Cántico 111
Llamare
Estudio Bíblico de Congregación cl cap. 8 párr. 17-24 y
recuadro de la pág. 86 (30
minutos)
Se restituye la vida a los muertos
17, 18. a) ¿Por qué censuró Jesús a los saduceos? b) ¿Qué
circunstancias llevaron a que Elías rogara a Jehová que realizara una
resurrección?
17 Ciertos religiosos del
siglo primero, los saduceos, no creían en la resurrección, por lo que
Jesús les dirigió esta censura: “Ustedes están equivocados, porque
no conocen ni las Escrituras ni el poder de Dios” (Mateo 22:29).
En efecto, la Biblia revela que Jehová tiene dicho poder restaurador. ¿De
qué manera lo hace?
(Mateo 22:29) En respuesta, Jesús
les dijo: “Ustedes están equivocados, porque no conocen ni las Escrituras ni el
poder de Dios;
18 Visualicemos un suceso de
tiempos de Elías. Una viuda sostenía en sus brazos el cuerpo sin vida de su
único hijo. El profeta Elías, huésped de aquella casa, debió de sentirse
horrorizado; antes ya había ayudado al muchacho para que no muriera de
inanición y seguramente le había cobrado cariño. La madre estaba
destrozada. Aquel joven era la única persona que le recordaba a su difunto
esposo, y tal vez contara con que él la cuidase en la vejez. Angustiada, temía
que se la estuviera castigando por algún error del pasado. Pero Elías
no podía soportar que se agravase así su dolor. Tomó con cuidado al niño
del regazo de su madre, lo subió a su habitación y pidió a Jehová Dios que le
devolviera el alma, es decir, la vida (1 Reyes
17:8-21).
(1 Reyes 17:8-21) La palabra de Jehová
ahora le vino, diciendo: 9 “Levántate, ve a Sarepta, que
pertenece a Sidón, y tienes que morar allí. ¡Mira! Ciertamente daré orden allí
a una mujer, una viuda, para que te suministre alimento”. 10 Por
lo tanto, él se levantó y se fue a Sarepta, y entró por la entrada de la
ciudad; y, ¡mire!, allí estaba una mujer, una viuda, recogiendo pedazos de
leña. De modo que la llamó y dijo: “Por favor, consígueme un sorbo de agua en
una vasija para beber”. 11 Cuando ella empezó a ir para
conseguirlo, él pasó a llamarla y a decir: “Por favor, consígueme un pedacito
de pan en tu mano”. 12 Por lo cual ella dijo: “Tan
ciertamente como que vive Jehová tu Dios, no tengo torta redonda, sino un
puñado de harina en el jarro grande y un poco de aceite en el jarro pequeño; y
aquí estoy recogiendo unos cuantos pedazos de leña, y tengo que entrar y hacer
algo para mí y mi hijo, y tendremos que comerlo y morir”. 13 Entonces
le dijo Elías: “No tengas miedo. Entra, haz conforme a tu palabra. Solo que de
lo que hay allí, hazme primero una pequeña torta redonda, y tienes que
traérmela acá fuera, y para ti y tu hijo puedes hacer algo después. 14 Porque
esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: ‘El jarro grande de harina
mismo no se agotará, y el jarro pequeño de aceite mismo no fallará hasta el día
en que Jehová dé un aguacero sobre la superficie del suelo’”. 15 Por
lo tanto, ella se fue e hizo conforme a la palabra de Elías; y continuó
comiendo, ella junto con él y con su casa, por días. 16 El
jarro grande de harina mismo no se agotó, y el jarro pequeño de aceite mismo no
falló, conforme a la palabra de Jehová que él había hablado por medio de Elías.
17 Y después de estas cosas aconteció que el hijo de la
mujer, el ama de la casa, enfermó, y su enfermedad llegó a ser tan grave que no
quedó aliento en él. 18 Ante esto, ella dijo a Elías:
“¿Qué tengo yo que ver contigo, oh hombre del Dios [verdadero]? Has venido a mí
para que se recuerde mi error y para dar muerte a mi hijo”. 19 Pero
él le dijo: “Dame tu hijo”. Entonces lo tomó del seno de ella y lo llevó arriba
a la cámara en el techo, donde él moraba, y lo acostó sobre su propio lecho. 20 Y
empezó a clamar a Jehová y a decir: “Oh Jehová mi Dios, ¿también sobre la viuda
con quien estoy residiendo como forastero tienes que traer perjuicio, dando
muerte a su hijo?”. 21 Y procedió a estirarse sobre el
niño tres veces y a clamar a Jehová y a decir: “Oh Jehová mi Dios, por favor,
haz que el alma de este niño vuelva dentro de él”.
19, 20. a) ¿Cómo demostró Abrahán fe en el poder restaurador de Jehová,
y en qué se basó tal fe? b) ¿Cómo premió Jehová la fe de Elías?
19 Elías no era el primer
ser humano que creía en la resurrección. Siglos antes, Abrahán tuvo fe —una fe
bien fundamentada— en que Jehová poseía dicho poder restaurador. Cuando contaba
100 años y su esposa Sara 90, Dios les restituyó las facultades
reproductivas, lo que permitió el milagro de engendrar un niño (Génesis 17:17; 21:2, 3).
Más tarde, ante la solicitud divina de que sacrificara al hijo ya crecido,
Abrahán actuó con fe, pues estimó que el Creador podía devolverle la vida a su
amado Isaac (Hebreos 11:17-19).
Su firme confianza tal vez explique por qué dijo a sus sirvientes, antes
de subir a la montaña para ofrecer a su hijo, que ambos volverían juntos (Génesis 22:5).
(Génesis 17:17) Ante esto, Abrahán
cayó sobre su rostro y se puso a reír y a decir en su corazón: “¿A un hombre de
cien años de edad le nacerá un hijo, y Sara, sí, una mujer de noventa años de
edad, dará a luz?”.
(Génesis 21:2, 3) Y Sara quedó encinta
y entonces le dio a luz un hijo a Abrahán, en la vejez de él, al tiempo
señalado del cual le había hablado Dios. 3 Por lo tanto
Abrahán llamó por nombre Isaac a su hijo que le había nacido, que Sara le había
dado a luz.
(Hebreos 11:17-19) Por fe Abrahán,
cuando fue probado, ofreció, por decirlo así, a Isaac, y el que gustosamente
había recibido las promesas trató de ofrecer a [su hijo] unigénito, 18 aunque
se le había dicho: “Lo que será llamado ‘descendencia tuya’ será mediante
Isaac”. 19 Pero estimó que Dios podía levantarlo hasta
de entre los muertos; y de allí lo recibió también a manera de ilustración.
(Génesis 22:5) Entonces Abrahán
dijo a sus servidores: “Quédense aquí con el asno, pero yo y el muchacho
queremos ir allá, y adorar, y volver a ustedes”.
20 Jehová dejó que Isaac
siguiera vivo, por lo que no fue preciso que lo resucitara entonces. Pero
en el caso de Elías, el hijo de la viuda ya se encontraba muerto, aunque
no lo estaría por mucho tiempo. Dios premió la fe del profeta resucitando
al joven. Luego, Elías se lo entregó a su madre con estas inolvidables
palabras: “Mira, tu hijo está vivo” (1 Reyes
17:22-24).
(1 Reyes 17:22-24) Finalmente Jehová
escuchó la voz de Elías, de modo que el alma del niño volvió dentro de él, y
llegó a vivir. 23 Elías ahora tomó al niño y lo bajó
desde la cámara en el techo hasta dentro de la casa, y se lo dio a su madre; y
entonces dijo Elías: “Mira, tu hijo está vivo”. 24 Ante
esto, la mujer dijo a Elías: “Ahora, de veras, sí sé que eres un hombre de
Dios, y que la palabra de Jehová en tu boca es verdadera”.
21, 22. a) ¿Qué propósito tuvieron las resurrecciones que refieren las
Escrituras? b) ¿Cuántas personas se levantarán en la resurrección en el
Paraíso, y quién la llevará a cabo?
21 Esta es la primera vez que
las Escrituras relatan que Jehová utilizó su poder para devolver la vida a un
ser humano. Más tarde, él también facultó a Eliseo, Jesús, Pablo y Pedro para
levantar a los muertos. Aunque es evidente que aquellos resucitados fallecieron
con el tiempo, su resurrección, referida en la Biblia, es un maravilloso
adelanto de sucesos futuros.
22 En el Paraíso, Jesús
actuará como “la resurrección y la vida” (Juan 11:25).
Resucitará a incontables millones de personas y les ofrecerá la posibilidad de
tener vida eterna en una Tierra paradisíaca (Juan
5:28, 29). Pensemos en cómo será el reencuentro de
amigos y parientes queridos que, tras una larga separación a causa de la
muerte, se abrazarán con emoción y gozo indescriptibles. Toda la humanidad
alabará a Jehová por su poder restaurador.
(Juan 11:25) Jesús le dijo: “Yo
soy la resurrección y la vida. El que ejerce fe en mí, aunque muera, llegará a
vivir;
(Juan 5:28, 29) No se maravillen de
esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas
conmemorativas oirán su voz 29 y saldrán, los que
hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas
viles a una resurrección de juicio.
23. ¿Cuál fue la mayor demostración del poder de Jehová, y cómo
garantiza nuestra esperanza para el futuro?
23 Jehová
nos da una garantía solidísima de que tales esperanzas son firmes.
La mayor demostración de su poder fue resucitar a su Hijo, Jesús, como
gloriosa criatura espiritual, a la que concedió un rango solo inferior al suyo.
Jesús resucitado se apareció ante centenares de testigos oculares (1 Corintios
15:5, 6). Hasta para los escépticos, estas pruebas
deberían constituir una base más que suficiente para creer que Dios tiene la
capacidad de devolver la vida.
(1 Corintios 15:5, 6) y que se apareció a
Cefas, entonces a los doce. 6 Después de eso se apareció
a más de quinientos hermanos de una vez, de los cuales la mayoría permanece
hasta ahora, pero algunos se han dormido [en la muerte].
24. ¿Por qué tenemos la seguridad de que Jehová levantará a los muertos,
y qué esperanza debemos albergar?
24 Pero él no solo puede
devolver la vida a los muertos, sino que además desea hacerlo. El fiel Job
habló por inspiración de que anhela resucitarlos (Job 14:15).
¿No nos atrae un Dios que ansía utilizar de forma tan amorosa su poder
restaurador? Recordemos, no obstante, que la resurrección no es más
que un aspecto de la gran obra de restauración que está en curso.
Al acercarnos cada vez más a Jehová, valoremos como un tesoro la maravillosa
esperanza de ser testigos presenciales del día en que proceda a “hacer nuevas
todas las cosas” (Revelación 21:5).
(Job 14:15) Tú llamarás, y yo mismo te responderé. Por la
obra de tus manos sentirás anhelo.
(Revelación 21:5) Y Aquel que estaba
sentado en el trono dijo: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas”.
También, dice: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas”.
Preguntas para meditar
2 Reyes
5:1-15 ¿Cómo se benefició del poder restaurador de Jehová
un hombre de tiempos bíblicos por ser humilde?
(2 Reyes 5:1-15) Ahora bien, cierto Naamán, el jefe del ejército del rey de
Siria, había llegado a ser hombre grande delante de su señor y a ser tenido en
estima, porque por medio de él Jehová había dado salvación a Siria; y el hombre
mismo había resultado ser hombre valiente y poderoso, aunque leproso. 2 Y
los sirios, por su parte, habían salido como partidas merodeadoras, y llegaron
a tomar cautiva de la tierra de Israel a una muchachita, y esta llegó a estar
delante de la esposa de Naamán. 3 Con el tiempo ella
dijo a su ama: “¡Si solo mi señor estuviera delante del profeta que hay en
Samaria! En ese caso él le daría recobro de su lepra”. 4 Posteriormente,
alguien vino y se lo informó a su señor, y dijo: “Así y así fue como habló la
muchacha que es de la tierra de Israel”. 5 Entonces el
rey de Siria dijo: “¡Anda! Ven, y déjame enviar una carta al rey de Israel”. De
manera que él procedió a ir y tomar en su mano diez talentos de plata y seis
mil piezas de oro y diez mudas de prendas de vestir. 6 Y
vino trayendo al rey de Israel la carta que decía: “Y ahora bien, al mismo
tiempo que te llegue esta carta, aquí realmente te envío a Naamán mi siervo,
para que le des recobro de su lepra”. 7 Y aconteció que,
en cuanto el rey de Israel leyó la carta, inmediatamente rasgó sus prendas de
vestir y dijo: “¿Soy yo Dios, para dar muerte y conservar vivo? Pues esta
persona envía a mí para que dé recobro de su lepra a un hombre; porque nada más
fíjense, por favor, y vean cómo anda buscando una riña conmigo”. 8 Y
aconteció que, tan pronto como Eliseo el hombre del Dios [verdadero] oyó que el
rey de Israel había rasgado sus prendas de vestir, en seguida envió a decir al
rey: “¿Por qué rasgaste tus prendas de vestir? Permite que venga a mí, por
favor, para que él sepa que existe profeta en Israel”. 9 De
manera que Naamán fue con sus caballos y sus carros de guerra y se paró a la
entrada de la casa de Eliseo. 10 Sin embargo, Eliseo le
envió un mensajero, que dijo: “Yendo allá, tienes que bañarte siete veces en el
Jordán para que vuelva a ti tu carne; y sé limpio”. 11 Ante
esto, Naamán se indignó y empezó a irse y a decir: “Mira que yo [me] había
dicho: ‘Saldrá a mí hasta afuera, y ciertamente estará de pie e invocará el
nombre de Jehová su Dios, y moverá su mano de acá para allá sobre el lugar, y
realmente dará recobro al leproso’. 12 ¿No son el Abaná
y el Farpar, los ríos de Damasco, mejores que todas las aguas de Israel? ¿No
puedo bañarme en ellos y ciertamente ser limpio?”. Con eso se volvió y se fue
furioso. 13 Sus siervos ahora se acercaron y le hablaron
y dijeron: “Padre mío, si hubiera sido una cosa grande la que te hubiera
hablado el profeta mismo, ¿no la harías? ¿Cuánto más, pues, dado que te dijo:
‘Báñate y sé limpio’?”. 14 Por lo cual él bajó y empezó
a sumergirse en el Jordán siete veces, conforme a la palabra del hombre del
Dios [verdadero]; después de lo cual su carne se volvió como la carne de un
muchachito, y quedó limpio. 15 Entonces se volvió al
hombre del Dios [verdadero], él con todo su campamento, y vino y estuvo de pie
delante de él y dijo: “Mira aquí, sé con certeza que no hay Dios en ninguna
parte de la tierra sino en Israel. Y ahora acepta, por favor, un regalo de
bendición de parte de tu siervo”.
Job 14:12-15 ¿Qué
confianza tenía Job, y qué efecto produce este pasaje en nuestra esperanza para
el futuro?
(Job 14:12-15) El
hombre también tiene que acostarse, y no se levanta. Hasta que el cielo ya no
sea no despertarán, ni se les hará despertar de su sueño. 13 ¡Oh
que en el Seol me ocultaras, que me mantuvieras secreto hasta que tu cólera se
volviera atrás, que me fijaras un límite de tiempo y te acordaras de mí! 14 Si
un hombre físicamente capacitado muere, ¿puede volver a vivir? Todos los días
de mi trabajo obligatorio esperaré, hasta que llegue mi relevo. 15 Tú
llamarás, y yo mismo te responderé. Por la obra de tus manos sentirás anhelo.
Salmo 126:1-6 ¿Cómo
nos sentimos los cristianos ante la restauración de la adoración pura y el
hecho de participar en ella?
(Salmo 126:1-6) Cuando Jehová recogió de vuelta a los cautivos de Sión, nos
pusimos como los que estaban soñando. 2 En aquel
tiempo nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de clamor gozoso. En
aquel tiempo procedieron a decir entre las naciones: “Jehová ha hecho una cosa
grande en lo que ha hecho con ellos”. 3 Jehová ha
hecho una cosa grande en lo que ha hecho con nosotros. Nos hemos puesto
gozosos. 4 De veras recoge de vuelta, oh Jehová, a
nuestra compañía de cautivos, como los cauces de los arroyos en el Négueb.
5 Los que siembran con lágrimas segarán aun con
clamor gozoso. 6 El que sin falta sale, aun
llorando, llevando consigo una bolsa llena de semilla, sin falta entrará con un
clamor gozoso, trayendo consigo sus gavillas.
Romanos
4:16-25 ¿Por qué es importante tener fe en el poder
restaurador de Jehová?
(Romanos 4:16-25) A causa de esto fue como resultado de fe, para que sea según
bondad inmerecida, a fin de que la promesa le sea segura a toda su
descendencia, no solo a la que se adhiere a la Ley, sino también a la que se
adhiere a la fe de Abrahán. (Él es el padre de todos nosotros, 17 así
como está escrito: “Te he nombrado padre de muchas naciones”.) Esto fue a vista
de Aquel en quien tenía fe, sí, de Dios, que vivifica a los muertos y llama las
cosas que no son como si fueran. 18 Aunque más allá de
toda esperanza, basado todavía en esperanza tuvo fe, para llegar a ser padre de
muchas naciones conforme a lo que se había dicho: “Así será tu descendencia”. 19 Y,
aunque no se debilitó en fe, consideró su propio cuerpo, ahora ya amortiguado,
pues tenía como cien años, además del amortiguamiento de la matriz de Sara. 20 Pero,
a causa de la promesa de Dios, no titubeó con falta de fe, sino que se hizo
poderoso por su fe, dando gloria a Dios 21 y estando
plenamente convencido de que lo que él había prometido también lo podía hacer. 22 Por
tanto, “le fue contado por justicia”. 23 El que “le fue
contado” fue escrito, sin embargo, no solo por causa de él, 24 sino
también por causa de nosotros a quienes está destinado a ser contado, porque
creemos en el que levantó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor. 25 Él
fue entregado a causa de nuestras ofensas y fue levantado a fin de declararnos
justos.
Escuela del Ministerio
Teocrático
Lectura de la Biblia: Levítico 6 al 9 | Puntos sobresalientes (10 min.)
*** W04 15/5 pág. 22 Puntos sobresalientes
del libro de Levítico ***
7:26, 27. Los israelitas no debían comer sangre. A la
vista de Dios, la sangre representa la vida. “El alma [la vida] de la carne
está en la sangre”, dice Levítico 17:11. Se espera que también los adoradores
verdaderos de hoy se abstengan de sangre (Hechos 15:28, 29).
9:9. ¿Qué tenía de importante el que se derramara sangre en la base del
altar y el que se pusiera sobre los cuernos del altar? Demostraba que Jehová aceptaba la sangre
para fines expiatorios. De hecho, la expiación tenía su fundamento en la
sangre. “Casi todas las cosas son limpiadas con sangre según la Ley —escribió
el apóstol Pablo—, y a menos que se derrame sangre no se efectúa ningún
perdón.” (Hebreos 9:22.)
¿Qué propósito sobresaliente tenían los
sacrificios de comunión en los tiempos de la antigua nación de Israel? ¿Qué
simbolizan en nuestros días? (Lev. 7:31-33.) [16 de jun., w12 15/1 pág. 19
párr. 11, 12.]
W12 15/1 pág. 19 párr. 11-12 Lecciones que
aprendemos de “la armazón [...] de la verdad”
11 La Ley mosaica también estipulaba que los fieles hicieran sacrificios
de comunión como muestra de que estaban en paz con Jehová. Tanto ellos como sus
familias comían la carne de los animales, a menudo en los comedores del templo.
También recibían porciones el sacerdote que oficiaba y los demás que se
hallaban de servicio (Lev. 3:1, nota; 7:31-33).
Lo único que se pretendía con estos sacrificios era gozar de una buena
relación con Dios. Era como si el adorador, su familia, los sacerdotes y Jehová
celebraran un banquete juntos y en paz.
12 ¿Podía haber un mayor privilegio que, por decirlo así, invitar a Jehová
a una comida y que él aceptara? Como es lógico, quienes fueran los anfitriones
querrían ofrecerle lo mejor a tan ilustre huésped. Los sacrificios de comunión,
como parte de la armazón de la verdad que hallamos en la Ley, apuntaban a una
realidad mayor: gracias al sacrificio de Jesús, todos los seres humanos tienen
la oportunidad de entrar en una relación pacífica con su Creador. En la
actualidad, quienes le sacrifican a Dios de buena gana sus energías y recursos
disfrutan de una estrecha amistad con él.
W00 15/8 pág. 16 párr. 17-18 Sacrificios que
agradaron a Dios
17 La ofrenda por el pecado se aceptaba solo para cubrir pecados
involuntarios contra la Ley provocados por la debilidad de la carne. ‘En caso
de que pecara un alma por equivocación en cualquiera de las cosas que Jehová
mandaba que no debían hacerse’, el pecador tenía que presentar una ofrenda
por el pecado adecuada a su posición social en la comunidad (Levítico 4:2, 3,
22, 27). Por otra parte, los pecadores impenitentes eran cortados del
pueblo; no había sacrificios para ellos (Éxodo 21:12-15; Levítico 17:10;
20:2, 6, 10; Números 15:30; Hebreos 2:2).
18 El significado y el propósito de la ofrenda por la culpa se aclaran en
los capítulos 5 y 6 de Levítico. Aunque una persona pecara
involuntariamente, su transgresión podía haber vulnerado los derechos de su
prójimo o de Jehová Dios, error que exigía una satisfacción o reparación. Se
mencionan varias categorías de pecado. Algunos eran pecados íntimos (5:2-6);
otros, pecados contra “las cosas santas de Jehová” (5:14-16), y otros, aunque
no totalmente involuntarios, pecados provocados por deseos impropios
o debilidades de la carne (6:1-3). Además de confesar tales
pecados, el oferente tenía que hacer compensación en los casos debidos y luego
presentar a Jehová una ofrenda por la culpa (Levítico 6:4-7).
W97 1/12 págs. 13-14 párr. 15-16 Jehová, un
Dios que está “listo para perdonar”
15 Nuestros pecados pueden tener también otros efectos. Considere, por
ejemplo, el capítulo 6 de Levítico. La Ley mosaica trata en este pasaje el
caso de un israelita que comete el grave error de apropiarse de los bienes
ajenos por robo, extorsión o fraude. El pecador niega luego su culpabilidad,
atreviéndose incluso a jurar en falso. Es la palabra de una persona contra la
de otra. Más tarde, sin embargo, la conciencia molesta al ofensor y este
confiesa su pecado. Para conseguir el perdón de Dios, debe hacer tres cosas
más: devolver lo que había tomado, pagar a la víctima una multa del veinte por
ciento y presentar un cordero como ofrenda por la culpa. Luego la ley dice: “El
sacerdote tiene que hacer expiación por él delante de Jehová, y así tiene que
serle perdonado”. (Levítico 6:1-7; compárese con Mateo 5:23, 24.)
16 Esta ley era una provisión misericordiosa de Dios. Favorecía a la
víctima, pues se le devolvían sus bienes y, sin duda le suponía un gran alivio
el que el ofensor reconociera por fin su pecado. Al mismo tiempo, la ley
beneficiaba al pecador cuya conciencia lo motivaba finalmente a admitir la
culpa y enmendar su error. En realidad, de no haber actuado así, Dios
no lo habría perdonado.
W12 15/1 págs. 22-23 párr. 8 Ofrezcamos
sacrificios a Jehová con toda nuestra alma
8 Jehová consideraba santos los sacrificios que le hacían sus siervos
israelitas (Lev. 6:25; 7:1). La palabra hebrea para “santo” se
aplica a todo lo que se ha apartado o separado para el uso exclusivo de Dios.
En armonía con este hecho, si deseamos que nuestros sacrificios gocen de
su aprobación, deben estar completamente libres de influencias mundanas.
No podemos amar nada de lo que nuestro Padre odia (léase 1 Juan
2:15-17). Por ejemplo, no queremos establecer ningún vínculo o
relación que pueda llevarnos a estar contaminados a su vista (Isa. 2:4; Rev.
18:4). Y tampoco debemos recrear la mirada en nada que sea sucio o
inmoral, ni dejar que la mente se entregue a fantasías inmundas (Col.
3:5, 6).
W87 15/10 pág. 19 párr. 14 ¿Dirá usted:
“¡Aquí estoy yo! Envíame a mí”?
14 Antes que el Isaías Mayor ascendiera al cielo, dijo que sus discípulos
recibirían espíritu santo y después ‘serían testigos de él tanto en Jerusalén
como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra’.
(Hechos 1:8.) Tal como el altar de los sacrificios suministró lo que se
necesitaba para que el error de Isaías se fuera, así el sacrificio de Jesús fue
la base para que ‘fuera expiado el pecado mismo’ de sus discípulos. (Levítico
6:12, 13; Hebreos 10:5-10; 13:10-15.) Así, Dios podía ungirlos con
espíritu santo, lo que también les daría poder para ser ‘testigos hasta la
parte más distante de la tierra’. Tanto el profeta Isaías como el Isaías Mayor
habían sido enviados a proclamar el mensaje de Dios. De manera similar, los
seguidores ungidos de Jesús fueron “enviados de parte de Dios [...] en
compañía con Cristo”. (2 Corintios 2:17.)
W92 1/12 pág. 9 párr. 9 La bendición de
Jehová enriquece
9 Según la Ley, una de las obligaciones de Israel era llevar ofrendas al
templo y pagar diezmos. Algunas ofrendas se quemaban completamente sobre el
altar de Jehová, mientras que otras se dividían entre los sacerdotes y los que
presentaban el sacrificio, y se ofrecían a Jehová porciones especiales. (Levítico
1:3-9; 7:1-15.) Respecto a los diezmos, Moisés dijo a los
israelitas: “Toda décima parte de la tierra, de la semilla de la tierra y del
fruto del árbol, pertenece a Jehová. Es cosa santa a Jehová”. (Levítico 27:30.)
Los levitas que trabajaban en el tabernáculo, y más tarde en el templo,
recibían el diezmo. A su vez, los levitas que no eran sacerdotes daban un
diezmo de lo que recibían a los sacerdotes aarónicos. (Números 18:21-29.) ¿Por
qué requería Jehová que Israel pagara diezmos? En primer lugar, para que
mostraran de manera tangible su aprecio por la bondad de Jehová. En segundo
lugar, para que ayudaran a mantener a los levitas, quienes así podrían concentrarse
en sus obligaciones, inclusive enseñar la Ley. (2 Crónicas 17:7-9.)
También era una forma de apoyar la adoración pura, y todos se beneficiaban.
W06 1/7 págs. 22-23 párr. 8-9 Nacieron dentro
del pueblo escogido por Dios
8 Jehová dio a su pueblo muchas oportunidades de demostrar que en
realidad era una nación dedicada a él. Por ejemplo, su Ley estipuló un sistema
de sacrificios, u ofrendas, algunos de los cuales eran obligatorios y otros
voluntarios (Hebreos 8:3). Las ofrendas quemadas, de grano y de comunión eran
voluntarias, pues se trataba de regalos ofrecidos a Jehová para conseguir su
favor y expresarle gratitud (Levítico 7:11-13).
9 Aquellos sacrificios de carácter voluntario complacían a Jehová.
De las ofrendas quemadas y de grano se decía que tenían para él un “olor
conducente a descanso” (Levítico 1:9; 2:2). En el sacrificio de comunión,
la sangre y la grasa del animal se ofrecían a Dios, mientras que las porciones
de carne eran para los sacerdotes y el israelita que hacía la ofrenda.
Se trataba, pues, de una comida simbólica que evidenciaba una relación
pacífica con Jehová. La Ley decía: “Ahora bien, en caso de que sacrifiquen
un sacrificio de comunión a Jehová, deben sacrificarlo para granjearse
aprobación” (Levítico 19:5). Es verdad que todos los israelitas estaban
dedicados a Jehová por nacimiento; sin embargo, los que con sus ofrendas
voluntarias demostraban su deseo de escogerlo como su Dios ‘se granjeaban la
aprobación’ de Jehová y recibían incontables bendiciones (Malaquías 3:10).
W94 1/7 págs. 8-9 párr. 2 ¿De qué mesa se
alimenta usted?
2 Las palabras de Pablo nos recuerdan los sacrificios de comunión que los
israelitas de la antigüedad ofrecían bajo la Ley de Jehová. Al altar de Dios se
le llamaba una mesa, y se decía que el que llevaba el animal para ser
sacrificado tenía comunión con Jehová y con los sacerdotes. ¿En qué sentido?
Primero, Jehová participaba en el sacrificio porque la sangre se rociaba sobre
su altar y las llamas por debajo consumían la grasa. Segundo, el sacerdote participaba
en el sentido de que él (y su familia) comía el pecho asado y la pierna derecha
del animal sacrificado. Y tercero, el que presentaba la ofrenda participaba
comiéndose el resto de la carne. (Levítico 7:11-36.) Hoy día, comer de
la mesa de Jehová significa adorarlo como él manda, según ejemplificaron Jesús
y sus apóstoles. Para lograrlo tenemos que alimentarnos espiritualmente de lo
que Jehová provee mediante su Palabra y su organización. A los israelitas, que
disfrutaban de comunión especial con Jehová a Su mesa, se les prohibió ofrecer
sacrificios a los demonios en su mesa. Dios ha prohibido lo mismo a los
israelitas espirituales y a sus compañeros, las “otras ovejas”. (Juan 10:16.)
W90 1/5 pág. 20 párr. 13 Su opinión sobre el
alma tiene efecto en su vida
13. ¿De qué maneras se usa en la Biblia
la palabra “alma”?
13 En la Biblia se usa la palabra “alma” de muchas otras maneras. Génesis
9:5 dice: “Su sangre de sus almas la reclamaré”. Aquí se señala que el alma
tiene sangre. Éxodo 12:16 dice: “Solo lo que cada alma necesite comer, solo eso
puede hacerse para ustedes”. En este caso se indica que el alma come.
Deuteronomio 24:7 habla de un hombre que ‘secuestre a un alma de sus hermanos’.
Obviamente no se secuestraba a un alma inmortal. Salmo 119:28 dice: “Mi alma se
ha desvelado de desconsuelo”. Así que el alma hasta puede perder el sueño. La
Biblia muestra también que el alma es mortal. Muere. “Esa alma tiene que ser
cortada de su pueblo.” (Levítico 7:20.) “No podrá venir hacia ninguna
alma muerta.” (Números 6:6.) “Nuestras almas han de morir.” (Josué 2:14.)
“Cualquier alma que no escuche a ese Profeta será completamente destruida.”
(Hechos 3:23.) “Toda alma viviente murió.” (Revelación 16:3.)
W03 15/2 págs. 18-19 párr. 4-5 ¿Qué significa para usted la Cena del
Señor?
4 Todos los años, al acercarse la Conmemoración, es esencial que quienes
participan de los emblemas se hagan un autoexamen. Para que puedan tener parte
apropiadamente en esta comida de comunión, deben gozar de una condición
espiritual saludable. Cualquiera que trate el sacrificio de Jesús con falta de
respeto, o hasta con desdén, corre el riesgo de ser ‘cortado del pueblo de
Dios’, como le ocurría al israelita que estando impuro comía de un sacrificio
de comunión (Levítico 7:20; Hebreos 10:28-31).
5 Pablo comparó la Conmemoración a una comida de comunión en el antiguo
Israel. Tras explicar que los comensales se hallaban en comunión con Cristo,
agregó: “No pueden estar bebiendo la copa de Jehová y la copa de demonios;
no pueden estar participando de ‘la mesa de Jehová’ y de la mesa de
demonios” (1 Corintios 10:16-21). Si alguien que participa de los emblemas
de la Conmemoración comete un pecado grave, debe confesarlo a Jehová y buscar
la ayuda espiritual de los ancianos de la congregación (Proverbios 28:13;
Santiago 5:13-16). Si de veras se arrepiente y produce fruto propio del
arrepentimiento, no estaría participando indignamente (Lucas 3:8).
W03 15/2 pág. 16 párr. 20-21 ¿Por qué debemos
observar la Cena del Señor?
20 Aun cuando pueden emplearse más de un plato de pan y una copa de vino,
la Conmemoración es una comida de comunión. En el antiguo Israel, un
hombre podía tener una comida de comunión llevando un animal al santuario de
Dios para que lo degollaran. Una porción de la víctima se quemaba sobre el
altar, otra correspondía al sacerdote que oficiaba, y una tercera era para los
hijos sacerdotales de Aarón; también participaban de la comida el oferente y su
familia (Levítico 3:1-16; 7:28-36). De igual modo, la
Conmemoración es una comida de comunión porque hay una participación conjunta.
21 Jehová es uno de los participantes de esta comida por ser quien le dio
origen. Jesús es el sacrificio, y los cristianos ungidos participan unidamente
de los emblemas. Comer a la mesa de Jehová significa que los comensales están
en paz con él. Por ello, Pablo escribió: “La copa de bendición que bendecimos,
¿no es un participar de la sangre del Cristo? El pan que partimos, ¿no es un
participar del cuerpo del Cristo? Porque hay un solo pan, nosotros, aunque
muchos, somos un solo cuerpo, porque todos participamos de ese solo pan”
(1 Corintios 10:16, 17).
W90 15/10 pág. 12 párr. 12 Entendimiento de
por qué había de venir el Mesías
12 Aarón había sido el primero de una larga sucesión de sumos sacerdotes
israelitas. Después que hubo sido ungido con aceite santo, tuvo que esperar
siete días en el tabernáculo antes de que se le facultara para servir como sumo
sacerdote. (Levítico 8:12, 33.) De manera similar, Jesús tuvo un
período de espera antes de que recibiera poder para interceder a favor de la
humanidad. Eso fue desde que fue ungido Sumo Sacerdote hasta su resurrección. A
diferencia de Aarón, el Hijo inmortal de Dios no necesita sucesores, y sirve
como Sacerdote y Rey “a la manera de Melquisedec”. (Salmo 110:1-4; Génesis
14:18-20; Hebreos 6:20; 7:1-3, 11-17, 23-25.)
W78 1/5 pág. 22 párr. 5 Nuestra salud
espiritual y “los riñones”
5 Tenemos presente, también, que los riñones están encerrados en una capa
de grasa de hasta trece milímetros o más de grueso, dependiendo del tamaño de
uno. Esto significa aún mayor profundidad para estos órganos, una profundidad
que los pone muy fuera de la vista humana. Por estar cubiertos de tan gruesa
capa de grasa, los riñones eran una parte especialmente preciosa de los sacrificios
de animales que el pueblo de Jehová le ofrecía antiguamente. Por ejemplo,
respecto a los primeros sacrificios de animales de los cuales hay informe de
que se ofrecieron a Dios, los que ofreció Abel el hijo de Adán y hermano de
Caín, se declara que él “trajo algunos primogénitos de su rebaño, aun sus
trozos grasos.” (Gén. 4:4) Entre estos trozos grasos estarían los riñones.
También, tocante a los sacrificios que los israelitas tenían que ofrecer a
Jehová, repetidas veces leemos acerca de “los dos riñones y la grasa que hay
sobre ellos” que se asignaban a Jehová. (Lev. 3:4, 10, 15; 4:9; 7:4; 8:16)
La grasa de los riñones ardía bien y producía un olor agradable. De modo que
los riñones no eran parte insignificante de los sacrificios a Dios.
Núm. 2: Por qué no
oramos a los “santos” (rs pág.
351 párr. 4– pág. 352 párr. 2)
Jesucristo
dijo: “Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los
cielos, [...]”. Por lo tanto las oraciones deben dirigirse al Padre.
Jesús también dijo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre
sino por mí. Lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré” (Mat. 6:9; Juan 14:6, 14, EMN). Así
Jesús descartó la idea de que otra persona pudiera desempeñar el papel de
intercesor. El apóstol Pablo agregó respecto a Cristo: “No solamente murió por
nosotros, sino también resucitó, y está sentado a la diestra de Dios, en donde
así mismo intercede por nosotros”. “De ahí que puede también salvar hasta el
final a los que por su medio se van acercando a Dios, pues está siempre vivo
para interceder por ellos” (Rom. 8:34, TA; Heb. 7:25, NBE). Si
verdaderamente queremos que Dios oiga nuestras oraciones, ¿no sería sensato
acercarnos a Dios como su Palabra nos instruye? (Véase también la
página 232, en la sección titulada “María”.)
Efe. 6:18, 19, FS: “A este fin tened el
espíritu en oración incesante. Asimismo en vela continua y perseverante,
orando por todos los santos. También por mí a fin de que me
sea otorgado predicar con valentía y confianza: Dar a conocer el misterio del
evangelio.” (Las bastardillas son nuestras.) (Aquí se insta a los efesios a
orar por los santos, pero no a ellos ni mediante ellos.
La New Catholic Encyclopedia, 1967,
tomo XI, pág. 670, reconoce lo siguiente: “Generalmente en el N[uevo]
T[estamento], toda oración, tanto la privada como la oración litúrgica pública,
se dirige a Dios el Padre por medio de Cristo”.)
Rom. 15:30, TA: “Entre tanto, hermanos, os suplico por nuestro
Señor Jesucristo y por la caridad del Espíritu Santo, que me ayudéis con las
oraciones que hagáis a Dios por mí.” (El apóstol Pablo, él mismo un santo,
pidió a sus compañeros cristianos, quienes también eran santos, que oraran por
él. Pero note que Pablo no dirigió sus oraciones a aquellos
que eran santos como él, ni reemplazaron las oraciones de ellos a favor de él
la relación íntima de que Pablo mismo disfrutaba con el Padre mediante la
oración. Compárese con Efesios 3:11, 12, 14.)
Núm. 3: Absalón. Huya
de la ambición y la hipocresía (it-1
pág. 34 párr. 6–pág. 36 párr. 5)
Pasaron
dos años. Llegó el tiempo de esquilar las ovejas, y como era una ocasión
festiva, Absalón organizó un banquete en Baal-hazor, a unos 22 Km. al NNE.
de Jerusalén, e invitó a los hijos del rey y al rey David mismo. Cuando este se
excusó de asistir, Absalón insistió en que enviara en su lugar a su
primogénito, Amnón. (Pr 10:18.) Durante el banquete, cuando
Amnón estaba de “humor alegre con el vino”, Absalón ordenó a sus siervos que le
dieran muerte. Los otros hijos volvieron a Jerusalén y Absalón se fue al exilio
a Guesur, al E. del mar de Galilea, donde reinaba su abuelo sirio. (2Sa 13:23-38.) La “espada” que había
predicho el profeta Natán acababa de entrar en la “casa” de David, donde
continuaría por el resto de su vida. (2Sa 12:10.)
Recupera el favor. Después
de tres años, cuando el dolor de David por la pérdida de su primogénito se
había aliviado hasta cierto grado, empezó a sentir nostalgia por su hijo
Absalón. Leyendo los pensamientos de su tío el rey, Joab se valió de una
estratagema para conseguir que concediera un perdón condicional a Absalón y lo
repatriara, aunque sin tener derecho a comparecer en la corte de su padre. (2Sa 13:39; 14:1-24.) Absalón aguantó este
extrañamiento por dos años y luego empezó a manejar los asuntos para obtener el
perdón completo. Cuando Joab, como funcionario de la corte real, rehusó
visitarle, Absalón mandó quemar su campo de cebada, y cuando este le visitó
indignado, le dijo que deseaba que el rey tomara una decisión final, y añadió:
“Si hay error alguno en mí, él entonces tiene que darme muerte”. Después que
Joab remitió el mensaje, David recibió a su hijo, quien inmediatamente cayó al
suelo en símbolo de total sumisión, ante lo que el rey le dio un beso en señal
de perdón completo. (2Sa 14:28-33.)
Se vuelve traidor. Sin
embargo, parece que todo afecto natural o filial que Absalón hubiera sentido
por David desapareció durante los cinco años que estuvo separado de su padre.
Es posible que los tres años de asociación con la realeza pagana plantaran en
él la influencia corrosiva de la ambición. Posiblemente Absalón se veía como
heredero al trono debido a que era de ascendencia real tanto por parte de padre
como de madre. Puesto que no se hace mención de Kileab (Daniel), el
segundo hijo de David, después del relato de su nacimiento, es posible que
hubiera muerto, con lo que Absalón sería el mayor de los hijos que aún le
quedaban con vida a David. (2Sa 3:3; 1Cr 3:1.) No obstante, después del
nacimiento de Absalón, Dios le había prometido a David que habría una
“descendencia” futura que heredaría el trono, de manera que Absalón debió haber
sabido que Jehová no lo había escogido para ser rey. (2Sa 7:12.) De todos modos, una vez que
recuperó su rango real, empezó una campaña política solapada. Con consumada
pericia, fingió gran interés en el bienestar público y se presentó como un
hombre del pueblo. Insinuaba con cuidado a la gente, y en particular a los que
no eran de la tribu de Judá, que la corte del rey no se interesaba lo
suficiente en los problemas del pueblo y que se necesitaba con urgencia un
hombre de gran corazón como él. (2Sa 15:1-6.)
No se
sabe con seguridad a qué período aplicar la expresión “al cabo de cuarenta
años”, que aparece en 2 Samuel 15:7, y en la Septuaginta (edición
de Lagarde), la Versión Peshitta siriaca y la Vulgata latina
se vierte “cuatro años”. Sin embargo, no parece probable que Absalón
esperara seis años para cumplir un voto, si se cuentan los “cuatro años” desde
que fue completamente perdonado. (2Sa 14:28.) Puesto que durante el
reinado de David, y después de los acontecimientos considerados aquí, sobrevino
un hambre de tres años, se peleó una guerra contra los filisteos y tuvo lugar
el intento de Adonías de apoderarse del trono, es evidente que el punto de
partida desde donde el escritor cuenta los “cuarenta años” tuvo que haber sido
muy anterior al principio del reinado de cuarenta años de David, y quizás se
refiera a cuatro décadas desde que Samuel lo ungió por primera vez. Esto
explicaría que Absalón todavía fuera un “joven” para ese tiempo (2Sa 18:5), puesto que nació entre los
años 1077 y 1070 a. E.C.
Convencido
de que había conseguido bastantes seguidores por todo el reino, Absalón usó un
pretexto a fin de obtener el permiso de su padre para ir a Hebrón, la capital
original de Judá. Desde allí organizó rápidamente una conspiración a gran
escala a fin de apoderarse del trono, para la que contó con una red nacional de
espías que tenía que proclamar su gobernación real en un momento fijado de
antemano. Después de ofrecer sacrificios para invocar la bendición de Dios
sobre su gobernación, obtuvo el apoyo del consejero más respetado de su padre,
Ahitofel, y muchas personas se pusieron de su parte. (2Sa 15:7-12.)
Debido a
que se encaraba a una importante crisis y preveía un ataque a gran escala,
David optó por abandonar el palacio junto con todos los miembros de su casa,
aunque contaba con el apoyo leal de una gran cantidad de hombres fieles, como
los sacerdotes principales, Abiatar y Sadoc, a quienes envió de regreso a
Jerusalén para que sirvieran de enlaces. Mientras subía por el monte de los
Olivos, descalzo, con la cabeza cubierta y llorando, salió a su encuentro Husai,
el “compañero” del rey, y David también lo envió a Jerusalén para que frustrara
el consejo de Ahitofel. (2Sa 15:13-37.) Acosado por
oportunistas, uno en busca de favor, otro con espíritu partidista y dando
rienda suelta a sus sentimientos de odio, David demuestra un talante humano muy
superior al de Absalón por su sumisión humilde y por negarse a devolver mal por
mal. Cuando Simeí le tiró piedras y lo maldijo, David rechazó la petición de su
sobrino Abisai de “quitarle la cabeza”, con el siguiente razonamiento: “Miren
que mi propio hijo, que ha salido de mis mismas entrañas, anda buscando mi
alma; ¡y cuánto más ahora un benjaminita! ¡Déjenlo para que invoque el mal,
porque así se lo ha dicho Jehová! Quizás vea Jehová con su ojo, y Jehová
realmente me restaure el bien en vez de su invocación de mal este día”. (2Sa 16:1-14.)
Después
de ocupar Jerusalén y el palacio, Absalón aceptó la aparente defección de
Husai, aunque primero hizo una referencia sarcástica al hecho de que hubiera
sido el fiel “compañero” de David. Luego, siguiendo el consejo de Ahitofel,
tuvo relaciones ante los ojos de todo Israel con las concubinas de su padre
como prueba de que había roto por completo con él y estaba absolutamente
resuelto a mantener el control del trono. (2Sa 16:15-23.) De este modo se cumplió
la parte final de la profecía inspirada de Natán. (2Sa 12:11.)
Entonces
Ahitofel instó a Absalón para que le diera autoridad con el fin de conducir una
fuerza de combate contra David aquella misma noche y así darle el golpe de
gracia antes de que sus fuerzas pudieran organizarse. Aunque complacido,
Absalón todavía pensó que sería sabio oír la opinión de Husai. Este, dándose
cuenta de que David necesitaba tiempo, le describió gráficamente un plan ideado
quizás con el propósito de aprovecharse de cualquier conato de cobardía de
Absalón (quien hasta ese momento había demostrado más arrogancia y astucia que
valor), así como de estimular su vanidad. Husai recomendó tomar tiempo primero
para reunir un ejército abrumador que debía ponerse bajo el mando del mismo
Absalón. Por intervención divina, se aceptó este consejo. Ahitofel debió
considerar que la sublevación era una causa perdida y se suicidó. (2Sa 17:1-14, 23.)
Como
medida precautoria, Husai mandó unos emisarios a David para que le informaran
sobre el consejo de Ahitofel, y a pesar de que Absalón intentó prender a estos
correos clandestinos, David recibió la advertencia, cruzó al otro lado del
Jordán y subió a las colinas de Galaad hasta Mahanaim (donde Is-bóset
había tenido su capital). Allí se le recibió con muestras de generosidad y
bondad. Al prepararse para el conflicto, David organizó sus fuerzas cada vez
mayores en tres divisiones, que puso bajo Joab, Abisai e Ittai el guitita.
Aceptó el consejo de permanecer en la ciudad, ya que su presencia era de más
valor allí, y de nuevo demostró su sorprendente magnanimidad hacia Absalón al
ordenar en público a sus tres capitanes: “Traten con suavidad, por mi causa, al
joven Absalón”. (2Sa 17:15–18:5.)
Batalla decisiva y muerte de Absalón. Las
fuerzas recién formadas de Absalón sufrieron una derrota aplastante a manos de
los expertos combatientes de David. La batalla llegó hasta el bosque de Efraín.
Mientras huía cabalgando sobre su mula real, Absalón pasó por debajo de las
ramas bajas de un gran árbol y debió de enredársele el pelo en la horquilla de
una rama, de manera que quedó suspendido en el aire. El hombre que informó a
Joab que le había visto dijo que no hubiera desobedecido la solicitud de
David matando a Absalón ni por “mil piezas de plata [si eran siclos, c. 2.200
dólares (E.U.A)]”, pero Joab no sintió tal reparo. Lanzó tres dardos y se
los clavó en el corazón, después de lo cual diez de sus hombres se unieron a su
capitán, compartiendo así la responsabilidad de la muerte de Absalón. Luego
arrojaron su cuerpo en un hueco y lo cubrieron con un montón de piedras,
indicando de este modo que no era digno de recibir sepultura. (2Sa 18:6-17; compárese con Jos 7:26; 8:29.)
Cuando
los mensajeros llegaron a Mahanaim, donde estaba David, su principal
preocupación era su hijo. Al enterarse de su muerte, se puso a andar de acá para
allá en la cámara del techo, llorando: “¡Hijo mío, Absalón, hijo mío, hijo mío,
Absalón! ¡Oh, que yo pudiera haber muerto, yo mismo, en lugar de ti, Absalón,
hijo mío, hijo mío!”. (2Sa 18:24-33.) El razonamiento directo
y categórico de Joab fue lo único que consiguió sacar a David de su gran pesar
debido al trágico desenlace y el final que había tenido este joven astuto y de
gran atractivo físico, cuya ambición desenfrenada le había llevado a luchar
contra el ungido de Dios y a su propia ruina. (2Sa 19:1-8; compárese con Pr 24:21, 22.)
A juzgar
por el encabezamiento del Salmo 3, David
lo escribió durante el tiempo de la sublevación de Absalón.
Monumento de Absalón. Absalón
erigió una columna en la “llanura baja del Rey”, llamada también “llanura baja
de Savé”, cerca de Jerusalén. (2Sa 18:18; Gé 14:17.) Levantó este monumento
debido a que no tenía hijos mediante quienes conservar su nombre después
de su muerte. Por lo tanto, parece ser que sus tres hijos mencionados en 2 Samuel 14:27 murieron
siendo aún jóvenes. A Absalón no se le enterró en la ubicación de su
monumento, sino que lo arrojaron a un “hueco” del bosque de Efraín. (2Sa 18:6, 17.)
En el
valle de Cedrón hay un monumento cortado de la misma roca llamado “tumba de
Absalón”, pero su estilo arquitectónico indica que es del período grecorromano,
quizás del tiempo de Herodes. Por consiguiente, no hay ninguna base para
relacionar el nombre de Absalón con este monumento.
Reunión de Servicio
Cántico 37
30 min. “No olvidemos
a quienes viven en residencias de ancianos.” Preguntas
y respuestas. Al analizar el párrafo 4, incluya una breve demostración en la
que dos publicadores capacitados conversan con el encargado de las actividades
de una residencia sobre la posibilidad de llevar a cabo un estudio bíblico en
grupo.
1. ¿Por qué necesitamos llevarles las buenas nuevas a quienes viven en
residencias de ancianos?
1 Muchas personas sufren los
efectos de la vejez (Ecl. 12:1-7). Algunas viven en residencias de
ancianos, por lo que no siempre podemos hablar con ellas al predicar de casa en
casa. Esto ocurre incluso en países donde lo normal es que los padres se muden
con sus hijos u otros familiares al llegar a la vejez. Las personas mayores que
viven en residencias, y otros que necesitan cuidados especiales, quizás tengan
limitaciones de movilidad o memoria, pero aún pueden aprender acerca de Jehová
y llegar a apreciarlo y amarlo. ¿Qué podemos hacer para llevarles las buenas
nuevas de “la feliz esperanza”? (Tito 2:13.)
(Eclesiastés 12:1-7) Acuérdate, ahora, de
tu Magnífico Creador en los días de tu mocedad, antes que procedan a venir los
días calamitosos, o hayan llegado los años en que dirás: “No tengo en ellos
deleite”; 2 antes que se oscurezcan el sol y la luz y la
luna y las estrellas, y hayan regresado las nubes, después el aguacero; 3 el
día en que tiemblen los guardianes de la casa, y se hayan encorvado los hombres
de energía vital, y las mujeres que muelen hayan dejado de trabajar por haber
llegado a ser pocas, y las señoras que ven por las ventanas lo hayan hallado oscuro;
4 y las puertas que dan a la calle hayan sido cerradas,
cuando el sonido del molino se haga quedo, y uno se levante al sonido de un
pájaro, y todas las hijas del canto suenen bajo. 5 También
se han llenado de temor meramente de lo que es alto, y hay terrores en el
camino. Y el almendro lleva flores, y el saltamontes se arrastra, y la baya de
la alcaparra se revienta, porque el hombre va andando a su casa de larga
duración y los plañidores han marchado alrededor por la calle; 6 antes
que se remueva la cuerda de plata, y se quebrante el tazón de oro, y se quiebre
el jarro junto al manantial, y haya sido quebrantada la rueda del agua para la
cisterna. 7 Entonces el polvo vuelve a la tierra
justamente como sucedía que era, y el espíritu mismo vuelve al Dios [verdadero]
que lo dio.
(Tito 2:13) mientras aguardamos la feliz esperanza y la
gloriosa manifestación del gran Dios y de[l] Salvador nuestro, Cristo Jesús,
2. ¿Cómo conseguir una lista de residencias de ancianos para visitarlas?
2 Cómo empezar. Por lo general, se puede conseguir una lista
de residencias u hogares de ancianos buscando en Internet o en el directorio
telefónico bajo categorías como “residencias de ancianos”, “clínicas
geriátricas” o “asilos”. El superintendente de servicio puede ser quien asigne
a publicadores capacitados para que visiten estos lugares. Con buena
organización y confiando en Jehová, no será muy difícil establecer un estudio
bíblico en grupo (Prov. 21:5; 1 Juan 5:14, 15).
(Proverbios 21:5) Los planes del
diligente propenden de seguro a ventaja, pero todo el que es apresurado se
encamina de seguro a la carencia.
(1 Juan 5:14, 15) Y esta es la
confianza que tenemos para con él, que, no importa qué sea lo que pidamos
conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Además, si
sabemos que nos oye respecto a cualquier cosa que estemos pidiendo, sabemos que
hemos de tener las cosas pedidas porque se las hemos pedido a él.
3, 4. a) ¿Con quién deberíamos hablar para ofrecer el estudio bíblico en
grupo? b) ¿Cómo podríamos explicar en qué consisten las sesiones de estudio?
3 La manera de presentar el
estudio dependerá del tipo de residencia. Si hay muchos residentes y cuenta con
un personal numeroso, lo mejor será preguntarle al recepcionista si podemos
hablar con el encargado de actividades. Pero si es un lugar pequeño (un hogar
de ancianos con pocos residentes y dos o tres cuidadores), lo mejor será
concertar una cita para hablar directamente con el dueño.
4 En cualquier caso, diga que
es un voluntario que se ofrece para animar a las personas que les gusta leer y
hablar de relatos bíblicos. Pregunte si hay residentes a los que le gustaría
participar en charlas bíblicas en grupo de unos treinta minutos a la semana. Puede
utilizar una amplia gama de publicaciones. A muchos les ha dado buenos
resultados usar Mi libro de historias bíblicas y El
hombre más grande de todos los tiempos. Quizás convenga mostrarle primero
al director las publicaciones. Puede concretar con él la hora, el día y la sala
donde se reunirán, información que por lo general se colocará en el calendario
de actividades de la residencia. No se retraiga de identificarse como testigo
de Jehová. Explique al director que no viene para realizar ningún servicio
religioso, sino para fomentar el estudio de la Biblia.
5. ¿Qué sugerencias prácticas harán que las sesiones sean amenas y
provechosas?
5 Cómo dirigir las sesiones
de estudio. Todo dependerá de las
circunstancias y del ambiente de la residencia, así que hay que ser flexibles y
considerados. Quien dirija el estudio debería llevar varios ejemplares de la
publicación que se va a analizar y traérselos consigo una vez concluida la
sesión. Tal vez tenga que llevar ejemplares en letra grande para quienes los necesiten.
Se podría pedir a los que quieran y puedan que lean los párrafos o relatos
bíblicos y luego hacer las preguntas como de costumbre. Sea simpático, positivo
y amigable durante el estudio. Con el permiso del director, también podría
mostrar algún video de la organización que fortalezca la fe en la Biblia o
destaque lecciones de algún relato bíblico. Puede empezar y terminar las
sesiones con una oración breve. Algunos publicadores también han usado
cánticos.
6. ¿Qué podría hacer ante una objeción?
6 ¿Qué hacer si un residente
no está de acuerdo con algo que usted ha leído o dicho durante la sesión de
estudio? Use buen juicio al responderle (Col. 4:6). Tal vez podría mostrarle algún
texto bíblico que conteste directamente su pregunta. Si no es un buen momento
para hacer eso, será mejor agradecerle su observación y ofrecerse a analizar el
asunto con él en privado después del estudio.
(Colosenses 4:6) Que su habla siempre
sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a
cada uno.
7. ¿Qué podría hacer si un residente tiene una pregunta en particular o
muestra mayor interés?
7 A veces, puede ser que
alguien haga una pregunta o exprese su deseo de saber más sobre cierto tema.
Cuando eso ocurre, una hermana suele decir: “Esa es una buena observación. Pero
como se trata de una pregunta suya, ¿le parece bien si esperamos a terminar lo
que estamos leyendo y luego usted y yo la analizamos juntos?”. Normalmente se
puede apartar otro momento para dirigir un curso bíblico individual en otro
lugar con quienes lo deseen.
8. ¿Cómo se deben contar los estudios bíblicos en grupo e individuales
que se establezcan?
8 Lo mejor es que sean
siempre los mismos publicadores quienes lleven a cabo el curso bíblico en grupo
en la residencia. Todos ellos pueden apuntarse el tiempo. Una vez que se
establezca el estudio, el publicador que dirija las sesiones puede contarse una
revisita cada vez que vaya y un estudio bíblico al final del mes. Los estudios
individuales que se empiecen con quienes sean capaces de entender y aprender se
contarán de la manera acostumbrada.
9, 10. Explique las cualidades que deben demostrar quienes dirijan las
sesiones de estudio.
9 Sea constante. Fije un día y una hora para las sesiones de
estudio en grupo. Tanto los estudiantes como el personal del lugar esperan que
el curso se realice de manera regular y que empiece y acabe puntualmente (Mat. 5:37).
Por tanto, sea diligente, organizado y cumplidor. La experiencia ha demostrado que
es mejor que dos publicadores se encarguen de las sesiones de estudio con el
grupo (Ecl.
4:9, 10). En las residencias
grandes, quizás hagan falta más publicadores.
(Mateo 5:37) Simplemente signifique
su palabra Sí, Sí, su No, No; porque lo que excede de esto
proviene del inicuo.
(Eclesiastés 4:9, 10) Mejores son dos que
uno, porque tienen buen galardón por su duro trabajo. 10 Pues
si uno de ellos cae, el otro puede levantar a su socio. Pero ¿cómo le irá al
que está solo y cae cuando no hay otro que lo levante?
10 También es muy importante
que sea amigable y muestre interés por las personas (Filip. 2:4). El primer día
dedique tiempo a conocer a cada uno de los que asistan. Apunte los nombres y
trate de memorizarlos antes del siguiente estudio. Recuerde que algunos mayores
se ofenden si los llaman por su nombre y no por el apellido. Si muestra
paciencia y compasión, todos se sentirán a gusto y apreciados.
(Filipenses 2:4) no vigilando con
interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal
los de los demás.
11. ¿Cómo pueden mostrar respeto por el personal y los familiares de los
residentes quienes se encargan del estudio?
11 No olvide ser amable y respetuoso
con el personal de la residencia y los familiares de los ancianos. Una vez que
el estudio esté establecido, es mejor no cambiar el horario ni la manera de
efectuarlo sin consultar antes con el director. De vez en cuando pregúntele
cómo cree que va el estudio. Si vienen familiares de visita mientras están
reunidos, tome la iniciativa en presentarse. Explíqueles el objetivo de las
clases. Confírmeles el interés sincero que siente por su familiar e invítelos a
quedarse y escuchar.
12, 13. Cuente algunas experiencias que demuestren los beneficios de dar
testimonio en residencias de ancianos.
12 Resultados. Las congregaciones que han participado
en este rasgo del ministerio y los superintendentes viajantes han informado muy
buenos resultados. En un hogar de ancianos, unos veinte residentes asistieron a
la primera clase, lo que llevó a que seis quisieran tener su propio curso
bíblico. Una señora progresó hasta el bautismo. En otra residencia, el estudio
bíblico motivó a una señora de 85 años a ir a las reuniones de la congregación
y a expresar el deseo de bautizarse. Cuando una residencia decidió reducir el
número de actividades y eliminar el curso bíblico en grupo que dirigían los
testigos de Jehová, los residentes se quejaron al director. Al final, se volvió
a programar el curso y llegaron a asistir entre veinticinco y treinta personas.
13 Los residentes no son los
únicos que se quedan impresionados por el amor que manifestamos. A veces
algunos miembros del personal están presentes y hasta participan. Nuestro
esfuerzo y el interés que mostramos por quienes viven en residencias también
dan un buen testimonio en la comunidad (1 Ped. 2:12). Luego de que se le explicara el
objetivo del estudio bíblico a un director, él se expresó así: “¿Por qué han
tardado tanto? ¿Cuándo podrían empezar?”. La directora de otra residencia
escribió: “Recomendaría este estudio en grupo a todas las residencias de la
zona. Los testigos de Jehová llevan a cabo este servicio gratuito como parte de
su obra ministerial en la comunidad”. Una residencia de Hawái otorgó a los
Testigos un premio por su servicio voluntario en el que describía a los
hermanos como un “inmenso tesoro” para quienes residen y trabajan allí.
(1 Pedro 2:12) Mantengan excelente
su conducta entre las naciones, para que, en la cosa de que hablan contra
ustedes como [de] malhechores, ellos, como resultado de las obras excelentes de
ustedes, de las cuales son testigos oculares, glorifiquen a Dios en el día para
la inspección [por él].
14. ¿Por qué queremos llevar el mensaje de las buenas nuevas a quienes
viven en residencias de ancianos?
14 Jehová invita a las
personas mayores a alabarlo (Sal. 148:12, 13). Esa invitación se
extiende a quienes viven en residencias. ¿Hay en su territorio este tipo de
lugares con personas mayores que se puedan beneficiar del mensaje de las buenas
nuevas? Con la ayuda de los ancianos de la congregación y de los directores de
las residencias, quizás podamos darles un buen testimonio. Al no olvidarnos de
los mayores, estaremos imitando a Jehová (Sal. 71:9, 18).
(Salmo 148:12, 13) ustedes los jóvenes
y también ustedes las vírgenes, viejos junto con muchachos. 13 Alaben
ellos el nombre de Jehová, porque solo su nombre es inalcanzablemente alto. Su
dignidad está por encima de tierra y cielo.
(Salmo 71:9) No me deseches en el
tiempo de la vejez; justamente cuando mi poder está fallando, no me dejes.
(Salmo 71:18) Y aun hasta la vejez
y canicie, oh Dios, no me dejes, hasta que informe acerca de tu brazo a la
generación; a todos los que han de venir, acerca de tu poderío.
Sesiones de estudio en grupo en residencias de ancianos
• Antes de cada sesión, informe de su llegada al recepcionista y al director de las actividades.
• Lleve suficientes ejemplares de la publicación de estudio en una bolsa decente, y recójalos una vez concluya la sesión.
• Sea amigable, simpático y promueva un ambiente relajado. Llame a los residentes por su nombre.
• Lea y analice la información párrafo por párrafo.
• Haga preguntas cortas. Felicite a todos por los comentarios que den.
• Si alguno hace una pregunta de tipo doctrinal o que pudiera crear controversia, trátela con él en privado en otro momento.
• Responda las preguntas del personal o de los familiares de una manera sencilla y directa.
• Aproveche las oportunidades que se le presenten para comenzar cursos bíblicos individuales con residentes, familiares o miembros del personal.
• Antes de cada sesión, informe de su llegada al recepcionista y al director de las actividades.
• Lleve suficientes ejemplares de la publicación de estudio en una bolsa decente, y recójalos una vez concluya la sesión.
• Sea amigable, simpático y promueva un ambiente relajado. Llame a los residentes por su nombre.
• Lea y analice la información párrafo por párrafo.
• Haga preguntas cortas. Felicite a todos por los comentarios que den.
• Si alguno hace una pregunta de tipo doctrinal o que pudiera crear controversia, trátela con él en privado en otro momento.
• Responda las preguntas del personal o de los familiares de una manera sencilla y directa.
• Aproveche las oportunidades que se le presenten para comenzar cursos bíblicos individuales con residentes, familiares o miembros del personal.
Cántico 90
Las canas, hermosa corona
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Estudio de la Atalaya:
“Nadie puede servir a dos amos”
Cántico 62
¿A quién servirás?
- 2 -
(Efesios 6:4) Y ustedes, padres, no estén irritando a sus
hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová.
- 4 -
(Salmos 37:25) Un joven era yo, también he envejecido, y
sin embargo no he visto a nadie justo dejado enteramente, ni a su prole
buscando pan.
(Proverbios 30:8) Aleja de mí la falsedad y la
palabra mentirosa. No me des ni pobreza ni riqueza. Déjame devorar el
alimento prescrito para mí,
(Génesis 42:1-2) Por fin Jacob llegó a ver que había cereales
en Egipto. Entonces Jacob dijo a sus hijos: “¿Por qué siguen mirándose unos a
otros?”. 2Y añadió: “Miren que he oído que hay cereales en Egipto.
Bajen allá y cómprennos de allí, para que nos mantengamos vivos y no muramos”.
(Génesis 46:6-7) Además, se llevaron sus manadas y sus
bienes, que habían acumulado en la tierra de Canaán. Por fin entraron en
Egipto, Jacob y toda su prole con él. 7Trajo consigo a sus hijos y a
los hijos de sus hijos, a sus hijas y a las hijas de sus hijos, aun a toda su
prole, consigo a Egipto.
- 5 -
(Marcos 14:7) Porque siempre tienen a los pobres con
ustedes, y cuando quieran pueden hacerles bien, pero a mí no siempre me tienen.
6 -
(Mateo 6:9, 11,19-20) ”Ustedes, pues, tienen que orar de esta
manera:” ‘Padre nuestro [que estás] en los cielos, santificado sea tu nombre. 11Danos
hoy nuestro pan para este día; 19”Dejen de acumular para sí tesoros
sobre la tierra, donde la polilla y el moho consumen, y donde ladrones entran
por fuerza y hurtan. 20Más bien, acumulen para sí tesoros en el
cielo, donde ni polilla ni moho consumen, y donde ladrones no entran por fuerza
y hurtan.
(Mateo 6:24-25,31-34) ”Nadie puede servir como esclavo a dos amos;
porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al
otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas. 25”Por
esto les digo: Dejen de inquietarse respecto a su alma en cuanto a qué comerán
o qué beberán, o respecto a su cuerpo en cuanto a qué se pondrán. ¿No significa
más el alma que el alimento, y el cuerpo que la ropa? 31Por eso,
nunca se inquieten y digan: ‘¿Qué hemos de comer?’, o ‘¿qué hemos de beber?’, o
‘¿qué hemos de ponernos?’. 32Porque todas estas son las cosas en pos
de las cuales las naciones van con empeño. Pues su Padre celestial sabe que
ustedes necesitan todas estas cosas. 33”Sigan, pues, buscando
primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán
añadidas. 34Por lo tanto, nunca se inquieten acerca del día
siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes. Suficiente
para cada día es su propia maldad.
- 7 -
(Deuteronomio 6:6-7) Y estas palabras que te estoy mandando hoy
tienen que resultar estar sobre tu corazón; 7y tienes que
inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando
andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.
(Proverbios 1:8) Escucha, hijo mío, la disciplina de tu
padre, y no abandones la ley de tu madre.
(Proverbios 31:10,27-28) Una esposa capaz, ¿quién la puede hallar? Su
valor es mucho más que el de los corales. 27Vigila cómo marchan los
asuntos de su casa, y el pan de la pereza no come. 28Sus hijos se
han levantado y han procedido a pronunciarla feliz; su dueño [se levanta], y la
alaba.
- 8 -
(Proverbios 22:3) Sagaz es el que ha visto la calamidad y
procede a ocultarse, pero los inexpertos han pasado adelante y tienen que
sufrir la pena.
- 9 -
(Proverbios 29:15) La vara y la censura son lo que da
sabiduría; pero el muchacho que se deja a rienda suelta causará vergüenza a su
madre.
- 10 -
(Proverbios 22:6) Entrena al muchacho conforme al camino para
él; aun cuando se haga viejo no se desviará de él.
- 11 -
(El Cantar de los Cantares 1:2) “Béseme él con los besos de su boca, porque
tus expresiones de cariño son mejores que el vino.
(1 Corintios 7:3,5) Que el esposo dé a [su] esposa lo que le es
debido; pero que la esposa haga lo mismo también a [su] esposo. 5No
se priven [de ello] el uno al otro, a no ser de común acuerdo por un tiempo
señalado, para que dediquen tiempo a la oración y vuelvan a juntarse, para que
no siga tentándolos Satanás por su falta de regulación en sí mismos.
- 12 -
(Tito 2:3-5) Igualmente, que las mujeres de edad sean
reverentes en su comportamiento, no calumniadoras, ni esclavizadas a mucho
vino, maestras de lo que es bueno; 4para que hagan recobrar el
juicio a las mujeres jóvenes para que estas amen a sus esposos, amen a sus
hijos, 5sean de juicio sano, castas, trabajadoras en casa, buenas,
sujetas a sus propios esposos, para que no se hable injuriosamente de la
palabra de Dios.
- 16 -
(Mateo 6:24) ”Nadie puede servir como esclavo a dos amos;
porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al
otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas.
(Éxodo 23:2) No debes seguir tras la muchedumbre para
fines malos; y no debes testificar en cuanto a una controversia para desviarte
con la muchedumbre a fin de pervertir la justicia.
- 17 -
(Mateo 6:33) ”Sigan, pues, buscando primero el reino y la
justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán añadidas.
(1 Corintios 10:13) Ninguna tentación los ha tomado a ustedes
salvo lo que es común a los hombres. Pero Dios es fiel, y no dejará que sean
tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que junto con la tentación
también dispondrá la salida para que puedan aguantarla.
(Salmos 37:5,7) Haz rodar sobre Jehová tu camino, y fíate de
él, y él mismo obrará. 7Guarda silencio delante de Jehová y espéralo
con anhelo. No te muestres acalorado a causa de ninguno que esté logrando éxito
en su camino, a causa del hombre que esté llevando a cabo [sus] ideas.
(Génesis 39:3) Y su amo llegó a ver que Jehová estaba con
él y que Jehová hacía que todo lo que él efectuaba tuviera éxito en su mano.
Cántico 106
La amistad con Jehová
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PFC777
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