lunes, 2 de abril de 2012

SEMANA DEL 2 DE ABRIL

Cántico 8 y oración
  • Estudio Bíblico de Congregación (bt cap. 18 párrs. 19-24.) (25 minutos)
Que todos en todas partes se arrepientan” (Hechos 17:29-31)
(Hechos 17:29-31) ”Visto, pues, que somos linaje de Dios, no debemos imaginarnos que el Ser Divino sea semejante a oro, o plata, o piedra, semejante a algo esculpido por el arte e ingenio del hombre. 30 Cierto, Dios ha pasado por alto los tiempos de tal ignorancia; sin embargo, ahora está diciéndole a la humanidad que todos en todas partes se arrepientan. 31 Porque ha fijado un día en que se propone juzgar la tierra habitada con justicia por un varón a quien ha nombrado, y ha proporcionado a todos los hombres una garantía con haberlo resucitado de entre los muertos”.

19, 20. a) ¿Cómo mostró Pablo con tacto que la idolatría es absurda? b) ¿Qué línea de acción debían adoptar los oyentes del apóstol?
19 El apóstol estaba ya listo para invitar a sus oyentes a la acción. Retomando la cita de los escritos griegos, dijo: “Visto, pues, que somos linaje de Dios, no debemos imaginarnos que el Ser Divino sea semejante a oro, o plata, o piedra, semejante a algo esculpido por el arte e ingenio del hombre” (Hech. 17:29). Obviamente, si los seres humanos somos obra de Dios, ¿cómo va a adoptar él la forma de un ídolo, que es obra del hombre? Con mucho tacto, Pablo había revelado lo absurdo que es dar culto a imágenes (Sal. 115:4-8; Isa. 44:9-20). Notemos, además, que, en vez de decir: “no deben”, había dicho: no debemos”, con lo cual su crítica resultaba menos indigesta.
(Hechos 17:29) ”Visto, pues, que somos linaje de Dios, no debemos imaginarnos que el Ser Divino sea semejante a oro, o plata, o piedra, semejante a algo esculpido por el arte e ingenio del hombre.
(Salmo 115:4-8) Los ídolos de ellos son plata y oro, la obra de las manos del hombre terrestre.  5 Boca tienen, pero no pueden hablar; ojos tienen, pero no pueden ver;  6 oídos tienen, pero no pueden oír. Nariz tienen, pero no pueden oler.  7 Manos son suyas, pero no pueden palpar. Pies son suyos, pero no pueden andar; no profieren sonido con su garganta.  8 Quienes los hacen llegarán a ser lo mismo que ellos, todos los que confían en ellos.
(Isaías 44:9-20) Los formadores de la imagen tallada son todos ellos una irrealidad, y sus predilectas mismas no serán de ningún provecho; y como sus testigos ellas no ven nada ni saben nada, a fin de que ellos se avergüencen. 10 ¿Quién ha formado un dios o fundido una mera imagen fundida? De ningún provecho en absoluto ha sido. 11 ¡Miren! Todos los socios mismos de él se avergonzarán, y los artífices son de entre los hombres terrestres. Todos ellos se juntarán. Se quedarán quietos. Estarán en pavor. Se avergonzarán al mismo tiempo. 12 En cuanto al que talla hierro con el podón, él ha estado ocupado [en ello] con las brasas; y con los martillos procede a formarlo, y sigue ocupado en ello con su brazo poderoso. También, le ha dado hambre, y por eso se halla sin poder. No ha bebido agua; de modo que se cansa. 13 En cuanto al que talla en madera, él ha extendido el cordel de medir; lo traza con tiza roja; le va dando forma con una escofina; y con un compás sigue trazándolo, y gradualmente lo hace como la representación de un hombre, como la hermosura de la humanidad, para que esté sentado en una casa. 14 Hay uno cuyo negocio es cortar cedros; y toma cierta especie de árbol, aun un árbol macizo, y deja que se haga fuerte para sí entre los árboles del bosque. Plantó el laurel, y la lluvia misma, que cae a cántaros, sigue haciéndolo crecer. 15 Y ha llegado a ser [algo] para que el hombre mantenga ardiendo el fuego. De manera que él toma parte de él para calentarse. De hecho, hace un fuego y realmente cuece pan. También se pone a trabajar en un dios ante el cual pueda inclinarse. Lo ha hecho una imagen tallada, y se prosterna ante ella. 16 La mitad de él realmente la quema en un fuego. Sobre la mitad de él asa bien la carne que come, y queda satisfecho. También se calienta, y dice: “¡Ajá! Me he calentado. He visto la lumbre”. 17 Pero de lo restante de él realmente hace un dios mismo, su imagen tallada. Se prosterna ante ella y se inclina y le ora y dice: “Líbrame, porque tú eres mi dios”. 18 No han llegado a saber, ni entienden, porque sus ojos han sido embadurnados para que no vean; su corazón, para que no tenga perspicacia. 19 Y nadie hace recordar a su corazón ni tiene conocimiento ni entendimiento para decir: “La mitad de él la he quemado en un fuego, y sobre sus brasas también he cocido pan; aso carne y como. Pero de lo demás de él ¿haré una simple cosa detestable? ¿Ante la madera reseca de un árbol he de prosternarme?”. 20 Está alimentándose de cenizas. Su propio corazón, con el cual se ha jugado, lo ha descarriado. Y él no libra su alma, ni dice: “¿No hay una falsedad en mi diestra?”.
20 A continuación mostró por qué había que actuar: “Dios ha pasado por alto los tiempos de tal ignorancia [de creer que a él le complace que los hombres adoren ídolos]; sin embargo, ahora está diciéndole a la humanidad que todos en todas partes se arrepientan” (Hech. 17:30). Es muy posible que esta llamada al arrepentimiento les sonara chocante a algunos. Pero el poderoso discurso les había dejado muy claro que le debían la vida al Creador y que, por tanto, tendrían que rendirle cuentas. De modo que debían buscarlo, aprender la verdad sobre él y adaptar su forma de vida a esa verdad. En su caso, eso implicaba reconocer que las prácticas idolátricas eran un pecado y obrar en consecuencia abandonándolas.
(Hechos 17:30) Cierto, Dios ha pasado por alto los tiempos de tal ignorancia; sin embargo, ahora está diciéndole a la humanidad que todos en todas partes se arrepientan.
21, 22. ¿Con qué impactante conclusión cerró Pablo su discurso, y qué sentido tienen esas palabras para nosotros?
21 El discurso concluyó con palabras llenas de fuerza: “[Dios] ha fijado un día en que se propone juzgar la tierra habitada con justicia por un varón a quien ha nombrado, y ha proporcionado a todos los hombres una garantía con haberlo resucitado de entre los muertos” (Hech. 17:31). Sin duda, la existencia de un venidero día de juicio es una razón muy seria para buscar y hallar al Dios verdadero. Aunque no indicó el nombre del juez designado, Pablo mencionó algo asombroso acerca de él: había vivido como hombre, había muerto y había sido resucitado.
22 Esta impactante conclusión tiene mucho sentido para nosotros. Sabemos que el Juez que Dios designó es Jesús resucitado (Juan 5:22). También sabemos que el Día del Juicio durará mil años y que se acerca a grandes pasos (Rev. 20:4, 6). Sin embargo, no nos causa temor, pues comprendemos que traerá un sinfín de bendiciones a los que reciban una sentencia favorable por su fidelidad. Y el glorioso futuro que esperamos está garantizado por el milagro de milagros: la resurrección de Cristo.
(Hechos 17:31) Porque ha fijado un día en que se propone juzgar la tierra habitada con justicia por un varón a quien ha nombrado, y ha proporcionado a todos los hombres una garantía con haberlo resucitado de entre los muertos”.
(Juan 5:22) Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha encargado todo el juicio al Hijo,
(Revelación 20:4) Y vi tronos, y hubo quienes se sentaron en ellos, y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios, y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen, y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir, y reinaron con el Cristo por mil años.
(Revelación 20:6) Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y reinarán con él por los mil años.
Algunos [...] se hicieron creyentes” (Hechos 17:32-34)
23. ¿Qué reacciones diversas provocó el discurso de Pablo?
23 El discurso de Pablo provocó reacciones diversas. “Al oír de una resurrección de muertos, algunos empezaron a mofarse.” Otros, no queriendo tomar ninguna postura, optaron por una respuesta diplomática: “Te oiremos acerca de esto [...] en otra ocasión” (Hech. 17:32). Por último, hubo unos pocos que respondieron positivamente: “Algunos varones se unieron a él y se hicieron creyentes, entre los cuales también estuvieron Dionisio, juez del tribunal del Areópago, y una mujer de nombre Dámaris, y otros además de ellos” (Hech. 17:34). Hoy, en nuestro ministerio, también encontramos reacciones semejantes. Mientras que algunos se ríen de nosotros o nos tratan con cortés indiferencia, otros nos dan la satisfacción de aceptar el mensaje del Reino y hacerse creyentes.
(Hechos 17:32-34) Pues bien, al oír de una resurrección de muertos, algunos empezaron a mofarse, mientras que otros dijeron: “Te oiremos acerca de esto hasta en otra ocasión”. 33 Así que Pablo salió de en medio de ellos, 34 pero algunos varones se unieron a él y se hicieron creyentes, entre los cuales también estuvieron Dionisio, juez del tribunal del Areópago, y una mujer de nombre Dámaris, y otros además de ellos.
(Hechos 17:32) Pues bien, al oír de una resurrección de muertos, algunos empezaron a mofarse, mientras que otros dijeron: “Te oiremos acerca de esto hasta en otra ocasión”.
(Hechos 17:34) pero algunos varones se unieron a él y se hicieron creyentes, entre los cuales también estuvieron Dionisio, juez del tribunal del Areópago, y una mujer de nombre Dámaris, y otros además de ellos.
24. ¿Qué lecciones extraemos del discurso que dio Pablo en medio del Areópago?
24 Al reflexionar en el discurso del apóstol, extraemos muy buenas lecciones sobre el desarrollo lógico, la argumentación y la forma de adaptar la presentación a nuestros interlocutores. También vemos la importancia de demostrar paciencia y tacto con quienes están cegados por la religión falsa. Además, encontramos otro punto importante: no podemos aguar la verdad bíblica para tranquilizar a los oyentes. De seguro, imitando a Pablo seremos más eficaces en el ministerio. Y si somos superintendentes cristianos, mejoraremos como maestros. Así, todos estaremos bien equipados para ayudar a nuestros oyentes a que “busquen a Dios [...] y verdaderamente lo hallen]” (Hech. 17:27).
(Hechos 17:27) para que busquen a Dios, por si buscaban a tientas y verdaderamente lo hallaban, aunque, de hecho, no está muy lejos de cada uno de nosotros.

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Escuela del Ministerio Teocrático
  • Lectura de la Biblia: Jeremías 17, 18, 19, 20, 21 Puntos sobresalientes (10 min.)
*** w07 15/3 pág. 10 Puntos sobresalientes del libro de Jeremías ***
17:1, 2. Debido a sus pecados, los sacrificios de Judá le resultaban desagradables a Jehová. La inmundicia moral hace inaceptables nuestros sacrificios de alabanza.
17:5-8. Los seres humanos y sus instituciones son confiables solo en la medida en que obran en armonía con los propósitos y principios divinos. En asuntos como la salvación y la verdadera paz y seguridad, hacemos bien en cifrar nuestra confianza solo en Jehová (Salmo 146:3).
20:8-11. No debemos permitir que la apatía, la oposición o la persecución apaguen nuestro entusiasmo por la predicación del Reino (Santiago 5:10, 11).
*** w07 15/3 pág. 9 Puntos sobresalientes del libro de Jeremías ***
20:7. ¿Cómo ‘usó su fuerza’ Jehová contra Jeremías y lo embaucó? Ante la indiferencia, el rechazo y la persecución que le acarreó declarar los juicios de Jehová, es posible que Jeremías pensara que no podía seguir adelante. Pero Jehová empleó su fuerza contra esta inclinación natural y lo fortaleció. De modo que embaucó a Jeremías en el sentido de que lo utilizó para lograr lo que el profeta mismo creía que no sería capaz.
20:8-11. No debemos permitir que la apatía, la oposición o la persecución apaguen nuestro entusiasmo por la predicación del Reino (Santiago 5:10, 11).
*** w07 15/3 pág. 11 Puntos sobresalientes del libro de Jeremías ***
21:8, 9; 38:19. Incluso en el último momento, Jehová dio la oportunidad de salvarse a los habitantes de Jerusalén que merecían morir por su falta de arrepentimiento. Así es, “muchas son sus misericordias” (2 Samuel 24:14; Salmo 119:156).
*** w98 15/8 págs. 6-7 La confianza puede recuperarse ***
El Salmo 146:3 nos aconseja: “No cifren su confianza en nobles, ni en el hijo del hombre terrestre, a quien no pertenece salvación alguna”. Y en Jeremías 17:5-7 leemos: “Maldito es el hombre físicamente capacitado que cifra su fiada expectativa en el hombre terrestre y realmente hace de la carne su brazo, y cuyo corazón se aparta de Jehová mismo”. Por otro lado, “bendito es el hombre físicamente capacitado que confía en Jehová, y cuya confianza Jehová ha llegado a ser”.
Por supuesto, no siempre es impropio que confiemos en otras personas. Estos textos solo ponen de relieve que la confianza en Dios nunca está mal depositada, pero la que se cifra en los hombres imperfectos conduce en ocasiones al desastre. Por ejemplo, quienes confían en que los seres humanos lograrán lo que únicamente Dios puede conseguir —la salvación y la paz y seguridad completas—, se encaminan al desengaño (Salmo 46:9; 1 Tesalonicenses 5:3).
En realidad, los hombres y las instituciones humanas son confiables solo en la medida en que obran en armonía con los propósitos divinos y manifiestan principios piadosos. De ahí que si queremos ganar la confianza de otras personas debemos ser veraces, honrados y responsables (Proverbios 12:19; Efesios 4:25; Hebreos 13:18). Únicamente si nos regimos por los principios bíblicos se verá justificada la confianza que los demás depositen en nosotros, y esta será una fuente de fortaleza y estímulo mutuos.
*** w11 15/3 pág. 14 párrs. 8-9 Confiemos en Jehová ahora que el fin está tan cerca ***
8 Con todo, el fiel profeta no se rindió. Siguió esperando en Jehová. Como consecuencia, pudo ver el cumplimiento de las palabras de Dios que encontramos en Jeremías 17:7, 8: “Bendito es el hombre físicamente capacitado que confía en Jehová, y cuya confianza Jehová ha llegado a ser. Y ciertamente llegará a ser como un árbol plantado junto a las aguas, que envía sus raíces al mismísimo lado de la corriente de agua; y no verá cuando venga el calor, sino que su follaje realmente resultará frondoso. Y en el año de sequía no se inquietará, ni dejará de producir fruto”.
9 Como árbol frondoso “plantado junto a las aguas” que riegan un huerto, Jeremías nunca dejó de “producir fruto”. En vez de hacer caso de las malvadas burlas de la gente, se aferró a Jehová, la Fuente de “agua” vivificante, y tomó muy en serio todo lo que él le dijo (léase Salmo 1:1-3; Jer. 20:9). ¡Qué magnífico ejemplo para todos, y más para quienes sirven en territorios difíciles! Si ese es nuestro caso, acudamos siempre a Jehová. Él nos dará la perseverancia necesaria para seguir haciendo “declaración pública de su nombre” (Heb. 13:15).
*** w04 15/2 págs. 10-11 párr. 5 Mantengámonos castos salvaguardando el corazón ***
5 Sin embargo, la Biblia también indica que “el corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado” (Jeremías 17:9). ¿Cómo puede el corazón ser traicionero, y representar por ello un peligro para nosotros? Pues bien, un automóvil, por ejemplo, es algo valioso, tanto que hasta puede salvarnos la vida en una emergencia. Pero si el conductor no lo domina ni controla constantemente el volante, ese mismo vehículo quizá se convierta en un arma mortal. De igual manera, si no salvaguardamos el corazón, estaremos a merced de todos los deseos e impulsos internos, y nuestra vida seguirá una trayectoria desastrosa. Como señala la Palabra de Dios, “el que confía en su propio corazón es estúpido, pero el que anda con sabiduría es el que escapará” (Proverbios 28:26). En efecto: podemos andar con sabiduría y escapar del desastre si nos dejamos guiar por la Biblia, como quien consulta un mapa de carreteras antes de emprender un viaje (Salmo 119:105).
*** w99 1/4 pág. 22 ¿Quién moldea nuestro modo de pensar? ***
Jehová mandó al profeta Jeremías al taller de un alfarero, donde ilustró con fuerza la necesidad de la buena disposición y la obediencia para beneficiarnos de Su influencia modeladora. Jeremías vio como el artesano cambiaba de opinión en cuanto a lo que haría con una vasija cuando “la echó a perder la mano del alfarero”. Jehová entonces dijo: “¿No puedo yo hacer con ustedes justamente como este alfarero, oh casa de Israel? [...] ¡Miren! Como el barro en la mano del alfarero, así son ustedes en mi mano, oh casa de Israel” (Jeremías 18:1-6). ¿Significaba esto que los israelitas eran tan solo un pedazo de barro inerte en manos de Jehová que él moldeaba arbitrariamente para que fuesen una u otra clase de vasija?
Jehová nunca usa su omnipotencia para obligar a la gente a actuar en contra de su voluntad; tampoco es responsable de los productos defectuosos, como pudiera suceder en el caso del alfarero humano (Deuteronomio 32:4). Los defectos se producen cuando aquellos a quienes Jehová trata de moldear de manera positiva se resisten a su dirección. Esta es la enorme diferencia entre nosotros y un pedazo inerte de barro. Nosotros tenemos libre albedrío. Al ejercerlo podemos optar por aceptar o rechazar deliberadamente la influencia modeladora de Jehová.
¡Qué lección más instructiva! Cuánto mejor es escuchar la voz de Jehová que aseverar con arrogancia: “¡Nadie tiene que decirme lo que debo hacer!”. Todos necesitamos la influencia rectora de Jehová (Juan 17:3). Seamos como el salmista David, que pidió en oración: “Hazme conocer tus propios caminos, oh Jehová; enséñame tus propias sendas” (Salmo 25:4). Recordemos lo que dijo el rey Salomón: “El sabio escucha y absorbe más instrucción” (Proverbios 1:5). ¿Escucharemos nosotros? Si lo hacemos, “la capacidad de pensar misma [nos] vigilará, el discernimiento mismo [nos] salvaguardará” (Proverbios 2:11).
*** w88 1/4 pág. 26 párr. 19 Los juicios de Dios tienen que proclamarse ***
19 Este mismo mensaje vigoroso de separación y juicio se presenta con claridad en el libro Seguridad mundial bajo el “Príncipe de Paz”, publicado en 1986 (6.000.000 de ejemplares en 25 idiomas). Este denuncia al clero de la cristiandad por ‘haber exhortado con sus prédicas a la juventud a ir a los campos de batalla’ de la I Guerra Mundial. Continúa: “La cristiandad se comporta como enemiga del Dios Altísimo hasta este mismo tiempo. Ciertamente ella no tiene la protección divina, y por esta importante razón su mismísima existencia sigue siendo insegura” (Véanse las páginas 30 a 32). ¡La voz del Jeremías moderno no ha sido acallada! Mientras el clero y los políticos hacen esfuerzos por amordazar la predicación de los juicios de Dios, Sus testigos fieles siguen adelante, resueltos a completar la obra de dar advertencia. (Jeremías 18:18.)
*** w86 1/10 pág. 25 El sacrificio de hijos... ¿por qué tan detestable? ***
Si la práctica de los fenicios era horrenda, entonces recuerde que “Manasés siguió seduciendo a Judá y los habitantes de Jerusalén para que hiciesen peor que las naciones que Jehová había aniquilado de delante de los hijos de Israel”. (2 Crónicas 33:9.) No fue exageración cuando Jehová dijo: “Han llenado este lugar de la sangre de los inocentes”. (Jeremías 19:4.) Apropiadamente, el artículo Review observa: “La colección creciente de pruebas arqueológicas y epigráficas, provista por los mismos cartagineses, da a entender enfáticamente que los escritores clásicos y bíblicos sabían de lo que estaban hablando”.
De modo que tal como “aniquiló” a las “naciones” idólatras cananeas, Jehová tampoco pasó por alto a los infieles israelitas. Ellos recibieron su pago justo a manos de los babilonios en 607 a.E.C. De la misma manera, él ajustará cuentas con los que hoy día, directa o indirectamente, tienen que ver con el derramamiento de sangre de millones y millones de personas por medio de prácticas abominables como la guerra, el asesinato y el aborto. (Revelación 19:11-15.)
*** jr cap. 13 págs. 159-160 párrs. 12-13 “Jehová ha hecho lo que tenía pensado” ***
12 Por supuesto, el blanco principal del mensaje profético de Jeremías fue la caída de Jerusalén. Vez tras vez, el profeta advirtió que la ciudad sería demolida si los judíos no se arrepentían de su idolatría, injusticia y violencia (Jer. 4:1; 16:18; 19:3-5, 15). Muchos creían que Jehová jamás haría algo así. Su templo estaba allí. ¿Cómo iba a permitir que destruyeran aquel lugar sagrado? ¡Ni pensarlo! Pero Jehová no miente. Cumplió lo que tenía pensado (Jer. 52:12-14).
13 El pueblo de Dios se halla hoy en una situación parecida a la de los fieles contemporáneos de Jeremías. Sabemos que Jehová pronto traerá la ruina sobre los que desoyen sus advertencias; sin embargo, podemos extraer ánimo de sus promesas proféticas, como hicieron aquellos judíos que apoyaron el culto verdadero. Por la fidelidad de los recabitas a Jehová y a los mandatos de su padre, Dios dijo que sobrevivirían a la caída de Jerusalén. Y fue cierto. La posterior mención de “Malkiya hijo de Recab”, quien colaboró en la reconstrucción de Jerusalén durante el mandato del gobernador Nehemías, puede ser prueba de ello (Neh. 3:14; Jer. 35:18, 19). Jehová también aseguró que protegería a Ébed-mélec por haber confiado en él y haber ayudado a Jeremías (Jer. 38:11-13; 39:15-18). Igualmente, prometió a Baruc, compañero de Jeremías, darle su “alma como despojo” (Jer. 45:1, 5). ¿Qué concluimos de la realización de todas estas profecías? ¿Qué hará Jehová por nosotros si le somos fieles? (Léase 2 Pedro 2:9.)
*** jr cap. 5 pág. 60 párr. 9 ¿A quiénes escogemos como amigos? ***
9 La posición y convicciones de Jeremías lo convirtieron en el hazmerreír de sus contemporáneos (Jer. 18:18). Con todo y con eso, estuvo dispuesto a navegar contra la corriente en vez de seguir el “proceder popular” (Jer. 8:5, 6). A veces prefirió estar “absolutamente solo” antes que mal acompañado; evitó la amistad de aquellos que podrían influir en él negativamente (léanse Jeremías 9:4, 5 y 15:17). ¿Lo hacemos nosotros? Hoy prolifera la infidelidad a Dios tanto como en los días de Jeremías. Los siervos de Jehová han tenido que escoger con cuidado sus amistades desde siempre. Claro, lo anterior no quiere decir que el profeta no tuviera allegados, pues hubo algunos que lo defendieron y lo ayudaron. ¿Quiénes fueron? Saberlo nos resultará muy útil.
*** jr cap. 5 pág. 61 párr. 10 ¿A quiénes escogemos como amigos? ***
10 ¿Con quiénes trabaría amistad Jeremías? Por expresa orden de Jehová, el profeta condenó una y otra vez a los hombres malvados, falsos, injustos, violentos, indiferentes e inmorales, a los que cambiaron el culto verdadero por la idolatría, prostituyéndose en sentido espiritual. A sus conciudadanos dirigió esta exhortación: “Vuélvanse, por favor, cada uno de su camino malo, y hagan buenos sus caminos y sus tratos” (Jer. 18:11). Aun después de la destrucción de Jerusalén, Jeremías ensalzó los “hechos de bondad amorosa” de Dios, así como sus “misericordias” y su “fidelidad” (Lam. 3:22-24). Los amigos de Jeremías serían únicamente fieles siervos de Jehová (léase Jeremías 17:7).
*** w10 15/2 pág. 7 párrs. 8-9 Hablemos la palabra de Dios con valentía ***
8 Meditemos también sobre la ayuda que recibió Jeremías para vencer sus temores. Cuando Jehová lo comisionó como profeta de las naciones, se excusó así: “Mira que realmente no sé hablar, pues solo soy un muchacho” (Jer. 1:4-6). Pero con el tiempo llegó a anunciar los juicios de Jehová con tanta persistencia y energía que muchos lo consideraron un catastrofista, un pájaro de mal agüero (Jer. 38:4). Por más de sesenta y cinco años, cumplió resueltamente con su labor. Su valerosa predicación lo hizo tan conocido en Israel que seis siglos más tarde, al ver la intrepidez de Jesús, la gente creyó que era Jeremías resucitado (Mat. 16:13, 14). ¿Cómo logró superar el profeta la indecisión y la timidez? Él mismo lo explica: “[El mensaje divino que tenía] en mi corazón resultó ser como un fuego ardiente, encerrado en mis huesos; y me cansé de contener[lo]” (Jer. 20:9). La irresistible fuerza de la palabra de Jehová lo impulsó a hablar.
9 En su carta a los Hebreos, Pablo escribió: “La palabra de Dios es viva, y ejerce poder, y es más aguda que toda espada de dos filos, y penetra hasta dividir entre alma y espíritu, y entre coyunturas y su tuétano, y puede discernir pensamientos e intenciones del corazón” (Heb. 4:12). La palabra de Dios —o sea, el mensaje divino— influye en nosotros del mismo modo que lo hizo en Jeremías. Recordemos que la Biblia no es fruto de la sabiduría humana. Aunque es cierto que la escribieron hombres, estos actuaron por inspiración divina. Es como leemos en 2 Pedro 1:21: “La profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo”. Por eso, cuando estudiamos con interés las Escrituras, llenamos la mente con el mensaje que se transmitió mediante el espíritu santo (léase 1 Corintios 2:10). Y ese mensaje llega a ser “como un fuego ardiente” en nuestro interior que no nos deja quedarnos callados.
*** w11 15/3 pág. 30 párrs. 9-11 Mantengámonos despiertos tal como Jeremías ***
9 Cuando Jehová le comunicó su comisión, Jeremías trató de rechazarla con excusas, lo cual demuestra que la valentía y la determinación con que actuó más adelante no le venían de nacimiento. La extraordinaria fortaleza que demostró durante su carrera de profeta se debía a que confiaba plenamente en Dios. Así es, Jehová se mantuvo a su lado “como un terrible poderoso”, brindándole su apoyo y dándole fuerzas para efectuar su ministerio (Jer. 20:11). Su reputación de valentía llegó a tal punto que, siglos después, algunos judíos creyeron que Jesús era Jeremías resucitado al ver la intrepidez con que actuaba (Mat. 16:13, 14).
11 A veces nos desaniman la indiferencia y la oposición de la gente u otros problemas (2 Cor. 1:8). Pero, como Jeremías, no nos rendimos. Más bien, “cobramos denuedo” al apoyarnos constantemente en Jehová mediante la oración (1 Tes. 2:2). Es necesario que nos mantengamos despiertos a fin de cumplir la labor que nos ha asignado nuestro Padre. Debemos tomar la firme resolución de anunciar sin descanso que, en cumplimiento del modelo profético, la cristiandad será destruida como lo fue la Jerusalén apóstata. Los cristianos ungidos están decididos a seguir proclamando no solo “el año de la buena voluntad de parte de Jehová”, sino también “el día de la venganza de parte de nuestro Dios” (Isa. 61:1, 2; 2 Cor. 6:2).
*** w02 1/10 págs. 15-16 párrs. 16-17 Jehová bendice y protege a quienes le obedecen ***
16 Cuando le llegó el fin a Jerusalén en 607 a.E.C., la compasión de Dios por quienes le obedecían volvió a manifestarse. En pleno asedio, Jehová dijo a los judíos: “Aquí pongo delante de ustedes el camino de la vida y el camino de la muerte. El que se quede sentado en esta ciudad morirá a espada y del hambre y de la peste; pero el que esté saliendo y realmente se pase a los caldeos que los tienen sitiados seguirá viviendo, y su alma ciertamente llegará a ser suya como despojo” (Jeremías 21:8, 9). Aunque los habitantes de Jerusalén merecían la destrucción, Jehová tuvo compasión de los que le obedecieron, incluso en aquellos críticos momentos finales.
17 Obviamente, decirles a los judíos que se rindieran también fue una prueba de obediencia para Jeremías. Por un lado, él era celoso por el nombre de Dios y no quería verlo deshonrado por enemigos que atribuirían la victoria a ídolos inertes (Jeremías 50:2, 11; Lamentaciones 2:16). Además, Jeremías estaba al tanto de que corría un gran riesgo de perder la vida pidiendo a la gente que se rindiera, pues muchos interpretarían sus palabras como un acto de sedición. Aun así, no se acobardó, sino que obedientemente pronunció las declaraciones de Jehová (Jeremías 38:4, 17, 18). Al igual que Jeremías, nosotros también proclamamos un mensaje impopular, el mismo mensaje por el que se despreció a Jesús (Isaías 53:3; Mateo 24:9). De modo que no ‘temblemos ante los hombres’, sino que, como Jeremías, obedezcamos valerosos a Jehová, con plena confianza en él (Proverbios 29:25).
  • Núm. 1: Jeremías 21:1-10
  • Núm. 2: ¿Qué se ha demostrado durante el tiempo que Satanás ha gobernado el mundo?
*** w10 15/1 págs. 26-28 El gobierno de Satanás fracasará sin remedio ***
Una rebelión que ha contribuido a la glorificación de Jehová
9 El hecho de que Jehová haya permitido que la humanidad viva bajo la influencia de Satanás y trate de gobernarse a sí misma no lo desacredita como Rey. Más bien, demuestra la total incompetencia del hombre, tal como confirma la historia y como indicó Jeremías por inspiración (léase Jeremías 10:23). Además, la rebelión del Diablo dio a Jehová la oportunidad de exhibir sus hermosas cualidades de forma aún más clara. ¿En qué sentido?
10 El terrible gobierno de Satanás sirve de telón de fondo sobre el que resaltan con más brillo que nunca las cualidades perfectas de Jehová. Así, su grandeza se destaca ante quienes lo aman. Por eso, aunque parezca extraño, podemos decir que el dominio del Diablo contribuye a la gloria de Dios. Permite que se vea el modo tan maravilloso como él ha afrontado el desafío a su soberanía. Para entenderlo mejor, examinemos algunas cualidades de Jehová y las nuevas formas en que ha decidido demostrarlas debido al perverso reinado del Diablo.
11 Amor. Como bien dicen las Escrituras, “Dios es amor” (1 Juan 4:8). El hecho de que creara a los seres humanos es una prueba palpable de esta cualidad. Y lo mismo puede decirse de que les diera un cuerpo maravillosamente diseñado y los instalara en un hermoso hogar dotado de todo lo necesario para que fueran felices (Gén. 1:29-31; 2:8, 9; Sal. 139:14-16). Pero una vez que la maldad se introdujo en el mundo, Jehová expresó su amor de nuevas formas. ¿Cuáles? El apóstol Juan indica una de ellas al citar estas palabras de Jesús: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). ¿Podría haber demostrado su cariño de mejor manera que enviando a su Hijo para rescatar a los pecadores? (Juan 15:13.) ¡Qué ejemplo de amor abnegado! Sin duda, debemos esforzarnos, como Jesús, por manifestar a diario esta cualidad divina (Juan 17:25, 26).
12 Poder. “Dios, el Todopoderoso”, es el único ser con la capacidad de dar vida (Rev. 11:17; Sal. 36:9). Ahora bien, ¿qué sucede cuando morimos? ¿Qué ocurre con nuestros recuerdos y nuestra personalidad, que ha sido moldeada desde el nacimiento por las decisiones, actividades y experiencias que hemos vivido? Jehová puede archivar toda esa información en su memoria para, llegado el momento, devolvernos la vida junto con todas nuestras características individuales y vivencias (Juan 5:28, 29). Por lo tanto, aunque la muerte no forma parte del propósito original para el hombre, le brinda a Dios la oportunidad de demostrar su inmenso poder en la resurrección. Es, sin género de dudas, el Todopoderoso.
13 Justicia. Jehová nunca miente ni comete ningún abuso (Deu. 32:4; Tito 1:2). Siempre sostiene las más elevadas normas de la verdad y la justicia, incluso en las ocasiones en que podría pensarse que sale perjudicado (Rom. 8:32). ¡Cuánto tiene que haberle dolido ver que su Hijo querido era ejecutado en un madero como un criminal blasfemo! Pero ¿por qué estuvo dispuesto a sufrir tan dolorosa pérdida? Porque, además de amar a los seres humanos, deseaba satisfacer sus normas perfectas de justicia (léase Romanos 5:18-21). Por lo tanto, la existencia de este mundo pecador le dio la oportunidad de probar que siempre ha sido y será el mejor modelo de justicia.
14 Sabiduría. Cuando Adán y Eva pecaron, Jehová indicó cómo iba a corregir todos los daños causados por su rebelión (Gén. 3:15). El hecho de que tomara medidas inmediatas —y luego fuera revelando su propósito a sus siervos— manifiesta su inmensa sabiduría (Rom. 11:33). Él siempre conoce la mejor solución para todo. En un mundo plagado por la inmoralidad, la guerra, la necedad, la rebeldía, la crueldad, el favoritismo y la hipocresía, ha demostrado en multitud de ocasiones cómo es la verdadera sabiduría. El discípulo Santiago enumeró las características que la distinguen: “La sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos, sin hacer distinciones por parcialidad, sin ser hipócrita” (Sant. 3:17).
15 Gran paciencia. Jehová nunca habría dado tantas pruebas de paciencia si no hubiera tenido que lidiar con las imperfecciones y pecados del hombre. Y ha estado dispuesto a hacerlo por milenios, lo cual prueba que posee esta maravillosa cualidad al grado máximo. Ciertamente, es justo que los cristianos le estemos agradecidos por ello y que, como señaló Pedro, consideremos “la paciencia de nuestro Señor como salvación” (2 Ped. 3:9, 15).
16 Misericordia. Todos somos pecadores y fallamos vez tras vez (Sant. 3:2; 1 Juan 1:8, 9). ¡Qué agradecidos debemos estar de que Jehová esté dispuesto a perdonarnos “en gran manera”! (Isa. 55:7.) Por triste que sea el hecho de nacer en imperfección, nos permite sentir el gran gozo de ver perdonadas nuestras faltas (Sal. 51:5, 9, 17). Además, experimentar en nuestra propia vida la conmovedora misericordia de Jehová nos impulsa a amarlo y a imitar esta cualidad en el trato con el prójimo (léase Colosenses 3:13).
  • Núm. 3: *¿Qué contribuye a mejorar el matrimonio? (rs pág. 239 párr. 3-pág. 240 párr. 1)
1) Estudiar la Palabra de Dios juntos con regularidad y pedir ayuda a Dios en oración para resolver los problemas. (2 Tim. 3:16, 17; Pro. 3:5, 6; Fili. 4:6, 7.)
2) Estimar el principio de jefatura. Esto coloca una responsabilidad de peso sobre el esposo (1 Cor. 11:3; Efe. 5:25-33; Col. 3:19). También exige que la esposa haga un esfuerzo diligente. (Efe. 5:22-24, 33; Col. 3:18; 1 Ped. 3:1-6.)
3) Limitar el interés sexual al propio cónyuge (Pro. 5:15-21; Heb. 13:4). El que cada cónyuge se interese amorosamente en las necesidades del otro puede protegerlos de la tentación de cometer algún mal. (1 Cor. 7:2-5.)
4) Hablarse de manera bondadosa y considerada uno al otro; evitar los arrebatos de cólera, las quejas y la crítica severa. (Efe. 4:31, 32; Pro. 15:1; 20:3; 21:9; 31:26, 28.)

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Reunión de Servicio
Cántico 87
  • 10 min. Anuncios. Demuestre cómo iniciar un estudio el primer sábado de abril usando la presentación de esta página.
Algunas presentaciones
Cómo iniciar estudios bíblicos el primer sábado de abril
El bautismo es una práctica muy común entre los cristianos. ¿Cree usted que sea importante bautizarse? [Permita que la persona responda.] Este artículo destaca algunos aspectos interesantes al respecto.” Entregue a la persona un ejemplar de La Atalaya del 1 de abril y analice con ella el primer punto de la página 16. Léale al menos uno de los textos. Ofrezca las revistas y quede en volver para examinar la respuesta a la siguiente pregunta.
LA ATALAYA 1 de abril
Se dicen muchas cosas acerca de Jesús. Hay quienes piensan que fue el Mesías prometido, otros creen que solo fue un hombre bondadoso y algunos hasta afirman que nunca existió. ¿Qué opina usted? [Permita que la persona responda.] De acuerdo con la Biblia, es vital saber la verdad sobre él [lea Juan 17:3]. Esta revista muestra las respuestas que da la Palabra de Dios a algunas de las preguntas que mucha gente se hace acerca de Jesús.”
¡Despertad! Abril
Estamos visitando a las personas como parte de un servicio a la comunidad. ¿Verdad que hoy en día muchas familias se enfrentan a situaciones difíciles? [Permita que la persona responda.] Déjeme mostrarle dónde podemos hallar consejos prácticos [lea Salmo 119:105]. Esta revista trata de cómo los principios bíblicos han ayudado a las familias con hijastros.”
  • 15 min. Necesidades locales.
  • 10 min. Ideas para ofrecer las revistas en abril. Análisis con el auditorio. En uno o dos minutos destaque algunos artículos que pudieran interesarle a la gente del territorio. A continuación, pida a los presentes que digan qué preguntas y qué textos podrían usarse al presentar los artículos de portada de La Atalaya. Haga lo mismo con la serie de portada de ¡Despertad! y, si hay tiempo, hágalo también con otro artículo de cualquiera de las dos revistas. Incluya una demostración para cada revista.
Algunas presentaciones
Cómo iniciar estudios bíblicos el primer sábado de abril
El bautismo es una práctica muy común entre los cristianos. ¿Cree usted que sea importante bautizarse? [Permita que la persona responda.] Este artículo destaca algunos aspectos interesantes al respecto.” Entregue a la persona un ejemplar de La Atalaya del 1 de abril y analice con ella el primer punto de la página 16. Léale al menos uno de los textos. Ofrezca las revistas y quede en volver para examinar la respuesta a la siguiente pregunta.
LA ATALAYA 1 de abril
Se dicen muchas cosas acerca de Jesús. Hay quienes piensan que fue el Mesías prometido, otros creen que solo fue un hombre bondadoso y algunos hasta afirman que nunca existió. ¿Qué opina usted? [Permita que la persona responda.] De acuerdo con la Biblia, es vital saber la verdad sobre él [lea Juan 17:3]. Esta revista muestra las respuestas que da la Palabra de Dios a algunas de las preguntas que mucha gente se hace acerca de Jesús.”
(Juan 17:3) Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.
¡Despertad! Abril
Estamos visitando a las personas como parte de un servicio a la comunidad. ¿Verdad que hoy en día muchas familias se enfrentan a situaciones difíciles? [Permita que la persona responda.] Déjeme mostrarle dónde podemos hallar consejos prácticos [lea Salmo 119:105]. Esta revista trata de cómo los principios bíblicos han ayudado a las familias con hijastros.”
(Salmo 119:105) Tu palabra es una lámpara para mi pie, y una luz para mi vereda.

Cántico 99 y oración
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Estudio de la Atalaya: 
“Imitemos la actitud vigilante de Jesús”

Cántico 108
Párrafo 1
Mateo 24:37-39 Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. 38 Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres siendo dadas en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; 39 y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre.
Hebreos 4:15 Porque no tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado.
Párrafo 4
Mateo 24:43 ”Mas sepan una cosa, que si el amo de casa hubiera sabido en qué vigilia habría de venir el ladrón, se habría quedado despierto y no habría permitido que forzaran su casa.
Párrafo 5
1 Timoteo 4:16 Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan.
Párrafo 6
Lucas 4:13 De modo que el Diablo, habiendo concluido toda la tentación, se retiró de él hasta otro tiempo conveniente.
1 Pedro 5:8 Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar [a alguien].
Párrafo 7
Colosenses 4:2 Sean perseverantes en la oración, y permanezcan despiertos en ella con acción de gracias,
1 Pedro 4:7 Pero el fin de todas las cosas se ha acercado. Sean de juicio sano, por lo tanto, y sean vigilantes en cuanto a oraciones.
Párrafo 8
Lucas 6:12, 13 En el transcurso de aquellos días él salió a la montaña a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios. 13 Pero cuando se hizo de día llamó a sí a sus discípulos y escogió doce de entre ellos, a los cuales también dio el nombre de “apóstoles”:
Párrafo 9
Mateo 6:6, 7 Tú, sin embargo, cuando ores, entra en tu cuarto privado y, después de cerrar tu puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; entonces tu Padre que mira en secreto te lo pagará. 7 Mas al orar, no digas las mismas cosas repetidas veces, así como la gente de las naciones, porque ellos se imaginan que por su uso de muchas palabras se harán oír.
Salmo 25:14 La intimidad con Jehová pertenece a los que le temen, también su pacto, para hacer que lo conozcan.
Párrafo 10
Juan 4:4-26 Pero era necesario que pasara por Samaria. 5 Por consiguiente, vino a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca del campo que Jacob había dado a José su hijo. 6 De hecho, allí estaba la fuente de Jacob. Ahora Jesús, cansado del viaje, estaba sentado junto a la fuente tal como estaba. La hora era a eso de la sexta. 7 Llegó una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dijo: “Dame de beber”. 8 (Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar víveres.) 9 Por lo tanto, la mujer, la samaritana, le dijo: “¿Cómo es que tú, a pesar de ser judío, me pides de beber a mí, que soy mujer samaritana?”. (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.) 10 En respuesta, Jesús le dijo: “Si hubieras conocido la dádiva gratuita de Dios, y quién es el que te dice: ‘Dame de beber’, tú le habrías pedido, y él te habría dado agua viva”. 11 Ella le dijo: “Señor, ni siquiera tienes un cubo para sacar agua, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes esta agua viva? 12 Tú no eres mayor que nuestro antepasado Jacob, que nos dio el pozo y que bebió de él él mismo junto con sus hijos y su ganado vacuno, ¿verdad?”. 13 En respuesta, Jesús le dijo: “A todo el que bebe de esta agua le dará sed otra vez. 14 A cualquiera que beba del agua que yo le daré de ningún modo le dará sed jamás, sino que el agua que yo le daré se hará en él una fuente de agua que brotará para impartir vida eterna”. 15 La mujer le dijo: “Señor, dame esta agua, para que ni tenga sed ni siga viniendo acá a este lugar a sacar agua”. 16 Él le dijo: “Ve, llama a tu esposo y ven a este lugar”. 17 En respuesta, la mujer dijo: “No tengo esposo”. Jesús le dijo: “Bien dijiste: ‘No tengo esposo’. 18 Porque has tenido cinco esposos, y el que ahora tienes no es tu esposo. Esto lo has dicho verazmente”. 19 Le dijo la mujer: “Señor, percibo que eres profeta. 20 Nuestros antepasados adoraron en esta montaña; pero ustedes dicen que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar”. 21 Jesús le dijo: “Créeme, mujer: La hora viene cuando ni en esta montaña ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. 22 Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación se origina de los judíos. 23 No obstante, la hora viene, y ahora es, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren. 24 Dios es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad”. 25 La mujer le dijo: “Yo sé que el Mesías viene, el que se llama Cristo. Cuando llegue ese, él nos declarará todas las cosas abiertamente”. 26 Jesús le dijo: “Yo, el que habla contigo, soy ese”.
Juan 4:39-42 Ahora bien, muchos de los samaritanos de aquella ciudad pusieron fe en él a causa de la palabra de la mujer que había dicho en testimonio: “Me dijo todas las cosas que hice”. 40 Por eso, cuando los samaritanos vinieron a él, se pusieron a pedirle que se quedara con ellos; y él se quedó allí dos días. 41 Por consiguiente, muchos más creyeron a causa de lo que él dijo, 42 y empezaron a decir a la mujer: “Ya no creemos a causa de tu habla; porque hemos oído por nosotros mismos y sabemos que este hombre es verdaderamente el salvador del mundo”.
Párrafo 11
Mateo 15:24 En respuesta, él dijo: “No fui enviado a nadie aparte de las ovejas perdidas de la casa de Israel”.
Lucas 4:40-44 Pero cuando estaba poniéndose el sol, todos los que tenían enfermos de diversas dolencias los trajeron a él. Poniendo las manos sobre cada uno de ellos, él los curaba. 41 Salían también demonios de muchos, clamando y diciendo: “Tú eres el Hijo de Dios”. Pero él, reprendiéndolos, no les permitía hablar, porque sabían que él era el Cristo. 42 Sin embargo, cuando se hizo de día, salió y prosiguió a un lugar solitario. Pero las muchedumbres andaban buscándolo y llegaron hasta donde estaba, y trataron de detenerlo para que no se fuera de ellos. 43 Pero él les dijo: “También a otras ciudades tengo que declarar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado”. 44 Por consiguiente, iba predicando en las sinagogas de Judea.
Párrafo 12
Marcos 10:13-16 Entonces la gente empezó a traerle niñitos para que los tocara; pero los discípulos corrigieron [a la gente]. 14 Al ver esto, Jesús se indignó y les dijo: “Dejen que los niñitos vengan a mí; no traten de detenerlos, porque el reino de Dios pertenece a los que son así. 15 En verdad les digo: El que no reciba el reino de Dios como un niñito, de ninguna manera entrará en él”. 16 Y tomó a los niños en los brazos y empezó a bendecirlos, poniendo las manos sobre ellos.
Párrafo 13
Juan 4:34 Jesús les dijo: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra.
1 Timoteo 1:11 según las gloriosas buenas nuevas del Dios feliz, que me fueron encomendadas.
Párrafo 14
Marcos 14:37 Y vino y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: “Simón, ¿duermes? ¿No tuviste las fuerzas para mantenerte alerta una sola hora?
Proverbios 14:12 Existe un camino que es recto ante el hombre, pero los caminos de la muerte son su fin después.
Proverbios 16:25 Existe un camino que es recto delante del hombre, pero los caminos de la muerte son el fin de él después.
Párrafo 15
1 Timoteo 5:8 Ciertamente si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe.
Párrafo 16
Mateo 4:4 Pero en respuesta él dijo: “Está escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová’”.
Mateo 4:7 Jesús le dijo: “Otra vez está escrito: ‘No debes poner a prueba a Jehová tu Dios’”.
Mateo 4:10 Entonces Jesús le dijo: “¡Vete, Satanás! Porque está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a quien tienes que adorar, y es solo a él a quien tienes que rendir servicio sagrado’”.
Mateo 6:33 ”Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán añadidas.
Párrafo 17
1 Tesalonicenses 5:6 Pues bien, entonces, no sigamos durmiendo como los demás, sino quedémonos despiertos y mantengamos nuestro juicio.
Revelación 16:15 “¡Mira! Vengo como ladrón. Feliz es el que se mantiene despierto y guarda sus prendas de vestir exteriores, para que no ande desnudo y la gente mire su vergüenza.”

Cántico 74


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ESTE DOCUMENTO FUE REALIZADO
POR = LUIS Y ERICKA

att. PFC777


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