domingo, 15 de diciembre de 2013

SEMANA DEL 16 DE DICIEMBRE 2013

 Cántico 116 
jl lecciones 20 - 22

¿Quiénes hacen la voluntad de Jehová en nuestros días?

LECCIÓN 20
¿Cómo funciona el Cuerpo Gobernante?

En el siglo primero, un pequeño grupo formado por “los apóstoles y ancianos en Jerusalén” ejercía la función de junta directiva, la cual tomaba decisiones importantes en representación de la entera congregación de cristianos ungidos (Hechos 15:2). Para tomar decisiones unánimes, investigaban las Escrituras y se dejaban guiar por el espíritu de Dios (Hechos 15:25). La junta directiva de la actualidad, que llamamos Cuerpo Gobernante, sigue ese mismo modelo.

(Hechos 15:2) Pero cuando hubo ocurrido no poca disensión y disputa de Pablo y Bernabé con ellos, hicieron los arreglos para que Pablo y Bernabé y algunos otros de ellos subieran a donde los apóstoles y ancianos en Jerusalén respecto a esta disputa.

(Hechos 15:25) hemos llegado a un acuerdo unánime y nos ha parecido bien escoger a unos varones para enviarlos a ustedes junto con nuestros amados, Bernabé y Pablo,

Es el instrumento que Dios utiliza para hacer su voluntad. Los hermanos ungidos que conforman el Cuerpo Gobernante tienen un interés intenso en la Palabra de Dios y una vasta experiencia en el manejo de cuestiones organizativas y espirituales. Cada semana se reúnen para estudiar las necesidades de los hermanos de todo el mundo. Al igual que se hacía en el siglo primero, imparten instrucciones basadas en la Biblia, ya sea por carta o a través de superintendentes viajantes y otros hermanos. De esta forma promueven la unidad de pensamiento y acción del pueblo de Dios (Hechos 16:4, 5). Asimismo, tienen a su cargo la preparación del alimento espiritual, impulsan la predicación del Reino y supervisan el nombramiento de hermanos en puestos de responsabilidad.

(Hechos 16:4, 5) Ahora bien, a medida que iban viajando por las ciudades entregaban a los de allí, para que los observaran, los decretos sobre los cuales habían tomado decisión los apóstoles y ancianos que estaban en Jerusalén. 5 Por lo tanto, en realidad, las congregaciones continuaron haciéndose firmes en la fe y aumentando en número de día en día.

Sigue la guía del espíritu de Dios. El Cuerpo Gobernante busca la guía del Soberano Universal, Jehová, y de la Cabeza de la congregación, Jesús (1 Corintios 11:3; Efesios 5:23). Sus miembros no se consideran líderes del pueblo de Dios. Como el resto de los cristianos ungidos, “van siguiendo al Cordero [Jesús] no importa adónde vaya” (Revelación 14:4). El Cuerpo Gobernante agradece mucho las oraciones que hacemos en su favor.

(1 Corintios 11:3) Pero quiero que sepan que la cabeza de todo varón es el Cristo; a su vez, la cabeza de la mujer es el varón; a su vez, la cabeza del Cristo es Dios.

(Efesios 5:23) porque el esposo es cabeza de su esposa como el Cristo también es cabeza de la congregación, siendo él salvador de [este] cuerpo.

(Revelación 14:4) Estos son los que no se contaminaron con mujeres; de hecho, son vírgenes. Estos son los que van siguiendo al Cordero no importa adónde vaya. Estos fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero,

·  ¿Quiénes conformaban la junta directiva del siglo primero?
·  ¿De qué manera busca hoy la guía de Dios el Cuerpo Gobernante?

PARA SABER MÁS
Lea Hechos 15:1-35 y vea como la junta directiva resolvió una disputa con la ayuda de las Escrituras y el espíritu santo.

LECCION 21
¿Qué es Betel?

Betel es un nombre hebreo que significa “Casa de Dios” (Génesis 28:17, 19). Esta es una designación apropiada para los edificios que los testigos de Jehová tenemos en todo el mundo y desde donde se dirige y apoya la predicación. El Cuerpo Gobernante se encuentra en la sede central, ubicada en el estado de Nueva York (Estados Unidos), y desde allí supervisa las actividades de las sucursales de muchísimos países. Al conjunto de hermanos que trabajan en estos lugares se lo conoce como la familia Betel. A semejanza de una familia real, comen, viven, trabajan y estudian la Biblia juntos en unidad (Salmo 133:1).

(Génesis 28:17) Y se llenó de temor, y añadió: “¡Cuán inspirador de temor es este lugar! Esta no es otra cosa sino la casa de Dios, y esta es la puerta de los cielos”.

(Génesis 28:19) Además, llamó a aquel lugar por nombre Betel; pero, de hecho, Luz era el nombre de la ciudad anteriormente.

(Salmo 133:1) ¡Miren! ¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad!
Un lugar especial donde sus miembros dan todo de sí. Cada familia Betel está formada por hombres y mujeres espiritualmente maduros dedicados de tiempo completo a hacer la voluntad de Dios y promover los intereses del Reino (Mateo 6:33). Ninguno recibe un sueldo o salario, si bien a todos se les provee alojamiento y comida, así como una ayuda económica para gastos personales. Cada uno tiene un trabajo asignado: unos en las oficinas, la cocina o el comedor; otros en una imprenta o un taller de encuadernación; y otros en la limpieza de habitaciones, en la lavandería, en el mantenimiento de las instalaciones, etc.

(Mateo 6:33) ”Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán añadidas.

Un lugar de mucha actividad que apoya la predicación del Reino. El principal objetivo de cada Betel es hacer que la verdad bíblica llegue a tantas personas como sea posible. El presente folleto es un ejemplo de ello. Fue escrito bajo la supervisión del Cuerpo Gobernante, enviado electrónicamente a centenares de equipos traductores por todo el mundo, editado en veloces prensas de varios países y despachado a más de cien mil congregaciones. En cada etapa del proceso, las familias Betel prestan un apoyo esencial a la más urgente de todas las tareas: predicar las buenas nuevas (Marcos 13:10).

(Marcos 13:10) También, en todas las naciones primero tienen que predicarse las buenas nuevas.

·  ¿Quiénes prestan servicio en Betel, y qué se les provee?
·  ¿Qué obra urgente apoyan las actividades que se realizan en cada Betel?

 LECCIÓN 22
¿Qué se hace en una sucursal?

Los miembros de la familia Betel trabajan en diversos departamentos con el fin de apoyar la predicación en uno o más países; puede ser traduciendo, imprimiendo, encuadernando, almacenando publicaciones o realizando producciones de audio y video, entre otras cosas.

Un Comité de Sucursal supervisa las actividades. El Cuerpo Gobernante delega el funcionamiento de las sucursales en comités compuestos de tres o más ancianos bien capacitados. Estos lo mantienen informado sobre los avances en su región y los problemas que puedan surgir, lo que le permite determinar qué temas se tratarán en futuras publicaciones, así como en reuniones y asambleas. Periódicamente, el Cuerpo Gobernante envía representantes —conocidos como superintendentes de zona— a visitar las sucursales y proporcionar a los Comités de Sucursal pautas que les ayuden a cumplir su comisión (Proverbios 11:14). Durante la visita se celebra una reunión especial en la que el superintendente de zona pronuncia un discurso para estimular a quienes viven en el territorio de la sucursal.

(Proverbios 11:14) Cuando no hay dirección diestra, el pueblo cae; pero hay salvación en la multitud de consejeros.

Se brinda apoyo a las congregaciones. En la sucursal se aprueba la formación de congregaciones y se da curso a los nombramientos de ancianos y siervos ministeriales. También se dirigen las labores de los precursores, los misioneros y los superintendentes viajantes del territorio. Se organizan asambleas, se coordina la construcción de Salones del Reino y se envían publicaciones a las congregaciones. Todo lo que se realiza en una sucursal contribuye a llevar a cabo la predicación de manera sistemática (1 Corintios 14:33, 40).

(1 Corintios 14:33) Porque Dios no es [Dios] de desorden, sino de paz. Como en todas las congregaciones de los santos,

(1 Corintios 14:40) Pero que todas las cosas se efectúen decentemente y por arreglo.

·       ¿Cómo apoyan los Comités de Sucursal al Cuerpo Gobernante?
·       ¿Qué actividades se realizan en una sucursal?
  
PARA SABER MÁS
Quien así lo desee puede hacer un recorrido guiado en cualquiera de nuestras sucursales de lunes a viernes. ¿Por qué no nos visita? Recuerde venir arreglado como si fuera a una reunión.
Vera como se fortalece su fe al conocer el lugar que nosotros llamamos Betel.
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Escuela del Ministerio Teocrático

Lectura de la Biblia:
Puntos Sobresalientes (10 min)

*** w09 15/1 págs. 30-31 Puntos sobresalientes del libro de Revelación (parte 1) ***
1:4; 3:1; 4:5; 5:6. ¿Qué significa la expresión “los siete espíritus”? El número siete representa lo completo desde el punto de vista de Dios. De modo que el mensaje que originalmente fue dirigido a “las siete congregaciones” se hace extensivo a las más de cien mil congregaciones del
pueblo de Dios hoy día (Rev. 1:11, 20).  Puesto que Jehová otorga su espíritu santo conforme a lo que desea lograr, la expresión “los siete espíritus” significa que el espíritu santo opera a plenitud para que quienes prestan atención a la profecía puedan comprenderla y así reciban
bendiciones. El libro de Revelación parece seguir un patrón basado en grupos de siete elementos. En este libro, dicho número representa lo completo; y en efecto, Revelación habla de la forma en que “queda terminado”, o se completa, “el secreto sagrado de Dios” (Rev. 10:7).

(Revelación 1:4) Juan, a las siete congregaciones que están en el [distrito de] Asia: Que tengan bondad inmerecida y paz de parte de “Aquel que es y que era y que viene”, y de los siete espíritus que están delante de su trono,

(Revelación 3:1) ”Y al ángel de la congregación que está en Sardis escribe: Estas son las cosas que dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: ‘Conozco tus hechos, que tienes nombre de estar vivo, pero estás muerto.

(Revelación 4:5) Y del trono proceden relámpagos y voces y truenos; y [hay] siete lámparas de fuego ardiendo delante del trono, y estas significan los siete espíritus de Dios.

(Revelación 5:6) Y vi de pie en medio del trono y de las cuatro criaturas vivientes, y en medio de los ancianos, un cordero como si hubiera sido degollado, que tenía siete cuernos y siete ojos, los cuales [ojos] significan los siete espíritus de Dios que han sido enviados por toda la tierra.

(Revelación 1:11) que decía: “Lo que ves, escríbelo en un rollo y envíalo a las siete congregaciones, en Éfeso y en Esmirna y en Pérgamo y en Tiatira y en Sardis y en Filadelfia y en Laodicea”.
(Revelación 1:20) En cuanto al secreto sagrado de las siete estrellas que viste sobre mi mano derecha, y [de] los siete candelabros de oro: Las siete estrellas significan [los] ángeles de las siete congregaciones, y los siete candelabros significan siete congregaciones.

(Revelación 10:7) sino que en los días de dar el toque el séptimo ángel, cuando esté a punto de tocar su trompeta, verdaderamente queda terminado el secreto sagrado de Dios, según las buenas nuevas que él declaró a sus propios esclavos los profetas”.

1:8, 17. ¿A quién se le llama “el Alfa y la Omega” y “el Primero y el Último”? Es a Jehová a quien se le llama “el Alfa y la Omega”. Este título destaca el hecho de que ni antes ni después de él hay dios que pueda comparársele. Él es “el principio y el fin” (Rev. 21:6; 22:13). Ahora bien, aunque Revelación 22:13 llama a Jehová “el primero y el último” —pues no hay nadie antes ni después de él—, el título “el Primero y el Último” que aparece en el capítulo 1 se refiere a Jesucristo, tal como lo demuestra el contexto. Él fue el primero y el último ser humano a quien Jehová resucitó personalmente para vivir como espíritu inmortal (Col. 1:18).

(Revelación 1:8) “Yo soy el Alfa y la Omega —dice Jehová Dios—, Aquel que es y que era y que viene, el Todopoderoso.”

(Revelación 1:17) Y cuando lo vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su mano derecha sobre mí y dijo: “No tengas temor. Yo soy el Primero y el Último,

(Revelación 21:6) Y me dijo: “¡Han acontecido! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. A cualquiera que tenga sed le daré de la fuente del agua de la vida gratis.

(Revelación 22:13) Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin.

(Revelación 22:13) Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin.

(Colosenses 1:18) y él es la cabeza del cuerpo, la congregación. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que llegara a ser el que es primero en todas las cosas;

2:7. ¿Qué es “el paraíso de Dios”? Puesto que estas palabras fueron dirigidas a cristianos ungidos, el paraíso del que aquí se habla debe referirse al cielo, a la mismísima presencia de Jehová. Este es, sin duda, un lugar paradisíaco. Los ungidos que permanezcan fieles podrán comer “del árbol de la vida”, es decir, recibirán inmortalidad (1 Cor. 15:53).

(Revelación 2:7) El que tenga oído, oiga lo que el espíritu dice a las congregaciones: Al que venza, le concederé comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios’.

(1 Corintios 15:53) Porque esto que es corruptible tiene que vestirse de incorrupción, y esto que es mortal tiene que vestirse de inmortalidad.

3:7. ¿Cuándo recibió Jesús “la llave de David”? ¿Cómo la ha usado? Jesús fue escogido para llegar a ocupar el trono de David, su antepasado, cuando se bautizó, en el año 29. Sin embargo, no recibió “la llave de David” sino hasta el año 33, cuando se sentó a la diestra de Dios en el cielo. Se le confirió pleno derecho sobre el Reino davídico y desde entonces ha estado empleando dicha llave para “abrir” u ofrecer oportunidades de servicio relacionadas con el Reino. En 1919, Jesús entregó “la llave de la casa de David” al “esclavo fiel y discreto”, es decir, lo nombró “sobre todos sus bienes” (Isa. 22:22; Mat. 24:45, 47).

(Revelación 3:7) ”Y al ángel de la congregación que está en Filadelfia escribe: Estas son las cosas que dice el que es santo, el que es verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre de modo que nadie cierre, y cierra de modo que nadie abra:

(Isaías 22:22) Y yo ciertamente pondré la llave de la casa de David sobre su hombro, y él tendrá que abrir sin que nadie cierre, y tendrá que cerrar sin que nadie abra.

(Mateo 24:45) ”¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para darles su alimento al tiempo apropiado?

(Mateo 24:47) En verdad les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes.

3:12. ¿Cuál es el “nuevo nombre” de Jesús? Ese nombre está relacionado con la nueva posición que ocupa Jesús y con sus recién adquiridas responsabilidades (Fili. 2:9-11). Aunque nadie más llega a conocer ese nombre tan bien como él, Jesús lo escribe sobre sus fieles hermanos
que resucitan en el cielo, con lo que se estrecha aún más su relación con ellos (Rev. 19:12). De hecho, él comparte sus responsabilidades con ellos.

(Revelación 3:12) ”’Al que venza... lo haré columna en el templo de mi Dios, y ya no saldrá [de este] nunca, y sobre él escribiré el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que desciende del cielo desde mi Dios, y ese nuevo nombre mío.

(Filipenses 2:9-11) Por esta misma razón, también, Dios lo ensalzó a un puesto superior y bondadosamente le dio el nombre que está por encima de todo [otro] nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los [que están] en el cielo y de los [que están] sobre la tierra y de los [que están] debajo del suelo, 11 y reconozca abiertamente toda lengua que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el Padre.

(Revelación 19:12) Sus ojos son una llama de fuego, y sobre su cabeza hay muchas diademas. Tiene un nombre escrito que nadie conoce sino él mismo,

1:3. En vista de que está tan cerca “el tiempo señalado” para que Dios ejecute su sentencia contra el mundo de Satanás, es urgente que nos esforcemos por comprender el mensaje del libro de Revelación y que actuemos en conformidad con él.

(Revelación 1:3) Feliz es el que lee en voz alta, y los que oyen, las palabras de esta profecía, y que observan las cosas que se han escrito en ella; porque el tiempo señalado está cerca.

3:17, 18. Para ser ricos en sentido espiritual, debemos comprar el “oro acrisolado por fuego” que ofrece Jesús, o sea, debemos ser “ricos en obras excelentes” (1 Tim. 6:17-19). Hemos de ponernos “prendas de vestir exteriores blancas” que nos identifiquen como discípulos de Jesús. Y debemos usar “pomada para los ojos” —los consejos que recibimos en La Atalaya y otras publicaciones— para mejorar nuestra visión espiritual (Rev. 19:8).

(Revelación 3:17, 18) Porque dices: “Soy rico y he adquirido riquezas y no necesito absolutamente nada”, pero no sabes que eres desdichado y lastimoso y pobre y ciego y desnudo, 18 te aconsejo que compres de mí oro acrisolado por fuego, para que te enriquezcas, y prendas de vestir exteriores blancas, para que llegues a estar vestido y para que la vergüenza de tu desnudez no quede manifiesta, y pomada para los ojos, para que te la frotes en los ojos a fin de que veas.

(1 Timoteo 6:17-19) A los que son ricos en el presente sistema de cosas da órdenes de que no sean altaneros, y de que cifren su esperanza, no en las riquezas inseguras, sino en Dios, que nos proporciona todas las cosas ricamente para que disfrutemos de ellas; 18 que trabajen en lo bueno, que sean ricos en obras excelentes, que sean liberales, listos para compartir, 19 atesorando para sí con seguridad un fundamento excelente para el futuro, para que logren asirse firmemente de la vida que realmente lo es.

(Revelación 19:8) Sí, a ella se le ha concedido estar vestida de lino fino, brillante y limpio, porque el lino fino representa los actos justos de los santos”.
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Núm. 1: Revelación 3:14– 4:8
14 ”Y al ángel de la congregación que está en Laodicea escribe: Estas son las cosas que dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación por Dios: 15 ‘Conozco tus hechos, que no eres ni frío ni caliente. Quisiera que fueras frío o, si no, caliente. 16 Así, por cuanto eres tibio, y ni caliente ni frío, voy a vomitarte de mi boca. 17 Porque dices: “Soy rico y he adquirido riquezas y no necesito absolutamente nada”, pero no sabes que eres desdichado y lastimoso y pobre y ciego y desnudo, 18 te aconsejo que compres de mí oro acrisolado por fuego, para que te enriquezcas, y prendas de vestir exteriores blancas, para que llegues a estar vestido y para que la vergüenza de tu desnudez no quede manifiesta, y pomada para los ojos, para que te la frotes en los ojos a fin de que veas.
19 ”’A todos aquellos a quienes les tengo cariño los censuro y los disciplino. Por lo tanto, sé celoso y arrepiéntete. 20 ¡Mira! Estoy de pie a la puerta, y toco. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, yo entraré en su [casa] y cenaré con él, y él conmigo. 21 Al que venza, le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono. 22 El que tenga oído, oiga lo que el espíritu dice a las congregaciones’”.
4 Después de estas cosas vi, y, ¡miren!, una puerta abierta en el cielo, y la primera voz que oí era como de una trompeta, que hablaba conmigo, y decía: “Sube acá, y te mostraré las cosas que tienen que suceder”. 2 Después de estas cosas, inmediatamente llegué a estar en [el poder del] espíritu: y, ¡miren!, un trono estaba en su posición en el cielo, y hay uno sentado sobre el trono. 3 Y el que está sentado es, en apariencia, semejante a una piedra de jaspe y a una piedra preciosa de color rojo, y alrededor del trono [hay] un arco iris de apariencia semejante a una esmeralda.
4 Y alrededor del trono [hay] veinticuatro tronos, y sobre estos tronos [vi] sentados a veinticuatro ancianos vestidos de prendas de vestir exteriores blancas, y sobre sus cabezas coronas de oro. 5 Y del trono proceden relámpagos y voces y truenos; y [hay] siete lámparas de fuego ardiendo delante del trono, y estas significan los siete espíritus de Dios. 6 Y delante del trono hay, como si fuera, un mar vítreo semejante a cristal.
Y en medio del trono y alrededor del trono [hay] cuatro criaturas vivientes que están llenas de ojos por delante y por detrás. 7 Y la primera criatura viviente es semejante a un león, y la segunda criatura viviente es semejante a un torillo, y la tercera criatura viviente tiene rostro como de hombre, y la cuarta criatura viviente es semejante a un águila en vuelo. 8 Y en cuanto a las cuatro criaturas vivientes, cada una de ellas respectivamente tiene seis alas; alrededor y por debajo están llenas de ojos. Y no tienen descanso día y noche mientras dicen: “Santo, santo, santo es Jehová Dios, el Todopoderoso, que era y que es y que viene”.
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Núm. 2: La religión verdadera no es un formalismo: es un modo de vivir (rs pág. 316 párr. 1)
Dios desaprueba enfáticamente la religión que es meramente un formalismo (Isa. 1:15-17). La religión verdadera sostiene las normas de la Biblia sobre la moralidad y el habla limpia, en vez de desplegar debilidad y dejarse llevar por las tendencias populares (1 Cor. 5:9-13; Efe. 5:3-5). Sus miembros manifiestan en su vida los frutos del espíritu de Dios (Gál. 5:22, 23). Así, los que se adhieren a la adoración verdadera pueden ser identificados por el esfuerzo sincero que hacen por poner en práctica en su vida las normas de la Biblia, no solo en sus lugares de reunión, sino en su vida familiar, en su empleo, en la escuela y en sus períodos de entretenimiento.

(Isaías 1:15-17) Y cuando ustedes extienden las palmas de las manos, escondo de ustedes los ojos. Aunque hagan muchas oraciones, no escucho; sus mismas manos se han llenado de derramamiento de sangre. 16 Lávense; límpiense; quiten la maldad de sus tratos de enfrente de mis ojos; cesen de hacer lo malo. 17 Aprendan a hacer lo bueno; busquen la justicia; corrijan al opresor; dicten fallo para el huérfano de padre; defiendan la causa de la viuda.”

(1 Corintios 5:9-13) En mi carta les escribí que cesaran de mezclarse en la compañía de fornicadores, 10 no [queriendo decir] enteramente con los fornicadores de este mundo, o personas dominadas por la avidez y los que practican extorsión, o idólatras. De otro modo, ustedes realmente tendrían que salirse del mundo. 11 Pero ahora les escribo que cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que, llamándose hermano, sea fornicador, o persona dominada por la avidez, o idólatra, o injuriador, o borracho, o que practique extorsión, y ni siquiera coman con tal hombre. 12 Pues, ¿qué tengo yo que ver con juzgar a los de afuera? ¿No juzgan ustedes a los de adentro, 13 mientras Dios juzga a los de afuera? “Remuevan al [hombre] inicuo de entre ustedes.”

(Efesios 5:3-5) Que la fornicación y la inmundicia de toda clase, o la avidez, ni siquiera se mencionen entre ustedes, tal como es propio de personas santas; 4 tampoco comportamiento vergonzoso, ni habla necia, ni bromear obsceno, cosas que no son decorosas, sino, más bien, el dar gracias. 5 Porque saben esto, y ustedes mismos lo reconocen: que ningún fornicador, ni inmundo, ni persona dominada por la avidez —lo que significa ser idólatra— tiene herencia alguna en el reino del Cristo y de Dios.

(Gálatas 5:22, 23) Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no hay ley.
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Núm. 3: ¿De qué manera puso Jesús “el modelo” a sus discípulos? (Juan 13:15)

(Juan 13:15) Porque yo les he puesto el modelo, que, así como yo hice con ustedes, ustedes también deben hacerlo.
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Reunión de Servicio
Cantico 44

10 min. ¿Qué hemos logrado? Análisis con el auditorio a cargo del superintendente de servicio. Informe a la congregación cuanto territorio se abarco durante la campaña de distribución de Noticias del Reino número 38. Pida a los presentes que expliquen cómo se beneficiaron de participar en la campaña y que relaten algunas experiencias sobresalientes.
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10 min. Jóvenes, alaben a Jehová (Sal. 148: 12, 13). Entreviste a dos o tres jóvenes ejemplares. ¿Qué pruebas de fe han tenido que superar en la escuela? ¿Cómo los han ayudado sus padres u otros hermanos a hacer frente a esas pruebas? ¿Qué les ha dado valor para hablar de sus creencias y defenderlas? Invítelos a contar alguna experiencia.

(Salmo 148:12, 13) ustedes los jóvenes y también ustedes las vírgenes, viejos junto con muchachos. 13 Alaben ellos el nombre de Jehová, porque solo su nombre es inalcanzablemente alto. Su dignidad está por encima de tierra y cielo.
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10 min. “A partir de enero estudiaremos el libro Acerquémonos a Jehová.” Preguntas y respuestas.

A partir de enero estudiaremos el libro Acerquémonos a Jehová

1. ¿Qué oportunidad especial tendremos para acercarnos más a Jehová a partir de la semana del 6 de enero?

1 Jehová quiere que nos acerquemos a él (Sant. 4:8). Por eso, a partir de la semana del 6 de enero estudiaremos el libro Acerquémonos a Jehová en el Estudio Bíblico de la Congregación. En el prólogo de este libro dice: “Si reflexionamos en como manifiesta [Dios] sus cualidades, como las reflejó Jesucristo a la perfección y cómo podemos cultivarlas nosotros, lograremos acercarnos a Jehová”. Este libro se estudió de 2004 a 2005 en nuestras reuniones. Sin embargo, más de 2.000.000 de personas han abrazado la verdad desde entonces, y muchas de ellas nunca han hecho un análisis tan detallado de las cualidades de Jehová. En el caso de quienes ya estudiaron este libro, repasarlo les ayudara a profundizar su aprecio por los atributos divinos (Sal. 119:14).

(Santiago 4:8) Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Límpiense las manos, pecadores, y purifiquen su corazón, indecisos.

(Salmo 119:14) En el camino de tus recordatorios me he alborozado, así como por toda otra cosa valiosa.

2. ¿Cómo se estudiará el libro Acerquémonos a Jehová?

2 Como lo estudiaremos. Primero, el conductor hará una introducción muy breve; bastará con un par de frases. Como este libro no especifica que textos deben leerse, el conductor seleccionará algunos textos clave y pedirá que se lean. Al final de cada sesión, hará una o dos preguntas de repaso. Pero cuando el análisis incluya el recuadro “Preguntas para meditar”, lo usará para hacer el repaso. Y si el tiempo lo permite, pedirá que se lean y comenten algunos de los textos bíblicos del recuadro.

3. ¿Cómo podemos sacar el máximo provecho del estudio de este libro?

3 Saquémosle el máximo provecho. Aunque ya hayamos estudiado este libro, procuremos prepararnos bien para el Estudio Bíblico de la Congregación. Participemos en la reunión, pues así podremos alabar a Jehová, recordar mejor lo aprendido y fortalecer a los presentes (Sal. 35:18; Heb.10:24, 25). Meditar en las incomparables cualidades de Jehová nos servirá para estrechar nuestra relación con el (Sal. 77:11-13). Esto a su vez nos motivará a obedecer sus mandamientos y hablar de él a otros (Sal. 150:1-6).

(Salmo 35:18) Ciertamente te elogiaré en la congregación grande; entre un pueblo numeroso te alabaré.

(Hebreos 10:24, 25) Y considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, 25 sin abandonar el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día se acerca.

(Salmo 77:11-13) Me acordaré de las prácticas de Jah; pues ciertamente me acordaré de tu maravilloso obrar de mucho tiempo atrás. 12 Y ciertamente meditaré en toda tu actividad, y en tus tratos sí me interesaré intensamente. 13 Oh Dios, tu camino está en el lugar santo. ¿Quién es un Dios grande como Dios?

(Salmo 150:1-6) ¡Alaben a Jah! Alaben a Dios en su lugar santo. Alábenlo en la expansión de su fuerza.  2 Alábenlo por sus obras de poder. Alábenlo conforme a la abundancia de su grandeza.  3 Alábenlo con el toque del cuerno. Alábenlo con el instrumento de cuerdas y el arpa.  4 Alábenlo con la pandereta y la danza de corro. Alábenlo con cuerdas y el caramillo.  5 Alábenlo con los címbalos de sonido melodioso. Alábenlo con los címbalos estruendosos.  6 Toda cosa que respira... alabe a Jah. ¡Alaben a Jah!

Cantico 75 y oración


Estudio de la Atalaya
Cantico 68

Lecciones de una oración bien preparada

¿LO SABE?
·         ¿Qué cosas buenas hicieron los israelitas después de ser convocados por los levitas?
·         ¿Cómo demostró Jehová que es digno de llevar su nombre?
·         ¿Qué lecciones nos enseña la oración de los levitas?

1. ¿Qué reunión del pueblo de Israel analizaremos, y qué preguntas contestaremos?

“LEVÁNTENSE, bendigan a Jehová su Dios desde tiempo indefinido hasta tiempo indefinido.” Con esta entusiasta invitación, los levitas convocaron al pueblo de Israel para dirigirle a Jehová una oración, una de las más largas que aparecen en la Biblia (Neh. 9:4, 5). La reunión tuvo lugar en Jerusalén el día 24 de tisri (el séptimo mes judío) del año 455 antes de nuestra era. Analicemos primero los sucesos que llevaron a ese memorable día y hallemos la respuesta a las siguientes preguntas: ¿Qué costumbre de los israelitas contribuyó al éxito de la ocasión? ¿Qué lecciones podemos aprender de la oración tan bien preparada que le hicieron a Jehová? (Sal. 141:2.)

(Nehemías 9:4, 5)  Y Jesúa y Baní, Qadmiel, Sebanías, Buní, Serebías, Baní [y] Kenaní procedieron a levantarse en la plataforma de los levitas y a clamar en alta voz a Jehová su Dios. 5 Y los levitas Jesúa y Qadmiel, Baní, Hasabneya, Serebías, Hodías, Sebanías [y] Petahías pasaron a decir: “Levántense, bendigan a Jehová su Dios desde tiempo indefinido hasta tiempo indefinido. Y que bendigan tu glorioso nombre, que es ensalzado
sobre toda bendición y alabanza.

(Salmo 141:2)  Que mi oración esté preparada como incienso delante de ti; el levantar las palmas de mis manos, como la ofrenda de grano al atardecer.

UN MES ESPECIAL

2. ¿Qué ejemplo nos dejaron los israelitas que se reunieron tras completar la reconstrucción de las murallas de Jerusalén?

2 Los judíos habían terminado de reconstruir las murallas de Jerusalén el mes anterior (Neh. 6:15). Habían completado el trabajo en solo cincuenta y dos días, y ahora querían concentrarse en asuntos espirituales. De modo que el primer día de tisri fueron a la plaza pública para escuchar a Esdras y a otros levitas leer y explicar la Ley de Dios (vea la ilustración 1). Familias enteras, incluso los niños con edad suficiente para entender lo que se decía, estuvieron allí de pie, prestando atención “desde el amanecer hasta el mediodía”. ¡Qué buen ejemplo! Hoy, por lo general, nos reunimos en cómodos Salones del Reino, pero aun así a veces nos distraemos y pensamos en cosas menos importantes. ¿Le ha pasado a usted? En ese caso, fíjese en lo que hicieron aquellos israelitas: no solo escucharon, sino que dejaron que las palabras les llegaran al corazón. Tanto es así que comenzaron a llorar al darse cuenta de que habían estado desobedeciendo la Ley (Neh. 8:1-9).

(Nehemías 6:15)  Por fin el muro quedó completo el [día] veinticinco de Elul, en cincuenta y dos días.


(Nehemías 8:1-9) Y todo el pueblo procedió a reunirse como un solo hombre en la plaza pública que estaba delante de la Puerta del Agua. Entonces dijeron a Esdras el copista que trajera el libro de la ley de Moisés, que Jehová había ordenado a Israel. 2 En conformidad, Esdras el sacerdote trajo la ley delante de la congregación de hombres así como de mujeres y de todos los de suficiente inteligencia como para escuchar, el primer día del séptimo mes. 3 Y continuó leyendo de ella en voz alta delante de la plaza pública que está delante de la Puerta del Agua, desde el amanecer hasta el mediodía, enfrente de los hombres y de las mujeres y de los demás inteligentes; y los oídos de todo el pueblo estaban [atentos] al libro de la ley. 4 Y Esdras el copista siguió de pie sobre una tribuna de madera, que habían hecho para la ocasión; y estaban de pie al lado de él Matitías y Sema y Anaya y Urías e Hilquías y Maaseya, a su mano derecha; y, a su izquierda, Pedaya y Misael y Malkiya y Hasum y Has-badaná, Zacarías [y] Mesulam. 5 Y Esdras procedió a abrir el libro ante los ojos de todo el pueblo, porque sucedía que él estaba por encima de todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo se puso de pie. 6 Entonces Esdras bendijo a Jehová el Dios [verdadero], el Grande, a lo que todo el pueblo contestó: “¡Amén! ¡Amén!”, con el alzamiento de las manos. Entonces se inclinaron y se postraron ante Jehová, rostros a tierra. 7 Y Jesúa y Baní y Serebías, Jamín, Aqub, Sabetai, Hodías, Maaseya, Quelitá, Azarías, Jozabad, Hanán, Pelayá, aun los levitas, estaban explicando la ley al pueblo, mientras el pueblo estaba en postura enhiesta. 8 Y continuaron leyendo en voz alta del libro, de la ley del Dios [verdadero], la cual se exponía, y había el poner[le] significado; y continuaron dando entendimiento en la lectura. 9 Y Nehemías, es decir, el Tirsatá, y Esdras el sacerdote, el copista, y los levitas que instruían a la gente procedieron a decir a todo el pueblo: “Este mismísimo día es santo a Jehová su Dios. No se den al duelo ni lloren”. Porque todo el pueblo estaba llorando mientras oía las palabras de la ley.


3. ¿Qué exhortación obedecieron los israelitas?

 3 Sin embargo, ese no era el momento de confesar públicamente los pecados. Se trataba de un día festivo, un día para adorar a Jehová con alegría (Núm. 29:1; vea la ilustración 2). Por eso Nehemías le dijo al pueblo: “Vayan, coman las cosas grasas y beban las cosas dulces, y envíen porciones a aquel para quien nada ha sido preparado; porque este día es santo a nuestro Señor, y no se sientan heridos, porque el gozo de Jehová es su plaza fuerte”. ¿Cómo reaccionó el pueblo? Hizo caso, y su tristeza se transformó en “un gran regocijo” (Neh. 8:10-12).

(Números 29:1) ”’Y en el séptimo mes, al primero del mes, deben celebrar una convocación santa. Ninguna clase de trabajo laborioso deben hacer. Debe resultar ser día del toque de trompeta para ustedes.


(Nehemías 8:10-12)  Y pasó a decirles: “Vayan, coman las cosas grasas y beban las cosas dulces, y envíen porciones a aquel para quien nada ha sido preparado; porque este día es santo a nuestro Señor, y no se sientan heridos, porque el gozo de Jehová es su plaza fuerte”. 11 Y los levitas estaban ordenando a todo el pueblo que callara, diciendo: “¡Guarden silencio!, porque este día es santo; y no se sientan heridos”. 12 De modo que todo el pueblo se fue a comer y beber y a enviar porciones y a tener un gran regocijo, porque habían entendido las palabras que se les habían dado a conocer.

4. a) ¿Qué hicieron los cabezas de familia israelitas, y qué descubrieron? b) ¿Cuál era un aspecto importante de esta fiesta de las Cabañas?

4 Al día siguiente, los cabezas de familia se reunieron para estudiar la Ley y ver qué podían hacer para cumplirla mejor (vea la ilustración 3). En cuanto descubrieron que en ese mismo mes, del 15 al 22, debía celebrarse la fiesta de las Cabañas, que concluía con una asamblea solemne, empezaron a hacer los preparativos (vea la ilustración 4). Aquella resultó ser una de las mejores fiestas de las Cabañas desde los días de Josué. En efecto, el pueblo sintió un “regocijo muy grande”. Un aspecto importante de la fiesta era que debía leerse en voz alta la Ley de Dios, y eso fue lo que hicieron “desde el primer día hasta el último” (Neh. 8:13-18).

(Nehemías 8:13-18)  Y al segundo día los cabezas de los padres de todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas, se reunieron [en torno] a Esdras el copista, aun para adquirir perspicacia en las palabras de la ley. 14 Entonces hallaron escrito en la ley que Jehová había mandado por medio de Moisés que los hijos de Israel deberían morar en cabañas durante la fiesta del séptimo mes, 15 y que deberían hacer una proclamación y hacer pasar un pregón por todas sus ciudades y por toda Jerusalén, y decir: “Salgan a la región montañosa y traigan hojas de olivo y las hojas de árboles oleíferos y hojas de mirto y hojas de palma y las hojas de árboles ramosos para hacer cabañas, conforme a lo que está escrito”. 16 Y el pueblo procedió a salir y a traer[las] y a hacerse cabañas, cada uno sobre su propio techo y en sus patios y en los patios de la casa del Dios [verdadero] y en la plaza pública de la Puerta del Agua y en la plaza pública de la Puerta de Efraín. 17 Así toda la congregación de los que habían vuelto del cautiverio hizo cabañas y se puso a morar en las cabañas; pues los hijos de Israel no habían hecho así desde los días de Josué hijo de Nun hasta aquel día, de modo que llegó a haber regocijo muy grande. 18 Y hubo lectura en voz alta del libro de la ley del Dios [verdadero] día a día, desde el primer día hasta el último día; y siguieron celebrando la fiesta siete días, y al octavo día hubo una asamblea solemne, conforme a la regla.

UN DÍA PARA CONFESAR

5. ¿Qué hizo el pueblo justo antes de que los levitas oraran a Jehová?

5 Finalmente, dos días después de terminada la fiesta, el 24 de tisri, llegó el momento de que la nación confesara públicamente que había desobedecido la Ley. Ahora no se trataba de un día para comer y festejar. Los israelitas ayunaron y se vistieron con tela áspera en señal de duelo. Por la mañana se volvió a leer la Ley de Dios durante unas tres horas y por la tarde “estuvieron haciendo confesión e inclinándose ante Jehová su Dios” (vea la ilustración 5). Fue entonces cuando los levitas, en nombre de todo el pueblo, le dirigieron a Jehová la memorable oración que mencionamos al principio (Neh. 9:1-4; vea la ilustración 6).

(Nehemías 9:1-4) Y el día veinticuatro de este mes los hijos de Israel se reunieron con ayuno, y con saco y tierra sobre sí. 2 Y la descendencia de Israel procedió a separarse de todos los extranjeros, y a estar de pie y hacer confesión de sus propios pecados y de los errores de sus padres. 3 Entonces se levantaron en su lugar y leyeron en voz alta del libro de la ley de Jehová su Dios una cuarta parte del día; y otra cuarta parte estuvieron haciendo confesión e inclinándose ante Jehová su Dios. 4 Y Jesúa y Baní, Qadmiel, Sebanías, Buní, Serebías, Baní [y] Kenaní procedieron a levantarse en la plataforma de los levitas y a clamar en alta voz a Jehová su Dios.

6. a) ¿Qué ayudó a los levitas a ofrecer una oración tan significativa? b) ¿Qué lección aprendemos de los levitas?

6 De seguro los levitas acostumbraban leer la Ley de Dios, y eso los ayudó a preparar una oración tan significativa. Al principio de la oración se centraron en las obras y cualidades de Jehová. Y luego pasaron a enumerar los muchos pecados de los israelitas, pero destacaron vez tras vez la “abundante misericordia” de Dios y reconocieron sin rodeos que no la merecían (Neh. 9:19, 27, 28, 31). Si copiamos el ejemplo de los levitas y meditamos todos los días en la Palabra de Dios, podemos hacer que nuestras oraciones sean profundas y llenas de  significado. De esa manera, permitiremos que Jehová sea el primero en hablar y tendremos más cosas que decirle (Sal. 1:1, 2).

(Nehemías 9:19)  tú, sí, tú, en tu abundante misericordia no los dejaste en el desierto. La columna de nube misma no se apartó de sobre ellos de día para guiarlos en el camino, ni la columna de fuego de noche para alumbrarles el camino en que habían de ir.


(Nehemías 9:27, 28)  Debido a esto, los diste en la mano de sus adversarios, que siguieron causándoles angustia; pero en el tiempo de su angustia ellos clamaban a ti, y tú mismo oías desde los mismos cielos; y en conformidad con tu abundante misericordia les dabas salvadores que los salvaban de la mano de sus adversarios. 28 ”Pero en cuanto tenían descanso, volvían a hacer lo que es malo delante de ti, y los dejabas a la mano de sus enemigos, quienes los pisoteaban. Entonces se volvían y clamaban a ti por socorro, y tú mismo oías desde los mismos cielos y los librabas conforme a tu abundante misericordia, vez
tras vez.

(Nehemías 9:31)  Y en tu abundante misericordia no hiciste un exterminio de ellos ni los dejaste; porque eres
un Dios benévolo y misericordioso.

(Salmo 1:1, 2) Feliz es el hombre que no ha andado en el consejo de los inicuos, y en el camino de los pecadores no se ha parado, y en el asiento de los burladores no se ha sentado.  2 Antes bien, su deleite está en la ley de Jehová, y día y noche lee en su ley en voz baja.

7. a) ¿Qué pidieron los levitas? b) ¿Qué aprendemos de aquellos levitas?

7 Los levitas solo le hicieron una humilde petición personal a Jehová. Hacia el final de su oración le pidieron que tuviera en cuenta todos los sufrimientos por los que había pasado la nación: “Y ahora, oh Dios nuestro, el Dios grande, poderoso e inspirador de temor, que guardas el pacto y bondad amorosa, no dejes que toda la penalidad que nos ha hallado a nosotros, a nuestros reyes, a nuestros príncipes y a nuestros sacerdotes y a nuestros profetas y a nuestros antepasados y a todo tu pueblo, desde los días de los reyes de Asiria hasta este día, parezca pequeña delante de ti” (Neh. 9:32). ¿Qué aprendemos de los levitas? Que en nuestras oraciones primero debemos alabar y dar gracias a Jehová y después hacerle nuestras peticiones personales.

(Nehemías 9:32)  ”Y ahora, oh Dios nuestro, el Dios grande, poderoso e inspirador de temor, que guardas el pacto y bondad amorosa, no dejes que toda la penalidad que nos ha hallado a nosotros, a nuestros reyes, a nuestros príncipes y a nuestros sacerdotes y a nuestros profetas y a nuestros antepasados y a todo tu pueblo, desde los días de los reyes de Asiria hasta este día, parezca pequeña delante de ti.

ALABARON EL GLORIOSO NOMBRE DE DIOS

8, 9. a) ¿Cómo demostraron humildad los levitas al comienzo de su oración? b) ¿A qué dos ejércitos celestiales es probable que se refirieran los levitas?

8 Aunque los levitas habían pensado muy bien su oración, desde el comienzo reconocieron humildemente que sus palabras no bastarían para alabar a Jehová como se merece. Así es, cuando le pidieron que le permitiera al pueblo alabarlo, dijeron que el glorioso nombre de Dios está muy por encima de “toda bendición y alabanza” (Neh. 9:5).

(Nehemías 9:5)  Y los levitas Jesúa y Qadmiel, Baní, Hasabneya, Serebías, Hodías, Sebanías [y] Petahías pasaron a decir: “Levántense, bendigan a Jehová su Dios desde tiempo indefinido hasta tiempo indefinido. Y que bendigan tu glorioso nombre, que es ensalzado sobre toda bendición y alabanza.

8, 9. a) ¿Cómo demostraron humildad los levitas al comienzo de su oración? b) ¿A qué dos ejércitos celestiales es probable que se refirieran los levitas?

9 La oración de los levitas continúa así: “Tú eres Jehová, tú solo; tú mismo has hecho los cielos, aun el cielo de los cielos, y todo su ejército, la tierra y todo lo que hay sobre ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú los estás conservando vivos a todos ellos; y el ejército de los cielos se está inclinando ante ti” (Neh. 9:6). En efecto, Jehová creó el universo entero con sus innumerables estrellas y galaxias, comparables a un ejército. También creó todo lo que hay en nuestro precioso planeta. Rebosante de vida, la Tierra alberga una asombrosa variedad de especies que se reproducen según su género. Y hay otro “ejército de los cielos”: los santos ángeles de Dios, quienes presenciaron la creación del mundo (1 Rey. 22:19; Job 38:4, 7). Estas criaturas espirituales cumplen humildemente la voluntad de Dios ayudando a los seres humanos pecadores que “van a heredar la salvación” (Heb. 1:14). Imitemos su humildad y sirvamos a Jehová unidamente, como un ejército bien entrenado (1 Cor. 14:33, 40).

(Nehemías 9:6)  ”Tú eres Jehová, tú solo; tú mismo has hecho los cielos, [aun] el cielo de los cielos, y todo su ejército, la tierra y todo lo que hay sobre ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú los estás conservando vivos a todos ellos; y el ejército de los cielos se está inclinando ante ti.


(1 Reyes 22:19)  Y él pasó a decir: “Por lo tanto, oye la palabra de Jehová: Ciertamente veo a Jehová sentado sobre su trono, y a todo el ejército de los cielos de pie
junto a él, a su derecha y a su izquierda.

(Job 38:4)  ¿Dónde te hallabas tú cuando yo fundé la tierra? Infórma[me], si de veras conoces el entendimiento.

(Job 38:7)  cuando las estrellas de la mañana gozosamente clamaron a una, y todos los hijos de Dios
empezaron a gritar en aplauso?

(Hebreos 1:14)  ¿No son todos ellos espíritus para servicio público, enviados para servir a favor de los que
van a heredar la salvación?

(1 Corintios 14:33)  Porque Dios no es [Dios] de desorden, sino de paz. Como en todas las
congregaciones de los santos,

(1 Corintios 14:40)  Pero que todas las cosas se efectúen decentemente y por arreglo.

10. ¿Qué aprendemos de la manera en que Jehová trató a Abrahán?

10 A continuación, los levitas se centraron en cómo trató Dios a Abrán. Este no había podido tener hijos con su esposa,  Sarai, pues ella era estéril. Pero cuando tenía 99 años, Jehová le cambió el nombre y lo llamó Abrahán, que significa “Padre de una Muchedumbre” (Gén. 17:1-6, 15, 16). Además, le prometió que su descendencia heredaría la tierra de Canaán. Los seres humanos muchas veces olvidamos nuestras promesas, pero Jehová nunca. De ahí que los levitas declararan: “Tú eres Jehová el Dios verdadero, que escogiste a Abrán y lo sacaste de Ur de los caldeos y constituiste su nombre en Abrahán. Y hallaste fiel su corazón ante ti; de modo que hubo un contratar el pacto con él para darle la tierra de los cananeos, [...] para darla a su descendencia; y procediste a realizar tus palabras, porque eres justo” (Neh. 9:7, 8). Imitemos a nuestro justo Dios y seamos siempre fieles a nuestra palabra (Mat. 5:37).

(Génesis 17:1-6) Cuando Abrán alcanzó la edad de noventa y nueve años, entonces Jehová se apareció a Abrán y le dijo: “Yo soy Dios Todopoderoso. Anda delante de mí y resulta exento de falta. 2 Y ciertamente daré mi pacto entre yo y tú, para multiplicarte muchísimo”. 3 Ante aquello, Abrán cayó sobre su rostro, y Dios continuó hablando con él, y dijo: 4 “En cuanto a mí, ¡mira!, mi pacto es contigo, y ciertamente llegarás a ser padre de una muchedumbre de naciones. 5 Y ya no te llamarás más por el nombre Abrán, y tu nombre tiene que llegar a ser Abrahán, porque padre de una muchedumbre de naciones de seguro te haré yo. 6 Y ciertamente te haré fructífero en sumo grado, y de veras haré que llegues a ser naciones, y reyes saldrán de ti.


(Génesis 17:15, 16)  Y Dios pasó a decir a Abrahán: “En cuanto a Sarai tu esposa, no debes llamarla por el nombre Sarai, porque su nombre es Sara. 16 Y ciertamente la bendeciré y también te daré de ella un hijo; y ciertamente la bendeciré, y ella de veras llegará a ser naciones; reyes de pueblos provendrán de ella”.


(Nehemías 9:7, 8)  Tú eres Jehová el Dios [verdadero], que escogiste a Abrán y lo sacaste de Ur de los caldeos y constituiste su nombre en Abrahán. 8 Y hallaste fiel su corazón ante ti; de modo que hubo un contratar el pacto con él para dar[le] la tierra de los cananeos, los hititas, los amorreos y los perizitas y los jebuseos y los guirgaseos, para dar[la] a su descendencia; y procediste a realizar tus palabras, porque eres justo.


(Mateo 5:37)  Simplemente signifique su palabra Sí, Sí, su No, No; porque lo que excede de esto proviene del inicuo.

HABLARON DE LOS LOGROS DE JEHOVÁ

11, 12. a) ¿Qué significa el nombre Jehová? b) ¿Cómo demostró Dios que era digno de llevar su nombre?

11 El nombre Jehová significa “Él Hace que Llegue a Ser”. En otras palabras, Dios hace que sus promesas se cumplan actuando de manera progresiva. Encontramos un sobresaliente ejemplo en lo que hizo por los descendientes de Abrahán cuando eran esclavos en Egipto. En aquel momento parecía imposible que fueran liberados y pudieran vivir en la Tierra Prometida. Sin embargo, Jehová cumplió su promesa tomando una serie de medidas graduales. Así demostró que era digno de llevar ese nombre único y maravilloso.

11, 12. a) ¿Qué significa el nombre Jehová? b) ¿Cómo demostró Dios que era digno de llevar su nombre?

12 Según lo registró Nehemías, los levitas continuaron su oración diciendo lo siguiente sobre Jehová: “Viste la aflicción de nuestros antepasados en Egipto, y oíste su clamor junto al mar Rojo. Entonces diste señales y milagros contra Faraón y contra todos sus siervos y toda la gente de su tierra, porque sabías que habían actuado presuntuosamente contra ellos; y procediste a hacer para ti un nombre, como en este día. Y partiste el mar delante de ellos, de modo que cruzaron por en medio del mar en la tierra seca; y a sus perseguidores los arrojaste en las profundidades como una piedra en las aguas fuertes”. Luego, los levitas pasaron a mencionar otras cosas que Jehová había hecho por sus antepasados: “Procediste a sojuzgar delante de ellos a los habitantes de la tierra, los cananeos [...]. Y se pusieron a tomar ciudades fortificadas y un suelo [fértil], y a tomar en posesión casas llenas de toda cosa buena, cisternas labradas, viñas y olivares y árboles para alimento en abundancia, y empezaron a comer y a satisfacerse y a engordar y a vivir con regalo en tu gran bondad” (Neh. 9:9-11, 24, 25).

(Nehemías 9:9-11)  ”Así que viste la aflicción de nuestros antepasados en Egipto, y oíste su clamor junto al mar Rojo. 10 Entonces diste señales y milagros contra Faraón y contra todos sus siervos y toda la gente de su tierra, porque sabías que habían actuado presuntuosamente contra ellos; y procediste a hacer para ti un nombre, como en este día. 11 Y partiste el mar delante de ellos, de modo que cruzaron por en medio del mar en la tierra seca; y a sus perseguidores los arrojaste en las profundidades como una piedra en las aguas fuertes.

(Nehemías 9:24, 25)  De modo que sus hijos entraron y tomaron en posesión la tierra, y tú procediste a sojuzgar delante de ellos a los habitantes de la tierra, los cananeos, y a darlos en su mano, aun sus reyes y los pueblos de la tierra, para que hicieran con ellos conforme a su gusto. 25 Y se pusieron a tomar ciudades fortificadas y un suelo pingüe, y a tomar en posesión casas llenas de toda cosa buena, cisternas labradas, viñas y olivares y árboles para alimento en abundancia, y empezaron a comer y a satisfacerse y a engordar y a vivir con regalo en tu gran bondad.


13. a) ¿Qué les dio Jehová a los israelitas para satisfacer su necesidad espiritual? b) ¿Cómo respondieron los israelitas?

13 Dios tomó muchas otras medidas para cumplir sus promesas. Por ejemplo, poco después de que los israelitas salieran de Egipto, se encargó de satisfacer su necesidad espiritual: les dio leyes para que supieran cómo adorarlo. Los levitas declararon: “Sobre el monte Sinaí bajaste, y hablaste con ellos desde el cielo, y pasaste a darles decisiones judiciales rectas y leyes de verdad, disposiciones reglamentarias y mandamientos” (Neh. 9:13). Jehová enseñó a su pueblo, los herederos de la Tierra Prometida, a vivir a la altura de su santo nombre. Pero ellos enseguida olvidaron lo que habían aprendido (lea Nehemías 9:16-18).

(Nehemías 9:13)  Y sobre el monte Sinaí bajaste, y hablaste con ellos desde el cielo, y pasaste a darles decisiones judiciales rectas y leyes de verdad, disposiciones reglamentarias y mandamientos buenos.


(Nehemías 9:16-18)  ”Y ellos mismos, aun nuestros antepasados, actuaron presuntuosamente y procedieron a endurecer su cerviz, y no escucharon tus mandamientos. 17 De manera que rehusaron escuchar, y no se acordaron de tus maravillosos actos que ejecutaste con ellos, sino que endurecieron su cerviz y nombraron un cabeza para volver a su servidumbre en Egipto. Pero tú eres un Dios de actos de perdón, benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa, y no los dejaste. 18 Sí, cuando ellos se habían hecho una estatua fundida de un becerro y empezaron a decir: ‘Este es tu Dios que te hizo subir de Egipto’, y pasaron a cometer grandes actos de falta de respeto,

NECESITABAN CORRECCIÓN

14, 15. a) ¿Cómo cuidó Jehová de los israelitas a pesar de sus pecados? b) ¿Qué aprendemos del modo como Jehová trató a su pueblo?

14 Los israelitas le habían prometido a Dios en el monte Sinaí que cumplirían su Ley, pero al poco tiempo cometieron dos pecados graves que los levitas mencionaron en su oración. Y aunque merecían  morir allí en el desierto, Jehová los siguió cuidando. De ahí que los levitas lo alabaran diciendo: “En tu abundante misericordia no los dejaste en el desierto. [...] Y por cuarenta años les proveíste alimento [...]. No les faltó nada. Sus mismísimas prendas de vestir no se gastaron, y sus pies mismos no se hincharon” (Neh. 9:19, 21). Hoy día, Jehová también nos da todo lo que necesitamos para serle fieles. Nunca dejemos que la falta de fe nos lleve a desobedecerlo como los miles de israelitas que murieron en el desierto. Recordemos que sus historias “fueron escritas para amonestación de nosotros a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado” (1 Cor. 10:1-11).

(Nehemías 9:19)  tú, sí, tú, en tu abundante misericordia no los dejaste en el desierto. La columna de nube misma no se apartó de sobre ellos de día para guiarlos en el camino, ni la columna de fuego de noche para alumbrarles el camino en que habían de ir.


(Nehemías 9:21)  Y por cuarenta años les proveíste alimento en el desierto. No les faltó nada. Sus mismísimas prendas de vestir no se gastaron, y sus pies mismos no se hincharon.


(1 Corintios 10:1-11) Ahora bien, no quiero que ignoren, hermanos, que nuestros antepasados todos estuvieron bajo la nube y todos pasaron por el mar 2 y todos fueron bautizados en Moisés por medio de la nube y del mar; 3 y todos comieron el mismo alimento espiritual 4 y todos bebieron la misma bebida espiritual. Porque bebían de la masa rocosa espiritual que los seguía, y aquella masa rocosa significaba el Cristo. 5 Sin embargo, sobre la mayor parte de ellos Dios no expresó su aprobación, pues quedaron tendidos en el desierto. 6 Ahora bien, estas cosas llegaron a ser nuestros ejemplos, para que nosotros no seamos personas que deseen cosas perjudiciales, tal como ellos las desearon. 7 Ni nos hagamos idólatras, como hicieron algunos de ellos; así como está escrito: “Se sentó el pueblo a comer y beber, y se levantaron para divertirse”. 8 Ni practiquemos fornicación, como algunos de ellos cometieron fornicación, de modo que cayeron, veintitrés mil [de ellos] en un día. 9 Ni pongamos a Jehová a prueba, como algunos de ellos [lo] pusieron a prueba, de modo que perecieron por las serpientes. 10 Ni seamos murmuradores, así como algunos de ellos murmuraron, de modo que perecieron por el destructor. 11 Pues bien, estas cosas siguieron aconteciéndoles como ejemplos, y fueron escritas para amonestación de nosotros a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado.

14, 15. a) ¿Cómo cuidó Jehová de los israelitas a pesar de sus pecados? b) ¿Qué aprendemos del modo como Jehová trató a su pueblo?

15 Por desgracia, una vez establecidos en la Tierra Prometida, los israelitas adoptaron los ritos sexuales y los crueles sacrificios humanos con que los habitantes de Canaán adoraban a sus dioses. Por esa razón Jehová permitió que las naciones vecinas los hostigaran. Pero cuando se arrepentían, los perdonaba bondadosamente y los protegía de sus enemigos. Esto ocurría “vez tras vez” (lea Nehemías 9:26-28, 31). Los levitas reconocieron que Jehová les había mostrado compasión “por muchos años” y admitieron: “Seguiste testificando contra ellos por tu espíritu, mediante tus profetas, y ellos no prestaron oído. Finalmente los diste en la mano de los pueblos de las tierras” (Neh. 9:30).

(Nehemías 9:26-28)  ”No obstante, se hicieron desobedientes y se rebelaron contra ti y siguieron echando tu ley a sus espaldas, y a tus propios profetas mataron, a los que testificaron contra ellos para traerlos de vuelta a ti; y siguieron cometiendo actos de gran falta de respeto. 27 Debido a esto, los diste en la mano de sus adversarios, que siguieron causándoles angustia; pero en el tiempo de su angustia ellos clamaban a ti, y tú mismo oías desde los mismos cielos; y en conformidad con tu abundante misericordia les dabas salvadores que los salvaban de la mano de sus adversarios. 28 ”Pero en cuanto tenían descanso, volvían a hacer lo que es malo delante de ti, y los dejabas a la mano de sus enemigos, quienes los pisoteaban. Entonces se volvían y clamaban a ti por socorro, y tú mismo oías desde los mismos cielos y los librabas conforme a tu abundante misericordia, vez
tras vez.

(Nehemías 9:31)  Y en tu abundante misericordia no hiciste un exterminio de ellos ni los dejaste; porque eres
un Dios benévolo y misericordioso.

(Nehemías 9:30)  Pero tú fuiste indulgente con ellos por muchos años y seguiste testificando contra ellos por tu espíritu, mediante tus profetas, y ellos no prestaron oído. Finalmente los diste en la mano de los pueblos de las tierras.

16, 17. a) ¿Qué diferencia hubo entre la situación de los judíos que regresaron del destierro y la de sus antepasados? b) ¿Qué reconocieron los israelitas, y qué se comprometieron a hacer?

16 Después de regresar del destierro en Babilonia, el pueblo continuó con la costumbre de desobedecer. ¡Y qué distinta resultó ser su situación de la de sus antepasados! La oración de los levitas sigue diciendo: “Hoy somos esclavos; y en cuanto a la tierra que diste a nuestros antepasados para que comieran su fruto y sus cosas buenas, ¡mira!, somos esclavos sobre ella, y su producto abunda para los reyes que has puesto sobre nosotros debido a nuestros pecados, [...] y nos hallamos en gran angustia” (Neh. 9:36, 37).

(Nehemías 9:36, 37)  ¡Mira! Nosotros hoy somos esclavos; y en cuanto a la tierra que diste a nuestros antepasados para que comieran su fruto y sus cosas buenas, ¡mira!, somos esclavos sobre ella, 37 y su producto abunda para los reyes que has puesto sobre nosotros debido a nuestros pecados, y sobre nuestros cuerpos gobiernan, y sobre nuestros animales domésticos, conforme a su gusto, y nos hallamos en gran angustia.

16, 17. a) ¿Qué diferencia hubo entre la situación de los judíos que regresaron del destierro y la de sus antepasados? b) ¿Qué reconocieron los israelitas, y qué se comprometieron a hacer?

17 ¿Estaban insinuando que Jehová había sido injusto al dejarlos sufrir tanto? Todo lo contrario. Reconocieron que merecían disciplina: “Tú eres justo en cuanto a todo lo que nos ha sobrevenido, porque fielmente es como has actuado, pero nosotros somos los que hemos obrado inicuamente” (Neh. 9:33). La oración concluye con una solemne promesa en la que el pueblo se compromete a obedecer la Ley de Dios (lea Nehemías 9:38; 10:29). Y como prueba de su determinación, redactaron un documento oficial que fue sellado por 84 líderes judíos (Neh. 10:1-27).

(Nehemías 9:33)  Y tú eres justo en cuanto a todo lo que nos ha sobrevenido, porque fielmente es como has actuado, pero nosotros somos los que hemos obrado inicuamente.


(Nehemías 9:38)  ”Así que, en vista de todo esto, estamos contratando un arreglo fidedigno, tanto por escrito como autenticado por el sello de nuestros príncipes, nuestros levitas [y] nuestros sacerdotes”.


(Nehemías 10:29)  ellos se adherían a sus hermanos, a sus majestuosos, y entraban en [exposición a] una maldición y en un juramento, de andar en la ley del Dios [verdadero], la cual había sido dada por mano de Moisés el siervo del Dios [verdadero], y de guardar y ejecutar todos los mandamientos de Jehová nuestro Señor y sus decisiones judiciales y sus disposiciones reglamentarias;


(Nehemías 10:1-27) Ahora bien, autenticándolo por sello estuvieron: Nehemías el Tirsatá, hijo de Hacalías, y Sedequías, 2 Seraya, Azarías, Jeremías, 3 Pasjur, Amarías, Malkiya, 4 Hatús, Sebanías, Maluc, 5 Harim, Meremot, Abdías, 6 Daniel, Guinetón, Baruc, 7 Mesulam, Abías, Mijamín, 8 Maazías, Bilgai [y] Semaya, los cuales eran los sacerdotes. 9 También los levitas: Jesúa hijo de Azanías, Binuí de los hijos de Henadad, Qadmiel 10 y sus hermanos Sebanías, Hodías, Quelitá, Pelayá, Hanán, 11 Micá, Rehob, Hasabías, 12 Zacur, Serebías, Sebanías, 13 Hodías, Baní [y] Beninú. 14 Los cabezas del pueblo: Parós, Pahat-moab, Elam, Zatú, Baní, 15 Buní, Azgad, Bebai, 16 Adonías, Bigvai, Adín, 17 Ater, Ezequías, Azur, 18 Hodías, Hasum, Bezai, 19 Harif, Anatot, Nebai, 20 Magpías, Mesulam, Hezir, 21 Mesezabel, Sadoc, Jadúa, 22 Pelatías, Hanán, Anaya, 23 Hosea, Hananías, Hasub, 24 Halohés, Pilhá, Sobeq, 25 Rehúm, Hasabná, Maaseya, 26 y Ahíya, Hanán, Anán, 27 Maluc, Harim, Baanah.

18, 19. a) ¿Qué necesitamos para entrar en el nuevo mundo? b) ¿Qué debemos seguir pidiendo, y por qué?

18 Si queremos entrar en el justo nuevo mundo de Jehová, necesitamos su guía y su corrección. El apóstol Pablo confirmó este punto al decir: “Pues, ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?” (Heb. 12:7). Demostramos que aceptamos la guía de Dios si le servimos fielmente y permitimos que su espíritu nos haga mejores cristianos. Y en caso de que cometamos un pecado grave, podemos estar seguros de que Jehová nos perdonará si nos arrepentimos de corazón y aceptamos con humildad su disciplina.

(Hebreos 12:7)  Para disciplina ustedes están aguantando. Dios está tratando con ustedes como con hijos. Pues, ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?

18, 19. a) ¿Qué necesitamos para entrar en el nuevo mundo? b) ¿Qué debemos seguir pidiendo, y por qué?

19 Pronto, Jehová engrandecerá su nombre aún más que cuando libró a los israelitas de la esclavitud en Egipto (Ezeq. 38:23). Y tal como la nación de Israel heredó la Tierra Prometida, los cristianos que se mantengan fieles hasta el fin heredarán la vida en el justo nuevo mundo (2 Ped. 3:13). ¡Qué esperanza tan hermosa! No dejemos nunca de orar por la santificación del nombre divino. El próximo artículo analizará otra oración que nos puede ayudar a tener el favor de Jehová ahora y para siempre.

(Ezequiel 38:23)  Y ciertamente me engrandeceré y me santificaré y me daré a conocer delante de los ojos de muchas naciones; y tendrán que saber que yo soy Jehová.

(2 Pedro 3:13)  Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la

justicia habrá de morar.

Cántico 6 
"La oración del siervo de Dios"
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