)
*** w08 15/8 pág. 28 Puntos sobresalientes de las cartas a los Filipenses y a los Colosenses ***
1:23 y nota. ¿Qué “dos cosas” tenían a Pablo perplejo, y qué “liberación” deseaba? Debido a las circunstancias en las que se encontraba, Pablo se sentía perplejo porque tenía dos posibilidades ante sí: vivir o morir (Fili. 1:21). Aunque no dice cuál de ellas escogería, sí expresa lo que realmente deseaba: “la liberación y el estar con Cristo” (Fili. 3:20, 21; 1 Tes. 4:16). Dicha “liberación”, que ocurriría durante la presencia de Cristo, le permitiría a Pablo recibir el galardón que Jehová había preparado para él (Mat. 24:3).
2:12, 13. ¿De qué manera nos ayuda Dios a “querer” y a “actuar”? El espíritu santo de Jehová influye en nuestra mente y corazón y nos motiva a esforzarnos al máximo en su servicio. De modo que contamos con la ayuda de Dios para ‘obrar nuestra propia salvación’.
Lecciones para nosotros:
1:3-5. Aunque eran pobres, los filipenses fueron un magnífico ejemplo de generosidad (2 Cor. 8:1-6).
2:5-11. El ejemplo de Jesús demuestra que la humildad no es señal de debilidad, sino de fortaleza moral. Además, Jehová ensalza a los humildes (Pro. 22:4).
3:13. “Las cosas que quedan atrás” pudieran ser cosas que hemos sacrificado, como una profesión lucrativa o la seguridad de pertenecer a una familia acaudalada. También pudieran incluir pecados graves de los que nos hemos arrepentido y hemos “sido lavados” (1 Cor. 6:11). Debemos olvidar todas esas cosas, es decir, no preocuparnos más por ellas, y “extend[ernos] hacia delante a las cosas más allá”.
si págs. 223-224 Libro bíblico Filipenses. Escritor: Pablo. Dónde se escribió: Roma. Cuándo se completó: c. 60–61 E.C.
CUANDO el apóstol Pablo recibió en una visión el llamamiento para llevar las buenas nuevas a Macedonia, él y sus compañeros —Lucas, Silas y el joven Timoteo— obedecieron con prontitud. Viajaron en barco desde Troas en Asia Menor hasta Neápolis y partieron inmediatamente para Filipos, a unos 15 kilómetros (9,5 millas) tierra adentro a través de un desfiladero. Lucas describe aquella ciudad como “la ciudad principal del distrito de Macedonia”. (Hech. 16:12.) Se llamó Filipos en honor del rey macedonio Filipo II (padre de Alejandro Magno), quien capturó la ciudad en 356 a.E.C. Después fue tomada por los romanos. En 42 a.E.C. fue escena de batallas decisivas que ayudaron a fortalecer la posición de Octavio, que más tarde llegó a ser César Augusto. En conmemoración de la victoria, él convirtió Filipos en colonia romana.
2 Cuando Pablo visitaba una nueva ciudad, solía predicar primero a los judíos. Sin embargo, en su primera visita a Filipos alrededor del año 50 E.C. halló que allí había pocos judíos y que estos aparentemente no tenían sinagoga, pues solían reunirse para orar a orillas de un río fuera de la ciudad. La predicación de Pablo pronto produjo fruto, y entre los primeros conversos estuvo Lidia, comerciante y prosélita judía que en seguida abrazó la verdad acerca del Cristo e insistió en que los viajeros se hospedaran en su casa. Ella “sencillamente nos obligó a aceptar”, escribe Lucas. No obstante, ellos pronto encontraron oposición, y Pablo y Silas fueron golpeados con varas y luego echados en prisión. Mientras estaban en prisión ocurrió un terremoto, y el carcelero y su familia, al escuchar a Pablo y Silas, se hicieron creyentes. El día siguiente Pablo y Silas fueron puestos en libertad, y visitaron a los hermanos en el hogar de Lidia y los animaron antes de salir de aquella ciudad. Pablo tenía vívidos recuerdos de las tribulaciones que acompañaron el establecimiento de la nueva congregación en Filipos. (Hech. 16:9-40.)
3 Unos cuantos años después Pablo pudo visitar de nuevo a la congregación filipense durante su tercera gira misional. Luego, unos diez años después de haber fundado la congregación, una conmovedora expresión del amor de los hermanos de Filipos impulsó a Pablo a escribirles la carta inspirada que se ha conservado en las Santas Escrituras con el nombre de aquella amada congregación.
4 El consenso general entre los comentaristas bíblicos es que el escritor de la carta fue Pablo, como se declara en su primer versículo, y con buena razón. Policarpo (69?–155? E.C.), en su propia carta a los filipenses, menciona que Pablo les había escrito. Comentaristas bíblicos primitivos como Ignacio, Ireneo, Tertuliano y Clemente de Alejandría citan de la carta como escrito procedente de Pablo. Se hace mención de ella en el Fragmento Muratoriano del siglo II E.C. y en los demás cánones antiguos, y aparece junto con otras ocho cartas de Pablo en el Papiro Chester Beatty núm. 2 (P46), del que se cree que data de alrededor de 200 E.C.
5 El lugar y la fecha en que se escribió la carta pueden establecerse con razonable certeza. Al tiempo de escribirla, Pablo era un prisionero custodiado por la guardia de corps del emperador romano, y había mucha actividad cristiana a su alrededor. Concluyó su carta con los saludos de los fieles de la casa de César. Estos hechos, combinados, indican que fue de Roma desde donde se envió la carta. (Fili. 1:7, 13, 14; 4:22; Hech. 28:30, 31.)
6 Pero ¿cuándo se escribió la carta? Parece que Pablo ya había estado en Roma suficiente tiempo como para que las noticias acerca de su aprisionamiento como cristiano y las razones para ello se esparcieran entre toda la guardia pretoriana del emperador y entre muchas otras personas. Además, había pasado suficiente tiempo para que Epafrodito llegara de Filipos (a unos 1.000 kilómetros [600 millas] de distancia) con un obsequio para Pablo; para que las noticias de la enfermedad de Epafrodito en Roma llegaran a Filipos; y para que expresiones de pesar por la condición de este se enviaran de Filipos a Roma. (Fili. 2:25-30; 4:18.) Puesto que el primer aprisionamiento de Pablo en Roma tuvo lugar alrededor de 59 a 61 E.C., es muy probable que él escribiera esta carta alrededor de 60 ó 61 E.C., un año o más después de su primera visita a Roma.
7 Los dolores experimentados al engendrar a aquellos hijos en Filipos mediante la palabra de verdad, el cariño de los filipenses y la generosidad que mostraron al obsequiar cosas necesarias a Pablo (lo cual él mantuvo presente durante sus muchos viajes y penalidades) y las grandes bendiciones de Jehová sobre el comienzo de la obra misional en Macedonia forjaron en conjunto un fuerte vínculo de amor mutuo entre Pablo y los hermanos filipenses. Ahora el don bondadoso de los filipenses, seguido por la preocupación que mostraron al indagar acerca de Epafrodito y el progreso de las buenas nuevas en Roma, impulsaron a Pablo a escribirles una carta conmovedora y afectuosa para edificarlos y animarlos.
*** bt cap. 16 “Pasa a Macedonia y ayúdanos” ***
18 Hoy, los superintendentes cristianos también enseñan con el ejemplo. Están dispuestos a hacer lo mismo que esperan de sus hermanos. Además, todos los cristianos, al igual que Pablo, evaluamos con cuidado la forma y el momento en que utilizaremos nuestros derechos legales para recibir protección. Cuando es necesario, recurrimos a los tribunales locales, nacionales e incluso internacionales para conseguir el amparo jurídico que nos permita seguir adorando a Dios. Pero nuestra aspiración no es realizar reformas sociales, sino, más bien, “defender y establecer legalmente las buenas nuevas”, tal como indicó el apóstol a la congregación de Filipos unos diez años después de su encarcelamiento en esa ciudad (Fili. 1:7). Y sea que nuestras gestiones tengan éxito o no, estamos decididos, como Pablo y sus compañeros, a “declararles las buenas nuevas” a todas las personas en cualquier lugar al que nos dirija el espíritu santo (Hech. 16:10).
*** w97 15/3 Inclinemos el corazón al discernimiento
19 El discernimiento espiritual nos ayuda a permanecer leales a Dios y a su pueblo. Pablo dijo a los cristianos de Filipo: “Esto es lo que continúo orando: que el amor de ustedes abunde todavía más y más con conocimiento exacto y pleno discernimiento; para que se aseguren de las cosas más importantes, para que estén exentos de defectos y no hagan tropezar a otros hasta el día de Cristo”. (Filipenses 1:9, 10.) A fin de razonar correctamente, necesitamos “conocimiento exacto y pleno discernimiento”. La palabra griega que se traduce en este texto “discernimiento” denota “percepción moral sensible”. Cuando aprendemos algo, debemos percibir su relación con Dios y Cristo, y meditar sobre cómo magnifica la personalidad y las provisiones de Jehová. Esto potencia nuestro discernimiento y aprecio por lo que Jehová Dios y Jesucristo han hecho por nosotros. Si no entendemos algo completamente, el discernimiento nos ayudará a comprender que no debemos abandonar nuestra fe en todas las verdades importantes que hemos aprendido sobre Dios, Cristo y el propósito divino.
*** w10 15/9 La unidad identifica a la religión verdadera ***
9 Los superintendentes cristianos también contribuyen a la unidad. ¿De qué modo? Encabezando la obra de evangelizar. El espíritu de hermandad que une a quienes servimos juntos a Dios es mucho más fuerte que el de las personas del mundo que se reúnen por motivos sociales. La congregación no es un club adonde se va a pasar el rato, sino una organización fundada con el fin de honrar a Jehová y llevar a cabo una comisión: predicar las buenas nuevas, hacer discípulos y fortalecer a los cristianos (Rom. 1:11, 12; 1 Tes. 5:11; Heb. 10:24, 25). Por eso, el apóstol Pablo pudo decir lo siguiente de sus hermanos: “Ustedes [...] están firmes en un mismo espíritu, esforzándose lado a lado con una misma alma por la fe de las buenas nuevas” (Fili. 1:27).
*** w08 1/2 pág. 13 ¿Por qué orar en el nombre de Jesús? ***
Al orar en su nombre, honramos a Jesús mismo. Esto es muy apropiado, pues es la voluntad de Jehová que “en el nombre de Jesús se doble toda rodilla [...], y reconozca abiertamente toda lengua que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el Padre” (Filipenses 2:10, 11). Y, aún más importante, orar en el nombre de Jesús ensalza a Jehová, quien ofreció a su Hijo a favor nuestro (Juan 3:16).
Para que percibamos la importancia del puesto que Jesús ocupa, la Biblia le atribuye varios títulos y nombres. Todos ellos nos ayudan a darnos cuenta de las muchas bendiciones que recibimos gracias a lo que Jesús ha hecho, está haciendo y aún hará por nosotros. (Véase el recuadro “El papel crucial de Jesús”, en la página 14.) En efecto, a Jesús se le ha dado “el nombre que está por encima de todo otro nombre”, es decir, toda autoridad en el cielo y sobre la Tierra (Filipenses 2:9; Mateo 28:18).
*** w98 1/11 Sigamos obrando nuestra propia salvación ***
16 Prestemos atención a lo que Pablo escribió: “Por consiguiente, amados míos, [...] sigan obrando su propia salvación con temor y temblor; porque Dios es el que, por causa de su beneplácito, está actuando en ustedes a fin de que haya en ustedes tanto el querer como el actuar” (Filipenses 2:12, 13). La palabra griega original que se traduce por ‘obrar’ significa en este pasaje terminar algo. De modo que ninguno de nosotros está condenado a fracasar o abandonar. Jehová Dios debe confiar en que podemos terminar la obra que nos ha encomendado —la obra que nos lleva a la salvación—, o de otro modo no hubiera inspirado esas palabras. Pero ¿cómo podemos lograrlo? No por nuestras propias fuerzas. Si tuviéramos la fuerza suficiente, no habría necesidad de ‘temer y temblar’. Más bien, Jehová ‘actúa en nosotros’ cuando su espíritu santo obra en nuestra mente y corazón y nos ayuda a ‘querer y actuar’. Con tal ayuda amorosa, ¿hay razón por la que no podamos tomar las decisiones correctas y vivir de acuerdo con ellas? No, no la hay (Lucas 11:13).
*** w07 15/3 pág. 14 La luz es maravillosa ***
Pensemos también en cómo recompensa Dios nuestros esfuerzos por cumplir con la comisión que nos ha dado. No hay nada que pueda asemejarse al privilegio de ser “iluminadores en el mundo”. Al reflejar la luz de la Palabra de Dios mediante nuestra manera de hablar y actuar, prestamos un servicio vital a las personas de buen corazón (Filipenses 2:15). Y nos sentimos contentos cuando predicamos y enseñamos con entusiasmo porque sabemos que ‘Dios no es injusto para olvidar nuestra obra y el amor que mostramos para con su nombre’ (Hebreos 6:10).
*** w12 15/3 pág. 28 párr. 14 No mire “a las cosas que deja atrás” ***
14 ¿Cómo podemos seguir fielmente adelante? Unos versículos después, el propio Pablo explicó cómo lo lograba él: “Olvidando las cosas que quedan atrás, y extendiéndome hacia adelante a las cosas más allá” (Fili. 3:13). El apóstol destacó dos pasos que son imprescindibles. Primero, olvidar las cosas que dejamos atrás, en lugar de malgastar nuestro valioso tiempo y energías preocupándonos en exceso por el pasado. Y segundo, “extendernos” hacia adelante para alcanzar nuestro objetivo, como si fuéramos atletas que están cruzando la línea de llegada.
*** w90 15/11 pág. 25 ¡Sigamos adalente hacia la meta! ***
Hacia la meta: “Olvidando las cosas que quedan atrás, y extendiéndome hacia adelante a las cosas más allá —escribió Pablo—, prosigo hacia la meta para el premio de la llamada hacia arriba por Dios mediante Cristo Jesús”. (Filipenses 3:13, 14.) El apóstol estaba esforzándose vigorosamente como un corredor en una carrera. No perdía tiempo ni esfuerzo mirando atrás, sino que seguía adelante hacia su objetivo... como un corredor que se esfuerza por llegar a la meta. En el caso de Pablo y otros cristianos ungidos, el premio era vida celestial mediante una resurrección después de haber terminado un derrotero de fidelidad a Dios en la Tierra. Sea nuestra esperanza celestial o terrestre, sigamos íntegros ante Jehová y adelantemos hacia la meta como Testigos de él. (2 Timoteo 4:7.)
*** w03 15/1 ¿Es fuerte su fe? ***
18 Claro, dado que somos imperfectos, “todos tropezamos muchas veces” (Santiago 3:2). Cuando surgieron ciertas desavenencias entre dos cristianas, Pablo escribió respecto a ellas: “A Evodia exhorto, y a Síntique exhorto, a que sean de la misma mente en el Señor. [...] [Sigue] prestando ayuda a estas mujeres que se han esforzado lado a lado conmigo en las buenas nuevas” (Filipenses 4:1-3). Lo más probable es que estas mujeres piadosas resolvieran su disputa pacíficamente siguiendo consejos como el que hallamos en Mateo 5:23, 24. De igual modo hoy día, aplicar con fe los principios bíblicos contribuirá muchísimo a promover la paz.
*** w92 15/11 Sirva a Jehová lealmente ***
10 Se requiere esfuerzo para mantener un espíritu de compañerismo. Por ejemplo, parece ser que a las cristianas Evodia y Síntique se les hizo difícil resolver un problema que tenían entre sí. Pablo las exhortó “a que [fueran] de la misma mente en el Señor”. Luego añadió: “También te solicito, genuino compañero de yugo, que sigas prestando ayuda a estas mujeres que se han esforzado lado a lado conmigo en las buenas nuevas, junto con Clemente así como también con los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida”. (Filipenses 4:2, 3.) Esas mujeres piadosas habían luchado lado a lado con Pablo y otros cristianos “en las buenas nuevas”, por lo que tenía la seguridad de que ‘sus nombres estaban en el libro de la vida’.
*** w11 15/4 “El fruto del espíritu” glorifica a Dios ***
11 El apóstol Pablo hace esta invitación a todos los cristianos: “Siempre regocíjense en el Señor. Una vez más diré: ¡Regocíjense!” (Fili. 4:4). ¿Por qué es tan importante que nos sintamos felices al adorar a Jehová? Porque así le damos a él nuestro apoyo en la cuestión de la soberanía que planteó Satanás. Recordemos que el Diablo afirma que nadie obedece a Dios de todo corazón (Job 1:9-11). Por eso, si lo adoráramos por deber, pero sin alegría, le estaríamos dando un sacrificio de alabanza incompleto. En vista de este hecho, procuramos seguir la exhortación del salmista: “Sirvan a Jehová con regocijo. Entren delante de él con un clamor gozoso” (Sal. 100:2). Ciertamente, para glorificar a Dios hay que servirle con espíritu alegre, con verdaderas ganas.
*** w05 15/7 “Sigan dando prueba de lo que ustedes mismos son” ***
19 ¿Qué deben abarcar nuestras obras de fe? Pablo contesta: “Las cosas que ustedes aprendieron así como también aceptaron y oyeron y vieron relacionadas conmigo, practiquen estas; y el Dios de la paz estará con ustedes” (Filipenses 4:9). Damos prueba de lo que somos si practicamos lo que hemos aprendido, aceptado, oído y visto, es decir, todo lo que está implicado en la dedicación y el discipulado cristianos. “Este es el camino. Anden en él”, nos manda Jehová mediante el profeta Isaías (Isaías 30:21).
*** w94 1/9 ¡Regocijémonos en Jehová! ***
16 “Las cosas que ustedes aprendieron así como también aceptaron y oyeron y vieron relacionadas conmigo, practiquen estas; y el Dios de la paz estará con ustedes.” (Filipenses 4:9.) Los cristianos recibirán la bendición de Dios si practican lo que han aprendido. Una de las cosas más importantes que han aprendido es la necesidad de predicar las buenas nuevas a otras personas. De hecho, ¿quién podría disfrutar de tranquilidad mental o tener gozo si retuviera información de las personas de corazón honrado cuya vida depende de oírla? (Ezequiel 3:17-21; 1 Corintios 9:16; 1 Timoteo 4:16.)
*** Colosenses ***
2:8. ¿Qué son “las cosas elementales del mundo” contra las que Pablo previene? Son los elementos básicos que componen el mundo de Satanás y los principios que guían y motivan a la gente, como la filosofía, el materialismo y las religiones falsas, entre otros (1 Juan 2:16).
4:16. ¿Por qué no es parte de la Biblia la carta a los cristianos de Laodicea? Tal vez porque no contenía información que fuera necesaria hoy día, o quizás porque mencionaba puntos que ya aparecían en otras cartas del canon bíblico.
Lecciones para nosotros:
1:2, 20. El rescate, una expresión de la bondad inmerecida de Dios, puede limpiar nuestra conciencia y darnos paz interior.
2:18, 23. Quien finge humildad para tratar de impresionar a los demás tal vez se prive de cosas materiales o trate su cuerpo con severidad, pero lo único que logra con esa “humildad ficticia” es demostrar que está “hinchado [...] por su disposición de ánimo carnal”.
si págs. 226-227 Colosenses. Escritor: Pablo Dónde se escribió: Roma Cuándo se completó: c. 60–61 E.C.
DEJANDO atrás Éfeso, dos hombres viajaban hacia el este a través de Asia Menor a lo largo del río Meandro (Menderes). Cuando llegaron al afluente llamado Lico, en el país de Frigia, giraron al sudeste para seguir el río a través del valle rodeado de montañas. Ante ellos había una vista hermosa: fértiles dehesas verdes con grandes rebaños de ovejas. (Los productos de lana estaban entre las principales fuentes de ingresos de aquella región.) Siguiendo por el valle, los viajeros dejaron atrás, a la derecha, la opulenta ciudad de Laodicea, centro de la administración romana para el distrito. A su izquierda, al lado opuesto del río, podían ver Hierápolis, famosa por sus templos y aguas termales. Había congregaciones cristianas en ambas ciudades y también en el pueblecito de Colosas, a unos 16 kilómetros (10 millas) valle arriba.
2 Los viajeros iban hacia Colosas. Ambos eran cristianos. Por lo menos uno de ellos conocía bien aquella región, pues era de Colosas. Su nombre era Onésimo, y era un esclavo que regresaba a su amo, quien era miembro de la congregación de aquel pueblo. El compañero de Onésimo era Tíquico, quien no era esclavo, y tanto Onésimo como Tíquico eran enviados del apóstol Pablo que llevaban una carta de él dirigida a los “fieles hermanos en unión con Cristo en Colosas”. No sabemos si alguna vez Pablo visitó Colosas. La congregación, compuesta principalmente de no judíos, probablemente fue fundada por Epafras, quien había trabajado entre ellos y ahora estaba con Pablo en Roma. (Col. 1:2, 7; 4:12.)
3 El apóstol Pablo fue el escritor de esta carta, como lo declara en sus palabras iniciales y las de conclusión. (1:1; 4:18). Su conclusión también declara que cuando la escribió se hallaba en prisión. Esto sería cuando estuvo en prisión en Roma por primera vez, en 59-61 E.C., cuando escribió varias cartas de estímulo, entre ellas la carta a los colosenses, que fue despachada junto con la carta dirigida a Filemón. (Col. 4:7-9; File. 10, 23.) Parece que la carta a los de Colosas fue escrita más o menos al mismo tiempo que la carta a los efesios, pues muchas ideas y frases son iguales.
4 No hay base para dudar de la autenticidad de la carta a los colosenses. El que esta estuviera entre otras epístolas paulinas en el Papiro Chester Beatty núm. 2 (P46), de alrededor de 200 E.C., muestra que los cristianos primitivos la aceptaban como una de las cartas de Pablo. Su legitimidad queda atestiguada por las mismas autoridades primitivas que testifican de la autenticidad de las demás cartas paulinas.
5 ¿Qué impulsó a Pablo a escribir una carta a los colosenses? En primer lugar, Onésimo regresaba a Colosas. Epafras se había unido poco antes a Pablo, e indudablemente su informe sobre las circunstancias que había en Colosas fue otra razón para que se escribiera la carta. (Col. 1:7, 8; 4:12.) Cierto peligro amenazaba a la congregación cristiana colosense. Las religiones de aquel tiempo estaban desintegrándose, y constantemente se formaban nuevas religiones mediante fusionar o mezclar partes de las viejas. Había filosofías paganas que envolvían ascetismo, espiritismo y supersticiones relacionadas con idolatría, y estas, junto con la abstinencia de ciertos alimentos y la observancia de días entre los judíos, pueden haber influido en algunos de la congregación. Prescindiendo de cuál fuera la dificultad, parece que fue suficiente razón para que Epafras hiciera el largo viaje a Roma para ver a Pablo. No obstante, se ve que la congregación no estaba en peligro inmediato por el informe estimulante de Epafras en cuanto al amor y la firmeza que se desplegaban en ella. Al oír el informe, Pablo salió resueltamente en defensa del conocimiento exacto y de la adoración pura al escribir esta carta a la congregación colosense. Recalcó la superioridad que Dios había dado a Cristo frente a la filosofía pagana, la adoración de ángeles y las tradiciones judías.
*** w02 1/12 Disfrutemos del estudio personal de la Palabra de Dios ***
14 Pablo destaca el mismo asunto al instar a los cristianos de Colosas a “and[ar] de una manera digna de Jehová a fin de que le agraden plenamente [...] llevando fruto en toda buena obra y aumentando en el conocimiento exacto de Dios” (Colosenses 1:10). Con estas palabras, Pablo vincula el hecho de andar de una manera digna de Jehová con ‘llevar fruto en toda buena obra’ y ‘aumentar en el conocimiento exacto de Dios’. De modo que para Jehová no solo cuenta lo mucho que estimamos el conocimiento, sino el grado al que nos ceñimos a su Palabra en lo que decimos y hacemos (Romanos 2:21, 22). Lo anterior significa que nuestro estudio personal ha de influir en nuestra forma de pensar y actuar si queremos agradarle.
*** w91 15/5 Tengan gran paciencia para con todos
18 Pablo oró que a sus compañeros de creencia de Colosas se les llenara del conocimiento exacto de la voluntad de Dios para que anduvieran de una manera digna de Jehová, le agradaran y llevaran fruto en toda buena obra. Así ‘se les haría poderosos con todo poder al alcance de la gloriosa potencia de él para que aguantaran plenamente y fueran sufridos con gozo’. (Colosenses 1:9-11.) No obstante, ¿cómo puede alguien desplegar gran paciencia con gozo, o ser ‘sufrido con gozo’? Esto no es una contradicción, pues el gozo que se menciona en las Escrituras no es solo asunto de estar contento o alegre. El gozo que es fruto del espíritu incluye una sensación de satisfacción profunda por haber hecho lo que es correcto ante Dios. Es también una expresión de la esperanza de recibir la recompensa que se ha prometido porque se ha ejercido gran paciencia. Por eso Jesús dijo: “Felices son ustedes cuando los vituperen y los persigan y mentirosamente digan toda suerte de cosa inicua contra ustedes por mi causa. Regocíjense y salten de gozo, puesto que grande es su galardón en los cielos; porque de esa manera persiguieron a los profetas antes de ustedes”. (Mateo 5:11, 12.)
*** bh cap. 4 ¿Quién es Jesucristo? ***
13 Jehová y su Hijo primogénito disfrutaron de una relación muy estrecha durante millones y millones de años, mucho antes de la creación de las estrellas y la Tierra. ¡Qué gran amor deben de haberse tenido! (Juan 3:35; 14:31.) Este Hijo querido era tal como su Padre. Por esa razón, la Biblia dice que él es “la imagen del Dios invisible” (Colosenses 1:15). En efecto, igual que los hijos suelen parecerse a sus padres de muchas maneras, este Hijo celestial de Dios también reflejaba las cualidades y la personalidad de su Padre.
*** w09 15/7 Busquemos los tesoros “cuidadosamente ocultados” en Cristo ***
10 “En él mora corporalmente toda la plenitud de la cualidad divina.” (Col. 1:19; 2:9.) Después de pasar millones y millones de años con su Padre celestial, Jesús ha llegado a conocer mejor que nadie su personalidad y su voluntad. Y cuando llevó a cabo su ministerio aquí en la Tierra, le enseñó a la gente lo que él había aprendido. Además, su conducta siempre reflejó los valores y cualidades que su Padre le había inculcado. Por eso pudo decir: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre también” (Juan 14:9). Toda la sabiduría y el conocimiento de Dios están escondidos en Cristo, es decir, moran o residen en él. Por eso, la mejor manera de conocer a Jehová es conociendo a Jesús.
*** w08 15/4 Rechacemos las “cosas que nada valen” ***
13 Pablo mencionó otra cosa que constituye adoración falsa. Él escribió: “Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría” (Col. 3:5). La codicia es un deseo excesivo de poseer algo, como bienes materiales. También puede incluir el deseo de disfrutar de placeres sexuales inmorales (Éxo. 20:17). Pablo indicó que tales deseos equivalen a idolatría, es decir, a la adoración de dioses falsos. ¿Verdad que se trata de un asunto serio? Jesús empleó una impactante metáfora para señalar la necesidad de controlar a toda costa los malos deseos (léase Marcos 9:47; 1 Juan 2:16).
*** g03 8/6 pág. 19 Evitemos el lenguaje hiriente ***
El lenguaje obsceno no es un fenómeno reciente. ¿Le sorprendería saber que en tiempos apostólicos, hace casi dos mil años, también se utilizaba? Por ejemplo, parece ser que algunos miembros de la congregación de Colosas proferían indecencias cuando se enojaban. Tal vez lo hicieran para atacar o herir a otros intencionalmente o para desquitarse. Del mismo modo, muchas personas de la actualidad emplean palabras obscenas cuando tienen arranques de ira; de ahí que la carta de Pablo a los Colosenses siga siendo pertinente hoy. El apóstol les aconsejó: “Deséchenlas todas de ustedes: ira, cólera, maldad, habla injuriosa y habla obscena de su boca” (Colosenses 3:8). Por tanto, es evidente que se exhorta a los cristianos a evitar tanto los arrebatos de ira como el lenguaje obsceno que a menudo los acompaña.
*** w98 15/5 pág. 25 Usted puede progresar espiritualmente ***
Como Edward comprendió, el progreso espiritual requiere confianza en Jehová. Cultivar una “nueva personalidad” semejante a la de Cristo también es esencial. ¿Cómo puede lograrse? El primer paso es ‘desnudarse’ de aquellos rasgos que componen la vieja personalidad (Colosenses 3:9, 10). Tal como a un diamante en bruto se le han de quitar las imperfecciones, como por ejemplo, minerales extraños, para hacer de él una gema radiante, así han de eliminarse las actitudes “que pertenecen al mundo” para que nuestra nueva personalidad pueda resplandecer (Gálatas 4:3).
*** w88 15/5 Sirvamos a Jehová de común acuerdo
9 Nuestros hermanos y hermanas espirituales de toda la Tierra también son deseables porque han prestado atención al consejo de ‘desnudarse de la vieja personalidad con sus prácticas, y vestirse de la nueva personalidad’. “Mediante conocimiento exacto [la personalidad] va haciéndose nueva según la imagen de Aquel que la ha creado, donde no hay ni griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, extranjero, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todas las cosas y en todos.” (Colosenses 3:9-11.) Si alguien anteriormente no pensaba bien de un judío, un griego u otros que para él fueran extranjeros, ahora que es cristiano su manera de pensar debe ser diferente. Sin importar la raza, nacionalidad o cultura, los que poseen “la nueva personalidad” cultivan y manifiestan el fruto del espíritu de Dios: amor, gozo, paz, gran paciencia, bondad, benignidad, fe, apacibilidad y autodominio. (Gálatas 5:22, 23.) Esto les atrae el cariño de los que junto con ellos adoran a Jehová.
*** w07 1/12 pág. 6 Personas de todo el mundo ya disfrutan de paz y unidad ***
Hoy día, los testigos de Jehová disfrutan de paz y unidad en más de doscientos treinta países y territorios gracias a que obedecen las enseñanzas de Dios. ¿En qué se basa su unidad? El apóstol Pablo escribió: “Vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión” (Colosenses 3:14). En este versículo, la palabra griega que se traduce “vínculo” también se utiliza para referirse a los ligamentos del cuerpo. Estos ligamentos, que son resistentes como sogas, cumplen una importante función: sostener los órganos en su lugar y mantener unidos los huesos.
Pues bien, el amor funciona de una manera parecida: tiene el poder de unir a las personas. El amor cristiano hace mucho más que impedir que la gente se mate entre sí: logra que personas de antecedentes muy distintos vivan unidas y en paz. Gracias a ese amor, pueden guiar su vida por lo que se conoce como la Regla de Oro: “Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos” (Mateo 7:12). Este principio enunciado por Jesús ha ayudado a mucha gente a vencer sus prejuicios.
*** w98 15/2 pág. 4 Por qué ser agradecido ***
La Biblia nos insta a cultivar un espíritu de gratitud. Pablo escribió: “Con relación a todo, den gracias. Porque esta es la voluntad de Dios en unión con Cristo Jesús en cuanto a ustedes” (1 Tesalonicenses 5:18). Y aconsejó a los colosenses: “Que la paz del Cristo controle en sus corazones [...]. Y muéstrense agradecidos” (Colosenses 3:15). Muchos salmos contienen expresiones de agradecimiento, lo que indica que la gratitud sincera es una virtud divina (Salmo 27:4; 75:1). Evidentemente, a Jehová Dios le agrada que le demos las gracias en asuntos de la vida cotidiana.
*** w94 1/5 pág. 11 párrs. 11-12 Cantemos alabanzas a Jehová ***
11 El apóstol Pablo sabía que el canto puede animarnos, de modo que nos da dos exhortaciones con relación a este asunto. En Efesios 5:18, 19 leemos: “Sigan llenándose de espíritu, hablándose a sí mismos con salmos y alabanzas a Dios y canciones espirituales, cantando y acompañándose con música en el corazón a Jehová”. Y en Colosenses 3:16 leemos: “Que la palabra del Cristo resida en ustedes ricamente en toda sabiduría. Sigan enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, alabanzas a Dios, canciones espirituales con gracia, cantando en sus corazones a Jehová”.
12 Observe que en ambos casos Pablo hace varias referencias al canto, pues menciona ‘salmos, alabanzas a Dios, canciones espirituales y cantar con música en el corazón’. Además, introduce sus comentarios a los colosenses diciendo que de este modo podemos ‘enseñarnos y amonestarnos unos a otros’.
*** w08 15/9 Cómo puede usted lograr que su matrimonio sea una “cuerda triple” ***
9 Para que Dios forme parte de un matrimonio, este debe esforzarse por obedecer las normas divinas. El esposo es el principal responsable de satisfacer las necesidades físicas y espirituales de su casa (1 Tim. 5:8). Además, debe tener en cuenta las necesidades emocionales de su esposa. En Colosenses 3:19 leemos: “Esposos, sigan amando a sus esposas y no se encolericen amargamente con ellas”. Un comentarista bíblico explica que en este pasaje la expresión “encolerizarse amargamente” significa “golpear a la esposa, hablarle con rudeza o negarle el apoyo, el afecto, el cuidado, la protección y el sustento”. Esa clase de comportamiento es totalmente inaceptable en un hogar cristiano. En cambio, cuando el esposo ejerce su autoridad de forma bondadosa, a su esposa se le hace más fácil seguir su dirección.
*** w05 15/6 pág. 22 párr. 18 Padres, provean a las necesidades de su familia ***
18 Jehová incluso toma la iniciativa de amar a sus hijos terrestres. Como señala 1 Juan 4:19, “él nos amó primero”. Particularmente el padre debe copiar el ejemplo de Jehová tomando la iniciativa para crear un vínculo amoroso con sus hijos. La Biblia lo insta encarecidamente a que no exaspere a los hijos “para que ellos no se descorazonen” (Colosenses 3:21). Pocas cosas descorazonan tanto a un hijo como sentir que su padre o su madre no lo aman o no lo valoran. El padre que tiene dificultades para expresar sus sentimientos debe recordar el ejemplo de Jehová, quien hasta habló desde los cielos para manifestar que aprobaba y amaba a su Hijo (Mateo 3:17; 17:5). ¡Cuánto debió de reconfortar esto a Jesús! Igualmente, las expresiones sinceras de amor y aprobación de los padres dan a los hijos ánimo y fortaleza.
*** cl cap. 10 ‘Hagámonos imitadores de Dios’ en el uso del poder ***
18 El amor a Jehová nos mueve a participar de lleno en el ministerio cristiano. ¿Qué espera él de nosotros en este particular? Algo que todos podemos dar, independientemente de nuestras circunstancias: “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres” (Colosenses 3:23). Al enunciar el mayor mandamiento, Jesús dijo: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Marcos 12:30). Sí, Jehová nos pide que lo amemos y sirvamos con toda el alma.
*** w08 15/1 “Sigue vigilando el ministerio que aceptaste en el Señor” ***
14. ¿En qué aspecto fue Pablo un ejemplo para sus hermanos en la fe, y qué consejo dio?
‘Sigamos vigilando nuestro ministerio’
14 El apóstol Pablo tomó con mucha seriedad su ministerio y exhortó a sus hermanos en la fe a hacer lo mismo (Hech. 20:20, 21; 1 Cor. 11:1). En una ocasión dirigió esa exhortación a alguien en particular, a un cristiano llamado Arquipo. En su carta a los Colosenses, Pablo escribió: “Digan a Arquipo: ‘Sigue vigilando el ministerio que aceptaste en el Señor, [para] que lo cumplas’” (Col. 4:17). No sabemos ni quién era Arquipo ni cuáles eran sus circunstancias, pero está claro que había aceptado un ministerio. Si nosotros nos hemos dedicado a Jehová, también hemos aceptado un ministerio. ¿Lo ‘vigilamos’ o examinamos de continuo para asegurarnos de que lo estamos cumpliendo?
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  • Núm. 1: Filipenses 3:17–4:9
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  • Núm. 2: ¿Es correcto abandonar la religión de nuestros padres? (rs pág. 310 párr. 5–pág. 311 párr. 2)

Si lo que nuestros padres nos han enseñado procede en verdad de la Biblia, debemos apegarnos a ello. Hasta si llegamos a aprender que sus prácticas y creencias religiosas no están en armonía con la Palabra de Dios, nuestros padres merecen nuestro respeto. Pero ¿qué hay si uno llegara a saber que cierto hábito que tuvieran los padres de uno fuera perjudicial a la salud y pudiera acortar la vida? ¿Los imitaría uno, y animaría a sus hijos a hacer lo mismo, o comunicaría respetuosamente a ellos lo que hubiera aprendido? De igual manera, el conocimiento de la verdad bíblica impone a uno cierta responsabilidad. Si es posible, debemos compartir con los miembros de nuestra familia lo que hayamos aprendido. Tenemos que tomar una decisión: ¿Amamos realmente a Dios? ¿Queremos realmente obedecer al Hijo de Dios? El demostrar eso tal vez exija que abandonemos la religión de nuestros padres para abrazar la adoración verdadera. Ciertamente no sería propio permitir que la devoción a nuestros padres fuera mayor que nuestro amor a Dios y Cristo, ¿no es cierto? Jesús dijo: “El que le tiene mayor cariño a padre o a madre que a mí no es digno de mí; y el que le tiene mayor cariño a hijo o a hija que a mí no es digno de mí”. (Mat. 10:37.)
Jos. 24:14: “Ahora teman a Jehová y sírvanle exentos de tacha y en verdad, y quiten los dioses que sus antepasados sirvieron al otro lado del Río y en Egipto, y sirvan a Jehová.” (Aquello significaba dejar la religión de sus antepasados, ¿no es cierto? Para servir a Jehová de manera aceptable, tenían que deshacerse de toda imagen que se hubiera usado en aquella religión, y limpiar su corazón de todo deseo de aquellas cosas.)
1 Ped. 1:18, 19: “Ustedes saben que no fue con cosas corruptibles, con plata u oro, que fueron librados de su forma de conducta infructuosa recibida por tradición de sus antepasados. Empero, fue con sangre preciosa, como la de un cordero sin tacha e inmaculado, sí, la de Cristo.” (Así que los cristianos primitivos se apartaron de aquellas tradiciones de sus antepasados, tradiciones que nunca les darían vida eterna. Su agradecimiento por el sacrificio de Cristo hizo que estuvieran anuentes a deshacerse de cualquier cosa que hiciera de su vida una vida infructuosa, carente de verdadero significado, como resultado de no honrar a Dios. ¿No deberíamos tener la misma actitud nosotros?)
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  • Núm. 3: ¿Cómo nos ayuda la oración a resistir las tentaciones? (Luc. 11:9-13; Sant. 1:5)

*** w11 15/11 págs. 8-10 “No te apoyes en tu propio entendimiento”
Ante las tentaciones
15 Al tener “la ley del pecado” en nuestros miembros, debemos luchar decididamente en contra de nuestras malas tendencias (Rom. 7:21-25). Pero ¿cómo salir victoriosos en esta batalla? Jesús dijo a sus discípulos que la oración es imprescindible para resistir las tentaciones (léase Lucas 22:40). Aun cuando los malos deseos o pensamientos persistan después de haber orado, es necesario que sigamos “pidiéndole a Dios” sabiduría para enfrentarnos a la prueba. El discípulo Santiago nos garantiza que “[Dios] da generosamente a todos, y sin echar en cara” (Sant. 1:5). Y añade: “¿Hay alguno [espiritualmente] enfermo entre ustedes? Que llame a sí a los ancianos de la congregación, y que ellos oren sobre él, untándolo con aceite en el nombre de Jehová. Y la oración de fe sanará al indispuesto” (Sant. 5:14, 15).
16 A la hora de resistir las tentaciones es esencial orar, pero hemos de hacerlo en el momento debido. Pensemos en el caso del joven que se menciona en Proverbios 7:6-23. Al anochecer camina por una calle donde sabe que vive una mujer inmoral. Seducido por su persuasión y la suavidad de sus labios, el hombre va tras ella, como un toro hacia el degüello. ¿Por qué ha ido hasta allí? Como es “falto de corazón”, es decir, inexperto, es posible que esté librando una batalla interna con algún mal deseo (Pro. 7:7). ¿Cuándo tendría que haber orado? Le hubiera sido útil hacerlo mientras la mujer le hablaba, pero indiscutiblemente hubiera sido mejor que orara en el momento en que le vino la idea de pasar por esa calle.
17 En la actualidad, quizás un hombre esté esforzándose por no ver pornografía. Pero supongamos que entre en páginas de Internet donde él sabe que hay fotos o videos provocativos. ¿No sería este un caso parecido al que se plantea en el capítulo 7 de Proverbios? La verdad es que correría un serio peligro. Para resistir la tentación de ver pornografía, la persona debe buscar la ayuda de Jehová antes de ponerse a navegar por páginas de Internet que pudieran despertar tal deseo.
18 No es fácil vencer una tentación o un vicio. “La carne está contra el espíritu en su deseo —escribió el apóstol Pablo—, y el espíritu contra la carne.” Por lo tanto, “las mismísimas cosas que [quisiéramos] hacer, no las [hacemos]” (Gál. 5:17). Para triunfar, debemos orar fervientemente en cuanto se presenten las tentaciones o los malos pensamientos, y entonces ser consecuentes con nuestros ruegos. La Biblia nos recuerda: “Ninguna tentación los ha tomado a ustedes salvo lo que es común a los hombres”; así que con la ayuda de Jehová podemos serle fieles (1 Cor. 10:13).
19 Tanto si nos hallamos en medio de una situación difícil, tomando una decisión importante o tratando de resistir una tentación, contamos con un regalo maravilloso de parte de Jehová: el precioso don de la oración. Cuando buscamos su guía, demostramos que confiamos en él. Además, debemos seguir pidiéndole su espíritu santo para que nos guíe y nos fortalezca (Lucas 11:9-13). Y sobre todo, confiemos siempre en Jehová y no nos apoyemos en nuestro propio entendimiento.
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Reunión de Servicio
Cántico 68
ORACIÓN DEL ABATIDO
CAPÍTULO 16
CONSERVEMOS NUESTRA UNIDAD INTERNACIONAL
No hay duda de que algo que contribuyó mucho a que usted se acercara a Jehová y a su organización fue el amor de los hermanos de su congregación, un amor que no habrá visto en otras colectividades. Observó la marca inconfundible del amor y la unidad que caracteriza a los verdaderos discípulos de Jesucristo, tal como él mismo dijo: “Les doy un nuevo mandamiento: que se amen unos a otros; así como yo los he amado, que ustedes también se amen los unos a los otros. En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Juan 13:34, 35). Y cuando [166] se dio cuenta de que el amor de su congregación es solo una muestra del que hay en el pueblo de Jehová a nivel mundial, llegó a apreciar mucho más la relación de Jehová con la humanidad. Usted está presenciando y formando parte del cumplimiento de una profecía bíblica según la cual en los últimos días se juntaría a muchas personas para adorar a Jehová en paz y unidad. ¿Por qué no lee dicha profecía? Se encuentra en Miqueas 4:1-5.
En vista de los muchos factores divisivos que existen hoy día, ¿quién hubiera imaginado siquiera la posibilidad de unir a personas “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas”? (Rev. 7:9.) Piense en las diferencias que hay entre las sociedades tecnológicas y las que conservan ancestrales costumbres tribales, o en las rivalidades religiosas que existen entre individuos de la misma raza y nacionalidad. Con el auge que ha cobrado el nacionalismo, la gente está más dividida que nunca políticamente. Además, si analiza las enormes diferencias económicas entre las diversas colectividades de todo el mundo, así como un sinnúmero de otros factores divisivos, hay que reconocer que unir a personas de todas estas naciones, facciones, grupos y clases en un vínculo inquebrantable de amor y paz es un milagro que solo podía realizar el Dios Todopoderoso (Zac. 4:6).
Pero dicha unidad es real, y cuando usted se dedicó y bautizó como testigo de Jehová, llegó a formar parte de ella. Su fe lo ha introducido en un paraíso espiritual. Dado que se beneficia de dicho paraíso, tiene la responsabilidad de ayudar a conservarlo, lo cual logrará prestando atención a las palabras del apóstol Pablo que leemos en Gálatas 6:10: “Mientras tengamos tiempo favorable para ello, obremos lo que es bueno para con todos, pero especialmente para con los [167] que están relacionados con nosotros en la fe”. Conservar el paraíso espiritual también implica “no [hacer] nada movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo, sino considerando con humildad mental que los demás son superiores a ustedes, no vigilando con interés personal solo sus propios asuntos, sino también [...] los de los demás” (Fili. 2:3, 4). Si aprendemos a valorar a nuestros hermanos cristianos según el criterio de Jehová y no según las apariencias —lo que implica pasar por alto las imperfecciones humanas, que con el tiempo desaparecerán—, seguiremos disfrutando de relaciones pacíficas y felices (Efe. 4:23, 24).
INTERÉS MUTUO
Como bien ilustró el apóstol Pablo, los miembros de la congregación nos pertenecemos unos a otros y nos preocupamos los unos por los otros (1 Cor. 12:14-26). Lo que afecta a una parte, o sección, de la organización repercute en todo el pueblo de Dios. Puede que algunos miembros de la hermandad mundial vivan muy lejos de nosotros, pero no por ello nos importa menos su bienestar. Si nuestros hermanos son perseguidos, sufrimos. Si algunos pasan por penurias o son víctimas de catástrofes, guerras o contiendas civiles, los demás tratamos por todos los medios de ayudarlos tanto espiritual como materialmente (2 Cor. 1:8-11).
Todos deberíamos orar a diario por nuestros hermanos. Algunos de ellos afrontan tentaciones para hacer cosas malas. Aunque el sufrimiento de unos sea de conocimiento público, puede que la oposición que otros afrontan diariamente por parte de los compañeros de trabajo y en hogares divididos sea casi desconocida (Mat. 10:35, 36; 1 Tes. 2:14). Todo esto nos concierne, pues somos una hermandad mundial (1 Ped. 5:9). Por otro lado, hay cristianos que trabajan muy arduamente en el servicio a Jehová, dirigiendo la predicación y [168] supervisando las congregaciones. Y también están los que tienen a su cargo la dirección de la obra mundial. Todos ellos necesitan nuestras oraciones, con las que demostramos interés sincero por nuestros hermanos, así como el amor que les tenemos, aun cuando personalmente no podamos hacer nada más por ellos (Efe. 1:16; 1 Tes. 1:2, 3; 5:25).
En estos últimos días son muy frecuentes los actos violentos y las catástrofes de diverso tipo, como terremotos e inundaciones. En vista de las situaciones de emergencia que provocan, los testigos cristianos de Jehová debemos estar dispuestos a ayudarnos, lo cual a veces quizás implique organizar intensas labores de socorro y preparar enormes cantidades de ayuda material. Los cristianos del siglo primero pusieron un magnífico ejemplo al respecto. Cuando azotó el hambre en Judea, los discípulos de otros países recordaron las palabras de Jesús y enviaron gustosamente provisiones a los hermanos de aquel lugar (Hech. 11:27-30; 20:35). El apóstol Pablo se encargó de que las labores de socorro se llevaran a cabo de manera organizada (2 Cor. 9:1-15). En la actualidad, cuando nuestros hermanos padecen necesidades debido a circunstancias díficiles, los cristianos, como organización e individualmente, respondemos enseguida y suministramos lo que hace falta.
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1. ¿Qué preguntas sobre la muerte se suelen hacer muchas personas, y qué se hará en noviembre para ayudarlas?
1.  La muerte es enemiga de todos, sin importar lo que uno crea (1 Cor. 15:26). Muchas personas se preguntan en qué estado se encuentran sus seres queridos que han muerto y si algún día los volverán a ver. A fin de ayudarlas, pronto se llevará a cabo una campaña mundial para distribuir el tratado Noticias del Reino núm. 38, titulado ¿Será posible que los muertos vuelvan a vivir? Comenzará el 1 de noviembre y durará todo el mes. Después de la campaña especial, este tratado se seguirá utilizando en el ministerio.
(1 Corintios 15:26) Como el último enemigo, la muerte ha de ser reducida a nada.

2. ¿Qué diseño presenta el tratado Noticias del Reino núm. 38?
2. Su diseño. El tratado Noticias del Reino núm. 38 está diseñado para doblarse verticalmente. La portada presenta el interesante título y la pregunta: “¿Diría que sí, no o tal vez?”. Al abrirlo, el lector verá lo que dice la Biblia y cómo le beneficia saberlo. También verá qué razones hay para creer en lo que la Biblia dice. Y en la parte de atrás, hallará otra interesante pregunta que despertará su curiosidad y lo animará a aprender más.
3. ¿Cómo se llevará a cabo la campaña para distribuir Noticias del Reino núm. 38?
3. Su distribución. Esta campaña será parecida a las que se han hecho para distribuir las invitaciones de la Conmemoración y de la asamblea de distrito. Los ancianos indicarán cómo se abarcará el territorio, siguiendo las pautas de la carta dirigida a los cuerpos de ancianos con fecha del 1 de abril de 2013. Las congregaciones que no tengan mucho territorio podrán ayudar a las congregaciones cercanas que tengan más. Al recoger sus tratados, los publicadores solo deberán llevarse los que necesiten para una semana. Si durante la campaña sobran tratados después de haber visitado todas las casas, se podrán distribuir en lugares públicos. Y si se agotan antes de que acabe el mes, se ofrecerá lo que corresponda a noviembre. El primer sábado del mes nos concentraremos en distribuir los tratados más bien que en iniciar estudios bíblicos. Y los fines de semana ofreceremos también las revistas siempre que sea conveniente. Vayamos haciendo planes para participar en esta campaña especial.

Cántico 53
SIRVAMOS A DIOS EN UNIDAD
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Atalaya:
Piense en sus hermanos y anímelos”
Cántico 124
SIGUE LA SENDA DE LA HOSPITALIDAD

Párrafo 2
2 Corintios 4:7 Sin embargo, tenemos este tesoro en vasos de barro, para que el poder que es más allá de lo normal sea de Dios y no el que procede de nosotros.
Párrafo 3
Revelación 12:7-9 Y estalló guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron con el dragón, y el dragón y sus ángeles combatieron, 8pero este no prevaleció, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9De modo que hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada; fue arrojado abajo a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados abajo con él.
Revelación 12:12 A causa de esto, ¡alégrense, cielos, y los que residen en ellos! ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo”.
Job 14:1 ”El hombre, nacido de mujer, es de vida corta y está harto de agitación.
Eclesiastés 2:23 Porque todos sus días su ocupación significa dolores e irritación; también, durante la noche su corazón simplemente no se acuesta. Esto también es simple vanidad.
Párrafo 5
1 Tesalonicenses 4:11 y a tener como mira suya el vivir en quietud y ocuparse en sus propios negocios y trabajar con sus manos, tal como les ordenamos;
1 Timoteo 5:13 Al mismo tiempo también aprenden a estar desocupadas, andorreando por las casas; sí, no solo [a estar] desocupadas, sino también [a ser] chismosas y entremetidas en asuntos ajenos, hablando de cosas que no debieran.
Romanos 12:13 Compartan con los santos según las necesidades de estos. Sigan la senda de la hospitalidad.
Párrafo 6
1 Pedro 5:1-3 Por lo tanto, a los [que son] ancianos entre ustedes doy esta exhortación, porque yo también soy anciano con [ellos] y testigo de los sufrimientos del Cristo, hasta partícipe de la gloria que ha de ser revelada: 2Pastoreen el rebaño de Dios bajo su custodia, no como obligados, sino de buena gana; tampoco por amor a ganancia falta de honradez, sino con empeño; 3tampoco como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño.
Proverbios 27:23 Debes conocer positivamente la apariencia de tu rebaño. Fija tu corazón en tus hatos;
Párrafo 7
1 Tesalonicenses 5:14 Por otra parte, los exhortamos, hermanos: amonesten a los desordenados, hablen confortadoramente a las almas abatidas, den su apoyo a los débiles, tengan gran paciencia para con todos.
Proverbios 24:10 ¿Te has mostrado desanimado en el día de la angustia? Tu poder será escaso.
Job 6:2, 3 “¡Oh, que se pesara del todo mi irritación, y que al mismo tiempo pusieran mi adversidad en la balanza misma!  3Porque ahora es más pesada aun que las arenas de los mares. Por eso mis propias palabras han sido habla desatinada.
Párrafo 9
2 Timoteo 1:6 Por esta misma causa te recuerdo que avives cual fuego el don de Dios que está en ti mediante la imposición de mis manos.
Párrafo 10
Romanos 12:10 En amor fraternal ténganse tierno cariño unos a otros. En cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la delantera.
Párrafo 11
Gálatas 6:1 Hermanos, aunque un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad, vigilándote a ti mismo, por temor de que tú también seas tentado.
Párrafo 12
Filipenses 2:1-4 Si hay, pues, algún estímulo en Cristo, si alguna consolación de amor, si alguna participación de espíritu, si algunos tiernos cariños y compasiones, 2hagan pleno mi gozo por ser ustedes de la misma mente y tener el mismo amor, estando unidos en alma, teniendo presente el mismo pensamiento, 3no haciendo nada movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo, sino considerando con humildad mental que los demás son superiores a ustedes, 4no vigilando con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás.
Párrafo 13
Proverbios 12:18 Existe el que habla irreflexivamente como con las estocadas de una espada, pero la lengua de los sabios es una curación.
Santiago 1:19 Sepan esto, mis amados hermanos. Todo hombre tiene que ser presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar, lento en cuanto a ira;
Párrafo 15
1 Tesalonicenses 5:14 Por otra parte, los exhortamos, hermanos: amonesten a los desordenados, hablen confortadoramente a las almas abatidas, den su apoyo a los débiles, tengan gran paciencia para con todos.
1 Reyes 19:1-18 Entonces Acab refirió a Jezabel todo lo que Elías había hecho y todo acerca de cómo había matado a todos los profetas a espada. 2Ante eso, Jezabel envió un mensajero a Elías, para decirle: “¡Así hagan los dioses, y así añadan a ello, si mañana a esta hora no hago tu alma como el alma de cada uno de ellos!”. 3Y a él le dio miedo. Por lo tanto, se levantó y empezó a irse por su alma, y llegó a Beer-seba, que pertenece a Judá. Entonces dejó allá atrás a su servidor. 4Y él mismo entró en el desierto camino de un día, y por fin llegó y se sentó debajo de cierta retama. Y se puso a pedir que muriera su alma, y a decir: “¡Basta! Ahora, oh Jehová, quítame el alma, porque no soy mejor que mis antepasados”. 5Por fin se acostó y se quedó dormido debajo de la retama. Pero, ¡mire!, ahora estaba tocándolo un ángel. Entonces este le dijo: “Levántate, come”. 6Cuando él miró, pues, allí junto a su cabeza estaba una torta redonda sobre piedras calentadas, y una jarra de agua. Y él se puso a comer y beber, después de lo cual volvió a acostarse. 7Más tarde el ángel de Jehová volvió por segunda vez y lo tocó y dijo: “Levántate, come, porque el viaje es demasiado para ti”. 8Por lo tanto él se levantó y comió y bebió, y siguió yendo por el poder de aquel alimento durante cuarenta días y cuarenta noches hasta la montaña del Dios [verdadero], Horeb. 9Allí por fin entró en una cueva, para pasar la noche allí; y, ¡mire!, hubo la palabra de Jehová para él, y pasó a decirle: “¿Qué negocio tienes aquí, Elías?”. 10A lo que él dijo: “He estado absolutamente celoso por Jehová el Dios de los ejércitos; pues los hijos de Israel han dejado tu pacto, tus altares los han demolido, y a tus profetas los han matado a espada, de modo que solo quedo yo; y empiezan a buscar mi alma para quitármela”. 11Pero aquella dijo: “Sal fuera, y tienes que estar de pie en la montaña delante de Jehová”. Y, ¡mire!, Jehová iba pasando, y un viento grande y fuerte estaba desgarrando montañas y quebrando peñascos delante de Jehová. (Jehová no estaba en el viento.) Y después del viento hubo un temblor. (Jehová no estaba en el temblor.) 12Y después del temblor hubo un fuego. (Jehová no estaba en el fuego.) Y después del fuego hubo una voz calmada y baja. 13Y aconteció que tan pronto como Elías la oyó, inmediatamente se envolvió el rostro con su prenda de vestir oficial y salió fuera y se puso de pie a la entrada de la cueva; y, ¡mire!, hubo una voz para él, y procedió a decirle: “¿Qué negocio tienes aquí, Elías?”. 14A lo que dijo él: “He estado absolutamente celoso por Jehová el Dios de los ejércitos; pues los hijos de Israel han dejado tu pacto, tus altares los han demolido, y a tus profetas los han matado a espada, de modo que solo quedo yo; y empiezan a buscar mi alma para quitármela”. 15Jehová ahora le dijo: “Anda, vuélvete por tu camino al desierto de Damasco; y tienes que entrar y ungir a Hazael por rey sobre Siria. 16Y a Jehú nieto de Nimsí lo debes ungir por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat de Abel-meholá lo debes ungir por profeta en lugar de ti. 17Y tiene que suceder que, al que escape de la espada de Hazael, Jehú le dará muerte; y al que escape de la espada de Jehú, Eliseo le dará muerte. 18Y he dejado que siete mil permanezcan en Israel, todas las rodillas que no se han doblado a Baal, y toda boca que no lo ha besado”.
Salmo 51:7 Quieras purificarme del pecado con hisopo, para que yo sea limpio; quieras lavarme, para que quede hasta más blanco que la nieve.
Salmo 51:17 Los sacrificios para Dios son un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y aplastado, oh Dios, no lo despreciarás.
Salmo 73:13 De seguro, en vano he limpiado mi corazón y lavo mis manos en la inocencia misma.
Salmo 73:16, 17 Y me quedé considerando para saber esto; fue cosa trabajosa a mis ojos, 17hasta que procedí a entrar en el magnífico santuario de Dios. Quería discernir el futuro de ellos.
Éxodo 34:6 Y Jehová fue pasando delante del rostro de él y declarando: “Jehová, Jehová, un Dios misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad,
Lamentaciones 3:22, 23 Son los hechos de bondad amorosa de Jehová el que no nos hayamos acabado, porque sus misericordias ciertamente no terminan. 23Son nuevas cada mañana. Es abundante tu fidelidad.
Párrafo 17
Mateo 7:14 mientras que angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan.
2 Pedro 3:13 Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar.

Cántico 20
BENDICE NUESTRAS REUNIONES
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PFC777

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