Cántico 131
“Jehová es mi
roca de salvación”
ESTUDIO DE LIBRO
Cl. cap. 7 parr.9-17
“Nuestro
Dios [...] puede rescatarnos”
9. Además de
prometer protección, ¿qué ha demostrado Jehová?
9 En vez de limitarse a prometer su protección, en
tiempos bíblicos Jehová realizó milagros con los que demostró que tenía la
capacidad de otorgársela a su pueblo. Repetidas veces a lo largo de
la historia de Israel, su fuerte “mano” mantuvo a raya a terribles enemigos de
aquella nación (Éxodo 7:4). Además, hubo quienes se beneficiaron de
su poder protector a nivel individual.
(Éxodo 7:4) Y no les escuchará Faraón; y
tendré que poner mi mano sobre Egipto y sacar a mis ejércitos, mi pueblo, los
hijos de Israel, de la tierra de Egipto con grandes juicios.
10, 11. ¿Qué
ejemplos bíblicos muestran cómo utilizó Jehová su poder protector en beneficio
de algunas personas?
10 Cuando tres jóvenes hebreos —Sadrac, Mesac y Abednego— se negaron a
inclinarse ante la imagen de oro de Nabucodonosor, este rey montó en cólera y
los amenazó con arrojarlos a un horno sobrecalentado. “¿Y quién es aquel dios
que pueda rescatarlos de mis manos?”, dijo en son de reto el monarca más grande
de la Tierra (Daniel 3:15). Los tres jóvenes tenían confianza
absoluta en que el Altísimo era capaz de protegerlos, pero no dieron por
sentado que lo haría, de modo que respondieron: “Si ha de ser, nuestro Dios a
quien servimos puede rescatarnos” (Daniel 3:17). De hecho, aquel horno, aun
estando siete veces más caliente de lo normal, no presentaba ninguna
dificultad para el Todopoderoso. Él ciertamente los salvaguardó, así que el rey
no tuvo más remedio que admitir: “No existe otro dios que pueda librar
como este” (Daniel 3:29).
(Daniel 3:15) Ahora, si ustedes están
listos de modo que cuando oigan el sonido del cuerno, el caramillo, la cítara,
el arpa triangular, el instrumento de cuerdas, y la gaita y toda suerte de
instrumentos musicales, caigan y adoren la imagen que he hecho, [bien]. Pero si
no adoran, en ese mismo momento serán arrojados en el horno ardiente de fuego.
¿Y quién es aquel dios que pueda rescatarlos de mis manos?”.
(Daniel 3:17) Si ha de ser, nuestro
Dios a quien servimos puede rescatarnos. Del horno ardiente de fuego y de tu
mano, oh rey, [nos] rescatará.
(Daniel 3:29) Y de mí una orden se
emite, que cualquier pueblo, grupo nacional o lenguaje que diga cualquier cosa
mala contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abednego sea desmembrado, y su casa sea
convertida en excusado público; puesto que no existe otro dios que pueda librar
como este”.
11 Jehová también hizo una extraordinaria demostración de poder protector
cuando transfirió la vida de su Hijo unigénito a la matriz de una virgen judía
llamada María. Un ángel le dijo a ella: “Concebirás en tu matriz y darás a luz
un hijo”, y luego añadió: “Espíritu santo vendrá sobre ti, y poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra” (Lucas 1:31, 35). En apariencia, el Hijo de Dios
nunca había sido tan vulnerable. ¿Se contaminaría el embrión con el pecado y la imperfección de su madre humana?
¿Lograría Satanás herirlo o incluso matarlo antes de nacer? ¡De ningún modo!
Por así decirlo, Jehová formó, desde el mismo momento de la concepción, un muro
de resguardo en torno a María, de modo que nada —ni imperfección,
ni fuerza nociva, ni humano homicida, ni demonio
alguno— hiciese daño a la criatura. Y siguió protegiendo a Jesús durante
su juventud (Mateo 2:1-15). Hasta que no llegó el tiempo
que había establecido, su amado Hijo fue invulnerable.
(Lucas 1:31) y, ¡mira!, concebirás en tu
matriz y darás a luz un hijo, y has de ponerle por nombre Jesús.
(Lucas 1:35) En respuesta, el ángel
le dijo: “Espíritu santo vendrá sobre ti, y poder del Altísimo te cubrirá con
su sombra. Por eso, también, lo que nace será llamado santo, Hijo de Dios.
(Mateo 2:1-15) Después que Jesús hubo nacido
en Belén de Judea en los días de Herodes el rey, ¡mire!, astrólogos de las
partes orientales vinieron a Jerusalén, 2 diciendo:
“¿Dónde está el que nació rey de los judíos? Porque vimos su estrella [cuando
estábamos] en el Oriente, y hemos venido a rendirle homenaje”. 3 Al
oír esto, el rey Herodes se agitó, y toda Jerusalén junto con él; 4 y,
habiendo reunido a todos los sacerdotes principales y a los escribas del
pueblo, se puso a inquirir de ellos dónde había de nacer el Cristo. 5 Ellos
le dijeron: “En Belén de Judea; porque así ha sido escrito por medio del
profeta: 6 ‘Y tú, oh Belén de la tierra de Judá, de
ninguna manera eres la [ciudad] más insignificante entre los gobernadores de
Judá; porque de ti saldrá uno que gobierne, que pastoreará a mi pueblo,
Israel’”. 7 Entonces Herodes mandó llamar secretamente a
los astrólogos y averiguó cuidadosamente de ellos el tiempo en que la estrella
había aparecido; 8 y, al enviarlos a Belén, dijo: “Vayan
y hagan una búsqueda cuidadosa del niñito, y cuando lo hayan hallado vuelvan e
infórmenme, para que yo también vaya y le rinda homenaje”. 9 Habiendo
oído al rey, ellos siguieron su camino; y, ¡mire!, la estrella que habían visto
[cuando estaban] en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se
detuvo encima de donde estaba el niñito. 10 Al ver la
estrella, verdaderamente se regocijaron mucho. 11 Y cuando
entraron en la casa vieron al niñito con María su madre, y, cayendo, le
rindieron homenaje. También abrieron sus tesoros y le presentaron regalos: oro,
olíbano y mirra. 12 Sin embargo, porque en un sueño se
les dio advertencia divina de que no volvieran a Herodes, se retiraron a su
país por otro camino. 13 Después que se hubieron
retirado, ¡mire!, el ángel de Jehová se apareció en un sueño a José, y dijo:
“Levántate, toma al niñito y a su madre, y huye a Egipto, y quédate allá hasta
que yo te diga; porque Herodes está para buscar al niñito para destruirlo”. 14 De
modo que él se levantó y tomó consigo al niñito y a su madre, de noche, y se
retiró a Egipto, 15 y se quedó allá hasta el
fallecimiento de Herodes, para que se cumpliera lo que Jehová había hablado por
su profeta, que dijo: “De Egipto llamé a mi hijo”.
12. ¿Por qué
protegió Jehová milagrosamente a ciertas personas en tiempos bíblicos?
12 ¿Por qué protegió Jehová a ciertas personas de manera tan milagrosa? Con
frecuencia, a fin de mantener a salvo algo mucho más importante: el desarrollo
de su propósito. Por ejemplo, la supervivencia del niño Jesús era esencial para
el cumplimiento de dicho propósito, que a la postre beneficiará a toda la
humanidad. Los relatos que narran multitud de demostraciones de su poder
protector forman parte de los libros inspirados, obras “escritas para nuestra
instrucción, para que mediante nuestro aguante y mediante el consuelo de las
Escrituras tengamos esperanza” (Romanos 15:4). En efecto, estos ejemplos
fortalecen nuestra fe en el Dios omnipotente. Pues bien, ¿qué protección
podemos esperar de él hoy?
(Romanos 15:4) Porque todas las cosas que
fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción, para
que mediante nuestro aguante y mediante el consuelo de las Escrituras tengamos
esperanza.
Lo que no está
implicado en la protección divina
13. ¿Está
obligado Jehová a obrar milagros en nuestro favor? Explíquelo.
13 La promesa de protección que hace Jehová no lo obliga a obrar
milagros en nuestro favor. No, él no nos garantiza una vida libre de
problemas en este viejo mundo. Sus siervos fieles afrontamos a menudo graves
dificultades, como pobreza, guerras, enfermedades y muerte. Jesús
no ocultó a sus discípulos la posibilidad de que los mataran por su fe, y
por ello destacó la necesidad de que aguantaran hasta el fin (Mateo 24:9, 13). Si Dios se valiera siempre de su fuerza
para realizar liberaciones milagrosas, tal vez habría base para que Satanás lo
desafiara y cuestionara la autenticidad de nuestra devoción (Job 1:9, 10).
(Mateo 24:9) ”Entonces los entregarán a
tribulación y los matarán, y serán objeto de odio de parte de todas las
naciones por causa de mi nombre.
(Mateo 24:13) Pero el que haya aguantado
hasta el fin es el que será salvo.
(Job 1:9, 10) Ante esto, Satanás contestó a
Jehová y dijo: “¿Ha temido Job a Dios por nada? 10 ¿No
has puesto tú mismo un seto [protector] alrededor de él y alrededor de su casa
y alrededor de todo lo que tiene en todo el derredor? La obra de sus manos has
bendecido, y su ganado mismo se ha extendido en la tierra.
14. ¿Qué ejemplos indican que Jehová
no siempre protege a sus siervos de la misma manera?
14 Aun en tiempos bíblicos, Jehová no utilizó siempre su poder
protector para resguardar a sus siervos de una muerte prematura. Así, mientras
que el apóstol Santiago fue ejecutado por Herodes en torno al año 44 E.C.,
no mucho después, Pedro fue librado “de la mano de Herodes” (Hechos 12:1-11). Por otro lado, Juan, el hermano de
Santiago, sobrevivió a Pedro y a Santiago. Por lo tanto, es patente que
no debemos esperar que Dios guarde a cada uno de sus siervos del mismo
modo. Además, “el tiempo y el suceso imprevisto” nos acaecen a todos (Eclesiastés 9:11). Entonces, ¿cómo nos protege
Jehová en la actualidad?
(Hechos 12:1-11) Por aquel mismo tiempo,
Herodes el rey extendió las manos para maltratar a algunos de la congregación. 2 Con
la espada eliminó a Santiago hermano de Juan. 3 Como vio
que esto fue del agrado de los judíos, prosiguió a arrestar también a Pedro.
(Sucedió que eran aquellos los días de las tortas no fermentadas.) 4 Y
apoderándose de él, lo puso en la prisión, y lo entregó a cuatro relevos de
cuatro soldados cada uno para que lo guardaran, puesto que tenía la intención
de presentarlo al pueblo después de la pascua. 5 Por
consiguiente, Pedro estaba guardado en la prisión; pero con intensidad la
congregación se ocupaba en orar a Dios por él. 6 Entonces,
cuando Herodes estaba a punto de presentarlo, aquella noche Pedro dormía
sujetado con dos cadenas entre dos soldados, y guardas que estaban delante de
la puerta guardaban la prisión. 7 Pero, ¡mira!, el ángel
de Jehová estuvo de pie allí, y una luz resplandeció en la celda de la prisión.
Dando un golpe a Pedro en el costado, lo despertó, y dijo: “¡Levántate
pronto!”. Y las cadenas se le cayeron de las manos. 8 El
ángel le dijo: “Cíñete y átate las sandalias”. Así lo hizo. Por último le dijo:
“Ponte tu prenda de vestir exterior y ven siguiéndome”. 9 Y
él salió e iba siguiéndolo, pero no sabía que era realidad lo que estaba
aconteciendo mediante el ángel. De hecho, suponía que estaba viendo una visión.
10 Pasando por la primera guardia de centinelas, y por
la segunda, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, y esta se
les abrió por sí misma. Y después de salir, siguieron adelante por una calle, y
en seguida el ángel se apartó de él. 11 Y Pedro, volviendo
en sí, dijo: “Ahora sé realmente que Jehová envió su ángel y me libró de la
mano de Herodes y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba”.
(Eclesiastés 9:11) Regresé para ver, bajo
el sol, que los veloces no tienen la carrera, ni los poderosos la batalla, ni
tienen los sabios tampoco el alimento, ni tienen los entendidos tampoco las
riquezas, ni aun los que tienen conocimiento tienen el favor; porque el tiempo
y el suceso imprevisto les acaecen a todos.
Jehová brinda protección
física
15, 16. a) ¿Qué
demuestra que Jehová ha brindado protección física a sus siervos como
colectividad? b) ¿Por qué confiamos en que Jehová protegerá a sus siervos
tanto hoy día como en “la gran tribulación”?
15 Examinemos en primer lugar la cuestión de la protección física. Los
siervos de Jehová podemos esperar tal amparo como colectividad,pues
de no ser por ello, seríamos presa fácil del Diablo. Pensemos en que nada
le complacería más a Satanás, “el gobernante de este mundo”, que eliminar la
adoración verdadera (Juan 12:31; Revelación [Apocalipsis] 12:17). Aunque
algunos de los gobiernos más poderosos de la Tierra han proscrito nuestra
predicación y han tratado de erradicarnos, hemos permanecido firmes y hemos
seguido predicando sin cesar. ¿Cómo es posible que grandes naciones
no hayan logrado detener nuestras actividades, cuando solo somos una
agrupación cristiana relativamente pequeña y en apariencia indefensa? Porque el
Dios omnipotente nos resguarda bajo sus vigorosas alas (Salmo 17:7, 8).
16 ¿Debemos esperar protección física en la venidera “gran tribulación”?
No hay por qué temer la ejecución de las sentencias divinas.
A fin de cuentas, “Jehová sabe librar de la prueba a personas de devoción
piadosa, pero reservar a personas injustas para el día del juicio para que sean
cortadas de la existencia” (Revelación 7:14;2 Pedro 2:9). Entretanto, estamos convencidos
de dos cosas: primero, que el Altísimo nunca permitirá que sus siervos leales
sean exterminados de este planeta, y segundo, que recompensará a los íntegros
con vida eterna en su nuevo mundo de justicia, de ser necesario,
resucitándolos. Para quienes mueren, no hay lugar más seguro que la
memoria de Dios (Juan 5:28, 29).
(Juan 12:31) Ahora se somete a juicio a
este mundo; ahora el gobernante de este mundo será echado fuera.
(Revelación 12:17) Y el dragón se airó
contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los restantes de la
descendencia de ella, los cuales observan los mandamientos de Dios y tienen la
obra de dar testimonio de Jesús.
(Salmo 17:7, 8) Haz maravillosos tus
actos de bondades amorosas, oh Salvador de los que buscan refugiarse de los que
se sublevan contra tu diestra. 8 Guárdame como a
la niña del globo del ojo, en la sombra de tus alas quieras ocultarme,
(Revelación 7:14) De modo que le dije
inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que
salen de la gran tribulación, y han lavado sus ropas largas y las han
emblanquecido en la sangre del Cordero.
(2 Pedro 2:9) Jehová sabe librar de
la prueba a personas de devoción piadosa, pero reservar a personas injustas
para el día del juicio para que sean cortadas [de la existencia],
(Juan 5:28, 29) No se maravillen de
esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas
conmemorativas oirán su voz 29 y
saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que
practicaron cosas viles a una resurrección de juicio.
17. ¿Cómo nos
ampara Jehová mediante su Palabra?
17 Aun hoy, Jehová nos ampara mediante su “palabra” viva, que posee la
fuerza motivadora necesaria para sanar corazones y reformar vidas (Hebreos 4:12). La aplicación de sus principios
nos salvaguarda de daños físicos en ciertos ámbitos. “Yo, Jehová,
soy [...] Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo”, dice Isaías 48:17. Sin duda, regirse por la Palabra de
Dios contribuye a una vida más sana y larga. Por ejemplo, al seguir las normas
bíblicas de abstenerse de la fornicación y limpiarse de toda contaminación,
evitamos prácticas impuras y hábitos nocivos que causan estragos entre muchas
personas impías (Hechos 15:29; 2 Corintios 7:1). ¡Cuánto agradecemos la
protección de las Santas Escrituras!
(Hebreos 4:12) Porque la palabra de Dios es
viva, y ejerce poder, y es más aguda que toda espada de dos filos, y penetra
hasta dividir entre alma y espíritu, y entre coyunturas y [su] tuétano, y puede
discernir pensamientos e intenciones de[l] corazón.
(Isaías 48:17) Esto
es lo que ha dicho Jehová, tu Recomprador, el Santo de Israel: “Yo, Jehová, soy
tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te
hace pisar en el camino en que debes andar.
(Hechos 15:29) que sigan absteniéndose de
cosas sacrificadas a ídolos, y de sangre, y de cosas estranguladas, y de
fornicación. Si se guardan cuidadosamente de estas cosas, prosperarán. ¡Buena
salud a ustedes!”.
(2 Corintios 7:1) Por lo tanto, dado que
tenemos estas promesas, amados, limpiémonos de toda contaminación de la carne y
del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
PUNTOS SOBRESALIENTES
(ÉXODO 30 a 33)
32:1-8,
25-35. ¿Por qué no se castigó a Aarón por haber hecho el becerro de oro? En su corazón,
Aarón no estaba de acuerdo con la adoración idolátrica. Posteriormente se unió a sus compañeros levitas al ponerse a favor de Dios y en contra de los que se opusieron a Moisés. Después que se destruyó a los culpables, Moisés recordó a los israelitas que ellos habían cometido un grave pecado, lo que indica que otros además de Aarón recibieron la misericordia de Jehová.
33:11, 20. ¿En qué sentido habló Dios “cara a cara” con Moisés? Esta
expresión se refiere a una conversación íntima entre dos personas. Moisés habló con el representante de Dios y, mediante él, recibió las instrucciones divinas. Pero Moisés no vio a Jehová, dado que “ningún hombre puede ver [lo] y sin embargo vivir”. De
hecho, Jehová no habló personalmente con Moisés. La Ley “fue transmitida mediante ángeles por mano de un
mediador”, dice Gálatas 3:19.
*** g73 22/2 pág. 5 ¿Tienen los cristianos que guardar el sábado? ***
De hecho, esta ley
sabática sería una señal, ¿entre Jehová y quién? Solamente Israel. Está escrito
en Éxodo 31:13: “Habla a los hijos
de Israel, diciendo: ‘Especialmente mis sábados los han de guardar, porque
es una señal entre mí y ustedes durante sus generaciones para que sepan que yo
Jehová estoy santificándolos.’
Pero, ¿no debía el sábado ser una señal “para
siempre” entre Jehová Dios y su pueblo? (Éxo. 31:17, Traducción de Byington, Versión Valera) No,
porque la palabra hebrea que en este texto se vierte “para siempre” es olam,
y meramente significa un período de tiempo indefinido o incierto.
*** w70 1/4 pág. 208 párr. 46 La paz de mil años que se aproxima ***
Bajo la vigencia de
los Diez Mandamientos entre el antiguo pueblo escogido de Dios se le daba
muerte a todo violador del día sabático, y así mismo los que no le rindan
obediencia al Señor del milenio sabático venidero y que perturben la paz serán
destruidos. (Núm. 15:32-36; Éxo. 31:13-17) Después que Satanás el Diablo y sus demonios sean soltados del abismo
y de nuevo traten de perturbar la paz de nuestra Tierra, serán destruidos, y con
ellos todos los que vuelvan a tratar de convertir esta Tierra en un campo de
batalla, una arena de guerra. (Rev. 20:7-10, 15) Los que se mantienen en
paz con Dios permanecerán en la Tierra hecha Paraíso como sus cuidadores
eternos.
*** g74 22/11 págs. 6-7 La Navidad... ¿qué significa para usted? ***
Uno quizás recuerde
el desagrado de Dios con la nación de Israel cuando adoptaron la práctica
idolátrica egipcia de la adoración del becerro. Aunque afirmaron que el becerro
representaba a Jehová y que esto era una “fiesta a Jehová,” Dios le dijo a
Moisés: “Tu pueblo . . . ha actuado ruinosamente.”—Éxo. 32:4, 5, 7.
*** g74 22/5 pág. 27 ¿Son celebraciones inofensivas? ***
El hecho de que
Jehová Dios no tolera la mezcla de prácticas idolátricas con la adoración
verdadera es obvio por sus tratos con los israelitas. Esto es evidente por el
hecho de que la fiesta religiosa que se celebró en relación con el becerro de
oro no se proponía honrar a un dios egipcio sino que se llamó una “fiesta
a Jehová.” (Éxo. 32:5) Pero esto no lo hizo correcto. Jehová Dios castigó severamente a
los israelitas por su infidelidad.—Éxo. 32:28-35.
*** w84 1/5 págs. 23-24 párr. 5 ¡Cuidado con la música que degrada! ***
Jehová ha obrado de
manera sumamente generosa al dar a los humanos el don de la música. Pero ¡cuán
a menudo se ha dado mal uso a ésta! Por eso, al escoger música, tenemos que
ejercer mucho cuidado y discernimiento. Hasta sin oír la letra, en muchos casos
podemos darnos cuenta de la clase de espíritu que se intenta producir mediante
ciertas canciones. Desde cierta distancia, Moisés pudo discernir que la música
que provenía del campamento israelita no era ‘el cantar por poderosa hazaña ni
el cantar de derrota’. Cuando finalmente llegó al campamento y vio cómo estaba
actuando la gente, pudo comprender que la música había sido del tipo que
llevaba a conducta idolátrica desenfrenada (Éxodo
32:15-19, 25). Por eso, hoy tenemos que examinar la clase de humor
o espíritu que produce la música que escuchamos
*** w85 1/12 págs. 15-16 Declarados justos como amigos de Dios ***
El libro de recuerdo de Jehová
11 El abono o atribución de justicia relativa a los hombres y mujeres
fieles que vivieron antes de Cristo fue una prenda de la justicia y la
perfección verdaderas o reales asociadas con la vida eterna que pueden recibir
en la nueva tierra de Dios. En vista de sus perspectivas de vida, se podría
considerar que sus nombres han sido escritos en un libro de recuerdo.
(Compárese con Malaquías 3:16 y Éxodo 32:32, 33.) Este contiene los nombres de aquellos a quienes Jehová considera
“justos”, los cuales han demostrado su fe mediante obras justas, y quienes
figuran entre las personas a quienes espera vida eterna en la Tierra. (Salmo
69:28; Habacuc 2:4.)
*** w74 1/7 pág. 389 ¿Puede un gobierno estar libre de corrupción? ***
UN GOBERNANTE PROBADO, ACREDITADO
¿Cómo podemos estar
seguros de que el gobierno del Mesías será incorruptible? Dios predijo e hizo
preparativos para la gobernación de su Mesías durante siglos. Aun antes que su
Hijo viniese a la Tierra Dios lo utilizó, como el guardián invisible de la
nación de Israel. (Éxo. 33:1, 2; 23:20-23) En este puesto el Hijo de Dios tuvo mucha experiencia en
aplicar las leyes de Dios y en cuanto a la manera en que Dios trata con la
humanidad. Además, mucho antes de eso, este Hijo, que llegó a ser Jesucristo,
fue un “obrero maestro” durante la mismísima creación de todas las cosas bajo
la supervisión de Jehová. Por lo tanto estaba muy interesado en la
humanidad.—Pro. 8:22, 30, 31.
En cuanto a su
incorruptibilidad, su proceder en la Tierra demostró que él era insobornable,
que no se le podía inducir por presión u obligar a hacer lo incorrecto, a
desviarse ni una jota de los principios estrictamente correctos, honrados.
Llenó los requisitos que Dios declaró que tenía que satisfacer un gobernante.
*** w75 15/4 pág. 234 párrs. 3-4 La razón por la cual escoger adorar a
Jehová ***
Después que Moisés
hizo a su pueblo salir de la esclavitud en Egipto y los condujo milagrosamente
a través del mar Rojo al monte Sinaí en Arabia, y después que recibió las dos
tablas de los Diez Mandamientos en medio de un espectáculo inspirador de temor
reverente en esa montaña, Moisés no tenía razón para descreer en la
existencia de este Dios invisible, todopoderoso. Lo que él quería era llegar a
conocerlo mejor, ver la gloria de este Dios invisible.
4 “Hazme ver, por favor, tu gloria,” fue la solicitud
que Moisés hizo por medio del ángel de Dios. La respuesta divina a esta
solicitud fue: “Yo mismo haré que toda mi bondad pase delante de tu rostro, y
ciertamente declararé el nombre de Jehová delante de ti.” Pero, ¿por qué solo
esta manifestación? Jehová Dios le explicó a Moisés: “No puedes ver mi
rostro, porque ningún hombre puede verme y sin embargo vivir.”—Éxo. 33:18-20.
*** w99 15/6 pág. 20 párr. 4 Sepamos cómo es el Creador ***
Aun así, ¿sabíamos
que unos meses después de que los israelitas salieran de Egipto, en el año
1513 a.E.C., Moisés rogó al Creador: “Hazme ver, por favor, tu gloria”? (Éxodo 33:18.) Si recordamos que Dios formó
hasta el Sol, podemos entender por qué le dijo a Moisés: “No puedes ver mi
rostro, porque ningún hombre puede verme y sin embargo vivir”. El Creador
permitió que Moisés se resguardara en un lugar del monte Sinaí mientras Él
‘pasaba’. Luego Moisés quedó expuesto a la “espalda” de Dios, esto es, a algún
tipo de resplandor residual de la gloria, o presencia, del Creador (Éxodo 33:20-23; Juan 1:18).
Cuando la Biblia se refiere al hecho de que la Ley de Moisés pasó¿dice directamente que los Diez Mandamientos estuvieran incluidos enlo que terminó?
Rom. 7:6, 7: “Ahora hemos sido desobligados de la Ley, porque hemos muerto a aquello por
lo cual se nos tenía sujetos [...] ¿Qué, pues, diremos? ¿Es la Ley pecado?
¡Jamás sea cierto eso! Realmente no hubiera llegado yo a conocer el pecado si
no hubiese sido por la Ley; y, por ejemplo, no hubiera conocido la codicia si
la Ley no hubiese dicho: ‘No debes codiciar.’”(Aquí, inmediatamente después de
escribir que los cristianos judíos habían sido “desobligados de la Ley”, ¿qué
ejemplo de la Ley cita Pablo? El Décimo Mandamiento, lo cual muestra que este
era parte de la Ley de la cual habían sido desobligados.)
2 Cor. 3:7-11: “Si el código que administra muerte y que fue grabado conletras en piedras se efectuó con una gloria, de
modo que los hijos de Israel no pudieron mirar con fijeza el rostro de Moisés a
causa de la gloria de su rostro, gloria que había de ser eliminada, ¿por qué no
debería ser con mucha más razón con gloria la administración del
espíritu? [...] Porque si lo que había de ser eliminado fue introducido con gloria, mucho
más sería con gloria lo que permanece.” (Aquí se hace referencia al código que
fue “grabado con letras en piedras” y se dice que los “hijos de Israel no
pudieron mirar con fijeza el rostro de Moisés” en la ocasión en que se les dio
el código. ¿Qué describe esto? Éxodo 34:1, 28-30 muestra que es la ocasión en que
se dieron los Diez Mandamientos; estos fueron los mandamientos grabados en
piedra. Obviamente se hallan entre lo que el texto dice aquí que “había de ser
eliminado”.)
Aparece la descendencia prometida.
Puesto que Sara continuaba estéril, parecía que iba a ser Eliezer,
el fiel mayordomo procedente de Damasco, quien recibiría la herencia de
Abrahán. No obstante, Jehová volvió a asegurarle a Abrahán que su propia
prole llegaría a ser incontable, como las estrellas del cielo, y Abrahán “puso
fe en Jehová; y él procedió a contárselo por justicia”, aunque esto sucedió
años antes de su circuncisión. (Gé 15:1-6; Ro 4:9, 10.) Entonces, Jehová celebró con él un pacto formal, acompañado de
sacrificios de animales, y al mismo tiempo le reveló que se afligiría a su
prole durante un período de cuatrocientos años y que hasta sería llevada a la
esclavitud. (Gé 15:7-21; véase PACTO.)
Pasó el tiempo. Ya llevaban diez años en Canaán, pero Sara
continuaba estéril, así que propuso que su sierva egipcia, Agar, la sustituyera
y de esa manera pudiera tener un hijo por medio de ella. Abrahán consintió, y
en 1932 a. E.C., cuando ya había cumplido ochenta y seis años, nació
Ismael. (Gé 16:3, 15, 16.) Pasó más tiempo. En 1919 a. E.C., cuando Abrahán tenía
noventa y nueve años, Jehová ordenó que se circuncidara a todos los varones de
su casa, como señal o sello en testimonio de la especial relación pactada que
existía entre Él y Abrahán. Al mismo tiempo le cambió el nombre de Abrán a
Abrahán, “porque padre de una muchedumbre de naciones de seguro te haré yo”. (Gé 17:5, 9-27; Ro 4:11.) Poco después de aquello, tres ángeles materializados a quienes
Abrahán recibió hospitalariamente prometieron en el nombre de Jehová que Sara
concebiría y daría a luz un hijo, ¡sí, en el plazo de un año! (Gé 18:1-15.)
¡Cuántas cosas pasaron en ese año! Sodoma y Gomorra fueron
destruidas y el sobrino de Abrahán y sus dos hijas escaparon por muy poco.
Debido a un hambre, Abrahán y su esposa se mudaron a Guerar, donde el rey de
esa ciudad filistea tomó a Sara para su harén. Jehová intervino, Sara fue
puesta en libertad y al tiempo señalado, en 1918 a. E.C., cuando Abrahán
tenía cien años y Sara noventa, nació Isaac, el heredero que había sido
prometido en su día. (Gé 18:16–21:7.) Cinco años después, cuando el medio hermano de Isaac, Ismael, que
ya había cumplido diecinueve años, se burló de Isaac, Abrahán se vio obligado a
despedirle a él y a su madre, Agar. Fue entonces, en 1913 a. E.C., cuando
empezaron los cuatrocientos años de aflicción para la prole de Abrahán. (Gé 21:8-21; 15:13; Gál 4:29.)
La prueba suprema de fe a la que tuvo que enfrentarse Abrahán llegó
unos veinte años más tarde. Según la tradición judía, Isaac entonces contaba
veinticinco años. (Antigüedades Judías, de
F. Josefo, libro I, cap. XIII, sec. 2.) En obediencia a las
instrucciones de Jehová, Abrahán tomó consigo a Isaac y viajó hacia el N.,
desde Beer-seba, en el Négueb, hasta el monte Moria, al norte de Salem. Allí
edificó un altar e hizo los preparativos para ofrecer como sacrificio quemado a
Isaac, la descendencia prometida. Y de hecho, Abrahán “ofreció, por decirlo
así, a Isaac”, porque “estimó que Dios podía levantarlo hasta de entre los
muertos”. Justo en el último momento, Jehová intervino y suministró un carnero
para sustituir a Isaac en el altar del sacrificio. Por lo tanto, fue esta fe
incondicional respaldada por una completa obediencia lo que movió a Jehová a
reforzar su pacto con Abrahán, jurando por sí mismo como una garantía legal
especial. (Gé 22:1-18; Heb 6:13-18; 11:17-19.)
Sara murió en Hebrón en 1881 a. E.C. a los ciento veintisiete
años, por lo que a Abrahán se le hizo necesario comprar una porción de terreno
para sepultarla, pues como residente forastero, no poseía tierras en
Canaán. Así que les compró a los hijos de Het un campo en Macpelá, cerca de
Mamré, que tenía una cueva. (Gé 23:1-20; véase COMPRA.) Tres años después, cuando Isaac llegó a la edad de cuarenta años,
Abrahán envió a Eliezer de regreso a Mesopotamia para que consiguiera para su
hijo una esposa adecuada, que también fuera adoradora verdadera de Jehová.
Rebeca, la sobrina nieta de Abrahán, resultó ser la que Jehová escogió. (Gé 24:1-67.)
“Además, Abrahán volvió a tomar esposa”, a Queturá, y engendró a
otros seis hijos, de modo que de él no solo descendieron los israelitas, los ismaelitas y los
edomitas, sino también los medanitas, los madianitas y otros pueblos. (Gé 25:1, 2; 1Cr 1:28, 32, 34.) De ese modo Abrahán vio cumplida la expresión profética de
Jehová: “Padre de una muchedumbre de naciones de seguro te haré yo”. (Gé 17:5.) Finalmente, en 1843 a. E.C., murió a la avanzada edad de
ciento setenta y cinco años y sus hijos Isaac e Ismael lo enterraron en la
cueva de Macpelá. (Gé 25:7-10.) Antes de su muerte, Abrahán dio regalos a los hijos de sus
esposas secundarias y los despidió, de modo que Isaac quedó como único heredero
de “todo cuanto tenía”. (Gé 25:5, 6.)
REUNIÓN DE SERVICIO
Cántico 45
“Adelante”
10 min. Por que somos ministros de las buenas nuevas.
Discurso entusiasta basado en las páginas
77 y 78 del libro organizados.
10 min. ¿Puede ser precursor auxiliar en las vacaciones? Análisis con el
auditorio. Repase el párr. 1 de pág. 113 del libro Organizados y resuma los
requisitos.
10 min. “Adquiera la costumbre de ser puntual”
Cántico 44
“El gozo de la cosecha”
===============
“ESTUDIO DE LA
ATALAYA”
Cántico 90
“Las canas, hermosa corona”
Honremos a nuestros mayores
1. ¿En qué
lamentable situación se encuentra la humanidad?
JEHOVÁ nunca quiso que los seres humanos sufriéramos
los achaques de la edad. Al contrario, su propósito era que hombres y
mujeres disfrutaran de una salud perfecta en el Paraíso. Pero la realidad es
que “toda la creación sigue gimiendo juntamente y estando en dolor” (Rom. 8:22).
¿Cómo cree usted que se siente Dios cuando ve los estragos que provoca el
pecado en los seres humanos? Y, por si fuera poco, muchas personas
mayores se ven abandonadas justo en esa etapa de la vida, cuando más ayuda
necesitan (Sal. 39:5; 2 Tim. 3:3).
(Romanos 8:22) Porque sabemos que toda la
creación sigue gimiendo juntamente y estando en dolor juntamente hasta ahora.
(Salmo 39:5) ¡Mira! Has hecho que mis días
sean solo unos cuantos; y la duración de mi vida es como nada enfrente de ti.
De seguro todo hombre terrestre, aunque firmemente plantado, no es nada salvo
una exhalación. Sélah.
(2 Timoteo 3:3) sin tener cariño
natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio,
feroces, sin amor del bien,
2. ¿Por qué agradecemos contar con hermanos mayores?
2 Los
siervos de Jehová agradecemos tener hombres y mujeres mayores en la congregación.
Su experiencia nos beneficia y su fe nos inspira. Muchos de nosotros somos
familiares de estos queridos hermanos. Pero seamos parientes suyos o no, a
todos nos preocupa su bienestar (Gál. 6:10; 1 Ped. 1:22).
Por consiguiente, examinemos lo que Dios piensa de los hermanos de edad
avanzada y veamos qué obligaciones tienen para con ellos tanto su familia como
la congregación.
(Gálatas 6:10) Realmente, pues, mientras
tengamos tiempo favorable para ello, obremos lo que es bueno para con todos,
pero especialmente para con los que están relacionados con [nosotros] en la fe.
(1 Pedro 1:22) Ahora que ustedes han
purificado sus almas por [su] obediencia a la verdad con el cariño fraternal
sin hipocresía como resultado, ámense unos a otros intensamente desde el
corazón.
“NO ME DESECHES”
3, 4. a) ¿Qué importante petición hizo a Jehová el
escritor del Salmo 71?
b) ¿Qué pueden pedirle a Dios los mayores de la congregación?
3 Salmo 71:9 dice: “No me deseches
en el tiempo de la vejez; justamente cuando mi poder está fallando, no me
dejes”. Parece que el Salmo 71 es
la continuación del Salmo 70, que lleva el
encabezamiento “De David”. Así que probablemente fue David quien hizo esa
súplica. Él sirvió a Dios desde su juventud hasta su vejez, y Jehová lo
utilizó para realizar grandes hazañas (1 Sam.
17:33-37, 50; 1 Rey. 2:1-3, 10). Aun
así, sintió la necesidad de pedirle a Jehová que lo siguiera bendiciendo y
cuidando (lea Salmo71:17, 18).
(1 Samuel 17:33-37) Pero Saúl dijo a David:
“Tú no puedes ir contra este filisteo para pelear con él, porque solo eres un
muchacho, y él es un hombre de guerra desde su mocedad”. 34 Y
David pasó a decir a Saúl: “Tu siervo llegó a ser pastor de su padre entre el
rebaño, y vino un león, y también un oso, y [cada uno] se llevó una oveja del
hato. 35 Y yo salí tras él y lo derribé y de su boca
hice el rescate. Cuando empezó a levantarse contra mí, lo agarré de la barba y
lo derribé y le di muerte. 36 Tanto al león como al oso
tu siervo los derribó; y este filisteo incircunciso tiene que llegar a ser como
uno de ellos, porque ha desafiado con escarnio a las líneas de batalla del Dios
vivo”. 37 Entonces añadió David: “Jehová, que me libró
de la garra del león y de la garra del oso, él es quien me librará de la mano
de este filisteo”. Ante esto, Saúl dijo a David: “Ve, y que Jehová mismo
resulte estar contigo”.
(1 Samuel 17:50) Así que David, con una
honda y una piedra, resultó más fuerte que el filisteo, y derribó al filisteo y
le dio muerte; y no había espada en la mano de David.
(1 Reyes 2:1-3) Y poco a poco se
acercaron los días de David en que había de morir; y él procedió a dar órdenes
a Salomón su hijo, y a decir: 2 “Yo me voy por el camino
de toda la tierra, y tú tienes que ser fuerte y dar prueba de ser hombre. 3 Y
tienes que guardar la obligación para con Jehová tu Dios, andando en sus
caminos, guardando sus estatutos, sus mandamientos y sus decisiones judiciales
y sus testimonios, conforme a lo que está escrito en la ley de Moisés, a fin de
que actúes prudentemente en todo lo que hagas y adondequiera que te vuelvas;
(1 Reyes 2:10) Entonces yació David
con sus antepasados y fue enterrado en la Ciudad de David.
(Salmo 71:17, 18) Oh Dios, tú me has
enseñado desde mi juventud en adelante, y hasta ahora sigo informando acerca de
tus maravillosas obras. 18 Y aun hasta la vejez y
canicie, oh Dios, no me dejes, hasta que informe acerca de tu brazo a la
generación; a todos los que han de venir, acerca de tu poderío.
4 En
las congregaciones hay muchos hermanos como David. A pesar de que han
llegado a “los días calamitosos” de la vejez, hacen todo lo que está en su mano
para alabar a Dios (Ecl. 12:1-7).
Muchos no pueden hacer lo mismo que antes en distintos aspectos de su
vida, como el ministerio. Pero, como David, pueden suplicarle a Jehová que siga
bendiciéndolos y cuidándolos, seguros de que él contestará sus oraciones.
Al fin y al cabo, con ellas expresan las mismas inquietudes válidas que
David expresó por inspiración divina.
(Eclesiastés 12:1-7) Acuérdate, ahora, de tu
Magnífico Creador en los días de tu mocedad, antes que procedan a venir los
días calamitosos, o hayan llegado los años en que dirás: “No tengo en ellos
deleite”; 2 antes que se oscurezcan el sol y la luz y la
luna y las estrellas, y hayan regresado las nubes, después el aguacero; 3 el
día en que tiemblen los guardianes de la casa, y se hayan encorvado los hombres
de energía vital, y las mujeres que muelen hayan dejado de trabajar por haber
llegado a ser pocas, y las señoras que ven por las ventanas lo hayan hallado
oscuro; 4 y las puertas que dan a la calle hayan sido
cerradas, cuando el sonido del molino se haga quedo, y uno se levante al sonido
de un pájaro, y todas las hijas del canto suenen bajo. 5 También
se han llenado de temor meramente de lo que es alto, y hay terrores en el
camino. Y el almendro lleva flores, y el saltamontes se arrastra, y la baya de
la alcaparra se revienta, porque el hombre va andando a su casa de larga
duración y los plañidores han marchado alrededor por la calle; 6 antes
que se remueva la cuerda de plata, y se quebrante el tazón de oro, y se quiebre
el jarro junto al manantial, y haya sido quebrantada la rueda del agua para la
cisterna. 7 Entonces el polvo vuelve a la tierra
justamente como sucedía que era, y el espíritu mismo vuelve al Dios [verdadero]
que lo dio.
5. ¿Cuánto valora Jehová a los mayores fieles?
5 Las
Escrituras dejan claro que Jehová tiene en alta estima a los cristianos de edad
y espera que los honremos (Sal. 22:24-26; Prov. 16:31; 20:29).
En Levítico
19:32 leemos: “Ante canas debes levantarte, y tienes que
mostrar consideración a la persona del envejecido, y tienes que estar en temor
de tu Dios. Yo soy Jehová”. Honrar a los mayores de la congregación era una
seria responsabilidad cuando esas palabras se escribieron, y hoy lo sigue
siendo. Pero ¿quién tiene la responsabilidad de atenderlos y cubrir sus
necesidades?
(Salmo 22:24-26) Porque él ni ha
despreciado ni mirado con asco la aflicción del afligido; y no ha ocultado de
él su rostro, y cuando este clamó a él por ayuda, oyó. 25 De
parte tuya será mi alabanza en la congregación grande; mis votos pagaré
enfrente de los que le temen. 26 Los mansos comerán y
quedarán satisfechos; los que lo buscan alabarán a Jehová. Vivan para siempre
los corazones de ustedes.
(Proverbios 16:31) La canicie es corona de
hermosura cuando se halla en el camino de la justicia.
(Proverbios 20:29) La hermosura de los
jóvenes es su poder, y el esplendor de los viejos es su canicie.
LA RESPONSABILIDAD DE LA FAMILIA
6. ¿Qué
ejemplo dio Jesús en cuanto al cuidado de los padres?
6 La
Palabra de Dios nos dice: “Honra a tu padre y a tu madre” (Éx. 20:12; Efes. 6:2).
Jesús subrayó este mandamiento cuando condenó a los fariseos y los escribas que
se negaban a mantener a sus padres (Mar. 7:5, 10-13).
Jesús mismo dio un buen ejemplo a este respecto. Cuando estaba a punto de morir
en el madero, le encargó el cuidado de su madre, quien al parecer ya era viuda,
a su amado discípulo Juan (Juan
19:26, 27).
(Marcos 7:5) de modo que estos fariseos y
escribas le preguntaron: “¿Por qué no proceden tus discípulos conforme a la
tradición de los hombres de otros tiempos, sino que toman su comida con manos
contaminadas?”.
(Marcos 7:10-13) Por ejemplo, Moisés dijo:
‘Honra a tu padre y a tu madre’, y: ‘El que injurie a padre o a madre termine
en muerte’. 11 Pero ustedes dicen: ‘Si un hombre le dice
a su padre o a su madre: “Todo lo que tengo por lo cual pudieras sacar provecho
de mí es corbán (es decir, una dádiva dedicada a Dios)”’..., 12 ya
no le dejan hacer ni una sola cosa por su padre o su madre, 13 y
así invalidan la palabra de Dios por la tradición suya que ustedes
transmitieron. Y hacen muchas cosas parecidas a esto”.
(Juan 19:26, 27) Entonces Jesús, al ver
a su madre y al discípulo a quien él amaba, de pie allí cerca, dijo a su madre:
“Mujer, ¡ahí está tu hijo!”. 27 Entonces dijo al
discípulo: “¡Ahí está tu madre!”. Y desde aquella hora el discípulo la llevó
consigo a su propio hogar.
7. a) ¿Qué principio estableció el
apóstol Pablo en cuanto a mantener a los padres? b) ¿Cuál es el contexto
de las palabras de Pablo?
7 Jehová
inspiró al apóstol Pablo a escribir que los creyentes debían mantener a su
propia familia (lea 1 Timoteo 5:4, 8, 16). Veamos
el contexto de este pasaje. Pablo estaba explicándole a Timoteo quiénes podían
recibir apoyo económico de la congregación y quiénes no. Aclaró que la
responsabilidad de cuidar a las viudas de edad avanzada correspondía
principalmente a los hijos, nietos y otros familiares creyentes. Eso libraba a
la congregación de una carga económica innecesaria. También hoy, una forma en
que los cristianos “practica[n] devoción piadosa” es ayudando materialmente a
sus familiares que lo necesitan.
(1 Timoteo 5:4) Pero si alguna viuda
tiene hijos o nietos, que estos aprendan primero a practicar devoción piadosa
en su propia casa y a seguir pagando la debida compensación a sus padres y
abuelos, porque esto es acepto a vista de Dios.
(1 Timoteo 5:8) Ciertamente si alguno
no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de
su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe.
(1 Timoteo 5:16) Si alguna mujer
creyente tiene viudas, que las socorra, y que la congregación no esté bajo la
carga. Entonces esta puede socorrer a las que realmente son viudas.
8. ¿Por qué la Biblia no ofrece
soluciones concretas para cuidar a los padres en su vejez?
8 Dicho
sencillamente, los cristianos adultos tienen que asegurarse de que las
necesidades materiales de sus padres estén cubiertas. Y aunque Pablo se
refería a familiares creyentes, los cristianos deben atender a sus padres aun
si estos no son miembros de la congregación. La forma en que lo
hagan puede variar. No hay dos situaciones idénticas. Las necesidades, la
personalidad y la salud de los afectados serán distintas. Algunos mayores
tienen varios hijos, y otros, solo uno. Hay quienes cuentan con ayudas del
gobierno, mientras que otros no. Las preferencias de quienes necesitan cuidados
también pueden variar. Por lo tanto, no sería prudente ni amoroso
criticar la manera en que alguien atiende a sus familiares mayores. Al fin
y al cabo, Jehová puede bendecir cualquier decisión que se amolde a su Palabra
y hacer que funcione, como lo viene haciendo desde los días de Moisés (Núm. 11:23).
(Números 11:23) Ante esto, Jehová dijo
a Moisés: “Es que la mano de Jehová está acortada, ¿no? Ahora verás si lo que
digo te acaece o no”.
9-11. a) ¿A qué dificultades pueden
enfrentarse algunos hermanos? (Vea la ilustración del principio.) b) ¿Por
qué los hijos adultos que son siervos de tiempo completo no deben
apresurarse a dejar su asignación? Dé un ejemplo.
9 Cuando
los hijos viven lejos de sus padres, puede resultar difícil proporcionar la
ayuda necesaria. El empeoramiento repentino de la salud de uno de los
padres por culpa de una caída, una fractura u otra emergencia tal vez requiera
una visita urgente. Y luego quizás necesiten asistencia, ya sea temporal o
prolongada.*
10 Los
siervos de tiempo completo con responsabilidades lejos de su casa quizás tengan
que afrontar decisiones especialmente difíciles. Los betelitas, misioneros y
superintendentes viajantes valoran muchísimo su asignación, pues la consideran
una bendición de Jehová. Sin embargo, si sus padres se enfermaran, su primer
pensamiento podría ser: “Tenemos que dejar nuestra asignación y volver a casa
para cuidar a nuestros padres”. Pero antes de hacer eso, sería sabio orar a
Jehová y asegurarse de si los padres realmente lo necesitan o lo desean. Nadie
debe precipitarse a abandonar sus privilegios de servicio, pues no siempre
hará falta. ¿Pudiera ser que el problema de salud fuera temporal y que algunos
miembros de la congregación de los padres estuvieran dispuestos a ayudar? (Prov. 21:5.)
(Proverbios 21:5) Los planes del
diligente propenden de seguro a ventaja, pero todo el que es apresurado se
encamina de seguro a la carencia.
11 Pensemos,
por ejemplo, en el caso de dos hermanos carnales que servían a Jehová lejos de
casa. Uno era misionero en Sudamérica y el otro trabajaba en nuestra sede
mundial, en Brooklyn (Nueva York). Cuando sus padres necesitaron ayuda, los
hijos y sus esposas viajaron al Lejano Oriente para visitarlos y ver qué hacer.
La pareja de Sudamérica se estaba planteando dejar su asignación y volver
a casa. Entonces los llamó el coordinador del cuerpo de ancianos de la
congregación de sus padres. Los ancianos habían hablado de la situación y
deseaban que los misioneros siguieran con su labor lo máximo posible. Valoraban
el buen trabajo que la pareja estaba haciendo y querían ayudar todo lo que
pudieran en el cuidado de sus padres. Toda la familia agradeció su sincera
preocupación.
12. ¿De qué deben asegurarse las familias cristianas al
decidir cómo cuidar a sus padres?
12 Sin
importar lo que una familia cristiana haga para atender a sus padres, todos los
implicados querrán asegurarse de dejar en buen lugar el nombre de Dios. Nunca
seamos como los guías religiosos de tiempos de Jesús (Mat. 15:3-6).
Queremos que nuestras decisiones honren a Dios y a la congregación (2 Cor. 6:3).
(Mateo 15:3-6) En respuesta, él les dijo:
“¿Por qué traspasan ustedes también el mandamiento de Dios a causa de su
tradición? 4 Por ejemplo, Dios dijo: ‘Honra a tu padre y
a tu madre’; y: ‘El que injurie a padre o a madre termine en muerte’. 5 Pero
ustedes dicen: ‘Cualquiera que diga a su padre o a su madre: “Todo lo que tengo
por lo cual pudieras sacar provecho de mí es una dádiva dedicada a Dios”, 6 no
debe honrar de ningún modo a su padre’. Y así ustedes han invalidado la palabra
de Dios a causa de su tradición.
(2 Corintios 6:3) De ninguna manera
estamos dando causa alguna para tropiezo, para que no se encuentre falta en
nuestro ministerio;
LA RESPONSABILIDAD DE LA CONGREGACIÓN
13, 14. ¿Cómo indica la Biblia que las congregaciones deben
preocuparse por cuidar a sus mayores?
13 No todos
pueden ayudar a siervos de tiempo completo del modo que acabamos de
mencionar. Sin embargo, algo que ocurrió en el siglo primero demuestra que las
congregaciones deben interesarse por las necesidades de los hermanos mayores
fieles. La Biblia dice que en la congregación de Jerusalén “no había
ningún necesitado”. No es que todos estuvieran bien económicamente.
Algunos eran pobres, pero “se efectuaba distribución a cada uno, según tuviera
necesidad” (Hech. 4:34, 35).
Posteriormente surgió un problema. Se informó que a ciertas viudas “se las
pasaba por alto en la distribución diaria [de alimentos]”. Por tanto, los
apóstoles nombraron a hombres capacitados que se encargaron de que las
necesidades de las viudas se atendieran debidamente y por igual (Hech. 6:1-5).
Es verdad que esa “distribución diaria” fue una medida temporal; tenía
como propósito ayudar a los que se hicieron cristianos en el Pentecostés del
año 33 y se quedaron un tiempo en Jerusalén para fortalecer su fe. Pero la
decisión de los apóstoles indica que la congregación puede contribuir al
cuidado de sus miembros necesitados.
(Hechos 4:34, 35) De hecho, no había
ningún necesitado entre ellos; porque todos los que eran poseedores de campos o
de casas los vendían, y traían los valores de las cosas vendidas 35 y
los depositaban a los pies de los apóstoles. A su vez, se efectuaba
distribución a cada uno, según tuviera necesidad.
(Hechos 6:1-5) Ahora bien, en estos días,
cuando aumentaban los discípulos, se suscitó una murmuración de parte de los
judíos de habla griega contra los judíos de habla hebrea, porque a sus viudas
se las pasaba por alto en la distribución diaria. 2 De
modo que los doce convocaron a la multitud de los discípulos y dijeron: “No es
cosa grata el que nosotros dejemos la palabra de Dios para distribuir
[alimento] a las mesas. 3 Por eso, hermanos, búsquense
siete varones acreditados de entre ustedes, llenos de espíritu y de sabiduría,
para que los nombremos sobre este asunto necesario; 4 pero
nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra”. 5 Y
lo que se habló fue grato a toda la multitud, y seleccionaron a Esteban, varón
lleno de fe y de espíritu santo, y a Felipe y a Prócoro y a Nicanor y a Timón y
a Parmenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía;
14 Como
ya hemos señalado, Pablo le indicó a Timoteo en qué circunstancias podría una
viuda cristiana recibir apoyo material de la congregación (1 Tim. 5:3-16).
Igualmente, el escritor bíblico Santiago reconoció la obligación cristiana de
cuidar de huérfanos, viudas y otros con problemas o en necesidad (Sant. 1:27; 2:15-17).
Y el apóstol Juan explicó: “Cualquiera que tiene los medios de este mundo
para el sostén de la vida, y contempla a su hermano pasar necesidad, y sin
embargo le cierra la puerta de sus tiernas compasiones, ¿de qué manera
permanece el amor de Dios en él?” (1 Juan 3:17).
Si cada cristiano tiene esa obligación hacia los necesitados,
¿cómo no van a tenerla las congregaciones?
(1 Timoteo 5:3-16) Honra a las viudas que
realmente son viudas. 4 Pero si alguna viuda tiene hijos
o nietos, que estos aprendan primero a practicar devoción piadosa en su propia
casa y a seguir pagando la debida compensación a sus padres y abuelos, porque
esto es acepto a vista de Dios. 5 Ahora bien, la mujer
que realmente es viuda y ha quedado en indigencia ha puesto su esperanza en
Dios y persiste en ruegos y oraciones noche y día. 6 Pero
la que se entrega a la satisfacción sensual está muerta aunque esté viviendo. 7 De
modo que sigue dando estos mandatos, para que sean irreprensibles. 8 Ciertamente
si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son
miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe. 9 Que
sea puesta en la lista la viuda que haya cumplido no menos de sesenta años,
mujer de un solo esposo, 10 de quien se dé testimonio
por sus excelentes obras: si crió hijos, si hospedó a extraños, si lavó los
pies de los santos, si socorrió a los atribulados, si siguió con diligencia
toda buena obra. 11 Por otra parte, niégate a admitir a
las viudas de menos edad, porque cuando sus impulsos sexuales se han interpuesto
entre ellas y el Cristo, quieren casarse, 12 y tienen un
juicio porque han desatendido su primera [expresión de] fe. 13 Al
mismo tiempo también aprenden a estar desocupadas, andorreando por las casas;
sí, no solo [a estar] desocupadas, sino también [a ser] chismosas y
entremetidas en asuntos ajenos, hablando de cosas que no debieran. 14 Por
eso deseo que las viudas de menos edad se casen, que tengan hijos, que manejen
la casa, que no den al opositor incentivo alguno para injuriar. 15 Ya,
de hecho, algunas han sido apartadas para seguir a Satanás. 16 Si
alguna mujer creyente tiene viudas, que las socorra, y que la congregación no
esté bajo la carga. Entonces esta puede socorrer a las que realmente son
viudas.
(Santiago 1:27) La forma de adoración
que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre
es esta: cuidar de los huérfanos y de las viudas en su tribulación, y
mantenerse sin mancha del mundo.
(Santiago 2:15-17) Si un hermano o una
hermana están en estado de desnudez y carecen del alimento suficiente para el
día, 16 y sin embargo alguno de entre ustedes les dice:
“Vayan en paz, manténganse calientes y bien alimentados”, pero ustedes no les
dan las cosas necesarias para [su] cuerpo, ¿de qué provecho es? 17 Así,
también, la fe, si no tiene obras, está muerta en sí misma.
(1 Juan 3:17) Pero cualquiera que tiene los
medios de este mundo para el sostén de la vida, y contempla a su hermano pasar
necesidad, y sin embargo le cierra la puerta de sus tiernas compasiones, ¿de
qué manera permanece el amor de Dios en él?
En caso de que ocurra un accidente, ¿qué puede hacer la congregación?
(Vea los párrafos 15 y 16)
15. ¿De qué factores dependerá la ayuda que se brinde a
nuestros hermanos mayores?
15 En
algunos países hay sistemas de pensiones, programas de asistencia social y
cuidadores a domicilio para los ciudadanos mayores (Rom. 13:6).
En otros, esos servicios no existen. Por lo tanto, la cantidad de
cuidados físicos que los familiares y la congregación deben prestar a los
hermanos mayores es distinta en cada situación. Muchos hijos creyentes viven
lejos de sus padres, y ese factor quizás limite lo que razonablemente pueden
hacer. En ese caso, se recomienda que los hijos se comuniquen
abiertamente con los ancianos de la congregación de sus padres para asegurarse
de que todos entiendan sus circunstancias familiares. Quizás los ancianos
puedan ayudar a los padres a beneficiarse de los programas de asistencia que
existan en la comunidad. Tal vez también observen situaciones —como que los
padres no han abierto sobres con facturas o no están tomando su
medicación— de las que pudieran informar a los hijos. La buena
comunicación entre los ancianos y los hijos puede impedir que el problema
empeore y ayudar a encontrar soluciones prácticas. Para los hijos será un gran
alivio tener a alguien allí, cerca de sus padres, que los ayude y les avise de
cualquier cosa que vea.
(Romanos 13:6) Pues por eso ustedes también
pagan impuestos; porque ellos son siervos públicos de Dios que sirven
constantemente con este mismo propósito.
16. ¿Qué hacen algunos cristianos para ayudar a los
mayores de la congregación?
16 Algunos
cristianos dedican voluntariamente todo el tiempo y energías que pueden a
atender las necesidades de nuestros queridos hermanos mayores, y lo hacen por
el cariño que les tienen. Se interesan por ellos de un modo especial.
Algunos se reparten las tareas con otros miembros de la congregación y se
turnan para cuidarlos. Como sus circunstancias no les permiten ser siervos
de tiempo completo, se alegran de poder ayudar a los hijos a permanecer en su asignación
todo el tiempo posible. ¡Qué magnífico espíritu demuestran! Claro, su
generosidad no libera a los hijos de la responsabilidad de hacer por sus
padres todo lo que esté a su alcance.
HONREMOS A LOS MAYORES CON PALABRAS ALENTADORAS
17, 18. ¿Por qué es importante la actitud de los mayores y de
sus cuidadores?
17 Tanto
los mayores como quienes los cuidan pueden esforzarse para que la experiencia
sea lo más agradable posible. Una actitud positiva hará mucho bien.
En algunos casos, la edad produce desánimo y hasta depresión. Por lo
tanto, usted quizás tenga que hacer un esfuerzo especial por honrar y animar a
los mayores siendo siempre positivo al conversar con ellos. Nuestros fieles
hermanos de edad avanzada merecen que los felicitemos. Jehová no olvida lo
que han hecho para servirle, y nosotros tampoco (lea Malaquías 3:16 y Hebreos 6:10).
(Malaquías 3:16) En aquel tiempo los que
estaban en temor de Jehová hablaron unos con otros, cada uno con su compañero,
y Jehová siguió prestando atención y escuchando. Y un libro de recuerdo empezó
a ser escrito delante de él para los que estaban en temor de Jehová y para los
que pensaban en su nombre.
(Hebreos 6:10) Porque Dios no es
injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que mostraron para con su
nombre, por el hecho de que han servido a los santos y continúan
sirviendo.
18 El
sentido del humor puede hacer más llevaderas las dificultades que surgen en el
día a día (Ecl. 3:1, 4). Muchos
hermanos mayores evitan ser demasiado exigentes. Comprenden que la calidad de
la atención y la cantidad de visitas que reciban dependerán de su propia
actitud. No es raro oír decir a quienes visitan a un hermano mayor: “Yo
iba con la intención de animarlo, pero fue él quien me animó a mí” (Prov. 15:13; 17:22).
(Eclesiastés 3:1) Para todo hay un tiempo
señalado, aun un tiempo para todo asunto bajo los cielos:
(Eclesiastés 3:4) tiempo de llorar y
tiempo de reír; tiempo de plañir y tiempo de dar saltos;
(Proverbios 15:13) Un corazón gozoso tiene
buen efecto en el semblante, pero a causa del dolor del corazón hay un espíritu
herido.
(Proverbios 17:22) Un corazón que está
gozoso hace bien como sanador, pero un espíritu que está herido seca los
huesos.
19. ¿Qué ayudará a jóvenes y mayores en tiempos de
angustia?
19 Anhelamos
el día en que el sufrimiento y los efectos de la imperfección sean cosa del
pasado. Mientras tanto, los siervos de Dios debemos concentrarnos en el futuro
eterno que nos aguarda. Sabemos que la fe en las promesas de Dios es un ancla
en tiempos de angustia. Gracias a esa fe, “no nos rendimos; más bien, aunque el
hombre que somos exteriormente se vaya desgastando, ciertamente el hombre que
somos interiormente va renovándose de día en día” (2 Cor. 4:16-18; Heb. 6:18, 19).
Pero, además de mantener firme nuestra fe en las promesas divinas, ¿qué nos
ayudará a afrontar la responsabilidad de cuidar a los mayores? En el
próximo artículo veremos algunas sugerencias útiles.
(2 Corintios 4:16-18) Por lo tanto no nos
rendimos; más bien, aunque el hombre que somos exteriormente se vaya
desgastando, ciertamente el hombre que somos interiormente va renovándose
de día en día. 17 Porque aunque la tribulación es momentánea
y liviana, obra para nosotros una gloria que es de más y más sobrepujante peso
y es eterna; 18 mientras tenemos los ojos fijos, no en
las cosas que se ven, sino en las que no se ven. Porque las cosas que se ven
son temporales, pero las que no se ven son eternas.
(Hebreos 6:18, 19) a fin de que, mediante
dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos
nosotros, los que hemos huido al refugio, fuerte estímulo para asirnos de la
esperanza puesta delante de nosotros. 19 Esta
[esperanza] la tenemos como ancla del alma, tanto segura como firme, y entra
cortina adentro,
¿QUÉ RESPONDERÍA?
¿Cuánto valora Jehová a los cristianos fieles de edad avanzada?
¿Qué obligaciones tienen los hijos adultos para con sus padres de
edad avanzada?
¿Cómo pueden las congregaciones honrar a sus mayores?
CÁNTICOS:
135
Aguantemos hasta el fin
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PFC777
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