Cántico 33
“No los temas”
ESTUDIO BÍBLICO DE CONGREGACIÓN
Cl. Cap. 6 parrs. 16-21 Y recuadro de la pag. 65
Combate a favor de su pueblo
16. ¿Por qué no indica
el empeño con que Jehová defiende su nombre que sea un Dios frío y egocéntrico?
16 ¿Indica el empeño con que Jehová defiende su nombre que sea un Dios frío
y egocéntrico? No, pues al actuar en armonía con su santidad y amor a la
justicia, protege a su pueblo. Veamos el capítulo 14 de Génesis. Cuenta que cuatro reyes
invasores raptaron a Lot, sobrino de Abrahán, y su familia; pero, con la ayuda
divina, Abrahán logró una victoria aplastante sobre fuerzas muy superiores a
las suyas. Es probable que el relato de este triunfo fuese el primero que
se consignó en “el libro de las Guerras de Jehová”, que al parecer también
recogía batallas que no menciona la Biblia (Números 21:14). Pero habría muchas más victorias.
(Números 21:14) Por eso se dice en el
libro de las Guerras de Jehová: “Vaheb en Sufá y los valles torrenciales de
Arnón,
17. ¿Qué muestra que Jehová
peleó a favor de los israelitas después de su entrada en la tierra de Canaán?
Dé ejemplos.
17 Poco antes de que los israelitas entraran en la tierra de Canaán, Moisés
les dio esta garantía: “Jehová su Dios es el que va delante de ustedes. Él
peleará por ustedes conforme a todo lo que hizo con ustedes en Egipto” (Deuteronomio 1:30; 20:1). Comenzando con el sucesor de Moisés,
Josué, y siguiendo con la época de los jueces y el gobierno de los reyes fieles
de Judá, el Altísimo luchó por su pueblo y le otorgó grandes
triunfos sobre sus enemigos (Josué 10:1-14; Jueces 4:12-17; 2 Samuel 5:17-21).
(Deuteronomio 1:30) Jehová su Dios es el
que va delante de ustedes. Él peleará por ustedes conforme a todo lo que hizo
con ustedes en Egipto, ante los propios ojos de ustedes,
(Deuteronomio 20:1) ”En caso de que salgas
a la batalla contra tus enemigos y realmente veas caballos y carros de guerra,
un pueblo más numeroso que tú, no debes tenerles miedo; porque contigo está
Jehová tu Dios, quien te hizo subir de la tierra de Egipto.
(Josué 10:1-14) Y aconteció que en
cuanto Adoni-zédeq el rey de Jerusalén oyó que Josué había tomado a Hai y
entonces la había dado por entero a la destrucción, que tal como había hecho a
Jericó y su rey, así había hecho a Hai y su rey, y que los habitantes de Gabaón
habían hecho la paz con Israel y continuaban en medio de ellos, 2 le
dio mucho miedo, porque Gabaón era una ciudad grande, como una de las ciudades
reales, y porque era mayor que Hai, y todos sus hombres eran poderosos. 3 Por
consiguiente, Adoni-zédeq el rey de Jerusalén mandó decir a Hoham el rey de
Hebrón y a Piram el rey de Jarmut y a Jafía el rey de Lakís y a Debir el rey de
Eglón: 4 “Suban a mí y ayúdenme, e hiramos a Gabaón,
porque ha hecho la paz con Josué y los hijos de Israel”. 5 Por
lo cual se reunieron y procedieron a subir, cinco reyes de los amorreos: el rey
de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Lakís, el rey de
Eglón, estos y todos sus campamentos; y se pusieron a acampar contra Gabaón y a
guerrear contra ella. 6 En esto, los hombres de Gabaón
mandaron a decir a Josué, al campamento en Guilgal: “No dejes aflojar tu mano
de con tus esclavos. Sube a nosotros rápidamente y de veras sálvanos y
ayúdanos, porque todos los reyes de los amorreos que habitan la región
montañosa se han juntado contra nosotros”. 7 De modo que
Josué subió de Guilgal, él y toda la gente de guerra con él, y todos los
hombres valientes y poderosos. 8 Entonces Jehová dijo a
Josué: “No les tengas miedo, porque en tu mano los he dado. Ni un solo hombre
de ellos se mantendrá en pie contra ti”. 9 Y Josué
procedió a ir contra ellos por sorpresa. Durante toda la noche había
subido de Guilgal. 10 Y Jehová fue poniéndolos en
confusión delante de Israel, y empezaron a derribarlos con gran matanza en
Gabaón y fueron persiguiéndolos por vía de la subida de Bet-horón y
derribándolos hasta Azeqá y Maquedá. 11 Y aconteció que,
mientras iban huyendo de delante de Israel y estaban en la bajada de Bet-horón,
Jehová arrojó sobre ellos grandes piedras desde los cielos hasta Azeqá, de modo
que murieron. Fueron más los que murieron debido a las piedras de granizo que
los que los hijos de Israel mataron a espada. 12 Fue
entonces cuando Josué procedió a hablar a Jehová en el día que Jehová abandonó
a los amorreos en manos de los hijos de Israel, y pasó a decir ante los ojos de
Israel: “Sol, tente inmóvil sobre Gabaón, y, luna, sobre la llanura baja de
Ayalón”. 13 En conformidad, el sol se quedó inmóvil, y
la luna de veras se paró, hasta que la nación pudo vengarse de sus enemigos.
¿No está escrito en el libro de Jasar? Y el sol se quedó parado en medio de los
cielos y no se apresuró a ponerse por más o menos un día entero. 14 Y
ningún día ha resultado ser como aquel, ni antes de él ni después de él, por el
hecho de que Jehová escuchó la voz de un hombre, porque Jehová mismo estaba
peleando por Israel.
(Jueces 4:12-17) Entonces se informó a
Sísara que Barac hijo de Abinoam había subido al monte Tabor. 13 En
seguida Sísara mandó juntar todos sus carros de guerra, los novecientos carros
de guerra con hoces de hierro, y toda la gente que estaba con él, de Haróset de
las naciones al valle torrencial de Cisón. 14 Débora
ahora dijo a Barac: “Levántate, porque este es el día en que Jehová ciertamente
dará a Sísara en tu mano. ¿No es Jehová quien ha salido delante de ti?”. Y
Barac vino descendiendo del monte Tabor con diez mil hombres en pos de él. 15 Y
Jehová empezó a poner en confusión a Sísara y todos sus carros de guerra y todo
el campamento a filo de espada delante de Barac. Por fin Sísara se bajó del
carro y echó a huir a pie. 16 Y Barac corrió tras los
carros de guerra y el campamento hasta Haróset de las naciones, de modo que
todo el campamento de Sísara cayó a filo de espada. No quedó ni siquiera uno. 17 En
cuanto a Sísara, él huyó a pie a la tienda de Jael la esposa de Héber el
quenita, porque había paz entre Jabín el rey de Hazor y la casa de Héber el
quenita.
(2 Samuel 5:17-21) Y los filisteos llegaron
a oír que se había ungido a David por rey sobre Israel. Ante eso, todos los
filisteos subieron para buscar a David. Cuando David lo oyó, entonces bajó al
lugar de difícil acceso. 18 Y los filisteos, por su
parte, entraron y se pusieron a andar a paso fuerte en la llanura baja de
Refaím. 19 Y David empezó a inquirir de Jehová,
diciendo: “¿Subo contra los filisteos? ¿Los darás en mi mano?”. Ante esto,
Jehová dijo a David: “Sube, porque sin falta daré a los filisteos en tus
manos”. 20 De modo que David vino a Baal-perazim, y
David logró derribarlos allí. Por lo cual dijo: “Jehová ha irrumpido a través
de mis enemigos delante de mí, como una brecha hecha por aguas”. Por eso llamó
a aquel lugar por nombre Baal-perazim. 21 En
consecuencia, ellos dejaron allí sus ídolos, y David y sus hombres se los
llevaron.
18. a) ¿Por qué debemos agradecer que Jehová
no haya cambiado? b) ¿Qué sucederá cuando culmine la enemistad
descrita en Génesis 3:15?
18 Dios no ha cambiado, ni tampoco su propósito de convertir este
planeta en un pacífico paraíso (Génesis 1:27, 28). Aún odia la maldad, pero al
mismo tiempo quiere mucho a su pueblo y pronto actuará a favor suyo (Salmo 11:7). En efecto, esperamos que en
el futuro cercano culmine violentamente la enemistad de que habla Génesis 3:15. Con objeto de santificar su
nombre y proteger a sus siervos, Jehová será una vez más una “persona varonil
de guerra” (Zacarías 14:3; Revelación 16:14, 16).
(Génesis 1:27, 28) Y Dios procedió a crear
al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó. 28 Además,
los bendijo Dios y les dijo Dios: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen
la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas
voladoras de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra”.
(Salmo 11:7) Porque Jehová es justo;
él sí ama los actos justos. Los rectos son los que contemplarán su rostro.
(Génesis 3:15) Y pondré enemistad entre ti y
la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en
la cabeza y tú le magullarás en el talón”.
(Zacarías 14:3) ”Y Jehová ciertamente
saldrá y guerreará contra aquellas naciones como en el día de su guerrear, en
el día de pelea.
(Revelación 16:14) Son, de hecho,
expresiones inspiradas por demonios, y ejecutan señales, y salen a los reyes de
toda la tierra habitada, para reunirlos a la guerra del gran día de Dios el
Todopoderoso.
(Revelación 16:16) Y los reunieron en el
lugar que en hebreo se llama Har–Magedón.
19. a) Ilustre cómo nos
mueve a acercarnos a Dios meditar en el uso que da a su poder destructivo.
b) ¿Cómo deberíamos reaccionar al saber lo dispuesto que está Dios a
pelear a favor de nosotros?
19 Para ilustrarlo, imaginémonos que un padre ve a una fiera salvaje atacar
a los suyos, de modo que interviene y la mata. ¿Creemos que se indignarían la
esposa y los hijos por tal acción? Todo lo contrario. Cabe esperar que
los conmoviera su amor y abnegación. De igual modo, no debería
indignarnos el uso que Jehová da a su poder destructivo. Más bien, al
comprender lo dispuesto que está a pelear para protegernos, deberíamos cobrarle
más cariño y sentir mayor respeto por su infinito poder. De esta manera,
podemos “rendir a Dios servicio sagrado [...] con temor piadoso y reverencia”
(Hebreos 12:28).
(Hebreos 12:28) Por eso, puesto que
hemos de recibir un reino que no puede ser sacudido, continuemos teniendo
bondad inmerecida, por la cual podamos rendir a Dios servicio sagrado de
manera acepta, con temor piadoso y reverencia.
Acerquémonos a la “persona varonil
de guerra”
20. Cuando
no comprendemos a plenitud el relato de alguna guerra divina, ¿cuál
debería ser nuestra reacción, y por qué?
20 Claro, la Biblia no siempre explica con detalle las decisiones de
Jehová tocante a sus guerras. Pero hay algo de lo que podemos estar seguros:
nunca ejerce su poder destructivo de forma injusta, arbitraria ni cruel.
En muchas ocasiones veremos el asunto con objetividad si examinamos el
contexto del relato o algunos datos históricos (Proverbios 18:13). Aunque nos falten detalles,
disiparemos las dudas si llegamos a conocer mejor a Jehová y meditamos sobre
sus preciosas cualidades. De este modo descubriremos que existen fundados
motivos para confiar en nuestro Dios (Job 34:12).
(Proverbios 18:13) Cuando alguien responde a un
asunto antes de oír[lo], eso es tontedad de su parte y una humillación.
(Job 34:12) Sí, de hecho, Dios mismo no obra inicuamente, y
el Todopoderoso mismo no pervierte el juicio.
21. Aunque Jehová es a
veces una “persona varonil de guerra”, ¿cuál es su disposición de ánimo?
21 Aunque Jehová es una “persona varonil de guerra” cuando lo exigen las
circunstancias, no es de ánimo belicoso. Ezequiel tuvo una visión del
carruaje celestial en la que Jehová aparece listo para combatir contra sus
enemigos, pero rodeado de un arco iris, que simboliza la paz (Génesis 9:13; Ezequiel 1:28; Revelación 4:3). Obviamente tiene un carácter
calmado y apacible. Como escribió el apóstol Juan, “Dios es amor” (1 Juan 4:8). Todas sus cualidades se encuentran
en perfecto equilibrio. Por lo tanto, es un gran privilegio acercarse a un Dios
tan poderoso y, a la vez, tan amoroso.
(Génesis 9:13) De veras doy mi arco iris en
la nube, y tiene que servir como señal del pacto entre yo y la tierra.
(Ezequiel 1:28) Había algo como la
apariencia del arco que ocurre en una masa de nubes en el día de una lluvia
fuerte. Así era la apariencia del resplandor que había alrededor. Era la
apariencia de la semejanza de la gloria de Jehová. Cuando llegué a ver[la],
entonces caí sobre mi rostro, y empecé a oír la voz de uno que hablaba.
(Revelación 4:3) Y el que está sentado
es, en apariencia, semejante a una piedra de jaspe y a una piedra preciosa de
color rojo, y alrededor del trono [hay] un arco iris de apariencia semejante a
una esmeralda.
(1 Juan 4:8) El que no ama no ha
llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor.
Preguntas
para meditar
2 Reyes 6:8-17 ¿Cómo
nos anima en tiempos difíciles saber que Dios desempeña el papel de “Jehová de
los ejércitos”?
(2 Reyes 6:8-17) Y el rey de Siria, por
su parte, llegó a estar envuelto en guerra contra Israel. Por lo tanto entró en
consejo con sus siervos, y dijo: “En tal y tal lugar ustedes acamparán
conmigo”. 9 Entonces el hombre del Dios [verdadero]
envió a decir al rey de Israel: “Guárdate de pasar por este lugar, porque es
allí adonde están bajando los sirios”. 10 De manera que
el rey de Israel envió al lugar que le había dicho el hombre del Dios
[verdadero]. Y él le advirtió, y él se mantuvo alejado de allí, no una vez ni
dos. 11 En consecuencia, el corazón del rey de Siria se
enfureció por este asunto, de manera que llamó a sus siervos y les dijo: “¿No
me declararán quién de los que nos pertenecen está a favor del rey de Israel?”.
12 Entonces uno de sus siervos dijo: “Ninguno, mi señor
el rey, sino que Eliseo el profeta que está en Israel informa al rey de Israel
las cosas que hablas en tu alcoba interior”. 13 Por lo
tanto él dijo: “Vayan y vean dónde está, para que yo envíe y lo tome”. Más
tarde se le hizo el informe, diciendo: “Allí está en Dotán”. 14 Inmediatamente
él envió allá caballos y carros de guerra y una pesada fuerza militar; y
procedieron a venir de noche y a rodear la ciudad. 15 Cuando
el ministro del hombre del Dios [verdadero] madrugó para levantarse, y salió
afuera, pues, allí estaba una fuerza militar que cercaba a la ciudad con
caballos y carros de guerra. En seguida su servidor le dijo: “¡Ay, amo mío!
¿Qué haremos?”. 16 Pero él dijo: “No tengas miedo,
porque hay más que están con nosotros que los que están con ellos”. 17 Y
Eliseo se puso a orar y decir: “Oh Jehová, ábrele los ojos, por favor, para que
vea”. Inmediatamente Jehová abrió los ojos al servidor, de manera que él vio;
y, ¡mire!, la región montañosa estaba llena de caballos y carros de guerra de
fuego todo en derredor de Eliseo.
Ezequiel 33:10-20 Antes de recurrir a su
poder destructivo, ¿qué misericordiosa oportunidad brinda Jehová a quienes
desobedecen su ley?
(Ezequiel 33:10-20) ”Ahora bien, en lo que
respecta a ti, oh hijo del hombre, di a la casa de Israel: ‘Así han dicho
ustedes: “Porque nuestras sublevaciones y nuestros pecados están sobre nosotros
y en ellos nos estamos pudriendo, ¿cómo, entonces, seguiremos viviendo?”’. 11 Diles:
‘“Tan ciertamente como que yo estoy vivo —es la expresión del Señor Soberano
Jehová—, no me deleito en la muerte del inicuo, sino en que alguien inicuo se
vuelva de su camino y realmente siga viviendo. Vuélvanse, vuélvanse de sus
malos caminos, pues, ¿por qué deberían morir, oh casa de Israel?”’. 12 ”Y
en cuanto a ti, oh hijo del hombre, di a los hijos de tu pueblo: ‘La justicia
misma del justo no lo librará en el día de su sublevación. Pero en lo que
respecta a la iniquidad del inicuo, no se le hará tropezar a causa de ella en
el día que se vuelva de su iniquidad. Tampoco podrá cualquiera que tenga
justicia seguir viviendo debido a ella en el día que peque. 13 Cuando
yo diga al justo: “Positivamente seguirás viviendo”, y él mismo realmente
confíe en su propia justicia y haga injusticia, ninguno de sus propios actos
justos será recordado, sino que por su injusticia que ha hecho... por esta
morirá. 14 ”’Y cuando yo diga al inicuo: “Positivamente
morirás”, y él realmente se vuelva de su pecado y efectúe derecho y justicia, 15 [y]
el inicuo devuelva la cosa misma tomada en prenda, pague las mismas cosas
tomadas por robo, [y] realmente ande en los estatutos mismos de vida al no
hacer injusticia, positivamente seguirá viviendo. No morirá. 16 Ninguno
de sus pecados con los cuales ha pecado será recordado contra él. Derecho y
justicia son lo que ha efectuado. Positivamente seguirá viviendo’. 17 ”Y
los hijos de tu pueblo han dicho: ‘El camino de Jehová no está bien ajustado’,
pero, en cuanto a ellos, es el camino de ellos el que no está bien ajustado. 18 ”Cuando
alguien justo se vuelve de su justicia y realmente hace injusticia, también
tiene que morir por estos [actos]. 19 Y cuando alguien
inicuo se vuelve de su iniquidad y verdaderamente efectúa derecho y justicia,
será por causa de ellos por lo que él mismo seguirá viviendo. 20 ”Y
ustedes han dicho: ‘El camino de Jehová no está bien ajustado’. Será a cada uno
según sus caminos como yo los juzgaré, oh casa de Israel”.
2 Tesalonicenses 1:6-10 ¿Qué
alivio significará para los siervos fieles de Dios la destrucción de los
malvados?
(2 Tesalonicenses 1:6-10) Esto toma en cuenta que
es justo por parte de Dios pagar con tribulación a los que les causan
tribulación, 7 pero, a ustedes que sufren la
tribulación, con alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación del
Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en
fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre
los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. 9 Estos
mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor
y de la gloria de su fuerza, 10 al tiempo en que él
viene para ser glorificado con relación a sus santos y para ser considerado en
aquel día con admiración con relación a todos los que han ejercido fe, porque
el testimonio que dimos fue recibido con fe entre ustedes.
2 Pedro 2:4-13 ¿Qué
mueve a Jehová a ejercer su poder destructivo, y qué lecciones encierra este
hecho para la humanidad?
(2 Pedro 2:4-13) Ciertamente si Dios no
se contuvo de castigar a los ángeles que pecaron, sino que, al echarlos en el
Tártaro, los entregó a hoyos de densa oscuridad para que fueran reservados para
juicio; 5 y no se contuvo de castigar a un mundo
antiguo, sino que guardó en seguridad a Noé, predicador de justicia, con otras
siete [personas] cuando trajo un diluvio sobre un mundo de gente impía; 6 y
al reducir a cenizas a las ciudades de Sodoma y Gomorra las condenó, poniendo
para personas impías un modelo de cosas venideras; 7 y
libró al justo Lot, a quien angustiaba sumamente la entrega de la gente
desafiadora de ley a la conducta relajada 8 —porque
aquel hombre justo, por lo que veía y oía mientras moraba entre ellos de día en
día, atormentaba su alma justa a causa de los hechos desaforados de ellos—, 9 Jehová
sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa, pero reservar a personas
injustas para el día del juicio para que sean cortadas [de la existencia], 10 especialmente,
sin embargo, a las que siguen tras la carne con el deseo de contaminar[la], y
que menosprecian el señorío. Osados, voluntariosos, estos no tiemblan ante los gloriosos,
sino que hablan injuriosamente, 11 mientras que los
ángeles, aunque son mayores en fuerza y poder, no presentan contra ellos
acusación en términos injuriosos, [lo cual no hacen] por respeto a Jehová. 12 Pero
estos [hombres], como animales irracionales nacidos naturalmente para ser
atrapados y destruidos, hasta sufrirán —en las cosas que ignoran y de las
cuales hablan injuriosamente— destrucción en su propio [derrotero de]
destrucción, 13 haciéndose mal a sí mismos como paga por
hacer el mal. Ellos consideran un placer el vivir lujosamente durante el día.
Son manchas y tachas, que se entregan con desenfrenado deleite a sus enseñanzas
engañosas mientras banquetean junto con ustedes.
"ESCUELA DEL
MINISTERIO
TEOCRATICO"
PUNTOS
SOBRESALIENTES
ÉXODO 23 a 26
***
w04 15/3 pág. 27 Puntos sobresalientes del libro de Éxodo ***
23:19;
34:26. ¿Qué significaba el mandato de no hervir un cabrito en la leche de su
madre? Parece que hervir un cabrito en la leche de su madre era un rito
pagano que se observaba para que lloviera. Además, puesto que la leche de la
madre era para que alimentara a su cría, hervir a esta en esa leche sería
cruel. Dicha ley enseñó al pueblo de Dios que debían ser compasivos.
23:20-23.
¿Quién era el ángel que se menciona aquí, y en qué sentido estaba el nombre de
Jehová “dentro de él”? Es probable que este ángel fuera Jesús en su forma
prehumana. Se le utilizó para dirigir a los israelitas hacia la Tierra
Prometida (1 Corintios 10:1-4). El nombre de Jehová está “dentro de”
Jesús en el sentido de que él sobresale en sostener y santificar el nombre de
su Padre.
W94 15/5 pág. 19 párr. 16
Jóvenes: ¿la enseñanza de quién siguen?
16 Aunque te sientas tentado a “seguir tras la
muchedumbre para fines malos”, Dios puede ayudarte a resistir la presión de tus
compañeros para que sigas su proceder impropio. (Éxodo 23:2; 1 Corintios 10:13.) Pero tienes que escuchar las
instrucciones de Dios y guardar como un tesoro sus dichos en el corazón. (Salmo
119:9, 11.) Tienes que reconocer que cuando los jóvenes se aíslan, el
deseo sexual puede intensificarse y conducirlos a desobedecer la ley de Dios.
“Cuando estoy sola con mi novio, mi cuerpo quiere hacer una cosa y la mente me
dice que haga otra”, admitió una joven. Por eso, reconoce tus limitaciones y
toma en cuenta que el corazón es traicionero. (Jeremías 17:9.) No te
aísles. (Proverbios 18:1.) Fija límites a tus muestras de afecto. Y es de
especial importancia que solo tengas una relación estrecha con los que aman a
Jehová y respetan profundamente sus leyes. (Salmo 119:63; Proverbios 13:20;
1 Corintios 15:33.)
W05 15/2 pág. 20 párr. 12
Protejamos nuestra identidad cristiana
12 Cuando la presión exterior amenaza con arruinar
nuestro sentido de la identidad cristiana, conviene recordar que nuestra
lealtad a Jehová es mucho más importante que la opinión pública o las
tendencias populares. Las palabras de Éxodo
23:2 nos sirven de pauta: “No debes seguir tras la muchedumbre para
fines malos”. En la ocasión en que la mayoría de los israelitas dudaron de
la capacidad de Jehová para cumplir sus promesas, Caleb se negó rotundamente a
apoyarlos. Estaba convencido de que las promesas de Dios eran fidedignas,
postura que le reportó abundantes bendiciones (Números 13:30; Josué 14:6-11).
¿Estamos también dispuestos a resistir la presión de la mayoría y proteger
nuestra relación con Dios?
W11 15/4 págs. 13-14 párr.
3 Tomemos decisiones que honren a Dios
3 No podemos ser indecisos cuando están en
juego los principios de la Biblia. De lo contrario, nuestros compañeros de
estudios o trabajo concluirán que no estamos convencidos de nuestras
creencias y que somos fáciles de manipular. Tal vez mientan, hagan trampa o
roben y luego insistan en que nos unamos a ellos, o que por lo menos los encubramos.
Pero eso es “seguir tras la muchedumbre”, es decir, ir ciegamente tras la
mayoría (Éxo. 23:2).
El cristiano que sabe tomar decisiones que honran a Dios no permite
que el temor o el deseo de ser aceptado lo lleven a pasar por alto su
conciencia educada por la Biblia (Rom. 13:5).
W09 15/5 págs. 29-30 párr.
6 ¿Por qué debemos seguir a Cristo?
6 Con sus enseñanzas, Jesús mostró lo que Dios
espera de sus siervos y lo que siente por ellos (Mat. 22:36-40; Luc.
12:6, 7; 15:4-7). Por ejemplo, después de citar uno de los Diez
Mandamientos —el que dice: “No debes cometer adulterio”—, explicó lo que
ocurre en el corazón de un hombre antes de incurrir en ese pecado, y lo que
Dios piensa de ello. Él dijo: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin
de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”
(Éxo. 20:14; Mat. 5:27, 28). Además, aclaró un mandamiento de la Ley que
habían malinterpretado los fariseos. Ellos decían que había que amar al prójimo
y odiar al enemigo. No obstante, Jesús explicó lo que su Padre pensaba del
asunto con estas palabras: “Continúen amando a sus enemigos y
orando por los que los persiguen” (Mat. 5:43, 44; Éxo. 23:4; Lev. 19:18). Cuanto mejor
entendamos la manera de pensar y sentir de Dios y lo que él espera de nosotros,
más fácil nos será imitarlo
W97 15/7 pág. 13 párr. 21
Virtuosos en un mundo dominado por el vicio
21 Los hombres poderosos e influyentes del mundo
suelen carecer de virtud, y en ellos se evidencia la verdad de la máxima que
dice que “el poder corrompe”. (Eclesiastés 8:9.) En algunos países, el soborno
y otras formas de corrupción son el pan nuestro de cada día entre los jueces,
los policías y los políticos. Sin embargo, los que llevan la delantera en la
congregación cristiana deben ser virtuosos y no enseñorearse de los demás.
(Lucas 22:25, 26.) Los ancianos y los siervos ministeriales no sirven
por “amor a ganancia falta de honradez”. Deben ser inmunes a cualquier intento
de pervertir su juicio o influir en él aunque les suponga ganancia personal.
(1 Pedro 5:2; Éxodo 23:8;
Proverbios 17:23; 1 Timoteo 5:21.)
W99 1/3 pág. 14 párr. 6 “El
templo” y “el principal” hoy
6 Mientras recorremos el patio exterior, vemos
los treinta comedores donde el pueblo come parte de sus ofrendas voluntarias
(Ezequiel 40:17). Hoy día, los que componen las otras ovejas no ofrecen
sacrificios de animales, pero tampoco acuden al templo espiritual con las manos
vacías (compárese con Éxodo 23:15).
El apóstol Pablo escribió: “Mediante [Jesús] ofrezcamos siempre a Dios sacrificio
de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su
nombre. Además, no olviden el hacer bien y el compartir cosas con otros,
porque dichos sacrificios le son de mucho agrado a Dios” (Hebreos 13:15, 16;
Oseas 14:2). Es un magnífico privilegio ofrecer a Jehová esos sacrificios
(Proverbios 3:9, 27).
W00 15/2 pág. 12 párr. 10
Conozcamos “la mente de Cristo”
10 Jesús tuvo unos padres temerosos de Dios que lo
criaron y cuidaron. Su madre, María, fue una mujer sobresaliente. Recordemos
que cuando el ángel Gabriel la saludó, le dijo: “Buenos días, altamente
favorecida, Jehová está contigo” (Lucas 1:28). José también era un hombre
devoto. Todos los años viajaba fielmente 150 kilómetros para asistir a la
Pascua en Jerusalén. María lo acompañaba, aunque esta fiesta solo era
obligatoria para los varones (Éxodo
23:17; Lucas 2:41). En una de esas ocasiones, tras una búsqueda cuidadosa,
José y María encontraron a Jesús en el templo entre los maestros. Este, que
entonces contaba 12 años de edad, dijo a sus preocupados padres:
“¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?” (Lucas 2:49). La
palabra “Padre” debía tener una connotación afectuosa y positiva para el joven
Jesús, pues seguramente se le había informado de que Jehová era su verdadero
Padre. Además, José fue, sin duda, un buen padre adoptivo para él, pues Jehová
no habría seleccionado a un hombre duro y cruel para criar a Su querido
Hijo.
W06 15/4 pág. 30 ¿Qué
aprendemos de la prohibición de la Ley de cocer un cabrito en la leche de su
madre? (Éxodo 23:19.)
Tal acto pudo haber
constituido un rito pagano para invocar la lluvia (Levítico 20:23). Dios dio la
leche a la cabra para alimentar a sus crías y ayudarlas a crecer. Cocer el
cabrito en ella equivalía a despreciar la relación divinamente establecida
entre progenitor y cría. Este precepto evidencia la tierna compasión de Dios.
—1/4, página 31.
W02 1/5 pág. 14 párr. 2
Jehová odia la traición
2 Sin embargo, no todo el mundo desea hacer
la voluntad de Jehová. Oseas revela que incluso muchos israelitas
no querían hacerla. Como nación, habían aceptado establecer un pacto, o un
acuerdo, con Dios para obedecer sus leyes (Éxodo
24:1-8). No obstante, al poco tiempo habían “traspasado el pacto” al
quebrantar dichas leyes. Por ello, Jehová dijo que los israelitas ‘trataron
traidoramente’ con él (Oseas 6:7). Así ha hecho mucha gente desde entonces.
Pero Jehová odia la traición, sea que se le traicione a él o a sus siervos
que lo aman.
W06 1/4 págs. 21-22 párr. 3
‘Vayan y hagan discípulos, bautizándolos’
3 Para figurar entre los que disfrutan de esa
preciada relación con Jehová Dios, tenemos que dedicarnos a él y simbolizarlo
públicamente mediante el bautismo en agua. Esto lo hacemos en conformidad con
el mandato directo que dio Jesús a sus discípulos: “Vayan, por lo tanto, y
hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas
que yo les he mandado” (Mateo 28:19, 20). Los israelitas escucharon la
lectura del “libro del pacto” (Éxodo
24:3, 7, 8). Gracias a ello, entendieron bien las obligaciones que
contrajeron con Jehová. Del mismo modo, antes de dar el paso del bautismo hoy
día, hay que tener conocimiento exacto de la voluntad de Dios según se expone
en su Palabra, la Biblia.
W95 1/5 pág. 9 párr. 5
Acepte la Biblia como lo que verdaderamente es
5 Hoy día, en la mayoría de los países la Biblia
se puede conseguir fácilmente, y animamos a todos los lectores de La Atalaya
a que obtengan un ejemplar. Cuando la Biblia se estaba escribiendo,
no había imprentas. La generalidad de las personas no tenían un
ejemplar personal. Sin embargo, Jehová se encargó de que sus siervos conocieran
su contenido. Por ello, Éxodo 24:7
dice que cuando Moisés escribió lo que Jehová le mandó, “tomó el libro del
pacto y lo leyó a oídos del pueblo”. Después de haber visto las
manifestaciones sobrenaturales en el monte Sinaí, el pueblo reconoció que lo
que Moisés había leído provenía de Dios y que tenían que conocer esta
información. (Éxodo 19:9, 16-19; 20:22.) Nosotros también tenemos que saber lo
que dice la Palabra de Dios. (Salmo 19:7-11.)
W04 1/8 págs. 10-11 párr.
12 Jehová revela su gloria a los humildes
12 Por otra parte, en la Biblia abundan los
ejemplos de personas humildes a las que se favoreció con una visión de la
gloria divina. Moisés, “con mucho el más manso” de todos los hombres, vio la
gloria de Dios y disfrutó de una relación muy estrecha con él (Números 12:3).
Este hombre humilde, que había sido un modesto pastor por cuarenta años —mucho
de ese tiempo, probablemente en la península arábiga—, recibió de múltiples
maneras y en abundancia el favor del Creador (Éxodo 6:12, 30). Gracias al
respaldo de Jehová, Moisés fue el vocero y organizador principal de la nación
de Israel. Disfrutaba de una comunicación cara a cara con Dios y llegó a
contemplar en visión “la apariencia de Jehová” (Números 12:7, 8; Éxodo 24:10, 11). Los que
aceptaron a este humilde siervo y representante de Dios fueron bendecidos. Del
mismo modo, si reconocemos y obedecemos a Jesús —el profeta mayor que Moisés— y
al “esclavo fiel y discreto” que Él nombró, también se nos bendecirá (Mateo
24:45, 46; Hechos 3:22).
W93 15/1 pág. 20 párr. 5
¿Por qué debemos guardarnos de la idolatría?
5 No todas las imágenes son ídolos. Dios mismo
mandó a los israelitas hacer dos querubines de oro para el arca del pacto y
bordar representaciones de esas criaturas espirituales sobre las 10 telas
de la cubierta interior del tabernáculo y sobre la cortina que separaba el
Santo del Santísimo. (Éxodo
25:1, 18; 26:1, 31-33.) Solo
los sacerdotes que oficiaban veían estas representaciones, que eran
principalmente un símbolo de los querubines celestiales. (Compárese con Hebreos
9:24, 25.) Es evidente que no se veneraba a las representaciones de
los querubines del tabernáculo, pues ni siquiera los mismos ángeles justos
aceptaban adoración. (Colosenses
2:18; Revelación 19:10; 22:8, 9.)
• Éxo.
20:1–23:33. Jehová es el Legislador supremo. Cuando los israelitas obedecían
Sus leyes, estas hacían posible que adoraran a Jehová de manera ordenada y
gozosa. Jehová tiene una organización teocrática hoy día. Si cooperamos con
ella, disfrutaremos de felicidad y seguridad.
• Éxo.
23:19; 34:26. ¿Qué significaba el
mandato de no hervir un cabrito en la leche de su madre? Parece que hervir un
cabrito en la leche de su madre era un rito pagano que se observaba para que
lloviera. Además, puesto que la leche de la madre era para que alimentara a su
cría, hervir a esta en esa leche sería cruel. Dicha ley enseñó al pueblo de
Dios que debían ser compasivos.
• Éxo.
23:20-23. ¿Quién era el ángel que se menciona aquí, y en qué sentido estaba el
nombre de Jehová “dentro de él”? Es probable que este ángel fuera Jesús en su
forma prehumana. Se le utilizó para dirigir a los israelitas hacia la Tierra
Prometida (1 Corintios 10:1-4). El nombre de Jehová está “dentro de” Jesús en
el sentido de que él sobresale en sostener y santificar el nombre de su Padre.
*** w84 1/9 pág. 21 ¿Esparciría usted un rumor? ***
Hace muchos años,
Jehová Dios dijo a los israelitas: “No esparzas rumores falsos” (Éxodo 23:1,
Nácar-Colunga). Había motivo para dar aquel mandamiento. Los rumores de
ese tipo tienen malos resultados. Convierten en mentirosa a la persona que los
esparce, algo que Jehová odia (Proverbios 6:16-19). Afectan la reputación del
blanco u objeto del rumor. Engañan a la persona que escucha el rumor, y quizás
la inciten a obrar imprudentemente (Números 13:32–14:4). No es nada amoroso,
pues, engañar a nuestros amigos. Esto está en oposición al mandamiento de Dios:
“No deben engañar, y no deben tratar falsamente, ninguno, con su asociado”.
(Levítico 19:11; Proverbios 14:25.)
*** w75 15/6 pág. 372 párr. 15 Salvaguardados por fe y esperanza ***
Si verdaderamente
tenemos fe en la Palabra de Dios, no permitiremos que alguna curiosidad
indebida acerca de las prácticas del ocultismo se forme en nuestra mente, y
esto será una salvaguarda. Jehová Dios no considera a la ligera este
asunto. Para proteger a los israelitas de ser engañados y perjudicados por
espíritus inicuos, hizo de la práctica de la adivinación una ofensa digna de
muerte. La Palabra de Dios dijo: “No debes conservar viva a una
hechicera.” (Éxo.
22:18) “En cuanto a un hombre o una mujer en quien resulte haber
espíritu de médium o espíritu de predicción, deben ser muertos sin falta.”—Lev.
20:27.
*** w73 15/5 pág. 318 Preguntas de los lectores ***
Hallamos principios
en el pacto de la Ley en apoyo de este punto de vista ensanchado. Es evidente
que bajo esa Ley los matrimonios quedaban disueltos cuando un cónyuge cometía
serios pecados sexuales, incluso los contranaturales, puesto que al
cónyuge culpable lo ejecutaban según las propias instrucciones de Dios.—Compare
con Éxodo
22:19; Levítico 18:22, 23, 29; 20:10-16; Deuteronomio 22:22; así
como con las palabras del apóstol cristiano en Romanos 1:24-27, 32.
*** w82 15/12 págs. 26-27 El prestar dinero y el amor cristiano ***
había otro rasgo de
la ley que se dio a Israel relacionado con el asunto. Esta decía: “Si le
prestares dinero a mi pueblo, al afligido al lado tuyo, no debes hacerte como
usurero para con él. No deben ustedes imponerle interés.” (Exodo 22:25) ¿Por qué no podían
los judíos prestar dinero con interés unos a otros?
Recuerde que al
principio la mayoría de los judíos eran agricultores, no hombres de negocio. Si
un agricultor que cultivaba su porción de terreno heredado pedía un préstamo,
era muy probable que se debiera a que había llegado a necesitarlo. La ley daba
por sentado que el que tomaba prestado estaría en la condición de “afligido.”
Quizás había tenido un accidente, sus cosechas se habían malogrado, o por
alguna razón necesitaba dinero para arreglárselas hasta la siguiente cosecha.
El exigir interés en tales circunstancias equivaldría a sacar provecho del
infortunio de un hermano. No sería muestra de amor, y a los israelitas se les
había mandado: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.”—Levítico 19:18.
*** w70 15/9 pág. 566 ‘No dando con vacilación’ en expresión de gracias
a Dios ***
Por ejemplo, Jehová
pidió que cada uno trajera las primicias de sus productos a Su sacerdocio en el
lugar central de adoración que él estableció. En estas primicias se incluían
las primicias de la matriz (humana y animal), las primicias de cada cosecha del
suelo, sí, y hasta la primera lana esquilada del rebaño. (Éxo. 22:29, 30; 23:19; Deu.
18:4) Estas primicias eran algo diferente de los diezmos o décimas partes que
Jehová requería para el sostén de la adoración limpia, aceptable.
A todo primogénito
que abría la matriz, entre los humanos y los animales, se le había de
santificar a Jehová. (Éxo. 13:2) Sin embargo, los machos primogénitos de los
humanos y de los animales que no se aceptaban para uso como sacrificio
habrían de ser redimidos por el padre o el dueño con un pago mínimo de cinco
siclos de plata, o un poco menos de $2,40, moneda estadounidense. (Núm.
18:15-17) El principio indicado aquí lo expresó claramente Dios más tarde por
medio de su profeta Ezequiel: “Todas las almas... a mí me pertenecen.”—Eze.
18:4.
*** g81 8/6 pág. 17 Buscando raíces legales ***
En tiempos bíblicos
se exigía que los testigos testificaran en público. Por eso se les advertía que
no dejaran que la presión de la opinión pública influyera en su testimonio ‘de
modo que se desviaran con la muchedumbre a fin de pervertir la
justicia.’ El perjurio no se castigaba con una condena de cárcel, sino con el
mismo castigo que el testigo falso había tratado de acarrearle al acusado...
¡aunque fuera muerte!—Éxo. 23:2; Deu. 19:15-21.
*** g77 22/12 pág. 26 ¿Es correcto llamar a los hombres por títulos? ***
Debe notarse que Eliú
asoció el otorgar un título con el mostrar parcialidad. Por eso al hablar con
Job, Eliú no recurrió a ninguna forma de lisonja. Tampoco dejó que la
persona del afligido Job influyera en lo que dijera. Eliú observó el principio
de la Ley que fue dada más tarde a Israel: “En cuanto al de humilde condición,
no debes mostrar preferencia en una controversia suya.” (Éxo. 23:3)
Además, aunque Eliú era joven, no se puso de parte de los compañeros de
Job a fin de mostrarles respeto por su edad y posición. Presentó los asuntos
como realmente eran, sin halagar a los compañeros de Job por medio de
otorgarles un título y luego permitir que esto influyera en su habla.
*** Documento extraído ***
Además, a Israel se
le dijo: “No deben mencionar el nombre de otros dioses. No debería
oírse en tu boca.” (Éxo. 23:13) Esto no quiso decir que
no podían mencionar esos nombres como dioses falsos, por ejemplo,
al enseñar o advertir a sus hijos. Pero no habrían de reconocer esos
dioses como dioses que tuvieran algún poder, ni recurrir a ellos por algo.
*** w70 15/1 pág. 58 Los cristianos deben vivir honradamente ***
La falta de honradez
en los negocios a menudo proviene de prácticas faltas de honradez en el
gobierno. Los inspectores y los revisores de cuentas tienen un ‘garrote’ en una
mano y extienden la otra esperando un soborno. Pero los siervos de Dios
no sobornan. “No has de aceptar [ni pagar] un soborno,” dice la
Biblia, “porque el soborno ciega a hombres de vista clara y puede torcer las
palabras de hombres justos.” (Éxo. 23:8) El pagar a funcionarios del
gobierno para que finjan no ver las actividades ilegales es quebrantar la
ley. También contribuye a la decadencia moral de otros.
*** w81 15/3 pág. 24 Querubines en la adoración de Israel... ¿por qué no
fue idolatría? ***
Sin embargo, la ley de
Dios en contra de hacer imágenes no se aplicaba a la fabricación de toda forma
de representación tangible ni a todo tipo de estatuas. Como se acaba de
indicar, se usaron figuras de querubines para decorar el tabernáculo en el
desierto y en el templo de Salomón en Jerusalén. Según la antigua tradición
judía, estos querubines tenían forma humana. Representaban criaturas
angelicales. A los que estaban sobre la cubierta del arca del pacto se les
describió como “querubines gloriosos.” (Heb. 9:5) En todo detalle fueron hechos
“conforme [al] . . . modelo” que Moisés recibió de Jehová.—Éxo. 25:9.
Estos querubines
señalaban la presencia real de Jehová, quien dijo: “Allí ciertamente me
presentaré a ti y hablaré contigo desde encima de la cubierta, desde entre los
dos querubines que están sobre el arca del testimonio.” (Éxo. 25:22) Por lo tanto, de
manera representativa, podía decirse que Jehová estaba “sentado sobre [o
“entre”] los querubines.” (1 Sam. 4:4; 2 Rey. 19:15) De esta manera, el sumo
sacerdote que estaba sirviendo a la nación de Israel, y que era el único a
quien se permitía entrar en el Santísimo una vez al año, tenía ante sí un
recordatorio impresionante de que Jehová, por ser Dios, era el Soberano de
Israel.—Heb. 9:7; Isa. 33:22.
*** g73 22/2 pág. 5 ¿Tienen los cristianos que guardar el sábado? ***
esta ley sabática
sería una señal, ¿entre Jehová y quién? Solamente Israel. Está escrito en Éxodo 31:13:
“Habla a los hijos de Israel, diciendo: ‘Especialmente mis sábados los
han de guardar, porque es una señal entre mí y ustedes durante sus generaciones
para que sepan que yo Jehová estoy santificándolos.’” (Vea también Ezequiel
20:10-12.) Y aunque algunos afirman que la ley sabática aplicó desde Edén en
adelante, Moisés claramente declaró a su pueblo: “No fue con nuestros
antepasados que Jehová celebró este pacto, sino con nosotros, todos nosotros
que estamos aquí hoy vivos.”—Deu. 5:3.
Pero, ¿no debía
el sábado ser una señal “para siempre” entre Jehová Dios y su pueblo? (Éxo. 31:17,
Traducción de Byington, Versión Valera) No, porque la palabra hebrea que
en este texto se vierte “para siempre” es olam, y meramente significa un
período de tiempo indefinido o incierto. De acuerdo con esto, la Traducción
del Nuevo Mundo vierte olam como “tiempo indefinido.” Así el sábado
sería obligatorio hasta tiempo indefinido; esto podía ser para siempre pero
no tenía que serlo. El hecho de que esta palabra es usada con relación a
tantos otros rasgos del arreglo de la Ley que obviamente han pasado indica que
no necesariamente significa para siempre.—Éxo. 12:14, 17, 24; 27:21;
28:43;
29:28.
*** w79 15/9 pág. 22 párrs. 6-7 Manteniendo la limpieza al llevar
regalos ***
Cuando a Moisés se le
dio la receta especial para la preparación del aceite de la unción, se le
dieron reglas estrictas que gobernaban el uso de esta sustancia. Leemos: “Este
ha de continuar como aceite de la unción santa para mí durante las generaciones
de ustedes. No ha de untarse en la carne de la humanidad, y de la
composición de éste no deben ustedes hacer otro semejante. Es cosa santa.
Ha de continuar como cosa santa para ustedes. Cualquiera que haga un ungüento
semejante a él y que ponga de él sobre un extraño tiene que ser cortado de su
pueblo.” (Éxo.
30:31-33) El no respetar el propósito sagrado del aceite de la
unción constituía delito capital.
7 Esto nos suministra lecciones vitales. La Biblia señala que el aceite
representa el espíritu santo de Jehová. (Compare con Zacarías 4:2-6.) Fue con
espíritu santo, y no con aceite, que se ungió al gran Rey Sacerdote Jesucristo.
(Mat. 3:16, 17; Luc. 4:18; Heb. 1:8, 9) Verdaderamente, pues, queremos
tener en la más alta estima el espíritu de Dios, y hacer todo cuanto podamos
para seguir la guía que éste da. Esto incluye el conservar una buena conciencia
de modo que no despreciemos o ‘contristemos el espíritu.’ (Efe. 4:30)
Además, puesto que es por medio de su espíritu que Jehová Dios está edificando
la congregación cristiana, tenemos que estar alerta para no atribuir a los
hombres lo que se está logrando. (1 Cor. 3:5, 6) Nuestra fe firme en
las profecías inspiradas confirma también que tenemos una actitud apropiada
para con el espíritu que es responsable de esas profecías. (2 Ped. 1:21)
¿Demuestran nuestras palabras y acciones que estamos esperando “nuevos cielos y
una nueva tierra” y que deseamos que el mayor número posible de otras personas
se enteren de esta magnífica esperanza?—2 Ped. 3:13, 14.
*** si pág. 23 párr. 23 Libro bíblico número 2: Éxodo ***
23 Moisés asciende luego a Jehová en la montaña para recibir la Ley. Por
40 días y noches se le dan muchas instrucciones en cuanto a los materiales
para el tabernáculo, los detalles de sus muebles, especificaciones minuciosas
para el tabernáculo mismo, y el diseño de las vestiduras sacerdotales, incluso
la lámina de oro puro con la inscripción “La santidad pertenece a Jehová”, que
va sobre el turbante de Aarón. Se detallan la instalación y el servicio del
sacerdocio, y se le recuerda a Moisés que el sábado será una señal entre Jehová
y los hijos de Israel “hasta tiempo indefinido”. Moisés recibe entonces las dos
tablas del Testimonio escritas por el ‘dedo de Dios’. (Éxo. 28:36; 31:17, 18.)
Núm. 1 Éxodo
25:1-22
Núm. 2 “La
Biblia no indica que Adán guardara el sábado” (rs pág.
párr. 2-6)
*** rs pág. 335-pág. 336 Sábado (Día de descanso) ***
¿Se impuso a Adán el
requisito de guardar el sábado, y por eso es obligatorio para toda su prole?
Después de preparar la Tierra para que los humanos la habitaran, Jehová
Dios procedió a descansar de sus obras de creación material respecto a la
Tierra. Esto se declara en Génesis 2:1-3. Pero el registro bíblico no
dice nada de que Dios le ordenara a Adán que guardara el séptimo día de cada
semana como día de descanso.
Deu. 5:15: “Tienes que recordar
[Israel] que llegaste a ser esclavo en la tierra de Egipto y Jehová tu Dios
procedió a sacarte de allí con mano fuerte y brazo extendido. Es por eso que
Jehová tu Dios te mandó llevar a cabo el día sábado.” (Aquí Jehová
relaciona el dar la ley del sábado con la liberación de Israel de la esclavitud
en Egipto, no con los sucesos de Edén.)
Éxo. 16:1,
23-29: “Por
fin llegó toda la asamblea de los hijos de Israel al desierto de Sin [...]
el día quince del segundo mes después de haber salido de la tierra de Egipto. [...]
[Moisés] les dijo: ‘Es lo que ha hablado Jehová. Mañana habrá observancia sabática
de un sábado santo a Jehová. [...] Seis días lo recogerán [el maná], pero
en el séptimo día hay sábado. En él no se formará.’ [...] Jehová le dijo a
Moisés: [...] ‘Tomen nota del hecho de que Jehová les ha dado el sábado.’”
(Antes de esto, las semanas habían sido separadas en grupos de siete días cada
una, pero esta es la primera referencia que se hace a una observancia sabática.)
Núm. 3: Abrahán.
La primer etapa de la vida de Abrahán es un ejemplo de fe. (it-1 pág.
30 párr. 2-6)
*** it-1 pág. 30 Abrahán ***
Sus antecedentes y la
primera etapa de su vida.
Abrahán fue la décima
generación desde Noé por medio de Sem y nació trescientos cincuenta y dos años
después del Diluvio, en 2018 a. E.C. Aunque en Génesis 11:26 aparece como
el primero de los tres hijos de Taré, no era el primogénito. Las
Escrituras muestran que Taré tenía setenta años cuando nació su primer hijo y
que Abrahán nació sesenta años después, cuando su padre contaba ciento treinta
años. (Gé 11:32; 12:4.) Seguramente se menciona a Abrahán en primer lugar
debido a su sobresaliente fidelidad y prominencia en las Escrituras. Lo mismo
ocurre en el caso de otros hombres sobresalientes, como Sem e Isaac. (Gé 5:32;
11:10; 1Cr 1:28.)
Abrahán era natural
de la ciudad caldea de Ur, una próspera metrópoli ubicada en la tierra de
Sinar, cerca de la confluencia actual de los ríos Éufrates y Tigris. Estaba a
unos 240 Km. al SE. de Babel o Babilonia, en un tiempo la ciudad real de
Nemrod, muy famosa por su inacabada Torre de Babel.
En el tiempo de Abrahán,
la ciudad de Ur estaba impregnada de idolatría babilónica y de la adoración a
su patrón, el dios-luna Sin. (Jos 24:2, 14, 15.) No obstante, Abrahán
resultó ser un hombre de fe en Jehová Dios, igual que sus antepasados Sem y Noé,
y como consecuencia, se ganó la reputación de ser “el padre de todos los que
tienen fe mientras están en incircuncisión”. (Ro 4:11.) Puesto que la fe
verdadera se basa en conocimiento exacto, Abrahán tal vez consiguió su
conocimiento de Sem (sus vidas se traslaparon unos ciento cincuenta años).
Abrahán conocía y usaba el nombre de Jehová; estas son algunas de sus
declaraciones: “Jehová el Dios Altísimo, Productor de cielo y tierra”, “Jehová,
el Dios de los cielos y el Dios de la tierra”. (Gé 14:22; 24:3.)
Mientras Abrahán
todavía vivía en Ur, “antes que se domiciliara en Harán”, Jehová le mandó que
se mudara a una tierra extranjera y dejara atrás a amigos y parientes. (Hch
7:2-4; Gé 15:7; Ne 9:7.) Le dijo que en el país que le mostraría, haría de él
una gran nación. En aquel entonces Abrahán estaba casado con su medio hermana
Sara, pero no tenían hijos y ambos eran de edad avanzada. Por eso, la
obediencia a aquel mandato exigiría gran fe; no obstante, obedeció.
Taré, para entonces
de unos doscientos años y todavía el cabeza patriarcal de la familia, concordó
en acompañar a Abrahán y Sara en este largo viaje, por lo que se dice que fue él
quien llevó a su familia hacia Canaán. (Gé 11:31.) Parece que Lot, sobrino de
Abrahán y huérfano de padre, fue adoptado por sus tíos, que para entonces no tenían
hijos, de ahí que los acompañara en su viaje. La caravana viajó hacia el NO.
unos 960 Km. hasta llegar a Harán, una importante encrucijada en las rutas
comerciales de E. a O. Esta ciudad está enclavada en la confluencia de
dos uadis que forman un afluente invernal del río Balij, a unos 110 Km. más
arriba de la desembocadura del Balij en el río Éufrates. Allí permaneció Abrahán
hasta la muerte de su padre. (MAPA, vol. 1, pág. 330.)
REUNIÓN DE SERVICIO
CÁNTICO 117
“Necesitamos la instrucción Divina”
10 min. Ideas
para ofrecer las revistas en Mayo.
“Análisis con el auditorio. Comience con dos demostraciones basadas en
las sugerencias de esta página.
Algunas presentaciones
Cómo
iniciar estudios bíblicos el primer sábado de mayo “Estamos hablando con nuestros vecinos
sobre una cuestión que llama la atención. [Muéstrele la última página de La
Atalaya del 1 de
mayo.] ¿Qué opina usted?” Permita que la persona responda. Examine con ella la
información que aparece bajo la pregunta y al menos uno de los textos bíblicos.
Ofrézcale las revistas y quede en volver para analizar la siguiente pregunta.
ATALAYA 1 de mayo “A muchas personas les interesa saber lo
que pasará en el futuro. ¿Qué piensa usted en cuanto al futuro? ¿Le inspira
confianza o le preocupa? [Permita que la persona responda. Luego lea uno de los
versículos del recuadro “Lo que Dios dice del futuro.”] Esta revista explica
algunas de las cosas que Dios dice que van a ocurrir y por qué podemos estar
seguros de que sucederán.”
¡Despertad! Mayo “Estamos conversando brevemente con los
vecinos sobre cómo controlar el estrés. ¿Le parece a usted que la gente está
hoy en día más estresada que antes? [Permita que la persona responda.] Los
útiles consejos que se hallan en la Biblia han ayudado a muchas personas a
controlar el estrés. Permítame mostrarle un ejemplo. [Lea Mateo
6:34.] Esta revista explica cómo los principios bíblicos pueden
ayudarnos a enfrentar cuatro causas comunes de estrés.” Nota: Este número puede
ser de particular interés para la gente de negocios.
(Mateo 6:34) Por lo tanto, nunca se
inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias
inquietudes. Suficiente para cada día es su propia maldad.
10 min. Necesidades de la congregación.
10 min. ¿Cómo
nos fue? Análisis con el auditorio. Pida a los
publicadores que cuenten cómo les ha beneficiado el artículo “Mejore sus habilidades en el ministerio: ayude a su
compañero”. Que los presentes relaten
experiencias interesantes que hayan tenido.
Mejore sus habilidades en el ministerio: sepa cómo contestar a
posibles objeciones
Por qué es importante. Imagínese
que usted sabe que está a punto de suceder una catástrofe natural y que morirán
muchas personas si no se ponen a salvo. Va a casa de un vecino para avisarle,
pero este lo interrumpe y le dice que está ocupado. ¿Se iría sin intentar nada
más? ¡Por supuesto que no! Pues bien, muchas personas nos rechazan porque
ignoran que el mensaje que llevamos es uno de salvación. Tal vez tengan una
preocupación al momento de nuestra visita (Mat. 24:37-39). O quizás estén
prejuiciadas por rumores falsos (Mat. 11:18, 19).
A lo mejor piensan que somos una religión más de las que han dado malos frutos
(2 Ped. 2:1, 2). Si la persona no
muestra interés al principio, no nos demos enseguida por vencidos.
(Mateo
24:37-39) Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia
del Hijo del hombre. 38 Porque como en aquellos días
antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las
mujeres siendo dadas en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; 39 y
no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la
presencia del Hijo del hombre.
(Mateo
11:18, 19) Correspondientemente, Juan vino sin comer ni beber, pero
dicen: ‘Tiene demonio’; 19 el Hijo del hombre sí vino
comiendo y bebiendo, y no obstante dicen: ‘¡Miren! Un hombre glotón y dado a
beber vino, amigo de recaudadores de impuestos y pecadores’. De todos modos, la
sabiduría queda probada justa por sus obras”.
(2
Pedro 2:1, 2) Sin embargo, llegó a haber también falsos profetas entre el
pueblo, como también habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos
introducirán calladamente sectas destructivas y repudiarán hasta al dueño que
los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada. 2 Además,
muchos seguirán los actos de conducta relajada de ellos y por causa de estos se
hablará injuriosamente del camino de la verdad.
Cómo hacerlo:
* Antes de ir a predicar de casa en casa, deténgase unos momentos
a pensar en las posibles objeciones que pudiera encontrar y en cómo
respondería.
* Si la persona presenta una objeción, trate amablemente de seguir
conversando. Quizás pueda hacerlo elogiándola por algo. Por ejemplo, si afirma
que ya tiene su religión, podría responderle: “Me alegra encontrar a alguien
como usted, que se interesa por las cosas espirituales”. En ocasiones, tomar en
consideración los sentimientos o las circunstancias de la persona también le
permitirá proseguir la conversación. Si dice que está ocupada, podría
contestar: “Entiendo. Pero antes de irme, me gustaría dejarle esto”. O si dice
que no está interesada, podría preguntarle: “¿Es la Biblia lo que no le
interesa, o es la religión en general?”.
* Actúe con buen juicio. Recuerde que Jehová no obliga a nadie a
escuchar (Deut. 30:19). Cada cual cargará con su propia responsabilidad en
sentido espiritual (Gál. 6:5). Si la persona responde de forma tajante, lo
mejor es marcharse. Al respetar sus sentimientos, dejaremos la puerta abierta
para que otro publicador le predique más adelante (1 Ped. 3:15).
(Deuteronomio
30:19) De veras tomo los cielos y la tierra como testigos contra
ustedes hoy, de que he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y
la invocación de mal; y tienes que escoger la vida a fin de que te mantengas
vivo, tú y tu prole,
(Gálatas
6:5) Porque cada uno llevará su propia carga de responsabilidad.
(1
Pedro 3:15) Antes bien, santifiquen al Cristo como Señor en su corazón,
siempre listos para presentar una defensa ante todo el que les exija razón de
la esperanza que hay en ustedes, pero haciéndolo junto con genio apacible y
profundo respeto.
Intente esto durante el mes:
Luego de despedirse de una persona que haya planteado una
objeción, analice con su compañero si podría haber contestado de una mejor
manera.
Cántico 103
“De casa en casa”
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La Atalaya:
“Mantengamos un espíritu de sacrificio”
Cántico 61
Qué clase de persona debo ser
1. ¿Qué ejemplo perfecto dejó Jesús en cuanto
a sacrificarse por otros?
CUANDO Jesús estuvo en la
Tierra, dejó un ejemplo perfecto de lo que significa sacrificarse por otros.
Renunció a sus deseos y comodidades a fin de cumplir la voluntad de Dios (Juan 5:30). Y al
seguir fiel hasta su muerte en el madero, demostró que su espíritu de
sacrificio no tenía límites (Filip. 2:8).
(Juan 5:30) No puedo hacer ni una
sola cosa por mi propia iniciativa; así como oigo, juzgo; y el juicio que yo
dicto es justo, porque no busco mi propia voluntad, sino la voluntad del que me
envió.
(Filipenses 2:8) Más que eso, al
hallarse a manera de hombre, se humilló y se hizo obediente hasta la muerte,
sí, muerte en un madero de tormento.
2. a) ¿Qué significa tener un espíritu de
sacrificio? b) ¿Por qué debemos ser altruistas?
2 Como seguidores de Jesús, debemos imitar su
espíritu de sacrificio. Pero ¿qué significa tener un espíritu de sacrificio?
En pocas palabras, ser altruistas, estar dispuestos a renunciar a la
propia conveniencia con tal de ayudar a otros. Podríamos decir que es lo
opuesto a ser egoístas (lea Mateo 16:24). Ser altruistas nos ayuda
a poner nuestros sentimientos y preferencias en segundo plano (Fili. 2:3, 4).
Jesús enseñó que el altruismo es una parte esencial de nuestro servicio a Dios.
¿Por qué? Porque lo que nos motiva a sacrificarnos por los demás es el amor
cristiano. Y ese amor es la marca distintiva de los verdaderos seguidores
de Jesús (Juan 13:34, 35).
Nuestra hermandad mundial está formada por personas dispuestas a sacrificarse.
¿Y verdad que por pertenecer a ella disfrutamos de incontables
bendiciones?
(Mateo 16:24) Entonces Jesús dijo a sus
discípulos: “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y tome
su madero de tormento y sígame de continuo.
(Filipenses 2:3, 4) no haciendo nada
movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo, sino considerando con
humildad mental que los demás son superiores a ustedes, 4 no
vigilando con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con
interés personal los de los demás.
(Juan 13:34, 35) Les doy un nuevo
mandamiento: que se amen unos a otros; así como yo los he amado, que ustedes
también se amen los unos a los otros. 35 En esto todos
conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí”.
3. ¿Qué puede debilitar nuestro espíritu de
sacrificio?
3 Ahora
bien, tenemos un enemigo interno que puede ir debilitando nuestro espíritu de
sacrificio: la tendencia al egoísmo. Recordemos que hasta Adán y Eva
demostraron egoísmo. A ella la impulsó el deseo de ser como Dios, y él
desobedeció a su Creador por el deseo de continuar junto a ella (Gén. 3:5, 6). Satanás
logró alejarlos de la adoración verdadera, y desde entonces ha tratado de
despertar deseos egoístas en las personas. Incluso lo intentó con Jesús (Mat. 4:1-9).
Y en nuestros días, Satanás ha conseguido que la mayoría de la gente caiga
en su trampa y se comporte de manera egoísta. Tengamos mucho cuidado, pues la
actitud egoísta que domina a esta sociedad se nos puede pegar (Efes. 2:2).
(Génesis 3:5, 6) Porque Dios sabe que en
el mismo día que coman de él tendrán que abrírseles los ojos y tendrán que ser
como Dios, conociendo lo bueno y lo malo”. 6 Por
consiguiente, la mujer vio que el árbol era bueno para alimento, y que a los
ojos era algo que anhelar, sí, el árbol era deseable para contemplarlo. De modo
que empezó a tomar de su fruto y a comerlo. Después dio de este también a su
esposo cuando [él estuvo] con ella, y él empezó a comerlo.
(Mateo 4:1-9) Entonces Jesús fue
conducido por el espíritu al desierto para ser tentado por el Diablo. 2 Después
que hubo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, entonces sintió hambre. 3 También,
el Tentador vino y le dijo: “Si eres hijo de Dios, di a estas piedras que se
conviertan en panes”. 4 Pero en respuesta él dijo: “Está
escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que
sale de la boca de Jehová’”. 5 Entonces el Diablo lo
llevó consigo a la ciudad santa, y lo apostó sobre el almenaje del templo 6 y
le dijo: “Si eres hijo de Dios, arrójate abajo; porque está escrito: ‘A sus
ángeles dará encargo acerca de ti, y te llevarán en sus manos, para que nunca
des con tu pie contra una piedra’”. 7 Jesús le dijo:
“Otra vez está escrito: ‘No debes poner a prueba a Jehová tu Dios’”. 8 De
nuevo el Diablo lo llevó consigo a una montaña excepcionalmente alta, y le
mostró todos los reinos del mundo y su gloria, 9 y le
dijo: “Todas estas cosas te las daré si caes y me rindes un acto de adoración”.
(Efesios 2:2) en los cuales en un
tiempo anduvieron conforme al sistema de cosas de este mundo, conforme al
gobernante de la autoridad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos
de la desobediencia.
4. a) ¿Podemos eliminar nuestra tendencia
al egoísmo? b) ¿Qué preguntas vamos a contestar?
4 El egoísmo podría compararse al óxido.
Un objeto de hierro expuesto al aire y al agua puede empezar a
oxidarse. Si no se le da importancia y se deja que el óxido siga
corroyéndolo, este puede dañar su estructura o su funcionamiento.
De igual modo, si bien es cierto que por el momento nos es imposible
eliminar nuestra imperfección y nuestra tendencia al egoísmo, debemos estar
atentos y no dejar que nos dominen (1 Cor. 9:26, 27).
¿Cómo podemos detectar indicios de egoísmo en nosotros mismos? ¿Cómo podemos
cultivar a mayor grado nuestro espíritu de sacrificio?
(1 Corintios 9:26, 27) Por lo tanto, la manera como estoy corriendo no
es incierta; la manera como estoy dirigiendo mis golpes es como para no estar
hiriendo el aire; 27 antes bien, aporreo mi cuerpo y lo
conduzco como a esclavo, para que, después de haber predicado a otros, yo mismo
no llegue a ser desaprobado de algún modo.
USEMOS LA BIBLIA COMO UN ESPEJO
5. a) ¿Por qué es la Biblia como un
espejo? (Vea la ilustración del principio.) b) Al examinarnos con la
Biblia, ¿qué debemos evitar?
5 Tal como un espejo nos permite ver nuestra
apariencia, la Biblia nos permite examinar nuestro interior y corregir los
defectos que encontremos (lea Santiago 1:22-25). Ahora bien, para que
el espejo cumpla su función, tenemos que usarlo bien. Si tan solo le
echamos un vistazo a nuestra imagen, quizá pasemos por alto alguna mancha o
defecto. Además, dependiendo del ángulo desde el que miremos al espejo,
podríamos estar viendo la imagen de otra persona. Del mismo modo, para que la
Biblia nos ayude a encontrarnos un defecto, como el egoísmo, no debemos
leerla solo por encima o usarla para encontrarle defectos a otra persona.
(Santiago 1:22-25) Sin embargo, háganse
hacedores de la palabra, y no solamente oidores, engañándose a sí mismos con
razonamiento falso. 23 Porque si alguno es oidor de la
palabra, y no hacedor, este es semejante al hombre que mira su rostro natural
en un espejo. 24 Pues se mira, y allá se va
e inmediatamente olvida qué clase de hombre es. 25 Pero
el que mira con cuidado en la ley perfecta que pertenece a la libertad, y
persiste en [ella], este, por cuanto se ha hecho, no un oidor olvidadizo, sino
un hacedor de la obra, será feliz al hacer[la].
6. ¿Cómo podemos persistir en la ley perfecta?
6 En realidad, podríamos estar leyendo la Palabra de
Dios de forma regular, incluso todos los días, y aun así no darnos cuenta
de que el egoísmo está empezando a echar raíces en nuestro interior. ¿Cómo
podría ocurrirnos eso? Pues bien, en la ilustración de Santiago sobre el
espejo, el problema no es que el hombre no se mire con detenimiento.
El relato menciona que en verdad “se mira”. El verbo
griego que Santiago emplea denota un análisis cuidadoso, significa “observar
completamente”. Entonces, ¿qué hace mal ese hombre? El pasaje explica:
“Allá se va e inmediatamente olvida qué clase de hombre es”. En efecto, se
va y no hace nada para corregir lo que
ha visto. Por otra parte, el hombre que obtiene buenos resultados no solo
“mira con cuidado en la ley perfecta” de Dios, sino que “persiste en ella”.
En lugar de apartarse de la ley perfecta de la Palabra de Dios, persiste
en estudiarla y vivir de acuerdo con sus enseñanzas. Jesús mencionó algo
parecido cuando dijo: “Si permanecen en mi palabra, verdaderamente son mis
discípulos” (Juan 8:31).
(Juan 8:31) De modo que Jesús
siguió diciendo a los judíos que le habían creído: “Si permanecen en mi
palabra, verdaderamente son mis discípulos,
7. ¿Cómo podemos usar la Biblia para luchar
contra cualquier indicio de egoísmo?
7 Por tanto, para luchar contra cualquier indicio
de egoísmo, primero tenemos que leer la Palabra de Dios con cuidado. Así
podremos ver en qué necesitamos mejorar. Pero debemos ir más allá y hacer un
análisis más profundo. Una vez que comprendamos bien un relato bíblico,
imaginemos que estamos en él y preguntémonos: “¿Cómo habría actuado yo en esa
situación? ¿Habría hecho lo correcto?”. Y, lo que es más importante,
después de reflexionar en lo que hemos leído, esforcémonos por ponerlo en
práctica (Mat. 7:24, 25).
Veamos cómo pueden ayudarnos a mantener un espíritu de sacrificio los relatos
sobre el rey Saúl y el apóstol Pedro.
(Mateo 7:24, 25) ”Por lo tanto, a todo
el que oye estos dichos míos y los hace se le asemejará a un varón discreto,
que edificó su casa sobre la masa rocosa. 25 Y descendió
la lluvia y vinieron las inundaciones y soplaron los vientos y dieron con
ímpetu contra aquella casa, pero no se hundió, porque había sido fundada sobre
la masa rocosa.
EL MAL EJEMPLO DEL REY SAÚL
8. ¿Con qué actitud comenzó Saúl su reinado, y
cómo la demostró?
8 Lo que le ocurrió al rey Saúl nos sirve de
advertencia. Es un ejemplo claro de que el egoísmo puede corroer nuestro
espíritu de sacrificio. Saúl comenzó su reinado con una actitud modesta y
humilde (1 Sam. 9:21).
No quiso castigar a los israelitas que murmuraron contra su nombramiento,
aunque podía haberse sentido en su derecho porque Dios mismo lo había hecho rey (1 Sam. 10:27).
El rey Saúl aceptó la guía del espíritu de Dios al dirigir al pueblo en su
lucha contra los ammonitas, y luego reconoció humildemente que el mérito de la
victoria que obtuvieron era de Jehová (1 Sam. 11:6, 11-13).
(1 Samuel 9:21) A lo cual Saúl contestó
y dijo: “¿No soy yo un benjaminita de la más pequeña de las tribus de Israel, y
no es mi familia la más insignificante de todas las familias de la tribu de
Benjamín? ¿Por qué, pues, me has hablado semejante cosa?”.
(1 Samuel 10:27) En cuanto a los hombres
que no servían para nada, ellos dijeron: “¿Cómo nos salvará este?”. Por
consiguiente, lo despreciaron, y no le trajeron ningún regalo. Pero él continuó
como uno que ha quedado mudo.
(1 Samuel 11:6) Y el espíritu de Dios
entró en operación sobre Saúl cuando él oyó estas palabras, y se le enardeció
mucho la cólera.
(1 Samuel 11:11-13) Y al día siguiente
aconteció que Saúl procedió a poner al pueblo en tres partidas; y lograron
entrar en medio del campamento durante la vigilia matutina, y fueron derribando
a los ammonitas hasta que se puso caliente el día. Cuando resultó que hubo
algunos que quedaron, entonces los esparcieron, y no quedaron dos juntos de
entre ellos. 12 Y el pueblo empezó a decir a Samuel:
“¿Quién es el que decía: ‘Saúl... ¿ha de ser rey sobre nosotros?’. Den acá a
los hombres, para que les demos muerte”. 13 Sin embargo,
Saúl dijo: “Ni un solo hombre debe ser muerto en este día, porque hoy Jehová ha
ejecutado salvación en Israel”.
9. ¿Cómo se volvió egoísta Saúl?
9 Con el tiempo, Saúl dejó que el orgullo y el
egoísmo se abrieran paso en su interior, tal como hace el óxido corrosivo en el
hierro. Cuando derrotó a los amalequitas, prefirió satisfacer sus deseos a
obedecer a Jehová. Decidió quedarse con el botín en vez de destruirlo como Dios
había ordenado. Y fue tan arrogante que hasta se hizo construir un monumento (1 Sam. 15:3, 9, 12). Cuando
el profeta Samuel le dijo que a Jehová le había desagradado su conducta, Saúl
trató de justificarse. Se centró en la parte del mandato que sí había
cumplido y culpó a otros de su error (1 Sam. 15:16-21).
Además, el orgullo lo llevó a preocuparse más por lo que la gente pensara de él
que por su amistad con Dios (1 Sam. 15:30).
¿Cómo podemos usar este relato como un espejo que nos ayude a mantener un
espíritu de sacrificio?
(1 Samuel 15:3) Ahora ve, y tienes que
derribar a Amaleq y darlo por entero a la destrucción con todo cuanto tiene, y
no debes tenerle compasión, y tienes que darles muerte, tanto a hombre como a
mujer, a niño como a lactante, a toro como a oveja, a camello como a asno’”.
(1 Samuel 15:9) Pero Saúl y el pueblo
les tuvieron compasión a Agag y a lo mejor del rebaño y de la vacada y a los
gordos y a los carneros y a todo lo que era bueno, y no deseaban darlos por
entero a la destrucción. En cuanto a todos los bienes que eran ruines y
rechazados, los dieron por entero a la destrucción.
(1 Samuel 15:12) Entonces Samuel madrugó
para ir al encuentro de Saúl por la mañana. Pero se dio informe a Samuel,
diciendo: “Saúl vino a Carmelo, y, ¡mira!, estaba erigiéndose un monumento, y entonces
dio la vuelta y cruzó y descendió a Guilgal”.
(1 Samuel 15:16-21) Ante esto, Samuel dijo
a Saúl: “¡Deténte! Y yo ciertamente te informaré lo que Jehová me habló
anoche”. De modo que él le dijo: “¡Habla!”. 17 Y Samuel
pasó a decir: “¿No fue cuando eras pequeño a tus propios ojos cuando fuiste
cabeza de las tribus de Israel, y Jehová procedió a ungirte por rey sobre
Israel? 18 Más tarde Jehová te envió en una misión y
dijo: ‘Ve, y tienes que dar por entero a la destrucción a los pecadores, los
amalequitas, y tienes que pelear contra ellos hasta que los hayas exterminado’.
19 ¿A qué se debe, pues, que no obedeciste la voz de
Jehová, sino que fuiste lanzándote vorazmente al despojo y haciendo lo que era
malo a los ojos de Jehová?”. 20 Sin embargo, Saúl dijo a
Samuel: “Pero he obedecido la voz de Jehová, por cuanto fui a la misión a que
me había enviado Jehová y traje a Agag el rey de Amaleq, pero a Amaleq lo
he dado por entero a la destrucción. 21 Y el pueblo
se puso a tomar del despojo ovejas y ganado vacuno, lo más selecto de ellos
como algo dado por entero a la destrucción, para sacrificarlo a Jehová tu Dios
en Guilgal”.
(1 Samuel 15:30) Ante esto, él dijo: “He
pecado. Ahora hónrame, por favor, enfrente de los ancianos de mi pueblo y
enfrente de Israel, y vuelve conmigo, y ciertamente me postraré ante Jehová tu
Dios”.
10, 11. a) ¿Qué nos enseña el mal ejemplo
de Saúl? b) ¿Cómo evitaremos caer en el mismo error de Saúl?
10 Primero, el mal ejemplo de Saúl nos enseña que
no debemos confiarnos. Que hayamos tenido un espíritu de sacrificio en el
pasado no significa que lo seguiremos teniendo automáticamente (1 Tim. 4:10).
Recordemos que Saúl empezó bien y que, durante algún tiempo, contó con el favor
divino. Pero no desarraigó los deseos egoístas que comenzaron a surgirle.
Finalmente, Jehová lo rechazó por su desobediencia.
(1 Timoteo 4:10) Porque con este fin
estamos trabajando duro y esforzándonos, porque hemos cifrado nuestra esperanza
en un Dios vivo, que es Salvador de hombres de toda clase, especialmente de los
fieles.
11 Segundo, aprendemos que no debemos centrarnos
solo en lo que estamos haciendo bien y pasar por alto los aspectos en los que
tenemos que mejorar. Eso sería como mirarnos al espejo y fijarnos solo en la
ropa nueva que llevamos puesta sin darnos cuenta de que tenemos la cara
manchada. Aunque no seamos tan orgullosos como llegó a ser Saúl, tenemos
que cuidarnos de toda inclinación que nos pueda llevar a caer en su mismo
error. Cuando se nos dé un consejo, no tratemos de justificarnos, quitarle
importancia al problema o culpar a otros. A diferencia de Saúl,
aceptémoslo de buena gana (lea Salmo 141:5).
(Salmo 141:5) Si me golpeara el
justo, sería una bondad amorosa; y si me censurara, sería aceite sobre la
cabeza, que mi cabeza no querría rehusar. Porque todavía habría aun mi oración
durante las calamidades de ellos.
12. ¿Cómo puede ayudarnos el espíritu de
sacrificio si hemos cometido un pecado grave?
12 Ahora bien, ¿qué podemos hacer si hemos
cometido un pecado grave? A Saúl le preocupaba demasiado su reputación, y
eso le impidió recuperarse en sentido espiritual. No sigamos su mal
ejemplo. El espíritu de sacrificio puede impulsarnos a buscar la ayuda que
necesitamos superando la vergüenza (Prov. 28:13; Sant. 5:14-16).
Cierto hermano comenzó a ver pornografía a los 12 años y continuó viéndola a
escondidas por más de diez años. Él explica: “Fue difícil confesárselo a
mi esposa y a los ancianos. Pero ahora que lo he hecho, siento que me he
quitado un enorme peso de encima. Algunos de mis amigos se decepcionaron cuando
dejé de ser siervo ministerial; sentían que les había fallado. Aun así, sé que
ahora Jehová está más contento con mi servicio que cuando veía pornografía, y
lo que él piense es lo único que de verdad importa”.
(Proverbios 28:13) El que encubre sus
transgresiones no tendrá éxito, pero al que [las] confiesa y [las] deja se le
mostrará misericordia.
(Santiago 5:14-16) ¿Hay alguno enfermo
entre ustedes? Que llame a [sí] a los ancianos de la congregación, y que ellos
oren sobre él, untándo[lo] con aceite en el nombre de Jehová. 15 Y
la oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo levantará. También, si
hubiera cometido pecados, se le perdonará. 16 Por lo
tanto, confiesen abiertamente sus pecados unos a otros y oren unos por otros,
para que sean sanados. El ruego del hombre justo, cuando está en acción, tiene
mucho vigor.
EL BUEN EJEMPLO DE PEDRO
13, 14. ¿Cómo sabemos que Pedro tuvo que
luchar con inclinaciones egoístas?
13 El apóstol Pedro manifestó un espíritu de
sacrificio mientras Jesús lo estuvo preparando (Luc. 5:3-11).
No obstante, tuvo que luchar con inclinaciones egoístas. Por ejemplo, se
indignó cuando los apóstoles Santiago y Juan intentaron asegurarse lugares
prominentes junto a Jesús en el Reino de Dios. Tal vez pensó que le
correspondía uno de esos lugares, pues Jesús había dicho que él cumpliría un
papel especial (Mat. 16:18, 19).
En cualquier caso, Jesús les advirtió a Santiago, Juan y Pedro, y al resto
de los apóstoles, que no fueran egoístas, que no trataran a sus
hermanos con aires de superioridad (Mar. 10:35-45).
(Lucas 5:3-11) Subiendo a una de las
barcas, que era de Simón, le pidió que se apartara un poco de la tierra.
Entonces se sentó, y desde la barca se puso a enseñar a las muchedumbres. 4 Cuando
cesó de hablar, dijo a Simón: “Rema hasta donde está profundo, y echen sus
redes para la pesca”. 5 Pero respondiendo Simón, dijo:
“Instructor, toda la noche nos afanamos y no sacamos nada, pero porque tú lo
dices bajaré las redes”. 6 Pues bien, cuando hicieron
esto, encerraron una gran multitud de peces. En realidad, se les rompían las
redes. 7 De modo que hicieron señas a sus socios [que
estaban] en la otra barca para que vinieran y les prestaran ayuda; y ellos
vinieron, y llenaron ambas barcas, de manera que estas se hundían. 8 Viendo
esto, Simón Pedro cayó a las rodillas de Jesús, y dijo: “Apártate de mí, porque
soy varón pecador, Señor”. 9 Pues, ante la redada de
peces que habían pescado, quedaron pasmados él y todos los que con él estaban, 10 y
así mismo Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran partícipes con Simón.
Pero Jesús dijo a Simón: “Deja de tener miedo. De ahora en adelante estarás
pescando vivos a hombres”. 11 De modo que volvieron a
traer las barcas a tierra, y abandonaron todo y le siguieron.
(Mateo 16:18, 19) También, yo te digo a
ti: Tú eres Pedro, y sobre esta masa rocosa edificaré mi congregación, y las
puertas del Hades no la subyugarán. 19 Yo te daré las
llaves del reino de los cielos, y cualquier cosa que ates sobre la tierra será
la cosa atada en los cielos, y cualquier cosa que desates sobre la tierra será
la cosa desatada en los cielos”.
(Marcos 10:35-45) Y Santiago y Juan, los
dos hijos de Zebedeo, se le acercaron y le dijeron: “Maestro, queremos que
hagas por nosotros cualquier cosa que te pidamos”. 36 Él
les dijo: “¿Qué quieren que les haga?”. 37 Le dijeron:
“Concédenos sentarnos, uno a tu derecha y uno a tu izquierda, en tu gloria”. 38 Mas
Jesús les dijo: “No saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que yo bebo, o
ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?”. 39 Ellos
le dijeron: “Podemos”. Ante eso, Jesús les dijo: “La copa que yo bebo ustedes
beberán, y con el bautismo con que yo soy bautizado ustedes serán bautizados. 40 Sin
embargo, esto de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía darlo,
sino que pertenece a aquellos para quienes se ha preparado”. 41 Ahora
bien, cuando los otros diez oyeron de esto, comenzaron a indignarse contra
Santiago y Juan. 42 Mas Jesús, habiéndolos llamado a sí,
les dijo: “Ustedes saben que los que parecen gobernar a las naciones se
enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen autoridad sobre ellas. 43 No
es así entre ustedes; antes bien, el que quiera llegar a ser grande entre
ustedes tiene que ser ministro de ustedes, 44 y el que
quiera ser el primero entre ustedes tiene que ser el esclavo de todos. 45 Porque
aun el Hijo del hombre no vino para que se le ministrara, sino para ministrar y
para dar su alma en rescate en cambio por muchos”.
14 A pesar de aquella corrección, Pedro volvió a
dejarse vencer por el egoísmo. Cuando Jesús les dijo a sus apóstoles que lo
abandonarían por un tiempo, Pedro rebajó a los demás y se engrandeció a sí
mismo asegurando que solo él sería leal (Mat. 26:31-33).
No debió confiarse tanto, pues aquella misma noche falló, no demostró
tener un espíritu de sacrificio. En un intento por protegerse a sí mismo,
negó a Jesús tres veces (Mat. 26:69-75).
(Mateo 26:31-33) Entonces Jesús les
dijo: “A todos ustedes se les hará tropezar respecto a mí esta noche, porque está
escrito: ‘Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán esparcidas’. 32 Pero
después que yo haya sido levantado iré delante de ustedes a Galilea”. 33 Pero
Pedro, en respuesta, le dijo: “Aunque a todos los demás se les haga tropezar
respecto a ti, ¡a mí nunca se me hará tropezar!”.
(Mateo 26:69-75) Ahora bien, Pedro
estaba sentado fuera en el patio; y una sirvienta se le acercó, y dijo: “¡Tú,
también, estabas con Jesús el galileo!”. 70 Pero él lo
negó ante todos, diciendo: “No sé de qué hablas”. 71 Después
que él hubo salido al portal, otra muchacha lo observó, y dijo a los que
estaban allí: “Este hombre estaba con Jesús el Nazareno”. 72 Y
otra vez él lo negó, con juramento: “¡No conozco al hombre!”. 73 Un
poco después se acercaron los que estaban parados por allí, y dijeron a Pedro:
“Ciertamente tú también eres uno de ellos, porque, de hecho, tu dialecto te
denuncia”. 74 Entonces él empezó a maldecir y a jurar:
“¡No conozco al hombre!”. E inmediatamente un gallo cantó. 75 Y
Pedro se acordó del dicho que Jesús habló, a saber: “Antes que un gallo cante,
me repudiarás tres veces”. Y salió fuera, y lloró amargamente.
15. ¿Por qué nos anima el ejemplo de Pedro?
15 A pesar de sus luchas y tropiezos, Pedro nos dejó un ejemplo muy
animador. Con esfuerzo y con la ayuda del espíritu santo, fue capaz de mantener
a raya sus tendencias egoístas y demostrar autodominio y amor abnegado (Gál. 5:22, 23).
Aguantó pruebas que pudieran parecer más duras que aquellas en las que
había fallado. Por ejemplo, cuando Pablo lo reprendió en público, Pedro
reaccionó con humildad (Gál. 2:11-14).
Y no le guardó rencor pensando que aquella reprimenda había dañado su
reputación. Al contrario, siguió considerándolo su amado hermano (2 Ped. 3:15).
Su ejemplo puede ayudarnos a cultivar un espíritu de sacrificio.
(Gálatas 5:22, 23) Por otra parte, el
fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no hay
ley.
(Gálatas 2:11-14) Sin embargo, cuando
Cefas vino a Antioquía, lo resistí cara a cara, porque se hallaba condenado. 12 Porque,
antes de la llegada de ciertos hombres desde Santiago, solía comer con gente de
las naciones; pero cuando estos llegaron, se puso a retirarse y a separarse,
por temor a los de la clase circuncisa. 13 Los demás de
los judíos también se unieron a él en hacer esta simulación, de modo que hasta
Bernabé fue llevado con ellos en su simulación. 14 Mas
cuando yo vi que no estaban andando rectamente conforme a la verdad de las
buenas nuevas, dije a Cefas delante de todos ellos: “Si tú, aunque eres judío,
vives como las naciones, y no como los judíos, ¿cómo obligas a gente de las
naciones a vivir conforme a la práctica judía?”.
(2 Pedro 3:15) Además, consideren la
paciencia de nuestro Señor como salvación, así como también nuestro amado
hermano Pablo, según la sabiduría que le fue dada, les escribió,
16. ¿Cómo podemos demostrar un espíritu de sacrificio en momentos
difíciles?
16 ¿Cómo reaccionamos en momentos difíciles? Cuando Pedro y los demás
apóstoles fueron encarcelados y azotados por predicar, se regocijaron “porque
se les había considerado dignos de sufrir deshonra a favor del nombre de
[Jesús]” (Hech. 5:41).
Nosotros también podemos ver la persecución como una oportunidad de imitar a
Pedro y seguir los pasos de Jesús demostrando un espíritu de sacrificio (lea 1 Pedro 2:20, 21). Además,
esa actitud nos ayudará si alguna vez los ancianos tienen que corregirnos.
Recordemos el ejemplo de Pedro y no nos ofendamos (Ecl. 7:9).
(Hechos 5:41) Estos, por lo tanto, se
fueron de delante del Sanedrín, regocijándose porque se les había considerado
dignos de sufrir deshonra a favor del nombre de él.
(1 Pedro 2:20, 21) Pues, ¿qué mérito hay
en ello si, cuando ustedes están pecando y son abofeteados, lo aguantan? Pero
si, cuando están haciendo lo bueno y sufren, lo aguantan, esto es algo que
agrada a Dios. 21 De hecho, ustedes fueron llamados a
este [curso], porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles dechado para
que sigan sus pasos con sumo cuidado y atención.
(Eclesiastés 7:9) No te des prisa en tu
espíritu a sentirte ofendido, porque el ofenderse es lo que descansa en el seno
de los estúpidos.
17, 18. a) ¿Qué preguntas podríamos hacernos respecto a nuestras metas?
b) ¿Qué debemos hacer si detectamos indicios de egoísmo en nuestro
corazón?
17 El ejemplo de Pedro también nos anima a ponernos metas espirituales.
Al esforzarnos por alcanzarlas, nos será muy útil tener un espíritu
abnegado. Pero ¡cuidado! Nunca dejemos que nos motive el deseo de prominencia.
Preguntémonos: “¿Por qué quiero servir más de lleno a Jehová? ¿Es porque deseo
reconocimiento de los demás o más autoridad, como al parecer deseaban Santiago
y Juan cuando hicieron su solicitud a Jesús?”.
18 Si detectamos indicios de egoísmo en nuestro corazón, pidámosle a
Jehová que corrija nuestro modo de pensar y sentir, y entonces esforcémonos por
darle gloria a él, no a nosotros mismos (Sal. 86:11).
Podríamos ponernos metas que no nos conviertan en el foco de atención. Por
ejemplo, podríamos cultivar algún aspecto del fruto del espíritu en que debamos
mejorar. O si nos preparamos muy bien para nuestras asignaciones en la
plataforma pero le damos poca importancia a limpiar
el Salón del Reino, podríamos ponernos la meta de seguir el consejo de Romanos 12:16 (léalo).
(Salmo 86:11) Instrúyeme, oh Jehová, acerca de tu camino. Andaré en tu
verdad. Unifica mi corazón para que tema tu nombre.
(Romanos 12:16) Estén dispuestos para con otros del mismo modo como lo están
para consigo mismos; no tengan la mente puesta en cosas encumbradas, sino déjense
llevar con las cosas humildes. No se hagan discretos a sus propios ojos.
19. ¿Qué podemos hacer para no desanimarnos cuando nos miramos en
el espejo de la Palabra de Dios?
19 Cuando nos miramos con cuidado en el espejo de la Palabra de Dios y
encontramos algún defecto —como indicios de egoísmo—, tal vez nos desanimemos.
Si esto ocurre, pensemos en el hombre de la ilustración de Santiago al que
le fue bien. Santiago no mencionó cuánto tardó en resolver los problemas
que vio, ni tampoco si logró solucionarlos todos. Lo que sí dijo es
que aquel hombre persistió en la ley perfecta de Jehová
(Sant. 1:25). Recordó
lo que había visto en el espejo y se esforzó por mejorar. ¿Qué aprendemos? Que
debemos mantener un punto de vista positivo y equilibrado de nosotros mismos y
nuestras imperfecciones (lea Eclesiastés 7:20). Sigamos
profundizando en la ley perfecta y esforcémonos por mantener un espíritu de
sacrificio. Jehová nos quiere ayudar, tal como ha ayudado a tantos hermanos
nuestros que, a pesar de ser imperfectos, tienen su favor y bendición.
(Santiago 1:25) Pero el que mira con cuidado en la ley perfecta que pertenece
a la libertad, y persiste en [ella], este, por cuanto se ha hecho, no un oidor
olvidadizo, sino un hacedor de la obra, será feliz al hacer[la].
(Eclesiastés 7:20) Pues no hay en la tierra hombre justo que siga
haciendo el bien y no peque.
¿QUÉ CONTESTARÍA?
1.
¿Cómo podemos usar la Biblia para
detectar indicios de egoísmo en nosotros mismos?
2.
¿Qué aprendemos del
mal ejemplo de Saúl?
3.
¿Cómo demostró Pedro que es
posible controlar las tendencias egoístas?
Cántico 25
“El amor distingue a los cristianos
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PFC777
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