• Estudio Bíblico de Congregación
Cántico 97
"ADELANTE, MINISTROS DEL REINO"
(jr cap. 2 párrs. 20-27 y rec. de pág. 29.) (30 minutos)
20 Quizás los peores años de la vida profética de Jeremías transcurrieron durante la dominación de Sedequías. Como muchos de sus predecesores, este rey “continuó haciendo lo que era malo a los ojos de Jehová”(Jer. 52:1, 2). Fue vasallo de los caldeos, y Nabucodonosor le hizo jurar por Jehová que le sería leal. Pese a ello, Sedequías acabó rebelándose. Mientras tanto, Jeremías se vio sometido a la fuerte presión de sus enemigos para que se uniera a la rebelión (2 Cró. 36:13; Eze. 17:12, 13).
(Jeremías 52:1, 2) Sedequías tenía veintiún años de edad cuando empezó a reinar, y por once años reinó en Jerusalén. Y el nombre de su madre era Hamutal hija de Jeremías de Libná. 2 Y él continuó haciendo lo que era malo a los ojos de Jehová, conforme a todo lo que había hecho Jehoiaquim.
(2 Crónicas 36:13) Y hasta contra el rey Nabucodonosor se rebeló, el cual le había hecho jurar por Dios; y siguió poniendo tiesa su cerviz y endureciendo su corazón para no volverse a Jehová el Dios de Israel.
(Ezequiel 17:12, 13) “Di, por favor, a la casa rebelde: ‘¿No saben ustedes realmente lo que estas cosas significan?’. Di: ‘¡Miren! El rey de Babilonia vino a Jerusalén y procedió a tomar a su rey y sus príncipes y a llevárselos a sí a Babilonia. 13 Además, tomó uno de la descendencia real y celebró un pacto con él y lo introdujo en un juramento; y a los hombres de nota del país se los llevó,
21 A principios del gobierno de Sedequías llegaron a Jerusalén mensajeros de los reyes de Edom, Moab, Ammón, Tiro y Sidón, al parecer con la intención de tramar un alzamiento contra Nabucodonosor. Jeremías, en cambio, exhortó a Sedequías a someterse a Babilonia. Es más, les entregó a los mensajeros unos yugos para indicarles que sus naciones también debían doblar la rodilla ante los caldeos (Jer. 27:1-3, 14). La postura de Jeremías no gustó, y su función como portador de un mensaje impopular resultó aún más difícil debido a Hananías, un profeta falso que declaró públicamente en nombre de Dios que el yugo babilonio se quebraría en pedazos. Sin embargo, Jehová declaró mediante Jeremías que en menos de un año el impostor Hananías moriría. Y eso es exactamente lo que sucedió (Jer. 28:1-3, 16, 17).
(Jeremías 27:1-3) Al principio del reino de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, a Jeremías le ocurrió esta palabra de parte de Jehová, diciendo: 2 “Esto es lo que me ha dicho Jehová: ‘Hazte ataduras y varas que sirvan de yugo, y tienes que ponértelas sobre el cuello. 3 Y tienes que enviárselas al rey de Edom y al rey de Moab y al rey de los hijos de Ammón y al rey de Tiro y al rey de Sidón, por la mano de los mensajeros que están viniendo a Jerusalén a Sedequías el rey de Judá.
(Jeremías 27:14) Y no escuchen las palabras de los profetas que les están diciendo: ‘Ustedes no servirán al rey de Babilonia’, porque falsedad es lo que les están profetizando.
(Jeremías 28:1-3) Entonces aconteció en aquel año, al principio del reinado de Sedequías el rey de Judá, en el año cuarto, en el mes quinto, que Hananías hijo de Azur, el profeta que era de Gabaón, me dijo en la casa de Jehová, ante los ojos de los sacerdotes y de todo el pueblo: 2 “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Ciertamente quebraré el yugo del rey de Babilonia. 3 Dentro de dos años completos voy a traer de vuelta a este lugar todos los utensilios de la casa de Jehová que Nabucodonosor el rey de Babilonia tomó de este lugar para llevarlos a Babilonia’”.
(Jeremías 28:16, 17) Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: ‘¡Mira!, voy a enviarte de sobre la superficie del suelo. Este año tú mismo tienes que morir, porque has hablado verdadera sublevación contra Jehová’”. 17 De manera que el profeta Hananías murió aquel año, en el mes séptimo.
22 Judá se hallaba dividida en dos bandos: los partidarios de la sumisión a Babilonia y los que incitaban a la insurrección. En 609, Sedequías se rebeló y buscó el apoyo militar de Egipto. Jeremías tuvo que lidiar con la histeria nacionalista de quienes apoyaban la insurrección (Jer. 52:3; Eze. 17:15). A fin de aplacar la revuelta, Nabucodonosor y sus ejércitos regresaron a Judá, conquistaron todas sus ciudades y volvieron a sitiar Jerusalén. En estos momentos críticos, el mensaje que dirigió Jeremías a Sedequías y a sus súbditos fue que Jerusalén caería ante los caldeos y que la muerte esperaba a quienes permanecieran en la ciudad; por el contrario, quienes salieran y se rindieran, sobrevivirían(léanse Jeremías 21:8-10 y 52:4).
(Jeremías 52:3) Porque a causa de la cólera de Jehová esto sucedió en Jerusalén y Judá, hasta que él los hubo echado de delante de su rostro. Y Sedequías procedió a rebelarse contra el rey de Babilonia.
(Ezequiel 17:15) Pero este finalmente se rebeló contra él al enviar sus mensajeros a Egipto, [para que este] le diera caballos y un pueblo numeroso. ¿Tendrá éxito? ¿Escapará él, el que está haciendo estas cosas, y que ha quebrantado un pacto? ¿Y realmente escapará?’.
(Jeremías 21:8-10) ”Y a este pueblo dirás: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí pongo delante de ustedes el camino de la vida y el camino de la muerte. 9 El que se quede sentado en esta ciudad morirá a espada y del hambre y de la peste; pero el que esté saliendo y realmente se pase a los caldeos que los tienen sitiados seguirá viviendo, y su alma ciertamente llegará a ser suya como despojo”’. 10 ”‘“Porque he fijado mi rostro contra esta ciudad para calamidad y no para bien —es la expresión de Jehová—. En la mano del rey de Babilonia será dada, y él ciertamente la quemará con fuego.”
(Jeremías 52:4) Por fin, en el año noveno de ser él rey, en el mes décimo, al día diez del mes, aconteció que Nabucodorosor el rey de Babilonia vino, él y toda su fuerza militar, contra Jerusalén, y se pusieron a acampar contra ella y a edificar contra ella un muro de asedio todo en derredor.
23 Los príncipes de Judá acusaron a Jeremías de traidor y de pasarse a los babilonios. Este lo negó, pero ellos lo golpearon y lo encerraron en prisión (Jer. 37:13-15). Aun así, Jeremías no adulteró el mensaje de Jehová, por lo que los príncipes persuadieron a Sedequías para que le diera muerte. Lo arrojaron a una cisterna fangosa, que podría haber sido su tumba de no ser por Ébed-mélec, un siervo etíope del rey que lo rescató (Jer. 38:4-13). El pueblo de Jehová de nuestros tiempos también se ha visto en grave peligro en incontables ocasiones por su negativa a involucrarse en controversias políticas. Sin duda, las vivencias de Jeremías nos fortalecerán para superar las pruebas que se presenten en el futuro.
(Jeremías 37:13-15) De modo que cuando él estaba en la Puerta de Benjamín aconteció que allí estaba el oficial que tenía la superintendencia, cuyo nombre era Iriya hijo de Selemías hijo de Hananías. Al instante él echó mano a Jeremías el profeta, y dijo: “¡Es a los caldeos a quienes te estás pasando!”. 14 Pero Jeremías dijo: “¡Eso es falso! No me estoy pasando a los caldeos”. Pero él no le escuchó. De modo que Iriya mantuvo asido a Jeremías y lo llevó a los príncipes. 15 Y los príncipes empezaron a indignarse con Jeremías, y lo golpearon y lo metieron en la casa de los grilletes, en la casa de Jehonatán el secretario, porque esto era lo que habían hecho casa de detención.
24 En 607, los babilonios finalmente abrieron brecha en las murallas de Jerusalén y tomaron la ciudad. Los soldados quemaron el templo de Jehová, demolieron las murallas y ajusticiaron a los nobles de Judá. Sedequías trató de huir, pero fue capturado y llevado a Nabucodonosor. Con sus propios ojos vio como degollaban a sus hijos, tras lo cual Nabucodonosor lo cegó y se lo llevó a Babilonia (Jer. 39:1-7). Así es, las palabras de Jeremías tocante a Judá y Jerusalén se habían cumplido. Pero lejos de alegrarse, el profeta lloró con gran pesar el desastre de su pueblo, tal como se aprecia en el libro de Lamentaciones. La lectura de estos emotivos escritos ciertamente nos conmoverá.
( Jeremías 39:1-7) En el año noveno del rey Sedequías el rey de Judá, en el mes décimo, Nabucodorosor el rey de Babilonia y toda su fuerza militar vinieron a Jerusalén y empezaron a ponerle sitio. 2 En el año undécimo de Sedequías, en el mes cuarto, el día nueve del mes, se abrió brecha en la ciudad. 3 Y todos los príncipes del rey de Babilonia procedieron a entrar y sentarse en la Puerta del Medio, [a saber,] Nergal-sarézer, Samgar-nebo, Sarsekim, Rabsarís, Nergal-sarézer el Rabmag y todos los demás príncipes del rey de Babilonia. 4 Ahora bien, aconteció que tan pronto como Sedequías el rey de Judá y todos los hombres de guerra los vieron, empezaron a huir y a salir de la ciudad de noche por el camino del jardín del rey, por la puerta entre el muro doble; y siguieron saliendo por el camino del Arabá. 5 Y una fuerza militar de los caldeos fue corriendo tras ellos, y lograron alcanzar a Sedequías en las llanuras desérticas de Jericó. Entonces lo tomaron y lo hicieron subir a Nabucodorosor el rey de Babilonia en Riblá en la tierra de Hamat para que este pronunciara contra él decisiones judiciales. 6 Y el rey de Babilonia procedió a degollar a los hijos de Sedequías en Riblá delante de sus ojos, y a todos los nobles de Judá el rey de Babilonia los degolló. 7 Y cegó los ojos de Sedequías, después de lo cual lo sujetó con grilletes de cobre, para llevarlo a Babilonia.
UN RESTO SE QUEDA EN JUDÁ
25 ¿Qué le sucedió a Jeremías mientras tanto? Los príncipes de Jerusalén lo habían encarcelado, pero los babilonios lo trataron bien y lo pusieron en libertad. Más adelante, lo hallaron entre otros judíos que iban al cautiverio y fue liberado nuevamente. Todavía le quedaba mucho que hacer al servicio de Dios y a favor de los supervivientes. Nabucodonosor nombró a Guedalías gobernador del territorio conquistado y prometió paz al resto de los judíos si le servían a él, el rey de Babilonia. No obstante, unos sediciosos asesinaron al gobernador (Jer. 39:13, 14; 40:1-7; 41:2). Jeremías animó a los judíos que quedaban a que permanecieran en la tierra y no temieran al rey babilonio. Pero sus líderes lo tildaron de mentiroso y huyeron a Egipto, llevándoselo a él y a Baruc a la fuerza. Pese a todo, Jeremías profetizó que Nabucodonosor invadiría y subyugaría incluso aquel país y que causaría sufrimiento a los refugiados judíos (Jer. 42:9-11; 43:1-11; 44:11-13).
26 Una vez más, la respuesta de los contemporáneos del profeta del Dios verdadero fue no escucharlo. ¿Por qué? “Desde el tiempo en que cesamos de hacer humo de sacrificio a la ‘reina de los cielos’, y de derramarle libaciones -argumentaron-, nos ha faltado todo, y por la espada y por el hambre hemos sido acabados.” (Jer. 44:16, 18.) ¡Qué estado espiritual tan lamentable! Por otro lado, nos resulta muy alentador ver que un hombre imperfecto rodeado de personas infieles se mantuviera leal a Jehová.
(Jeremías 44:16) “En cuanto a la palabra que nos has hablado en el nombre de Jehová, no te estamos escuchando;
(Jeremías 44:18) Y desde el tiempo en que cesamos de hacer humo de sacrificio a la ‘reina de los cielos’, y de derramarle libaciones, nos ha faltado todo, y por la espada y por el hambre hemos sido acabados.
27 En 580 se fecha el último suceso que Jeremías anotó: la liberación de Joaquín de las manos del sucesor de Nabucodonosor, Evil-merodac (Jer. 52:31-34). Para aquel entonces, Jeremías debía rondar los 90 años. No contamos con datos fidedignos sobre su muerte, pero es probable que viviese hasta el final de sus días en Egipto y muriese fiel tras unos sesenta y siete años de servicio especial a Jehová. Cumplió con su labor de profeta tanto en los tiempos en que se favorecía la adoración verdadera como cuando imperaba el culto apóstata. Halló personas reverentes que lo escucharon, aunque la mayoría rechazó sus mensajes o incluso le manifestó su franca hostilidad. ¿Fracasó Jeremías en su comisión? ¡Ni mucho menos! Desde el mismo principio, Jehová le había dicho: “De seguro pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti, porque: ‘Yo estoy contigo’” (Jer. 1:19). Como testigos de Jehová, nuestra comisión actual es semejante a la de Jeremías, de modo que podemos esperar reacciones similares (léase Mateo 10:16-22). Por consiguiente, ¿qué lecciones aprendemos de Jeremías y cómo debemos acometer nuestro ministerio? Analicemos estas preguntas.
(Jeremías 52:31-34) Por fin, en el año treinta y siete del destierro de Joaquín el rey de Judá, en el mes duodécimo, el día veinticinco del mes, aconteció que Evil-merodac el rey de Babilonia, en el año que llegó a ser rey, elevó la cabeza de Joaquín el rey de Judá y procedió a sacarlo de la casa de encierro. 32 Y empezó a hablar con él cosas buenas y a poner el trono de él más alto que los tronos de los [otros] reyes que estaban con él en Babilonia. 33 Y le quitó sus prendas de vestir de prisionero, y él comió pan delante de él constantemente todos los días de su vida. 34 Y en cuanto a su porción designada, se le dio con constancia una porción designada de parte del rey de Babilonia, diariamente como debido, hasta el día de su muerte, todos los días de su vida.
(Jeremías 1:19) Y de seguro pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti, porque: ‘Yo estoy contigo —es la expresión de Jehová— para librarte’”.
¿Qué les sucedió a Sedequías y a los judíos que rechazaron el mensaje de Jeremías? ¿Qué opina usted de Jeremías?
====================================
• Escuela del Ministerio Teocrático
Lectura de la Biblia: Zacarías 1 a 8
w07 1/12 págs. 10-11 Puntos sobresalientes de los libros de Ageo y Zacarías
2:1. ¿Por qué estaba un hombre midiendo Jerusalén con un cordel? Al parecer, la acción del hombre señalaba la construcción de una muralla protectora alrededor de la ciudad. Pero un ángel le dice que Jerusalén tiene que expandirse y que gozará de la protección de Jehová (Zacarías 2:3-5).
6:11-13. ¿Se convirtió Josué en rey sacerdote al ser coronado sumo sacerdote? No, pues él no descendía de la línea real de David; sin embargo, su coronación sí lo convirtió en figura profética del Mesías (Hebreos 6:20). La profecía sobre el varón llamado Brote se cumple en el Rey Sacerdote celestial Jesucristo (Jeremías 23:5). Tal como Josué ofició de sumo sacerdote en el templo reconstruido a favor de los judíos, así también Jesucristo ocupa el puesto de Sumo Sacerdote en el templo espiritual de Jehová a favor de la adoración pura.
8:1-23. ¿Cuándo se cumplen las diez declaraciones mencionadas en estos versículos? Cada declaración va precedida de la expresión ―esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos‖ —o de una ligera variante de esta— y es la promesa de Dios de que concederá paz a su pueblo. Algunas se cumplieron en el siglo VI a.e.c., y todas ellas, o bien se han cumplido desde 1919, o bien se están cumpliendo ahora mismo.
8:3. ¿Por qué se llamaría a Jerusalén “la ciudad de apego a la verdad”? Antes de su destrucción en 607 a.e.c., Jerusalén era ―la ciudad opresiva, habitada por profetas y sacerdotes corruptos y gente infiel (Sofonías 3:1; Jeremías 6:13; 7:29-34). Pero ahora que el templo había sido reedificado y el pueblo se había comprometido a adorar a Jehová, se hablarían allí las verdades de la adoración pura, y Jerusalén se llamaría ―la ciudad de apego a la verdad.
1:2-6; 7:11-14. Jehová se vuelve a los arrepentidos que aceptan la reprensión y que se vuelven a él adorándolo sin reservas. Se niega por el contrario a escuchar las peticiones de ayuda de quienes ‗siguen rehusando prestar atención, y siguen presentando un hombro terco y hacen sus oídos demasiado insensibles para oír‘.
4:6, 7. Ningún obstáculo fue demasiado grande para que, por el espíritu de Jehová, se reconstruyera el templo. Si tenemos fe en Dios, podremos vencer cualquier problema que se nos presente en nuestro servicio a él (Mateo 17:20).
4:10. Bajo la supervisión de Jehová, Zorobabel y su gente finalizaron las obras del templo en conformidad con Sus elevadas normas. Vivir a la altura de lo que Jehová espera no es demasiado difícil para los humanos imperfectos.
7:8-10; 8:16, 17. Para obtener el favor de Jehová, tenemos que ejercitar la justicia, manifestar bondad amorosa, practicar la misericordia y hablar la verdad.
8:9-13. Jehová nos bendice cuando realizamos su obra con ‗manos fuertes‘. Entre sus bendiciones están la paz, la seguridad y el progreso espiritual.
=====================
8:9-13. Jehová nos bendice cuando realizamos su obra con ‗manos fuertes‘. Entre sus bendiciones están la paz, la seguridad y el progreso espiritual.
=====================
Núm. 1: Zacarías 8:1-13
=====================
Núm. 2: Cómo demostramos que Jehová es nuestro Señor Soberano (Sal. 73:28)
=====================
Núm. 2: Cómo demostramos que Jehová es nuestro Señor Soberano (Sal. 73:28)
w10 15/11 págs. 24-26 párrs. 1-11 Jehová es nuestro Soberano
―LA ESCENA de este mundo está cambiando.‖ (1 Cor. 7:31.) Con estas palabras, parece que el apóstol Pablo compara la sociedad en que vivimos a un escenario teatral al que suben unos actores, representan sus personajes, buenos o malos, y luego dan paso a otros actores que interpretan una nueva escena.
2 En nuestros días se desarrolla, como un drama, una importantísima situación en la que todos estamos implicados y que tiene que ver, particularmente, con la soberanía universal de Jehová. Dicha situación es comparable a la que existe en un país donde hay dos bandos enfrentados. Por un lado, está el gobierno legítimo, que vela por el mantenimiento del orden, y, por otro, una mafia que recurre a todo tipo de fraudes y actos violentos, incluido el asesinato. Esta organización constituye una amenaza para las autoridades y pone a prueba la lealtad de los ciudadanos al gobierno nacional.
3 ¿Por qué decimos que en el universo se da una situación semejante? Para empezar, porque existe un gobierno legítimo, presidido por el ―Señor Soberano Jehová‖ (Sal. 71:5). Además, la humanidad sufre la amenaza de una asociación delictiva, dirigida por el inicuo Satanás (1 Juan 5:19). Esta organización presenta un desafío para el gobierno divino y pone a prueba la lealtad de la gente al Soberano Universal. ¿Cómo llegó a producirse este estado de cosas? ¿Por qué lo permite Jehová? ¿De qué modo podemos intervenir en este conflicto?
Cuestiones implicadas en el drama
4 En este drama universal entran en juego dos asuntos estrechamente ligados entre sí: la soberanía de Dios y la integridad del ser humano. Las Escrituras llaman muchas veces a Jehová ―Señor Soberano‖. Por ejemplo, un salmista dijo lleno de confianza: ―En el Señor Soberano Jehová he puesto mi refugio‖ (Sal. 73:28). La palabra soberanía se refiere a la autoridad suprema del gobierno. Por tanto, quien ejerce el poder o autoridad en grado máximo recibe el nombre de soberano.Sin duda, tenemos sobradas razones para llamar así a Jehová, el Ser Supremo (Dan. 7:22).
5 Puesto que Jehová ha creado todo, es el legítimo Soberano de la Tierra y del resto del universo (léase Revelación 4:11). Además, también es nuestro Juez, Legislador y Rey, combinando así en su persona los poderes judicial, legislativo y ejecutivo, las tres ramas del gobierno universal (Isa. 33:22). Dado que le debemos la existencia y dependemos de él, tenemos que verlo como nuestro Señor Soberano y defender su elevadísima posición. Algo que nos moverá a hacerlo es tener siempre presentes estas palabras: ―Jehová mismo ha establecido firmemente su trono en los cielos mismos; y sobre toda cosa su propia gobernación real ha tenido la dominación‖ (Sal. 103:19; Hech. 4:24).
6 Si queremos defender la soberanía de Jehová, debemos mantenernos íntegros. Ahora bien, ¿qué implica ser íntegro? Como lo ilustra el caso del patriarca Job, la integridad exige demostrar entereza moral, ser intachable y actuar con rectitud (Job 1:1).
Da comienzo el drama
7 Hace seis mil años, un espíritu se rebeló contra Jehová. Con sus palabras y acciones, cuestionó la legitimidad de la soberanía divina. Y lo hizo por puro egoísmo: porque quería ser adorado. Por eso indujo a nuestros primeros padres, Adán y Eva, a ser desleales al Soberano Universal. También intentó ensuciar el buen nombre de Jehová insinuando que era un mentiroso (léase Génesis 3:1-5). Aquel rebelde se convirtió en el gran enemigo de Dios. Con el tiempo llegó a ser conocido como Satanás, el Diablo, la serpiente y el dragón, nombres que lo identifican como opositor, calumniador, engañador y devorador, respectivamente (Rev. 12:9).
8 Satanás se alzó como gobernante rival. Ante ese desafío contra su soberanía, ¿qué haría Jehová? ¿Destruirlo de inmediato junto con Adán y Eva? Sin duda, tenía poder de sobra para eliminar a los tres rebeldes. Si lo hubiera hecho, habría probado que es el Dios omnipotente. Por otro lado, habría demostrado que no mentía cuando les advirtió del castigo que recibirían si violaban su ley. Entonces, ¿por qué no tomó esa medida?
9 Con sus mentiras, Satanás consiguió que Adán y Eva se apartaran de su Creador. Y así puso en duda que Dios tuviera derecho a exigirles obediencia a los seres humanos. Además, al inducir a nuestros primeros padres a rebelarse contra Jehová, cuestionó la lealtad de todas las criaturas inteligentes. Como se vio más tarde en el caso de Job —quien sí se mantuvo fiel a la soberanía divina—, el Diablo estaba afirmando que era capaz de apartar de Dios a toda persona (Job 2:1-5).
10 Al no zanjar de inmediato la cuestión de la soberanía, Jehová le dio tiempo a Satanás para que intentara probar sus acusaciones. Y, además, nos concedió a los seres humanos la oportunidad de demostrarle lealtad. ¿Qué ha sucedido en el transcurso de los siglos? Satanás ha formado una poderosa red criminal. Pero Dios terminará destruyéndolo a él y a su organización, y de este modo dejará establecido que es el legítimo Soberano. Jehová siempre ha estado seguro de su victoria. Tanto es así que la anunció tan pronto como se produjo la rebelión del hombre (Gén. 3:15).
11 Muchos seres humanos han demostrado fe y lealtad poniéndose del lado de Jehová en la cuestión de la soberanía y la santificación de su nombre. Entre ellos figuran Abel, Enoc, Noé, Abrahán, Sara, Moisés, Rut, David, Jesús, los primeros cristianos y millones de hombres y mujeres íntegros de nuestros días. Estos defensores de la soberanía divina han contribuido a probar que Satanás es un mentiroso. Con su fidelidad, también han ayudado a limpiar el nombre divino de todo el lodo que le ha lanzado el Diablo al asegurar que podía apartar de Jehová a cualquier persona (Pro. 27:11).
========================
Núm. 3: ¿Por qué tiene más sentido estudiar las enseñanzas de Jesucristo que las filosofías humanas? (rs pág. 172 párr. 3-pág. 173 párr. 3)
Núm. 3: ¿Por qué tiene más sentido estudiar las enseñanzas de Jesucristo que las filosofías humanas? (rs pág. 172 párr. 3-pág. 173 párr. 3)
rs pág. 172 - pág. 173 Filosofía
¿Por qué es prueba de que se piensa con claridad el estudiar las enseñanzas de Jesucristo en vez de la filosofía humana?
Col. 1:15-17: ―Él [Jesucristo] es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación; porque por medio de él todas las otras cosas fueron creadas en los cielos y sobre la tierra [...] Todas las otras cosas han sido creadas mediante él y para él. También, él es antes de todas las otras cosas y por medio de él se hizo que todas las otras cosas existieran.‖ (La relación íntima que él tiene con Dios le permite ayudarnos a entender la verdad acerca de Dios. Además, como aquel por medio de quien fueron hechas todas las cosas, Jesús tiene pleno conocimiento de todo el universo creado. Ningún filósofo humano puede ofrecer nada de esto.) Col. 1:19, 20: ―Dios tuvo a bien el que toda la plenitud morara en él [Jesucristo], y mediante él reconciliar de nuevo consigo mismo todas las otras cosas, haciendo la paz mediante la sangre que él derramó en el madero de tormento.‖ (Así, mediante Jesucristo es como Dios se ha propuesto hacer que toda la creación vuelva a estar en relación armoniosa con Él. Dios también ha confiado a Jesús gobernación sobre toda la Tierra, como lo muestra Daniel 7:13, 14. Por eso nuestras expectativas de vida futura dependen de llegar a conocerlo y responder favorablemente a su instrucción.)
Col. 2:8: ―Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya por medio de la filosofía y del engaño vano según la tradición de los hombres, según las cosas elementales del mundo y no según Cristo.‖ (¡Qué triste sería cometer el error de escoger dicha filosofía humana engañosa en vez de adquirir verdadera sabiduría como discípulo de Jesucristo, quien ocupa la segunda posición en cuanto a importancia en el universo, después de Dios mismo!)
¿Cómo considera Dios la“sabiduría” que ofrece la filosofía humana?
1 Cor. 1:19-25: ―Está escrito:‗Haré perecer la sabiduría de los sabios, y echaré a un lado la inteligencia de los intelectuales.‘ ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿Dónde el disputador de este sistema de cosas? ¿No hizo Dios necedad la sabiduría del mundo? Pues ya que, en la sabiduría de Dios, el mundo por medio de su sabiduría no llegó a conocer a Dios, tuvo a bien Dios salvar por medio de la necedad [según el parecer del mundo] de lo que se predica a los que creen. [...] Porque una cosa necia de Dios [según ve las cosas el mundo] es más sabia que los hombres, y una cosa débil de Dios [como quizás le parezca al mundo] es más fuerte que los hombres.‖ (Tal punto de vista de parte de Dios ciertamente no es arbitrario ni irrazonable.
Él ha proporcionado en la Biblia —el libro de más extensa publicación en el mundo— una declaración clara de su propósito. Ha enviado a sus Testigos para que la consideren con todos los que estén dispuestos a escuchar. ¡Qué insensato es que criatura alguna crea que posee mayor sabiduría que la que posee Dios!
==============================
• Reunión de Servicio
Cántico 65
"ESTE ES EL CAMINO"
Todos los meses ha aparecido en el programa de la Reunión de Servicio una sección sobre cómo ofrecer las revistas. El propósito de esta intervención no es repasar todo su contenido, sino presentar distintas ideas para ofrecerlas. Según las instrucciones, el hermano a cargo de la asignación comienza con una introducción muy breve y entusiasta. A continuación, pide al auditorio que aporte ideas sobre un artículo o serie de artículos a la vez. Así, todos pueden centrar su atención en los mismos artículos e ir apuntando las ideas que piensen usar. El hermano no debe pedir presentaciones completas, sino invitar al auditorio a que diga qué preguntas podrían despertar el interés de la gente y qué textos usarían con esas preguntas. Al final, termina con una demostración para cada número. Se anima a todos a repasar de antemano las revistas y aportar sugerencias en la reunión. Si todos se preparan bien, cada uno “aguza[rá] el rostro de[l] otro” (Prov. 27:17).
====================
10 min. El mensaje que debemos proclamar:“Teme al Dios verdadero y guarda sus mandamientos”. Discurso entusiasta basado en el libro Benefíciese, de la página 272 al subtítulo de la página 275.
====================
10 min. El mensaje que debemos proclamar:“Teme al Dios verdadero y guarda sus mandamientos”. Discurso entusiasta basado en el libro Benefíciese, de la página 272 al subtítulo de la página 275.
El mensaje que debemos proclamar
Jehová ha puesto sobre nuestros hombros un deber y un gran honor al decirnos: “Ustedes son mis testigos [...], y yo soy Dios” (Isa. 43:12). Así pues, no somos meros creyentes, sino testigos que predican las trascendentales verdades de su Palabra divinamente inspirada.
¿Qué mensaje nos manda transmitir? Información que se centra en Jehová Dios, Jesucristo y el Reino mesiánico.
“TEME AL DIOS VERDADERO Y GUARDA SUS MANDAMIENTOS”
SIGLOS antes de la era cristiana, Jehová mencionó al fiel Abrahán el medio que utilizaría para que se bendijeran “todas las naciones de la tierra” (Gén. 22:18). También inspiró a Salomón a poner por escrito una obligación fundamental del ser humano: “Teme al Dios verdadero y guarda sus mandamientos. Porque este es todo el deber del hombre” (Ecl. 12:13). Pero ¿cómo llegaría a saber de estas cosas la gente del mundo entero?
Aunque siempre ha habido quienes han creído en los dichos de Dios, la Biblia indica que la predicación intensa de las buenas nuevas en todas las naciones se efectuaría durante “el día del Señor”, que empezó en 1914 (Rev. 1:10). Con referencia a este período, Revelación 14:6, 7 predijo que bajo la dirección de los ángeles se llevaría a cabo una importantísima proclamación “a toda nación y tribu y lengua y pueblo”. Se les dirigiría la siguiente exhortación: “Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora del juicio por él, de modo que adoren al que hizo el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas”. La voluntad divina es que dicho mensaje se difunda, y nosotros tenemos el privilegio de colaborar en esta obra.
“El Dios verdadero.” La declaración de Jehová “ustedes son mis testigos” se enmarca en el contexto de un debate sobre la cuestión de la divinidad (Isa. 43:10). Por lo tanto, el mensaje que debemos divulgar no enseña que basta con pertenecer a una religión y creer en algún dios. Más bien, hemos de brindar a nuestros oyentes la oportunidad de aprender que el Creador del cielo y la Tierra es el único Dios verdadero (Isa. 45:5, 18,21, 22; Juan 17:3). Solo él puede predecir el futuro con certeza, y tenemos el privilegio de mostrarles que el cumplimiento de la palabra de Jehová en tiempos pasados nos da sólidas razones para confiar en que todas sus promesas para el futuro también se harán realidad (Jos. 23:14; Isa. 55:10, 11).
Ahora bien, muchos amos de casa dan culto a otros dioses o dicen no adorar a ninguno. Para interesarlos, tal vez deba comenzar mencionando asuntos de mutuo interés. A este respecto, resulta muy útil el ejemplo que refiere Hechos 17:22-31, en el que el apóstol Pablo, aunque demostró tacto, señaló claramente que el ser humano rendirá cuentas al Creador del cielo y la Tierra.
Dé a conocer el nombre de Dios. Tenemos que presentar al Dios verdadero por su ilustre nombre, Jehová, un nombre que él ama (Éxo. 3:15; Isa. 42:8). De hecho, él se encargó de que este apareciera en la Biblia más de siete mil veces, pues desea que las personas lo conozcan. Nuestra obligación es enseñárselo (Deu. 4:35).
El futuro de todos los seres humanos depende de que conozcan a Jehová y lo invoquen con fe (Joel 2:32; Mal. 3:16; 2 Tes. 1:8). Sin embargo, la mayoría carece de tal conocimiento, incluidos muchos que dicen adorar al Dios de las Santas Escrituras. Aunque posean una Biblia y la lean, tal vez ignoren cuál es Su nombre personal, pues este se ha suprimido en numerosas versiones modernas. Lo único que saben algunos feligreses tocante al nombre Jehová es que sus guías religiosos les han dicho que no lo utilicen.
¿Cuál es la forma más eficaz de enseñar el nombre divino? Mostrándolo en una Biblia, preferiblemente la del oyente. En algunas versiones aparece miles de veces, pero en otras, solo en pasajes como Salmo 83:18 o Éxodo 6:3-6, o en notas a pie de página en Éxodo 3:14,15 ó Éx 6:3. Cada vez que se usa en el texto original, muchas Biblias lo sustituyen con términos tales como “Señor” y “Dios” escritos en letra especial. En los casos en que los traductores modernos lo han omitido por completo, tal vez le convenga remitirse a una versión más antigua para desenmascarar tal supresión. Además, hay países donde es posible mostrar el nombre divino en himnos religiosos o inscripciones de monumentos.
El pasaje de Jeremías 10:10-13, citado de laTraducción del Nuevo Mundo, puede ayudar incluso a quienes adoran a otras deidades, pues no solo menciona el nombre de Dios, sino que explica quién es.
No esconda el nombre Jehová tras los títulos“Dios”, “Señor” u otros semejantes, como hace la cristiandad. Sin embargo, no tiene porqué utilizarlo al principio de cada conversación. Si lo hiciera, el prejuicio llevaría a algunas personas a poner fin al diálogo. Ahora bien, una vez sentadas las bases de la conversación, no se retraiga de usarlo.
Cabe destacar que la Biblia emplea el nombre divino más veces que varias designaciones juntas (como “Señor” y “Dios”). No obstante, en vez de tratar de incluirlo en todas las frases, los escritores bíblicos lo usaron con naturalidad, espontaneidad y respeto: un ejemplo digno de imitar.
La Persona designada por el nombre. El que Dios tenga un nombre personal constituye en sí una verdad profunda. Sin embargo, aprender este hecho no es más que el principio.
Para amar a Jehová e invocarlo con fe, es preciso saber qué clase de Dios es. Cuando él dio a conocer su nombre a Moisés en el monte Sinaí, hizo mucho más que repetir la palabra Jehová. Destacó algunas de Sus principales cualidades (Éxo. 34:6, 7). Así nos dejó un ejemplo que imitar.
Sea que dé testimonio a personas recién interesadas o pronuncie un discurso ante la congregación, cuando hable de las bendiciones del Reino, señale qué nos indican sobre el Dios que las promete. Al mencionar los mandamientos divinos, subraye la sabiduría y el amor que revelan. Deje claro que tales normas no son una carga, pues persiguen nuestro bien (Isa. 48:17, 18; Miq. 6:8). Explique lo que cada una de las manifestaciones del poder de Dios nos enseña sobre su personalidad, normas y propósitos. Destaque el equilibrio que manifiesta Jehová en el ejercicio de sus cualidades. Hable de sus propios sentimientos hacia el Creador, pues su amor por él puede transmitirse al prójimo.
El mensaje urgente que llevamos insta a toda persona a temer a Dios. Por lo tanto, debemos procurar que nuestras expresiones infundan ese sano temor piadoso, es decir, profunda reverencia hacia la persona de Jehová (Sal. 89:7). Tal sentimiento nos hace tener conciencia de que él es el Juez supremo y de que nuestro futuro depende de que contemos con su aprobación (Luc. 12:5; Rom. 14:12). Así pues, este temor está ligado indisolublemente al profundo amor que le profesamos y, por ende, a un intenso deseo de agradarle (Deu. 10:12,13). El temor piadoso también nos incita a odiar el mal, obedecer los mandamientos divinos y adorarle con corazón completo (Deu. 5:29; 1 Cró. 28:9; Pro. 8:13). Nos protege contra caer en el error de tratar de servir a Dios y al mismo tiempo amar las cosas del mundo (1 Juan 2:15-17).
El nombre de Dios es “una torre fuerte”. Quien llega a conocer de verdad a Jehová disfruta de gran protección. Pero no solo porque emplee Su nombre personal o sepa enumerar algunas cualidades divinas, sino porque confía en Él. Con respecto a tal persona dice Proverbios 18:10: “El nombre de Jehová es una torre fuerte. A ella corre el justo, y se le da protección”.
Aproveche toda ocasión para instar a sus oyentes a confiar en Jehová (Sal. 37:3; Pro. 3:5, 6). Tal confianza es evidencia de nuestra fe en él y en sus promesas (Heb. 11:6). La Palabra de Dios garantiza que se salvarán quienes invoquen el nombre de Jehová, siempre que lo hagan porque tienen conciencia de que es el Soberano Universal, aman Sus decisiones y creen con firmeza que es la única fuente de salvación (Rom. 10:13, 14). Al enseñar a otras personas, ayúdelas a demostrar esa fe en toda faceta de la vida.
Muchos seres humanos se enfrentan a problemas personales muy difíciles, quizá sin ver la salida. Exhórtelos a aprender la voluntad de Jehová, a confiar en él y poner por obra la instrucción que reciban (Sal. 25:5). Anímelos a implorarle que los ayude y a agradecerle sus bendiciones (Fili. 4:6, 7). Cuando realmente conozcan a Jehová, no solo por haber leído ciertos pasajes bíblicos, sino por haber constatado el cumplimiento de sus promesas en su propia vida, disfrutarán de la seguridad que brinda comprender bien lo que representa Su nombre (Sal. 34:8; Jer. 17:7, 8).
No pasemos por alto ninguna oportunidad de ayudar a las personas a apreciar que es sabio temer a Jehová, el Dios verdadero, y guardar sus mandamientos.
“DAR TESTIMONIO DE JESÚS”
DESPUÉS de resucitar y antes de regresar al cielo, Jesucristo dio las siguientes instrucciones a sus discípulos: “Serán testigos de mí [...] hasta la parte más distante de la tierra” (Hech. 1:8). Así mismo, la Biblia indica que hoy los siervos leales de Dios“tienen la obra de dar testimonio de Jesús” (Rev. 12:17). ¿Con cuánta diligencia participa usted en dicha labor?
Muchas personas sinceras dicen creer en Jesús, pero desconocen que existió antes de ser hombre y que cuando estuvo en la Tierra fue realmente humano. Apenas entienden las implicaciones de que sea el Hijo de Dios, ni el cometido que desempeña en el cumplimiento del propósito divino. Ignoran qué está haciendo en la actualidad y cómo influirá en su vida lo que él haga en el futuro. Tal vez hasta piensen que los testigos de Jehová no creen en Cristo. Es preciso, por tanto, dar a conocer la verdad sobre estos asuntos, y ese es nuestro privilegio.
Por otro lado, hay quienes sostienen que el Jesús descrito en la Biblia ni siquiera existió. Algunos lo consideran meramente un gran hombre y rechazan que sea el Hijo de Dios. “Dar testimonio de Jesús” a tales personas exige grandes dosis de esfuerzo, paciencia y tacto.
==================
15 min. ¿Lo ha probado ya? Análisis con el auditorio. En forma de discurso, repase brevemente estos artículos recientes de Nuestro Ministerio del Reino: “Prediquemos sin temor en los negocios” (km 3/12),
15 min. ¿Lo ha probado ya? Análisis con el auditorio. En forma de discurso, repase brevemente estos artículos recientes de Nuestro Ministerio del Reino: “Prediquemos sin temor en los negocios” (km 3/12),
Prediquemos sin temor en los negocios
1. ¿Por qué no es de extrañar que nos intimide la idea de predicar en los negocios?
1 ¿Le resulta intimidante predicar en los negocios? Si así es, no se preocupe; usted no es el único. Hasta el apóstol Pablo, quien fue un intrépido predicador, tuvo que armarse de valor para llevar a cabo su comisión (1 Tes. 2:2). A continuación hallará tres preguntas frecuentes sobre la predicación en los negocios y algunas sugerencias prácticas.
2. ¿Por qué no debería pensar que los dependientes se molestarán si los aborda?
2 ¿Sentirá n los empleados que los estoy interrumpiendo? En muchos negocios, los empleados tienen el deber de dejar lo que están haciendo a fin de atender al público. Además, por lo general serán corteses con usted, pues lo verán como un posible cliente. Si se viste de manera digna y es amable, será más probable que lo traten con respeto.
3. ¿Qué puede hacer para no incomodar a los clientes?
3 ¿Tendré que predicar frente a muchos clientes? Sería conveniente escoger un horario en el que no haya tantos clientes, como cuando se abre el negocio. Espere a que el gerente o el empleado esté solo y procure ser breve.
4. ¿Qué podría decir al predicar en los negocios?
4 ¿Qué podría decir? Si en el negocio hay varios empleados, hable con la persona encargada. Podría decirle algo así: “Rara vez encontramos a las personas de negocios en sus hogares, por eso las visitamos en el trabajo. Como sé que está ocupado, seré breve”. A fin de que no lo confundan con un vendedor, tal vez sería mejor no pedir donaciones a menos que alguien quiera saber cómo se financia nuestra obra. Dependiendo del tipo de negocio, podría preguntarle al encargado si puede hablar brevemente con el resto de los empleados. Utilice la misma presentación. Si alguno de los empleados está muy ocupado, acorte la presentación y déjele un tratado. Si no le es posible hablar con nadie más, pregunte si puede dejar publicaciones en el área de receso o en algún otro lugar.
5. ¿Qué razones tenemos para cobrar valor al predicar en los negocios?
5 Jesús y Pablo predicaron con valor en los lugares de trabajo de las personas, y usted también puede hacerlo (Mat. 4:18-21; 9:9; Hech. 17:17). Pídale a Jehová que le infunda tranquilidad y denuedo (Hech. 4:29). Predicar en los negocios es muy productivo, pues casi siempre hallará personas. ¿Por qué no lo intenta?
“Ayudemos a las personas a escuchar a Dios” (km 7/12) y “¿Podríamos salir a predicar al atardecer?” (km 10/12). Luego, pida a los presentes que digan cómo las sugerencias de dichos artículos les han ayudado en su ministerio.
¿Podríamos salir a predicar al atardecer?
1. Según cierta obra, ¿a qué hora predicaba de casa en casa el apóstol Pablo?
1 Según cierta obra, el apóstol Pablo solía predicar de casa en casa “desde las cuatro de la tarde hasta ya entrada la noche” (Daily Life in Bible Times). Aunque no podemos afirmar que este era su horario de predicación, sí sabemos que Pablo estaba dispuesto a todo “por causa de las buenas nuevas” (1 Cor. 9:19-23). Esto seguramente incluía organizar sus asuntos para ir de casa en casa a la hora en que su ministerio diera más fruto.
2. ¿Por qué es el atardecer un buen momento para salir a predicar?
2 En muchos lugares, los publicadores están acostumbrados a predicar de casa en casa por las mañanas durante la semana. Ahora bien, ¿es ese el mejor horario para hallar a la gente de nuestro territorio? Un precursor comentó: “Casi no encontramos personas por el día, pero sí por la noche”. A esa hora, los vecinos suelen estar más tranquilos y dispuestos a conversar. También hay más oportunidades de predicarles a los varones. Siempre que sea conveniente, los ancianos deben programar reuniones para el servicio del campo al atardecer.
3. ¿Cómo mostramos buen juicio al predicar por las noches?
3 Seamos prudentes. Al predicar de noche tenemos que mostrar buen juicio. Por ejemplo, si llegamos a una casa en un mal momento, tal vez durante la cena, podemos ofrecernos a volver más tarde. Si está oscuro, tratemos de colocarnos donde la persona pueda vernos, identifiquémonos sin demora y expliquemos cuanto antes el propósito de nuestra visita. También se recomienda predicar en parejas o cerca del grupo y en calles que cuenten con suficiente iluminación y no sean solitarias. No sería prudente llamar a las puertas demasiado tarde, pues las personas podrían estar preparándose para dormir (2 Cor. 6:3). Asimismo, es mejor predicar antes de que oscurezca en las zonas que se vuelven peligrosas por la noche (Prov. 22:3).
4. ¿Cuáles son las recompensas de predicar al atardecer?
4 Recompensas. Disfrutamos mucho más del ministerio cuando podemos hablar con la gente. Mientras más oportunidades tengamos de dar testimonio, más personas tendrán la posibilidad de llegar a un conocimiento exacto de la verdad y salvarse (1 Tim. 2:3,4). ¿Podemos adaptar nuestro horario para participar en esta faceta del servicio?
Cántico 117
"NECESITAMOS LA INSTRUCCION DIVINA"
========================
• Estudio de la Atalaya
Cántico 63
"SIEMPRE FIELES"
Que su sí signifique sí
“Simplemente signifique su palabra Sí, Sí, su No, No.” (MAT. 5:37)
¿SABE LA RESPUESTA?¿Qué dijo Jesús sobre la costumbre de jurar?
¿Qué magnífico ejemplo nos dejó Jesús respecto a ser fieles a nuestra palabra?
¿En qué campos de la vida debemos hacer que nuestro sí signifique sí?
¿Qué magnífico ejemplo nos dejó Jesús respecto a ser fieles a nuestra palabra?
¿En qué campos de la vida debemos hacer que nuestro sí signifique sí?
1. ¿Qué dijo Jesús sobre la costumbre de jurar, y por qué?
POR lo general, los verdaderos cristianos no necesitan jurar que lo que dicen es cierto, pues obedecen a Jesús, quien exhortó: “Simplemente signifique su palabra Sí, Sí”. Lo que quiso decir es que debemos ser fieles a nuestra palabra. Justo antes había dicho: “No juren de ninguna manera”. Así condenó la costumbre que muchas personas tienen de jurar por cualquier cosa, incluso sin la menor intención de cumplir lo que prometen. En realidad, debería bastar con pronunciar un sí o un no cuando nos comprometemos a algo. Quien se “excede de esto” quizá revele que no es confiable y que se halla bajo la influencia “del inicuo” (léase Mateo 5:33-37).
2. ¿Por qué no siempre está mal jurar?
2 ¿Quiso decir Jesús que jurar es siempre malo? Obviamente no. Como aprendimos en el artículo anterior, Jehová y su justo siervo Abrahán juraron en ocasiones importantes. Además, la propia Ley de Dios exigía que se hicieran juramentos para zanjar ciertas disputas (Éx. 22:10, 11; Núm. 5:21, 22). Por consiguiente, tal vez un cristiano deba jurar que dirá la verdad en un tribunal. O, en raras ocasiones, deba hacerlo para confirmar sus intenciones o resolver algún asunto. Por ejemplo, cuando el sumo sacerdote puso bajo juramento a Jesús, él no se opuso y le dijo la verdad al Sanedrín judío (Mat. 26:63, 64). Y eso que él no necesitaba jurar por nada ni nadie. Con todo, a menudo recalcó la veracidad de su mensaje con esta singular introducción: “Muy verdaderamente les digo”, o, según la nota, “verdaderamente, verdaderamente les digo” (Juan 1:51; 13:16, 20, 21, 38). Veamos qué más podemos aprender del ejemplo de Jesús, así como del de Pablo y otras personas cuyo sí significó sí.
JESÚS, EL MEJOR EJEMPLO
3. ¿Qué le prometió Jesús a su Padre celestial, y cómo respondió Jehová?
3 “He venido [...] para hacer tu voluntad, oh Dios.” (Heb. 10:7.) Con estas significativas palabras, Jesús se presentó ante Dios para cumplir todo lo que se había predicho sobre la Descendencia prometida, incluida la herida que Satanás le ocasionaría “en el talón” (Gén. 3:15). Ningún otro ser humano se ha ofrecido jamás para cargar con una responsabilidad tan pesada. Jehová expresó desde los cielos su completa confianza en que su Hijo cumpliría lo que había prometido, sin exigirle que lo jurara (Luc. 3:21,22).
4. ¿Hasta qué punto se aseguró Jesús de que su sí significara sí?
4 Jesús predicó con el ejemplo, pues su sí siempre significó sí. No permitió que nada le impidiera cumplir la misión que había recibido de su Padre: predicar las buenas nuevas del Reino y enseñar a quienes se acercaran a él impulsados por Dios (Juan 6:44). ¿Hasta qué punto fue fiel Jesús a su promesa? La Biblia lo muestra con estas conocidas palabras: “No importa cuántas sean las promesas de Dios, han llegado a ser Sí mediante él” (2 Cor. 1:20). No cabe duda: Jesús dio el mejor ejemplo en cuanto a cumplir lo que le había prometido a su Padre. Hablemos ahora de alguien que se esforzó al máximo por imitar a Jesús.
PABLO, UN HOMBRE DE PALABRA
5. ¿Qué ejemplo nos dejó el apóstol Pablo?
5 “¿Qué haré, Señor?” (Hech. 22:10.) Pablo, conocido entonces como Saulo, respondió con estas sinceras palabras a las instrucciones del Señor Jesús glorificado, quien se le había aparecido en una visión para que no siguiera persiguiendo a sus discípulos. Saulo se arrepintió de sus hechos pasados, se bautizó y aceptó la comisión especial de dar testimonio de Jesús a las naciones. Siguió llamándolo“Señor” y obedeciéndolo como tal hasta el fin de su vida en la Tierra (Hech. 22:6-16; 2 Cor. 4:5; 2 Tim. 4:8). No fue como aquellos a quienes Cristo dijo: “¿Por qué me llaman ‘¡Señor! ¡Señor!’, pero no hacen las cosas que digo?” (Luc. 6:46). En efecto, Jesús espera que cuantos lo aceptan como su Señor cumplan con su palabra, como hizo el apóstol Pablo.
6, 7. a) ¿Por qué retrasó Pablo su regreso a Corinto? b) ¿Por qué no tenían razón quienes acusaban a Pablo de no ser digno de confianza? c) ¿Cómo debemos tratar a las personas nombradas para dirigirnos?
6 Pablo difundió con celo el mensaje del Reino por toda Asia Menor y algunas regiones de Europa, donde fundó y volvió a visitar muchas congregaciones. A veces vio necesario garantizar con un juramento lo que escribía (Gál. 1:20). Cuando algunos corintios lo acusaron de no ser digno de confianza, se defendió con estas palabras: “En Dios se puede confiar respecto a que nuestra habla dirigida a ustedes no es Sí y, no obstante, No” (2 Cor. 1:18). En ese momento, Pablo había salido de Éfeso y viajaba a través de Macedonia para después ir hacia Corinto. En un principio había pensado hacerlo al revés, es decir, regresar primero a Corinto y luego ir a Macedonia (2 Cor. 1:15, 16). Pero como les sucede a veces a los superintendentes viajantes, tuvo que cambiar el itinerario, no por capricho o intereses personales, sino por motivos de fuerza mayor. En este caso, Pablo retrasó su visita a Corinto por el bien de aquella congregación. Veamos por qué.
7 Algún tiempo después de planear su viaje, mientras aún estaba en Éfeso, Pablo se enteró de que en la congregación de Corinto se toleraban brotes de desunión e inmoralidad (1 Cor. 1:11; 5:1). Para corregir la situación, les escribió su primera carta. Luego, en vez de navegar directamente de Éfeso a Corinto, decidió darles tiempo a sus hermanos para seguir sus consejos y que, cuando llegara, su visita resultara más animadora. Para garantizarles que esa había sido la razón de su cambio de planes, les escribió en su segunda carta: “Invoco a Dios como testigo contra mi propia alma al asegurarles que por consideración a ustedes no he ido todavía a Corinto” (2 Cor. 1:23). Nunca seamos como quienes criticaron a Pablo; más bien, mostremos profundo respeto a las personas nombradas para dirigirnos. Nos conviene imitar a Pablo, tal como él imitó el de Cristo (1 Cor. 11:1; Heb. 13:7).
OTROS BUENOS EJEMPLOS
8. ¿Qué ejemplo nos dejó Rebeca?
8 “Estoy dispuesta a ir.” (Gén. 24:58.) Con estas sencillas palabras, Rebeca indicó a su madre y a su hermano que estaba dispuesta a irse de casa ese mismo día y viajar con un desconocido más de 800 kilómetros (500 millas) para casarse con el hijo de Abrahán, Isaac (Gén. 24:50-58). El sí de Rebeca significó sí, y ella fue una esposa fiel y temerosa de Dios. Por el resto de su vida vivió en tiendas como una extranjera en la Tierra Prometida. Y su fidelidad fue recompensada, pues tuvo el honor de ser antepasada de la Descendencia prometida, Jesucristo (Heb. 11:9, 13).
9. ¿Cumplió Rut con su palabra?
9 “No, sino que contigo volveremos a tu pueblo.” (Rut 1:10.) Las viudas moabitas Rut y Orpá le iban repitiendo estas palabras a su suegra Noemí, también viuda, mientras ella regresaba a Belén desde Moab. Tanto insistió Noemí para que se quedaran en Moab, que al final Orpá volvió a su país. Pero el node Rut significó no (léase Rut 1:16, 17). Lealmente se fue con Noemí dejando atrás a su familia y la religión falsa de Moab. Gracias a su perseverancia como fiel adoradora de Jehová, tuvo el honor de ser una de las cinco únicas mujeres que Mateo incluyó en la línea genealógica de Cristo (Mat. 1:1, 3, 5, 6, 16).
10. ¿Por qué es Isaías un buen ejemplo para nosotros?
10 “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí.” (Is. 6:8.) Antes de pronunciar estas palabras, Isaías tuvo una gloriosa visión de Jehová sentado en su trono por encima del templo de Israel. En ella, Isaías oyó a Jehová preguntar: “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”. Se trataba de una invitación a ser su portavoz y transmitir su mensaje a su pueblo descarriado. Isaías fue fiel a su palabra: su sí significó sí. Desempeñó la función de profeta durante más de cuarenta y seis años, en los que proclamó tanto fuertes mensajes de condenación como magníficas promesas de restauración de la adoración verdadera.
11. a) ¿Por qué es tan importante que cumplamos nuestra palabra? b) ¿Qué ejemplos de personas que no fueron fieles a su palabra nos sirven de advertencia?
11 ¿Por qué se encargó Jehová de que estos ejemplos se registraran en su Palabra? ¿Y cuánta importancia tiene que nuestro sí signifique sí? La Biblia dice claramente que quienes resultan “falsos en los acuerdos [...] son merecedores de muerte” (Rom. 1:31, 32). El faraón de Egipto, el rey Sedequías de Judá y Ananías y Safira son ejemplos de personas cuyo sí significó no. Las trágicas consecuencias de sus actos nos sirven a todos de advertencia (Éx. 9:27, 28, 34, 35; Ezeq. 17:13-15, 19, 20; Hech. 5:1-10).
12. ¿Qué nos ayudará a ser fieles a nuestra palabra?
12 En estos “últimos días”nos rodean personas desleales, que viven “teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder” (2 Tim. 3:1-5). Por ello debemos evitar su compañía en todo lo posible y reunirnos regularmente con quienes procuran que su sí siempre signifique sí (Heb. 10:24, 25).
EL SÍ MÁS IMPORTANTE
13. ¿Cuál es el sí más importante que dice un discípulo de Jesucristo?
13 La promesa más importante que una persona puede hacer es la de dedicar su vida a Dios. Quienes se ofrecen como discípulos de Jesús tienen tres oportunidades de contestar sí cuando se les pregunta si realmente desean seguir a Cristo (Mat. 16:24). Cuando dos ancianos entrevistan a quien aspira a ser publicador no bautizado, le preguntan: “¿Desea realmente ser testigo de Jehová?”. Más tarde, cuando sigue progresando espiritualmente y solicita bautizarse, los ancianos se reúnen con él y le preguntan: “¿ Ha hecho usted una oración para dedicarse personalmente a Jehová?”. Y por último, el día del bautismo se les pregunta a los candidatos: “En virtud del sacrificio de Jesucristo, ¿se ha arrepentido de sus pecados y se ha dedicado a Jehová para hacer Su voluntad?”. De este modo, cada persona responde sí respecto a su promesa de servir a Dios para siempre, y lo hace ante testigos.
14. ¿Qué examen debemos hacernos de vez en cuando?
14 Sea que usted se haya bautizado hace poco tiempo o décadas atrás, es preciso que de vez en cuando se haga preguntas como estas: “¿Sigo fiel a mi sí más importante, al igual que Jesús? ¿Continúo obedeciendo a Jesús dando prioridad a la obra de predicar el Reino y hacer discípulos?” (léase 2 Corintios 13:5).
15. ¿En qué campos de la vida es importante que nuestro sí signifique sí?
15 Cumplir con nuestro voto de dedicación implica que también debemos ser fieles en otros asuntos importantes. Veamos algunos ejemplos. ¿Está usted casado? Entonces debe seguir honrando su sagrado voto de amar y cuidar con ternura a su cónyuge. ¿Ha firmado un contrato comercial o una solicitud para participar en algún privilegio teocrático? En tal caso, cumpla los compromisos que ha adquirido. ¿Ha aceptado una invitación para comer en casa de alguien de escasos recursos? Si así es, no cambie de idea si surge lo que le parece una mejor oferta. ¿O ha prometido a alguien que encontró en el ministerio de casa en casa que regresaría para darle más ayuda espiritual? Entonces procure por todos los medios que su sí signifique sí, y Jehová bendecirá su servicio (léase Lucas 16:10).
CÓMO NOS BENEFICIA NUESTRO SUMO SACERDOTE Y REY
16. ¿Qué deberíamos hacer si no hemos sido fieles a nuestra palabra?
16 La Biblia afirma que, como somos imperfectos, “todos tropezamos muchas veces”, sobre todo al usar la lengua (Sant. 3:2). ¿Qué deberíamos hacer si comprendemos que no hemos sido fieles a nuestra palabra? En la Ley que Dios entregó a Israel había una disposición misericordiosa a la que podía acogerse quien era culpable de “hablar irreflexivamente con sus labios” (Lev. 5:4-7, 11). Hoy se trata con la misma consideración a los cristianos que cometen ese error. Si confesamos nuestro pecado a Jehová, él nos perdonará a través de nuestro Sumo Sacerdote, Jesucristo (1 Juan 2:1, 2). Sin embargo, para seguir contando con el favor de Dios tenemos que demostrar que estamos arrepentidos. Eso implica evitar que ese pecado se convierta en una práctica y hacer lo posible por enmendar todo el daño que hayamos causado con nuestras palabras precipitadas (Prov. 6:2, 3). Claro está, es mucho mejor pensarlo dos veces antes de hacer promesas que luego no podamos cumplir (léase Eclesiastés 5:2).
17, 18. ¿Qué glorioso futuro les aguarda a quienes procuran que su sí signifique sí?
17 A los siervos de Jehová que se esfuerzan por que su sí signifique sí les aguarda un futuro glorioso. Los 144.000 ungidos recibirán vida inmortal en los cielos, donde estarán con Jesús en su Reino y “reinarán con él por los mil años” (Rev. 20:6). Además, incontables millones de personas más se beneficiarán del gobierno de Cristo en un paraíso terrestre, donde él los ayudará a alcanzar la perfección física y mental (Rev. 21:3-5).
18 Si nos mantenemos fieles en la prueba que afrontaremos al final del Reinado de Mil Años de Jesús, nunca más tendremos motivos para dudar de la palabra de nadie (Rev. 20:7-10). Todo sí significará sí y todo no significará no. Quienes vivan en ese entonces imitarán a la perfección a nuestro amoroso Padre celestial, Jehová, “el Dios de la verdad” (Sal. 31:5).
TEXTOS DE LA ATALAYA
Párrafo 1
Mateo 5:33-37 ”También oyeron ustedes que se dijo a los de la antigüedad: ‘No debes jurar y no cumplir, sino que tienes que pagar tus votos a Jehová’. 34 Sin embargo, yo les digo: No juren de ninguna manera, ni por el cielo, porque es el trono de Dios; 35 ni por la tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. 36 Ni por tu cabeza debes jurar, porque no puedes volver blanco o negro un solo cabello. 37 Simplemente signifique su palabra Sí, Sí, su No, No; porque lo que excede de esto proviene del inicuo.
Párrafo 2
Éxodo 22:10, 11 ”En caso de que un hombre diera a su prójimo un asno o toro u oveja o cualquier animal doméstico para que se lo guardara, y este de veras muriera o se lisiara o se lo llevaran cuando nadie estuviera mirando, 11 ha de efectuarse entre los dos un juramento por Jehová de que él no puso su mano en los bienes de su prójimo; y el dueño de estos tiene que aceptarlo, y el otro no ha de dar compensación.
Números 5:21, 22 El sacerdote entonces tiene que hacer que la mujer jure con un juramento que encierre maldición, y el sacerdote tiene que decir a la mujer: “Que Jehová te ponga por maldición y por juramento en medio de tu pueblo, dejando Jehová que se te decaiga el muslo, y que se te hinche el vientre. 22 Y esta agua que trae una maldición tiene que entrar en tus intestinos para hacer que se te hinche el vientre y decaiga el muslo”. A esto la mujer tiene que decir: “¡Amén! ¡Amén!”.
Mateo 26:63, 64 Pero Jesús se quedó callado. Por eso el sumo sacerdote le dijo: “¡Por el Dios vivo te pongo bajo juramento de que nos digas si tú eres el Cristo el Hijo de Dios!”. 64 Jesús le dijo: “Tú mismo [lo] dijiste. Sin embargo, digo a ustedes: De aquí en adelante verán al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder y viniendo sobre las nubes del cielo”.
Juan 1:51 Le dijo además: “Muy verdaderamente les digo: Verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios ascendiendo y descendiendo al Hijo del hombre”.
Juan 13:16 Muy verdaderamente les digo: El esclavo no es mayor que su amo, ni es el enviado mayor que el que lo envió.
Juan 13:20, 21 Muy verdaderamente les digo: El que recibe a cualquiera a quien yo envío me recibe a mí [también]. A su vez, el que me recibe a mí recibe [también] al que me envió”. 21 Después de decir estas cosas, Jesús se perturbó en espíritu, y dio testimonio y dijo: “Muy verdaderamente les digo: Uno de ustedes me traicionará”.
Juan 13:38 Jesús contestó: “¿Entregarás tu alma a favor de mí? Muy verdaderamente te digo: No cantará el gallo de ninguna manera hasta que me hayas repudiado tres veces”.
Párrafo 3
Hebreos 10:7 Entonces dije yo: ‘¡Mira! He venido (en el rollo del libro está escrito de mí) para hacer tu voluntad, oh Dios’”.
Génesis 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón”.
Lucas 3:21, 22 Ahora bien, cuando todo el pueblo se bautizó, Jesús también fue bautizado y, mientras oraba, el cielo se abrió 22 y el espíritu santo bajó sobre él en forma corporal como una paloma, y salió una voz del cielo: “Tú eres mi Hijo, el amado; yo te he aprobado”.
Párrafo 4
Juan 6:44 Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga; y yo lo resucitaré en el último día.
Párrafo 5
Hechos 22:10 Entonces dije: ‘¿Qué haré, Señor?’. El Señor me dijo: ‘Levántate, sigue tu camino a Damasco, y allí se te dirá acerca de todo lo que te está señalado hacer’.
Hechos 22:6-16 ”Mas al ir caminando y acercándome ya a Damasco, hacia el mediodía, de repente fulguró desde el cielo una gran luz en derredor de mí, 7 y caí al suelo y oí una voz que me decía: ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me estás persiguiendo?’. 8 Contesté: ‘¿Quién eres, Señor?’. Y me dijo: ‘Soy Jesús el Nazareno, a quien estás persiguiendo’. 9 Ahora bien, los hombres que estaban conmigo contemplaron, en realidad, la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. 10 Entonces dije: ‘¿Qué haré, Señor?’. El Señor me dijo: ‘Levántate, sigue tu camino a Damasco, y allí se te dirá acerca de todo lo que te está señalado hacer’. 11 Pero como yo no veía nada a causa de la gloria de aquella luz, llegué a Damasco, conducido por la mano de los que estaban conmigo. 12 ”Entonces Ananías, cierto varón reverente según la Ley, acerca de quien daban buen informe todos los judíos que allí moraban, 13 vino a mí y, puesto de pie a mi lado, me dijo: ‘¡Saulo, hermano, recobra la vista!’. Y levanté la vista hacia él en aquella misma hora. 14 Él dijo: ‘El Dios de nuestros antepasados te ha escogido para que llegues a conocer su voluntad y veas al Justo y oigas la voz de su boca, 15 porque has de ser testigo a todos los hombres acerca de cosas que has visto y oído. 16 Y ahora, ¿por qué te demoras? Levántate, bautízate y lava tus pecados mediante invocar su nombre’.
2 Corintios 4:5 Porque no nos estamos predicando a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como esclavos de ustedes por causa de Jesús.
2 Timoteo 4:8 De este tiempo en adelante me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, el justo juez, me dará como galardón en aquel día; sin embargo, no solo a mí, sino también a todos los que han amado su manifestación.
Lucas 6:46 ”Entonces, ¿por qué me llaman ‘¡Señor! ¡Señor!’, pero no hacen las cosas que digo?
Párrafo 6
Gálatas 1:20 Ahora bien, en cuanto a las cosas que les escribo, ¡miren!, a vista de Dios, no miento.
2 Corintios 1:18 Mas en Dios se puede confiar respecto a que nuestra habla dirigida a ustedes no es Sí y, no obstante, No.
2 Corintios 1:15, 16 Así es que, con esta confianza, yo antes tenía la intención de ir a ustedes, para que tuvieran un segundo [motivo de] gozo, 16 y después de una parada con ustedes, ir a Macedonia, y de Macedonia volver a ustedes y ser acompañado parte del camino por ustedes a Judea.
Párrafo 7
1 Corintios 1:11 Porque se me hizo saber acerca de ustedes, hermanos míos, por los de [la casa de] Cloe, que existen disensiones entre ustedes.
1 Corintios 5:1 De hecho, se informa que hay fornicación entre ustedes, y tal fornicación como ni siquiera la hay entre las naciones: que cierto [hombre] tiene la esposa de [su] padre.
1 Corintios 11:1 Háganse imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo.
Hebreos 13:7 Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes, los cuales les han hablado la palabra de Dios, y al contemplar detenidamente en lo que resulta la conducta [de ellos], imiten [su] fe.
Párrafo 8
Génesis 24:58 Entonces llamaron a Rebeca y le dijeron: “¿Quieres ir con este hombre?”. A su vez, ella dijo: “Estoy dispuesta a ir”.
Génesis 24:50-58 Entonces contestaron Labán y Betuel, y dijeron: “De Jehová ha procedido esta cosa. No podemos hablarte lo malo ni lo bueno. 51 Aquí está Rebeca delante de ti. Tómala y vete, y llegue ella a ser esposa del hijo de tu amo, tal como ha hablado Jehová”. 52 Y aconteció que cuando el siervo de Abrahán hubo oído sus palabras, en seguida se postró en tierra ante Jehová. 53 Y el siervo empezó a sacar objetos de plata y objetos de oro y prendas de vestir y a darlos a Rebeca; y dio cosas selectas al hermano y a la madre de ella. 54 Después comieron y bebieron, él y los hombres que con él estaban, y pasaron la noche allí, y se levantaron por la mañana. Entonces dijo él: “Envíenme a donde mi amo”. 55 A lo cual dijeron el hermano y la madre de ella: “Que la joven se quede con nosotros por lo menos diez días. Después de eso puede ir”. 56 Pero él les dijo: “No me detengan, ya que Jehová ha dado éxito a mi camino. Envíenme, para que vaya a mi amo”. 57 Así que dijeron: “Llamemos a la joven, e inquiramos de su boca”. 58 Entonces llamaron a Rebeca y le dijeron: “¿Quieres ir con este hombre?”. A su vez, ella dijo: “Estoy dispuesta a ir”.
Hebreos 11:9 Por fe residió como forastero en la tierra de la promesa como en tierra extranjera, y moró en tiendas con Isaac y Jacob, herederos con él de la mismísima promesa.
Hebreos 11:13 En fe murieron todos estos, aunque no consiguieron [el cumplimiento de] las promesas, pero las vieron desde lejos y las acogieron, y declararon públicamente que eran extraños y residentes temporales en la tierra.
Párrafo 9
Rut 1:10 Y siguieron diciéndole: “No, sino que contigo volveremos a tu pueblo”.
Rut 1:16, 17 Y Rut procedió a decir: “No me instes con ruegos a que te abandone, a que me vuelva de acompañarte; porque a donde tú vayas yo iré, y donde tú pases la noche yo pasaré la noche. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. 17 Donde mueras tú, yo moriré, y allí es donde seré enterrada. Que Jehová me haga así y añada a ello si cosa alguna aparte de la muerte hiciera una separación entre tú y yo”.
Mateo 1:1 El libro de la historia de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán:
Mateo 1:3 Judá llegó a ser padre de Pérez y de Zérah mediante Tamar; Pérez llegó a ser padre de Hezrón; Hezrón llegó a ser padre de Ram;
Mateo 1:5, 6 Salmón llegó a ser padre de Boaz mediante Rahab; Boaz llegó a ser padre de Obed mediante Rut; Obed llegó a ser padre de Jesé; 6 Jesé llegó a ser padre de David el rey. David llegó a ser padre de Salomón mediante la esposa de Urías;
Mateo 1:16 Jacob llegó a ser padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, a quien se llama Cristo.
Párrafo 10
Isaías 6:8 Y empecé a oír la voz de Jehová que decía: “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”. Y yo procedí a decir: “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí”.
Párrafo 11
Romanos 1:31, 32 sin entendimiento, falsos en los acuerdos, sin tener cariño natural, despiadados. 32 Aunque estos conocen muy bien el justo decreto de Dios, que los que practican tales cosas son merecedores de muerte, no solo siguen haciéndolas, sino que también consienten a los que las practican.
Éxodo 9:27, 28 Con el tiempo Faraón envió y llamó a Moisés y Aarón y les dijo: “He pecado esta vez. Jehová es justo, y yo y mi pueblo tenemos la culpa. 28 Rueguen a Jehová que baste con esto en cuanto a ocurrir truenos y granizo de Dios. Entonces estoy dispuesto a enviarlos, y ya no se quedarán más”.
Éxodo 9:34, 35 Cuando Faraón llegó a ver que la lluvia y el granizo y los truenos habían cesado, se puso a pecar de nuevo y a hacer insensible su corazón, tanto él como sus siervos. 35 Y continuó obstinado el corazón de Faraón, y él no envió a los hijos de Israel, tal como había declarado Jehová por medio de Moisés.
Ezequiel 17:13-15 Además, tomó uno de la descendencia real y celebró un pacto con él y lo introdujo en un juramento; y a los hombres de nota del país se los llevó, 14 para que el reino llegara a ser bajo, sin poder alzarse, para que, guardando el pacto de él, subsistiera. 15 Pero este finalmente se rebeló contra él al enviar sus mensajeros a Egipto, [para que este] le diera caballos y un pueblo numeroso. ¿Tendrá éxito? ¿Escapará él, el que está haciendo estas cosas, y que ha quebrantado un pacto? ¿Y realmente escapará?’.
Ezequiel 17:19, 20 ”‘Por lo tanto, esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: “Tan ciertamente como que estoy vivo, de seguro mi juramento que él ha despreciado y mi pacto que él ha quebrantado... ciertamente hasta lo traeré sobre su cabeza. 20 Y ciertamente extenderé sobre él mi red, y ciertamente será cogido en mi red de cazar; y ciertamente lo llevaré a Babilonia y me pondré en juicio con él allí respecto a su infidelidad con la cual actuó contra mí.
Hechos 5:1-10 Sin embargo, cierto varón, por nombre Ananías, junto con Safira su esposa, vendió una posesión 2 y retuvo secretamente parte del precio, de lo cual sabía también su esposa, y trajo solo una parte y la depositó a los pies de los apóstoles. 3 Pero Pedro dijo: “Ananías, ¿por qué te ha envalentonado Satanás a tratar con engaño al espíritu santo y a retener secretamente parte del precio del campo? 4 Mientras permanecía contigo, ¿no permanecía tuyo?, y después que fue vendido, ¿no continuaba bajo tu control? ¿Por qué te propusiste un hecho de esta índole en tu corazón? No has tratado con engaño a los hombres, sino a Dios”. 5 Al oír estas palabras, Ananías cayó y expiró. Y gran temor vino sobre todos los que oyeron de ello. 6 Pero los hombres más jóvenes se levantaron, lo envolvieron en paños, y, sacándolo, lo enterraron. 7 Luego, después de un intervalo de como tres horas, entró su esposa, ignorando lo que había acontecido. 8 Pedro le dijo: “Dime, ¿vendieron ustedes [dos] el campo en tanto?” Ella dijo: “Sí, en tanto.” 9 Entonces le [dijo] Pedro: “¿Por qué convinieron entre ustedes [dos] en poner a prueba el espíritu de Jehová? ¡Mira! Los pies de los que enterraron a tu esposo están a la puerta, y te sacarán a ti”. 10 Al instante ella cayó a los pies de él y expiró. Cuando los jóvenes entraron, la hallaron muerta, y la sacaron y la enterraron al lado de su esposo.
Párrafo 12
2 Timoteo 3:1-5 Mas sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. 2 Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, 3 sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, 4 traicioneros, testarudos, hinchados [de orgullo], amadores de placeres más bien que amadores de Dios, 5 teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder; y de estos apártate.
Hebreos 10:24, 25 Y considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, 25 sin abandonar el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día se acerca.
Párrafo 13
Mateo 16:24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y tome su madero de tormento y sígame de continuo.
Párrafo 14
2 Corintios 13:5 Sigan poniéndose a prueba para ver si están en la fe, sigan dando prueba de lo que ustedes mismos son. ¿O no reconocen que Jesucristo está en unión con ustedes? A no ser que estén desaprobados.
Párrafo 15
Lucas 16:10 La persona fiel en lo mínimo es fiel también en lo mucho, y la persona injusta en lo mínimo es injusta también en lo mucho.
Párrafo 16
Santiago 3:2 Porque todos tropezamos muchas veces. Si alguno no tropieza en palabra, este es varón perfecto, capaz de refrenar también [su] cuerpo entero.
Levítico 5:4-7 ”’O en caso de que un alma jure al grado de hablar irreflexivamente con sus labios hacer mal o hacer bien respecto a cualquier cosa de que el hombre pudiera hablar irreflexivamente en una declaración jurada, aunque le hubiera sido escondido, y sin embargo él mismo haya llegado a saberlo, entonces se ha hecho culpable respecto a una de estas cosas. 5 ”’Y tiene que suceder que, en caso de que llegue a ser culpable respecto a una de estas cosas, entonces tiene que confesar de qué manera ha pecado. 6 Y tiene que traer a Jehová su ofrenda por la culpa por su pecado que ha cometido, a saber, una hembra del rebaño, una cordera o una cabrita de las cabras, para una ofrenda por el pecado; y el sacerdote tiene que hacer expiación por él por su pecado. 7 ”’Sin embargo, si no tiene lo suficiente para una oveja, entonces tiene que traer a Jehová como su ofrenda por la culpa por el pecado que ha cometido dos tórtolas o dos pichones, uno para ofrenda por el pecado y uno para ofrenda quemada.
Levítico 5:11 ”’Ahora bien, si carece de medios para dos tórtolas o dos pichones, entonces tiene que traer como su ofrenda por el pecado que ha cometido un décimo de efá de flor de harina para una ofrenda por el pecado. No debe echar aceite sobre ella y no debe poner olíbano sobre ella, porque es una ofrenda por el pecado.
1 Juan 2:1, 2 Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no cometan un pecado. Y no obstante, si alguno comete un pecado, tenemos un ayudante para con el Padre, a Jesucristo, uno que es justo. 2 Y él es un sacrificio propiciatorio por nuestros pecados, pero no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
Proverbios 6:2, 3 [si] has sido cogido en un lazo por los dichos de tu boca, [si] has sido atrapado por los dichos de tu boca, 3 toma estas medidas, entonces, hijo mío, y líbrate, porque has caído en la palma de la mano de tu semejante: Ve y humíllate, e inunda con importunaciones a tu semejante.
Eclesiastés 5:2 No te des prisa respecto a tu boca; y en cuanto a tu corazón, no se apresure a producir una palabra ante el Dios [verdadero]. Porque el Dios [verdadero] está en los cielos, pero tú estás en la tierra. Por eso deben resultar pocas tus palabras.
Párrafo 17
Revelación 20:6 Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y reinarán con él por los mil años.
Revelación 21:3-5 Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. 4 Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. 5 Y Aquel que estaba sentado en el trono dijo: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas”. También, dice: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas”.
Párrafo 18
Revelación 20:7-10 Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión, 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos es como la arena del mar. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo, y los devoró. 10 Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde [ya estaban] tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.
Salmo 31:5 En tu mano encomiendo mi espíritu. Me has redimido, oh Jehová el Dios de la verdad.
Cántico 125
"SUJECION LEAL AL ORDEN DIVINO"
========================
GRACIAS CARL-FRANCO
PFC777
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.