Cántico 5
Cristo, nuestro modelo
Estudio Bíblico de
Congregación
cl cap. 9 párr. 8-20 (30 minutos)
“Poderoso [...] en palabra”
8. Tras recibir la unción, ¿para qué se facultó a Jesús, y cómo
utilizó su poder?
8 Por lo que sabemos, Jesús no realizó milagros mientras se
criaba en Nazaret. Sin embargo, la situación cambió al bautizarse, en el año 29
E.C., cuando tenía unos 30 años (Lucas 3:21-23).
Nos dice la Biblia: “Dios lo ungió con espíritu santo y poder, y fue por la
tierra haciendo [el] bien y sanando a todos los que eran oprimidos por el
Diablo” (Hechos 10:38).
¿No indica la fórmula “haciendo [el] bien” que Cristo dio buen uso a su poder? Tras recibir
la unción, “vino a ser profeta poderoso en obra y en palabra” (Lucas 24:19).
(Lucas 3:21-23) Ahora bien, cuando todo el pueblo se bautizó, Jesús también
fue bautizado y, mientras oraba, el cielo se abrió 22 y
el espíritu santo bajó sobre él en forma corporal como una paloma, y salió una
voz del cielo: “Tú eres mi Hijo, el amado; yo te he aprobado”. 23 Además,
Jesús mismo, cuando comenzó [su obra], era como de treinta años, siendo hijo,
según se opinaba, de José, [hijo] de Helí,
(Hechos 10:38) a saber, Jesús que era de Nazaret, cómo Dios lo ungió con
espíritu santo y poder, y fue por la tierra haciendo bien y sanando a todos los
[que eran] oprimidos por el Diablo; porque Dios estaba con él.
(Lucas 24:19) Y él les dijo: “¿Qué cosas?”. Ellos le dijeron: “Las cosas
respecto a Jesús el Nazareno, que vino a ser profeta poderoso en obra y en
palabra delante de Dios y de todo el pueblo;
9-11. a) ¿Dónde solía enseñar Jesús, y qué reto afrontaba?
b) ¿Por qué quedaban atónitas las multitudes ante la manera de enseñar de
Jesús?
9 ¿En qué sentido fue Jesús poderoso en palabra? Pues bien, muchas
veces enseñó al aire libre: a orillas de un lago y en las laderas de las
colinas, así como en calles y mercados (Marcos 6:53-56; Lucas 5:1-3;13:26).
Quienes lo escuchaban tenían la opción de marcharse sin más si no captaba
su interés. Dado que no existía la imprenta, los buenos oyentes debían
grabar sus palabras en la mente y el corazón. Por todo ello, la enseñanza de
Cristo tenía que ser fascinante, muy entendible y fácil de recordar. Pero esto
no suponía ninguna dificultad para él, como vemos por ejemplo en el Sermón
del Monte.
(Marcos 6:53-56) Y habiendo hecho la travesía, vinieron a Genesaret y anclaron
cerca de allí. 54 Pero luego que salieron de la barca,
la gente lo reconoció, 55 y corrieron por toda aquella
región y comenzaron a llevar en camillas a los que se hallaban mal, a donde
oían que él estaba. 56 Y dondequiera que entraba en
aldeas, o en ciudades, o en región rural, ponían a los enfermos en las plazas
de mercado, y le suplicaban que les dejara tocar siquiera el fleco de su prenda
de vestir exterior. Y cuantos sí lo tocaban recobraban la salud.
(Lucas 5:1-3) En cierta ocasión, cuando la muchedumbre se agolpaba sobre él
y escuchaba la palabra de Dios, él estaba de pie junto al lago de Genesaret. 2 Y
vio dos barcas atracadas al borde del lago, pero los pescadores habían salido
de ellas y estaban lavando sus redes. 3 Subiendo a una
de las barcas, que era de Simón, le pidió que se apartara un poco de la tierra.
Entonces se sentó, y desde la barca se puso a enseñar a las muchedumbres.
(Lucas 13:26) Entonces ustedes comenzarán a decir: ‘Comimos y bebimos
delante de ti, y enseñaste en nuestros caminos anchos’.
10 En la primera parte del año 31 E.C., una multitud se congregó cierta
mañana en una ladera próxima al mar de Galilea. Algunos procedían de Judea y
Jerusalén, a 100 o 110 kilómetros de distancia; otros, del norte, de
la franja costera de Tiro y Sidón. Muchos enfermos se acercaron a Jesús para
tocarlo, y él los sanó a todos. Cuando ya no quedaba nadie aquejado de
dolencias graves, se puso a enseñar (Lucas 6:17-19).
Al concluir el discurso, todos estaban asombrados de lo que habían
escuchado. ¿Por qué?
(Lucas 6:17-19) Y bajó con ellos y se apostó en un lugar llano, y había una
gran muchedumbre de sus discípulos, y una gran multitud del pueblo de toda
Judea y de Jerusalén y del país marítimo de Tiro y Sidón, que vinieron a oírle
y a ser sanados de sus enfermedades. 18 Hasta aquellos a
quienes perturbaban espíritus inmundos eran curados. 19 Y
toda la muchedumbre procuraba tocarlo, porque de él salía poder y sanaba a
todos.
11 Años más tarde, uno de los oyentes del sermón escribió: “Las
muchedumbres quedaron atónitas por su modo de enseñar; porque les enseñaba como
persona que tiene autoridad” (Mateo 7:28, 29).
Jesús discursaba con una autoridad que podían percibir. Hablaba como
representante de Jehová y respaldaba su instrucción en la Palabra divina (Juan 7:16).
Sus afirmaciones eran claras, su exhortación persuasiva y su argumentación
irrefutable. Lo que decía llegaba al fondo de los asuntos, así como al corazón de su público.
Les enseñó a hallar la felicidad, a orar, a buscar el Reino de Dios y a colocar
un sólido fundamento para el futuro (Mateo 5:3–7:27).
Su mensaje despertó el corazón de quienes tenían hambre de verdad y
justicia, al grado de que estuvieron dispuestos a ‘repudiarse’ a sí mismos y
abandonarlo todo por seguirlo (Mateo 16:24; Lucas 5:10, 11). ¡Qué testimonio de la
fuerza de las palabras de Cristo!
(Mateo 7:28, 29) Ahora bien, cuando Jesús terminó estos dichos, el efecto fue
que las muchedumbres quedaron atónitas por su modo de enseñar; 29 porque
les enseñaba como persona que tiene autoridad, y no como sus escribas.
(Juan 7:16) Jesús, a su vez, les contestó y dijo: “Lo que yo enseño no es
mío, sino que pertenece al que me ha enviado.
(Mateo 16:24) Entonces Jesús dijo a sus discípulos: “Si alguien quiere
venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y tome su madero de tormento y sígame
de continuo.
(Lucas 5:10, 11) y así mismo Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran
partícipes con Simón. Pero Jesús dijo a Simón: “Deja de tener miedo. De ahora
en adelante estarás pescando vivos a hombres”. 11 De
modo que volvieron a traer las barcas a tierra, y abandonaron todo y le
siguieron.
“Poderoso en obra”
12, 13. ¿En qué sentido era Jesús “poderoso en obra”, y qué
diversidad manifestaron sus milagros?
12 Jesús también era “poderoso en obra” (Lucas 24:19).
Los Evangelios refieren más de treinta milagros específicos que realizó,
siempre por “el poder de Jehová” (Lucas 5:17). * Tales
prodigios beneficiaron a miles de personas. En tan solo dos de ellos —la
alimentación de 5.000 hombres y más tarde, de 4.000, “además de mujeres y
niñitos”—, hubo multitudes que tal vez totalizaran unas veinte mil almas (Mateo 14:13-21; 15:32-38).
(Lucas 24:19) Y él les dijo: “¿Qué cosas?”. Ellos le dijeron: “Las cosas
respecto a Jesús el Nazareno, que vino a ser profeta poderoso en obra y en
palabra delante de Dios y de todo el pueblo;
(Lucas 5:17) En el transcurso de uno de los días, estaba enseñando, y
estaban sentados allí fariseos y maestros de la ley que habían venido de toda
aldea de Galilea y de Judea y de Jerusalén; y el poder de Jehová estaba allí
para que él hiciera curaciones.
(Mateo 14:13-21) Al oírlo, Jesús se retiró de allí en una barca a un lugar
solitario en busca de aislamiento; pero las muchedumbres, al llegar a oír de
ello, le siguieron a pie desde las ciudades. 14 Ahora
bien, cuando él salió vio una gran muchedumbre; y se compadeció de ellos, y
curó a sus enfermos. 15 Pero al anochecer, sus
discípulos vinieron a él y dijeron: “El lugar es solitario y la hora es ya muy
avanzada; despide a las muchedumbres para que vayan a las aldeas y se compren
algo de comer”. 16 Pero Jesús les dijo: “No hay
necesidad de que se vayan; ustedes denles de comer”. 17 Ellos
le dijeron: “No tenemos nada aquí sino cinco panes y dos pescados”. 18 Él
dijo: “Tráiganmelos acá”. 19 Luego, habiendo mandado a
las muchedumbres que se reclinaran sobre la hierba, tomó los cinco panes y los
dos pescados, y, mirando al cielo, dijo una bendición, y, después de partir los
panes, los distribuyó a los discípulos, y los discípulos a su vez a las
muchedumbres. 20 De modo que todos comieron y quedaron
satisfechos, y recogieron el sobrante de los trozos, doce cestas llenas. 21 Sin
embargo, los que comieron fueron unos cinco mil varones, además de mujeres y
niñitos.
(Mateo 15:32-38) Pero Jesús llamó a sí a sus discípulos, y dijo: “Me
compadezco de la muchedumbre, porque hace ya tres días que se han quedado
conmigo y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos en ayunas. Posiblemente
desfallezcan en el camino”. 33 Sin embargo, los
discípulos le dijeron: “¿Dónde, en este lugar solitario, vamos a conseguir
panes suficientes para satisfacer a una muchedumbre de este tamaño?”. 34 Entonces
Jesús les dijo: “¿Cuántos panes tienen?”. Ellos dijeron: “Siete, y unos cuantos
pescaditos”. 35 Luego, después de mandar que la
muchedumbre se reclinara sobre el suelo, 36 tomó los
siete panes y los pescados y, habiendo dado gracias, los partió, y los iba
distribuyendo a los discípulos, y los discípulos a su vez a las muchedumbres. 37 Y
todos comieron y quedaron satisfechos, y como sobrante de trozos recogieron
siete cestas de provisiones llenas. 38 Sin embargo, los
que comieron fueron cuatro mil varones, además de mujeres y niñitos.
Nota: Además, los Evangelios a veces agrupan una gran
cantidad de milagros bajo una sola descripción general. Por citar un caso: en
cierta ocasión salió a verlo “toda la ciudad”, y curó “muchos” enfermos (Marcos 1:32-34).
(Marcos 1:32-34) Después de caer la tarde, cuando se había puesto el sol,
empezaron a traerle todos los que se hallaban mal, y los endemoniados; 33 y
toda la ciudad estaba reunida justamente a la puerta. 34 De
modo que curó a muchos que se hallaban mal de diversas enfermedades, y expulsó
muchos demonios, pero no dejaba hablar a los demonios, porque sabían que él era
Cristo.
“Contemplaron a Jesús que andaba sobre el mar”
13 Los milagros de Jesús fueron muy diversos. Tenía autoridad sobre los
demonios y los expulsaba sin dificultad (Lucas 9:37-43).
También controlaba los elementos, lo que le permitió convertir el agua en vino
(Juan 2:1-11).
Para asombro de sus discípulos, caminó sobre un agitado mar de Galilea (Juan 6:18, 19).
También dominaba las enfermedades, pues curó órganos afectados, males crónicos
y dolencias potencialmente mortales (Marcos 3:1-5; Juan 4:46-54). Realizó tales curaciones de
distintas maneras. A ciertos enfermos los sanó a distancia, pero a otros los
tocó directamente (Mateo 8:2, 3, 5-13). A algunos les devolvió la salud
en el acto, y a otros, de forma gradual (Marcos 8:22-25; Lucas 8:43, 44).
(Lucas 9:37-43) Al día siguiente, cuando bajaron de la montaña, una gran
muchedumbre vino al encuentro de él. 38 Y ¡mira!, un
varón clamó de entre la muchedumbre, y dijo: “Maestro, te ruego que mires a mi
hijo, porque es mi unigénito, 39 y, ¡mira!, un espíritu
lo toma, y de repente clama, y lo convulsiona con espumarajos, y apenas se
retira de él después de magullarlo. 40 Y rogué a tus
discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron”. 41 Respondiendo, Jesús
dijo: “Oh generación falta de fe y aviesa, ¿hasta cuándo tengo que continuar
con ustedes y soportarlos? Conduce a tu hijo acá”. 42 Pero
al mismo tiempo que él se acercaba, el demonio lo arrojó al suelo y lo
convulsionó violentamente. Sin embargo, Jesús reprendió al espíritu inmundo y
sanó al muchacho y se lo entregó a su padre. 43 Pues
bien, todos empezaron a quedar atónitos ante el poder majestuoso de Dios. Ahora
bien, mientras todos se maravillaban de todas las cosas que él hacía, él dijo a
sus discípulos:
(Juan 2:1-11) Ahora bien, al tercer día se efectuó un banquete de bodas en
Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. 2 Jesús
y sus discípulos también fueron invitados al banquete de bodas. 3 Cuando
faltó el vino, la madre de Jesús le dijo: “No tienen vino”. 4 Pero
Jesús le dijo: “¿Qué tengo que ver contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi
hora”. 5 Su madre dijo a los que ministraban: “Todo
cuanto les diga, háganlo”. 6 Sucedió que había puestas
allí seis tinajas de piedra para agua según lo exigido por los reglamentos de
purificación de los judíos, cada una de las cuales podía contener dos o tres
medidas de líquido. 7 Jesús les dijo: “Llenen de agua
las tinajas de agua”. Y las llenaron hasta el borde. 8 Y
les dijo: “Saquen un poco ahora y llévenlo al director del banquete”. De modo
que ellos lo llevaron. 9 Pues bien, cuando el director
del banquete probó el agua que había sido convertida en vino, pero no sabía de
dónde venía, aunque lo sabían los que ministraban que habían sacado el agua, el
director del banquete llamó al novio 10 y le dijo: “Todo
otro hombre pone primero el vino excelente, y cuando la gente está embriagada,
el inferior. Tú has reservado el vino excelente hasta ahora”. 11 Jesús
ejecutó esto en Caná de Galilea como principio de sus señales, y puso de
manifiesto su gloria; y sus discípulos pusieron su fe en él.
(Juan 6:18, 19) También, el mar empezó a agitarse a causa de un viento fuerte
que soplaba. 19 Sin embargo, cuando hubieron remado unos
cinco o seis kilómetros, contemplaron a Jesús que andaba sobre el mar y se
acercaba a la barca; y se sobrecogieron de temor.
(Marcos 3:1-5) Una vez más entró en una sinagoga, y allí estaba un hombre
con una mano seca. 2 De modo que lo estaban observando
detenidamente para ver si curaría al hombre en sábado, para poder acusarlo. 3 Y
él dijo al hombre que tenía la mano seca: “Levántate [y ponte] en medio”. 4 Entonces
les dijo: “¿Es lícito en sábado hacer un hecho bueno, o hacer un hecho malo?,
¿salvar un alma, o matarla?”. Pero ellos se quedaron callados. 5 Y
después de darles una mirada en derredor con indignación, estando él cabalmente
contristado por la insensibilidad de sus corazones, dijo al hombre: “Extiende
la mano”. Y la extendió, y la mano le fue restaurada.
(Juan 4:46-54) Así que fue otra vez a Caná de Galilea, donde había
convertido el agua en vino. Ahora bien, había cierto servidor del rey cuyo hijo
estaba enfermo en Capernaum. 47 Cuando este hombre oyó
que Jesús había venido de Judea a Galilea, se fue a donde él y se puso a pedirle
que bajara y sanara a su hijo, porque este estaba a punto de morir. 48 Sin
embargo, Jesús le dijo: “A menos que ustedes vean señales y prodigios, de
ninguna manera creerán”. 49 El servidor del rey le dijo:
“Señor, baja antes que mi niñito muera”. 50 Jesús le
dijo: “Ponte en camino; tu hijo vive”. El hombre creyó la palabra que Jesús le
habló, y se fue. 51 Pero ya mientras iba bajando sus
esclavos lo encontraron para decirle que su muchachito vivía. 52 De
modo que él se puso a inquirir de ellos la hora en que mejoró de salud. Por
consiguiente, le dijeron: “Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre”. 53 De
manera que el padre supo que era en la misma hora en que Jesús le había dicho:
“Tu hijo vive”. Y él y toda su casa creyeron. 54 De
nuevo, esta fue la segunda señal que Jesús ejecutó cuando vino de Judea a
Galilea.
(Mateo 8:2, 3) Y, ¡mire!, un leproso se acercó y se puso a rendirle
homenaje, diciendo: “Señor, si tan solo quieres, puedes limpiarme”. 3 De
modo que, extendiendo la mano, le tocó, diciendo: “Quiero. Sé limpio”. E
inmediatamente quedó limpio de la lepra.
(Mateo 8:5-13) Cuando entró en Capernaum, se le acercó un oficial del
ejército, y le suplicó, 6 diciendo: “Señor, mi criado
está postrado en casa debido a parálisis, terriblemente atormentado”. 7 Él
le dijo: “Cuando llegue allá lo curaré”. 8 Respondiendo,
el oficial del ejército dijo: “Señor, no soy hombre digno de que entres debajo
de mi techo, pero di tú una sola palabra y mi criado será sanado. 9 Porque
yo también soy hombre puesto bajo autoridad, que tengo soldados bajo mí, y a
este digo: ‘¡Vete!’, y se va, y a otro: ‘¡Ven!’, y viene, y a mi esclavo: ‘¡Haz
esto!’, y lo hace”. 10 Al oír aquello, Jesús se asombró,
y dijo a los que le seguían: “Les digo la verdad: No he hallado en Israel a
nadie con tan grande fe. 11 Pero les digo que muchos
vendrán de las partes orientales y de las partes occidentales y se reclinarán a
la mesa con Abrahán e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; 12 entre
tanto que los hijos del reino serán echados a la oscuridad de afuera. Allí es
donde será [su] llanto y el crujir de [sus] dientes”. 13 Entonces
Jesús dijo al oficial del ejército: “Ve. Tal como ha sido tu fe, así suceda
contigo”. Y el criado fue sanado en aquella hora.
(Marcos 8:22-25) Ahora bien, arribaron a Betsaida. Aquí le trajeron un ciego,
y le suplicaron que lo tocara. 23 Y tomando al ciego de
la mano, lo sacó fuera de la aldea, y, habiendo escupido sobre los ojos de
este, puso las manos sobre él y se puso a preguntarle: “¿Ves algo?”. 24 Y
el hombre miró hacia arriba, y decía: “Veo hombres, porque observo lo que
parece árboles, pero están andando”. 25 Entonces él
volvió a poner las manos sobre los ojos del hombre, y el hombre vio con
claridad, y quedó restaurado, y veía todo distintamente.
(Lucas 8:43, 44) Y una mujer, que padecía flujo de sangre hacía doce años, y
que no había podido conseguir que nadie la curara, 44 se
acercó por detrás y le tocó el fleco de la prenda de vestir exterior, y al
instante el flujo de su sangre cesó.
14. ¿En qué circunstancias demostró Jesús que podía revertir los
efectos de la muerte?
14 Jesús tenía la asombrosa capacidad de revertir los efectos de la
muerte. La Biblia consigna tres resurrecciones que efectuó: devolvió a
unos padres su hija de 12 años; a una madre viuda, su hijo único, y a dos
hermanas, su amado hermano (Lucas 7:11-15; 8:49-56; Juan 11:38-44). No hubo circunstancia
que le fuera imposible superar. En el caso de la niña de 12 años, la
levantó del lecho de muerte poco después de fallecer. Al hijo de la viuda
lo resucitó de su féretro al parecer el mismo día de su defunción. Y a
Lázaro lo levantó de la tumba al cabo de cuatro días.
(Lucas 7:11-15) Poco después de esto viajó a una ciudad llamada Naín, y sus
discípulos y una gran muchedumbre viajaban con él. 12 Al
acercarse él a la puerta de la ciudad, pues ¡mira!, sacaban a un muerto, el
hijo unigénito de su madre. Además, ella era viuda. También estaba con ella una
muchedumbre bastante numerosa de la ciudad. 13 Y cuando
el Señor alcanzó a verla, se enterneció por ella, y le dijo: “Deja de llorar”. 14 En
seguida se acercó y tocó el féretro, y los que lo llevaban se detuvieron, y él
dijo: “Joven, yo te digo: ¡Levántate!”. 15 Y el muerto se
incorporó y comenzó a hablar, y él lo dio a su madre.
(Lucas 8:49-56) Mientras él todavía estaba hablando, vino cierto
representante del presidente de la sinagoga, y dijo: “Ha muerto tu hija; no
molestes ya al maestro”. 50 Al oír esto, Jesús le
contestó: “No temas, solo muestra fe, y ella será salva”. 51 Cuando
llegó a la casa, no dejó que nadie entrara con él sino Pedro y Juan y Santiago
y el padre y la madre de la muchacha. 52 Pero toda la
gente estaba llorando y golpeándose en desconsuelo por ella. De modo que él
dijo: “Dejen de llorar, porque no murió, sino que duerme”. 53 Ante
esto, empezaron a reírse de él desdeñosamente, porque sabían que ella había
muerto. 54 Mas él la tomó de la mano y llamó, diciendo:
“Muchacha, ¡levántate!”. 55 Y el espíritu de ella
volvió, y ella se levantó al instante, y él ordenó que se le diera algo de
comer. 56 Pues bien, sus padres quedaron fuera de sí;
pero él les dio instrucciones de que no dijeran a nadie lo que había
acontecido.
(Juan 11:38-44) Así que Jesús, después de gemir otra vez en sí mismo, vino a
la tumba conmemorativa. Era, de hecho, una cueva, y había una piedra recostada
contra ella. 39 Jesús dijo: “Quiten la piedra”. Marta,
la hermana del fallecido, le dijo: “Señor, ya debe oler mal, porque hace cuatro
días”. 40 Jesús le dijo: “¿No te dije que si creías
habrías de ver la gloria de Dios?”. 41 Por lo tanto,
quitaron la piedra. Entonces Jesús alzó los ojos hacia el cielo y dijo: “Padre,
te doy gracias porque me has oído. 42 Cierto, yo sabía
que siempre me oyes; pero a causa de la muchedumbre que está de pie en derredor
hablé, a fin de que crean que tú me has enviado”. 43 Y
cuando hubo dicho estas cosas, clamó con fuerte voz: “¡Lázaro, sal!”. 44 El
[hombre] que había estado muerto salió con los pies y las manos atados con
envolturas, y su semblante estaba envuelto en un paño. Jesús les dijo:
“Desátenlo y déjenlo ir”.
Usa el poder con altruismo,
responsabilidad y consideración
15, 16. ¿Qué indica que Jesús usaba su poder con altruismo?
15 ¿Nos imaginamos cuántos abusos podría cometer un gobernante
imperfecto con el poder de Jesús? Pero él no tenía pecado (1 Pedro 2:22).
Rehusó contaminarse con el egoísmo, la ambición y la codicia que impulsan a los
hombres imperfectos a valerse de su autoridad para hacer daño.
(1 Pedro 2:22) Él no cometió pecado, ni en su boca se halló engaño.
16 Cristo nunca empleó su poder de forma interesada. Cuando tuvo
hambre, no quiso convertir las piedras en panes en provecho propio (Mateo 4:1-4).
Sus escasos bienes materiales muestran que no utilizó su poder con fines
materialistas (Mateo 8:20).
Hay otras indicaciones de que realizaba obras prodigiosas con altruismo. Los
milagros representaban un sacrificio para él, ya que al sanar a los enfermos
salía fuerza de su persona. Y él era consciente de esta pérdida, aunque se
tratara de una sola curación (Marcos 5:25-34).
No obstante, permitía que las multitudes lo
tocaran y fuesen sanadas (Lucas 6:19).
¡Qué abnegación!
(Mateo 4:1-4) Entonces Jesús fue conducido por el espíritu al desierto para
ser tentado por el Diablo. 2 Después que hubo ayunado
cuarenta días y cuarenta noches, entonces sintió hambre. 3 También,
el Tentador vino y le dijo: “Si eres hijo de Dios, di a estas piedras que se
conviertan en panes”. 4 Pero en respuesta él dijo: “Está
escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que
sale de la boca de Jehová’”.
(Mateo 8:20) Pero Jesús le dijo: “Las zorras tienen cuevas, y las aves del
cielo tienen donde posarse, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la
cabeza”.
(Marcos 5:25-34) Ahora bien, había una mujer que padecía flujo de sangre desde
hacía doce años, 26 y muchos médicos le habían hecho
pasar muchas penas, y ella había gastado todos sus recursos y no se había beneficiado,
sino que, al contrario, había empeorado. 27 Cuando ella
oyó las cosas acerca de Jesús, vino por detrás, entre la muchedumbre, y le tocó
la prenda de vestir exterior; 28 porque decía: “Si toco
nada más que sus prendas de vestir exteriores, recobraré la salud”. 29 E
inmediatamente se secó la fuente de su sangre, y sintió en su cuerpo que había
sido sanada de la penosa enfermedad. 30 Inmediatamente,
también, Jesús reconoció en sí mismo que de él había salido poder, y,
volviéndose entre la muchedumbre, se puso a decir: “¿Quién tocó mis prendas de
vestir exteriores?”. 31 Mas sus discípulos empezaron a
decirle: “Ves la muchedumbre que te aprieta, y ¿dices tú: ‘¿Quién me
tocó?’?”. 32 Sin embargo, él miraba alrededor para ver a
la que había hecho esto. 33 Pero la mujer, atemorizada y
temblando, sabiendo lo que le había pasado, vino y cayó delante de él y le dijo
toda la verdad. 34 Él le dijo: “Hija, tu fe te ha
devuelto la salud. Ve en paz, y queda sana de tu penosa enfermedad”.
(Lucas 6:19) Y toda la muchedumbre procuraba tocarlo, porque de él salía
poder y sanaba a todos.
17. ¿Cómo demostró Jesús que empleaba su poder de forma responsable?
17 Jesús fue responsable en el uso de su poder. Nunca realizó portentos
con el fin de impresionar o dar un espectáculo vano (Mateo 4:5-7).
Se negó a ejecutar señales solo para satisfacer la curiosidad malsana de
Herodes (Lucas 23:8, 9).
En vez de ir pregonando su poder, en muchas ocasiones mandó a los sanados
que no contaran a nadie lo ocurrido (Marcos 5:43; 7:36). No quería que la gente sacara
conclusiones acerca de su persona basándose en informes sensacionalistas (Mateo 12:15-19).
(Mateo 4:5-7) Entonces el Diablo lo llevó consigo a la ciudad santa, y lo
apostó sobre el almenaje del templo 6 y le dijo: “Si
eres hijo de Dios, arrójate abajo; porque está escrito: ‘A sus ángeles dará
encargo acerca de ti, y te llevarán en sus manos, para que nunca des con tu pie
contra una piedra’”. 7 Jesús le dijo: “Otra vez está
escrito: ‘No debes poner a prueba a Jehová tu Dios’”.
(Lucas 23:8, 9) Cuando Herodes vio a Jesús se regocijó mucho, pues hacía
bastante tiempo que quería verlo, por haber oído acerca de él, y esperaba ver
alguna señal ejecutada por él. 9 Entonces empezó a
interrogarlo con muchas palabras; pero él no le contestó nada.
(Marcos 5:43) Pero él les ordenó repetidas veces que no dejaran que nadie
se enterara de esto, y dijo que le dieran a ella algo de comer.
(Marcos 7:36) Con eso, él les ordenó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto
más les ordenaba, tanto más lo proclamaban.
(Mateo 12:15-19) Como llegó a saber [esto], Jesús se retiró de allí. Muchos
también lo siguieron, y los curó a todos, 16 mas con
firmeza les ordenó que no le pusieran de manifiesto; 17 para
que se cumpliera lo que se habló mediante Isaías el profeta, que dijo: 18 “¡Mira!
¡Mi siervo a quien escogí, mi amado, a quien mi alma aprobó! Pondré mi espíritu
sobre él, y aclarará a las naciones lo que es la justicia. 19 No
reñirá, ni levantará la voz, ni oirá nadie su voz en los caminos anchos.
18-20. a) ¿Qué influía en el uso que hacía Jesús de su poder?
b) ¿Qué opina sobre cómo curó Jesús a cierto sordo?
18 El poderoso Jesús no se asemejaba en nada a los gobernantes
despóticos que no reparan en las necesidades y sufrimientos ajenos. Él se
preocupaba por la gente, y se conmovía tanto al ver su aflicción, que
no podía menos que intervenir para remediarla (Mateo 14:14).
Le interesaban profundamente sus sentimientos y necesidades, y lo demostraba
por la forma de usar su poder, como vemos en el enternecedor ejemplo de Marcos 7:31-37.
(Mateo 14:14) Ahora bien, cuando él salió vio una gran muchedumbre; y se
compadeció de ellos, y curó a sus enfermos.
(Marcos 7:31-37) Entonces, saliendo él de nuevo de las regiones de Tiro, se
fue por Sidón al mar de Galilea y subió por en medio de las regiones de
Decápolis. 32 Aquí le trajeron un hombre sordo y con un
impedimento del habla, y le suplicaron que pusiera la mano sobre él. 33 Y
él se lo llevó aparte de la muchedumbre, en privado, y puso sus dedos en los
oídos del hombre y, después de escupir, le tocó la lengua. 34 Y
con una mirada al cielo suspiró profundamente y le dijo: “Éffatha”, esto
es: “Sé abierto”. 35 Pues bien, las facultades de oír de
aquel fueron abiertas, y el impedimento de su lengua fue desatado, y empezó a
hablar normalmente. 36 Con eso, él les ordenó que no lo
dijeran a nadie; pero cuanto más les ordenaba, tanto más lo proclamaban. 37 De
hecho, estaban atónitos de una manera sumamente extraordinaria, y decían:
“Todas las cosas las ha hecho bien. Hasta a los sordos hace oír y a los mudos
hablar”.
19 En aquella ocasión, grandes multitudes hallaron a Jesús y le
llevaron muchos enfermos, a quienes curó en todos los casos (Mateo 15:29, 30).
Sin embargo, centró su atención en uno de ellos, un sordo que apenas era capaz
de hablar y en el que tal vez percibiera especial nerviosismo o turbación. Tuvo
la delicadeza de llevarlo aparte, lejos del gentío, a un lugar privado, donde
le explicó con señas lo que iba a hacerle: “Puso sus dedos en los oídos del
hombre y, después de escupir, le tocó la lengua” (Marcos 7:33). * A continuación, miró al cielo y lanzó un suspiro suplicante,
indicando así que la curación se debería al poder de Dios. Finalmente, le dijo:
“Sé abierto” (Marcos 7:34).
Con eso, el hombre recuperó la audición y consiguió hablar con normalidad.
Nota: Judíos y gentiles aceptaban que se escupiera para
realizar curaciones o simbolizarlas, y los escritos rabínicos recogen el empleo
de saliva como remedio médico. Es posible que Jesús escupiera tan solo
para transmitir al sordo la idea de que iba a sanarlo. Sea como fuere,
no utilizó su saliva como agente terapéutico natural.
(Mateo 15:29, 30) Marchando por tierra de allí, Jesús en seguida llegó cerca
del mar de Galilea, y, después de subir a la montaña, estuvo sentado allí. 30 Entonces
se le acercaron grandes muchedumbres, teniendo consigo personas que eran cojas,
mancas, ciegas, mudas, y muchas en otras condiciones, y casi se las tiraron a
los pies, y él las curó;
(Marcos 7:33) Y él se lo llevó aparte de la muchedumbre, en privado, y puso
sus dedos en los oídos del hombre y, después de escupir, le tocó la lengua.
(Marcos 7:34) Y con una mirada al cielo suspiró profundamente y le dijo: “Éffatha”,
esto es: “Sé abierto”.
20 Resulta conmovedor pensar que, hasta cuando sanaba a los afligidos
con el poder que le había dado Dios, Jesús tenía muy en cuenta los sentimientos
de ellos. ¿No nos reconforta saber que Jehová ha puesto el Reino mesiánico en manos de un Gobernante tan
compasivo y considerado?
Escuela del
Ministerio Teocrático
Lectura de la
Biblia: Levítico
14, 15, 16 |
Puntos
sobresalientes (10 min.)
*** w04 15/5 pág. 24 Puntos sobresalientes del libro
de Levítico ***
16:29. ¿En qué sentido habían de ‘afligir su alma’ los
israelitas? Esto se hacía en el Día de Expiación, y tenía
que ver con buscar el perdón de los pecados. El ayuno durante ese día
debió relacionarse con el reconocimiento de pecados. Por lo tanto, es muy
probable que la expresión ‘afligir su alma’ se refiera a ayunar.
w93
15/3 pág. 12 párr. 17 La misericordia de Jehová nos libra de la desesperación
17 Como el salmista reconocía que necesitaba la ayuda
de Dios para vencer las tendencias hacia el pecado, siguió suplicando: “Quieras
purificarme del pecado con hisopo, para que yo sea limpio; quieras lavarme,
para que quede hasta más blanco que la nieve”. (Salmo 51:7.) El hisopo (tal vez
la mejorana [Origanum maru]) era una de las cosas que figuraban en la
ceremonia de limpieza que se hacía a favor de las personas que habían estado
infectadas de lepra. (Levítico 14:2-7.)
De modo que era apropiado que David pidiera en oración que se
le purificara del pecado con hisopo. La idea de pureza también está
relacionada con la súplica de David de que Jehová lo lavara para que quedara
completamente limpio, incluso más blanco que la nieve que no ha sido
ensuciada con hollín y otros escombros. (Isaías 1:18.) Si alguno de nosotros
sufre actualmente dolor de conciencia por haber cometido un mal, que tenga fe en
que Dios puede purificarnos y limpiarnos sobre la base del sacrificio de
rescate de Jesús si estamos arrepentidos y buscamos su perdón.
w02
15/12 págs. 17-18 párrs. 17-18 ‘Él se acercará a nosotros’
17 El puesto de Soberano Universal que ocupa Jehová
no se ve afectado por lo que los simples seres humanos hagan o dejen de
hacer. Sin embargo, él es un Dios agradecido. Valora —de hecho, tiene en alta
estima— el servicio fiel que le prestan sus criaturas inteligentes (Salmo
147:11). Jehová recompensa a sus siervos, lo cual constituye otro beneficio
para quienes se acercan a él (Hebreos 11:6).
18 Las Escrituras indican claramente que Jehová
aprecia lo que hacen sus adoradores. En ellas leemos, por ejemplo, que “el
que muestra favor al de condición humilde le presta a Jehová, y Él le pagará su
trato” (Proverbios 19:17). La misericordiosa consideración que Dios tiene
hacia los de condición humilde se plasma en la Ley mosaica (Levítico 14:21; 19:15). ¿Cómo se siente
él cuando imitamos su misericordia con los menos favorecidos? Cuando damos
a estos sin esperar nada a cambio, Jehová lo ve como si le prestáramos a él y
promete saldar esa deuda otorgándonos su favor y bendiciones (Proverbios 10:22;
Mateo 6:3, 4; Lucas 14:12-14). Así es, Jehová se conmueve siempre que demostramos
compasión por un cristiano necesitado. ¡Qué felices nos sentimos de saber que
nuestros actos misericordiosos no pasan desapercibidos a nuestro Padre
celestial! (Mateo 5:7.)
w87
1/11 pág. 13 párr. 15 “Tienen que ser santos [...]”
15 Por eso, ¡cuán verdaderas son estas palabras del
salmista: “El mandamiento de Jehová es limpio, hace brillar los ojos”! (Salmo
19:8.) Es cierto que a veces exigía considerable esfuerzo mantener la limpieza.
Las mujeres que experimentaban su primer alumbramiento tenían que ir a
Jerusalén a participar en procedimientos de purificación solo semanas después
del nacimiento de su prole. (Levítico 12:1-8; Lucas 2:22-24.) Se requería que
tanto los hombres como las mujeres se limpiaran ceremonialmente después de las
relaciones maritales, así como en otras situaciones relacionadas con esa
actividad. (Levítico 15:16, 18;
Deuteronomio 23:9-14; 2 Samuel 11:11-13.) Si seguían concienzudamente la
Ley y permanecían limpios, ‘se beneficiarían a sí mismos’... física, mental,
moral y espiritualmente. (Isaías 48:17.) Además, la importancia y seriedad de
permanecer limpios se les grababa indeleblemente. Y lo mejor de todo era que
aquellos esfuerzos sinceros por mantener la santidad les ganaban la aprobación
de Dios.
w76
15/2 pág. 116 párr. 17 La clase de personas aprobadas para el Nuevo Orden de
Dios
17 La congregación tiene que mantenerse llena del
espíritu santo de Dios y cultivar sus frutos, uno de los cuales frutos es
gobierno de uno mismo en lo moral. (Efe. 5:18; Gál. 5:22, 23) Consistentemente,
tiene que mantenerse a distancia de toda clase de inmoralidad. No mira con
curiosidad entretenida o con sentimientos sexualmente correspondientes una
prenda de vestir interior que está manchada con la evidencia de inmundicia
sexual por parte del que la usó. Al contrario, odia, detesta, aborrece una
pieza de ropa que inculpa y que tiene que ser lavada de su suciedad sexual. Así
fortifica su amor a la pureza. Por lo tanto, no puede contemplar con
satisfacción sexual literatura o películas o programas de televisión
pornográficos. —Compare con Levítico
15:16, 17.
w86
1/12 pág. 19 párr. 14 Jesús, un dechado para seguirlo con sumo cuidado y
atención
14 Cristo siempre mostró consideración a sus
discípulos y a las muchedumbres que lo seguían. (Marcos 6:30-44.) Esto enlaza
bien con el consejo que Pedro dio a los esposos tocante a tomar en cuenta la
condición femenina de sus esposas. Una traducción lo expresa de esta manera:
“Respecto a los maridos: tengan tacto en la vida común, mostrando consideración
con la mujer, por ser de constitución más delicada”. (Nueva Biblia Española.)
Si el esposo sigue el dechado de Cristo, tomará en cuenta el delicado aspecto
de lo femenino en la vida de su esposa. Eso incluye esos días dificultosos en
que ella necesita que se le trate con más bondad, paciencia y consideración.
Ciertamente un esposo amoroso ejercerá autodominio y no será exigente en tales
ocasiones. El amor verdadero es abnegado. (Compárese con Levítico 15:24; 20:18; 1 Corintios 7:3-6.)
w09
15/8 pág. 22 párr. 19 “Manténganse en el amor de Dios”
19 Los cristianos debemos mantenernos limpios y puros
en todo aspecto de nuestra vida. Jehová explicó a los antiguos israelitas que
la limpieza era fundamental (Lev.
15:31). Así, la Ley mosaica hablaba de asuntos como la eliminación de
desechos, la limpieza de vasijas y el lavado de las manos, los pies y la
ropa (Éxo. 30:17-21; Lev. 11:32; Núm. 19:17-20; Deu. 23:13, 14). Esta
ley le recordó a la nación de Israel que su Dios, Jehová, es santo, o lo que es
lo mismo, limpio, puro y sagrado. Los siervos de un Dios tan santo también
tenemos que ser santos (léase Levítico 11:44, 45).
w89
1/6 pág. 19 párr. 14 Despleguemos limpieza mental y corporal
14 En Israel se exigía, bajo pena de muerte, limpieza
ceremonial al adorar. Jehová dijo a Moisés y Aarón: “Ustedes tienen que
mantener a los hijos de Israel separados de su inmundicia, para que ellos no
mueran en su inmundicia por contaminar mi tabernáculo, que está en medio de
ellos”. (Levítico 15:31.) En el día de Expiación el sumo sacerdote tenía que
bañarse la carne en agua dos veces. (Levítico
16:4, 23, 24.) La fuente de cobre del tabernáculo, y después el enorme
mar de cobre del templo, suministraban agua para que los sacerdotes se lavaran
antes de ofrecer sacrificios a Jehová. (Éxodo 30:17-21; 2 Crónicas 4:6.)
¿Qué se puede decir de los israelitas en general? Si por alguna razón se hacían
impuros en sentido ceremonial, no podían participar en la adoración sino hasta
que hubieran cumplido con los requisitos de purificarse. (Números 19:11-22.)
Todo aquello recalcaba que se requiere limpieza física de los que adoran al
Dios santo, Jehová.
w87
1/3 pág. 28 párr. 11 Haciendo nuevas todas las cosas
11 Entonces, ¿quiénes son estas “doce tribus”? El
arreglo que Jehová hizo para el Día de Expiación en el antiguo Israel nos da
una idea. Cada año, en el décimo día del séptimo mes, el sumo sacerdote tenía
que sacrificar un toro como ofrenda por el pecado “a favor de sí mismo y de su
casa”. Eso representó el sacrificio de Jesús a favor de “su casa” de subsacerdotes.
Pero ¿qué hay de los otros israelitas? El sumo sacerdote entonces echaba
suertes sobre dos machos cabríos. Degollaba uno de estos como “el macho cabrío
de la ofrenda por el pecado, que es para el pueblo”. Después de confesar los
pecados del pueblo sobre el segundo macho cabrío, el sumo sacerdote lo enviaba
al desierto. Por lo tanto, el disponer así de estos dos machos cabríos
representó el derramamiento de la sangre vital de Jesús en sacrificio y el que
él se llevara por completo los pecados de todos los humanos aparte de los que
componen su casa sacerdotal. (Levítico
16:6-10, 15.)
w86
1/9 pág. 24 párr. 6 Respeto piadoso por la sangre
6 Por ejemplo, la manera como Aarón manejaba los
sacrificios del Día de Expiación prefiguró cómo el gran Sumo Sacerdote, Jesús,
usa el mérito de su propia sangre preciosa al proveer la salvación, en primer
lugar, a su “casa” sacerdotal de 144.000 cristianos ungidos para que se
les impute justicia y adquieran una herencia como reyes y sacerdotes con él en
los cielos. En segundo lugar, el sacrificio a favor del “pueblo” prefiguró el
rescate que Jesús ofrecería por todas las personas que heredarán la vida eterna
aquí en la Tierra. Hoy día hay “una gran muchedumbre” de estas personas a
quienes se atribuye justicia, lo cual resultará en que sobrevivan la inminente
gran tribulación. Esto se debe a que “han lavado sus ropas largas y las han
emblanquecido en la sangre del Cordero”, y demuestran su fe al rendir servicio
sagrado a Dios. (Levítico 16:6,
15, 18-22; Hebreos 9:11, 12; Revelación 14:1, 4; 7:4, 9,
14, 15.)
w09
15/8 págs. 6-7 párr. 17 La vida eterna en la Tierra: una esperanza que Dios nos
ha dado
17 Isaías predijo la llegada del Mesías, quien
desempeñaría un papel similar al que tenía el macho cabrío para Azazel del que
habla la Ley mosaica. Una vez al año, en el Día de Expiación, el sumo sacerdote
tenía que “poner ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo y confesar
sobre él todos los errores de los hijos de Israel”. Entonces, el macho cabrío
tenía que “llevar sobre sí todos los errores de ellos” al desierto (Lev. 16:7-10, 21, 22). Isaías
profetizó que el Mesías se llevaría, por decirlo así, las “enfermedades”, los
“dolores” y el “pecado de muchas personas”. De ese modo nos brindaría la
oportunidad de vivir para siempre (léase Isaías 53:4-6, 12).
w98
15/2 pág. 12 párr. 2 Jehová lleva a la gloria a muchos hijos
2 La aplicación del sacrificio de rescate de Jesús
se tipificó en el Día de Expiación anual. En ese día, el sumo sacerdote de
Israel sacrificaba primero un toro como ofrenda por el pecado y presentaba su
sangre ante el arca sagrada en el Santísimo del tabernáculo y, más tarde, del
templo. Esta era para beneficio de sí mismo, de su casa y de la tribu de Leví.
De igual manera, Jesucristo presentó a Dios el valor de su sangre para cubrir
primero los pecados de sus “hermanos” espirituales (Hebreos 2:12; 10:19-22; Levítico 16:6, 11-14). El sumo
sacerdote también sacrificaba en el Día de Expiación un macho cabrío como
ofrenda por el pecado y presentaba su sangre en el Santísimo como expiación por
los pecados de las doce tribus no sacerdotales de Israel. Del mismo modo,
el Sumo Sacerdote Jesucristo aplicará su sangre vital en favor de aquellas
personas de la humanidad que tengan fe, cancelando así sus pecados (Levítico 16:15).
W97
1/12 págs. 11-12 párr. 8 Jehová, un Dios que está “listo para perdonar”
8 El rey David dijo arrepentido: “Por fin te confesé
mi pecado, y no encubrí mi error. Dije: ‘Haré confesión acerca de mis
transgresiones a Jehová’. Y tú mismo perdonaste el error de mis
pecados”. (Salmo 32:5.) La expresión “perdonaste” traduce una palabra hebrea
que significa fundamentalmente “levantar”, “soportar, llevar”. En este pasaje
significa ‘llevarse la culpa, la iniquidad, la transgresión’. De modo que
Jehová levantó los pecados de David y, por decirlo así, se los llevó.
(Compárese con Levítico 16:20-22.)
Esta acción sin duda alivió el sentimiento de culpa con el que David había
cargado. (Compárese con Salmo 32:3.) Nosotros también podemos tener plena
confianza en el Dios que perdona los pecados de quienes buscan su perdón sobre
la base de la fe en el sacrificio de rescate de Jesucristo. (Mateo 20:28;
compárese con Isaías 53:12.) Aquellos cuyos pecados Jehová levanta de esta
manera, y se los lleva, no tienen que seguir soportando la carga del
sentimiento de culpabilidad por pecados del pasado.
W89
15/12 pág. 22 párr. 11 Ofrezcamos sacrificios que agraden a Jehová
11 Los sacerdotes levíticos comían la carne de los
animales sacrificados, pero Pablo escribió: “Tenemos un altar del cual no
tienen autoridad para comer los que efectúan servicio sagrado en la tienda [el
tabernáculo]. Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es
introducida en el lugar santo por el sumo sacerdote por el pecado, son quemados
fuera del campamento” en el Día de Expiación. (Hebreos 13:10, 11; Levítico 16:27; 1 Corintios
9:13.) Los cristianos tienen un altar figurativo que denota un acercamiento a
Dios sobre la base del sacrificio de Jesús, que expía el pecado y tiene como
resultado el perdón de Jehová y salvación para vida eterna.
w99
15/9 pág. 20 párr. 19 ¿Pide Jehová demasiado de nosotros?
19 Pese a su mal proceder, los israelitas querían dar
una apariencia de santidad. Aunque la Ley solo requería el ayuno en el Día de
Expiación anual, empezaron a ayunar con frecuencia (Levítico 16:30, 31). Pero Jehová los reprendió, diciéndoles:
“¿No es este el ayuno que yo escojo? ¿El desatar los grilletes de la
iniquidad, soltar las ataduras de la vara que sirve de yugo, y despachar libres
a los aplastados, y que ustedes rompan en dos toda vara que sirve de yugo?
¿No es el repartir tu pan al hambriento, e introducir en tu casa a los
afligidos, que no tienen hogar? ¿Que, en caso de que veas a alguien
desnudo, de veras lo cubras, y que no te escondas de tu propia carne?”
(Isaías 58:3-7).
Repaso de la Escuela del Ministerio Teocrático
(Mayo y Junio)
1. ¿Por qué es tan importante seguir el
principio de Éxodo 23:2 al decidir cómo entretenernos?
[5 de mayo, w11 15/7 págs. 10, 11 párr. 3-7.]
(Éxo. 23:2) No debes seguir tras la
muchedumbre para fines malos; y no debes testificar en cuanto a una
controversia para desviarte con la muchedumbre a fin de pervertir la justicia.
***w11 15/7 págs. 10-12 ¿Seguiremos la
amorosa guía de Jehová?***
“No
debes seguir tras la muchedumbre”
3
Supongamos que ya hemos iniciado el viaje. ¿Qué haremos si no estamos seguros
de por dónde debemos continuar? Quizás veamos a muchos conductores tomando
cierta salida y nos sintamos tentados a ir detrás de ellos. Pero es peligroso
tomar un rumbo tan solo porque lo haga la mayoría. No todos los conductores van
a ir al mismo lugar que nosotros, ni tampoco tienen por qué conocer bien la
zona. Este ejemplo nos enseña una lección. Se trata de un principio que
extraemos de una de las leyes que Jehová dio a Israel. A cada persona que fuera
a servir de testigo o juez en un tribunal, Dios le dijo: “No debes seguir tras
la muchedumbre” (léase Éxodo 23:2).
¿Por qué hizo esta advertencia? Porque sabía que, debido a la imperfección, es
fácil ceder a las presiones de la gente y cometer una injusticia. Claro, la
norma de no seguir ciegamente a los demás no solo es aplicable a los procesos
judiciales, sino a cualquier situación de la vida.
4
La verdad es que las presiones para seguir a la mayoría se presentan en casi
todas las circunstancias. Además, pudieran aparecer de forma repentina y ser
difíciles de resistir. Pensemos, por ejemplo, en lo que les sucedió a Josué y
Caleb. Los dos habían formado parte de un grupo de doce hombres que había
estado espiando la Tierra Prometida. Los otros diez dieron un informe muy
negativo y desalentador. Hasta aseguraron que habían visto gigantes que
descendían de los nefilim, o sea, de los hijos que habían tenido los ángeles
rebeldes con las mujeres (Gén. 6:4).
¡Qué disparate! Aquellos seres híbridos no solo no habían tenido hijos, sino
que habían muerto siglos antes en el Diluvio. Este ejemplo ilustra que, cuando
las personas están débiles en la fe, pueden aceptar las ideas más absurdas. Así
les sucedió a los israelitas: los rumores de los diez espías los llenaron de
pánico. Tanto es así que la mayoría pensó que sería un error hacer caso a
Jehová y entrar en la Tierra Prometida. ¿Qué harían Josué y Caleb en esas
circunstancias tan tensas? (Núm.
13:25-33.)
5
Aquellos dos hombres no se dejaron arrastrar por los demás. Aunque la gente no
quiso escucharlos e incluso amenazó con apedrearlos, ellos defendieron la
verdad. ¿Qué les permitió ser tan valientes? Sin duda, la fe. Y es que cuando
uno tiene fe, ve muy clara la diferencia entre las santas promesas de Jehová y
las afirmaciones sin fundamento de los hombres. De hecho, Josué y Caleb
expresaron más tarde su satisfacción al ver que Dios había cumplido todo lo que
había jurado hacer (léanse Josué 14:6, 8
y 23:2, 14). Eran dos hombres devotos y nunca se les habría ocurrido
ofender a Jehová por complacer a aquella multitud incrédula. Por eso, se
mantuvieron firmes en su postura. ¡Qué ejemplo para todos nosotros! (Núm. 14:1-10.)
6
¿Nos hemos sentido alguna vez empujados a ceder ante la opinión popular? Hoy,
la gran mayoría de las personas no respetan a Jehová ni sus normas, como se
refleja, por ejemplo, en su actitud hacia el entretenimiento. No son pocos los
que caen en el error de afirmar que la inmoralidad, la violencia y el ocultismo
que inundan la televisión, el cine y los videojuegos son del todo inofensivos (2 Tim. 3:1-5). Ahora bien,
preguntémonos: “Cuando elijo las diversiones en las que mi familia o yo
participaremos, ¿dejo que la sociedad actual, con su ley del ‘todo vale’, influya
en mis decisiones y en mi conciencia?”. Si así fuera, estaríamos pasando por
alto el consejo de “no [...] seguir tras la muchedumbre”.
7
Jehová nos ha hecho un extraordinario regalo para que podamos tomar buenas
decisiones: nuestras “facultades perceptivas”. La Biblia usa esta expresión
para referirse a la capacidad que tenemos de reflexionar sobre los asuntos y
distinguir entre lo bueno y lo malo. Para que estas facultades funcionen como
es debido, hay que entrenarlas “mediante el uso” (Heb. 5:14). Ahora bien, esto no se logra copiando a los demás sin
pensar, ni tampoco aferrándose a una serie de reglas rígidas en asuntos que
cada uno debe decidir según su conciencia. Por esta razón, los testigos de
Jehová no publicamos ninguna lista de películas, libros o páginas de Internet
que deban evitarse. Además, el mundo cambia tan rápido que cualquier lista se
quedaría anticuada a los pocos minutos de salir (1 Cor. 7:31). Y, lo que es peor, una lista así nos privaría de
hacer algo muy necesario: examinar los principios bíblicos, pedirle ayuda a
Dios y luego tomar decisiones que le agraden (Efe. 5:10).
2. ¿Cuánta importancia tenía el mandamiento de que
los sacerdotes se lavaran antes de ofrecer sacrificios a Jehová? ¿Por qué eso
es un serio recordatorio para los siervos de Dios hoy en día? (Éx. 30:18-21.)
[19 de mayo, w96 1/7 pág. 9 párr. 9.]
(Éxo. 30:18-21) “Tienes que hacer una
fuente de cobre y su base de cobre para el lavado, y tienes que ponerla entre
la tienda de reunión y el altar y poner agua en ella. 19 Y Aarón y sus hijos
tienen que lavarse las manos y los pies allí. 20 Cuando entren en la tienda de
reunión se lavarán con agua para que no mueran, o cuando se acerquen al altar
para ministrar, a fin de hacer humear una ofrenda hecha por fuego a Jehová. 21
Y tienen que lavarse las manos y los pies para que no mueran, y esto tiene que
servirles de disposición reglamentaria hasta tiempo indefinido, a él y a su
prole durante todas sus generaciones”.
***w96 1/7 pág. 9 ‘Una casa de oración
para todas las naciones’***
9
El tabernáculo también tenía un patio, limitado por una valla de telas. En él
había una gran palangana, donde los sacerdotes se lavaban las manos y los pies
antes de entrar en el Santo y antes de ofrecer los sacrificios sobre el altar
situado en el patio. (Éxodo 30:18-21.) Este requisito de limpieza
constituye un enérgico recordatorio a los siervos modernos de Dios de que deben
procurar al máximo mantener la pureza física, moral, mental y espiritual si
desean que su adoración sea grata a Dios. (2 Corintios 7:1.) Con el tiempo, el suministro
de la leña para el fuego del altar y del agua para la palangana estuvo a cargo
de esclavos del templo no israelitas. (Josué 9:27.)
3. ¿Por qué no se castigó a Aarón por haber hecho
el becerro de oro? (Éx. 32:1-8, 25-35.) [19 de mayo, w04 15/3 pág. 27 párr. 4.]
(Éxo. 32:1-8) Entretanto, el pueblo
llegó a ver que Moisés tardaba mucho en bajar de la montaña. De modo que el
pueblo se congregó en torno a Aarón, y le dijeron: “Levántate, haznos un dios
que vaya delante de nosotros, porque en cuanto a este Moisés, el hombre que nos
hizo subir de la tierra de Egipto, ciertamente no sabemos qué le habrá pasado”.
2 Ante esto, Aarón les dijo: “Arranquen los aretes de oro que están en las
orejas de sus esposas, de sus hijos y de sus hijas, y tráiganmelos”. 3 Y todo
el pueblo se puso a arrancar los aretes de oro que estaban en sus orejas y a
llevárselos a Aarón. 4 Entonces él tomó [el oro] de manos de ellos, y lo formó
con un buril y procedió a hacer de él una estatua fundida de un becerro. Y
empezaron a decir: “Este es tu Dios, oh Israel, que te hizo subir de la tierra
de Egipto”. 5 Cuando Aarón llegó a ver esto, se puso a edificar un altar
delante de él. Por fin clamó Aarón y dijo: “Mañana hay fiesta a Jehová”. 6 De
modo que al día siguiente se levantaron temprano, y empezaron a ofrecer
ofrendas quemadas y a presentar sacrificios de comunión. Después de eso se
sentó el pueblo a comer y beber. Entonces se levantaron para divertirse.7
Jehová ahora dijo a Moisés: “Ve, desciende, porque tu pueblo que hiciste subir
de la tierra de Egipto ha actuado ruinosamente. 8 Se han desviado
apresuradamente del camino en que les he mandado ir. Se han hecho una estatua
fundida de un becerro y siguen inclinándose ante ella y haciéndole sacrificios
y diciendo: ‘Este es tu Dios, oh Israel, que te hizo subir de la tierra de
Egipto’”.
***w04 15/3 pág. 27 Puntos
sobresalientes del libro de Éxodo***
32:1-8,
25-35. ¿Por qué no se castigó a Aarón por haber hecho el becerro de oro? En su
corazón, Aarón no estaba de acuerdo con la adoración idolátrica. Posteriormente
se unió a sus compañeros levitas al ponerse a favor de Dios y en contra de los
que se opusieron a Moisés. Después que se destruyó a los culpables, Moisés
recordó a los israelitas que ellos habían cometido un grave pecado, lo que
indica que otros además de Aarón recibieron la misericordia de Jehová.
4. ¿Qué relación hay entre la ley divina que
prohibía a los israelitas casarse con gente que adoraba a otros dioses y el
enfoque cristiano sobre el noviazgo y el matrimonio? (Éx. 34:12-16.) [26 de
mayo, w89 1/11 págs. 20, 21 párr. 11-13.]
(Éxo. 34:12-16) Cuídate para que no
celebres un pacto con los habitantes de la tierra a la cual vas, por temor de
que resulte ser un lazo en medio de ti. 13 Pero los altares de ellos ustedes
los han de demoler, y sus columnas sagradas las han de hacer añicos, y sus
postes sagrados los han de cortar. 14 Pues no debes postrarte ante otro dios,
porque Jehová, cuyo nombre es Celoso, él es un Dios celoso; 15 por temor de que
celebres un pacto con los habitantes de la tierra, puesto que ellos ciertamente
tendrán ayuntamiento inmoral con sus dioses y harán sacrificios a sus dioses, y
alguien de seguro te invitará, y ciertamente comerás parte de su sacrificio. 16
Entonces tendrás que tomar algunas de sus hijas para tus hijos, y sus hijas de
seguro tendrán ayuntamiento inmoral con sus dioses y harán que tus hijos tengan
ayuntamiento inmoral con los dioses de ellas.
***w89 1/11 págs. 20-21 Eviten un yugo
con incrédulos***
11
El prestar atención a la advertencia bíblica también nos protege de las
dolorosas consecuencias que suelen resultar de que un cristiano o una cristiana
se una bajo yugo con una persona incrédula. Por ejemplo, es posible que la
persona incrédula aparte al cónyuge cristiano de servir a Jehová. Considere la
advertencia que Jehová dio al Israel de la antigüedad. Se prohibieron las
alianzas matrimoniales con personas que no adoraban a Jehová. ¿Por qué? “Porque
él apartará a tu hijo de seguirme —advirtió Jehová—, y ellos ciertamente
servirán a otros dioses.” (Deuteronomio
7:3, 4.) Ante la oposición de un cónyuge incrédulo, puede que haya la
tendencia a dejarse llevar por el camino que requiere menos esfuerzo. Es fácil
pensar: ‘¡No me va a suceder a mí!’. Pero le ocurrió a un hombre tan sabio como
Salomón. ¿No podría sucederle a usted? (1
Reyes 11:1-6; compárese con 1 Reyes
4:29, 30.)
12
Aunque no se apartara al creyente de la adoración verdadera, todavía quedan los
problemas y las presiones que muchas veces se ven en un hogar donde hay
división religiosa. Considere de nuevo la ley de Dios a Israel. Suponga que una
israelita accediera a casarse con un cananeo. En vista de las prácticas
sexuales comunes en la tierra de Canaán, ¿qué respeto le tendría aquel hombre a
la ley del Dios de ella? Por ejemplo, ¿se abstendría voluntariamente de las
relaciones sexuales durante la menstruación de ella, como lo requería la Ley de
Moisés? (Levítico 18:19; 20:18;
compárese con Levítico 18:27.) En el
caso de un israelita que se casara con una cananea, ¿cuánto lo apoyaría ella
cuando él viajara a Jerusalén tres veces al año para asistir a las fiestas
periódicas? (Deuteronomio 16:16.) Es
obvio que la ley de Dios que prohibía ese tipo de matrimonios servía de
protección para los israelitas.
13
¿Qué hay de la actualidad? Las normas morales de los mundanos difieren
muchísimo de las de la Biblia. Prescindiendo de lo decentes que pudieran
parecer algunos mundanos, no tienen una conciencia cristiana, educada por la
Biblia. No han pasado años estudiando la Palabra de Dios, “rehaciendo su mente”
y ‘desnudándose de la vieja personalidad’. (Romanos 12:2; Colosenses 3:9.) Por consiguiente, el cristiano o la
cristiana que se pone bajo el yugo del matrimonio con una persona incrédula
suele exponerse a mucha angustia y dolor. Algunos se encaran muchas veces a la
presión de participar en prácticas sexuales pervertidas o de celebrar días de
fiesta mundanos. Y otros hasta se quejan de la soledad. Como escribió una
hermana: “La soledad que siente el que está casado con alguien que no ama a
Jehová es la peor soledad imaginable. Esto se debe a que no se tiene a nadie
con quien compartir la verdad, que es lo más importante en la vida de uno”.
5. ¿Por qué nos anima de manera especial el caso de
Bezalel y Oholiab? (Éx. 35:30-35.) [26 de mayo, w10 15/9 pág. 10 párr. 13.]
(Éxo. 35:30-35) Entonces Moisés dijo a los
hijos de Israel: “Miren, Jehová ha llamado por nombre a Bezalel hijo de Urí
hijo de Hur, de la tribu de Judá. 31 Y procedió a llenarlo del espíritu de Dios
en sabiduría, en entendimiento y en conocimiento y en habilidad para toda clase
de artesanía 32 y para diseñar medios útiles, para trabajar en oro y plata y
cobre, 33 y en trabajo de piedras para engastarlas y en trabajo de madera para
hacer ingeniosos productos de toda clase. 34 Y ha puesto en su corazón que él
debe enseñar, él y Oholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan. 35 Los ha
llenado de sabiduría de corazón para hacer toda obra de artífice y de bordador
y de tejedor en hilo azul y lana teñida de púrpura rojiza, en fibra escarlata
carmesí y lino fino, y de obrero de telar, hombres que hacen toda clase de obra
y que diseñan medios útiles.
***w10 15/9 pág. 10 Busquemos con empeño
la bendición de Jehová***
Pidamos
espíritu santo
13
Pero ¿qué hay si nos sentimos incapaces de aceptar cierta posición de servicio
o participar en el ministerio? En ese caso, debemos pedirle a Jehová que nos
conceda su espíritu, el cual potenciará nuestras habilidades (léase Lucas 11:13). Con su fuerza
activa, él capacita a sus siervos para que cumplan con cualquier labor o
asignación, independientemente de su experiencia y sus circunstancias del
pasado. Por ejemplo, muy poco después de la salida de Egipto, el espíritu santo
fortaleció a simples pastores y esclavos, sin ninguna formación militar, para
que lograran derrotar a los ejércitos enemigos (Éxo. 17:8-13). No mucho más tarde, el mismo espíritu facultó a
Bezalel y Oholiab para que ejecutaran los detallados planos del tabernáculo que
Dios había revelado (Éxo. 31:2-6; 35:30-35).
6. ¿Cómo servía de recordatorio “la santa señal de
dedicación” que llevaba el sumo sacerdote en el turbante? ¿Qué nos enseña esa
señal con respecto a la dedicación? (Éx. 39:30.) [2 de jun., w01 1/2 pág. 14
párr. 2, 3.]
(Éxo. 39:30) Finalmente hicieron la
lámina resplandeciente, la santa señal de dedicación, de oro puro, e
inscribieron sobre ella una inscripción con los grabados de un sello: “La
santidad pertenece a Jehová”.
***w01 1/2 pág. 14 ¿Cumplimos con
nuestra dedicación?***
2
Ahora bien, ¿qué significa dedicación en el sentido bíblico? Dedicar traduce un
verbo hebreo que significa “mantener separado; estar separado; retirar”. En el
antiguo Israel, el sumo sacerdote Aarón llevaba en el turbante “la santa señal
de dedicación”, una lámina resplandeciente de oro puro en la que figuraba en
hebreo la inscripción “La santidad pertenece a Jehová”. Esa señal recordaba al
sumo sacerdote que debía evitar todo lo que profanara el santuario, “porque la
señal de la dedicación, el aceite de la unción de su Dios, [estaba] sobre él” (Éxodo 29:6; 39:30; Levítico 21:12).
3
De este relato se desprende que la dedicación es algo importante. Implica
presentarse voluntario para servir a Dios, y exige una conducta limpia. Por
tanto, comprendemos por qué razón citó el apóstol Pedro estas palabras de
Jehová: “Tienen que ser santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1:15, 16). Los cristianos dedicados tenemos la enorme
responsabilidad de cumplir con nuestra dedicación y de ser fieles hasta el fin.
Pues bien, ¿qué conlleva la dedicación cristiana? (Levítico 19:2; Mateo 24:13.)
7. ¿Qué obligación tenemos todos los cristianos con
relación a informar una falta grave cometida por otro cristiano? (Lev. 5:1.) [9
de jun., w97 15/8 pág. 27.]
(Lev. 5:1) ”’Ahora bien, en caso de
que peque un alma por cuanto ha oído maldecir en público y es testigo, o lo ha
visto o ha llegado a saber de ello, si no lo informa, entonces tiene que
responder por su error.
***w97 15/8 págs. 27-28 ¿Por qué
denunciar lo que es malo?***
¿De
quién es la obligación?
Cuando
los ancianos saben de un mal grave, abordan a la persona implicada para darle
la ayuda y la corrección necesarias. Es su obligación juzgar a tales personas
dentro de la congregación cristiana. Se mantienen vigilantes con respecto a la
condición espiritual de esta, y ayudan y amonestan a todo el que da un paso
imprudente o incorrecto. (1 Corintios
5:12, 13; 2 Timoteo 4:2; 1 Pedro 5:1, 2.)
Ahora
bien, ¿qué ocurre si no somos ancianos y nos enteramos de que otro cristiano ha
cometido un mal grave? Las pautas se encuentran en la Ley que Jehová dio a la
nación de Israel. Esta decía que si una persona era testigo de acciones
apóstatas, sedición, asesinato u otros delitos graves, tenía el deber de
informarlo y testificar sobre lo que sabía. Levítico 5:1 dice: “Ahora bien, en
caso de que peque un alma por cuanto ha oído maldecir en público y es testigo,
o lo ha visto o ha llegado a saber de ello, si no lo informa, entonces tiene
que responder por su error”. (Compárese con Deuteronomio 13:6-8; Ester 6:2; Proverbios 29:24.)
Aunque
hoy los cristianos no estamos bajo la Ley mosaica, podemos guiarnos por sus
principios subyacentes. (Salmo 19:7, 8.)
Por tanto, ¿qué deberíamos hacer si nos enteráramos de que un compañero
cristiano ha cometido un mal grave?
Cómo
obrar
En
primer lugar, es importante que exista una razón válida para creer que
realmente ha habido un mal grave. “No llegues a ser testigo contra tu semejante
sin base —dijo el sabio—. Entonces tendrías que ser tonto con tus labios.” (Proverbios 24:28.)
Tal
vez decidamos ir directamente a los ancianos. No está mal hacerlo, aunque por
lo general el proceder más amoroso es abordar a la persona implicada. Quizá los
hechos no sean lo que parecen. O puede que los ancianos ya estén tratando la
situación. Hable calmadamente del asunto con la persona. Si sigue habiendo
razón para creer que se ha cometido un mal grave, anímela a pedir ayuda a los
ancianos y explíquele por qué es sabio hacerlo. No hable a otros del asunto,
pues estaría chismeando.
En
caso de que la persona no lo informe a los ancianos en un período razonable,
entonces nosotros debemos hacerlo. Luego, uno o dos ancianos hablarán del
asunto con el acusado. Los ancianos tienen que “escudriñar e investigar e
inquirir cabalmente” para asegurarse de que se ha cometido un mal. Si es así,
se ocuparán del caso conforme a las directrices bíblicas. (Deuteronomio 13:12-14.)
Se
requieren al menos dos testigos para probar la acusación de que ha cometido un
pecado. (Juan 8:17; Hebreos 10:28.)
Si la persona lo niega y solo se cuenta con nuestro testimonio, se deja el caso
en manos de Jehová. (1 Timoteo 5:19, 24,
25.) Se actúa así sabiendo que todas las cosas están “abiertamente
expuestas” a Jehová y que si la persona es culpable, con el tiempo sus pecados
la ‘alcanzarán’. (Hebreos 4:13; Números
32:23.)
Ahora
bien, supongamos que la persona niega la acusación y que somos los únicos
testigos en su contra. ¿Nos arriesgamos entonces a que se nos acuse de
calumnia? No, a menos que hayamos hablado del asunto con quienes no tienen nada
que ver en él. No es calumnia informar de las condiciones que afectan a la
congregación a quienes tienen la autoridad y el deber de supervisar y corregir
los asuntos. De hecho, está en armonía con nuestro deseo de hacer siempre lo
que es correcto y leal. (Compárese con Lucas
1:74, 75.)
8. ¿Qué propósito sobresaliente tenían los
sacrificios de comunión en los tiempos de la antigua nación de Israel? ¿Qué
simbolizan en nuestros días? (Lev. 7:31-33.)
[16 de jun., w12 15/1 pág. 19 párrs. 11, 12.]
(Lev. 7:31-33) Y el sacerdote tiene que
hacer humear la grasa sobre el altar, pero el pecho tiene que llegar a ser de
Aarón y de sus hijos. 32”’Y ustedes darán como porción sagrada al sacerdote la
pierna derecha de sus sacrificios de comunión. 33 De aquel de los hijos de
Aarón que presente la sangre de los sacrificios de comunión y la grasa, de él
llegará a ser la pierna derecha como porción.
***w12 15/1 pág. 19 Lecciones que
aprendemos de “la armazón [...] de la verdad”***
11
La Ley mosaica también estipulaba que los fieles hicieran sacrificios de
comunión como muestra de que estaban en paz con Jehová. Tanto ellos como sus
familias comían la carne de los animales, a menudo en los comedores del templo.
También recibían porciones el sacerdote que oficiaba y los demás que se
hallaban de servicio (Lev. 3:1, nota;
7:31-33). Lo único que se pretendía con estos sacrificios era gozar de una
buena relación con Dios. Era como si el adorador, su familia, los sacerdotes y
Jehová celebraran un banquete juntos y en paz.
12
¿Podía haber un mayor privilegio que, por decirlo así, invitar a Jehová a una
comida y que él aceptara? Como es lógico, quienes fueran los anfitriones
querrían ofrecerle lo mejor a tan ilustre huésped. Los sacrificios de comunión,
como parte de la armazón de la verdad que hallamos en la Ley, apuntaban a una
realidad mayor: gracias al sacrificio de Jesús, todos los seres humanos tienen
la oportunidad de entrar en una relación pacífica con su Creador. En la
actualidad, quienes le sacrifican a Dios de buena gana sus energías y recursos
disfrutan de una estrecha amistad con él.
9. ¿Qué puede haber implicado el pecado de Nadab y
Abihú, los hijos de Aarón? ¿Qué lecciones aprendemos de ese relato? (Lev. 10:1,
2, 9.) [23 de jun., w04 15/5 pág. 22 párrs. 6-8.]
(Lev. 10:1, 2) Más tarde Nadab y Abihú,
los hijos de Aarón, tomaron y llevaron cada uno su braserillo y pusieron en
ellos fuego y sobre él colocaron incienso, y empezaron a ofrecer delante de
Jehová fuego ilegítimo, que él no les había prescrito. 2 Con esto salió un fuego
de delante de Jehová y los consumió, de modo que murieron ante Jehová.
(Lev. 10:9) “No bebas vino ni licor
embriagante, tú ni tus hijos contigo, cuando entren en la tienda de reunión,
para que no mueran. Es estatuto hasta tiempo indefinido para sus generaciones,
***w04 15/5 pág. 22 Puntos
sobresalientes del libro de Levítico***
10:1, 2. ¿Qué puede haber implicado el pecado de Nadab y
Abihú, los hijos de Aarón? Poco después de que Nadab y Abihú obraron
impropiamente al efectuar sus deberes sacerdotales, Jehová prohibió a los
sacerdotes que usaran vino o licor embriagante mientras servían en el
tabernáculo (Levítico 10:9). Eso da
a entender que los dos hijos de Aarón tal vez estaban bajo los efectos del
alcohol durante la ocasión aquí mencionada. Sin embargo, la razón por la que
murieron fue porque ofrecieron “fuego ilegítimo, que [Jehová] no les había
prescrito”.
Lecciones
para nosotros:
10:1, 2. Hoy día, los siervos de Jehová responsables
tienen que cumplir con los requisitos divinos. Además, no deben ser insolentes
al encargarse de sus obligaciones.
10:9. Nadie debe realizar deberes que le haya dado Dios
si está bajo los efectos del alcohol.
10. ¿Por qué se volvía “inmunda” la mujer como
resultado del parto? (Lev. 12:2, 5.) [23 de jun., w04 15/5 pág. 23 párr. 2.]
(Lev. 12:2) “Habla a los hijos de
Israel, y di: ‘En caso de que una mujer conciba descendencia y en efecto dé a
luz un varón, tiene que ser inmunda siete días; como en los días de la impureza
cuando está menstruando será inmunda.
(Lev. 12:5) ”’Ahora bien, si da a luz
una niña, entonces tiene que ser inmunda catorce días, como durante su
menstruación. Por sesenta y seis días más se quedará con la sangre de
purificación.
***w04 15/5 pág. 23 Puntos
sobresalientes del libro de Levítico***
Respuestas
a preguntas bíblicas:
12:2, 5. ¿Por qué se volvía “inmunda” la mujer como
resultado del parto? Los órganos reproductivos fueron hechos para transmitir
vida humana perfecta. No obstante, en vista de los efectos heredados del
pecado, lo que se transmitió fue vida imperfecta y pecaminosa. Los períodos
temporales de ‘inmundicia’ relacionados con el parto, así como la menstruación
y las emisiones seminales, recordaban esta herencia pecaminosa (Levítico
15:16-24; Salmo 51:5; Romanos 5:12). Las disposiciones reglamentarias de
purificación ayudaban a los israelitas a comprender la necesidad de un
sacrificio redentor para cubrir el pecado de la humanidad y devolverle la
perfección. Por eso, la Ley llegó a ser su “tutor que [los condujo] a Cristo”
(Gálatas 3:24).
================
Reunión de Servicio
Cántico 58
Mi oración de dedicación
10 min. “Atendamos el interés de inmediato.” Discurso.
Al final, presente una breve demostración basada en la presentación de la página 8 sobre
cómo iniciar estudios bíblicos el primer sábado de julio.
Desde
que se rediseñó nuestro sitio de Internet, la cantidad de cursos bíblicos que
se solicitan en línea ha aumentado notablemente. Los nuevos programas de
predicación pública también han contribuido a ello. La sucursal atiende las
solicitudes cuanto antes. Si se reciben por jw. org, la sucursal suele tardar
solo dos días en notificar a los ancianos de la congregación correspondiente.
Pero nos han llegado informes de que a veces pasan semanas hasta que un Testigo
contacta con quien ha pedido un curso bíblico. ¿Cómo asegurarnos de que esas
personas reciban ayuda antes de que pierdan el interés? (Mar. 4:14, 15.)
(Marcos 4:14, 15) ”El sembrador siembra la palabra. 15 Estos,
pues, son aquellos a lo largo del camino donde se siembra la palabra; mas luego
que [la] han oído viene Satanás y se lleva la palabra que ha sido sembrada en
ellos.
Si
alguien que no vive en el territorio de su congregación se interesa en el
mensaje, rellene de inmediato el formulario Sírvase visitar (S-43) y déselo al secretario a más tardar en la siguiente
reunión. Luego, en menos de dos días, él entregará la información a
la congregación que corresponda o la pasará a la sucursal utilizando la pestaña Congregación del sitio jw. org. Además, los
ancianos deben acceder al sitio de Internet con frecuencia. Si se les
avisa de que alguien desea que lo visite un Testigo, deben atenderlo con rapidez. Y el publicador
que vaya a visitar a la persona debe darle prioridad. Si no la encuentra
en casa, puede dejarle una nota con sus datos de contacto.
Cómo iniciar estudios bíblicos el primer sábado de
julio
“¿Qué cree usted que Dios piensa de nuestras
oraciones? ¿Cree que le importan, o que sencillamente las oye y nada más?”
Permita que responda. Luego muéstrele la última página de La Atalaya del
1 de julio y examine con ella la información de la primera pregunta y al menos
uno de los textos. Ofrézcale las revistas y quede en volver para examinar la
siguiente pregunta.
20 min. El estudio personal nos hace mejores
ministros. Análisis con el auditorio basado en el
libro Benefíciese, páginas 27 a 32. Entreviste a un publicador que se
distinga por sus buenos hábitos de estudio.
El
estudio recompensa
¿HA OBSERVADO alguna vez a la gente escogiendo fruta?
La mayoría se fija en el color y el tamaño para determinar si está madura, y
hay quien la huele, la palpa o hasta la aprieta. Otros la sopesan, colocando
una pieza en cada mano para averiguar cuál es más jugosa. ¿En qué piensan estas
personas? Reparan en los detalles, evalúan las diferencias, recuerdan
anteriores selecciones y comparan lo que ven con lo que saben. Les aguarda una
deliciosa recompensa por elegir con esmero.
Es evidente que las gratificaciones del estudio de la
Palabra de Dios son mucho mayores. Cuando asignamos a esta actividad un lugar
destacado en la vida, el amor y la fe que sentimos se fortalecen, nuestro
ministerio se vuelve más productivo y las decisiones que tomamos reflejan más
perspicacia y sabiduría piadosa. Proverbios
3:15 señala al respecto: “Todos tus otros deleites
no pueden ser igualados a [estas recompensas]”. ¿Disfruta usted de
tales galardones? En buena medida dependerá de la forma en que estudie (Col. 1:9, 10).
(Colosenses 1:9, 10) Por eso nosotros también,
desde el día en que [lo] oímos, no hemos cesado de orar por ustedes y de pedir
que se les llene del conocimiento exacto de su voluntad en toda sabiduría y
comprensión espiritual, 10 para que anden de una manera
digna de Jehová a fin de que [le] agraden plenamente mientras siguen llevando
fruto en toda buena obra y aumentando en el conocimiento exacto de Dios,
¿Qué es el estudio? Es más que una simple lectura
superficial; entraña emplear las facultades mentales en el examen cuidadoso o
prolongado de cierto tema. Supone analizar lo que se lee, compararlo con lo que
ya se sabe y tomar nota de las razones que apoyan lo que se afirma. Cuando
estudie, reflexione en las ideas que le resulten nuevas y en cómo aplicar mejor
la guía de las Escrituras. Además, como testigo de Jehová, pensará en ocasiones
en las que ayudar al prójimo valiéndose de lo que ha aprendido. Obviamente, el
estudio exige meditación.
La
actitud adecuada
Cuando usted va a estudiar, dispone ante sí la Biblia,
las publicaciones que piensa emplear, un lápiz o bolígrafo, y tal vez un
cuaderno de notas. Sin embargo, ¿prepara su corazón? La Biblia nos dice que
Esdras “había preparado su corazón para consultar la ley de Jehová y para ponerla
por obra y para enseñar en Israel disposiciones reglamentarias y justicia” (Esd. 7:10). ¿Qué está implicado en
preparar el corazón?
(Esdras 7:10) Porque Esdras mismo había
preparado su corazón para consultar la ley de Jehová y para poner[la] por obra
y para enseñar en Israel disposiciones reglamentarias y justicia.
La oración hace que abordemos el estudio de la Palabra
de Dios con la actitud apropiada. Deseamos que el corazón, lo más recóndito de
nuestro ser, absorba la educación que Jehová nos imparte. Antes de cada sesión
pídale a Dios el respaldo de su espíritu (Luc.
11:13). Ruéguele que le conceda comprender el significado de lo que
estudie, su vinculación con el propósito divino, su utilidad para distinguir el
bien del mal, la forma en que debe aplicar Sus principios y el efecto que tiene
la información en su relación con Él (Pro.
9:10). Al estudiar, “siga pidiéndole a Dios” sabiduría (Sant. 1:5). Evalúese honradamente a la
luz de lo aprendido y solicite la ayuda del Creador para erradicar las ideas
erróneas o los malos deseos. Nunca olvide ‘responder a Jehová con acción de
gracias’ por todo lo que nos revela (Sal.
147:7). Si acompañamos el estudio con oración, se estrechará nuestra
amistad con Jehová, pues nos sentiremos impulsados a obedecer lo que él nos
dice en su Palabra (Sal. 145:18).
(Lucas 11:13) Por lo tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar
buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará el Padre en el cielo
espíritu santo a los que le piden!”.
(Proverbios 9:10) El
temor de Jehová es el comienzo de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo
es lo que el entendimiento es.
(Santiago 1:5) Por lo tanto, si alguno
de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole a Dios,
porque él da generosamente a todos, y sin echar en cara; y le será dada.
(Salmo 147:7) Respondan ustedes a
Jehová con acción de gracias; celebren con melodía a nuestro Dios con el arpa,
(Salmo 145:18) Jehová está cerca de todos
los que lo invocan, de todos los que lo invocan en apego a la verdad.
Tal receptividad diferencia a los siervos de Jehová de
otros estudiantes. Quienes carecen de devoción piadosa son aficionados a
cuestionar lo que está escrito, una actitud que nosotros no tenemos, pues
confiamos en Jehová (Pro. 3:5-7). Si
no entendemos algo, no caemos en la presunción de concluir que debe
haber un error, sino que, al tiempo que esperamos en Dios, indagamos las
respuestas (Miq. 7:7). Como Esdras,
nuestro objetivo es practicar y enseñar lo que aprendemos, y con esta
disposición de corazón obtenemos abundantes recompensas del estudio.
(Proverbios
3:5-7) Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te
apoyes en tu propio entendimiento. 6 En todos tus
caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas. 7 No
te hagas sabio a tus propios ojos. Teme a Jehová y apártate de lo malo.
(Miqueas 7:7) Pero en cuanto a mí,
por Jehová me mantendré vigilante. Ciertamente mostraré una actitud de espera
por el Dios de mi salvación. Mi Dios me oirá.
Cómo
estudiar
En vez de empezar por el párrafo 1 y avanzar hasta el
final, mire primero brevemente todo el artículo o capítulo. Comience analizando
de qué manera plantea el título el tema de estudio. Acto seguido, observe con
atención la relación entre los subtítulos y dicho tema. Fíjese en las ilustraciones,
tablas o recuadros de repaso que acompañan al texto. Entonces pregúntese: “En
vista de lo observado hasta ahora, ¿qué voy a aprender, y de qué me servirá?”.
Así dará orientación al estudio.
A continuación establezca las ideas fundamentales. En los
artículos de estudio de La Atalaya, así como en algunos
libros, aparecen preguntas a pie de página. Es provechoso señalar las
respuestas al ir leyendo los párrafos. Incluso si no hay preguntas de ese
tipo, puede marcar los puntos importantes que desee recordar. Si alguna idea es
nueva para usted, dedíquele un poco más de tiempo para asegurarse de
comprenderla bien. Esté pendiente de las ilustraciones o líneas argumentales
que podría utilizar en el ministerio del campo o en algún discurso que tenga asignado.
Piense en personas cuya fe se fortalecería si compartiera la información con
ellas. Marque los puntos que se propone usar y repáselos al final del estudio.
Busque las citas bíblicas según vaya avanzando, y
determine cómo se relacionan con la idea central del párrafo.
Es posible que haya aspectos que le cueste comprender
o que le gustaría indagar con más detalle. En vez de entretenerse en ellos,
anótelos para estudiarlos en otro momento. Con frecuencia se aclararán en
párrafos posteriores, pero si no es así, quizá desee investigarlos más
profundamente. ¿Qué podría anotar? Por ejemplo, un pasaje bíblico del que
no entienda bien su significado o su relación con el tema. O tal vez le
parezca que comprende cierta idea, pero no lo suficiente como para explicarla.
En lugar de pasar por alto estos puntos, es prudente que los investigue una vez
termine lo que haya empezado a estudiar.
El apóstol Pablo se detuvo en mitad de su detallada
carta a los cristianos hebreos para decir: “Este es el punto principal” (Heb. 8:1). ¿Hace usted de tanto en
tanto una reflexión parecida mientras estudia? Considere las razones de Pablo.
En los capítulos anteriores de su carta inspirada ya había mostrado que Cristo
entró en el cielo mismo en calidad de gran Sumo Sacerdote de Dios (Heb. 4:14–5:10; 6:20). Sin embargo, al
destacar y subrayar este punto principal al comienzo del capítulo 8, el apóstol
preparó a sus lectores para reflexionar en cómo les incumbía. Señaló que Cristo
se había presentado ante Dios para interceder por ellos, abriéndoles el camino
de entrada a aquel “lugar santo” (Heb.
9:24; 10:19-22). La certeza de su esperanza los motivaría a seguir los
demás consejos que les escribió sobre la fe, el aguante y la conducta
cristiana. De igual modo nosotros, si al estudiar nos concentramos en los
puntos principales, captaremos el desarrollo del tema y grabaremos en la
memoria las razones de peso por las que actuar en armonía con lo expuesto.
(Hebreos 8:1) Ahora bien, en cuanto a las cosas que se consideran, este es
el punto principal: Tenemos tal sumo sacerdote, y él se ha sentado a la diestra
del trono de la Majestad en los cielos,
(Hebreos 4:14-5:10) Visto,
por lo tanto, que tenemos un gran sumo sacerdote que ha pasado por los cielos,
Jesús el Hijo de Dios, tengamos asida [nuestra] confesión de [él]. 15 Porque
no tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras
debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros,
pero sin pecado. 16 Acerquémonos, por lo tanto, con
franqueza de expresión al trono de la bondad inmerecida, para que obtengamos
misericordia y hallemos bondad inmerecida para ayuda al tiempo apropiado.
(Hebreos 5:10) porque ha sido llamado
específicamente por Dios sumo sacerdote a la manera de Melquisedec.
(Hebreos 6:20) donde un precursor ha
entrado a favor nuestro, Jesús, que ha llegado a ser sumo sacerdote a la manera
de Melquisedec para siempre.
(Hebreos 9:24) Porque Cristo entró, no
en un lugar santo hecho de manos, el cual es copia de la realidad, sino en el
cielo mismo, para comparecer ahora delante de la persona de Dios a favor de
nosotros.
(Hebreos 10:19-22) Por
lo tanto, hermanos, puesto que tenemos denuedo respecto al camino de entrada al
lugar santo por la sangre de Jesús, 20 el cual él nos
inauguró como camino nuevo y vivo a través de la cortina, es decir, su carne, 21 y
puesto que tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22 acerquémonos
con corazones sinceros en la plena seguridad de la fe, pues los corazones se
nos han limpiado por rociadura de una conciencia inicua, y los cuerpos se nos
han lavado con agua limpia.
¿Lo impulsará su estudio a actuar? Esta es una
cuestión clave. Cuando aprenda algo, pregúntese: “¿Qué efecto debería tener
esta información en mi actitud o mis metas? ¿Cómo la pondré en práctica a la
hora de resolver un problema, tomar una decisión o perseguir un objetivo? ¿Cómo
la utilizaré en mi vida familiar, en el ministerio del campo o en la
congregación?”. Reflexione con oración en estas preguntas y piense en
situaciones reales en las que podría aplicar sus conocimientos.
Al final de un capítulo o artículo, dé un breve repaso
y vea si recuerda los puntos principales y los argumentos que los apoyan, pues
ello le ayudará a retener la información para usarla en el futuro.
Qué
estudiar
Los siervos de Jehová tenemos mucho que estudiar, así
que tal vez se pregunte por dónde empezar. Conviene que analicemos todos los
días la cita bíblica y los comentarios del folleto Examinando las Escrituras
diariamente. La preparación de nuestras reuniones semanales contribuirá a
que las aprovechemos mejor. Hay quienes, sabiamente, han invertido algún tiempo
en el estudio de publicaciones cristianas que se imprimieron antes de que
aprendieran la verdad, y aun otros seleccionan varios versículos de su lectura
semanal de la Biblia y los investigan más a fondo.
¿Y si las circunstancias no le permiten estudiar
con detenimiento toda la información que se presentará en las reuniones
semanales? No caiga en la trampa de prepararla apresuradamente tan solo
por cumplir con ello, o peor aún, de no estudiarla en absoluto porque
no le sea posible abarcarla en su totalidad. Más bien, determine cuánto
puede estudiar y estúdielo bien. Hágalo todas las semanas, y con el tiempo
procure incluir en su programa las demás reuniones.
“Tienes
que edificar tu casa”
Jehová reconoce que el cabeza de familia ha de
trabajar con afán para mantener a sus seres queridos. “Prepara tu trabajo fuera
—dice Proverbios 24:27—, y
alístatelo en el campo.” Sin embargo, las necesidades espirituales no deben
pasarse por alto. De ahí que el versículo agregue: “Después también tienes que
edificar tu casa”. ¿Qué necesitará para seguir este consejo? Proverbios 24:3 responde: “Con
discernimiento resulta [una casa] firmemente establecida”.
(Proverbios
24:3) Con sabiduría se edifica la casa, y con
discernimiento resulta firmemente establecida.
(Proverbios 24:27) Prepara
tu trabajo fuera, y alístatelo en el campo. Después también tienes que edificar
tu casa.
¿Cómo puede beneficiar a su familia el discernimiento?
Esta cualidad es la facultad mental de ver más allá de lo obvio. Bien podría
decirse que el estudio de familia productivo comienza con un estudio de la
familia en sí. ¿Cuál es el progreso espiritual de sus integrantes? Al conversar
con los miembros de su casa, escúchelos atentamente. ¿Percibe resentimiento o
un espíritu de queja? ¿Son las metas materiales lo primordial? Cuando sale con
sus hijos al ministerio del campo, ¿se sienten cómodos al presentarse como
testigos de Jehová ante sus compañeros? ¿Disfrutan todos del programa familiar
de lectura y estudio de la Biblia? ¿Realmente hacen del camino de Jehová su
modo de vida? Si usted, el cabeza de familia, es observador, determinará la
manera de implantar y edificar virtudes cristianas en cada uno de sus seres
queridos.
Busque artículos de las revistas La Atalaya
y ¡Despertad! que traten necesidades concretas y comunique de antemano a
los suyos qué información van a analizar, a fin de que piensen en ella.
Mantenga un ambiente de amor durante el estudio y, sin reprender
ni avergonzar a nadie, subraye el valor de lo que aprenden aplicándolo a
las necesidades particulares de su familia. Haga que todos participen y
ayúdelos a ver que la Palabra de Jehová es “perfecta”, pues proporciona lo que
de verdad se precisa en la vida (Sal.
19:7).
(Salmo 19:7) La ley de Jehová es perfecta,
hace volver el alma. El recordatorio de Jehová es fidedigno, hace sabio al
inexperto.
Coseche
los beneficios
Las personas observadoras pero carentes de
espiritualidad quizá examinen el universo, los acontecimientos mundiales, e
incluso a sí mismas, sin entender el verdadero significado de lo que ven. Por
otra parte, quienes estudian asiduamente la Palabra de Dios pueden, con la
ayuda del espíritu santo, percibir en estas cosas la mano del Creador, el
cumplimiento de las profecías bíblicas y el desenvolvimiento del propósito
divino de bendecir a la humanidad obediente (Mar. 13:4-29; Rom. 1:20; Rev. 12:12).
(Marcos
13:4-29) “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será
la señal cuando todas estas cosas estén destinadas a alcanzar una conclusión?”.
5 De modo que Jesús comenzó a decirles: “Cuidado que
nadie los extravíe. 6 Muchos vendrán sobre la base de mi
nombre, diciendo: ‘Yo soy ese’, y extraviarán a muchos. 7 Además,
cuando oigan de guerras e informes de guerras, no se aterroricen; [estas cosas]
tienen que suceder, pero todavía no es el fin. 8 ”Porque
se levantará nación contra nación y reino contra reino, habrá terremotos en un
lugar tras otro, habrá escaseces de alimento. Estos son principio de dolores de
angustia. 9 ”En cuanto a ustedes, cuídense; los
entregarán a los tribunales locales, y serán golpeados en las sinagogas y
tendrán que estar de pie ante gobernadores y reyes por mi causa, para
testimonio a ellos. 10 También, en todas las naciones
primero tienen que predicarse las buenas nuevas. 11 Pero
cuando vayan conduciéndolos para entregarlos, no se inquieten de antemano
acerca de qué hablar; más bien, lo que se les dé en aquella hora, eso hablen,
porque no son ustedes los que hablan, sino el espíritu santo. 12 Además,
el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo, y los hijos se
levantarán contra los padres y los harán morir; 13 y
ustedes serán objeto de odio de parte de toda la gente por causa de mi nombre.
Pero el que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo. 14 ”Sin
embargo, cuando alcancen a ver la cosa repugnante que causa desolación parada
donde no debe (use discernimiento el lector), entonces los que estén en Judea
echen a huir a las montañas. 15 El que esté sobre la
azotea no baje, ni entre a sacar nada de su casa; 16 y
el que se halle en el campo no vuelva a las cosas atrás para recoger su prenda
de vestir exterior. 17 ¡Ay de las mujeres que estén
encintas y de las que den de mamar en aquellos días! 18 Sigan
orando que no ocurra en tiempo de invierno; 19 porque
aquellos días serán [días de] una tribulación como la cual no ha sucedido una
desde [el] principio de la creación que Dios creó hasta aquel tiempo, y no
volverá a suceder. 20 De hecho, a menos que Jehová
hubiera acortado los días, ninguna carne se salvaría. Mas por causa de los
escogidos que él ha escogido ha acortado los días. 21 ”Entonces,
también, si alguien les dice: ‘¡Miren! Aquí está el Cristo’, ‘¡Miren! Allá
está’, no [lo] crean. 22 Porque se levantarán falsos
Cristos y falsos profetas y darán señales y prodigios para descarriar, si
posible, a los escogidos. 23 Ustedes, pues, estén
alerta; les he dicho todas las cosas de antemano. 24 ”Pero
en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la
luna no dará su luz, 25 y las estrellas estarán cayendo
del cielo, y los poderes que están en los cielos serán sacudidos. 26 Y
entonces verán al Hijo del hombre viniendo en las nubes con gran poder y
gloria. 27 Y entonces él enviará los ángeles y reunirá a
sus escogidos desde los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el
extremo del cielo. 28 ”Ahora bien, aprendan de la
higuera la ilustración: Luego que su rama nueva se pone tierna y hace brotar
sus hojas, ustedes saben que está cerca el verano. 29 Así
mismo también ustedes, cuando vean acontecer estas cosas, sepan que él está
cerca, a las puertas.
(Romanos 1:20) Porque las [cualidades]
invisibles de él se ven claramente desde la creación del mundo en adelante,
porque se perciben por las cosas hechas, hasta su poder sempiterno y Divinidad,
de modo que ellos son inexcusables;
(Revelación 12:12) A
causa de esto, ¡alégrense, cielos, y los que residen en ellos! ¡Ay de la tierra
y del mar!, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera,
sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo”.
Este extraordinario hecho, sin embargo,
no debería volvernos orgullosos. Más bien, el examen diario de la Palabra
de Dios nos infunde humildad (Deu.
17:18-20). También nos fortalece para resistir “el poder engañoso del
pecado”, pues si amamos de corazón la Biblia, será menos probable que
sucumbamos a la tentación (Heb. 2:1;
3:13; Col. 3:5-10). De este modo, ‘andaremos de una manera digna de Jehová
a fin de que le agrademos plenamente mientras seguimos llevando fruto en toda
buena obra’ (Col. 1:10). Tal es
nuestro objetivo al estudiar la Palabra de Dios, y alcanzarlo constituye la
mayor de las recompensas.
(Deuteronomio
17:18-20) Y tiene que suceder que, cuando se siente sobre
el trono de su reino, tiene que escribir para sí en un libro una copia de esta
ley, de aquella que está a cargo de los sacerdotes, los levitas. 19 ”Y
esta tiene que continuar con él, y él tiene que leer en ella todos los días de
su vida, a fin de que aprenda a temer a Jehová su Dios para guardar todas las
palabras de esta ley y estas disposiciones reglamentarias, por medio de
ponerlas por obra; 20 para que su corazón no se ensalce
sobre sus hermanos y para que él no se desvíe del mandamiento a la derecha ni a
la izquierda, a fin de que alargue sus días sobre su reino, él y sus hijos en
medio de Israel.
(Hebreos 2:1) Por eso es necesario
que prestemos más de la acostumbrada atención a las cosas oídas por nosotros,
para que nunca se nos lleve a la deriva.
(Hebreos 3:13) pero sigan exhortándose
los unos a los otros cada día, mientras pueda llamársele “Hoy”, por temor de
que alguno de ustedes se deje endurecer por el poder engañoso del pecado.
(Colosenses 3:5-10) Amortigüen,
por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a
fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es
idolatría. 6 Por causa de esas cosas viene la ira de
Dios. 7 En esas mismísimas cosas ustedes, también,
anduvieron en un tiempo cuando vivían en ellas. 8 Pero
ahora realmente deséchenlas todas de ustedes: ira, cólera, maldad, habla
injuriosa y habla obscena de su boca. 9 No estén
mintiéndose unos a otros. Desnúdense de la vieja personalidad con sus
prácticas, 10 y vístanse de la nueva [personalidad], que
mediante conocimiento exacto va haciéndose nueva según la imagen de Aquel que
la ha creado,
(Colosenses 1:10) para
que anden de una manera digna de Jehová a fin de que [le] agraden plenamente
mientras siguen llevando fruto en toda buena obra y aumentando en el
conocimiento exacto de Dios,
[Recuadro de la página 27]
PARA OBTENER EL MÁXIMO PROVECHO
• Prepare el corazón
• Haga un breve examen preliminar
• Establezca las ideas fundamentales
• Piense en cómo las citas bíblicas justifican
las afirmaciones que se hacen
• Repase los puntos principales
• Reflexione en la influencia que debería tener en su
vida lo que estudia
• Busque ocasiones en las que utilizar lo aprendido
para ayudar al prójimo
[Recuadro de la página 28]
EN EL EXAMEN PRELIMINAR
• Analice el tema que plantea el título
• Piense en la relación de cada subtítulo con el tema
• Examine las ilustraciones, tablas o recuadros de
repaso
Cántico 69
Hazme conocer tus caminos
===================
Estudio de la
Atalaya:
“¿Agradecemos que Jehová nos vigile?”
Cántico 69
Hazme conocer tus caminos
- 2 -
(Proverbios 15:3) Los ojos de
Jehová están en todo lugar, vigilando a los malos y a los buenos.
(Jeremías 16:17) Porque mis
ojos están sobre todos sus caminos. No han estado ocultos de delante de mí, ni
ha estado escondido su error de enfrente de mis ojos.
(Hebreos 4:13) Y no hay creación que no esté
manifiesta a la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y
abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
(1 Pedro 3:12) Porque [los] ojos de Jehová están
sobre los justos, y sus oídos están hacia su ruego; pero [el] rostro de Jehová
está contra los que hacen cosas malas”.
- 4 -
(1 Crónicas 28:9) ”Y tú,
Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre y sírvele con corazón completo y
con alma deleitosa; porque todos los corazones Jehová los está escudriñando, y
toda inclinación de los pensamientos la está discerniendo. Si tú lo buscas, él
se dejará hallar de ti; pero si lo dejas, él te desechará para siempre.
(Génesis 4:3-7) Y al cabo de algún tiempo aconteció
que Caín procedió a traer algunos frutos del suelo como ofrenda a Jehová. 4Pero
en cuanto a Abel, él también trajo algunos primogénitos de su rebaño, aun sus
trozos grasos. Ahora bien, aunque Jehová miraba con favor a Abel y su ofrenda, 5no
miraba con ningún favor a Caín ni su ofrenda. Y Caín se enardeció de gran
cólera, y empezó a decaérsele el semblante. 6Por lo cual Jehová dijo
a Caín: “¿Por qué estás enardecido de cólera, y por qué se te ha decaído el
semblante? 7Si te diriges a hacer lo bueno, ¿no habrá ensalzamiento?
Pero si no te diriges a hacer lo bueno, hay pecado agazapado a la entrada, y su
deseo vehemente es por ti; y tú, por tu parte, ¿lograrás el dominio sobre él?”.
- 7 -
(Isaías 55:6-7) Busquen a Jehová mientras pueda ser
hallado. Clamen a él mientras resulte estar cerca. 7Deje el inicuo
su camino, y el hombre dañino sus pensamientos; y regrese a Jehová, quien
tendrá misericordia de él, y a nuestro Dios, porque él perdonará en gran
manera.
- 8 -
(Hebreos 12:5-6) pero se han
olvidado por completo de la exhortación que se dirige a ustedes como a hijos:
“Hijo mío, no tengas en poco [la] disciplina de Jehová, ni desfallezcas cuando
seas corregido por él; 6porque Jehová disciplina a quien ama; de
hecho, azota a todo aquel a quien recibe como hijo”.
(Hebreos 12:11) Es cierto que ninguna disciplina parece por el presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin embargo, después, a los que han sido entrenados por ella, da fruto pacífico, a saber, justicia.
(Hebreos 12:11) Es cierto que ninguna disciplina parece por el presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin embargo, después, a los que han sido entrenados por ella, da fruto pacífico, a saber, justicia.
- 9 -
(Santiago 1:14-15) Más bien,
cada uno es probado al ser provocado y cautivado por su propio deseo. 15Entonces
el deseo, cuando se ha hecho fecundo, da a luz el pecado; a su vez, el pecado,
cuando se ha realizado, produce la muerte.
- 10 -
(Salmos 73:24) Con tu consejo me guiarás, y
después me llevarás aun a la gloria.
(Proverbios 3:6) En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas.
(Proverbios 3:6) En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas.
- 11 -
(1 Pedro 2:12) Mantengan excelente su conducta
entre las naciones, para que, en la cosa de que hablan contra ustedes como [de]
malhechores, ellos, como resultado de las obras excelentes de ustedes, de las
cuales son testigos oculares, glorifiquen a Dios en el día para la inspección
[por él].
- 13 -
(Salmos 13:1-2) ¿Hasta cuándo, oh Jehová, me olvidarás?
¿Para siempre? ¿Hasta cuándo ocultarás tu rostro de mí? 2¿Hasta
cuándo pondré resistencia en mi alma, desconsuelo en mi corazón de día? ¿Hasta
cuándo será ensalzado mi enemigo sobre mí?
(Habacuc 1:2-3) ¿Hasta cuándo, oh Jehová, tengo que gritar por ayuda, sin que tú oigas? ¿[Hasta cuándo] clamaré a ti por socorro contra la violencia, sin que tú salves? 3¿Por qué me haces ver lo que es perjudicial, y sigues mirando simple penoso afán? ¿Y [por qué] hay expoliación y violencia enfrente de mí, y [por qué] ocurre la riña, y [por qué] se lleva la contienda?
(Habacuc 1:2-3) ¿Hasta cuándo, oh Jehová, tengo que gritar por ayuda, sin que tú oigas? ¿[Hasta cuándo] clamaré a ti por socorro contra la violencia, sin que tú salves? 3¿Por qué me haces ver lo que es perjudicial, y sigues mirando simple penoso afán? ¿Y [por qué] hay expoliación y violencia enfrente de mí, y [por qué] ocurre la riña, y [por qué] se lleva la contienda?
- 16 -
(1 Pedro 5:6-10) Humíllense,
por lo tanto, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los ensalce al tiempo
debido; 7a la vez que echan sobre él toda su inquietud, porque él se
interesa por ustedes. 8Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su
adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar
[a alguien]. 9Pero pónganse en contra de él, sólidos en la fe,
sabiendo que las mismas cosas en cuanto a sufrimientos van realizándose en toda
la asociación de sus hermanos en el mundo. 10Pero, después que
ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, el Dios de toda bondad inmerecida,
que los llamó a su gloria eterna en unión con Cristo, terminará él mismo el
entrenamiento de ustedes; él los hará firmes, él los hará fuertes.
(Santiago 1:13) Al estar bajo prueba, que nadie
diga: “Dios me somete a prueba”. Porque con cosas malas Dios no puede ser
sometido a prueba, ni somete a prueba él mismo a nadie.
(2 Corintios 4:7-9) Sin
embargo, tenemos este tesoro en vasos de barro, para que el poder que es más
allá de lo normal sea de Dios y no el que procede de nosotros. 8Se
nos oprime de toda manera, mas no se nos aprieta de tal modo que no podamos
movernos; nos hallamos perplejos, pero no absolutamente sin salida; 9se
nos persigue, pero no se nos deja sin ayuda; se nos derriba, pero no se nos
destruye.
- 17 -
(2 Crónicas 16:9) Pues, en
cuanto a Jehová, sus ojos están discurriendo por toda la tierra para mostrar su
fuerza a favor de aquellos cuyo corazón es completo para con él. Has actuado
tontamente respecto a esto, pues desde ahora en adelante existirán guerras
contra ti”.
- 18 -
(Amós 5:14-15) ”’Busquen lo que es bueno, y no lo que es malo, a fin de que sigan
viviendo; y que así Jehová el Dios de los ejércitos llegue a estar con ustedes,
tal como han dicho ustedes. 15Odien lo que es malo, y amen lo que es
bueno, y den a la justicia un lugar en la puerta. Quizás Jehová el Dios de los
ejércitos muestre favor a los restantes de José’.
(1 Pedro 3:11-12) antes bien, apártese de lo que es malo y haga lo que es bueno; busque la
paz y siga tras ella. 12Porque [los] ojos de Jehová están sobre los
justos, y sus oídos están hacia su ruego; pero [el] rostro de Jehová está
contra los que hacen cosas malas”.
(Salmos 34:15) Los ojos de Jehová están hacia los justos, y sus oídos están hacia su
clamor por ayuda.
(Éxodo 1:15-17,20-21) Más tarde el rey de Egipto dijo a las parteras hebreas —el nombre de una
de las cuales era Sifrá y el nombre de la otra Puá—, 16sí, llegó al
extremo de decir: “Cuando ayuden a las hebreas a dar a luz y de veras las vean
en el asiento para partos, si es hijo, entonces tienen que darle muerte; pero
si es hija, entonces tiene que vivir”. 17Sin embargo, las parteras
temían al Dios [verdadero], y no hacían como les había hablado el rey de
Egipto, sino que conservaban vivos a los varoncitos. 20Por eso Dios
trató bien a las parteras; y el pueblo siguió haciéndose más numeroso y
llegando a ser muy poderoso. 21Y aconteció que, porque las parteras
habían temido al Dios [verdadero], más tarde él les concedió familias.
(Mateo 6:4,6) para que tus dádivas de misericordia sean en secreto; entonces tu Padre
que mira en secreto te lo pagará. 6Tú, sin embargo, cuando ores,
entra en tu cuarto privado y, después de cerrar tu puerta, ora a tu Padre que
está en lo secreto; entonces tu Padre que mira en secreto te lo pagará.
(1 Timoteo 5:25) De la misma manera también las obras excelentes son públicamente
manifiestas, y las que no lo son no pueden mantenerse escondidas.
(Hebreos 6:10) Porque Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que
mostraron para con su nombre, por el hecho de que han servido a
los santos y continúan sirviendo.
Cántico 120
Jehová bendice al que escucha y obedece
====================
PFC777
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