lunes, 25 de junio de 2012

SEMANA DEL 25 DE JUNIO


• Estudio Bíblico de Congregación



Cántico 63 y oración
"SIEMPRE FIELES"

(bt cap. 22 párrs. 15-21.) (25 minutos)

15 Mientras Pablo se alojaba en casa de Felipe, llegó otro visitante muy respetado: el profeta Ágabo. Los presentes lo conocían bien y sabían que había vaticinado la hambruna que ocurrió durante el mandato del emperador Claudio (Hech. 11:27, 28). Por eso, es posible que se preguntaran: “¿A qué vendrá? ¿Qué mensaje traerá?”. No le quitaban ojo de encima. De pronto, vieron que le retiró a Pablo el “cinturón”, o “ceñidor” (Versión Moderna), que llevaba puesto. Se trataba de una faja que iba liada a la cintura y servía además para guardar monedas y otros artículos. Con esta larga banda de tela, Ágabo se amarró a sí mismo de pies y manos, y luego pronunció un mensaje impactante: “Así dice el espíritu santo: ‘Al varón a quien pertenece este cinturón los judíos lo atarán de esta manera en Jerusalén, y lo entregarán en manos de gente de las naciones’” (Hech. 21:11).


16 Aquella profecía confirmó que el apóstol iría a Jerusalén. También indicó que, por culpa de los judíos, terminaría “en manos de gente de las naciones”. La predicción conmocionó a todos los presentes. “Cuando oímos esto —señala Lucas—, nos pusimos a suplicarle, tanto nosotros como los de aquel lugar, que no subiera a Jerusalén. Entonces Pablo contestó: ‘¿Qué están haciendo al llorar y hacerme débil de corazón? Pueden estar seguros: estoy listo no solo para ser atado, sino también para morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús’.” (Hech. 21:12, 13.)


17 ¡Imagínese la escena! Todos los hermanos, hasta el propio Lucas, le ruegan a Pablo que no siga con sus planes. Enternecido al observar su amor, su preocupación e incluso sus lágrimas, Pablo les dice: “[Me] están haciendo [...] débil de corazón”, o “¡Me parten el alma!” (Nueva Versión Internacional). Con todo, su decisión es tan firme como cuando había hablado con los hermanos de Tiro. No lo van a ablandar ni las súplicas ni el llanto. Más bien, les explica por qué debe proseguir hacia su destino. ¡Qué valentía y qué firmeza! Al igual que Jesús, se arma de valor para ir a Jerusalén (Heb. 12:2). No aspira al martirio, pero si tiene que sufrirlo, lo hará, ya que considera un honor morir como seguidor de Cristo.


18 ¿Cómo reaccionaron los hermanos? El relato indica que respondieron con sumo respeto: “Como no se dejaba disuadir, asentimos con las palabras: ‘Efectúese la voluntad de Jehová’” (Hech. 21:14). Habían tratado de convencerlo de que no fuera a Jerusalén, pero, aunque resultara difícil, no iban a insistir más. Lo escucharon y, reconociendo que tenía que hacerse la voluntad de Jehová, cedieron en sus pretensiones. El apóstol había emprendido un camino que lo llevaría a la muerte, y le sería más fácil si las personas que tanto lo querían no trataban de hacerlo cambiar de idea.


19 Este episodio nos enseña una valiosa lección: nunca debemos disuadir a nadie de hacer sacrificios en el servicio a Dios. Y no se trata necesariamente de situaciones de vida o muerte. Uno de los muchos ejemplos que pudiéramos poner es el de los padres cristianos cuyos hijos deciden mudarse a lugares lejanos por causa del Reino. Aunque les duele mucho separarse de ellos, evitan desanimarlos. Pensemos en el caso de Phyllis, una hermana de Inglaterra. Cuando su hija única decidió emprender el servicio misional en África, ¿cómo se sintió? “Tenía las emociones a flor de piel —reconoce—. Me partía el corazón saber que iba a estar tan lejos. Aunque estaba muy orgullosa de ella, me sentía muy triste. Oré una y otra vez. Pero era su decisión, y nunca intenté hacerla cambiar. ¡Yo era la primera que le había enseñado que tenía que poner siempre el Reino en primer lugar! Ya lleva treinta años en el extranjero, y todos los días le doy gracias a Jehová porque se ha mantenido fiel.” ¡Qué bueno es dar nuestro apoyo a hermanos tan altruistas!


“Los hermanos nos recibieron con gozo” (Hechos 21:15-17)
20 Una vez realizados los preparativos necesarios, Pablo y los demás viajeros continuaron el trayecto. En todas las etapas del viaje a Jerusalén habían buscado la compañía de otros creyentes. En Tiro, los habían localizado y se habían quedado una semana animándolos. En Tolemaida, los habían saludado y habían estado un día con ellos. En Cesarea, habían permanecido varias jornadas en casa de Felipe. Luego, algunos cristianos de esta misma ciudad les demostraron su apoyo absoluto acompañándolos a Jerusalén. Al llegar allí, los atendió uno de los primeros discípulos, llamado Mnasón, y, como añade Lucas, “los hermanos [los] recibieron con gozo” (Hech. 21:17).


21 Pablo anhelaba estar con otros cristianos. Al igual que nosotros, recibía mucho ánimo en su compañía. Y ese estímulo lo preparó para enfrentarse a los furiosos adversarios que tratarían de darle muerte.


[Notas]
Véase el recuadro de la página 174 “Cesarea, capital de la provincia romana de Judea”.
Véase en esta misma página el recuadro “¿Podían las mujeres ser ministras en la congregación?”.


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• Escuela del Ministerio Teocrático


Lectura de la Biblia: Ezequiel 1, 2, 3, 4,


Ezequiel 1 a 5

Lectura de la Biblia: Ezequiel 1 a 5
*** w07 1/7 págs. 11-13 Puntos sobresalientes del libro de Ezequiel (parte 1) ***

1:4-28. ¿Qué representa el carro celestial? Representa la parte celestial de la organización de Jehová compuesta por seres espirituales fieles. Su fuerza motriz es el espíritu santo, y su Conductor —Jehová— es indescriptiblemente glorioso. Un hermoso arco iris simboliza la calma que emana de Dios.

1:5-11. ¿Quiénes son las cuatro criaturas vivientes? En su segunda visión del carro, Ezequiel identifica a las cuatro criaturas vivientes como querubines (Ezequiel 10:1-11; 11:22). En esta descripción posterior, él llama a la cara del toro ―la cara del querubín‖ (Ezequiel 10:14). Se trata de una designación muy atinada, pues el toro simboliza el poder y la fuerza, y los querubines son espíritus poderosos.

2:6. ¿Por qué se llama reiteradamente “hijo del hombre” a Ezequiel? Jehová se dirige al profeta de este modo para recordarle que es una persona de carne y hueso, acentuando así el contraste entre el mensajero humano y el Autor divino del mensaje. El mismo nombre se da a Jesucristo unas ochenta veces en los Evangelios, indicando claramente que el Hijo de Dios había venido como ser humano, no como una encarnación.

2:9–3:3. ¿Por qué le resultó dulce a Ezequiel el rollo de endechas y gemidos? Lo que hizo que el rollo le resultara de un sabor dulce fue su actitud ante la misión encomendada. Apreciaba mucho su servicio como profeta de Jehová.

4:1-17. ¿Representó realmente Ezequiel la escena que describía el cercano asedio de Jerusalén? El hecho de que Ezequiel le suplicara a Jehová que le permitiera cocinar con otro combustible y que se le concediera su petición indica que Ezequiel realmente representó la escena. Se recostó sobre su lado izquierdo por los trescientos noventa años de culpa del reino de diez tribus, desde su inicio en el 997 antes de nuestra era hasta la destrucción de Jerusalén en el 607. Después se recostó sobre su lado derecho por los cuarenta años de pecado de Judá, que iban desde el nombramiento de Jeremías como profeta en el 647 hasta el 607. Durante todo este período de cuatrocientos treinta días, Ezequiel subsistió con muy poco alimento y agua, apuntando proféticamente al hambre que habría durante el sitio de Jerusalén.

5:1-3. ¿Qué tiene de significativo que Ezequiel tomara unos pocos cabellos de los que había esparcido al viento y los envolviera en los pliegues de las faldas de su vestidura?
Este acto sirvió para señalar que un resto regresaría a Judá y reanudaría la adoración verdadera después de los setenta años de desolación (Ezequiel 11:17-20).

 2:6-8; 3:8, 9, 18-21. No deberíamos temblar ante los malvados ni retraernos de predicar el mensaje divino, que incluye una advertencia para ellos. Cuando afrontamos indiferencia u hostilidad, debemos ser tan duros como el diamante, pero sin hacernos agresivos, insensibles o despiadados. Jesús se compadeció de la gente a la que predicaba, y a nosotros también debe motivarnos la compasión al predicar (Mateo 9:36).

 3:15. Tras recibir su comisión, Ezequiel moró en Tel-abib, ‗aturdido por siete días‘, digiriendo el mensaje que habría de anunciar. ¿No deberíamos dedicar tiempo al estudio diligente y la meditación a fin de entender las profundas verdades espirituales?

4:1–5:4. Se requirió humildad y valentía por parte de Ezequiel para representar con pantomima las dos profecías. De igual modo, nosotros debemos ser humildes y valientes al cumplir cualquier asignación que Dios nos dé.
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REPASO DE LA ESCUELA DEL MINISTERIO TEOCRÁTICO
Las preguntas que aparecen a continuación se analizarán en la Escuela del Ministerio Teocrático en la semana del 25 de junio de 2012. Además de la referencia, se indica la fecha que corresponde a la semana en que se presenta cada punto. El objetivo es que en su preparación semanal para la escuela incluya un análisis de cada pregunta.

1. ¿Qué seguridad nos da el hecho de que Jeremías sobreviviera en tiempos de dificultades económicas? (Jer. 37:21.) [7 de mayo, w97 15/9 pág. 3 párr. 4–pág. 4 párr. 1.]
Así mismo, Jehová sostuvo al fiel profeta Jeremías en tiempos de gran penuria económica. Jeremías sobrevivió al sitio babilonio de Jerusalén, cuando la gente tenía que “comer pan por peso y con solicitud ansiosa”. (Ezequiel 4:16.) Con el tiempo, el hambre se hizo tan severa en la ciudad que algunas mujeres se comieron la carne de sus propios hijos. (Lamentaciones 2:20.) Aunque Jeremías se encontraba detenido a causa de su predicación valerosa, Jehová se encargó de que se le suministrara diariamente “un pan redondo [...], hasta que todo el pan de la ciudad se agotó”. (Jeremías 37:21.)


Así pues, Jeremías, al igual que Elías, disponía de poco alimento. Las Escrituras no nos revelan qué comió Jeremías ni con cuánta frecuencia después de acabarse el pan en Jerusalén. Aun así, sabemos que Jehová lo sostuvo y que sobrevivió a ese pavoroso período de hambre. Arriba


2. ¿Cómo imitan el buen ejemplo de Ébed-mélec los cristianos que tienen la esperanza de vivir para siempre en la Tierra? (Jer. 38:8-13.) [7 de mayo, su pág. 179 párr. 9.]
¡Cuán preciosa es esa promesa para los siervos de Jehová de hoy! Como Ebed-melec, las “otras ovejas” ven las injusticias que se cometen contra la clase de Jeremías de nuestros días, el resto ungido, y los esfuerzos que se hacen para detener su predicación del mensaje de Jehová. No han vacilado en tomar la acción que han podido para proteger y apoyar a la clase ungida. Por tanto, apropiadamente la promesa de Jehová a Ebed-melec los fortalece, y fortifica su confianza en que Jehová no permitirá que los opositores los destruyan, sino que los conservará como clase a través de la cercana destrucción mundial y los introducirá en Su justa “nueva tierra”.


3. Puesto que Jehová se valió de los guardaespaldas de Nabucodonosor para proteger a Jeremías y a Baruc, ¿sería correcto que los cristianos de hoy día buscaran la protección de policías armados? (Jer. 39:11-14.) [14 de mayo, w83 1/10 pág. 31.]


Pudiéramos comparar la situación actual con la del tiempo de Jeremías. En aquel entonces Jehová usó el ejército de “Nabucodorosor, el rey de Babilonia, mi siervo” para ejecutar juicio sobre el reino apóstata de Judá. Para protegerse en medio de aquella situación crítica, ¿se armaron Jeremías y Baruc? No, pues Jehová mismo había hecho de Jeremías “una ciudad fortificada y una columna de hierro y muros de cobre contra todo el país”. Y, aunque no se unieron al ejército del “siervo” que Jehová empleó para ejecutar Su juicio, aceptaron la liberación de ese “siervo” cuando Jerusalén fue destruida. (Jeremías 1:17-19; 25:9; 39:11-14.)


Del mismo modo, hoy día los testigos de Jehová buscan la paz a medida que proclaman el mensaje del Reino en un mundo violento. Sin embargo, mientras Jehová permita que las autoridades gubernamentales porten la “espada”, o su equivalente del día moderno, para mantener el orden, ellos pudieran legítimamente aceptar la protección de dicha “espada”. 


4. ¿Cuáles pudieron haber sido las “cosas grandes” que Baruc buscaba para sí, y qué aprendemos de su respuesta al consejo de Jehová? (Jer. 45:5.) [21 de mayo, w06 15/8 pág. 18 párr. 1; pág. 19 párr. 6.]


Jehová no especificó qué eran esas “cosas grandes”, pero Baruc debió de saber si se refería a deseos egoístas, prominencia o prosperidad material. Dios le aconsejó que fuera realista y no olvidara lo que iba a suceder: “Mira, voy a traer una calamidad sobre toda carne [...], y ciertamente te daré tu alma como despojo en todos los lugares adonde vayas”. La posesión más valiosa de Baruc era su vida, y Jehová le prometió preservarla adondequiera que fuera (Jeremías 45:5).
Cuando a Baruc se le recordó que en los últimos días de Judá no había tiempo para buscar “cosas grandes” para sí mismo, es obvio que respondió bien, pues efectivamente recibió “[su] alma como despojo”. Ese consejo también es útil para nosotros, pues al igual que Baruc vivimos en los últimos días de un sistema de cosas. Jehová nos promete lo mismo: salvar nuestra vida. ¿Respondemos nosotros a sus consejos como lo hizo Baruc?


5. A diferencia de lo que hacen los “vendimiadores” y los “ladrones”, ¿qué haría Jehová cuando Edom recibiera su merecido castigo? (Jer. 49:9, 10.) [28 de mayo, w78 15/2 pág. 9 párrs. 1, 2.]


Jehová Dios no dejó pasar inadvertidos estos hechos faltos de fraternidad. Por medio de sus profetas Abdías, Ezequiel y Jeremías, decretó ruina para Edom. En esencia, Jeremías y Abdías presentaron el mismo mensaje, lo cual hizo doblemente seguro el cumplimiento de la palabra de Jehová en cuanto a la caída de Edom: “Si fueran ladrones que vinieran a ti, si despojadores violentos vinieran de noche, ¿hasta qué grado se te hubiera reducido a silencio? ¿No hurtarían ellos tanto como quisieran? O si fueran vendimiadores que vinieran a ti, ¿no dejarían que algunos rebuscos quedaran? ¡Oh a qué grado han sido escudriñados los de Esaú! ¡Cómo han sido buscados sus tesoros ocultos!” (Abd. 5, 6; Jer. 49:9, 10) Sí, los ladrones solo roban lo que quieren, y los vendimiadores dejan rebuscos. Pero, en el caso de Esaú (Edom), nada sería pasado por alto cuando ellos fueran derrotados.
Y ¿por medio de quién vendría la calamidad? La respuesta profética fue: “Los hombres mismos que están en pacto contigo, todos te han engañado. Los hombres en paz contigo han prevalecido contra ti. Los que comen alimento contigo colocarán una red debajo de ti como uno en quien no hay discernimiento.” (Abd. 7) De modo que la derrota vendría a manos de las mismísimas personas con quienes los edomitas habían estado aliados, evidentemente los babilonios a quienes habían entregado los escapados de Judá. 


6. ¿Qué importantes lecciones aprendemos de lo que le ocurrió al rey Sedequías después de “rebelarse contra el rey de Babilonia”? (Jer. 52:3, 7-11.) [4 de jun., w88 15/9 pág. 17 párr. 8; w83 15/5 pág. 26 párrs. 3, 4; pág. 27 párr. 6.]


Después Dios comparó a los gobernantes de Babilonia y Egipto con grandes águilas. Una arrancó la cima de un cedro al quitar al rey Joaquín y reemplazarlo con Sedequías. Aunque Sedequías había jurado lealtad a Nabucodonosor, quebrantó aquel juramento y procuró que el gobernante de Egipto, la otra gran águila, le ayudara. Si Sedequías invocó el nombre de Dios al hacer aquel juramento, el quebrantarlo causó oprobio a Jehová. La mismísima idea de que causaríamos oprobio a Dios debería impedir que en alguna ocasión violáramos la palabra que hubiéramos dado. ¡Ciertamente tenemos un gran privilegio al llevar el nombre divino como testigos de Jehová! (Ezequiel 17:1-21.)
Sedequías, el hijo del rey Josías por su esposa Hamutal, originalmente se llamaba Matanía. Cuando los babilonios se llevaron cautivo a su sobrino el rey Joaquín, Matanía fue hecho rey vasallo, sujeto a Nabucodonosor, el rey de Babilonia. Entonces, el rey Nabucodonosor le cambió el nombre de Matanía a Sedequías, que significa “Jehová es justicia”. Se requirió que Sedequías jurara por el nombre de Jehová que permanecería leal a Nabucodonosor. Pero, ¿cumpliría él con la promesa a la cual estaba atado por juramento? (2 Reyes 24:12, 17, 18; 2 Crónicas 36:13; Jeremías 37:1.)
Por algún tiempo Sedequías cumplió con aquel juramento. Pero más adelante cedió ante la presión de los poderosos príncipes de su reino, quienes estaban promoviendo una revuelta en contra de los babilonios. Así que violó su promesa, se rebeló contra Nabucodonosor y se volvió a Egipto por ayuda. Para sofocar esta rebelión, el rey de Babilonia dirigió sus ejércitos contra Jerusalén y sitió la ciudad en el noveno año del reinado de Sedequías. (Jeremías 52:3, 4; Ezequiel 17:15.)
Según lo predijo Jeremías, Jerusalén cayó en manos de los babilonios. En el undécimo año del reinado de Sedequías, las fuerzas enemigas abrieron brecha a través de las murallas de la ciudad. Bajo el amparo de la oscuridad, Sedequías y un destacamento de guerreros huyeron, pero se les dio alcance en las llanuras desérticas de Jericó. Al ser llevado ante Nabucodonosor para ser juzgado, Sedequías primero presenció la ejecución de sus hijos. Entonces fue cegado y llevado prisionero a Babilonia. El temor al hombre verdaderamente resultó en un lazo para él. (Jeremías 52:9-11.) 


7. ¿Qué son el “escabel” y la “cabaña” de Jehová? (Lam. 2:1, 6.) [11 de jun., w07 1/6 pág. 9 párr. 2.]


El salmista cantó: “Entremos en su magnífico tabernáculo; inclinémonos ante el escabel de sus pies” (Salmo 132:7). Por lo tanto, el “escabel” de Lamentaciones 2:1 es el templo, o casa de adoración, de Jehová. Los babilonios “quemar[on] la casa de Jehová” como si fuera una cabaña, o una simple choza, en medio de un jardín (Jeremías 52:12, 13).


8. ¿A qué se refería Jeremías cuando dijo que Jehová “se acordará [...] y se inclinará” sobre él, y por qué es esto tan importante para nosotros? (Lam. 3:20.) [18 de jun., w07 1/6 pág. 11 párr. 2.]


Jehová, “el Altísimo sobre toda la tierra”, es tan excelso que tiene que condescender para “tender la vista sobre cielo y tierra” (Salmo 83:18; 113:6). Pero Jeremías sabía muy bien que el Todopoderoso está dispuesto a inclinarse hacia la gente, es decir, a descender a su nivel para animarla. ¡Qué felices podemos estar de que el Dios verdadero no solo sea omnipotente y omnisciente, sino también humilde! 


9. ¿Por qué es beneficioso aprender a llevar el yugo del sufrimiento durante la juventud? (Lam. 3:27.) [18 de jun., w07 1/6 pág. 11 párr. 4; w87 15/2 pág. 24 párr. 1.]


Las pruebas de fe que sobrevienen en la juventud quizás impliquen aguantar penalidades y burlas; pero “bueno le es al hombre [...] llevar el yugo durante su juventud”. ¿Por qué? Porque aprender a llevar el yugo del sufrimiento en la juventud lo prepara para afrontar los problemas que surjan más adelante en la vida.


Note que durante dicho tiempo de aflicción uno debería continuar esperando en Dios con optimismo por alivio, y acercarse más a él. La persona querrá ser paciente y esperar callada o sin quejarse hasta que el Todopoderoso haya traído la liberación o salvación. Por lo tanto, es muy beneficioso el que uno aprenda a llevar un yugo de sufrimiento durante su juventud. ¿Por qué? Porque esto hará que sea mucho más fácil para uno aguantar una experiencia similar más tarde en la vida sin perder la esperanza. El saber que se ha enfrentado a grandes dificultades anteriormente le dará una base para tener la esperanza de que podrá hacerlo de nuevo. 


10. ¿Cómo nos ayuda el ejemplo de Ezequiel a hablar con valor a pesar de la indiferencia de la gente? (Eze. 3:8, 9.) [25 de jun., w08 15/7 pág. 8 párrs. 6, 7.]


El libro de Ezequiel revela algo que también nos ayudará a hablar con valor. En una visión, Jehová le dio al profeta un rollo escrito por ambos lados con “endechas y gemir y plañir” y le mandó que se lo comiera. Le dijo: “Hijo del hombre, debes hacer que tu propio vientre coma, para que llenes tus intestinos mismos con este rollo que te estoy dando”. ¿Qué significa esta visión? Ezequiel debía absorber por completo el mensaje que iba a proclamar. Este tenía que convertirse en parte de él, por decirlo así, y llegar hasta lo más profundo de su ser. Él mismo relató: “Empecé a comérmelo, y llegó a ser en mi boca como miel por lo dulce”. Para Ezequiel era un deleite dar a conocer los mensajes de Dios; era como probar miel. El profeta consideraba un honor representar a Jehová y cumplir su comisión, aunque eso significara declarar un mensaje enérgico a un pueblo poco receptivo (léase Ezequiel 2:8–3:4, 7-9).


Esta visión encierra una valiosa lección para los siervos de Dios de hoy, pues nosotros también tenemos un mensaje enérgico que proclamar a gente que no siempre valora nuestros esfuerzos. Para seguir viendo el ministerio cristiano como un honor que Jehová nos otorga, debemos estar bien alimentados en sentido espiritual. Si solo estudiamos de vez en cuando o superficialmente, no podremos absorber por completo el mensaje de la Palabra de Dios. ¿Podría usted aumentar la calidad y la regularidad de su lectura y estudio de la Biblia? ¿Por qué no medita más a menudo en lo que lee? (Sal. 1:2, 3.)
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• Reunión de Servicio


Cántico 59
"DEDICADOS A DIOS"

10 min. Anuncios. Valiéndose de la presentación de la página 4, demuestre cómo usar las revistas para empezar un estudio bíblico el primer sábado de julio.

Publicaciones que se ofrecerán en
junio: el libro Enseña. Propóngase iniciar estudios bíblicos en la primera visita. Si la persona ya tiene el libro pero no acepta el estudio, ofrézcale una revista menos reciente o algún folleto que le interese.
Julio y agosto: utilice uno de los siguientes folletos de 32 páginas: Cómo lograr una vida llena de satisfacción, ¿Es la vida obra de un Creador? o La Biblia y su mensaje. Al hacer revisitas, presente el libro Enseña o, según las necesidades de la persona, el folleto Escuche a Dios o Escuche a Dios y vivirá para siempre, y procure comenzar un estudio bíblico.
Septiembre: La Atalaya y ¡Despertad! Al hacer revisitas, presente el libro Enseña o, según las necesidades de la persona, el folleto Escuche a Dios o Escuche a Dios y vivirá para siempre, y procure comenzar un estudio bíblico.
Las congregaciones deben comenzar a solicitar a partir de junio el Anuario de los testigos de Jehová 2013, el Calendario de los testigos de Jehová 2013, el folleto Examinando las Escrituras diariamente 2013 (edición regular y de letra grande) y los volúmenes de La Atalaya y ¡Despertad! del año 2012. Los pedidos deben enviarse a la sucursal mediante el sitio de Internet jw.org a más tardar el 31 de agosto de 2012. Si necesitan estos artículos en un idioma extranjero, podrán solicitarlo en el mismo período.
En una futura Reunión de Servicio se analizará el video Toda nuestra asociación de hermanos. Si no lo tiene, pídalo por medio de la congregación.


Rasgos sobresalientes del servicio
El informe de servicio de enero de 2012 para el territorio bajo la sucursal marcó un hito histórico en el número de publicadores con 900.894. ¡Qué gusto observar que, por primera vez, sobrepasamos la cifra de 900.000! Es igualmente emocionante anunciar que se alcanzaron nuevos máximos de publicadores en cuatro países: Costa Rica, 27.306; Guatemala, 32.869; Honduras, 20.233, y México, 740.265. Todo esto es un reflejo de la bendición de Jehová sobre la celosa obra de ustedes (Tito 2:14).

15 min
. Aprovechemos bien el tiempo en nuestro ministerio (Efe. 5:15, 16). Análisis con el auditorio basado en las siguientes preguntas: 1) ¿Cómo podemos aprovechar el tiempo a) si nos toca dirigir la reunión para el servicio del campo? b) al terminar dicha reunión? c) si tenemos que esperar a algún publicador que va en el mismo vehículo que nosotros y se queda hablando largo rato con una persona interesada? d) al hacer revisitas en distintos territorios? 2) ¿Cómo ahorramos tiempo a) si hacemos lo posible para que todos en casa coman antes de la reunión para el servicio? b) al llegar puntualmente a dicha reunión? c) si ponemos atención a las indicaciones que da el conductor para organizar los grupos y evitamos hacer cambios innecesarios tras la reunión? d) si antes de dirigirnos al territorio todos sabemos dónde empezar a predicar?

10 min
. ¿Qué ofreceremos en julio? Análisis con el auditorio. Destaque algunos detalles de las publicaciones e incluya una o dos presentaciones.

Cántico 29 y oración
"ANDARÉ EN MI INTEGRIDAD"



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• Estudio de la Atalaya


Cántico 110
"LAS MARAVILLOSAS OBRAS DE DIOS"

Jehová nos resguarda para la salvación


“Ustedes [...] están resguardados por el poder de Dios mediante la fe para una salvación que está lista para ser revelada en el último período.” (1 PED. 1:4, 5)

¿QUÉ RESPUESTA DARÍAMOS?
¿Cómo nos atrajo Jehová a la religión verdadera?
¿Cómo permitimos que Jehová nos guíe con sus consejos?
¿Cómo nos anima Jehová?

1, 2. a) ¿Qué garantía tenemos de que Dios nos ayudará a permanecer íntegros? b) ¿Hasta qué punto nos conoce Jehová?


EL QUE haya aguantado hasta el fin es el que será salvo.” (Mat. 24:13.) Al hacer esta afirmación, Jesús dejó claro que para sobrevivir al castigo que traerá su Padre contra el mundo de Satanás tenemos que mantenernos íntegros hasta el fin. Esto no quiere decir, sin embargo, que Jehová espere que aguantemos apoyándonos en nuestra propia fuerza y sabiduría. La Biblia nos da esta garantía: “Dios es fiel, y no dejará que sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que junto con la tentación también dispondrá la salida para que puedan aguantarla” (1 Cor. 10:13). ¿Qué implican estas palabras?


2 Es evidente que Jehová tiene que saber todo acerca de nosotros —las dificultades que afrontamos, nuestra forma de ser y nuestra resistencia personal—, pues solo así puede estar seguro de que la tentación que permite que pasemos no sea superior a nuestras fuerzas. Pero ¿de verdad nos conoce tan a fondo? Sin la menor duda. Las Escrituras muestran que es consciente hasta del más mínimo detalle de cada uno. No se le escapa nada de nuestra vida y costumbres. Lo que es más, lee nuestros pensamientos y capta nuestras intenciones (léase Salmo 139:1-6).


3, 4. a) ¿Cómo muestra la experiencia de David que Jehová se fija en cada persona? b) ¿Qué obra extraordinaria realiza Jehová en la actualidad?


3 ¿Verdad que parece increíble que Dios se interese tanto por insignificantes seres humanos? Esa misma fue la cuestión que se planteó David, quien le dijo a Jehová: “Cuando veo tus cielos, las obras de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has preparado, ¿qué es el hombre mortal para que lo tengas presente[?]” (Sal. 8:3, 4). Es posible que al hacer esta pregunta pensara en su propia experiencia. Siendo el hijo menor de Jesé, Jehová lo había considerado “un hombre agradable a su corazón” y lo había apartado “de seguir al rebaño” para que fuera “caudillo sobre [su] pueblo Israel” (1 Sam. 13:14; 2 Sam. 7:8). ¡Cómo debe de haberse sentido David al ver que el Creador del universo se fijaba en las meditaciones de un simple pastorcito como Él!
4 Pues el mismo asombro nos produce ver el gran interés que Jehová siente hoy por nosotros. Él se vale de la religión verdadera para reunir a quienes llama “las cosas deseables de todas las naciones” y está ayudando a esas personas a mantenerse fieles en su servicio (Ageo 2:7). A fin de entender mejor cómo nos apoya Jehová para que permanezcamos íntegros, analicemos en primer lugar cómo atrae a la gente a la adoración verdadera.


DIOS NOS ATRAJO AL LADO DE SU HIJO


5. ¿Cómo atrae Jehová a las personas al lado de su Hijo? Explíquelo con un ejemplo.


5 Jesús dijo: “Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga” (Juan 6:44). Este comentario implica que para hacernos discípulos de Cristo hemos necesitado la ayuda de Dios. Pero ¿cómo atrae Jehová al lado de su Hijo a las personas mansas como ovejas? Mediante la predicación cristiana y la actuación del espíritu santo. Por ejemplo, cuando Pablo y otros misioneros visitaron Filipos, se encontraron con una mujer llamada Lidia y le anunciaron las buenas nuevas. La crónica inspirada explica: “Jehová le abrió el corazón ampliamente para que prestara atención a las cosas que Pablo estaba hablando”. Como vemos, Dios le concedió su espíritu a fin de que captara el sentido del mensaje, con el resultado de que se bautizaron tanto ella como los miembros de su casa (Hech. 16:13-15).


6. ¿Cómo nos atrajo Dios a la religión verdadera?


6 ¿Es el caso de Lidia un episodio aislado? De ningún modo. Si somos cristianos que hemos dedicado la vida a Jehová, Él nos ha atraído como a ella a la adoración verdadera. Y tal como nuestro Padre celestial vio valiosas cualidades en el corazón de Lidia, también las ha visto en el nuestro. Cuando comenzamos a prestar atención a las buenas nuevas, Jehová nos ayudó a captarlas brindándonos su santo espíritu (1 Cor. 2:11, 12). Al esforzarnos por ir aplicando lo que aprendíamos y por hacer su voluntad, vimos su bendición. Y cuando le dedicamos nuestra vida, sintió una gran alegría. En realidad, desde que emprendimos el camino de la vida Él ha estado con cada uno de nosotros, apoyándonos en todos los momentos.


7. ¿Cómo sabemos que Jehová nos ayudará a serle fieles?


7 Una vez que Jehová nos ayuda a dar los primeros pasos con Él, no nos suelta de la mano. Sabe que, igual que no entramos en la verdad por nuestros propios medios, tampoco podremos seguir en la verdad por nosotros mismos. Dirigiéndose a cristianos ungidos, el apóstol Pedro señaló: “Ustedes [...] están resguardados por el poder de Dios mediante la fe para una salvación que está lista para ser revelada en el último período” (1 Ped. 1:4, 5). Estas palabras son aplicables en sentido general a todos los cristianos, y deberían interesarnos a cada uno de nosotros en la actualidad.
¿Por qué? Porque todos necesitamos el respaldo de Dios para serle fieles.


DIOS NOS GUARDA DE DAR UN PASO EN FALSO
8. ¿Por qué tenemos que luchar para no dar un paso en falso? Tanto las presiones de la vida como nuestra propia imperfección podrían distraernos espiritualmente. A su vez, esto nos pondría en peligro de dar un paso en falso sin ser conscientes de ello (léase Gálatas 6:1). Observemos cómo ilustra este hecho un suceso ocurrido durante la vida de David.


9, 10. ¿Cómo intervino Jehová para que David no diera un paso en falso, y cómo nos ayuda en la actualidad?


9 Cuando el rey Saúl lo perseguía, David demostró un admirable auto control y no se vengó de aquel monarca envidioso (1 Sam. 24:2-7). Sin embargo, no mucho después, se dejó dominar por la imperfección. Como andaba necesitado de provisiones para él y sus hombres, le pidió ayuda respetuosamente a un israelita llamado Nabal. Cuando este respondió con insultos, David se enfureció tanto que, con espíritu vengativo, decidió ir a matar a todos los hombres de la casa de Nabal. No se le ocurrió pensar que, al actuar así, Dios lo consideraría culpable de derramar sangre inocente. Solo la oportuna intervención de Abigail, la esposa de Nabal, evitó que cometiera aquella atrocidad.David reconoció que ella había sido un instrumento del cielo, por lo que le dijo: “¡Bendito sea Jehová el Dios de Israel, que te ha enviado este día a mi encuentro! Y bendita sea tu sensatez, y bendita seas tú que me has restringido este día de entrar en culpa de sangre y de hacer que mi propia mano venga en mi salvación” (1 Sam. 25:9-13, 21, 22, 32, 33).


10 ¿Qué nos enseña este relato? Jehová se valió de Abigail para evitar que David diera un mal paso. Y hoy sigue utilizando a seres humanos para ayudarnos. Como es evidente, no deberíamos esperar que cada vez que vayamos a cometer un error nos envíe a alguien para evitarlo. Tampoco deberíamos pensar que sabemos exactamente lo que va a hacer el en cada situación o lo que va a permitir o no para que se cumpla su propósito (Ecl. 11:5). Sin embargo, podemos estar seguros de que Jehová conoce en todo momento nuestras circunstancias y nos ayuda a serle fieles. De hecho, nos promete: “Te haré tener perspicacia, y te instruiré en el camino en que debes ir. Ciertamente daré consejo con mi ojo [fijo] sobre ti” (Sal. 32:8). Pues bien, ¿cómo nos aconseja Jehová? ¿Cómo podemos beneficiarnos de ello? ¿Y por qué podemos tener la certeza de que Jehová guía a su pueblo en la actualidad? Veamos la respuesta que da a estas preguntas el libro de Revelación.


DIOS NOS PROTEGE CON SUS CONSEJOS
11. ¿Hasta qué punto conoce Jehová lo que sucede en las congregaciones?


11 En la visión que aparece descrita en los capítulos 2 y 3 de Revelación, Jesucristo glorificado pasa revista a las siete congregaciones de Asia Menor. La visión indica que Cristo no se fija únicamente en las tendencias generales, sino también en las circunstancias específicas. A veces hasta menciona personas concretas, y en todos los casos da el ánimo y el consejo pertinentes. ¿Qué lección extraemos de lo anterior? El cumplimiento de la visión tiene lugar a partir de 1914. Las siete congregaciones representan a los cristianos ungidos, y los consejos que les da son aplicables por extensión a todas las congregaciones del pueblo de Dios que hay en el mundo. Podemos concluir con toda lógica que Jehová, a través de su Hijo, está dirigiendo activamente a su pueblo. ¿Qué debemos hacer para aprovechar su guía?


12. ¿Cómo dejamos que Jehová guíe nuestros pasos?


12 Una forma de recibir la amorosa dirección de Jehová es estudiando personalmente las Escrituras. A través de las publicaciones del esclavo fiel y discreto, Él nos ofrece un caudal de consejos bíblicos (Mat. 24:45). Si queremos aprovecharlos bien, debemos sacar tiempo para examinarlos y ponerlos en práctica. Ciertamente, el estudio personal es uno de los medios que Jehová utiliza para cuidar de sus siervos y “guardarlos de tropezar” (Jud. 24). ¿No le ha parecido alguna vez que un punto de las publicaciones se ha escrito pensando directamente en usted? Si así es, acéptelo como una corrección de parte de Jehová. A veces un amigo pudiera darle un golpecito en el hombro para hacerle notar algo. Del mismo modo, Jehová puede usar su espíritu para hacerle notar aspectos de su conducta y personalidad en los que usted, al igual que los demás siervos de Jehová, debe mejorar. Si somos dóciles a la dirección del espíritu, permitiremos que Jehová guíe nuestros pasos (léase Salmo 139:23, 24). Teniendo esto presente, hacemos bien en examinar nuestros hábitos de estudio.


13. ¿Por qué sería sabio examinar nuestros hábitos de estudio?


13 Si nuestro horario está cargado de diversiones, nos faltará tiempo para el estudio personal. Un hermano hizo esta observación: “Es muy fácil dejar a un lado el estudio personal. Ahora el entretenimiento es más accesible y barato que nunca. Nos llega a través de la televisión, la computadora y el teléfono. Nos rodea por todas partes”. Si nos descuidamos, el tiempo que necesitamos para realizar un estudio personal profundo irá disminuyendo de día en día hasta desaparecer por completo (Efe. 5:15-17). A todos nos conviene preguntarnos: “¿Saco tiempo con frecuencia para profundizar en el estudio de la Palabra de Dios? ¿O lo hago únicamente cuando tengo una asignación u otra intervención en las reuniones?”. Si hemos caído en este error, es probable que tengamos que aprovechar mejor la noche que dedicamos a la adoración en familia o al estudio personal a fin de ir beneficiándonos de los abundantes tesoros de sabiduría espiritual que nos brinda Jehová para resguardarnos para la salvación (Pro. 2:1-5).


DIOS NOS SOSTIENE DÁNDONOS ÁNIMO
14. ¿Cómo muestran las Escrituras que Jehová se fija en nuestros sentimientos?


14 David afrontó muchas circunstancias difíciles en la vida (1 Sam. 30:3-6). Las palabras que escribió bajo inspiración muestran que Jehová era muy consciente de sus sentimientos (léanse Salmo 34:18 y 56:8). Y claro, también está al tanto de los nuestros. Cuando nos invade la tristeza y estamos “quebrantados de corazón” o “aplastados en espíritu”, Él se acerca a nuestro lado. Esto en sí ya nos reconforta, como le sucedió a David, quien dijo en uno de sus cánticos: “Estaré gozoso y me regocijaré en tu bondad amorosa, puesto que has visto mi aflicción; has sabido acerca de las angustias de mi alma” (Sal. 31:7). Pero Dios no solo conoce nuestros problemas, sino que nos sostiene dándonos consuelo y ánimo. Y uno de los medios que emplea para ello son las reuniones cristianas.


15. ¿Qué lección nos enseña el caso de Asaf?


15 La experiencia de Asaf nos ayuda a comprender uno de los beneficios de asistir a las reuniones. Este sacerdote había visto tantas injusticias que llegó a dudar de que adorar a Dios sirviera de algo y se desanimó. “Mi corazón se había agriado, y en mis riñones yo sentía dolores agudos”, admitió. Como consecuencia, casi había dejado de servir a Jehová. Pero ¿qué le ayudó a recobrar el equilibrio? Él mismo señaló que fue “entrar en el magnífico santuario de Dios”. Allí, rodeado de sus hermanos en la fe, recuperó la perspectiva correcta. Comprendió que el éxito de los malvados era temporal y que Jehová terminaría poniendo todo en orden (Sal. 73:2, 13-22). Hoy nos encontramos en una situación parecida. Puede que nos sintamos agotados por tener que soportar las injusticias del mundo controlado por Satanás. Pero al reunirnos con nuestros hermanos recibimos alivio y ayuda para seguir sirviendo a Jehová con gozo.


16. ¿Cómo nos beneficia el ejemplo de Ana?


16 Ahora bien, ¿y si existe alguna situación en la congregación que nos dificulta asistir a las reuniones? Tal vez estemos abochornados por haber tenido que dejar una posición de servicio. O quizás hayamos tenido una diferencia de opinión con un hermano o hermana. En tales casos, nos resultará útil el ejemplo de Ana (léase 1 Samuel 1:4-8). Recordemos que sufría mucho por culpa de un problema familiar con Peniná, la otra esposa de Elqaná . Y todo se agravaba cuando llegaba el día en que la familia acudía, como todos los años, a ofrecer sacrificios a Jehová en el santuario de Siló. Ana lo pasaba tan mal que “lloraba y no comía”. Pero no dejaba que aquello la privara del privilegio de adorar a Jehová, quien observó atentamente su fidelidad y la bendijo (1 Sam. 1:11, 20).


17, 18. a) ¿De qué formas recibimos ánimo en las reuniones de la congregación? b) ¿Cómo se siente usted al reflexionar sobre la manera tan tierna en que Jehová nos cuida para que podamos alcanzar la salvación?


17 Los cristianos tenemos buenas razones para imitar el ejemplo de Ana. Necesitamos asistir fielmente a las reuniones, pues sabemos que en ellas recibimos el ánimo que tanta falta nos hace (Heb. 10:24, 25). El cariño y la compañía de los hermanos nos reconfortan. Posiblemente lo que toque nuestro corazón sea una sencilla frase en un discurso o en un comentario. O quizás un compañero nos escuche o nos diga palabras de aliento cuando conversemos con el antes o después del programa (Pro. 15:23; 17:17). También nos reconforta unir nuestras voces para cantar a Jehová. En realidad, en los momentos en que nos asedian los “pensamientos inquietantes” es cuando más necesitamos el ánimo que nos proporcionan las reuniones. En ellas, Jehová nos sostiene con sus “propias consolaciones” y fortalece nuestra resolución de mantenernos fieles (Sal. 94:18, 19).


18 Conscientes de que Dios nos cuida con ternura, nos sentimos igual de seguros que Asaf, quien le cantó: “Tú me has asido de la mano derecha. Con tu consejo me guiarás” (Sal. 73:23, 24). ¡Qué agradecidos estamos de que Jehová nos resguarde para la salvación.

Cántico 60
"JEHOVA TE DARÁ FUERZAS"

ESTE DOCUMENTO FUE REALIZADO
POR
CARL-FRANCO

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